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OneShoot Ya estamos solos por chenricky

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Siempre tan cerca… no podría resistirlo más aquél chico al que la vida se le hacía dura… enamorado de alguien al que para él resultaba prohibido. Día a día se desvelaba pensando en solo esa persona… solo él… alguien tan masculino para que corresponda su amor… no sería posible…

 

“Es imposible… tal vez deba dejar esto…” se repetía en su mente una y otra vez. Tal vez sería más facil olvidarse de él… pero, lo dificil era tratar de hacerlo, cada vez que lo intentaba, volvía a recordarlo y una y mil veces caía en el juego de volver a reproducir sus recuerdos con él.

 

Ya no podría mantener su calma. Estaba tan cerca de tocar sus labios, acaso su desfortuna había jugado con él otra vez, ¿por qué tenía que haber limpiado el suelo su hyung ese día? ¿por qué tenía que dejar exactamente en ese lugar ese trapo? Tantas veces maldijo ese trapo que Tao hizo una mueca de disconformidad… aún cuando sabía que Yifan podía verlo.

 

Sus ojos perlados se perdían en su mirada, el pequeño Tao no quería mantener la calma… ya se cumplirían dos años desde ese día que sintió un sentimiento “extraño” para su mente heterosexual, o eso creía Zitao. Finalmente éste intentó acercar sus labios a su amado, rozando su respiración, pegando sus labios tan lentamente hasta terminar en sus beso tan fuera de lo real para el menor, creía que ya no importaría lo que piense, pues ya tantas veces dijo indirectas hacía Yifan… intentando de que éste de alguna forma se de cuenta de algo pero el mayor lo creía todo una broma ¿acaso era ingenúo? ¿o simplemente ignoraba la idea de que su dongsaeng tenga atracción hacia él? Ya no importaba nada, no había vuelta atrás, ese pequeño gesto de acercamiento ya se había convertido en un beso tan directo. El corazón de Tao podría salir de su lugar, casi literalmente, para aquél era exactamente como lo había soñado, aunque en este caso no se sabía si Yifan lo amaba o solo estaba jugando con él… o tal vez no sabía lo que hacía… extrañamente Kris había correspondido el beso.

 

Este beso… para la gran mayoría extraño, era un tanto tranquilo, sin apuros… Tao solo pensaba en él, al menos por ésta vez no importaba si alguien se lo impedía, y alguien se interponía en ese beso… antes de alguna desgracia, era mejor asegurarse de que probó completamente los labios de su hyung.

 

Finalmente, Tao soltó los labios de Kris y lo miró a los ojos con un sentimiento algo vergonzoso, tal vez esa parte no fue como lo soñó, pues en realidad el había fantaseado con que luego de tal acto lo que seguía era algo aún más “vergonzoso” para él en la realidad, se habían hecho presentes las relaciones sexuales en ese sueño que hizo que despierte excitado.

 

Yifan quedó algo confundido después de ser besado, mirando concentradamente a los ojos café de su dongsaeng, y sin esperar más, en medio del silencio este se retiró. Ni una sola palabra sacó de sus labios, dejando a Zitao algo extrañado… hasta que al fin cayó en la conciencia y empezó a preguntarse demasiado a si mismo.

 

“¿Que acaba de pasar? ¿Fue real todo esto…? ¿De… de verdad toqué sus labios? ¿Esto no puede ser real? ¿O si? Y si fue real… ¿Que estará pensando Kris? ¿Acaso se molesto conmigo? Oh no.. ¿¡Que he hecho!? ¿Debería ir a verlo? Pero… no pudo ser real esto… mi beso fue correspondido… Tal vez no estaba consciente de lo que hacía. ¿Que hago?”.

 

Las preguntas de el pelinegro se hacían cada vez más grandes, más preocupantes, más negativas, eran tantas que aquél solo terminaba molesto consigo mismo y en señal de molestía revolvía su cabello. No sabía que hacer, creyó que lo mejor sería esperar a volver a verlo… pero justo cuando pensó en dirigirse a su cama, una voz familiar lo sorprendió entre el silencio.

 

— Panda… ¿que pasó?

 

— Eh? —dijó levantando su cabeza.

 

Era su hyung, Luhan, quien al parecer había visto todo lo que pasó desde su cama, oculto en la más alta de las camas. Este hizo un gesto de confusión y una pequeña sonrisa nerviosa, pues no se podía esperar otra reacción después de ver a tus dos amigos besarse en silencio.

 

—… ¿Q-qué fue lo que pasó?…

 

— ¿De qué hablas? N-no pasó nada… —dijo tratando de ocultar lo obvio, fue un intento de creer que podía pasar desapercibido.

 

— No trates de engañarme… Acabas de …bes-sar… a Duizhang… —tartamudeó mientras dudaba de lo que decía.

 

— L-lo viste todo? —sus ojos se veían cada vez más grandes de lo normal.

 

— Pues.. eso creo… o me perdí de algo más?! —sonrió torpe.

 

— Hyung! N-no… yo… no… pues… ¡Fue tu culpa! Tú dejaste ese estúpido trapo en el piso y resbalé y…-

 

— Panda! —interrumpió— Tranquilo… si? Escucha, no sé que acaba de pasar pero no te preocupes, no diré nada, bien? —le sonrió, de la misma forma que siempre lo hace.

 

“Ah… hyung, siempre tan bueno conmigo… como haces que me sienta tranquilo con tus pocas palabras y tu cálida sonrisa…” Pensó.

 

— Gracias hyung… —suspiró.

 

— Bien. Y me contaras que fue todo eso? No es fácil ver a mi dongsaeng besar a mi lider —rieron.

 

De nuevo suspiró— Hyung… él, me gusta desde hace como dos años…? —dijo tímido.

 

— Antes de que debutemos?

 

— Eso creo… ah… hyung, en serio no dirás nada?

 

— Claro que no; a menos que quieras que diga algo…

 

— No, no! Claro que no! —hizo reir a Luhan, asintiendo.

 

Luhan y Tao pasaron la noche hablando sobre el tema, más Luhan que trataba de tranquilizar a su dongsaeng, quien tenía su mente en pleno caos. Sin más energía, fueron a descansar a sus camas correspondientes, sin salir de la habitación, ya habían hablado tanto que olvidaron el hambre, y se durmieron.

 

~

 

Al fin despertaron, un poco aturdidos por la alarma del despertador, el reloj marcaba las siete en punto de la mañana. Luhan estiró el brazo tratando de apagarla y luego llevo sus manos hacia su cara, con la intención de despertarse y “dejar el sueño atrás”, mientras que Tao solo se acomodó en su cama mientras le decía a su hyung que apague esa alarma que habia hecho saltar de un susto a este. Por un momento Tao quería seguir durmiendo, hasta que recordó que pasado el día anterior, abrió sus ojos como platos, y se levantó asustado.

 

“Espera, espera, ayer… ¿qué pasó ayer? Limpiamos el cuarto…me quedé con Kris hyung y luego…”

 

Fue suficiente para que Tao empiezé a recordar todo lo sucedido, su mente reprodujo todo en un segundo y cayó en la realidad. No sabía si estar relajado porque por fin alguien sabía quien era él, o estar preocupado por el hecho de esa noche, el beso de Yifan…

 

Con un poco de miedo, su mirada volteó hacia la cama de Kris, y notó como el mismo estaba durmiendo inocentemente, sus brazos debajo de la almohada, su mejilla izquierda presionada contra esta y su boca abierta, estirando sus labios… perfecto para que el pequeño sienta un escalofrio recorrer su espalda y bastante atraído hacia esa imagen.

 

“A-ah… hyung… esos labios… ng~ Quisiera besarlos hasta morirme…~”. Pensaba, sin poder evitar sonrojarse.

 

Kris comenzaba a despertar y darse cuenta de la mirada (para este) fulminante, que sabría de la intención que tenía esa mirada, casi perdido en sus labios.

 

— Pandita~? —dijo divertido Luhan, con una sonrisa.

 

— Qué? —preguntó sin despegar la mirada de Yifan.

 

— Oye! Mirame a la cara! A tu hyung se le debe mirar a los ojos cuando te habla! —bromeó mientras hablaba con una pequeña risa.

 

— A-ah! Lo siento, es que… estaba…

 

— Mirandome? —interrumpió Kris, haciendo que los dos se asusten ligeramente.

 

— Duizhang! Buenos días! —le sonrió Luhan.

 

— Buen día, que hacían?

 

— Nada, nada, solo tratando de despertar… —dijo nervioso Tao.

 

— Pues entonces vamos a desayunar… ah! Olvidé decirles que el manager dijo que hoy solo Yixing y Chen tendrá trabajo para hacer, así que los demás tendrán el día libre. —dijo con una agradable sonrisa.

 

— En serio?! O sea que puedo salir afuera?! —sin duda Luhan estaba contento de la noticia.

 

— Así es. Tienes planes? —preguntó curioso Yifan.

 

— Pues… no lo sé, tal vez le pregunte a Xiumin si tiene planes… —comenzó a sonrojarse.

 

— Y tu ¿tienes algun plan para esta tarde? —dijo algo desanimado el menor.

 

— Tampoco sé, creo que mejor me quedaré aquí a cuidarte. —se dibujo una sonrisa en su rostro, con un tanto de cariño que hizo que su dongsaeng se ruborize.

 

“¿Como? ¿Qué dijo? ¿Acaso escuché que se quedaría conmigo? ¿Dios… otra vez estás jugando…?”

 

— Umm… no hace falta hyung… haha~ Si quieres puedes ir con ellos, no habrá problema. —fingió una sonrisa, cuando sus labios temblaban.

 

— No, yo quiero cuidarte! —dijo con un tono decidido.

 

— P-pero… por qué?

 

— Porque así lo decidí, Taozi-dongsaeng… —se levantó de la cama— ¿Qué quieren desayunar?

 

— Waaa~ ¿Harás la comida? Apresurate —empezó a empujar la espalda de este.

 

— S-si… vamos a la cocina…

 

— Avisen cuando esté listo el desayuno, si?

 

“No quiero quedarme en casa con hyung, que pasa si empieza a hablar sobre lo de ayer por la noche, no quiero oír cual es su discurso… que pensará de mi? Ni si quiera pude ser capas de mirarlo a los ojos… ¿qué hago?

 

Tao estaba perdido, que podría hacer? No podría interponerse con la salida de sus hyungs, aún cuando parecía que Luhan no aceptaba sus sentimientos a Xiumin, era algo que podía notarse a simple vista, pero esa es otra historia, ahora lo que importaba era la decisión del menor del grupo, el más inocente, que nadie esperaba ese amor dentro del grupo…

 

”Es grande para ti!“ ”Te lastimaras“ ”Haz lo que te paresca correcto“ ”¿En serio lo amas?“ ”¿Que dirán tus padres?“ ”Esto está muy mal“ ”No te quiero ver“ ”No te acerques a mi!“

 

Se estaba volviendo loco, no sabía que hacer y solo comenzaba a aturdirse con diálogos de los miembros y demás seres queridos, a los que temía que dijeran.

 

Xiumin apareció en el remarco de la puerta, avisando que ya estaba listo el desayuno.

 

Terminaron de desayunar, Chen y lay se despidieron de sus compañeros y se retiraron, Xiumin se encargó de lavar los platos, Luhan lo ayudaba y a la vez se hacían bromas mutuamente y como siempre reían; Kris limpiaba la mesa, mientras que Tao daba vueltas por la casa, se había despedido de sus dos hyungs. Ya no tenía nada que hacer en la casa, solo pensaba en que haría cuando se quede con Yifan, solos en la casa.

 

Pronto la casa estaba lista, todo limpio, y tuvieron que despedir a Luhan y Xiumin, que ninguno de ellos sabía a donde irían, ya solo ellos lo mantuvieron entre ellos y se retiraron felices.

 

— Y bien…? Ya estamos solos.

 

— …que podemos hacer? —dijo por lo bajo, casi era como un susurro.

 

— Mmm… ven… —dijo para después tomar su mano y dirigirlo a donde quería llevarlo.


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