La música se escuchaba a un alto volumen animando a las personas que ahí se encontraban disfrutando de la noche. Shojo, Kenma y Tadashi se encontraban en una mesa que estaba en la esquina del lugar, conversaban felizmente y parecían divertirse, incluso Kenma que esta vez prestaba mucha atención a la conversación.
-el lugar es genial, esta muy bien ambientado –Shojo pasaba su mirada por todo el lugar.
-me alegro de que les halla gustado. Lo acaban de abrir hace poco, pero ha ganado mucha fama –Tadashi levantaba la mano indicando a un camarero que se acercara.
-buenas noches ¿Qué desean pedir? –pregunta amablemente el camarero.
-treme un martini –pide Tadashi.
-a mi otro –Shojo movía el cuello para relajarse.
-un refresco –Kenma no bebía alcohol.
-ah y tráiganos botanas
-evite el queso –otra de las cosas que Kenma prefería no comer.
-en un momento se los traigo –el camarero se retiro.
Los tres dejaron descansar su espalda sobre el acolchonado sillón. Su primer día de clases no fue tan pesado, pero el hecho de pensar que si no se aplicaban en sus clases podrían llegar a tener un horario de 7: 00 am a 6:00 pm, o peor aun incluso en sus fines de semana, era lo que les quitaba todas la energías en un instante.
-siento miradas –Kenma levanto la mirada para observar.
Tadashi y Shojo hicieron lo mismo, ambos arquearon una ceja al ver a tres chicas que estaban en la barra, los miraban, rían entre si y parecían murmurar algo.
-¿Qué les parce? ¿creo que ya tenemos compañía? –Shojo acomodaba un mechón de su cabello.
-no son mi tipo –comenta Tadashi.
-¿que? Ni siquiera las has tratado –replica Shojo.
-se nota a simple vista que solo buscan diversión –Tadashi odiaba a ese tipo de personas.
-oye Kenma ¿tu que opinas? –Shojo levanto ligeramente la mano para llamar la atención de su amigo.
-no me interesa tratarlas –dijo, Shojo rodo los ojos y se resigno recargándose nuevamente en el sillón.
El camarero regreso con el pedido de los tres, coloco las bebidas y las botanas en la mesa y se retiro. Tadashi y Shojo tomaron un trago de su bebida, mientras que Kenma tomo una papita para comerla.
-la bebida esta muy buena –comento Shojo.
-si, hagamos de este lugar muestro sitio de festejos –la sonrisa de Tadashi mostraba lo feliz que estaba.
-es verdad, si estamos celebrando mi regreso…. ¿Por qué aun no hemos brindado?-Shojo los miro haciendo un puchero un tanto infantil.
-porque…
-jeejeje, disculpa Shojo –Kenma fue interrumpido por Tadashi, ya que sabia que diría algo típico de él –hagámoslo ahora –dice levantando su copa.
-SALUD –dijeron alegremente mientras chocaban sus copas al mismo tiempo, la expresión de los tres (si, incluso Kenma) daba a entender que a pesar de las diferencia entre ellos, eran los mejores amigos. Tadashi y Shojo pasaron un brazo por los hombros de Kenma quien se encontraba en el centro, y dieron un largo trago de su bebida.
-parece que incluso el destino nos la quiere jugar –Kuroo los miraba desde la entrada del bar.
Busco una mesa libre, y eligió sentarse en una que estaba a una que estaba en contra esquina a la de los tres amigos. Un camarero se le acerco para tomarle su pedido. Saco su celular para llamar a su amigo, pero lo coloco sobre la mesa cuando lo vio entrar. Tsukishima miro por todo el lugar y cuando vio a su amigo se dirigió a él.
-¿dormido eh? –dijo Kuroo en el momento en que Kei se sentó.
-no empieces –reprocho.
-disculpa, no es raro en ti –dice con burla –ya pedí algo por ti.
-espero que no sea una bebida extraña –dice Tsukishima.
-tranquilo, no lo es –dice mientras colocaba su codo en la mesa y apoyaba su barbilla en su mano.
El camarero regreso, les entrego sus bebidas y se retiro nuevamente. Tsukishima se sentía cansado a pesar de haber dormido.
-amigo no te vez nada bien –dijo Kuroo.
-solo estoy aburrido, este lugar es impresionante, pero a mi me aburre –su voz sonó seca.
-tal vez debería encontrar algo con lo que te diviertas un buen rato –Kuroo sonaba divertido –como ellos –dijo señalando a la mesa de Tadashi.
Tsukishima miro hacia donde señalaba, vio como tres lindas mujeres se acercaban a una mesa donde se encontraban tres hombres que parecían divertirse mucho entre ellos. Como cada una de ellas se acerco a uno, y coqueteaban con ellos, incluso una de ellas toco la mejilla de uno de aquellos chicos. Abrió más los ojos cuando reconoció a aquel chico pelinegro con ese característico mechón levantado.
-no parecen divertirse mucho –dijo Tsukishima finalmente.
-¿no? Tal vez deberíamos hacerle compañía nosotros –sugirió Kuroo.
-no me interesa nada de eso –Tsukishima daba un gran trago a su bebida –parecen mujeres vulgares.
-je je no hablaba de las chicas –dijo Kuroo divertido.
-en seguida regreso, voy al baño –Tsukishima ignoro el comentario de Kuroo y se dirigió al baño.
Tadashi lidiaba con una mujer que parecía no querer irse de ahí, casi podría decirse que se le estaba ofreciendo en charola de plata. Odiaba estar en ese tipo de situaciones, pero mas que por él, sentía pena por Kenma que debería estar a punto de salir huyendo debido a ese hostigamiento infernal.
-señoritas, preferimos estar solos –dijo Kenma directamente, sus amigos solo reían entre bajas risillas.
-discúlpennos chicas –dijo Tadashi amablemente al notar el gesto de desagrado en el rostro de ellas.
Se fueron con el genio por los suelos, después de todo fueron rechazadas por chicos que al parecer eran mas jóvenes que ellas. Tadashi las miraba alejarse, cuando se apartaron de enfrente, pudo ver que al chico rubio de antes, caminaba en dirección a los baños. Sintió como si alguna fuerza magnética lo atrajera hacia él.
-en seguida regreso –dijo Tadashi levantándose.
-yo lo dudo –Shojo también había visto a la misma persona que Tadashi.
-tomate todo el tiempo que quieras –agrego Kenma.
-oh vamos chicos, lo están exagerando – Tadashi intento volver a sentarse pero Shojo coloco sus pies sobre el sillón impidiéndoselo.
-veta ya –dijo
Tadashi suspiro pesadamente, a sus amigos ya se le había metido una idea en la cabeza y no habría poder sobre la tierra que fuese capas de hacerlos cambiar de parecer. Aun cuando se sentía atraído, tenia miedo de ir hacia allá, Tadashi quien siempre se esfuerza y daba lo mejor de si, ahora mismo se estaba acobardando.
-ve de una vez –Shojo lo empujo con ambos pies haciendo avanzar a su amigo.
-solo voy al baño, no divaguen con ideas extrañas –dijo Tadashi avanzando y yéndose de ahí.
-si claro –logro escuchar el comentario sarcástico de Kenma.
Tadashi caminaba por un pasillo iluminado con una suave luz blanca, su mirada se fijo en la puerta del fondo, no sabia exactamente por que hacia eso, lo único que quería era verlo de cerca. Por alguna razón le llamo la atención desde el primer momento en que lo vio. Cada segundo se acercaba más a la puerta, se acercaba más a él. Cuando al fin estuvo frente a la puerta, entro con la mayor naturalidad posible, solo había un par de chicos ahí dentro, se desilusiono, pensaba que si lo veía de cerca tal vez podría saciar su curiosidad. Suspiro resignado y se dirigió a un lavabo para lavar sus manos; tonto que pensabas al seguirlo, era lo único que estaba en su mente. Escucho el sonido de un cubículo de los baños abriéndose, volteo a mirar y regreso rápidamente la mirada hacia sus manos las cuales estaba secando con una toalla, era él, estaba justo ahí.
Tsukishima vio al pelinegro justo frente a él, se acerco a los lavabos y empezó a lavarse las manos, ahora estaba a solo medio metro de distancia, el pelinegro no levantaba el rostro, pero podía ver su parte de el. Tadashi se sintió completamente escaneado de pies a cabeza, ese chico tenia una mirada muy pesada, levanto el rostro para mirarse al espejo y se encontró con que el chico rubio lo estaba mirando a través de el. Solo fueron unos segundos, pero en esos segundos ambos vieron sus rostros completamente.
-disculpa, me puedes pasar una toalla –dijo Tsukishima mientras cerraba la llave del lavabo.
-si –dijo tímidamente Tadashi.
-gracias –dijo Tsukishima cuando Tadashi le dio toalla para secarse.
-por nada – Tadashi le sonrió ligeramente.
Le dio la espalda a Tsukishima y se dirigió a la salida. Tsukishima lo miro detenidamente sin apartar la vista de él, pudo mirarlo de cerca, y no era alguien tan atractivo como para deslumbrar a cualquiera, pero tenia algo en el brillo de sus hermosos ojos, algo que e llamaba la atención. Salió del baño y camino de regreso, al llegar al final del pasillo se detuvo y miro hacia donde estaba Tadashi y sus amigos
-una persona interesante –dijo para si mismo y se dirigió a la barra –un Martini por favor –dijo.
-¿eso es todo? –dijo Shojo desilusionado.
-¿Qué más tenia que pasar? –respondió Tadashi mientras terminando su trago.
-Shojo, ya déjalo –dijo Kenma – esto no es cosa nuestra.
-Kenma, solo quiero saber –dijo Shojo inflando las mejillas como si fuese un niño.
-¿Shojo, pediste whisky a las rocas? –Tadashi miro la copa que Shojo tenia en sus manos.
-si, ¿por?
-no tomes demasiado, no se que tan hábil eres controlándote en estado de ebriedad –dijo Tadashi.
-descuida –Shojo tenia una gran sonrisa –me se controlar muy bien.
-Tadashi, no creo que tu debas decir eso, recuerda que tu no eres muy bueno con el alcohol –Kenma ya había lidiado una vez con un Tadashi completamente borracho.
-ah solo fue una vez –dijo Tadashi.
-y espero que se quede en solo una vez –la voz de Kenma sonó casi como un susurro.
Tadashi elevo la mirada a u camarero que llego hasta su mesa y coloco un Martini frente a él.
-disculpe no pedí esto –dijo
-el joven de la mesa del fondo se lo envía, dice “gracias por lo de hace un momento” –dijo el camarero mirando hacia Tsukishima, Tadashi se sorprendió y bajo la mirada. El camarero se retiro.
-wooo esa esa es muy buena escusa –dijo Shojo mientras codeaba a Tadashi.
-lastimas mis costillas –se quejo.
-¿vas a tomar eso? –la duda se escuchaba en la voz de Kenma.
-si, no creo que tenga algo malo –Tadashi rio ligeramente mientras miraba su bebida.
-¿Por qué no lo invitas a que se nos unan? –Shojo levantaba las cejas como si tratara de obtener un record en eso.
-suena bien –dijo Kenma.
Tadashi y Shojo se miraron entre si, y después miraron a Kenma, escuchar a su amigo decir eso, no era muy normal.
-hazlo –dijo Shojo –puede que esto no se vuelva a repetir –miro directamente a los ojos de Tadashi.
-vamos –dijo Kuroo.
-¿ir? ¿A dónde? –Tsukishima no entendía.
-con ellos –respondió. A Kuroo le parecía interesante.
-¿Por qué razón iría? –Tsukishima sonó indiferente.
-¿no te agrada? –Kuroo ladeo la cabeza.
Tsukishima lo pensó detenidamente, no le pareció un mal chico, pero no tenia porque entablar una amistad con él.
-no, seguro que es un niño mimado e insoportable –dijo finalmente. Hablaba con frialdad –solo le envié eso como agradecimiento, no me gusta deber favores, aunque sean tan pequeños y simples.
Kuroo estaba inmóvil, con una expresión en el rostro de sorpresa, y no eran las palabra de Tsukishima lo que lo habían dejado así.
-Kei –dijo, con la vista le indico que volteara hacia atrás. Tsukishima lo hiso, y justo ahí, a menos de un metro de distancia estaba Tadashi mirándolo.
Tadashi sintió como esas palabras le llegaron al corazón, no pensó que el ángel que había visto antes pensara así de él. Al parecer siempre se dejaba llevar por la apariencia de las personas, ahora su ángel se había ido, la peor desilusión que ha tenido, que su ángel haya resultado un demonio.
-disculpa, no era necesario esto -dijo Tadashi con un tono seco y distante. Coloco el Martini en la mesa, se dio la vuelta y regreso con sus amigos.
-tsk –fue lo único que salió de los labios de Tsukishima, se sentó de golpe sobre el sillón, tomo su bebida y dio un pequeño trago. aparentando que nada había pasado, cuando en realidad se sentia la peor persona del mundo.
Kuroo no decía nada, en esos momentos no sabía lo que cruzaba por la cabeza de su amigo. Solo se quedo al lado de él, y ambos tomaban sin decir nada.
Tadashi regreso con sus amigos, su expresión era la de alguien muy desanimado pero al mismo tiempo parecía molesto. Kenma y Shojo se miraron, parecía como si sostuvieran una conversación solo con la mirada, ambos entendían que no debían preguntar, ya que Tadashi nunca hablaba de sus problemas, pero sabían que la única manera de ayudarlo era estando con él, así había sido desde siempre, eso hacían desde niños.
Tadashi pidió un whisky a las rocas doble, continuo charlando con sus amigos, mejor dicho escuchaba ya que Shojo era quien hablaba, contaba todas sus experiencias vividas en América, Kenma ocasionalmente intervenía en la conversación para hacer algún comentario. Pasaron un par de horas y Tadashi ya había bebido más de la cuenta.
-si claro, y era yo el que tenía que controlarse –dijo Shojo con tono sarcástico.
-Shojo, llevémoslo a casa –Kenma se levanto e intento levantar a Tadashi, pero este se negó aparatándolo con los brazos.
-ahhh es inútil –Shojo se paso la mano por la cabeza –llevemos entre los dos.
Ambos lo tomaron de un brazo y lo cruzaron por sus hombros, esta vez Tadashi no se resistió. Caminaron con cuidado hacia la salida, cuando pasaron junto a la mesa en la que se encontraba Tsukishima, Tadashi no lo miro, estaba borracho pero aun era consiente de todo. A diferencia de Shojo y Kenma que lanzaron una mirada de odio a Tsukishima cuando este los miraba irse.
-pobre chico, al parecer no es muy bueno en esto –dijo Kuroo.
-como sea, también deberíamos irnos –era una buena escusa, se sentía un tanto culpable por el estado del chico, al menos quería ver que se fuera con sus amigos.
-esta bien –dijo Kuroo.
Fuera del lugar, se encontraba Shojo y Kenma tratando de hacer que Tadashi entrara a su auto.
-espera Shojo –dijo Kenma sacando su celular –llamare a Makoto, él se encargara de Tadashi.
-¿Quién es el? –pregunto Shojo.
-es el chofer de la familia de Tadashi, y un muy buen amigo suyo –se coloco el celular en la oreja cuando contestaron a su llamada –Makoto, ¿puedes venir por Tadashi?, tomo de más y no puede conducir. Te envió la dirección si. Bien, te esperamos –corto la llamada.
-¿es confiable? –pregunto Shojo.
-lo es –respondió Kenma –estará aquí en poco tiempo.
-bueno, si el se lleva a Tadashi entonces yo te llevare a ti a casa, no trajiste tu auto –Shojo lo miro con una gran sonrisa.
-no es necesario, pueden venir por mi.
-no, dije que te llevare –dijo Shojo con tono directo, mirándolo a los ojos.
-solo si conduces de forma prudente, no quiero morir tan joven –Kenma desvió la mirada de la de Shojo.
-lo prometo, no quiero perder a un amigo –dijo divertido. Kenma solo curveo los labios en una sonrisa casi vaga.
Unos minutos después, Kuro y Tsukishima salieron, vieron como esos dos aun sostenían a Tadashi quien no quería entrar al auto.
-parece que tienen problemas –dijo Kuroo.
-no es de mi incumbencia –dijo Tsukishima dirigiéndose hacia su auto.
-¡joven! –escucho que alguien grito, se dilo la vuelta y vio que un hombre de cabello negro y lentes, bajaba de un taxi y corría hacia el pelinegro de pecas –joven, ¿Por qué hiso esto? –dijo cuando llego a ellos.
-llévelo a casa por favor –dijo Kenma.
-Makoto –dijo Tadashi levantando la mirada, se lanzo a abrazarlo cuando logro liberarse de sus amigos –llévame a casa.
-si joven, por favor entre al auto –para sorpresa Shojo y de Tsukishima quien estaba mirando todo, Tadashi entro al auto obedientemente, Makoto le coloco el cinturón de seguridad y cerro la puerta del auto.
-gracias por llamarme joven Kenma, lo llevare a casa –dijo Makoto.
-lo dejamos en tus manos –dijo Shojo.
Makoto subió al auto y se fue. Tsukishima continúo su camino, y Kuroo quien había presenciado todo opto por no decir nada. Se despidieron y cada uno subió a su auto para irse.
-vamos –dijo Shojo –mi moto esta por acá –empezó a caminar seguido por Kenma.
Subieron a la moto de Shojo, Kenma se sostuvo suavemente de la ropa de su amigo.
-te dije que no quiero perder a un amigo –tomo las manos de Kenma y las jalo para que rodearan completamente su cintura –así que sostente bien.
Kenma sintió su corazón latir muy rápido, estaba tan cerca de Shojo que tenia miedo de que el pudiera darse cuanta de lo nervioso que estaba. Y no era por la forma en la que su amigo conduciría. Shojo encendió la moto y se alejaron del bar.
Desde una ventana del segundo piso del bar, podía verse a un pelinegro de mirada penetrante, la cual mantenía sobre el pequeño hiperactivo de pelo naranja.
-tan alegre como siempre –dijo para si mismo.