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Love Hotel por Shumippy

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Notas del fanfic:

Tóh'(? Todo salido de mi mente...la "historia" obvio.

Pero, claramente, los chinos éstos no me pertenecen.

Notas del capitulo:

5 intentos..largos a decir verdad. Ninguno me convenció.

Putah bida.

 

Y me quedó ésto, demasiado distinto a los intentos fallidos.

Corto...algo que no me gusta, pero no he tenido tiempo suficiente.

De todas formas, acá está tu..¿Regalo de cumpleaños? (?) Bueno, como quieras tomarlo, pan ghai♥ Te dedico el gay fic, Yaz<3. Y cochino, también (?)

-Hmm..-jadeó por esa exquisita sensación, mientras soltaba aquellos cabellos y entrecerraba los ojos.

Pero no pasó mucho tiempo, cuando ambas personas, comenzaron a despojarse de las prendas que llevaban y así, una de ellas, se sentó sobre aquel colchón, con sábanas de un color rojo,  rojo sangre. Llevaba su gran preciada bandita tapándole los ojos, y le gustaba. Llevaba minutos así, y le había gustado de sobremanera la idea, ¡apenas comenzaba todo!

 

-Ven -susurró su amante en un tono de lo más sensual, viendo la figura de Reita enderezarse de la cama y gatear hacia donde había escuchado la voz, que provenía del lado de un borde de la cama.

Quedó con sus rodillas apoyadas sobre la cama al igual que sus palmas de la mano, a cuatro…y tan pronto se posicionó, sintió una punta húmeda sobre sus labios, los que abrió gustosamente para lo que vendría y claro, conocía. Pero no pudo evitar, sentir sus mejillas arder y que éstas, tomasen un tono carmín

Enseguida, las manos de Aoi se posaron en los cabellos del rubio pero no ejerció a nada, simplemente, sintió cómo éste pasaba su lengua por la extensión de su entrepierna y la detenía en su glande, donde jugueteó con él al mover su lengua en círculos; lo engulló completamente, mandándole pinchazos de placer al pelinegro, quién en ningún momento, quitó la vista de encima de aquel divino cuerpo.

-Ahh mm...-jadeó por la increíble boquita que se cargaba su rubio, dejando que por el momento llevara su ritmo. Pero sólo le torturaba, ya que el ritmo, era lento. Lento y torturo so.

Así que al cabo de unos minutos, comenzó a marcar un ritmo al tomar los cabellos de aquel niño, viendo su miembro salir y entrar de aquella cálida y húmeda boca que en esos momentos, tanto placer le brindaba y mucho más, con el ritmo que mantenía: uno rápido, constante.

-Mm..así, pequeño -sintió cómo su miembro tocaba la garganta del rubio y éste, aguantaba las arcadas que le provocaba. "Ah, qué sensual se ve..."pensó.

Akira, por su parte, ahogaba pequeños gemidos en el rebosante miembro de su amante, mientras succionaba cada vez que sus labios envolvían el glande o  éste chocaba contra su mejilla. …l mismo sentía su parte baja doler. Estaba excitado, completamente duro. Pero el tener aquel pedazo de carne en su boca, le encantaba. Aunque se vio interrumpido al sentir cómo el pelinegro dejaba de ejercer fuerza y sólo, recorría su labio superior con la punta húmeda de su entrepierna. Acto que copió en su labio inferior de la misma manera, mientras quedaba en ellos, el líquido pre-seminal del moreno, quién quedó completamente embobado por aquella imagen:

Reita en esa enloquecedora posición, con sus labios entreabiertos y rojizos, mientras recorría con su propia lengua aquellos pequeños restos de la sustancia blanquecina, soltando suspiros y suaves jadeos, y esa bandita prohibiéndole la vista...simplemente el cerebro del pelinegro se fundió en segundos.

-Posiciónate -susurró con su vista en el rostro del rubio, que inmediatamente obedeció aquellas palabras y, como si sólo la voz de Aoi lo manejen, se tumbó boca abajo con su rostro y pecho contra el colchón, pero sus caderas, quedaron alzadas. Quedando expuesto totalmente. Se sintió bastante avergonzado, sumiso, a pesar de la excitación que se cargaba, sabía qué estaba haciendo y cómo acabaría. Pero eso sólo acrecentaba su deseo, amaba cuando cambiaban la temática y su moreno le dominaba de aquella manera como la veía venir.

En esos momentos, el  frote del glande en su estrecha y rosada entrada lo sacaron de sus pensamientos.

- Ahmm..ya..yah -jadeó Reita, al seguir sintiendo aquel frote. Pero éste desapareció al sentir como la erección del moreno hacía presión e iba entrando. Ambos gimieron por tal sensación, volviéndose única y sumamente excitante. El mal teñido cerró sus ojos con fuerza, le dolió, ¡claro que le estaba doliendo! No había sido preparado pero eso no era excusa para detenerse; le encantaba, quería seguir, quería sentir.

- Dios, qué apretadito...hmmm -le halagó Aoi junto a un suspiro, mientras tomaba firmemente las caderas del rubio para comenzar ese vaivén que de seguro, le enloquecería.

Esos pantalones de cuero ajustados que hacían ver la forma de las piernas de aquel rubio, junto a esa camisa blanca que dejaba ver parte de su pecho al llevar tres botones desabrochados y esa cinta sobre su nariz...Perfecto había pensado Aoi en ese entonces. Al verlo en la puerta de aquel cuarto que había pedido

Y ahí lo tenía, embistiéndole como si su vida dependiese de ello mientras sostenía aquellas caderas que en momentos, se alzaban más para recibir las profundas penetraciones.

-Aaahm, dios..A-aoi -gimió el menor al sentir aquella erección dentro de él, desgarrándole, ya no de dolor, sino de placer. Había girado su rostro, y apoyado la mejilla sobre las sábanas, pues así podía tomar aire pero más que ello, se vio sin poder cerrar la boca e inconscientemente, su saliva escurría por la comisura de sus labios.

-Mm…mierda... qué hermoso -Aoi contempló aquel cuerpo tumbado, en la forma en la que estaba y sólo, supo profundizar aquellas embestidas, que de un momento a otro, hicieron a Reita retorcerse- Nhg, ¿ahí?

-A-ahm, así, s-sí...ahí nhhg -pronunció entre gemidos, que cada vez subían el tono por lo delicioso que sentía el miembro del moreno entrar en él.

-Aprétame, dios, aprétame -ordenó, mientras hundía las yemas de sus dedos en las caderas de ese pequeño y éste, se lo cumplió; sintió como si aquella estrechez le estuviera por arrancar su erección, ¡Se sentía de lo más enloquecedor!.

Reita, el recibir aquellas sensaciones, sintió estar en otro mundo. Y ahora, esa mano posada en torno a su erección, lo desesperó. Ni siquiera salían gemidos, sólo se quedaban éstos en su garganta. Estaba como si fuese una vulgar puta. Pero no le importó, tan sólo, sentía puro placer, era demasiado.

-Más..M-más..ahhm, ya..-ahogó algunos gemidos en su garganta, no salían; sintió un fuerte escalofrío recorrerle su columna. Aquel miembro duro, que golpeaba sus paredes de manera fuerte, hizo que arqueara un poco más su espalda y soltara un ligero gemido agudo. Se incorporó como pudo y apoyó las palmas de su mano en la cama para sostenerse, pero sus brazos temblaron de tan sólo, seguir sintiendo el frenético vaivén.

Escuchaba sus gemidos y los del pelinegro; escuchaba la gran cama matrimonial rechinar al moverse; escuchaba el sonido completamente sucio y placentero del chocar de la pelvis contraria, contra sus glúteos. Y sumando los húmedos besos que recibía en su hombro, estaba extasiado.

-Ahm...Akira..-Aoi, rodeó con uno de sus brazos, la cintura de Reita, mientras que con el otro, lo rodeó a la altura de sus hombros, lo que hizo que su pecho se pegara a la espalda de su rubio. Notó como éste dejaba caer su cabeza hacia atrás, apoyándola sobre su hombro y entonces, aprovechó para morder el lóbulo de su oreja, jadeando por el interior tan caliente en el que se encontraba.

El susodicho, se encontraba sin poder juntar sus labios, regalándole hermosos gemidos a su moreno novio.- ¡Ahh.. ahm, Yuu! -creyó perder la consciencia cuando aquella mano sobre su erección, comenzó a masturbarle. Y tan rápido como iba ésta, se corrió. No pudo soportarlo, y quién lo haría.

Aoi, quien no le quitaba la vista de encima, decidió desatarle el nudo que llevaba por la bandita, y de esa forma, pudo ver los ojos cerrados de Akira, quien sentía el orgasmo recorrerle aún. Comenzó a chocar su pelvis contra aquel trasero de forma rápida, con fuerza. Sólo bastaron unas cuantas embestidas más, y acabó dentro mientras mordía el hombro ajeno, entre aquellas paredes que le estrangulaban.

Ambos, con la respiración agitada, se rindieron y cayeron sobre aquellas sábanas. Y en minutos, en brazos de morfeo.

 

..

 

 

Sintió una tenue luz dar contra su rostro pero unos cálidos brazos rodearle como si de un osito de peluche se tratase y una de sus manos estaba entrelazada con la contraria. Desganado por el hecho de no poder seguir durmiendo, abrió sus ojos y se encontró tapado de unas rojizas sábanas. No era su departamento.

Inmediatamente, los recuerdos de la noche le llegaron y no pudo evitar sonrojarse. Había recordado todo. Un gruñido escuchó, y rió por lo bajo al saber que el pelinegro, seguramente, se había molestado por la luz. Pero unos labios sobre su nuca, le estremecieron y supo que no, no estaba de mal humor.

-Buenos días  -susurró Aoi al estrujarle, haciendo que Reita, volviera a reír bajito a causa de ello. El pelinegro dibujó una sonrisa en su rostro.

-Buenos días -contestó con voz somnolienta, y una ligera sonrisa.- Un Love Hotel, eh..-dijo, dándose la vuelta para quedar de frente al mayor.

Yuu rió ésta vez, mientras le daba suaves piquitos a su rubio al aprovechar que estaba de frente.- Ya ves..

-Tonto -pronunció, al corresponderle todos aquellos picos, sonriente.

-Te amo

Akira, sonrió y le respondió con un beso, eso lo decía. Pero Aoi quedó totalmente idiota y embobado al verlo de un minuto al otro, sentado sobre su cadera a horcajadas, con una ladina sonrisa. Sus palabras, las de su Aki, hicieron que nunca quisiese irse de allí.

 

  "Y, ¿qué dices?... ¿Otra ronda más antes de irnos?"

 

Fin

 

Notas finales:

Eso es todo...Perdón si quedó corto, Yaz...Pero bueno, realmente, quise terminarlo rápido y que quedara "decente", en lo que cabe.

Pero ya sabes, si querés más 7u7, acá me tenés(?)

Bye Nyappy ~


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