Mundo cerrado, heridas abiertas… “Es solo por una venganza”
Capitulo numero 1: La perfecta vida de sasuke
Sus pasos acelerados cada vez se volvían más lentos, estaba entrando en la guardia y a partir de ese momento tendría que guardar silencio. Mientras esperaba a que el médico saliera y le informara sobre el proceso que estaba pasando el paciente, se sentó en una banca, la cual estaba cerca de la puerta del cuarto donde los médicos trabajaban.
Sus ojeras estaban intactas, y su cabello negro despeinado por el recorrido que hizo para llegar al hospital. Esperando con sus brazos cruzados y sus ojos semis cerrados respiró profundo pensando con claridad la situación. En su defensa, nunca se le hubiera pasado por la mente aquel tipo de accidente, en parte sabía que no era su culpa, él mismo le dijo al capitán de esa misión que los novatos no estaban listos pero ahí tenia la prueba, un soldado herido y en terapia intensiva a punto de operarlo, treinta muertos y en aumento.
Para dejar de torturarse así mismo decidió pensar en la siguiente estrategia, sería difícil de ganarle a la rebelión en esos momentos. La escases de hombres era demasiado notable aunque, Japón en si necesitaba bajas de hombres así que cuantas más personas en rebelión estén, mucho mejor para los alimentos y su producción.
—señor… hmn ¿Uchiha verdad?
—Si… —desvió su mirada hasta el médico que acababa de salir del cuarto y se levanto lentamente para saber el estado de su soldado— ¿Cómo esta?
—…bien —hizo un pequeño suspiro antes de hablar y cuando por fin reescribió la información que le diría, habló— el joven tenía varios cortes y punzadas que pudimos curar, además de eso estaba su brazo… como nos dijo anteriormente, usted y yo sabíamos que no podríamos salvar parte de su brazo.. Pero lo raro es que la zona infectada y los huesos rotos que el cañón provoco ya van a comenzar a curarse.
—pero… ¿podrá moverlo con normalidad? No quiero que después se le infecte la herida y tengan que cortarlo, ya vi varios incidentes así y déjeme decirle que las personas a las que le paso esto ahora están sin una extremidad de su cuerpo.
—bueno, el impacto no traspaso los huesos, el brazo esta bien y ya lo están terminando de limpiar para cocerlo después… por eso le recomiendo que el soldado no haga sobre esfuerzos por ahora.
—se lo agradezco… los marin se los agradecen
—… gracias pero temo que el chico no está en condiciones de regresar a fuera en estos momentos
—eso lo sé ¿tiene alguna quebradura grave o algún problema más que no sea su brazo?
—a eso es lo que quería ir… vamos a necesitar una transfusión de sangre y necesitamos el permiso para una operación leve en su cráneo, el golpe afecto parte de sus sistema nervioso pero no es nada serio, arreglaremos unos huesos y limpiaremos sus cortes. Solo necesitamos que usted apruebe la operación porque por los datos que la enfermera me paso el chico no tiene padres ¿cierto?
—cierto… de la orden para que lo operen, yo la apruebo
—perfecto… por cierto, si quiere irse puede hacerlo, nosotros nos encargaremos de todo.
—claro, le dejo todo en sus manos pero me gustaría pedirle un favor…
—¿sí?
—Itachi Uchiha […]
Muchas veces me consideré una persona bastante idiota con respecto a las amistades, cuando yo tenía doce años mi mama murió por un accidente automovilístico el día de las madres, en esa fecha, se entregaban las notas de los trimestres y mi escuela tenia la particularidad de tener un sistema educativo con mas régimen y ordenes a cumplir, y uno de esos era el que un padre, madre o tutor debía retirar el boletín de su hijo o hija el día de entrega u otro.
En esos tiempos muchas cosas pasaron, además de la muerte de mi madre, papa consiguió el cargo administrativo como presidente en la empresa familiar, mi abuelo falleció y gracias a eso mi padre ocupo el cargo que le perteneció siempre a la familia Uchiha. Pero eso no significo una vida de lujos como muchos desconocidos pensaban. Papa… después del accidente de mama cambio de muy diferentes formas y en muchas peleas terminaba por decirme lo típico “es tu culpa” claro que lo sabia pero siempre lo repetía. Desde ese día entendí que la casa en donde me criaron con amor ahora me estaba echando la calle como si no fuera nada, una simple basura que necesita ser reciclada para hacer algo más útil.
Nunca me opuse a irme de casa, es más, en muchas ocasiones papa me daba algo de dinero para sobrevivir durante un tiempo, por lo mínimo hasta que consiguiera trabajo, cosa que lo veía demasiado lejos a mis doce años.
Cuando cumplí los catorce mi peso aumento, okay, okay, tal vez era mi culpa, pero yo sabía los tratos q ue la chica de servicio tenia conmigo, esa joven me daba demasiado, como si fuera un niño chiquito al cual cuidar porque su desadaptado e irresponsable padre trabajaba y no pisaba durante meses su casa.
Dos meses después de entrar en la escuela, los insultos llegaron como rayos al igual que varias discusiones y peleas en casa y dentro del establecimiento escolar. Varios de los ineptos de mis compañeros jodian y siempre con las mismas bromas o la típica frase que muchos me decían “el gordito”. Mis lágrimas aprendieron a quedarse en su lugar cada vez que me molestaban, prefería quedarme al margen de todo el alboroto que formaban algunas veces a la salida para molestarme o las duras peleas en las que me metían. Demasiado tenía con el carácter del bastardo de papa.
—Tal vez el suicidio sea la solución —esas eran muchas de mis palabras cuando llegaba a casa. Uzumaki y el resto de sus compañeros ya me estaban cansando—
Créanme que cuando intente adelgazar yo hice lo necesario para hacerlo, muchas veces veía las fotos de cómo era antes, claro, me encantaba el cómo era y sabía perfectamente que nunca conseguiría el cuerpo que tenía hace dos años atrás.
Pero un día todo el mundo que había formado alrededor mío caía lentamente. El día que hikari se había ido hacer las compras fue la tarde más oscura que tuve. Recuerdo exactamente todo lo que ocurrió. Ella se había ido a las cuatro de la tarde para comprar en el súper comida y alguna que otra chuchería que le pidió mi padre para que limpiase la casa. Fue en mi propia cama donde todo pasó lento y tortuosamente. Fueron cuatro personas las que entraron a robar, tres de ellas tendrían alrededor de unos cuarenta años y el más chico tendría como unos veinte años, los mayores tenían cabello negro y castaño, el más joven estaba teñido de un color opaco a un naranja fuerte.
Aquella tarde hikari no volvió, durante dos horas esos tipos hicieron lo que quisieron con mi cuerpo, simplemente dejé que eso pasara, cuando el tercero entro ya no sentía mi cuerpo, así fueron turnándose hasta que por fin se habían saciado.
Al otro día, Hikari fue despedida al igual que los guardias de la casa.
Y el acoso en la escuela empeoro, al enterarse que me había dejado manociar por desconocidos fue como una bomba para mí que lentamente comenzaba a explotar dentro de mi corazón, hasta el día en el que mi padre se entero de ese rumor sobre mi sexualidad.
Todo se había ido al carajo, de eso estaba seguro. Pero desde aquel día, Fugaku decidió mandarme lejos, creo que le valía si moría, después de todo, el hijo primogénito Uchiha Itachi estaba volviendo de su viaje de estudios y solo para controlar una parte de la empresa Uchiha.
Sasuke Uchiha, por fin seria libre, la escuela militar lo estaba esperando con las puertas abiertas.
Continuara…