—Ya llegue familia —dijo un vivaracho pelinegro entrando por la puerta principal de su lujosa casa, La que más bien parecía una mansión por lo enorme que era—
—Qué bueno que ya llegaste Itachi, quería hablar contigo sobre algunas cosas de la empresa…
— ¿Podemos hablar mañana, papá? Vengo muy cansado & lo último que quiero saber es de trabajo.
—Está bien… mañana a primera ahora hablaremos.
—Entendido... ¿& Mi querido esposo?
— ¿Deidara? está en su habitación durmiendo, te estuvo esperando en vela toda la noche pero al parecer no puedo aguantar más el sueño.
—Bueno es mejor para el que descanse, si me disculpas me iré a dormir yo también.
Después de estas palabras Itachi subió las escaleras hasta caminar por el corredor de los pasillos, aun lado de él, una infinidad de puertas, se detuvo en la última que era la que daba con su hermano menor. Entro lentamente al cuarto.
—Vaya Sasuke te vez mal... al parecer no lograste tu objetivo de esta noche, hermanito… —comento, burlón, parado a un lado de la puerta, recargado.
—Imbécil… —susurro el menor, sentado en la orilla de su cama, mientras sostenía una bolsa con hielo, apretándola contra su mejilla algo inflamada. — ¿Qué mierdas quieres? —se paró de la cama para confrontarlo—
— ¿Imbécil? ¿Yo? ¿Solo por superarte en casi todo? ¿Solo porque siempre has estado bajo la sombra de tu exitoso hermano mayor? —Camino hacia este— ya tengo lo que quiero… —le susurró al oído—…el rubio del bar besa muy bien… — se pasó la lengua por los labios— aun fracaso más para ti. —Rio—
— ¡Eres un desgraciado Itachi! —se hizo para atrás. — ¡él no se fijaría en alguien tan miserable como tú!
—Tal vez lo sea, pero a veces así se disfruta más. ¿& Qué dices? Yo soy todo lo que un chico podría desear, hasta más, pero ese zorrito lo quiero para algo más que una noche…
— ¡Claro! siempre me quitas las conquistas, hasta a mis propios prometidos sin dificultad alguna & los usas como trapos para una sola noche, pero no, eso no es lo peor, el señor admirable, está felizmente casado con el adinerado hijo del socio de la empresa, para guardar las apariencias & dar una buena imagen… pero sin embargo en las noches de los fin de semana, cuando no está presumiendo de la persona tan respetada que es, se va a acostar con quien se le ponga enfrente o a conquistar niñitos imbéciles que no saben la mierda que es su príncipe azul… ¡¿o acaso me equivoco, querido hermano?! —Soltó una risa histérica—
—… —solo lo miraba insistente en que se callara de una vez—
— ¡¿Sabes qué?! ¡Debería contarle a todos la basura que eres de persona!
— ¡Baja la voz! —Le regaño molesto, ya que el esposo de este estaba durmiendo a unos pocos metros del cuarto del menor—
— ¿Qué? ¿No quieres que lo sepa nadie…? ¿Qué pasaría si Deidara se enterara que tiene cuernos más grandes que la torre Eiffel? ¿Qué pasaría si mi padre se enterara de las movidas que hace su intachable hijo? ¿Qué pasaría si tu nuevo amante se enterara de que estas casado en tu quinto matrimonio? Por qué no creo que se lo hayas dicho.
—… —su mirada se llenaba de rabia, no podía permitir que su estúpido hermano menor le habla de esa forma, en un arrebato de la ira que se le había acumulado, sin pensarlo dos veces, tomo a Sasuke por el cuello de la camisa & lo estampo contra la pared — Tu no le vas a decir nada a nadie, estupidito, si abres la boca lo negare todo, además de que nadie te va a creer, eres la decepción de la familia, yo al contrario tengo muchas personas quien me respalden… no eres nada junto a mí —sonrió cínicamente— ¿entendido? —le susurro de nuevo al oído, mientras lo repagaba mucho más a la pared—
—… —sintió el aliento del mayor chocante contra su cara, solo podía observarlo anonadado por la situación—
—Bueno, creo que ya deje todo en claro —lo soltó de golpe, dejándolo caer sentado al piso— buenas noches hermanito —salió por la puerta, cerrándola de golpe tras de si—
—Itachi, eres un cabrón… —dijo, mientras se incorporaba del piso— pero ten por seguro que esta vez seré yo quien te joda las cosas… & ya sé por dónde empezar…
La noche pasa rápido & el sol esta en todo su resplandor. Sasuke & Sai se encuentran juntos en el club de leones, sentados cómodamente, disfrutando del paisaje verde & floreado a su alrededor.
—Entonces… Para ¿qué me citaste, primo? —le pregunto, para después darle un sorbo a la fina taza de té—
—Quiero que me ayudes en algo... —suspiro— mierda no puedo creer que le esté pidiendo consejos a Sai —pensó— quiero que me ayudes a conquistar, enamorar, cortejar como le quieras decir, a un chico.
—Es el trabajador del bar quien te gusta ¿verdad?
—¡Shhhh! ¡no lo digas tan fuerte! …no me gusta... —dijo algo abochornado— solo quiero joder al imbécil de Itachi. —replico decidido—
—Puedes decir lo que quieras, pero a ti te gusta ese muchacho aunque a veces te comportas como un enfermo al tratarte de acercarte, tal vez algunas de tu rupturas amorosas no son solo culpa de tu hermano.
—¡Maldito, Sai! ¡Tú que vas a saber! —le grito a la cara, sonrojado levemente—
—Por algo me estas pidiendo consejos de amor & que te ayude, primo.
—Touché… — se dejó caer en la silla— entonces si me vas a ayudar ¿verdad?
—¡Claro! La familia nos apoyamos & déjame decirte que has venido al lugar indicado, yo sé mucho sobre chicos…
—Ya veo, aunque sigues soltero.
—Soy un alma libre, Sasuke, nadie me puede retener, pero eso si tengo mucha experiencia en corazones.
Estas últimas palabras convencieron a Sasuke, quien se había motivado más que nunca. Su plan para atraer al joven rubio estaba en marchar. Aunque lo negara, al engreído azabache lo movía más tener una relación con el ojiazul que joder a su odioso hermano. De todos modos mataría dos pájaros de un tiro.