Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sin sentido por Zhena HiK

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

De vuelta con los intentos de drabbles... Aquí andaré seguido.

A Certain hot day…
—1—

Taiga y yo llevábamos juntos ya más de un año, y en ese tiempo aunque no vivíamos aún en el mismo departamento, solía pasar todos los fines de semana en su casa y regresar el lunes después de clases al que se suponía era mi hogar.

Por ello eran muchas las cosas que pasábamos estando juntos ahí, como ahora en que el calor de ese día era insoportable, la verdad es que lo último que deseaba era hacer algún movimiento innecesario que trajese más calor a mi cuerpo. Taiga por el contrario estaba preparando algo de comida mientras yo me mantenía frente al ventilador tirado en el suelo de la sala, lo más cerca posible del mencionado aparato.

—Deberías ayudarme en algo, idiota, ¿crees que no tengo calor también? —La voz molesta de mi pelirrojo se escuchó por todo su departamento, sé que la cocina es el último lugar al que desearía entrar ahora mismo, sin embargo, él está ahí… preparándonos algo para comer.

—Sabes que no sé cocinar, Taiga, sólo echaré a perder lo que estás preparando.

—Claro, y justo hoy eso te importa. Tch, no te daré de comer.

—Oh vamos, Taiga —reclamé girándome en el suelo quedando sobre mi estómago, mi cuerpo estaba estirado a su máximo, mis brazos a cada lado y mis piernas también, llevaba puesto una playera sin mangas blanca y un pantalón corto azul, a exigencia de mi flamante pareja que no quería que estuviera desnudo como yo desearía estarlo ante este calor— ¿Por qué no hablas con tu padre sobre el problema con la refrigeración? —Pregunté quizás por milésima vez en ese día.

—Ya te he dicho que está en América, además en un par de días me depositará el dinero del mes, lo tomaré de ahí —repitió ya cansado de mi necedad. Aún así, aunque yo tomara esta actitud más molesta de lo normal en estos días calurosos, él no me pedía que me fuera, y yo tampoco lo intentaba.

…Porque estar así a su lado era más importante que cualquier otra cosa y aunque no se lo dijese tal cual, sé que lo entiende.

Tras varios minutos en los que ambos permanecimos callados, Taiga no insistió en que fuese a ayudarle, y yo no me moví; no hasta que le miré aparecer en la sala y sin decir nada se tiró sobre el sillón más largo, colgando de este uno de sus brazos y el otro sobre sus ojos, se veía cansado pero sobre todo acalorado.

—¿Por qué sufres llevando ese pantalón negro? ¡Deberíamos quitarnos la ropa! —Dije quejándome de su absurda petición una vez más.

Él no respondió nada, parecía en verdad cansado. Sonreí ante mi pensamiento y me levanté sólo un poco para caminar en mis cuatro extremidades como si fuese un felino a punto de atacar, lo hice con cautela y cuidando mis movimientos de no ser escuchado.

Cuando estuve al pie del sillón le salté encima colocándome entre sus piernas y simulando que mordería su cuello ante cualquier movimiento mientras gruñía.

—¿Qué rayos? —Le escuché decir primero asustado y algo molesto, después al notar mi juego en el cual simulaba ser un felino atacándole, sonrió divertido, esa sonrisa idiota que tanto amaba de él y que ahora me permitía ver dibujaba en su rostro—. Daiki, no debes atacar a tu dueño —dijo siguiendo mi broma y llevando sus brazos hacia mi espalda, acariciándola en un suave masaje—. Harás que nos dé más calor —murmuró casi sobre mis labios cuando acerqué mi rostro lo suficiente para probar su boca.

—Hagamos que valga la pena sentir este calor, ¿no?

—Eres el mayor pervertido que conozco… —replicó, manteniendo una suave sonrisa en sus labios.

Y tras decir eso lo besé, aproveché que no me había apartado y tomé sus labios de manera ruda, rayando en lo salvaje, mordía su boca y su lengua dentro del beso, mientras mi cuerpo se movía sin que yo lo pensara, pegando lo mayor posible de mi cadera a su trasero, sintiendo de inmediato sus piernas enredarme apretándome con mayor fuerza hacia él.

—Eres un… chico malo —dijo cuando me aparté de su boca y continué mis besos hacia su cuello, deteniéndome en la clavícula la cual marqué con una mordida, lamiéndola después— Nnnhg… Daiki, sé un… chico bueno y quítame la ropa, me siento muy acalorado —reconocía ese tono de voz, estaba excitado y trataba de provocarme.

…No importaba el calor, el juego ahora había comenzado, y de ser necesario, arrancaría con los dientes esa ropa que me estaba estorbando.

 

Žhn5;l0;α HîK ¤—

“Nunca, en verdad, vacilé en la convicción de que la felicidad es la prueba de toda regla de conducta y el fin de la vida”
 John Stuart Mill

Notas finales:

Ahora que recuperé mi laptop, comencé con la tarea de recopilar todos mis escritos terminados, aquí publicados tengo 89, sin embargo, muchos de los primeros los he eliminado, así que... encontrarlos ha sido una tarea titánica. Mientras tanto, voy encontrando este tipo de drabbles por ahí, por lo que, aquí me tendrán subiéndolos. Me gustaría recibir algún comentario para mejorar, soy malísima escribiendo cosas tan cortas.

De antemano, gracias a quien lea y se tome el tiempo de comentar.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).