Volver a encontrarse con la Yamabuki y que lo hayan puesto en Singles 3 no le hacía mucha gracia. De todas formas, ganó su partido como era de esperarse y ver el partido de Kamio le hizo darse cuenta de que todavía le faltaba sentir esa emoción que se apoderaba de la mayoría de los jugadores de tenis. Sí, disfrutó su partido con Ryoma cuando tuvo que jugarlo, y obviamente, él no tuvo la culpa de lo que le pasó en su ojo; sin embargo, el enano era un buen oponente aunque seguía sin sentir ese fuego que le permitía avanzar como lo hizo Kamio frente a Sengoku.
- Ha sido una estupenda victoria chicos, lo mejor es que vayan a descansar. Comenzaremos el lunes a primera hora, como saben, nuestros rivales son los actuales campeones Rikkai Dai Fuzoku y son de temer. Confío en ustedes, chicos –añadió Tachibana.
- ¡Sí, Tachibana-san! –respondían todos.
- Buen juego, ¿verdad Ibu? –le comentaba Kamio al chico de pelo largo mientras se iban de la escuela.
- Sí, somos más fuertes que en el torneo local… Aunque aún me molesta que me hayan puesto en Individuales 3 ¿Por qué? ¿A un genio como yo? Mis habilidades superaban con creces a los de Yamabuki, es decir, 6-1 aunque bien pudo ser 6-0 si no hubiera sido por…
- Tranquilo Ibu, ya bastante hablaste mientras yo estaba jugando –respondía un poco molesto el chico del ritmo, pues sabía que Shinji hubiera preferido jugar en Individuales 2, donde estaba él.
- Sí, bueno, aunque si hubiésemos jugado dobles tal vez hubiéramos ganado el partido que Tetsu y Masaya perdieron.
- Pues sí, ¿pero quiénes crees que iban a defender los Individuales? –respondió Kamio guiñándole un ojo.
- Tienes razón, Tachibana es el más fuerte y luego sigo yo, por lo que necesitábamos a alguien más en los Singles y pues tú eras el indicado, aunque mejor hubieras estado en Individuales 3 y no en 2, yo hubiera ganado por una diferencia más grande contra Sengoku pero igual pasamos, tal vez le pregunte al buchou por qué escogió esa alineación…
- ¡Ibu, por Dios, ya basta! –esta vez se enojó mucho con su compañero. Ya bastante tenía con el partido contra Sengoku que lo había puesto al límite como para que su amigo siguiera quejándose. Él lo quería mucho, pero se pasaba de la raya cada vez que empezaba con sus murmuraciones. Creo que me iré solo por hoy –dijo tajante Kamio.
- Oh. –fue lo único que alcanzó a decir Ibu, quien se quedó un poco en shock por las palabras de Kamio; tal vez se había excedido un poco, y pensó mejor lo que iba a decir hasta que…
- ¡Hey, chicos!! Qué bueno verlos, quería saber si podían acompañarme a casa, ya que mi hermano tiene que quedarse hasta tarde preparando las rutinas y quiero llegar temprano para prepararle algo por la victoria –dijo sonriendo An Tachibana.
- Yo te acompaño, An. Shinji tiene que irse a otro lado –dijo Kamio mientras de reojo le lanzaba una mirada asesina.
- ¡Gracias, Kamio-kun! ¡Eres el mejor! –dijo la pequeña, quien tomó del brazo a Kamio y le sonrió alegremente –, vamos rápido que se me hace tarde también para hacer las compras. ¡Nos vemos, Ibu!
- Sí, nos vemos –respondió el Ibu, quien a pesar de ser muy amigo de An, detestaba que se llevara a su compañero como si fuera su pareja.
El camino hacia su casa no era largo, por lo que llegó rápidamente; sólo se le hacía largo el camino cuando acompañaba a Kamio a su casa, pues quedaba unos minutos más lejos y luego se regresaba solo. “No me gusta regresar solo” pensó, “y menos hoy”. Él quería decirle lo mucho que había disfrutado verlo jugar, verlo llegar al límite y sobrepasarlo, pues muy pocas veces le interesaba algún partido (en esto se parece un poco a Jirou del Hyotei, sólo que acá nadie se queda dormido jeje). Entró a la casa, se cambió, cenó y se fue hacia su habitación; cerró la puerta con llave y se tiró en su cama.
- Creo que llamaré a Kamio, necesito arreglar las cosas con él –murmuró para sí, esperando no meter la pata de nuevo.
- … –no contestaba. Una vez más– … – “Vamos Kamio, contesta” – … –. No pensaba dejar ningún mensaje, quería escuchar su voz.
A los pocos minutos…
“Ring!”
- ¿Ibu? ¿Qué pasó? –Kamio le había devuelto la llamada.
- Kamio… Yo… Lo siento. De veras –añadió Ibu murmurando en voz baja, pero audible para su compañero, quien ya estaba acostumbrado a tener que afinar su oído para escucharlo.
- Shinji, ahora no es un buen momento. ¿Te veo mañana? –se escuchaban risas en el lugar donde estaba, y reconoció la de la hermanita de Tachibana.
- Sí, seguro. En el café de siempre a las 10:00 –colgó Ibu.
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- ¿Sucede algo, Kamio-kun? –preguntó An un poco preocupada, pues no hace mucho estaban hablado del susodicho que había llamado. Kamio le había contado la discusión con Ibu antes de que apareciera y se había puesto a bromear imitando un poco las murmuraciones de su compañero para apaciguar la tormenta, con lo que An no paraba de reír.
- Es Ibu, creo que se enfadó por algo.
- Kamio-kun, sabes que te quiero, ¿pero cuándo vas a decirle a Shinji lo que sientes por él?
- Es que a veces me desespera y no sé qué hacer, además, nunca ha dado señales de algo más que no sea del tenis y de sus comentarios irónicos-sarcásticos.
- Pero es lo que te gusta de él, ¿no?
- Ja, creo que sí –respondió Kamio con una sonrisa–, en fin, ya habrá tiempo para eso, por cierto, gracias por la cena, es una pena que tu hermano no haya llegado todavía y yo haya tenido que comer lo que era de él –añadió un poco avergonzado.
- Descuida, Kamio. Además, ¡tu juego estuvo muy emocionante!
- Gracias, An.
- Oye, no olvides el asunto de Shinji. ¿No se supone que eres el chico que marca el rítmo? –le dijo An en un tono bromista.
- Eh, qué graciosa te has vuelto de tanto andar con Momo –señaló Kamio con una sonrisita.
- Y vaya que tú un ciego, ¡él está con Ryoma-kun! Y por cierto, se ven muy kawaii juntos –An ponía sus ojos brillosos, ya sabemos que también es fan del yaoi jeje.
- De lo que uno se entera… Mañana veré a Shinji, deséame suerte pequeña –dijo despidiéndose de An con un abrazo.
- Sabes que sí –respondió con un cálido abrazo –. Pero si no le dices nada juro que haré que mi hermano te de una paliza en el entrenamiento, a ver si en vez de elevar el ritmo le bajas un poco para darle algo de chance a Shinji.
- Está bien, está bien…
Lo que Kamio no se esperaba, era que el que iba a elevar el ritmo era su compañero y no él siendo el ‘as de la velocidad’, pues se estaba desanimando un poco por cómo cortó en esa última llamada. Para ser el fukubuchou había cosas que se le escapaban, pues nunca creyó que Shinji sintiera celos de An, de hecho, nunca pensó que Shinji fuera capaz de sentir algo así, pues rara vez dejaba mostrar sus sentimientos, incluso en el tenis.