Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Mi prometido? (Tsuki x Yamaguchi) por Flory

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola.

Siendo sincera planeaba poner unas complicaciones a nuestras parejas pero opte por darles un poco de mas feliciad.

disfruten el capitulo. 

-oh… bienvenido hermano.


Kiyoko se encontraba en el jardín, su rostro tenía unas manchas de tierra y en sus manos sostenía unas tijeras con las cuales cortaba unas rosas.


-hermana ¿Dónde están ellos?


-se fueron de viaje.


-¿Qué? ¿Por qué? ¿Cuándo vuelven?


-luna de miel, la tercera del año. Dentro de dos o tres semanas volverán.


-esto es…


-ya no debería sorprenderte hermano.


-me reusó a creer que ellos son los adulto –Tsukishima siempre estaba en desacuerdo con que sus padres tomaran las cosas tan a la ligera siempre. Se tiro en el césped a un metro de su hermana.


-cambiando de tema. ¿te gusto?


Tsukishima se ruborizo y desvío la mirada. Ella lo miro divertida, le quito pétalos a la rosa que tenía en las manos y los tiro sobre su hermano que cerró los ojos aspirando su dulce aroma y recordando lo ocurrido horas a atrás.


-uuuu creo que si te gusto.


-gracias –le dijo él con una gran sonrisa.


-no. dime más.


-ambiciosa. Y lo segundo estuvo de más eh.


-que querías, eran demasiados pétalos como para dejarlos todos en el baño. Y por tu alegre mirada, confirmo que también disfrutaste de eso.


-fue lo mejor de lo mejor –se sentó y entrelazo los pies para ponerse a jugar con la punta de sus zapatos.


-me alegra escuchar eso.


Cuando ella termino de cortar las rosas entraron a la casa. Él subió a su habitación y ella se quedó arreglando sus rosas, una de las cosas que más le agradaba hacer por las mañanas.


Tsukishima se tiró sobre su cama y abrazo una almohada, dio vueltas en su cama y finalmente se extendió por toda ella dejando caer la almohada al suelo.


-lo amo.


¿Desde cuándo se había vuelto tan así? Era algo que solo Tadashi podía provocar en él.


………………………………………………………………………………………………………………………………………..


-¿mamá me prestarías este libro?


Ayudaba a su madre a limpiar su habitación, era algo que ella hacia cada fin de semana y ocasionalmente él la ayudaba, siempre encontraba cosas interesantes ahí.


-claro. Oh por cierto ¿abriste tu regalo?


-no, quería estar contigo para hacerlo. ¿Vamos?


Ella le confirmo con una sonrisa y salieron de su habitación para ir a la de Tadashi. Fue a su closet y saco una caja  y la coloco sobre la cama. Ella se sentó junto a la caja y espero con ansias a que él la abriera.


-bien, veamos qué es lo que tenemos aquí –su tono de suspenso hiso reír a su madre.


Sacó una hermosa bufanda negra tejida a mano, ella la hiso, él lo sabía sin necesidad de preguntarle, ese estilo de tejido era único de su madre.


-mamá, aún falta para el invierno.


-¿Quién dice que no la puedes usar en cualquier estación?


-jaja… me encantan –dijo el besando el suéter –veamos que más hay por aquí.


Bajo la bufanda había un portarretratos tallado en madera: su apellido en la parte superior, rosas y sus ramas se alzaban entrelazadas por los extremos; cada detalle, los colores en la madera, el barnizado todo era perfecto. Ideal para decorar la pintura que contenía: un retrato pintado a mano de la familia Yamaguchi.


-mamá… es genial –él se lanzó a sus brazos para agradécele con sus lágrimas de alegría.


-guarda un poco de felicidad, aún hay más.


Limpio sus lágrimas y saco lo último, uno pequeña cajita, dentro tenía una cadena plateada con un dije dividido en dos; una madre y su hijo abrazados, juntos formaban un corazón.


-¿quieres matarme de felicidad?


-cariño, ven aquí –ella extendió los brazos y él se arrodillo ante ella para descansar su cabeza sobre su regazo, ella le acariciaba los cabellos, era uno de esos momentos en los que Tadashi quería que el tiempo se detuviera.


-mamá por favor, no me abandones nunca –le rogo él.


-jamás hijo, jamás. °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°


La tarde soleada y alegre, perfecta para salir a dar un paseo. Si, Shoyo lo habría hecho de no ser que ahora moría de sueño.


-¡ya levántate, has dormido todo el día! –gritaba Kageyama en un inútil intento por despertarlo.  


Trato de quitar las mantas a Shoyo pero este se había envuelto en ellas como un taquito ignorando al resto del mundo, y eso era lo que más molestaba a Kageyama quien solo quería pasar su sábado con Shoyo, pero no durmiendo todo el día.


-bien, si así lo quieres. Me has obligado a hacer mi jugada maestra.


Salió de la habitación dejando la puerta abierta, llego hasta la cocina donde empezó a sacar toda clase verduras y carnes, se puso a cocinar, coloco unos ventiladores junto a él para hacer que el olor se esparciera por todo el apartamento.


-ahora sí, veamos si aún dudas en levántate –dijo para si, poniendo una macabra sonrisa mientras le ponía algo de vino a la carne de la sartén y de esta salió una llamarada de fuego. Como lo planeo, el olfato de Shoyo empezó a hacer su trabajo, en cuanto olfateo el dulce olor a carne cocinándose; salió de las mantas como mariposa del capullo, solo que en lugar de volar, él se fue al suelo golpeándose toda la espalda, aunque pareció no importarle.


-Kageyama eso huele uy bien.


-ooh terminaste de invernar.


-¿ya está listo? –dijo sentando en el comedor.


-ya casi, pero ante… ¡ve a vestirte!


El olor fue tan hipnotizante que Shoyo salió de la habitación tal y como estaba, en boxers y descalzo.


-¿ah? Mmm si vuelvo allá la cama me seducirá y volveré a caer –dijo con un puchero de niño malcriado.


-pues entonces decide; la cama o la comida.


-la comida.


-pues se fuerte, ve, vístete y regresa.


-bien


Shoyo puso cara de decidido y corrió a toda velocidad a la habitación y salió en solo 3 minutos, despeinado, pero vestido.


-bien, siéntate ya está listo – Shoyo prácticamente voló a la mesa –pero antes…


Se acercó por detrás de Shoyo  y le rodeo con los brazos, beso su cuello por detrás dándole una cálida sensación a Shoyo quien giro su rostro para besarlo en los labios.


-la entrada esta lista, venga el plato fuerte –dijo Shoyo rogando la comida.


-tendré que alimentarte si quiero más de esto.


-descuida, en cuanto recupere energías volveré a meterme a la cama, pero esta vez contigo –dijo poniéndole una mirada seductora mientras daba un bocado.


-espero con ansias… pero antes lavas los platos.


-aah… si te doy un servicio por los platos.


-¿acaso eres prostit…


-ya… lavare los platos pero después me iré a mi apartamento.


-¿enserio odias tanto lavar platos?


-termino rompiéndolos siempre.


-está bien yo lo hare.


-te adoro.


-eres un manipulador… pero quiero mi servicio.


-oh así que al final aceptaste.


-cállate y come.


 


En cuanto terminaron de comer Kageyama levanto la mesa, limpio y lavo los platos mientras que Shoyo regreso a la habitación. No le importo hacer todo él solo, el hecho de saber que disfrutaría de Shoyo hasta que se ocultara el sol, lo valía.


-¡Kageyamaaa! –se escuchó la voz desesperada de Shoyo.


- ¡ya voy!


-me quedare dormido si tardas más –amenazo.  


-¡que ya voy!  -grito arrojando los guantes al lado del lavabo. “no dejare que salgas de esa habitación caminando.


Decidido a hacer de todo con él en la cama y en donde sea, abrió la puerta de un golpe dejando escuchar el estruendoso sonido. Pero la sorpresa se la llevo él al ver a Shoyo sobre la cama con solo una parte de la sabana cubriéndole la entrepierna.


-oah estamos en fase sexi –le dijo Kageyama que solo lo miraba desde el marco de la puerta.


-mmm no, solo tenía calor –le respondió bajando la sorpresa en Kageyama.


-ya decía yo que era demasiado.


Desbotonando su camisa se dirigió a la cama, y sin pensarlo aparto la sabana dejando expuesto al pequeño.  Se quitó la camisa y aflojo sus pantalones, con una libidinosa mirada le recorrió todo el cuerpo para terminar clavándola en los ojos de Shoyo.


-Kageyama parces un pervertido con esa mirada.


-es tu culpa –le reprocho.


-¿mía? Tú eres de la mente sucia –se defendió.


-cállate y hazte responsable de lo que provocas en mí.


Shoyo se le acerco a gatas, le acaricio los pectorales  y bajo los pantalones lo suficiente para dejar toda su ropa interior expuesta. Kageyama  bajo un lado de sus bóxer dejando la mínima parte de lo que Shoyo quería ver, con su expresión juguetona y coqueta le sonrió a Shoyo como diciéndole que era todo suyo.


Shoyo subió hasta los labios de Kageyama y los atrapo entre los suyos en un beso ansioso e intenso. Su mano acariciaba el pene de Kageyama por sobre los boxes, y aun así el pelinegro sentía que el calor ya lo sofocaba, a veces pensaba que la habilidad de Shoyo radicaba en ponerlo excitado con el mínimo esfuerzo por parte del pequeño.


-pequeño y apasionado… –le dijo el pelinegro al separarse y después morderle el labio.


-mmm duele –se quejó Shoyo.


Kageyama sonrió entre el beso, le encantaba morder esos labios que temblaban entre los suyos. Shoyo dejo las caricias y metió su mano dentro de la ropa interior del pelinegro para sacarle el pene y sentirlo directamente entre su mano. Kageyama era quien más sentía el placer recorriendo por su cuerpo, estaba ansioso por compartir pronto esas sensaciones con Shoyo.  Pronto ambos sintieron como el pene de Kageyama empezaba a endurecerse.


-Kageyama…


-sí, ya es momento de empezar.


Shoyo dejo de tocarlo y se recostó sobre las almohadas, Kageyama se quitó por completo los pantalones y subió junto con él. Estiro el brazo y tomo una caja que estaba sobre el buró.


-elije –ordeno a Shoyo.


El pelinaranja la abrió, en ella había muchos condenes y lubricantes saborizados, revolvió entre ellos y saco los elegidos dejándolos caer sobre la cama.


-te dejo el resto –le haciéndole sentir como el macho alfa.


Kageyama le coloco el lubricante mientras lo preparaba para recibirlo, metiendo, sacando y acariciando su entrada. solo con esto Shoyo ya estaba más que excitado, las manos de Kageyama eran muy habilidosas cuando se trataba de tocarlo.


-aah… date prisa –le rogo Shoyo abriendo las piernas dándole espacio para que se acomodara entre él.


-tenemos todo el día…


Pero él también estaba deseándolo con todas sus ganas, se colocó el condón y de una sola estocada lo penetro por completo. El gemido de Shoyo, placentero y lleno de vigor se escuchó por toda la habitación.


-me encantan tus gemidos –le dijo besándole la pierna.


Shoyo se empezó a mover y Kageyama lo siguió, en esta ocasión sus movimiento iniciaron con rapidez como si solo tuvieran ese momento. Las envestidas golpeaban a Shoyo una y otra vez acelerando su respiración y haciéndolo sentir un completo mar de placer.


Su cuerpo estremeciéndose entre las sabanas, las apuñaba entre sus manos para mantener la cordura y no gritar como un desvergonzado.


-mas…


-¿más qué?


-…más rápido –imploro Shoyo.


Kageyama le levanto más una pierna y la beso succionando con intensidad dejando una evidente marca.


-¡aah!.. no es justo… a ti no te gusta que te deje marcas…


Acelero sus envestidas para no tener que responder, pues los gemidos de Shoyo no le permitían hablar.


-no me evadas…


-este es momento de disfrutar –le respondió dando estocadas más fuertes.


-¡aah! Mmj –Kageyama le soltó las piernas y tomo de la cintura para que sus embestidas tuviesen mayor efecto.


El pequeño ya estaba en su límite, iniciaron con tanta intensidad que era lógico que se le acerara todo.


-cuando gustes –le dijo Kageyama estando también a punto de terminar.


-ya no… -retorció el cuerpo en cuando termino sintiendo ese caliente liquido recorrer por su pene manchando su vientre y un poco la de Kageyama.


En cuanto Shoyo termino, su entrada se relajó apretándole más el pene a Kageyama lo que le favorecía al sentir mayor excitación por la presión.


-eres el mejor –sintió el palpitar en su pene y el semen fluyendo de él acompañado de una acalorada satisfacción de placer ardiente.


-rápido y placentero –dijo Shoyo reincorporándose junto a él.


-lo más placentero –le dijo –un momento –saco su pene con cuidado.


Se levantó de la cama y fue al baño para quitarse el condón, cuando salió de ahí, llevaba pañuelos húmedos para que Shoyo se limpiara.


-hagámoslo otra vez-le dijo Shoyo con coqueteo.


-si, en cuanto me recupere.


-hablas como un anciano.


-cállate, te demostrare que puedo darte mucho más.


Las provocaciones de Shoyo siempre funcionaban de maravilla, y ahora estaba a punto de empezar su segunda ronda del día.


°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°


“dios me duelen las  caderas” Tadashi acababa de comer un helado con su madre y ahora regresaba a su habitación, quería descansar un rato.


-eso fue genial ¿siempre dolerá después de hacerlo?


-no, solo las primeras veces.


-¡aahhh! ¡Mamá! –a Tadashi casi le da un paro cardiaco al ver su madre de tras de él, sonriendo como si nada.


-jeje olvidaste tu celular –extendió la mano entregándoselo.


-mamá –chillo como niño avergonzado tapándose el rostro.


-eso ocurre, claro que no es algo que quieras hablar con tu madre ¿cierto? mejor ve con tus amigos –dijo con una sonrisa mientras le daba la espalda.


“eso fue vergonzoso”  se tiro en su cama y tapo de pies a cabeza con la manta. Que su madre le haya escuchado era demasiado para él, rodaba por toda la cama envolviéndose más y más en las mantas hasta que se le termino la cama y cayó al suelo.


-auch esto es más doloroso –se levantó en cuanto escucho que tocaban a su puerta –adelante.


-permiso. ¿Joven, está bien?


-ah Shimada. Si, solo un mal cálculo –camino adolorido hasta el sofá y deslizo con cuidado.


-la señora me ha pedido que esta semana yo sea su conductor.


-cielos, está exagerando… ah… gracias, no creo salir, pero si lo hago te llamare.


-espero que sí, hace mucho que lo lleve a alguna parte –le dijo con algo de nostalgia.


-es verdad. Últimamente he conducido yo, o Tsuki viene por mí –dijo sobándose la cabeza.


-a este paso me quedare sin empleo.


-jeje no exageres –rio con ese peculiar encanto de niño tierno que siempre ha poseído.


-esperare sus órdenes –dijo Shimada huyendo de ese encanto. “que adorable” pensó mientras salía.


°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°


Kuroo se fue del apartamento de Kenma al medio día, le había dicho que regresaría para cenar juntos, pero su impaciencia le hiso regresar antes. Lo encontró durmiendo sobre el sofá de la sala, al parecer estaba jugando ya que su juego estaba en el piso, y la pequeña bola pelos amarillos, el gato,  se encontraba acurrucado junto a él.


-yo debería estar ahí.


Paso su mano por los cabellos del pequeño y después por sus labios entre abiertos.


-¿siempre acostumbras a hacer algo mientras duermo?


-aah! Claro que no, es solo que... no pude contenerme.


Kenma se levantó haciendo que el gato se despertara y bajara del sofá yéndose a otra habitación.


-ya hay espacio para ti –le dijo esbozando una ligera sonrisa a Kuroo.


-¿has comido? –le pregunto mientras se sentaba junto a él.


-no. me quede dormido desde que te fuiste.


-te preparare algo –dijo levantándose.


-no tengo hambre, esperare hasta la cena.


Volvió a sentarse, Kenma había vuelto a tomar su juego dejando a Kuroo en segundo plano. Por mucho que lo intentara aun no podía romper esa línea de solo un beso de labios, quería a Kenma, por lo tanto debía caminar a su paso en esta relación. Pero se empezaba a desesperar, podría decirse que lo amaba tanto que sentía que se desbordaría en cualquier momento.


-hace demasiado calor –Kenma encendió el aire acondicionado.


-no quieres comer. Entonces ¿me permitirías prepararte un postre fresco?


-¿cocinas?


-no tan bien. Pero se algunos trucos –le dijo muy confiado en sí mismo.


-bien. Tomare un baño mientras haces lo tuyo.


Tratando de dar su mejor esfuerzo, Kuroo planeo hacer el postre más delicioso de su vida. Abrió la nevera, los cajones de la alacena, revisando que ingredientes había, por suerte Kenma tenía de todo. “¿Por qué tiene de todo si él no cocina?” continúo con su tarea, el mejor postre no tenía por qué ser complicado: unos Smoothies de piña colada y un improvisado pastel de helado moka con base de galletas molidas, todo sazonado con un poco de alcohol suave,  ya que Kenma tiende a no asimilar muy bien el alcohol.


-eso fue rápido, luce muy bien –alago Kenma en cuanto vio el postre en la mesa de centro.


-no, tu baño tardo demasiado.


-¿sí? casi me quedo dormido en la tina –dijo despreocupado mientras se sentaba.


-no digas eso así como así –soltó un pesado suspiro y se sentó junto a él –mejor pruébalos.


Kenma comió del helado y su gesto basto para denotar que sus papilas disfrutaron el sabor aliviando así a Kuroo.


-delicioso.


“una sola palabra. Bueno para él es mucho, aun así me hace feliz”. A pesar de todo sabía que aún no lo amaba como llego amar a Shoyo. No como a Shoyo, ¿amar? Ni siquiera sabia si lo amaba solo un poco o si se estaba forzando a estar con él con tal de salir de su monótono amor por Shoyo.


-Kenma –el pequeño levanto la mirada viendo a Kuroo con una expresión seria.


-¿si?


Dudo en preguntar sus inquietudes, tal vez era un masoquista, pero solo quería estar junto a él, no importa de qué manera.


-nada, solo… ¿Qué te gustaría para cenar?


-lo que sea está bien, algo ligero.


-¿ligero? No has comido nada y quieres algo ligero para la cena.


-está bien, te lo dejo a ti, tu decide –le dijo sin quitar la vista del helado.


“le pone más interés al helado que a mi” lloriqueo en su interior “yo lo hice y ya lo odio, no volveré a comer helado de moca”  


°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°


 -hermano, me quedare con una amiga. Regreso el lunes por la tarde.


Tsukishima la escuchaba desde el otro lado del escritorio de su padre, donde se dedicaba a leer todos los informes pendientes que su santo padre no se dignó a revisar.


-¿le avisaste a ellos?


-desde ayer.


-entonces diviértete.


-tú también hermano, podrías traer a Tadashi contigo –le dijo con una discreta sonrisa mientras salía del despacho.


Tsukishima dejo de leer en cuanto escucho eso, “otra noche con Tadashi”. Salió del despacho y corrió a su habitación donde tomo su celular y llamo a Tadashi.


-hola, ¿estas libre mañana?


-¿eh? Sí.


-ven a mi casa esta tarde, te espero a las 6 y dile a tus padres que no llegaras a dormir.


No espero a que Tadashi contestara, corto la llamada después de decir eso. El cuerpo de Tadashi nuevamente desnudo entre el suyo, sonrió con ligereza al imaginar eso, no podía evitarlo era felicidad que no se escondía.


-¿en verdad eres tú? –le dijo su hermana en tono de burla al pasar por su cuarto.


-creí que ya te habías ido.


-no puedo ser tan rápida como tú.


-ya vete –le dijo aventándole una de sus almohadas que ella esquivo al instante.


-jaja mi hermano enamorado, es algo creí que no vería nunca.


-ya vete –le volvió a gritar. 


°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°


-gracias por traerme.  Adiós.


Frente a la casa de los Tsukishima se encontraba Tadashi bajando del auto, Shimada lo despedía con una amable sonrisa. Miro hacia la casa y pudo ver a Tsukishima parado junto a una ventana observándolos, sus miradas se cruzaron y casi podría decirse que un rayo saliendo de sus miradas chocaron entre sí.


Tadashi entro a la casa y Tsukishima ya estaba esperándolo.


-tardaste –le dijo en cuanto entro.


-lo lamento, no pude salir antes.


-no importa. Ya estás aquí.


-sí.


-vamos –le indico.


Tadashi camino frete a Tsukishima quien miro su andar lento.


-oye…


-mmm


-hoy… ya sabes ¿te hice daño?


-¿eh? –no tardo en entender a lo que se refería –no es decir… no lo podías evitar.


-entonces, si te lastime –dijo con algo de culpa.


-no. la felicidad que sentí hace que valiera todo –le dijo tomando con timidez al mano de Tsukishima.


-seré más cuidadoso –dijo apretando las manos.


 


Pasaron a la sala donde una empleada les llevo unas bebidas y botanas. Tsukishima encendió la gran pantalla en la puso una película de ciencia ficción con muy buena resolución.


-¿y los demás? –pregunto Tadashi.


-salieron. Mi hermana regresara el lunes y mis padres no tengo de idea, tal vez dentro de tres semanas o un mes.


-je Tsuki pareces acostumbrado a eso.


-sí.


Antes, quedarse a solas con Tsukishima lo habría puesto nervioso, ahora ya no, todo lo que sentía era tranquilidad y deseos de que esos momentos no terminaran nunca.


-pronto serán las vacaciones ¿quieres que hagamos algo? -dijo Tsukishima.


-mmm no, es decir no había pensado en eso.


-podemos hacer lo que gustes –Tadashi quedo pensativo unos instantes.


-entonces… vallamos a un bosque… todos –todos, esa palabra estuvo de más para Tsukishima.


-preferiría…


-podemos quedarnos una semana o dos, haríamos muchas cosas de campo, contaríamos historias alrededor de una fogata y… -Tadashi parecía muy emocionado, continuaba hablando pero Tsukishima ya no estaba interesado en escuchar, estaba claro que ya estaba decidido: ir de campamento, con todos.


Cuando su película termino, les informaron que la cena estaba lista, por lo que se dirigieron al comedor. Demasiado grande para solo dos personas, Tadashi se preguntaba si ellos no se sentirían solos de cenar así la mayoría de las veces.


-¿no estás cansado? No dormimos casi nada –le pregunto a Tadashi.  


-solo un poco. ¿y tú?


-sí, pero ya estoy acostumbrado. Mi padre se fue y dejo trabajo pendiente, siempre hace lo mismo, y termino realizando su trabajo. 


-no creo que sea bueno acostumbrarse al cansancio.


-tal vez no, pero si se puede hacer.


-¿es por eso que duermes mucho durante el día?


-tal vez, pero… -con una mirada de esas que te desnudan hasta el alma, le dijo –tú serás mi cafeína.


-ese es un  mal piropo –le dijo Tadashi conteniendo la risa.


-soy malo para estas cosas, y aun así lo sigo haciendo –dijo Tsukishima sintiéndose patético.


-está bien, me gusta eso de ti –por primera vez Tadashi dijo algo así sin sonrojarse, ahora era Tsukishima quien lo hacía al oír eso.


Tadashi, sacando las versiones más ocultas de Tsukishima, ¿desde cuándo ese chico había tomado todas las llaves de su ser?


Cambiando de tema, Tadashi se interesó por preguntar sobre la relación de sus amigos.


-¿ya sabias que Kuroo…?


-si –interrumpió Tsukishima –nunca me cuenta mucho sobre esas cosas, pero puedo ver que se enamoró de tu amigo.  


-a decir verdad, siempre quise que Kenma encontrara a alguien, pero siento que algo anda mal.


-por lo poco que me conto, aun trata de que ese pequeño se enamore de él.


-Kenma es muy lento –dijo Tadashi bajando su ánimo al imaginar a un Kuroo anciano tras de un Kenma igual de anciano.


-y Kuroo se desespera muy rápido.


-espero que todo salga bien.


-¿quieres poder ayudarlos cierto? –dijo Tsukishima dando en el blanco.


-si… pero es algo que ellos deben solucionar.


-mmm si –Tsukishima jugueteo con su bebida –pero no está mal darles un empujón.


-Tsuki… tienes algo en mente.


-sí, se me acaba de ocurrir una idea, pero necesitare ayuda.


-cuenta conmigo –le dijo Tadashi feliz de poder hacer algo.


-mientras más rápido mejor, ya que mañana es domingo, ¿te parece si mañana mismo lo hacemos?


-sí.


 


En cuanto terminaron de cenar, subieron a la habitación de Tsukishima, era la primera vez que Tadashi estaba ahí, y era tal y como la imagino.


-linda –dijo en cuanto entro.


-mi madre y hermana la decoraron.


-les quedo increíble.


-escucha, tengo unos informes que revisar. Volveré en cuanto termine.


-sí, usare tu baño para ponerme mi ropa de dormir…


-¿para qué? –Tsukishima le levanto la barbilla y beso sus labios de la forma más sexi que podía ser –no creo que dures mucho con ella puesta.


-entonces no la usare –le respondió devolviéndole el beso.


-regresare en cuanto termine –dijo Tsukishima saliendo de su habitación.


En cuanto salió, Tadashi empezó a desvestirse quedando solo en ropa interior y se metió a la cama a esperar al rubio.


Una hora y media más tarde, Tsukishima subió y lo encontró envuelto en las sabanas  y dormido tranquilamente. “tshh tarde demasiado” lo miro tan relajado que se le hiso cruel despertarlo. Haciendo el menor ruido posible se quitó la ropa quedando igual que Tadashi y se metió en la cama tratando de no mover mucho, pero Tadashi empezó a despertarse.


-mmg… ¿terminaste?


-sí, lo lamento, tarde mucho –lo abrazo y pego más a su cuerpo dándole un beso en la cabeza.


-tengo… sueño –la voz de Tadashi sonaba bastante adormilada.


-duerme.


-pero tu querías…


-yo solo quiero estar contigo, y tenemos mucho tiempo para eso.


-te quiero… -giro la cabeza para darle un beso en los labios.


Tadashi se acomodó en el pecho de Tsukishima y al final los dos cayeron en un profundo sueño.


 


 


Por la mañana Tadashi se despertó a las 9 y Tsukishima ya no estaba en la cama.  Había descansado lo suficiente, una noche tranquila junto a Tsukishima era de las cosas que más disfrutaba. La puerta de la habitación se abrió y entro Tsukishima con una charola de comida.


- Tsuki –no pudo ocultar su emoción.


-los empleados tienen el domingo libre, así que pues… -últimamente hacia cosas que no iban con él.


-gracias.


-si bueno… desayuna, yo voy a terminar de arreglar lo que comentamos ayer.


-mm sí. Espera –lo detuvo antes de que se alejara de él –falto algo –Tsukishima se acercó para saber que era –buenos días –le dijo dándole un beso en la mejilla.


-buenos días –respondió Tsukishima devolviéndole el beso pero a los labios.


°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°


-gracias por pasar por mí –dijo Kenma al subir al auto de Kuroo.


-un placer –le sonrió y empezó a conducir.


-Tadashi solo me dijo que quería salir, pero no dijo a donde.


-me dieron la dirección, al parecer quieren ir a un parque de diversiones.


-me suena infantil –dijo Kenma desanimado.


-¿no quieres ir?


Por un momento pendo en decir no, pero después pensó en Kuroo, se estaba esforzando mientras que él no salía de sus monótonos pensamientos.


-podría ser divertido, hace mucho que no voy a uno.


Bien podría parecer una respuesta positiva, pero Kuroo podía notar que se estaba forzando a sí mismo, algo así, algo como eso… empezaba a hacerlo sentir mal.


 


Llegaron al punto de reunión, la entrada de parque, donde ya se encontraban sus amigos, Tsukishima  y Tadashi, Kageyama y Shoyo.


-tardaron mucho –dijo Shoyo.


-enano, ustedes llegaron hace 2 minutos –dijo Tsukishima.


-si, pero llegamos 2 minutos antes –intervino Kageyama.


-¿Qué son dos minutos? –dijo Kuroo sin dejarse vencer.


-son 120 segundos de diferencia, puntualidad y nosotros llegamos antes –dijo Kageyama imponiendo su comentario.


-es a quien le…


-suficiente, entremos –dijo Kenma pasando entre ellos seguido de Tadashi y Shoyo.


 


¿Cuál era el plan? Tsukishima ya les había contado todo, todo estaba listo, lo único que faltaba era poner a esos dos en el lugar apropiado.


-espero que funcione –dijo Kageyama.


-conociendo a Kenma podría reaccionar de dos maneras: 1 se vuelve un ermitaño sin creer en el amor,  y 2, lo ignora, actúa como si nada y hace como que Kuroo no existe.


-Shoyo ambas son fatales. –dijo Tadashi con miedo.


-todo saldrá bien, y si no, solo dejara de hablarle a Kuroo, nosotros estaremos bien –dijo Tsukishima sin culpa en la voz.


Ya pasaba de las 3 de la tarde y habían disfrutado de muchas atracciones,  decidieron dejar la montaña rusa para el final, sugerencia de Tsukishima, Tadashi no sabía si era parte de su plan o era si era porque no le agradaba mucho esa atracción.


Cuando descansaban después de comer un helado, el celular de Kageyama sonó y se alejó para responder.


-¿A dónde crees que vas…? –casi grito Shoyo, pero Tadashi lo detuvo colocando su mano sobre la de él, dándole a entender que no era lo que se imaginaba.


“será un milagro si esto sale bien” pensó Tsukishima mientras masajeaba el puente de su nariz.


Kageyama regreso con una sonrisa en el rostro, miro a Tsukishima y le dio la señal de que era el momento.


-si quieren subir a alguna otra atracción ahora es el momento –dijo Tsukishima limitándoles el tiempo.


-oohh vamos a la montaña rusa –dijo Shoyo tan emocionado como podía.


-sí, vamos –secundo Tadashi.


-está decidido entonces –dijo Kuroo levantándose.


-yo paso –escucharon decir a Kenma con su habitual voz.


-oh es verdad, a Kenma le asustan las montañas rusas –confeso Shoyo –bueno al menos acompáñanos.


-¿te asustan? –le pregunto Kuroo.


-algo, pero los acompañare.


Estaba formados para subir, cuando se percataron de algo: iban en pareja, pero ahora Kuroo estaba solo.


-¿Quién subirá con Kuroo? –dijo Shoyo con una voz sobre actuada que hiso que Tsukishima se llevara la mano a la cara.


-eso es un problema –Tadashi fingía estar pensativo tratando de buscar una solución.


-ne… necesitamos solucionar esto –dijo Kageyama nervioso, lo que ponía a Tsukishima peor.


-descuiden, creo que será mejor que acompañe a Kenma –dijo Kuroo saliendo de la fila.


En eso estaba cuando se pero frente a él una hermosa chica: alta, de pelo rubio y corto, y muy bien proporcionada.


-disculpa, escuche su conversación y si no te molesta me permitirías subir contigo –le dijo con tono de ruego –yo de verdad quiero subir, pero mi amiga le teme a estas cosas –dijo señalando a una chica más pequeña, la cual se veía asustada de solo estar frente a ellos.


-yo… -sería muy descortés de su parte rechazarla si se lo pedía tan amablemente.


-adelante –hablo Tsukishima –ya está todo solucionado.


-ah que emoción –grito ella –vamos –tomo a Kuroo del brazo pegándolos entre sus abultados senos a lo que Kuroo se sonrojo bastante.


-esper…


-espero que no te moleste si toco mucho, a decir verdad también soy un poco miedosa –uso ese tono meloso que muchas utilizan para atrapar a los hombres.


-eh no…


Todos subieron. Kenma fue el único que quedo abajo, junto con la amiga de la chica que subió con Kuroo. No le pasó desapercibido que la chica buscaba cualquier contacto con Kuroo, no se sentía preocupado pues sabía que Kuroo solo estaba interesado en él…


“un momento… ¿Por qué estoy pensando esto?, ¿Por qué me siento aliviado al saber que soy el único que le importa? ¿Acaso tengo miedo de que alguien más le llegue a interesar?


Su cabeza daba vueltas con tantas cosas cruzándole por la mente, tal vez estaba más mareado que los que estaban arriba. Su confusión fue notada por la pequeña chica que había quedado junto a él.


-e… esto… ¿estás bien? –pregunto con timidez.


-¿eh? Si –respondió Kenma un poco sobresaltado al salir de su mareado mundo.


-espero que todo salga bien –dijo ella.


-¿bien?


-si… ah disculpa pensé en voz alta –se tabo la boca con las manos.


Esa chica era muy inocente y tímida, tal vez podría calmar su mente si le hacía unas preguntas.


-¿te aterran mucho estas atracciones?-pregunto para hacer platica.


-mmm la verdad no –dijo ella sorprendiendo a Kenma.


-¿entonces por qué…?


Ella sonrió con timidez, parecía feliz  y miro hacia arriba donde estaban sus amigos.


-solo ayude a mi amiga.


-¿a… ayudarla?


-sí, confió en ti –dijo ella tomándolo de la mano –pero soy algo así como el cupido del amor.


-¿c..cupido? ¿a…amor?


-mmju a ella le gusta él, y por eso, al encontrarlo aquí, buscamos una oportunidad para que pudieran estar juntos un rato, estoy segura de que lo conseguirá –dijo ella muy segura.


-¿conseguir que? –pregunto casi con un tic en la frente.


-que él se fije en ella.


“¡ni locoooo!” grito involuntariamente dentro de su mente.


-ah espero que todo salga bien –dijo él tratando de dar una sonrisa forzada, ya que en el fondo quería subir y bajar a esos dos inmediatamente.


 


Bajaron todos y se reunieron con Kenma y la otra chica. Debido a las constantes vueltas todos llevaban el cabello alborotado. El peinado de Kuroo se había cambiado al sentido opuesto, por lo que la chica, que no le saltaba el brazo, con su otra mano se lo acomoda dándoles un aire de pareja.


-¿Qué tal estuvo? –dijo Kenma tratando de alzar su voz para que Kuroo dejara de sonreírle a esa.


-muy divertido –dijo Shoyo.


-hasta yo lo disfrute –dijo Tsukishima con una sonrisa bastante forzada, y Tadashi sabia porque –es más…


-deberíamos subir de nuevo –interrumpió la chica apegándose mas a Kuroo quien empezaba a sentir nuevamente esos senos.


“¡aléjate de él!” “¡suéltalo!” quiso gritarle Kenma, pero solo opto por mirarlos con una sonrisa fingida.


-buena idea –dijo Kageyama.


“¿Qué? ¿de nuevo?  Eso no, ya no, él es , es…” –Mío –dijo Kenma haciendo que los demás lo voltearan a ver.


-¿ocurre algo? –pregunto Tadashi.


-¿eh? No –dio dando la espalda a todos –suban –yo voy por una bebida –dijo indiferente a sus pensamientos.


-Tsuki parece que no está funcionado –susurro Tadashi.


-es momento de subir el nivel –le hiso una señal a la chica junto a Kuroo y ella le guiño un ojo.


-por cierto ¿Cómo te llamas? –le pregunto ella.


-Kuroo Tetsuro.


-oh que hermoso nombre, ¿puedo llamarte Tetsu?


“¿Tetsu?” Kenma quiso girar y lanzarle una mirada asesina pero su autocontrol pudo mas y continuo dándoles la espalda fingiendo que miraba un espectáculo a lo lejos. 


-eh…  Kuroo está bien –dijo nervioso, la chica empezaba a incomodarlo, lo peor era Kenma presenciaba todo y parecía no importarle que ella coqueteara con él  -¿Cómo te llamas tú?


-llámame como tú quieras –le dijo ella con una voz demasiado coqueta.


-¿acaso no tienes nombre? –dijo Kenma con frialdad que sorprendió a todos.


-sí, Saeko, pero tú puedes llamarme como quieras –volvió a decir restregándosele a Kuroo.


-Kenma creo que volveremos a subir, ¿te importaría volver a esperarnos? –le dijo Shoyo mientras todos se dirigían nuevamente arriba.


-si… los espero –dijo casi masticando esas palabras entre dientes.


 


 


-ya es hora de irnos –dijo Kenma en cuanto bajaron por segunda vez.


-sí, tienes razón –dijo Kuroo acercándose a él, con la chica colgada de su brazo.


-oh bueno tenía que terminar, espero verte pronto –dijo ella soltándolo y yéndose con su pequeña amiga.


-ya vámonos –dijo Kenma mientras los demás las veían alejarse.


-creo que fallamos –dijo Tsukishima.


-no, conozco a Kenma. Te aseguro que fue un éxito –le dijo Tadashi.


 


Cuando se separaron, Kuroo conducía de regreso al apartamento de Kenma, pero él estaba más callado de lo normal.


-fue divertido ¿cierto? –trato de sacar conversación.


-sí.


-¿quieres pasar a algún lugar en especial antes de ir a casa?


-no, mañana tenemos clases y quiero descansar.


-entiendo.


Era innegable, Kenma estaba extraño, más extraño de lo normal.


-¿ocurre algo? –se animó a preguntar.


-no.


-¿seguro?


-si.


Estaba en un verdadero problema. Era como si hubiese retrocedido más de lo que había avanzado en esa relación.


“¡ya es suficiente!” antes de entrar pon un largo túnel, él se desvío quedando estacionado a un lado de la carretera.


A Kenma pareció no impórtale, es ni siquiera levanto la vista en cuanto Kuroo salió del auto, este se paró frente al auto y con rostro de desesperación se froto la cabeza.  Camino hacia Kenma, abrió la puerta y lo saco de ahí, cerró la puerta tras de él dejándolo acorralado entre el auto y su cuerpo. No le dijo ni una sola palabra, solo lo miro fijamente con la intensidad de toda su frustración interna que rogaba una respuesta. A Kenma le dio un dolor en el pecho, esa mirada lo torturaba, era todo el sufrimiento de Kuroo, le rodeo la espalda con sus brazos y hundió su rostro en su pecho para ahogar sus lágrimas en él. Kuroo se inmuto al escuchar el sollozo de Kenma, trato de tocarle la cabeza para calmarlo pero ni eso pudo.


-te amo –dijo Kenma aun escondiendo la cara entre su pecho.


A Kuroo casi le brotan lágrimas al escuchar eso,  abrazo a Kenma con suavidad pero con toda la intensidad de su ser. El sonido de los autos, la ciudad, todo se desvanecía, solo escuchaba el corazón de Kenma latir junto al suyo.


-al fin, puedo sentir tu corazón –Kuroo tomo su rostro entre sus manos y se agacho para besarlo, un beso de dos corazones que se unen, un beso con sabor a sal de lágrimas de amor…


-es todo tuyo –le dijo Kenma con una sonrisa llena de lágrimas de felicidad. 

Notas finales:

Ahora si, ¿quien dice que solo de los malos se huye? la revelacion de sus padres les causara disturbios en su vida cotidiana, ¿como solucionaran eso? y vuelve un pequeño demonio. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).