Baekhyun regresó al hospital junto con un dolor de cabeza monumental, su humor no estaba para nada bueno en esos momentos, y además, como si fuera poco, le llamaron de la agencia informando que hubo un problema así que tendría que allegarse en cualquier momento.
En un intento de escapar de sus responsabilidades, pensó en volver a su auto, llamar al hospital y decir que no se haría cargo del maldito de Chanyeol. Es decir ¿era su responsabilidad?, el ya no tenía nada que ver en la vida de Chanyeol, es más, el mismísimo Chanyeol lo había botado; no es que le tuviera algún tipo de resentimiento pero ¿una persona como Chanyeol se merecía su ayuda? ¿Después de todo lo que hizo?.
Pero como siempre la conciencia y el corazón de Baekhyun fueron más grandes que su egoísmo e inmediatamente desechó la idea.
POV Baekhyun
Justo antes de entrar a la habitación sentí el celular vibrar bajo mi ropa.
-¿hola?-
-¿Cuándo pagarás? , sabes me están presionando-
-oh.. lo había olvidado, lo siento esta mañana no pude ir, iré mañana, lo prometo- se me está olvidando todo.
-estas yendo desde la semana pasada..-
- iré mañana te digo, y no me hables en ese tono jovencito- lo que me faltaba.
-lo siento…-
-ya no importa, solo preocúpate de estudiar ¿sí?, yo soy el que debería de preocuparse por pagar- este niño me va a volver loco, pero lo quiero demasiado como para regañarlo.
-de verdad te lo agradezco, ¿ya te he dicho que te amo?-
-muchas veces jaja, ¿ya te he dicho que no me agradezcas tanto?-
-sí..bueno, me tengo que ir, no te olvides de ir mañana...-
Maldito niño ¿Cómo me cuelga tan a la ligera?, a quien engaño no me molesta en lo más mínimo su actitud, me recuerda mucho a mí.
FIN POV Baekhyun
-Señor Byun, volvió .
-Si ya volví- dijo el menor sonriendo al doctor
- ¿vio que ahora está mucho mejor?, hasta se ve más feliz- el mayor le devolvió la sonrisa.
- Por favor llámeme Baekhyun, el “Señor” esta demás- soltó una risita nerviosa. Realmente se le hacía incomodo, pues saltaba a la vista que el doctor era mucho mayor que él.
- Está bien, entonces joven Baekhyun, ¿quiere pasar a ver al señor Park?- Baekhyun rió un poco por el “joven”, ese doctor nunca lo llamaría solo por su nombre ya le quedaba más que claro.
- Claro- dijo con una mueca.
Baekhyun tuvo la remota idea de que estaba salvado, ya que no estaría a solas con Chanyeol, pero se equivocó. El doctor solo abrió la puerta, le hizo pasar y seguidamente la cerró a su espalda, dejándolo a la deriva con su “ex“ en esa habitación de hospital.
-Hola - dijo el menor llamando la atención de Chanyeol que se encontraba viendo el techo.
-Baek..- el alto se enderezó plantando su mirada en el recién llegado.
-¿Cómo te sientes? ¿Estas adolorido?- preguntó Baekhyun mas por cortesía que por interés.
-Estoy mejor, gracias por preguntar-
Chanyeol no despegó la mirada del bajito, al contrario de baekhyun quien evitó el contacto visual a toda costa.
Baekhyun tomó asiento en silencio, sacó su celular del bolsillo y comenzó a hurgarlo. Chanyeol por otro lado, se dedicó a verlo.
El menor no sentía nada por Chanyeol, nada, absolutamente nada. Ni odio, ni rencor, ni cariño, y mucho menos amor. Chanyeol ahora era para él sólo una persona más en el mundo.
Lo único que se lamentaba Baekhyun, después de todo lo ocurrido, fue haber perdido esa amistad que tenían.
Esa amistad que tuvieron desde secundaria.
Chanyeol estaba en otra clase ya que era un año mayor que Baekhyun, pero aun así eran inseparables y se divertían mucho haciendo bromas. Lo mejor de todo es que se entendían sin ni siquiera tener que hablar.
El día en que Chanyeol se le declaró, se sorprendió muchísimo. Para él Chanyeol era como un hermano. Ese día Baekhyun no supo darle una respuesta, ni al día siguiente, ni al siguiente. Si no hasta dos semanas después, cuando la vida de Baekhyun se destrozó y no tuvo a nadie a quien aferrarse más que a Chanyeol. Inevitablemente Baekhyun se enamoró de Chanyeol.
Cuando Baekhyun estaba en su último año de universidad, decidieron vivir juntos. Alquilaron un departamento en la ciudad. Se repartían las cuentas y tenían una vida un tanto alocada.
Chanyeol trabajaba en una compañía de entretenimiento. Se encargaba de la ingeniería del sonido y gracias a la gran cantidad de sus conocidos dentro del mundo del entretenimiento Baekhyun consiguió obtener un trabajo en su campo apenas salió de la universidad.
Claro que Baekhyun no obtuvo un cargo tan relevante debido a su escasa experiencia, pero ya con el tiempo se pudo establecer como un Productor discográficos, que era lo que más le interesaba.
-¿Tienes mucho trabajo Baek? –preguntó Chanyeol acomodando su cabello.
-Si...- respondió sin mover su mirada del celular. La verdad es que no tenía tanto, pero eso no era problema de Chanyeol.
-Está bien si tienes que irte.
-¿Lo dices en serio? –esta vez su mirada si se dirigió a Chanyeol.
-Sí.
-Volveré mañana ¿está bien?. De todas formas ya se está haciendo tarde ¿no?- dijo Baekhyun levantándose y estirando sus brazos.
-No te preocupes aquí estaré- dijo sonriendo.
Baekhyun sonrió levemente.
-Ok, nos vemos mañana Chanyeol. Descansa.- dio media vuelta y se dispuso a salir.
-Baek..- llamó Chanyeol antes de que éste saliera- ¿me das un beso?.
Esa pregunta salió espontanea de los labios de Chanyeol. Esa pregunta era tan común que no tenía que pensarlo para formularla. Pero para Baekhyun esa pregunta era tan lejana y al mismo tiempo tan conocida que tenía un centenar de recuerdos.
-Tengo sueño – las palabras salieron delicadamente de los labios de Baekhyun – nos vemos mañana.
Chanyeol solo vio la espalda del menor desaparecer por la puerta. Echó la cabeza hacia atrás y soltó un suspiro.
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Baekhyun llegó a su departamento terriblemente agotado. Tiró las llaves sobre la mesita del recibidor y su chaqueta aterrizó en el sillón de la sala. Fue a la cocina por un vaso de agua y regresó a la sala para recostarse en el agradable sillón de masajes que había comprado específicamente para momentos de estrés.
Con el celular en una mano y el vaso de agua en otra, se dispuso a llamar a la agencia. La conversación no duró más de dos minutos, algo rápido y preciso. Lo suficiente para quedar al día siguiente.
Arrojó su celular al sillón donde estaba todavía su chaqueta, y el vaso lo dejó sobre la mesita que estaba casi delante de él.
Tras pulsar una serie de bonotes puso a funcionar su simpático sillón de masajes. Una de las cosas que más amaba Baekhyun era su sillón de masajes, su cuerpo sentía tal agrado que podía estar ahí toda la vida.
Pasaron unos 20 minutos y el celular de Baekhyun comenzó a sonar con la insoportable canción predeterminada que había tenido desde que lo compró.
Apagó dolorosamente el sillón de masajes y atendió la llamada sin siquiera ver de quien se trataba.
-Byun Baekhyun – dijo con voz dejada.
-Estoy afuera.
-Afuera… ¿Dónde?.
-De tu casa.
-Pues entra. ¿Desde cuándo me pides permiso?.
-Desde que perdí mis llaves.
-No sé para qué te doy llaves si las pierdes –se quejó- dile al de seguridad que te deje subir.
-El de seguridad no está.
-Maldición. ¿Para qué tenemos un tipo de seguridad si no va estar cuando lo necesitamos? – rascó su cabeza cansado y se dirigió a la mesita del recibidor – y pensar que pago por tener a este tipo – tomó las llaves y salió.
- Apúrate.
-Voy…
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-¿Para qué tanta seguridad?, es molesto.
-Porque en este edificio vivimos personas importantes- respondió Baekhyun mientras subían al elevador.
- ¿Sabes?, realmente no perdí mis llaves.
- Ah ¿no? – miró de reojo la cara del menor.
-No.
-Solo querías molestar ¿no?.
Las puertas del elevador se abrieron y prosiguieron a entrar al departamento.
-Se me quedaron en tu departamento ayer –dijo tirándose al sillón.
-¿Estuviste aquí ayer? – Baekhyun preguntó extrañado tomando asiento.
-Tu sillón de masajes es lo mejor del mundo.
Baekhyun abrió los ojos y se paró exaltado.
-¡Sehun! ¡¿Utilizaste MI sillón?!.
- Si – dijo sin inmutarse- no deberías ser tan tacaño.
Baekhyun volteo los ojos y tomó asiento.
-Deberías al menos preguntar- bufó algo molesto. ¿Acaso ese niño del infierno no tenía modales?- te quitaré las llaves. –amenazó.
-No puedes – susurró mirando su uña.
-¡Claro que puedo!
-Lo que se regala no se quita – elevó sus ojos para mirar directo a los del mayor.
-Yo no te las regalé, te las presté – contraatacó serio.
-Son mis llaves, es lo mismo.
-Ok, ¿sabes qué?. No me interesa, utiliza el bendito sillón de masajes.
Baekhyun lo conocía. Sabía que no podía “prohibirle” las cosas, porque a la final Sehun terminaba haciendo lo que quería.
-Por eso me agradas hyung – se acercó al mayor y lo rodeo con sus brazos.
-Porque te dejo hacer lo que quieres – las manos de Sehun acariciaban suavemente su espalda. Podía sentirlas bajar por su columna hasta llegar a la cintura y luego subir de vuelta hasta su nuca. El menor jugaba con el cabello para luego toquetear un poco su nuca y cuello – me haces cosquillas Sehun.
-Porque eres la única persona que se preocupa por mí- susurró corrigiendo la anterior afirmación hecha por el mayor – Eres suave.
-Claro que me preocupo – Baekhyun deshizo el abrazo y lo tomó de los hombros – soy tu familia, es mi deber hacerlo. Además no soy la única persona que se preocupa por ti.
-No saques a mis padres a colación porque sabes muy bien que no es así.
El mayor sonrió de manera tierna y le apretó la mejilla a Sehun.
-Dime, ¿cómo van los estudios? – Preguntó mientras se paraba para ir a la cocina - ¿Quieres comer algo?.
-No, ya comí – respondió parándose también para ir a la cocina. – me va de maravilla, ¿Qué esperabas de mí? , soy el mejor de todas las malditas clases – su sonrisa de autosatisfacción no tardó en mostrarse.
-El segundo mejor. El mejor es Luhan – Baekhyun agarró una manzana y la pico por la mitad quitándole las molestas semillas. Escuchó el resoplido del menor a sus espaldas y no pudo evitar reír en silencio.
-¿Acaso te gusta Luhan?, bueno no sería nada raro, el maldito es casi tan ofrecido como una puta – espetó molesto.
-¡Hey!, ¿Por qué ese terrible odio? - Baekhyun se volteó dejando la manzana en la tabla junto con el cuchillo – No deberías hablar así de él, Luhan es muy agradable.
-Claro, agradable. Me cae como las mierdas, no lo soporto. Siempre tan amable y su cara de niño estúpido. Por eso es el mejor, porque es demasiado “agradable” con los profesores – Sehun se cruzó de brazos mirando molesto al mayor.
Baekhyun se sorprendió por las palabras tan despiadadas del menor. No se podía creer que Sehun hablara así de una persona tan amable y simpática.
La primera vez que vio a Luhan fue uno de esos días donde tuvo que ir a la Universidad de Sehun a pagar. Luhan iba despistado y lo chocó accidentalmente. Se disculpó de inmediato y comenzó a reprenderse él mismo por ir tan distraído. Le dio tanta ternura que no pudo pasar de preguntarle su nombre y así sostuvieron una pequeña conversación. Ese día se enteró que Luhan estudiaba lo mismo que Sehun y que iban a las mismas clases. Tiempo después fue regular verlo y conversar con él cada que iba a la universidad del menor. Luhan era muy inteligente, siempre tenía el mayor puntaje en todo; eso lo supo de la propia boca de Sehun.
-¿No te sientes mal cuando dices ese tipo de cosas? – le preguntó acercándose hasta donde él estaba.
-No quiero seguir hablando de Luhan - Sehun hizo una mueca rara con su boca y miro al mayor- ¿Cómo te fue en el trabajo? –preguntó cambiando de tema.
Baekhyun se volteó para tomar su manzana y dejó el cuchillo junto con la tabla en el fregadero. Luego dio un buen mordisco a una de las mitades y pasó de largo hacia la sala, dejando a Sehun solo en la cocina.
-No tenías por qué ignorarme, gracias –se quejó cuando alcanzó a Baekhyun en la sala.
-No tenías que cambiar de tema tan bruscamente.
La verdad es que Baekhyun no quería informar a Sehun todo lo que había pasado: Que no fue a trabajar ese día, tampoco que había pasado desde la noche anterior en el hospital. Menos que se enterara que había estado con Chanyeol y que, además, debía seguir viéndolo.
-Fue un día normal, como cualquier otro – dijo quitándole importancia con un movimiento de mano.
-Pues el mío no. Tuve un día muy difícil….¡Oh Dios, creo que me voy a desmayar! – dramatizó exageradamente tirándose en el regazo de Baekhyun.
-¡Quitate Sehun!, estas pesado….- se quejó intentando mover al menor- dime ¿qué comes para crecer tanto?.
-Hazme un masaje…- Sehun miró a Baekhyun con ojos de perrito regañado, o al menos hizo el intento.
-Eres un total sinvergüenza. No te voy a hacer nada –lo lanzó al piso de un empujón.
-Yo siempre te doy masajes hyung…- dijo riendo desde el piso de la sala- “Sehun tus manos en mi cuerpo son el paraíso” – se burló tratando de imitar el tono de voz de Baekhyun.
-¡Callate! , tú te lo tomaste de la manera equivocada – la cara del mayor se puso roja y caliente- no tomaste en cuenta el contexto – dijo mientras se paraba y pateaba, de una manera nada ruda ni dolorosa, a Sehun.
-Tienes que admitir que sonó bastante mal – Sehun no podía parar de reír mientras recibía las “patadas” de su hyung.
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Sehun se fue a su departamento bastante tarde. Baekhyun le dijo que se quedara y que se fuera en la mañana temprano. La ropa no era problema porque tenía una infinidad de mudas en el departamento. Pero el menor terco se negó con la excusa de que tendría que pararse mucho más temprano para llegar a la Universidad. El departamento de Baekhyun, a diferencia del suyo, quedaba mucho más lejos de su Universidad.
Baekhyun se dispuso a dormir unos diez minutos después que Sehun se fue. Se acomodó en su enorme cama y prendió la TV para ver las noticias, la verdad es que no le estaba prestando mucha atención. Una noticia tras otra, solo le llamó la atención una que hablaba de una persona que estuvo a punto de suicidarse, iba a tirarse de un edificio.
Tomó el control para apagar la TV pero se arrepintió cuando vio la próxima noticia: “Un hombre, en estado de ebriedad, chocó contra un poste en pleno centro de la ciudad; afortunadamente no hubo nadie involucrado en el accidente”. Baekhyun no siguió escuchando y apagó la televisión.
No tenía que seguir escuchando para saber que hablaban de Chanyeol. Diablos, mañana tendría que ir al hospital y rogaba que Chanyeol hubiera recuperado su estúpida memoria. No quería lidiar más con él.
Se acurrucó y se forzó a dormir. Si, hoy había sido un día largo y cansador, esperaba con todas sus ansias que el siguiente fuera todo lo contrario.