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Fuguémonos por RyuStark

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Notas del capitulo:

Hola bebés <3

*Se cubre para que no le alcancen a dar los tomatazos* Lo sé, me he tardado bastante y lo lamento pero he estado sumamente ocupada con otros trabajos. Pero les prometo que esta vez ya no me tardaré tanto entre actualizaciones ¡Lo juro! <3

Una pregunta rápida, he tenido varias ideas para el Fic pero ¿Creen que debería seguirlo o ya irlo concluyendo? :v <3

Este capítulo se lo dedico a Hise, Hide, Misaki, Tai-chan, Kaneki, Dayameow, Cyndie y Olenkafd :3 ¡Gracias por su apoyo! :D <3 <3 <3

///Aomine///

¿Lo ves hijo? Dime que lo ves, mira lo firme, redondo y enorme que es ¿Se antoja darle una nalgada cierto? Tan solo me rio y jadeo de la patada que me da Taiga el cual termina de poner nuestra maleta en la parte superior mientras yo cargo a Hine para luego sentarse a mi lado y mirarme.

-¿Quieres ir al baño?

No lo sé nene tú dímelo ¿Vamos al baño “Y le bajamos a la palanca”? De inmediato a Taiga se le bota una vena de la frente seguida del pellizco que me da. Ah carajo ¿Por qué fue eso?

-Idiota no me refería a eso. Solo preguntaba por si querías que cargara a Hine para que fueras al baño antes de que el tren se pusiera en marcha.

Estoy bien, solo que creí que estábamos coqueteando homosexualmente y querías que nos diéramos un agarrón en el baño durísimo hasta partir el lavabo.

-Si claro estúpido y el bebé que cuide la puerta ¿No?

Que jodida buena idea, si lo ponemos en su cunita seguro que los distrae al grado de que ignorarán tus gemidos sexys.

-Ja ja sigue de imbécil y te mando a Tokio de una súper patada en el trasero ¿Te gusta la idea Daiki?

¡Deja de querer tocarme el trasero pervertido! Me aseguro de mencionarlo fuerte para que las personas que se sientan frente a nosotros lo escuchen y vean a Taiga el cual se sonroja mirándome desafiante. Joder solo por ser negro no quiere decir que me puedes acosar ¡Aaaah! Grito al sentir como me pellizca.

-Vas a ver Ahomine esta me la cobro.

Espero que con cuerpo nene.

-¡Idiota!

También te amo Bakagami. Me gruñe quitándome a nuestro hijo y abrazándolo contra su pecho. Hine se dedica a observarnos moviendo sus manitas alegre y balbuceando feliz. Vamos Hine di amo a mi guapo papito.

-No dirá eso idiota                .

Bien entonces tú dilo.

-Eso quisieras ¿No es así bastardo?

Eso Bakagami provócame que me pongo caliente y ahorita mismo te hago otro bebé en el asiento desocupado de atrás.

-¡Cállate!

Me mira avergonzado mientras yo me río viendo que el tren inicia su recorrido. Platicamos con Taiga de un par de estupideces para luego comer algo mientras jugamos con Hine para que no se ponga a llorar hasta que lleguemos a Tokio. Al parecer el emo le llamó a Taiga avisándole que su padre estaba bastante enfermo, al grado de que lo tuvieron que hospitalizar e inclusive la mamá de Kagami tuvo que venir desde América.

Ciertamente cuando me lo contó estaba muy triste pero le dije que todo estaría bien o al menos eso espero. Lo bueno es que Taiga se logró tranquilizar ya que sabe que después de todo preocuparse no ayudará en nada. Apenas tomamos un par de cosas para nuestro hijo y nos pusimos en marcha. Después de un transborde de varias horas por fin estamos en el último tren que nos llevará a Tokio.

-Llegaremos por eso de las cinco, ya le avise a Tatsuya.

Bien, oye…¿Y si no le caigo bien a tu familia?

-Tú eres mi familia.

Lo miro sorprendido para luego sonreír y acercarme hasta besarlo. Deja de coquetearme. Se ríe un poco dándome otro beso y acariciando mi rostro.

-Ellos tendrán que aceptarte tanto a ti como a Hine, si rechazan a alguno es como si me rechazaran a mí.

Carajo que eres lindo. Me sonríe dándome montones de pequeños besos en los labios que me hacen derretir el corazón. De todas formas quiero caerles bien ¿Qué debería decirles? ¿Hola señor, señora Kagami yo soy el negro que secuestró a su hijo, lo violó y le provocó síndrome de Estocolmo al grado que ahora cree que somos una familia feliz?

-Eres un estúpido. Eso no es lo que pasó y lo sabes.

Ambos nos reímos mientras él vuelve a besarme.

-Te amo Daiki, simplemente se lo diremos así. Yo no quería irme y fugarnos fue la opción más viable para estar juntos. Te lo dije hace un par de años y te lo digo ahora, que me hayas pedido que nos fugáramos fue la mejor idea del mundo. Tan solo míralo y dime si no lo crees.

Me señala a Hine el cual de inmediato me hace sonreír. Cierra tu estúpida y adorable boca o te brinco encima ahora mismo. Volvemos a reírnos seguido de una serie candente de besos hasta que Hine se estira golpeando levemente mi rostro a la vez que balbuce y da pequeños grititos. Tú cierra la boca enano que mamá y papá están procreando con la lengua.

De inmediato Taiga me jala el cabello separándome a la vez que Hine se ríe divertido aplaudiendo. Oh si ¿Te da risa eh? A ver si te ríes cuando se me olvide tibiarte tu té o accidentalmente cambie tu puré de manzana por uno de brócoli ¡Con habichuelas! ¡De las verdes te digo!

-¡Daiki!

Es broma, es broma… Hine y yo nos observamos retadoramente hasta que yo sonrío acercándome y susurrándole “Habichuelas” recibiendo un jalón de cabello de Taiga más un grito de Hine.

-¡Déjalo en paz imbécil! No le hagas caso bebé, tu padre es un tonto, el único que comerá habichuelas en la calle cuando lo echemos de casa será él ¿Verdad que sí guapo? ¿Verdad que sí?

Kagami lo llena de besos haciéndolo reír mientras yo sonrío mirando por la ventana que cada vez más nos acercamos a nuestro destino. Las horas pasan rápidamente en las cuales Hine se duerme y Taiga mira preocupado su celular. Si algo hubiera pasado ya te habrían avisado.

-Lo sé…

¿Quieres que juguemos un juego? Y no hablo de uno macabro ni de las pendejadas de adivinanzas de Kise sino algo realmente genial.

-No quiero.

Bien, juguemos a “El negro dice”

-Me suena a pendejada.

Ambos nos atacamos de la risa mientras yo niego con la cabeza. Es realmente genial inténtalo.

-No quiero carajo ¿Qué clase de juego idiota se llama “El negro dice”?       

No jodas Bakagami todo el mundo conoce ese juego “El negro dice” es muy popular.

-En tus sueños pinche loco. No jugaré eso me suena a que me harás hacer algo malo.

Define malo bebé…

-No me coquetees estúpido.

Me da un manotazo que me hace reír mientras yo me acerco besándolo. Mira es simple. Yo digo “El negro dice”…Agárrate la cabeza y tú te la tienes que agarrar. O tal vez digo “El negro dice”…Tócate la nariz y tú vas y te tocas la nariz.

-Que estupidez.

Vamos no es como que te ponga a robar cosas.

-Tú robas cosas.

¡Ah! ¿Lo dices porque soy negro no es así? ¡Porque sea negro no quiere decir que robe! Aunque si me robe esta bolsita de maní del carrito de servicio ¡Pero no porque sea negro! ¡Tú me entiendes! Taiga comienza a reírse para luego jalarme una mejilla.

-Gracias…

¿Por qué?

-Por siempre hacerme reír aunque robes maní.

Dice que su venta está prohibida al público lo cual significa que es gratis, así que prácticamente lo tome sin avisar.

-Ya veo, ven aquí.

Me abraza con su mano libre por el cuello atrayéndome hacía él comenzando a besarme con pasión, su lengua húmeda, suave y cremosa juguetea con la mía calentándome al instante. Muerde mis labios mientras yo acaricio sus piernas hasta que nos despegamos ya que Hine se queja entre sueños que lo apretujamos de más. Apenas nos separamos miro la expresión erótica del rostro de Taiga con esas mejillas sonrojadas y algunos hilos de saliva colgando por sus labios. Maldición quiero follarte.

-También quiero…

Me mira avergonzado para luego separarme totalmente y ponerse como si nada.

-Pero no ahora.

Sonrío recargándome en mi asiento suspirando cansado viendo que el tren se detiene anunciándonos que hemos llegado a nuestro destino. Vaya que fue un recorrido rápido.

-Con tus tonterías claro que sí.

Ambos nos reímos levantándonos para bajar, tomo nuestra maleta para luego salir. Apenas salimos inhalamos con fuerza tosiendo a los pocos segundos. Contaminación dulce contaminación, no se compara con el dulce aire fresco del campo y la playa pero algo es algo. Caminamos tomados de la mano hasta que de repente veo algo que me hace fruncir el ceño por lo que me detengo jalando a Taiga.

-¿Qué haces tonto?

Ven, vayámonos por este lado.

-No, por acá esta la salida.

Bakagami hazme caso joder.

-¡Aominecchi! ¡Kagamicchi! ¡Aquí, aquí!

Gruño apenas escucho su estúpida voz chillona.

-¡Mira Daiki son los chicos!

Por eso quería que nos fuéramos por el otro lado.

-Que grosero.

Kagami me da un golpecito para luego avanzar hacia la turba odiosa. Se encuentra Kise con un idiota cartel de colores que dice “Bienvenidos Aominecchi, Kagamicchi y bebécchi” también están Tetsu, Akashi, Murasakibara y Takao. Llegamos a saludarlos intercambiando un par de abrazos, de inmediato Tetsu comienza su sesión de fotos con su celular ya que al parecer le ha causado demasiada ternura Kagami cargando a Hine. Todos se le enciman queriendo ver a nuestro hijo el cual se despierta molesto comenzando a llorar.

-Eh…no llores bebécchi.

Se llama Hine y lo hizo llorar tu cara fea.

-¡Pero si soy hermoso!

Y un gritón. Kise baja la voz mientras Tetsu después de pedir permiso carga al pequeño Hine el cual lo mira curioso hasta que después de un rato comienza a llorar ahora siendo cargado por Akashi que para su buena suerte lo calma y hace sonreír.

-Sí que eres bueno con los niños Akashi.

-Gracias, he estado practicando.

¿Ah sí? No me digas que Tetsu ya está embarazado.

-Que gracioso Aomine-kun, y que curioso que lo menciones porque no lo estoy. Al contrario sigo esperando que Kagami-kun nos dé la noticia de que ahora el embarazado eres tú.

-Yo también lo espero Kuroko…

Eso quisieran los dos pero yo siempre soy el de arriba.

-Eso ya lo veremos Ahomine.            

¿Me estás retando Bakagami? Lo haces por provocarme ¿No es así? ¿Te recuerdo quién es el que jadea cuando…? No me deja terminar al cubrirme la boca con una mano para luego pellizcarme con fuerza con la otra haciendo que me retuerza. Nada joder, nada no dije nada. Me suelta mirándome avergonzado.

-Hinecchi es demasiado bonito.

-Hine-kun es verdaderamente guapo como Kagami-kun.

-Es verdad, Hine-chin se parece mucho a Gami-chin.

-Definitivamente tiene la sonrisa de Taiga.

-Y también esa linda expresión como él.

¿De qué hablan? Hine es idéntico a mí. Todos me voltean a ver negando rápidamente.

-Hine-kun es verdaderamente dulce y tierno a comparación de Aomine-kun, solo basta con ver su sonrisa angelical y esos ojos llenos de luz como los de Kagami-kun para darse cuenta de ello.

¿Ahh? ¿Una sonrisa angelical? Yo también puedo sonreír. Sonrío fingidamente viendo como ponen una cara de desagrado.

-Aominecchi no hagas eso, me dieron escalofríos.

Que gracioso ¿Debería golpearte para que ya no los sientas más eh? Voy rumbo a Kise cuando de repente siento como soy golpeado brutalmente por la espalda yendo a estamparme contra un bote de basura rodándome con él y cayendo contra la pared.

-¡Dai-chan malvado!

Carajo.

-¡¿Daiki estás bien?!

Taiga corre a ayudarme por lo que rápidamente me abraza, tomo su mano dramatizando y tosiendo entre sus brazos. Tienes que besarme, rápido...ahh, rápido podría ser mi…último respiro. De inmediato se acerca para besarme por lo que cierro los ojos sintiendo como me pellizca mortalmente la nariz ¡Ah! ¡Basta me la arrancaras!

-Agradece que es la nariz y no otra cosa.

-¡Dai-chan te odio!

Me levanto rápidamente siendo tomado por Satsuki del cuello, no duda en comenzar a friccionar su puño contra mi cabeza con fuerza haciéndome gruñir. Basta odiosa fea, basta maldición.

-Somos mejores amigos ¡Y te fuiste sin avisarme! ¡Te hiciste novio de Kagamin y tuvieron un hijo e inclusive el año pasado todos fueron a verlos pero a mí no me dejaste ni el recado! ¡Paga por desgraciado Dai-chan mal amigo!

Joder Satsuki lo siento basta ya. Me suelta cruzándose de brazos y mirándome muy molesta. No te dije porque te pondrías más loca de lo que ya estás.

-¡No es verdad!

¿No?

-¡Moo… Dai-chan tan grosero como siempre!

Mira eres una llorona, si te hubiera dicho que me fugaba con Kagami te hubieras puesto a lloriquear y en ese momento ni yo sabía que Bakagami intentaría seducirme y terminaríamos teniendo un hijo así que… Me retuerzo sintiendo otro pellizco de Kagami que me hace reír mientras miro a Satsuki inocentemente ¿Entiendes?

-Supongo…pero aun así debiste haberme dicho algo, lo que sea.

Estoy por contestarle cuando Tetsu se nos cruza en el camino.

-Silencio por favor que Hine-kun duerme y después de todo regresaron para ver al padre de Kagami-kun ¿Cierto?

Taiga asiente por lo que rápidamente voy con él. Lo lamento.

-Está bien.

Me sonríe tomando mi mano y yéndonos hacia afuera donde ya nos espera la limusina de Akashi la cual nos llevará directamente al hospital donde se encuentra el emo con los padres de Taiga, al igual que su entrenadora y curiosamente es el mismo hospital donde ha comenzado a trabajar Midorima. Durante el camino platicamos con nuestros amigos sobre nuestra vida como padres y de más hasta que llegamos. Apenas el auto se detiene no puedo evitar sentirme mortalmente nervioso.

Nos bajamos y rápidamente colocamos a Hine en su cunita portátil la cual le pasamos a Tetsu que promete cuidarlo mientras nosotros visitamos a mi suegro si es que le puedo decir así. Ingresamos al hospital subiendo el elevador rumbo al quinto piso que es donde se encuentra su habitación. Me muevo un tanto nervioso hasta que siento como Taiga toma mi mano con fuerza, sonríe para mí borrándome cualquier miedo.

Una vez ahí afuera de la puerta nos encontramos con la entrenadora de Taiga y el emo los cuales nos saludan y demás avisándonos que sus padres se encuentran dentro. Nos miramos algunos segundos pero rápidamente asentimos. Sin soltar mi mano Taiga toca la puerta hasta que nos conceden el paso. Entramos lentamente encontrándonos con sus padres.

-Taiga…

-Mamá, papá…

Miro al hombre pelirrojo de la camilla que es una versión de Kagami bastante madura y atractiva mientras que su  madre de pie a su lado es una preciosa mujer rubia de ojos azules, que parece un ángel bajado del mismo cielo. Ya veo de dónde sacó lo jodidamente atractivo.

-Cuánto tiempo sin vernos hijo, es una pena que nos reunamos solo porque he caído enfermo ¿Quién es tu amigo? ¿No crees que deberías pedirle que se vaya? Necesitamos hablar seriamente Taiga.

De inmediato su padre se muestra hostil intimidándome mortalmente e inclusive también a Taiga, tiene esa fiereza de Kagami al igual que su mirada penetrante. Y definitivamente no me ve con buenos ojos sin mencionar que se nota que su estatus está por los cielos. Es de entenderse que me vea tan por debajo.

-No se irá, él es Aomine Daiki y él…

Presiono su mano haciendo que me mire por lo que rápidamente le sonrío. Está bien…no tienes que hacerlo.

///Kagami///

Daiki y yo nos miramos por varios segundos, mi corazón se estruja al ver esa sonrisa triste sin embargo bastante decidida en su rostro, vaya tonto.

-Está bien…estoy aquí.

Sonrío y de inmediato volteo a ver a mi padre bastante decidido. Él es…

-Aomine Daiki y soy el novio de Taiga y el padre de su hijo, mucho gusto. Me hubiera gustado presentarme antes pero no tuve el placer además de que las circunstancias no se presentaron. Su hijo ha estado constantemente preocupado por usted y en este momento no es diferente así que le rogaría de la manera más atenta que antes de preguntar algo sobre nuestra vida juntos deje que Taiga compruebe su estado de salud.

Abro los ojos totalmente sorprendido al igual que mis padres apenas mencionó la palabra “novio y padre de su hijo” Sin embargo me suelto para ir hasta dónde está mi madre abrazándola viendo que aún sigue pasmada. Sigo con mi padre el cual abrazo con mucha fuerza para luego dejar mi rostro frente al suyo sin poder evitar ponerme algo lloroso. Siento haberme ido y haberte decepcionado, sé que tenías muchos planes para mí pero decidí tomar un camino diferente. Nos miramos fijamente mientras yo siento como mi madre toma mi mano hasta que mi padre suelta un suspiro.

-¿Por lo menos estás feliz? ¿Hiciste algo de provecho? ¿Valió la pena ir contra mí al grado de tener que huir?

Valió la pena cada segundo, cada instante, cada día y noche. Los extrañe pero el tiempo que pase con Daiki y nuestro hijo no podrían compararse ni con la mayor fortuna, ni con un lugar en el mejor equipo de basquetbol del mundo. Nunca había sido tan feliz en toda mi vida y todo es gracias a él… Volteo a ver a Aomine el cual me mira entre sorprendido, avergonzado y conmovido sonriéndome ¿Podrían perdonarme por haberme fugado con Daiki?

-Taiga…

Mi madre me abraza llorando casi asfixiándome mientras mi padre mira fijamente a Daiki para terminar suspirando y recargándose en su almohada.

-Supongo que con eso me basta, creí que irte a América sería lo que te haría más feliz para tu futuro como jugador pero si tú encontraste tu propio camino eso está aún mejor. Y vaya que le sacaron provecho…así que tengo un nieto.

¡Sí!

-¡Oh dios hijo! ¡¿Ya soy abuela?! ¡¿Dónde está mi nieto?! ¡¿Cómo es?!

Se llama Hine y es igual a Daiki aunque dicen que sacó mi sonrisa, es un bebé sano y muy alegre. Lo están cuidando unos amigos.

-¡Daiki ven aquí tú también!

Mi madre abraza eufórica a Daiki llenándolo de besos hasta que la puerta se abre y una enfermera se asoma.

-Lo siento pero no puede haber tantas personas en la habitación además de que la hora de visitas terminó.

Ya nos vamos. De inmediato volteo a ver a mi padre. Lo siento no te pregunté ¿Cómo estás? ¿Qué pasó?

-Solo fue un colapso por exceso de trabajo, tu madre ya me regañó y ya estoy bien solo debo descansar, nada para alarmarse solo que a tu madre y a Tatsuya les gusta dramatizar. De hecho mañana me dan de alta y espero conocer a mi nieto para entonces y luego de eso tú y yo tendremos una buena charla Daiki.

Daiki asiente un tanto nervioso haciendo sonreír a mi padre perversamente.

-Por cierto hijo pueden quedarse en tu departamento, no lo tocamos esperando a que volvieras.

Gracias… Nos despedimos de ambos dejándolos para luego salir con Tatsuya el cual me abraza emocionado. Le pregunto por sus hijos y él rápidamente me dice que están en su hogar siendo cuidados. Le agradezco a él y a Alex su atención excusándome y prometiéndoles que nos pondremos al día el fin de semana.

Una vez fuera de ahí pasamos a recoger a nuestro precioso Hine nuevamente quedando de acuerdo con los chicos sobre nuestra salida del fin de semana ya que hoy descansaremos y mañana estaremos con mis padres y también con los de Aomine. Akashi nos hace el enorme favor de llevarnos a mi departamento al cual subimos con algo de pereza.

Abro mientras Daiki carga a Hine y yo la maleta entrando, todo está a oscuras pero rápidamente veo que realmente está tal y como lo deje. Hay algunas cosas fuera de lugar en vista de que mis padres buscaron alguna pista sobre mí sin embargo todo permanece en orden. Miro atentamente cada lugar sin poder evitar sonreír de recordar las tardes que pase aquí junto a Aomine jugando videojuegos o viendo televisión, amándolo aun cuando él no lo sabía.

-Taiga…¡Taiga!

Volteo a verlo viendo que me muestra a un Hine bastante llorón ¿Tienes hambre hijo? Me lo pasa para que le dé de comer mientras él deja nuestras cosas en la habitación principal. Alimento a mi hijo por un rato hasta que está lleno para luego dárselo a Aomine el cual le saca el aire. Cocino algo viéndolos jugar pensando en que realmente es un ambiente diferente.

Aquí se escucha el bullicio de la ciudad más los cláxones resonando. Inclusive me pareciera escuchar a las personas de los departamentos contiguos hablar. Una vez durante la cena miro que Hine se ha quedado dormido en su cunita portátil mientras intento seguirle el hilo de la conversación a Daiki perdiéndome por algunos momentos.

-¿Me estás escuchando Taiga?

Levanto la vista encontrándome con un enojado Aomine que frunce el ceño. Lo siento…

-¿Qué pasa? Me fue bien con tus padres aunque seguramente después tu padre se la cobre conmigo pero ¿Pasa algo? ¿No te sientes bien?

No…no me siento bien, es extraño estar aquí.

-¿De qué hablas? Es tu departamento en el que pasamos montones de horas juntos.

Lo sé pero…no, no me hagas caso.

-Taiga mírame.

Aomine no duda en tomar mi mano entrelazando nuestros dedos.

-Estoy aquí, estamos juntos en todo ¿Cierto?

Sí… sí pero no sé, algo no está bien me siento inseguro aquí, me siento vulnerable. Siento como si estuviéramos por perder todo lo que hemos construido.

-Hey…hey no perderemos nada. Así como llegamos nos iremos de regreso si eso es lo que quieres ¿Está bien? Además no me digas que ya no te gusta Tokio, está bien llevamos años fuera pero ¿Ya olvidaste que fue aquí donde nos conocimos y donde realmente inició todo?

Lo miro sorprendido sin poder evitar sonreír enormemente de solo recordar. Eres un imbécil sabes…

-Tú también.

Sí y te amo idiota.

-Y yo a ti. Ahora iré muy disimuladamente a dejar a Hine en la cama mientras tú me esperas en el sillón.

¿Ah?

-Sin peros Bakagami.

Asiento viéndolo sonreír e irse con nuestro bebé mientras yo dejo los platos en el fregadero para luego irme a sentar al sillón. Suspiro cansado cerrando los ojos y sonriendo al sentir como Aomine se sienta a mi lado y me da un beso sobre en el cuello.

-Debo aprovechar que se ha dormido para darme placer ¿Qué debería hacerle? ¿Desnudarlo y fotografiarlo para mi colección del estúpido y sensual Bakagami?

No puedo evitar reírme volteándolo a ver. Que listo y discreto eres Ahomine.

-Me lo dicen a menudo.

Sonrío acercándome y dándole un pequeño beso que inicia torpe e inocente entre risas hasta que la pasión y el calor comienzan a surgir. Aomine me toma por la cintura uniéndonos más e introduciendo su lengua en mi boca. Algunos gruñidos y gemidos se escapan de mis labios a la vez que me aferro a su pecho encontrando nuestras miradas. Daiki…

-¿Tanto quieres que le hagamos un hermanito a Hine eh?

Tonto… Sonreímos dándonos montones de pequeños besos que rápidamente nos hacen entrar en calor. Apenas comprendo sus caricias levanto los brazos dejando que me quite la camiseta para luego hacerse lo mismo mientras yo le abro los pantalones a prisas entre besos, sonrisas y mordidas. Fóllame maldición.

-Que boca tan sucia tienes Taiga ¿Por qué no la ocupas en algo mucho mejor?

Ambos nos sonreímos mientras me pongo de pie para terminar de desnudarme y rápidamente arrodillarme frente a él. No dudo en tomar su enorme y gruesa erección que ya se encuentra totalmente caliente y mojada para deslizar mi lengua por todo su largo, desde sus testículos hasta su punta sintiendo como tiembla a la vez que aferra una de sus manos a mi cabeza.

Le sonrío perversamente llevando mis labios hasta su punta la cual succiono con fuerza sorbiendo todo el líquido espeso y tibio que no para de brotar. Respiro hondo y relajo la garganta empujando un poco dejando que me penetre con más profundidad y escuchando como de inmediato gruñe encendido a la vez que su cuerpo se tensa. Mis ojos se llenan de lágrimas de lo grande que es casi asfixiándome.

-Hahh…mierda Taiga. Tu boca se siente tan bien a mí alrededor. Tomándome tan profundo.

Jadeo para mis adentros, aferrándome a sus piernas y sintiendo como mete sus manos entre mi cabello para follarme la boca a su antojo dándole un ritmo más agresivo y profundo a las penetraciones. Montones de lágrimas escurren a lo largo de mi rostro al igual que chorros espesos de saliva y fluidos de las comisuras de mis labios mientras escucho el sonido obsceno que crea su erección entrando más allá de mi garganta.

-Ahh…¡Carajo! ¿Qué pasa Taiga quieres que me corra eh? ¿Quieres que lo haga dentro de tu boca sucia? ¿Quieres que me corra para que te lo tragues bebé?

Lo miro a los ojos fijamente perdiéndome en su mirada lasciva, obscena y depravada sintiéndome mortalmente excitado debido a sus palabras vulgares a la vez que siento un calor sumamente sofocante recorrerme todo el cuerpo hasta concentrarse entre mis piernas.

-Hah…maldición asegúrate de tragártelo todo Taiga.

Aomine me da una honda estocada que me hace abrir los ojos totalmente al sentir como mi nariz llega hasta casi rozar su abdomen. Apenas se corre me separo a prisa para toser y tragarme todo lo que puedo relamiéndome los labios para luego sonreírle mirando su rostro de satisfacción. Daiki…

-Lo sé bebé, ven aquí…Te lo daré justo como te gusta.

Me levanto con su ayuda sintiendo como me jala hasta sentarme en sus piernas de frente. Me abrazo a su cuello para besarlo dejando que su lengua entre en mí haciéndome gemir entre sus labios. En cuanto siento sus dedos viajando hasta mi entrada rápidamente me despego negando con la cabeza. Solo entra ya…

-Te encanta seducirme ¿No es así?

Sonrío mordiendo su labio inferior y jalándolo un poco para luego darle otro beso. Jódeme ya. Daiki me da una dura nalgada que me hace gruñir encendido a la vez que yo me acomodo sintiendo como toma su erección más dura que nunca llevándola hasta mi entrada que ya se encuentra totalmente húmeda por él. Grito y le entierro las uñas en los hombros al sentir como comienza a penetrarme lentamente hasta introducirse por completo en mí.

Ambos gruñimos totalmente encendidos acercándonos hasta unir nuestros labios en un beso apasionante. Casi de inmediato Daiki aferra sus manos a mis nalgas a la vez que yo nuevos mis caderas permitiéndole entrar y salir de mi interior con fuerza. Meto mis manos entre su cabello, pegando su frente con la mía y jadeando entre sus labios sintiendo su carne sumamente dura y caliente adentrarse cada vez más en mí. Hahh…Daiki…ahh…así me gusta…así…haah.

Me abraza por la cintura con uno de sus brazos mientras con su mano libre vuelve a darme una dura nalgada tras otra hasta dejarme la piel ardiendo. Grito enloquecido moviéndome bruscamente, subiendo y bajando clavándome sobre su erección brindándonos un placer indescriptible. Daiki…mi pecho…ahh, hazlo…Daiki con tu lengua. Me sonríe totalmente complacido y de una manera retorcida para acercarse y llevar sus labios hasta uno de mis pezones.

Ya goteaban ligeramente pero apenas siento como comienza a succionarme con fuerza hecho la cabeza para atrás disfrutando un brutal escalofrío recorriéndome la espalda y rápidamente corriéndome entre nuestros abdómenes. Hahh…carajo no puedo…no puedo. Algunas lágrimas se acumulan en mis ojos de sentir tanto jodido placer recorriéndome el cuerpo de pies a cabeza. Aomine no duda en abrazarme por la cintura con más fuerza para follarme aun más rudo.

Le jalo el cabello, le araño y le clavo las uñas en los hombros y en la espalda sintiendo que me derrito totalmente volviéndome a correr apenas siento como él lo hace dentro de mí. Tomo su rostro con agresividad acercándome y lamiendo los hilos de leche dulce que escurren de sus labios mirando la sonrisa siniestra que me dedica. Nos miramos fijamente hasta que nos damos un pequeño beso que lejos de detenerse se vuelve más hambriento y apasionado.

-Vamos Taiga ahora te lo haré sobre la barra, en la cocina, en el baño, en el piso, en todas partes.

Suena bien Ahomine. Nos sonreímos a la vez que nos damos montones de pequeños besos hasta que escuchamos un pequeño llanto que ya bien conocemos. Nos miramos unos segundos para terminar riéndonos.

-Por lo menos aprovechamos el tiempo.

Ya sé…ya luego tendremos más. Ahora suéltame que iré con mi bebé.

-Ya estás con él.

Hablo de mi otro bebé, el que me necesita.

-Yo te necesito.

Anda idiota…

-Maldición Bakagami me la cobraré con unos gemelos más adelante.

Sueñas imbécil… Nos damos un beso más antes de separarnos para ir con el pequeño Hine que seguramente ya tiene hambre. Apenas nos levantamos me coloco mi ropa interior un tanto adolorido sintiendo como Aomine no duda en tocarme el trasero ¿Qué mierda haces? ¿Por qué me tocas el trasero?

-Fue un accidente.

Me lo sigues tocando.

-Sigue siendo un accidente.

¡Idiota! Nos reímos mientras él se acerca besándome. Basta tonto que mañana será un día realmente pesado con nuestros padres.

-Creo que lo haré bastante bien.

¿Ah sí? ¿Cómo estás tan seguro?

-Porque mi nombre es Aomine Daiki y si pude contigo puedo con todo…

Notas finales:

Como pueden ver este par de brutos han vuelto a Tokio más problamáticos que nunca y han arreglado las cosas con los padres de Taiga o eso parece :3 Ya veremos que tal les va con sus amigos y con los papá de Aomine más adelante. Gracias por leer ¡Los amo muchísimo! ¡Nos vemos!

Por cierto no jueguen mucho "El negro dice" que las malas lenguas dicen que Aomine se robará tu maní si juegas de más ¬w¬


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