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Tiny [JiHope] por BoomEla_

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Notas del fanfic:

Estoy enamorada de esta pareja, qué decirles.

Nuevo mensaje sin leer desde Bangtan Boys Team. 

 

Namjoon, 10:30 pm: 

"¡La nueva edición es una locura!" 

Jeongguk, 10:31 pm: 

"Yo todavía no la obtengo; tengo que trabajar un tiempo más para comprarla,

¡Hasta entonces no hablen sobre ella!"  

Todos estaban en línea en aquel grupo de chat sobre videojuegos nacido hace más de tres años; Hoseok había llegado del trabajo y terminado sus responsabilidades, y tal como siempre hacia en su tiempo libre, aprovechaba para hacer una de las cosas que más le gusta. 

Hoseok, 10:34 pm: 

"Es una completa locura, es cierto, 

 los gráficos son de otro mundo..."

Hoseok recibe inmediatamente un reclamo de Jeongguk por la vil ignorancia hacia su persona. Hoseok envía un par de emoticones de risa como disculpa y... 

Oh no, Jimin está escribiendo. 

Hoseok sabe que cuando Jimin escribe, desde hace un año y tanto, es solo para una cosa... Bueno, todos lo saben. 

Jimin, 10:35 pm: 

"¿Y a quién le importa?"

No es que Jimin fuera odioso o irrespetuoso, saben todos. Desde hace ya un tiempo el menor disfruta llegar a discusiones estúpidas y sin sentido con Hoseok solo por diversión. Bueno, qué decirles, Hoseok también se divierte; todos lo hacen. 

Hoseok, 10:35: 

"A ti te importa, claro está” 

La pantalla no le cegaba con su resplandor en medio de la oscuridad de su habitación, toma la taza de té que está en la mesa de noche a su lado y acomoda su laptop mejor en sus piernas. 

Taehyung y Yoongi comentaban algo como que ya comenzó la tercera guerra mundial del amor nuevamente, Hoseok ríe en su lugar. 

A veces se pregunta si solo él lo hace. 

Jimin, 10:40 pm: 

"¿Por qué tan seguro, hyung?" 

Hoseok, 10:45 pm: 

"Porque te importa todo lo que hyung hace" 

Seokjin comento un 'Uh' largo, todos expectantes detrás de sus aparatos electrónicos. Hoseok y Jimin sabían que cada vez que sus discusiones infantiles comenzaban, todo el grupo dejaba de teclear y solo observaba, para luego enviar sus reacciones cada vez que uno responde algo que deja al otro en una evidencia que básicamente no existe realmente, ¿o sí? 

Jimin, 10:46 pm: 

"No sé de dónde sacas que me importa lo que haces, hyung" 

 

Altanero y siempre queriendo ir por encima, así era Jimin, muy a pesar de que también fuera alguien sumamente tierno y adorable como en su foto de perfil se puede lograr ver y en sus notas de voz apreciar. 

Hoseok, 10:48 pm: 

"No por nada me regalas toda tu atención...” 

Esto es fácil, piensa Hoseok; discutir infantilmente con Jimin y ganarle era tan jodidamente fácil que divertía como el pequeño se esforzaba para que no se le notara la emoción entre líneas duras y secas. 

Jimin, 10:50 pm: 

"No puedo negar que hyung tiene mi atención." 

Hoseok sonríe victorioso y esta por mandar un emoticón de un guiño cuando Jimin vuelve a escribir.

"Aunque es la misma atención que le regalo a Jeongguk." 

En dónde quiera que el anteriormente mencionado esté, se está riendo de esto, Jimin siempre lo usaba cuando discutía con Hoseok. Yoongi por su parte lee como la conversación entra en llamas en su silenciosa presencia. 

Hoseok, 10:55 pm: 

"Y la misma que Jeonggukkie me regala a mi..." 

Jimin, 10:56 pm: 

"Y es porque hyung siempre tiene la atención de todos en este grupo". 

Hoseok, 10:58 pm: 

"Por supuesto,

¿Jiminie esta celoso?"

Jimin, 11:00 pm: 
"Claramente... 

Solo porque tambien quiero atención". 

Hoseok, 11:03 pm: 

"Pero si tienes toda mi atención, Jiminnie.

¿No es suficiente para ti?" 

Jimin, 11:05 pm: 

"Tal vez lo sea.” 

Taehyung testeó algo que se lee como que se busquen una habitación y Namjoon se ofreció a pagarla con la condición de que se casaran luego. Yoongi envió emoticones de llamas de fuego y Seokjin pedía que por favor no interrumpieran su novela. 

Poco después se armó otra discusión iniciada por Taehyung de cómo se llamaría la pareja, y Jimin perdió seis a uno en su petición de que su nombre predominara porque él es el verdadero hombre de la relación. Todos llegando a la conclusión de que Hoseok es el verdadero dominante. 

Jimin, 11:30 pm: 

"Jodanse..." 

 

Hoseok, 11:31 pm: 

"Jodeme...

O inténtalo siquiera" 

Jimin, 11:33 pm: 

"Ven y lo hago"

Hoseok, 11:33 pm: 

"¿Prometes no acobardarte?"

Jimin, 11:35 pm: 

"Yo jamás me acobardo" 

Hoseok, 11:36 pm: 

"Eso no me decías..."  

Realmente jamás se habían visto en persona, ninguno de los siete. 

Jimin, 11:38 pm:

"¿Eso no te decía cuándo?"

Hoseok, 11:40 pm: 

"Cuando estabas aquí, Jiminnie" 

Jimin, 11:43 pm: 

"Aw,

Hyung alucina que yo estuve con él, que tierno.

No." 

Hoseok, 11:15 pm: 

“No te hagas el difícil” 

Jimin, 11:18 pm: 

“Yo soy así” 

Hoseok, 11:20 pm:

"No te mientas a ti mismo, Jimin" 

Jimin, 11:22 pm: 

"Ven aquí y demuéstrame cuanto me miento a mí mismo" 

Jeongguk, 11:23 pm: 

"Wow, wow, chicos... Ya es suficiente por hoy, ¿no creen?” 

 

En seguida Seokjin y Taehyung comenzaron a bombardear al pequeño y ahora adulto Jeonggukie. Muchos emoticones de llamas de fuego y cuchillos, otros de risa de parte de Hoseok. 

A Hoseok no se le olvida aquella última línea de Jimin, incluso cuando el evento anual de gamers tiene lugar en la capital y todos acuerdan un encuentro allí.

 

Taehyung está en una pequeña barra reposándose en ella elegantemente mientras mira a todos lados; fue el primero en llegar de ellos efectivamente y le sorprende la cantidad de buen material que allí hay. Se esperaba que los gamers que asistieran fueran todo menos atractivo pero Taehyung ya se ha mordido la lengua unas cuantas veces. 

 

Seokjin lo reconoce diciéndole que se ve cien veces más alto en persona, pero que su carita adorable es la misma. Jeongguk se les une con emoción poco después, el niño parloteaba sobre que antes jamás había hecho esto con un grupo de amigos en línea. Yoongi es el número cuatro, y como todos esperaban, tiene un semblante serio que te hace pensar que te juzga como nadie jamás lo ha hecho antes, aunque, muy a pesar, tiene una sonrisa que hace saber a todos que realmente está feliz. 

—Uh, se aproxima la tercera guerra mundial del amor nuevamente, sosténganse —comenta taehyung de repente. Seokjin dirige rápidamente la mirada hacia el mismo lugar.

— ¿De qué me perdí? —pregunta Jungkook. 

De un costado venia caminando hacia ellos Hoseok, quien nadie supo que vestía tan elegante para venir a un evento de gamers donde la mayoría viste con nada más que jeans y camiseta. Excepto Taehyung, él nunca viste solo así. 

—Y aquí se nos aproxima su contrincante —dice Yoongi mirando hacia el lado contrario.

Jimin caminaba despreocupado hacia ellos mirando hacia los lados; él sin embargo vestía más casual y su atuendo gritaba algo de hip hop y club nocturno. 

Cuando Hoseok y Jimin cruzaron miradas sin saber si quiera que allí se encontraban; se quedaron en sus lugares y se dirigieron miradas de repugnancia para luego sonreír como idiotas y acercarse al grupo. 

—El amor llegó a la zona ¿debería irme? —dice Yoongi como saludo. 

— ¿Me perdí la tercera guerra mundial? —pregunta Namjoon cuando finalmente llega. 

—Todavía no comienza, estamos esperando —responde Taehyung. 

—Hoy no habrá discusiones infantiles —dice Hoseok muy tranquilo. 

— ¿Por qué no? 

Todos sorben de sus bebidas ante el tono de voz de Jimin. Ya comenzó. 

—No sé si te fijas pero estoy vestido muy decentemente como para andar en discusiones infantiles con un niño. 

— ¿Cómo debes de vestir para discutir conmigo? 

—En pijama y de frente a la pantalla del ordenador.

— ¿Duermes en pijama, hyung? 

Todos lo juzgan con la mirada, ¿quién duerme en pijama hoy en día?

—Descúbrelo. 

Todos ahogan un "Oh" corrido a la vez que Yoongi se da la vuelta en su butaca giratoria de la barra para darles privacidad mientras busca la manera de ahogarse en su vaso con Namjoon agarrado de su costado. Seokjin dirige su mirada hacia otro lado a la vez que niega con la cabeza y sonríe tontamente. Taehyung y Jeongguk se habían dado la vuelta encogiendo la cabeza mientras reían traviesos entre ellos dos. Jimin retiene miserablemente una sonrisa a la vez que pasa su lengua por su labio inferior, mordiendo ligeramente después. 

Hoseok no deja pasar desapercibido ese gesto. No había rejado pasar desapercibo absolutamente nada. No es como si se puede ignorar el hecho que Jimin es más pequeño de estatura de lo que supuso, que sus ojos están delicadamente delineados a los costados como la mayoría de los chicos, pero que sus ojos particularmente lucían lindamente rectangulares al sonreír. Además del estilo de ropa que usa, ajustada y de colores oscuros, chaqueta sin mangas de cuero y gorra hacia atrás dejando relucir mechones de cabellos de color un poco claro en el hueco posterior la gorra y unos cuantos zarcillos en su oreja. Muy a pesar de su apariencia atrevida, carita de niño en las fotos y estatura de duende, sus brazos estaban incluso más marcados que los suyos y sus muslos lucían excelente en esos pantalones negros. 

No, Hoseok no había dejado pasar ningún detalle. 

Yoongi es un genio de los videojuegos. Cómo llego a estar en la final para el juego de recompensa mayor, nadie sabe; pero allí está, sentado con el mando en manos mientras sus dedos se movían a la velocidad de la luz. Su rostro tan neutro como siempre pero la punta de su lengua presionando una de sus esquinas hacia a sus amigos saber que estaba más que concentrado. 

Cuando Yoongi gano la batalla todos estallaron en gritos y hurras; Yoongi se volvió ligeramente rico, solo un poco, y parloteaba sobre sus cadenas de tres dólares. 

Hoseok como explorador se atrevió a experimentar con los juegos de baile. Habían pasado pocos años de haber renunciado a la danza, no podía estar tan oxidado.

Tras unas rondas ganadas limpiamente Jimin se le sumo a su lado, y sabía que ya esto no sería amistoso. Habían llevado un par de revanchas ya y Hoseok ya no vestía su elegante atuendo.

— ¿Qué está pasando? —pregunta Seokjin llegando hacia los demás en la barra. 

—Aquellos llevan un par de horas peleando por quién es mejor que quién —dice Namjoon.

— ¿Cuanto apostamos a que terminaran declarándose? —sugiere Taehyung.

—Yo digo que tendrán sexo sin declaración —dice Jeongguk mas que convencido —. ¿Qué apostamos?  

— ¿Una cita? —apuesta Taehyung extendiendo su mano al menor. Jeongguk enseguida se acalora en su lugar y Yoongi les da la espalda queriéndose ahogar nuevamente en su vaso. 

—Una cita —estrecha su mano. 

—Puedes comenzar a rendirte ante mí, Jiminnie —dice Hoseok bajando de la zona, pasándose una pequeña toalla por la nuca para secar el sudor —. Tu baile es bueno pero... —hace un gesto con el cuello y la cabeza que básicamente termina de hablar por él. 

— ¿Cuál es la diferencia entre tu baile y el mío? —le enfrenta Jimin levantando la barbilla altanero. 

—Tengo un poco de clase, tu eres descuidado, aunque eso te da estilo; yo soy suaves ondas y tú fuertes golpes —admite limpiamente. 

Jimin está a punto de replicar pero cierra la boca sin decir nada y achina los ojos ligeramente; tiene la barbilla alzada aún y el pecho fuerte, siempre abierto al conflicto. Los cinco chicos con los ojos en ellos sienten venir un beso y tanto Taehyung como Jeongguk sienten la cita acercándose cada vez más; aunque por ambas partes dudan que haga falta una cita para que algo ocurra. 

Nadie había visto venir aquella atracción entre los dos menores, Yoongi no comprende nada además de que es rico y Namjoon se pregunta cómo Seokjin es incluso más atractivo en persona. 

La noche transcurre tan llena de sucesos que están cansados de reír en sus butacas. Seokjin se aprieta el estomago aguantando el dolor de tanto reír, Namjoon a su lado tiene una mano en su cintura mirándolo con adoración. 

Yoongi no sabe en qué momento se rodeo de parejitas. Literal, rodeado. A su derecha estaba Jimin y Hoseok de pie, a su otro lado estaba Seokjin sentado en una butaca y Namjoon siguiéndole con la mano sobre él cómo fuese. A veces Namjoon podía ser un tanto intenso cuando estaba desesperado. Después de ellos estaba Jeongguk sentado en otra butaca y Taehyung de pie a su lado; Jeongguk estaba ligeramente apoyado del costado del mayor; un sutil contacto que ocultaba más que eso, asegura Yoongi. 

Lástima que su riqueza no podía ser personificada para así también tener una pareja. 

Jimin por fin logra calmar la fuerte ventisca en su estomago que fue provocada por las carcajadas sin control y cuando recobra la compostura siente que su bolsillo trasero del pantalón es invadido. Lo primero que pensó fue en un ladrón pero cuando envió rápidamente su mano a la zona, él es firme y sutilmente agarrado al costado de Hoseok, incluso más que antes. Hoseok tenía su mano abierta dentro de su bolsillo ahora y dio un ligero apretón no muy deprisa, casi después de que Jimin asimila lo que está sucediendo. El menor se endereza y con sutileza hace de que nada está pasando, de repente prestándole demasiada atención a lo que Yoongi hyung tiene para decir. Hoseok le susurra, casi inentendible, algo que suena como buen chico, pero Jimin le ha oído y Jimin ama el conflicto. 

Jimin lo mira con el ceño fruncido y Hoseok es tan cínico que le mira como si todo fuera tan casual, como si hubiesen cruzado miradas por simple cosa de dios. 

Cuando ve la oportunidad perfecta en la que todo es demasiado obscuro como para diferenciar dónde está cada cosa bajo sus cinturas, excepto por los zapatos brillantes de Taehyung; su mano se desliza rápidamente a la entrepierna de Hoseok que esta a nada de camino. Oye como Hoseok ahoga una exclamación por el ataque desprevenido y Jimin susurra algo que identifica perfectamente como buen chico. 

Los dedos en la entrepierna se mantenían allí, sin moverse pero justo allí, sosteniéndola. Hoseok está sudando frio justo ahora, Jimin tiene una tierna y calmada sonrisa en su lugar prestándole demasiada atención, no realmente, a lo que los demás dicen.

Jimin escucha a Taehyung decir algo como que se tiene que ir temprano al hotel para que no le cancelen la reservación; no es como si pudiera entender muy bien tampoco, ya que cierta mano no se mantiene quieta en su parte trasera. 

—Yo creo que ya deberíamos de irnos —comenta Yoongi. 

En el momento en el todos se mueven para salir de la zona del evento, que ya estaba culminando por hoy, Jimin retira su mano, deslizando sus dedos particularmente lento, sintiendo la evidente dureza y como Hoseok terminaría de romperse los labios de tanto que se los muerde. El mayor suspira por milésima vez tratando de enfriarse un poco. 

—Te robaras todo el oxigeno si sigues respirando así, hyung —tararea Jimin por lo bajo. 

—Tú y yo tenemos una cuenta pendiente, jovencito —responde. 

—Oh, ¿debo preocuparme?

Cuando el frio de la noche golpea sus rostros una vez fuera del lugar, cada quien se despide felizmente, partiendo a sus respectivas ciudades en diferentes extremos del país. Ciertas horas después siguen sus conversaciones por chat y claro está, las discusiones infantiles entre Hoseok y Jimin también, quienes solo niegan cuando los demás dicen que es puro amor disfrazado. 

 

 

Un par de años pasan y Hoseok siente la necesidad de rebobinar todo mentalmente antes de entrar en aquel restaurant. 

Hace cinco años aproximadamente él junto a seis chicos mas se divertían en un chat de red social compartiendo sus gustos sobre videojuegos. Hace dos años habían organizado su primer encuentro y sinceramente, Hoseok creyó que no habría un segundo. Luego de eso se volvió costumbre, solo un poco, el hecho de hablar con Jimin en un chat completamente privado. Lo curioso es que sus discusiones infantiles seguían como fuese, eran la base de su amistad; no lo eran los videojuegos, no lo eran los demás chicos; Jimin y Hoseok eran otra cosa fuera de Bangtan Boys Team. Nadie en el susodicho grupo sabia, no tenían porqué saber. 

Hoseok no sabe cuándo accedió a esto, pero no era lo mas importante. La pregunta era: ¿Cuándo comenzó a interesarse en qué era lo que Jimin vestía? 

Jimin, 12:00 am:

"Hyung, ¿quiere saber qué llevo puesto?" 

Hoseok, 12:02 am: 

"¿A qué te refieres, Jiminie?..." 

Jimin, 12:05 am: 

"Ropa, hyung. Lo que llevo puesto para vestir." 

Hoseok, 12:07 am:

"No me digas que es

la pijama de spiderman que te regalo tu mamá

y que pasates foto por el grupo"

Jimin, 12:08 am: 

"Qué demonios. No, hyung." 

Hoseok, 12:10 am: 

"¿Entonces?"

Jimin, 12:11 am: 

"Pantalones cortos" 

 

Hoseok frunce el ceño. 

Hoseok, 12:12 am: 

"Pantalones cortos..." 

Jimin, 12:15 am: 

"Si... Camiseta realmente incomoda;  

¿no quiere usted que me la quite, hyung?" 

Hoseok congela, no entiende. Bueno, si entiende lo que son pantalones cortos y camisa que resulta incomoda. También sabe que, si resulta incomoda y detestable para dormir, es mejor quitársela pero... ¿sexting? ¿realmente? 

Solo agradecía a todo ser divino por el hecho de que su escritura es capaz de tapar su asombro y el posible gagueo en su voz. 

Hoseok, 12:18 am: 

"Si es incomoda pues debería de quitársela, Jiminnie

¿no cree usted?"

Jimin, 12:19 am:

"Por supuesto, hyung.

¿Puedo saber qué tiene usted puesto?" 

Realmente Hoseok justo ahora se preparaba para dormir así que básicamente no tiene nada puesto.

Hoseok, 12:20 am:

"Bóxer"

Jimin, 12:21 am: 

"¿Bóxer? 

Suena interesante...

¿nada mas?" 

Hoseok, 12:22 am: 

"Solo eso."

 

Jimin, 12:23 am:

"¿Y piensa quitárselo, hyung?"

Hoseok, 12:24 am: 

"No realmente, pero..." 

Jimin, 12:25 am:

"¿Me permites?"

Hoseok tiembla, y oye que si. Tuvo que acomodarse en su sitio y frotarse los ojos varias veces, ahora realmente despierto. 

Hoseok, 12:27 am:

"Si quieres." 

Jimin, 12:28 am: 

"¿Pero usted quiere, hyung? 

Solo lo haré si así usted desea."

 

Demonios, Jimin.

Hoseok, 12:29 am:

"Si. Quítalo, Jiminie"

Jimin, 12:30 am:

"Los deseos de hyung son ordenes."

Hoseok, 12:32 am:

"Con los dientes"

Jimin, 12:33 am:

"¿Realmente, hyung?"

Hoseok, 12:34 am:

"Si, hazlo ahora"

Aquello había ocurrido en aquel entonces, extendiéndose por quién sabe cuanto tiempo mas.

El mes pasado le había llegado un mensaje del grupo que desde hace un año esta completamente inactivo. Era Namjoon saludando, diciendo que vagaba por sus viejos mensajes cuando encontró el chat y se le ocurrió pasar a decir hola. Sugirió un reencuentro por los viejos tiempos y aquí está Hoseok, aparcando su camioneta para dirigirse al restaurante de lujo que escogieron.

Hoseok está acostumbrado a este tipo de lugres, pero sabe que sus viejos amigos no lo están; por eso cuando llega finalmente a la mesa y observa a Yoongi con aquella corbata alrededor del cuello de su camisa blanca, solo puede reír, burlándose porque el mayor tiene una cara de pocos amigos que realmente amerita una foto.

Todos lucen mas adultos justo ahora. Incluso Jeongguk mas que solo tierno; portaba un torno encima de una suéter cuello de tortuga como lo hacia Taehyung también a su lado y Namjoon del otro lado de la mesa. Seokjin en cambio no se molesto en usar tornos ni corbatas; como el mayor, podía lucir muy maduro con una camiseta pulcra, también conservándose un poco.

—Ustedes lucen realmente atractivos. Oh, estos jóvenes no son ninguna broma —comenta Hoseok alegremente sentándose en el asiento vacío. 

—Hyung solo luce mas viejo —comenta Jimin a su lado.

—Bueno, ¿qué puedo decirles? Los años le van pasando factura a todos, excepto a Seokjin hyung. 

Y por supuesto la poca cantidad de tiempo, porque dos años pasaron como una brisa, había hecho cambios en Jimin. El menor lucia elegantemente una camisa de vestir con todos los botones anudados y corbata roja. Ya no lucia como un joven adolescente que suele ir a clubes nocturnos y ama el hip hop, camisetas y forrado en cuero, aunque Hoseok tiene que admitir que le parecía muy caliente ese estilo. Ahora Jimin luce como un adulto responsable, maduro y muy caliente. 

Un restaurante de lujo conlleva comida de lujo y los mejores vinos. La noche se va en conversar sobre sus actuales ocupaciones; como que Yoongi es un productor reconocido y Namjoon un tatuador profesional. Nadie en la mesa creyó que alguna vez Taehyung se volvería veterinario, aunque su amor por los animales se podía notar desde la luna y mas allá, a este hombre se le podía quemar hasta el arroz. Seokjin un famoso fotógrafo y modelo, Jimin un temerario abogado; que hay que hacer mención de que a Hoseok realmente le sorprendió esto. Jeonggukie seguía cursando su ultimo semestre de universidad para luego tomar la responsabilidad de emerger una empresa propia de arquitectura y diseño. Hoseok por su parte era editor, traductor y escritor. 

Estos hombres realmente han hecho mucho con sus días. 

Fue realmente divertido y conmovedor volver a recordar tan exactamente sus años de adolescencia y juventud, cuando los videojuegos, navegar en línea y el baile lo era todo. 

La noche siempre fue fría y cómoda, Hoseok camina al lado de Jimin con la mano en los bolsillos, acompañando a este ultimo a su casa que quedaba a nada de distancia. A las once de la noche no hay tanto trafico humano, y lo agradecen infinitamente, para así poder caminar con calma y tranquilidad. Las aceras están limpias y los zapatos lustrados de ambos relucen en ellas. 

—Es aquí —dice Jimin después de haberse detenido. 

—Luce realmente acogedor. 

—¿Lo dices porque parece una de esas casas donde venden panecillos, café y desayunos? Solía serlo, la verdad. Es lo justo y necesario para una persona, así que esta bien, es cómodo de hecho. 

—Me alegro por ti, Jiminie. Fue un placer haberte visto de nuevo. 

Supo entonces que ese era el adiós. El mayor tendió la mano en medio de ambos. Jimin la observa allí durante unos instantes, como si estuviera pensando, ¿realmente quiere despedirse? 

Finalmente estrecha la mano; esta fría al tacto pero rápidamente es envuelta en un poco de calor por el contacto. Hoseok siente que lo jalan entonces, y sus labios se detienen brevemente justo a pocos centímetros de los otros, para después besarse.

Un beso artificial, casi ni estuvo. Un toque ligero, aunque realmente tierno, ejerciendo un poco de presión.  

Taehyung y Jeongguk pasan entonces, en el convertible rojo del mayor; silbando y gritando para después perderse por la carretera. Es inevitable sonreír, Jimin lo toma de la mano con vacilación y ambos se encuentran del otro lado de la puerta segundos después.

—Iré a colocarme la piyama —dice en medio de la oscuridad del living, la luz de la calle iluminando apenas lo suficiente —, para que luego puedas quitármela. Ya regreso.

Hoseok jamás considero que esto realmente fuera a pasar, tal vez si lo soñó pero no considero posible pasar del sexting con un viejo amigo que conoció en un grupo de chat y que vive en otra ciudad. Así como pensó que Bangtan Boys team no pasaría de un solo encuentro, pero ya Hoseok planea no pensar mas las cosas, porque notoriamente las cosas no pasaron como él predijo. No es que no quisiera, sino que... ¿esto realmente esta pasando?

Rápidamente el cruza el umbral de la puerta de la habitación donde Jimin se está quitando el pantalón formal que había tenido puesto para la ocasión. Se atreve a invadir y a darle la vuelta por los hombros, para así poder besarle nuevamente. Caliente, húmedo y completo. Un beso que dejo a Jimin, literalmente con la boca abierta.

Jimin se endereza completamente y sus dedos encuentran la mandíbula de Hoseok palpando suavemente. El mayor encuentra este simple acto como la cosa mas tierna y enrolla un brazo en su cintura para apegarlo a su cuerpo y aproximarse a la cama detrás de ellos. Cuando siente el borde de ella en la parte trasera de sus rodillas, se deja caer, sus palmas sintiendo la piel desnuda de los costados de Jimin, su cara de frente a sus abdominales realmente trabajados y sus piernas abiertas dándole un espacio para estar entre ellas.

Jimin sonríe mirándolo desde arriba y sus manos impactan con los hombros contarios alejándolo.

—No toques —dice.

—Ay por amor a dios, Jimin, ¿justo ahora? ¿realmente?, ¿no quieres ser ni un poquito romántico?

Jimin enarca una ceja con una sonrisa y Hoseok suspira; Si, justo ahora. Jimin tapa los ojos del mayor a la vez que se sienta sobre sus piernas.

—¿Quieres saber qué tengo puesto justo ahora, hyung? —murmura sobre sus labios. Hoseok no reacciona rápidamente, pero cuando lo hace sonríe sin poder evitarlo.

—Oh, yo sé qué tienes puesto.

—¿Ah si?

—Aunque, no lo tendrás por mucho tiempo más, de todas maneras.

Jimin le destapa los ojos y ambos tienen expresiones divertidas. Hoseok sigue el camino con sus manos hasta llegar abajo y sujeta entre sus manos aquello que sujeto un día, hace un par de años. Jimin ahoga una pequeña exclamación en su garganta.

—¿Qué harás ahora que te he tocado?

Jimin hace una mueca e inca uno de sus hombros acercándose al oído contrario, justo después Hoseok siente como Jimin muele hacia abajo en contra. Fantástica y deliciosa fricción.

—Hablas demasiado, hyung —dice Jimin haciendo impactar ambas bocas juntas.

Pueden degustar el carísimo vino que remojó sus bocas en un suave almíbar con sabor a frambuesa. La piel de sus labios se estiran por obra y gracia de sus dientes que buscan mordisquear y tirar la esponjosa piel para que después sus lenguas hagan contacto directo por primera vez, y tras sentir la electricidad gracias a esto, vuelven a repetirlo, uniéndolas suciamente, sin saber exactamente cómo pero lo importante era que jugaran entre ellas. La lengua de Jimin da lametones estilo gatito una vez que descubre un lunar en el labio superior de Hoseok. Un hermoso y caliente lunar. Los movimientos pélvicos de Jimin son constantes y se intensifican una vez que las manos de Hoseok toman lugar en sus caderas y lo ayudan a moler cada vez mas intenso a la vez que lleva su propia pelvis hacia arriba. 

Las manos inquietas de Hoseok buscan entrar en el ajustado bóxer de Jimin, y tras conseguirlo masajea a su antojo la increíble firmeza. Jimin jamás sintió cinco dedos quemar tanto, y mas cuando el agarre de Hoseok endurece y hace que el aire frio de la habitación se cuele entre su ropa interior; Jimin gime sin vergüenza alguna sobre la boca de Hoseok una vez que este ultimo tanteo su entrada y masajeo de manera circular. Hoseok aprovecha para chupar su labio inferior y tararea feliz y contento por su reacción. 

—Que chico tan bueno —felicita él y Jimin siente sus mejillas arder.

Decide que le gusta cuando Hoseok le dice cosas dulces, cuando le elogia por sus reacciones. Jimin tira lejos la chaqueta de traje de Hoseok y pocos segundos después la camiseta blanca que estaba debajo. Se baja de sus piernas y tira de la hebilla de su cinturón arriba para colocarlo de pie. Deshace la unión del cinturón y los botones, desliza el cierre abajo después de delinear la forma de la polla  por encima del pantalón con sus dedos y recibir el caliente suspiro en su oreja como respuesta. Jimin salpica besos cariñosos en las clavículas, ascendiendo por el cuello, llegando a su barbilla. Encontrando la obscura e intimidante mirada de Hoseok.

—Bésame, hyung —casi suena como súplica y Hoseok así lo hace, invadiendo toda su boca, sin darle chance de hacer otra cosa que solo tender sus labios para él, dejándose abusar y Jimin ya está sintiendo esta cosa extraña en su pecho. Aquello que quema realmente y le desespera hasta el punto de querer llorar, porque no es un ardor como la excitación,  es el preocupante anhelo.

El anhelo de que esto dure para siempre, las ganas de tener a Hoseok para que lo haga sentir minúsculo todas las veces posibles, ya sea escribiendo mediante chat o besándolo hasta no poder resistirlo mas.

Jimin ama sentirse minúsculo, ama sentirse lleno y excitado como ahora. Ama cada año que pasó discutiendo con Hoseok por tonterías porque siempre perdía, y el perder lo llevaba a ver como Hoseok se hacia cada vez mas grande y Jimin se sentía minúsculo. Las sesiones de sexting en plena madrugada cuando Jimin engatusaba a Hoseok hasta tener al mayor ordenándole que hiciera esto o lo otro. Y justo ahora ama estar allí parado dejando que Hoseok abuse de su cavidad bucal con su lengua a la vez que le propina suaves toques con su pelvis.

En todas esas veces Jimin se sentía minúsculo, y supo que eso le gustaba porque cada vez que ocurría, algo en su pecho ardía fuertemente; cosa que no supo descifrar qué era hasta ahora. Primero pensando que era la simple excitación que conlleva el hecho que te guste un hombre tan dulce, agradable pero también tan caliente como Hoseok; porque obviamente no podía ser amor, por favor, Jimin sabe que es estúpido. Suena estúpido.

No puede sentir amor por un amigo que vive en otra ciudad,  que conoció en internet,  con quien hablaba durante años sobre los mejores videojuegos del mundo para después compartir madrugadas con mensajes llenos de insinuaciones sexuales, sin mencionar que lograron conocerse entre ellos como cada quien conoce la palma de su mano. 

No, sin duda que no podía ser amor; era una completa ridiculez.

Jimin ahora se siente un puberto nuevamente, porque está finalmente a punto de tener relaciones sexuales con el hombre de sus sueños y él esta allí anhelando que esto jamás acabe en vez de actuar como una gata mugrienta y permitir que Hoseok lo haga llegar en todos los lugares posibles esa noche, tal vez practicar algo de sadomasoquismo hasta que los vecinos se harten y lo denuncien por escandaloso y que después no le importe cuando Hoseok se haya ido.

Hoseok lo obliga a colocarse de rodillas entonces, nuevamente sentado en el borde de la cama, ahora sin prenda alguna sobre su cuerpo. Jimin dibuja patrones en la cara interna de los muslos del mayor; la piel tan suave y delicada. Espolvorea besos con la boca abierta para dejar sus huellas hasta llegar a la zona de la ingle. Allí estaba Hoseok tendido para él, tan jodidamente despierto y accesible, con una tarea por realizar justo en frente.

Sus manos que de repente sabrá Dios cuándo las sintió tan pequeñas, toman el orgulloso falo y se encarga de él. Hoseok piensa justo ahora que la boca de Jimin fue hecha para esto, para degustar su polla, tragar su verga; pero solo la suya. Tras ese pensamiento, toma posesivamente su cabello en un puño y acaricia queriendo mimarlo un poco y acaricia. 

Jimin siente las lágrimas picar hasta que se deslizan libremente por lo mucho que lo esta tomando en su boca; lo lejos que quiere llegar con esto. Y cuando siente el pulgar de Hoseok limpiar el rastro de una de sus lágrimas es cuando se da cuenta que el mayor está tirando de él, tratando de alejarlo un poco.

—No te presiones, Jiminie. Respira por lo menos, nena —le dice preocupado.

Jimin respira, calmando la pequeña desesperación en su interior y se levanta para acercar sus rostros y frotar sus narices en lo que llaman beso esquimal.

—Me llamaste nena —le observa desde tan cerca, no podría cansarse de mirar esos ojos nunca. La nariz contraria era simplemente perfecta, perfilada y suave; Jimin realmente disfruta sentirlas en conjunto.

—Puedo llamarte así las veces que quieras.

Jimin vuelve a mirarlo y se encuentra nuevamente con sus ojos, sonríe asintiendo con la cabeza emocionado.

—Entonces, ven aquí, nena —le pide a la vez que ladea la cabeza y vuelven a besarse.

Jimin toma lugar nuevamente en las piernas ajenas y sus brazos se enrollan en su cuello, reposando en sus firmes hombros. Sus labios se mueven lentamente esta vez, aligerando el ambiente. Hoseok prueba apenas su propio sabor y disfruta mas despacio los dulces labios de Jimin. Sus manos van nuevamente para la zona trasera cuando Jimin toma rápidamente una de ellas e inserta tres dedos en su boca. Siente como empapa sus dedos con saliva, chupando y pasando la lengua entre ellos a la vez que sus miradas no vacilan sobre la otra.

—Jimin —exhala.

El susodicho libera los dedos y le susurra que lo haga. Hoseok siente su estreches queriéndose comer su dedo y Jimin reaccionando apenas un poco por lo incomodo de se siente.

—¿No te han preparado jamás, Jiminie? —pregunta curioso. 

—Siempre fui dominante, hyung —suspira en la concha de su oreja tras haber insertado un segundo dígito. 

—Oh —exclama —. ¿Realmente? —recibe una afirmación —. Y... ¿Qué se siente estar en la otra posición? —sonríe malévolo.

—Minúsculo —dice. 

Hoseok frunce el ceño sin entender porqué de repente Jimin sonríe ante esto, ¿ser el pasivo era tan bueno? 

—¿Minúsculo?

—Si —dice sonriendo reluciente y besándolo de lleno.

Jimin comienza a autoinvadir su propia entrada contra los dedos de Hoseok una vez que tres dedos cepillan en la zona correcta. Es realmente demasiado para soportar, piensa Hoseok, e invierte posiciones.

Jimin siente lo suave y fría que están las sabanas y gime por el cambio de temperatura,  entre otras cosas.

—Hyung... —exclama a medias.

—Dime, nena —con sus dedos aun dentro, acomoda los mechones que cubren los ojos de Jimin para así poder verlos —, Dime cuánto quieres esto. Qué tan dispuesto estas a tomarme completo.

Jimin retiene una cantidad considerable de sollozos y respira profundamente para poder responder sin que su voz tenga que quebrarse.

—Realmente quiero esto. Lo quiero tanto, hyung. Te tomaría completamente cada día —admite al hombre que flota sobre él.

Esto es mucho, realmente. Hoseok esta apunto de perder la cabeza y todo por un par de lindos ojos y muchos años de amistad y recuerdos. Sin mencionar la boca experta y el cuerpo de ensueño.

—¿Realmente no tienes ni un poco de lubricante, Jiminie?

El menor se estira hasta que consigue un pote que a primera vista luce como pega líquida pero resulta ser lubricante sabor a frutas tropicales. 

—Si tenias durante todo este tiempo, ¿por qué chupaste mis dedos? 

—Lo hacia diez veces mas excitante —dijo orgulloso. 

Hoseok ríe por lo bajo, este jovencito no era ninguna broma, y vierte una fina y corta línea a lo largo de los labios entre abiertos de Jimin, se acerca y chupa brevemente el trozo de carne. 

—Mm, caliente, ácido —comenta acerca del sabor. Jimin arrastra sus dientes después, apreciando la sensación y el palpitar que quedo en la zona.

—Perfecto —dice Jimin y Hoseok sonríe completamente de acuerdo —. ¿Me permites?

Jimin tiende la mano y Hoseok se lo concede; vierte una cantidad razonable y se encarga de lubricar su polla. Hoseok realmente disfruta observar esto, pero todo tiene un final y este llega una vez que tiende al menor sobre la cama para así dar paso a lo que sigue.

Jimin ronronea dulcemente sintiendo cómo el mayor se burla de su apertura, tocándola sin invadirla.

—Dime nuevamente cuánto quieres esto —le pide. Jimin exaspera.

—Yo realmente quiero esto, hyung —sus manos vuelan a la nuca del mayor y resbalan hacia las clavículas, parando en su pecho; su mirada recorría también este camino, apreciando aquel cuerpo —. Realmente —dice esto volviéndolo a mirar a los ojos.

Y Hoseok suspira internamente porque Jimin tiene los ojos mas bonitos que ha visto jamas, lo supo aquel día en el evento. Algo en ellos realmente te atrapan y no permiten que sea posible negarle algo.

Hoseok lo besa. Jimin solloza ligeramente porque Hoseok nació para besar, pero sobretodo porque este hombre es tan gentil y condenadamente dulce que sabe como transmitirlo mediante la unión de sus labios. Justo en medio siente que su apertura es finalmente invadida, Hoseok entra lento pero seguro hasta que está completamente adentro y allí reposa, exhalando profundo contra el cuello del menor. Y finalmente cuando haya su voz decide usarla.

—Dime, nena. Habla conmigo —le pide —. ¿Cómo se siente?

—Casi tan maravilloso como tú —suelta sin medir sus palabras, pero inmediatamente se da cuenta que en realidad no  tiene importancia, porque es la verdad.  
—¿Esta Park Jimin siendo un cursi con mi persona por primera vez en su vida? —pregunta sorprendido —. Los chicos matarían por ver esto.

Jimin puede sentir la sonrisa de Hoseok contra la piel de su cuello y como riega pequeños besos por todas partes. Jimin se relaja al rededor de Hoseok y ambos suspiran, se siente fantástico.

Jimin da luz verde cuando Hoseok se inclina para reincorporarse en sus rodillas y se le escapa un gemido travieso. Hoseok se mueve nuevamente solo para escucharlo una vez mas y la cara de Jimin al gemir es tan excitante que lo tiene moviéndose buscando un ritmo constante de inmediato. Los dedos de los pies de Jimin se encrespan, su brazo en el cuello y el otro en la cintura de Hoseok lo mantienen siempre muy cerca suyo, fallando cada vez que quiere tenerlo mas apegado y no puede, porque es imposible fundirse el uno con el otro. Hoseok gruñe en su oído, besándolo en ocasiones para no parecer un animal o una maquina. Jimin jadea sintiendo el cansancio llegar así como también el orgasmo cuando Hoseok golpea su próstata, a lo que Jimin pudo haber dejado marcas de sus uñas en sus omoplatos.

—Lo estas haciendo muy bien, Jiminie. Me estas tomando tan bien, nena.

La voz de Hoseok sonó tan excitante que Jimin no sostuvo el sollozo a tiempo. Cada vez que el mayor le arrullaba cosas bonitas no podía evitar sentirse tan pequeño y sumiso, fantástico, afortunado. La piel de Jimin lucia realmente bien de esta manera, cremosa y morena, su expresión facial, sus mejillas sonrojadas y su cabello revuelto. A falta de cámara, Hoseok quiere guardar esa carita en su memoria, no perder ni un detalle.

Hoseok besa sus labios entreabiertos y hace un sendero por su pecho para atrapar un pezón. Jimin lo toma del pelo y murmura algo que suena como que se siente realmente bien.

—Estoy tan cerca,  Jimin —suspira con los ojos cerrados. Sus narices juntas y Jimin piensa seriamente que Hoseok puede leerle el pensamiento, realmente disfruta los besos esquimales como esos y el rostro de Hoseok luce tan majestuoso de esta manera.

—Ven por mi, hyung —suena mas como una suplica, su voz saliendo imposiblemente orgásmica. 

Hoseok recobra un ritmo mas rápido entonces, a la vez que toma la polla de Jimin y frota de manera circular la herradura. Jimin gime sin vergüenza,  la estimulación en la corona de su polla desatendida lo había tomado de sorpresa, pudo haber jurado que era posible venir con solo tener a Hoseok dando a su próstata.

Jimin no quiere que esto termine,  realmente no quiere, pero su orgasmo lo atrapa vergonzosamente rápido y lo deja tumbado exhausto. Sabe que Hoseok llega segundos después cuando algo mas caliente que el lubricante llena su interior.

Hoseok tendido sobre él se siente realmente reconfortante,  sus respiraciones disparadas buscando regularse es realmente reconfortante,  le hace saber que prefirió descansar sobre él en vez de apartarse y hacerse a un lado. Jimin está por caer dormido, aunque él no quiera,  cuando siente que Hoseok se mueve para apartarse. Lo abraza posesivamente y respira el olor que desprende.

—Cinco minutos más —ronronea, y nuevamente siente la sonrisa de Hoseok sobre su piel. Casi puede leer los pensamientos de Hoseok llamándolo cursi. 

 

 

El despertar mañanero siempre era perfecto cuando no sonaba la fastidiosa alarma y de todas maneras despertaba a la misma hora. Suspira hondo, los pájaros y la luz solar filtrándose por las cortinas delatan el tiempo; día soleado. Restriega su ojo con el dorso de su mano y toca su pecho desnudo, las sabanas tapando por debajo de su cintura. 

Abre estrepitosamente los ojos después de un bostezo largo y automáticamente se incorpora. En ese instante Hoseok desaloja el baño y se abre espacio en la habitación conectada, frotándose el cabello mojado con una toalla. Jimin suspira aliviado, allí está. Vistiendo los pantalones que cargaba ayer puestos y alcanzando la camisa para colocársela. 

—Alguien tiene el sueño pesado, eh —dice Hoseok —. Buenos días, Jiminie. 

—B-buenos días —dice. Un poco sorprendido de que el mayor no se haya ido tarde en la noche o temprano por la mañana.

—¿Por qué me miras de esa manera? ¿Tengo algo en la cara?

—N-no. Solo que luces bien —evita el contacto con los ojos. El torso del mayor estaba desnudo y gotas de agua todavia rodaban por su cuello.

—No puedo decir lo mismo de ti —bromea. Jimin ríe.

—Bueno, ¿qué puedo decir? todavía no conozco una persona que amanezca luciendo atractivo.

Hoseok termina de colocarse el calzado y se aproxima a la cama, donde Jimin todavía esta enredado en las sabanas. No lucia nada mal, ahora mas despierto sus ojos se habían deshinchado y lucia como un tierno bebé. Jimin se siente nervioso de repente cuando el mayor esta sentado en el borde de la cama, suspira y lo mira a la vez que toma su mano y sostiene sus dedos.

—¿Este es el adiós definitivo, Jimin?

Jimin no sabe ni quién es de repente. Abre la boca para hablar pero la cierra sin decir nada, balbuceando entre dientes. Hoseok espera una respuesta mientras lo mira con la cabeza ladeada, intentando buscar en sus ojos una respuesta, como si Jimin fuera un niño pequeño o un animalito tan bonito que quieres abrazarlo hasta el fin del mundo; gracioso porque Jimin piensa que es el mayor quien luce así de adorable.

Jimin lo mira perdido, hasta que no sabe qué hacer mas que besarlo. Tiene la camisa de Hoseok firmemente agarrada en puños, la cabeza ladeada para tener mas acceso a la boca del mayor, a quien no le importa darle completa disponibilidad en su cavidad bucal. Jimin se separa apenas un poco, sus pulmones exigiendo un poco de oxigeno, aquel beso había sido lo suficientemente largo y espeso. Hoseok lo observa cabizbajo, la mirada oscura, Jimin realmente quería algo.

Hoseok le empuja con la nariz  apenas un poco, casi nada, en la mejilla regordeta, llamando su atención. Jimin lo mira entonces, con ojos afligidos.

Hoseok se tenia que ir ya.

—¿Quieres desayunar, hyung? —le pregunta de repente. Hoseok sonríe lastimero.

—Tengo trabajo que hacer, Jiminie.

—¿Quieres desayunar, hyung? Conmigo. No en un avión directo a casa.

Hoseok tenia trabajo que hacer...

… pero quería desayunar con él.

 


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