Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La ultima vez por La de cabello cafe

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que sea de su agrado, aquí el segundo capítulo. :)

 

—Oye que sexy te ves.

—Esperemos & no te de un resfriado, niño.

—Sí, que no te vaya a dar un resfriado mejor te doy yo.

 

Le dijeron en forma pervertida unos jóvenes que iban caminando por un lado de la acera del estacionamiento al verlo.

 

—Mamá ¿Por qué ese muchacho esta vestido así? —pregunto un chiquillo a su madre, que también pasaban por el lugar también.

 

—¡¿He?! —Corrió con total rapidez de regreso al bar, su cara estaba totalmente roja, nunca había pasado tanta vergüenza hasta que esas personas lo vieron a fuera usando esa de ropa—

 

Entro & para su sorpresa el lugar estaba más oscuro de lo habitual, en medio de todo se encontraba una plataforma en forma de pasarela & un tubo de metal salía de este.

 

—Gracias por elegir a este su bar como lugar de preferencia —dijo el dueño, con un micrófono en las manos, dirigiéndose a todos los clientes del lugar, que en sus sillones estaban bien acomodados— & para celebrar la gran reinauguración les presento a un jovencito pelirrojo con un encanto natural.

 

Un joven radiante & lleno de vida, unos tres años mayor que el rubio, con un llamativo traje de policía, salió de entre el telón que estaba al final de la pasarela, caminando con sensualidad hasta el pedazo de metal donde comenzó su danza provocativa & que poco a poco se volvía algo obscena. La mitad de las personas que estaban ahí empezaron a gritarle lo bien que bailaba, otros pocos solo gritaban vulgaridades & deseaban estárselo follando ahora mismo en la plataforma.

 

—¿Qué rayos? —Pensó el ojiazul al ver tal escena—  … —suspiro— & pensar que la mayoría de estas personas son  dueñas de grandes negocios… pero mírenlos aquí comportándose como animales por un pedazo de carne…

 

Siguió con sus encargos como camarero, quería demostrar que podía ser una persona muy competente además de que no deseaba que le volvieran a llamar la atención. El pelinegro mayor, dueño & presentador del lujurioso bar por su parte se encontraba recargado en la pared aun lado de la barra, aunque sorprendentemente no estaba presenciando el espectáculo de su bailarín exótico favorito como lo hacía todas las noches si no que más bien no le quitaba la vista al nuevo camarero de brillantes ojos azules.

—Que buen entretenimiento ¿he? —Dijo burlón acercándose al Uchiha—

—¿Qué haces aquí, Tobirama? No estoy de humor para tus cosas…

—Tú nunca estas de humor da la casualidad, en fin solo quiera venir a ver a un viejo amigo… —dirigió su mirada así la plataforma— al parecer ya se retiró el bailarín de ojos café, tú también bailas aquí ¿cierto?

—Soy el dueño de este bar. —le respondió apretando los dientes mientras una aura negra empezó a rodearlo—

—¡Wow! no sabía que administrabas un antro tan solicitado como este, Madara…

—… —lo seguía viendo con una cara de asesino, le molestaba responderle & ni siquiera sabía porque estaba hablando con el—

—Ya vi que estabas fijando tus libertinos ojos en el rubio aquel —volteo a ver al muchacho atendiendo a unos consumidores— ¿no es así? —Pregunto con una sonrisa de lado— ¿es nuevo?

—Claro… el chico al parecer estaba muy necesitado de dinero & creo que es de las afueras.

—Para ser un chico de pueblo no esta tan mal, es más se me hace uno de los muchachos más atractivos que había visto en mi vida…

—Así es, siempre he tenido un buen gusto para elegir a los hombres. —le dijo con total arrogancia—

—… —no pudo contenerse & exploto en una risa tremenda— que buen chiste, viejo. Todos aquí sabemos muy bien que siempre te terminan dejando a las pocas semanas de conocerte.

—¡¿Vienes solo a burlarte de mí, maldito Tobirama?! —Se acercó a él, en modo de intimidación—

—No, no como crees, amigo, ya te dije solo quiero pasar el rato contigo… tranquilo solo estaba bromeando.

—… —suspiro & se alejó un poco de el—

—Mira, —señalo con una copa de vino en mano al ojiazul— al parecer no eres el único interesado en el rubio.

 

La mayoría de clientes trataban de ligar con el mesero Uzumaki, desde jóvenes hijos de padres adinerados hasta hombres mayores con la capacidad de ofrecer lo que sea a cambio de sexo rápido con este. A lo que el rubio negaba rotundamente.

 

—Hasta que por fin haces algo bien, Madara, ese muchachito sí que te puede dejar algo de dinero extra… serias un imbécil si no lo estuvieras prostituyendo ahora mismo.

—… —alzo la ceja algo sorprendido al escuchar las palabras del peli plateado—

—Oh, ya sé, no lo estás haciendo… como me lo suponía, veo que te has vuelto bastante blando en estos últimos años, ya no eres el tipo aquel que vivía de las varias perras necesitadas que tenía en todas las esquinas de la zona… pero por lo menos lo tienes bailando arriba de la pista ¿no es así? Eso te traería muchos clientes… & más si hay la opción de un privado de por medio.

—… —se quedó pensativo, después de todo lo que le dijo este, la idea de lucrar con el cuerpo del rubio no le parecía tan descabellada & más cuando sabía que el necesitada el dinero— tal vez tengas razón en eso, me gustaría verlo bailar de la forma más obscena entre medio de todos esos clientes libidinosos

—Lo ves, aunque creo que tú, aparte del dinero deseas también verlo de otra forma…

—Tal vez… & a veces pienso que estar contigo hace que me vuelva un enfermo.

—Solo piénsalo, puedes hacer una subasta, el mejor postor pasa una noche apasionada con el cotizado rubio.

—Una buena oferta… —respondió— ¿pero qué mierdas estoy diciendo? —Pensó enojado— Sabes que ya me retire de este tipo de cosas hace mucho, ahora soy una persona respetable, jamás abusaría de la necesidad de alguno de mis empleados, se controlar mis impulsos. ¡Es más adiós a tus imbéciles ideas de humillar al nuevo chico, tú en realidad sí que eres un degenerado sin escrúpulos!

—Ah, ¿Enserio? O no será acaso que estás buscando en ese muchacho una pareja sentimental. —rio cínicamente—

—… —un leve sonrojo se hizo presente, odiaba que su estúpido amigo de la infancia siempre le diera (7u7) en el clavo—

—A mí no me puedes mentir, te conozco muy bien, Madara. Ese rubio te está llamando mucho la atención, tu conciencia o más bien dicho tus sentimientos no te dejan verlo como uno más de los que hasta la fecha has rebajado, denigrado & pisoteado por mera razón sexual o de poder hay veces que ni siquiera existe un motivo exacto del porque te gusta tratarlos así… pero con este niño todo es diferente & aunque te ocultes detrás de esa imagen de jefe autoritario & a veces pervertido yo sé que en el fondo solo quieres una persona con la cual compartir & sonreír.

— ¡Tobirama, lárgate de mí puto bar ahora mismo! —le grito enfurecido—

—Lo dices, porque sabes que lo que te estoy diciendo es la verdad, pero te encierras es tu mundo.

—… —se masajea la sien, tratando de calmarse— creo que debiste estudiar psicología alguna vez en tu vida, tienes un buen futuro para esto.

 

 

 

Ya era bien entrada la madrugada & el joven rubio estaba recogiendo las ultimas copas del lugar, dejadas por los clientes, el antro estaba totalmente vacío & las luces apagadas, solo quedaba & el pelinegro.

—Mañana debes traerme tus papeles personales, ya sabes acta de nacimiento, comprobante de domicilio para hacer tu contratación oficial, este día solo fue de prueba. —Rompió el silencio del lugar—

—No hay problema, ¿mañana a la misma ahora?

—Sí, ya te imaginaras que tu horario será ese, de 9 de la noche a 3 de la madrugada, un día a la semana te quedaras más arde que los demás trabajadores para ver que todo esté en orden, aunque casi siempre te estaré supervisando, como la hago con todos los que laboran aquí, ¿entendido?

—Por supuesto… & creo que ya todo está bien acomodado, ya puedo retirar.

—Claro, salgamos… no creas que me voy a quedar aquí a dormir.

—No —rio—

 

Salieron por la puerta trasera del bar, el ojinegro se aseguró de cerrar esta con llave.

—Sí que esta oscuro —comento el ojiazul a la vez que caminaban por el estacionamiento— no hay ningún alma en la calle. —volteo hacia todos los lados. —un poco asustado.

— ¿Te iras caminando hasta tu casa? ¿No quieres que yo te lleve en mi auto?

—No se preocupe, no quiero causarle molestias, Señor… más de las que le di este día.

—No creo que un joven tan vulnerable como tu deba andar por la calle a estas horas ¿en dónde queda tu casa?

—En realidad vivo en un pequeño departamento, en la avenida del centro, entrando al barrio de las rocas. —Se detuvo al igual que el dueño, en medio del lugar—

— ¿Hasta allá? ¿Sabes lo que te tomara llegar? Más de una hora caminando, además esa zona es de muy mala reputación te podrían hacer algo ¿no lo crees?

—Bueno… no se mucho del lugar… me acabo de mudar hace tres días, tal vez usted tenga razón… —dijo algo tímido— pero no quiero…

—… —camino hasta su bonito automóvil gris— ¡anda vamos! ¡No quiero peros!

—Esta bien, le tomó la palabra pero ya veremos cómo me iré yo solo los demás días.

—… —volteo a ver a la puerta delantera del antro & para su sorpresa el cadenero peli plateado todavía seguía en la entrada del local—

 

Un carro último modelo no duro empezar a un lado de ellos dos, la ventanilla polarizada se bajó dejando al descubierto quien era el que conducía.

— ¡Itachi! ¿Qué haces aquí?

—Solo vine a recoger a un viejo amigo que trabaja en tu local, tío.

—¡Oh que bueno que llegaste viejo! —exclamo alegre el ojiplata al verlo —

—Sube. —Le quito el seguro a la puerta trasera, sabía que a su amigo odiaba ir de copiloto—

—Espero que cuando lleguemos podamos tomar algo en mi departamento digo si tienes tiempo, no te veo muy cansado —rio, subiéndose al auto—

— ¿& ustedes a dónde van? —le pregunto al rubio & a su respectivo tío—

—Vamos al barrio de las piedras, lo iré a dejar a su departamento— dijo el pelinegro mayor—

—Oh… que coincidencia, nosotros también vamos para allá ¿no es así, Kakashi? —volteo a verlo—

—Así es —respondió a la vez que jugaba con su psp 3 nuevo, sin quitarle la vista—

—¿No quieres que yo lo lleve mejor?

—No, además ya estábamos por irnos.

—¿Seguro? Siempre he sabido que te dan asco ese tipo de barrios, yo podría…

—Ya te dije que no Itachi, no seas terco. —dijo algo molesto—

—Oigan no se molesten mejor me voy ya así llego más pronto. —interrumpió el rubio—

—Pero no… —sonó su teléfono celular & atendió la llamada— Hola… si… está bien… voy enseguida. —Al parecer la llamada había sido urgente—… —suspiro cansado— Itachi, tu ganas, me tengo que ir de emergencia. —Se subió a su auto— trata bien al muchacho que aquí lo espero mañana. —dijo esto último poniéndose sus oscuros lentes, para luego salir del estacionamiento & pisar el acelerador—

—Entonces ¿qué esperas, Naruto? sube — indico sonriente, el ojinegro, mientras abría la puerta del copiloto—

—...—lo miro unos segundos & luego prosiguió a subirse en el cómodo asiento de cuero, cerrando la puerta tras de si—

—Bien, abróchate el cinturón, Naru… ¿te puedo decir así?

—Sí, no hay problema, de hecho me llamaban así de niño —rio—

—Ok, ahora que ya estamos listos arrancare al lobo.

—… —lo miro extrañado—

—Así le dice a su querido primer auto que le regalo su papá —comento el peli plateado—

 —Tu sabes porque el apodo. —rio & puso en marcha al carro—

Iban recorriendo varias calles de la ciudad. Sorprendentemente ninguno de los tres tenia sueño, Kakashi seguían jugando, mientras Itachi & el rubio platicaban de cosas triviales.

 

— Chicos que les parece si paramos en una tienda de auto servicio a comprar una botella de agua.

— ¿Agua? ¿No será cerveza? —Respondió Itachi, al ver por la ventana una tienda de esas de 24 horas—

—Está conformada por agua, entonces cuenta como agua.

—… —se estaciono enfrente autoservicio, viendo cómo se baja su amigo, dejándolo solo con el ojiazul—

— ¡Volveré rápido! —Cerró con fuerza la puerta—

Un silencio incomodo se había hecho presente para el rubio, no sabía el porque, si todo el transcurso estuvieron hablando muy animados.

—Entonces… que te gustaría hacer dentro… de unos meses… —algo nervioso trato de retomar una conversación anterior para así poder romper la incómoda tensión que reinaba en el auto—

—… —se acercó este, viéndolo a los ojos, quedando frente a frente con el joven muchacho de cara tímida e inocente— me gustaría estar contigo…

—… —se sonrojo enormemente—

La tensión amentada pero al parecer el pelinegro lo llevaba muy bien la situación. Sus labios estaban cada vez más cerca de ser tocados & miles de dudas inundaban la cabeza del menor. El momento era perfecto, lo inevitable sucedió sus bocas se encontraron en un suave y dulce beso. El encanto no duro mucho ya que un ruido estruendoso se hizo presente en la ventana del conductor.

 

— ¡Itachi, ábreme! —grito desde a fuera—

—… —se separó con rapidez del jovencito— ¡Ay voy! —Se estiro a quitar el seguro de nuevo—

—No podrás creerlo había una oferta de… —se subió al auto. —

Pasaron varios minutos & por fin llegaron a su destino, el peli plata decidió mejor irse a dormir ya que se tomó unas cuantas cervezas en el camino, el ojinegro lo dejo en su departamento, a unas pocas cuadras más estaba el de Naruto. Se estaciono enfrente de este.

—Gracias Itachi, eres muy amable por traerme hasta acá —le agradeció algo sonriente—

—No hay de que, estoy aquí para cuando me necesites… & respecto a lo que paso en el autoservicio te pido disculpas fue un error de mi parte, no quiero que pienses que soy un lanzado o un depravado que solo busco algo rápido, quisiera…

No termino de hablar cuando el rubio le planto un beso al azabache que lo dejo totalmente sorprendido.

—… —se despegó de este un momento— Yo no pienso eso de ti… creo que tú me gustas. —Se sonrojo, otra vez—

 

Volvió a besarlo, pero esta vez abrazando su cuello, dejandose llevar por el momento & en el lujoso tapizado del coche yacía el móvil del pelinegro, empezó a vibrar varias ratos, estos no se percataron ya que estaba muy entrados en lo suyo. Al parecer la llamada era importante, al parecer el quien le estaba llamando era su marido. 

Notas finales:

El yaoi es vida, el yaoi es amor.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).