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Hablamos de segundas oportunidades por Vanille

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Notas del capitulo:

Hola chic@os!! aqui un nuevo capitulo. 

Capítulo 6  Deshazte de él.

 

Miguel fue despertado por los tibios labios de Rachel. Le rodeo el cuello con sus brazos para profundizar el beso. “te adoro” susurro el arcángel entremedio del beso. Luego de su confesión decidieron entablar una relación la cual funcionaba de maravilla. El las mañanas Miguel estaba con Rachel, paseaban por los jardines o simplemente hablaban en la cama. En las tardes Rachel cumplía con su deber de capitán de la segunda legión y Miguel se aseguraba de cumplir con  sus tareas. En las noches ambos se desvelaban hablando de lo hecho en el día.

Rachel se sentía pleno en todos los sentidos. Pasar tiempo con Miguel era  una de sus actividades favoritas  y es que el ángel parecía derrochar miel cuando estaba cerca de él.

Por otro lado Miguel aún se sentía asustado, todavía no lograba convencerse de que el amor no era un pecado.

 

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Adriel termino su turno cerca de las cinco de la mañana. Camino por la misma calle de todos los días. Iba vestido con jeans, zapatillas  y un poleron; ya no hacia tanto frio pues estaban en plena primavera. Llego a un alto edificio, saludo a guardia y subió en el ascensor. Lo primero que vio al abrirse el ascensor fue Saga sentado en el suelo con un bolso mediano apoyado en la puerta de su departamento. Sonrió de forma dulce, al final si se quedaría con él. Llamo su atención carraspeando su garganta, el joven le miro levantándose en el acto y se colgó en su cuello. Adriel lo sujeto de la cintura elevándolo un poco hasta ponerle los pies sobre los suyos.

-Pensé que ya no volverías- el moreno beso las heladas mejillas de Saga.- pensé que ya no me querías- beso sus parpados. - pensé que- y antes de que acabase Saga le beso, era un beso extraño pero aun así lo disfruto.

-piensas mucho - susurro el menor entre el beso.

Entraron en el departamento, el moreno tiro el bolso de Saga al sillón, lo atrajo hacia el devorándole con sus besos, metió sus manos bajo el poleron que usaba el pelinegro, poleron que perteneció a Adriel. Recorrió sus costados con calma sacándole suaves suspiros al menor.

-¿Te apetece seguir en el cuarto?- Adriel le miro extrañado, Saga siempre se negó a tener sexo con él. Su excusa era que aún era muy pronto pero hoy parecía dispuesto a intentarlo.

Adriel no dijo nada, tomo de la mano al chico guiándolo a la recamara. Cerro la puerta tras de sí y se sacó el mismo la parte de arriba. Saga le miraba con los ojos nublados, deleitándose con su moreno cuerpo.

-¿estas seguro?- las grandes manos de Adriel le empujaron con suavidad a la cama. Seguro o no era algo que quería hacer. El demonio quería pertenecer al humano, entregarle su cuerpo y que ambos se fundieran en el placer.

Saga solo asintió como respuesta, eso le basto al moreno para posicionarse sobre él, le quito sus prendas llenando de besos su ahora desnudo pecho. Saga no se quedaba atrás, con sus manos entre el cuerpo de ambos trataba de desabrochar el pantalón de Adriel. Lo consiguió cuando las descargas eléctricas le invadieron producto de que el mayor había succionado su pezón. Con cuidado introdujo su mano el en bóxer topándose con el objeto de su deseo.

Adriel jadeo al sentir la helada mano en su miembro, ya caliente y duro, beso sus rosados labios con hambre, luego paso la lengua por su clavícula hasta llegar a su cuello. Repartió en el mojados besos, algunos con mordidas otros con lamidas. Los jadeos suaves de Saga le volvían loco.  Saga por su parte masturbaba lento a Adriel debido al poco espacio que tenía.

Adriel quito las manos de saga de su intimidad y las puso a ambos lados de la cabeza de este. Observo al chico que tenía su respiración agitada, las mejillas sonrojadas y la boca entreabierta;  no pudo evitar sentir que algo no estaba en su lugar. Pues Saga no le había dicho nada de nada, Adriel conocía al chico, lo conocía lo suficiente para saber lo mucho que le gustaba hablar.

 

-¿Qué ocurre?... ¿Por qué te detienes?- Saga elevo las caderas logrando que ambas erecciones se rozaran, le miro con una pícara sonrisa al percatarse del jadeo de su moreno.- ¿Acaso eres virgen?

Adriel rio por lo bajo. Retomo el acto llevando sus labios al pecho del demonio, llenándolo de húmedos besos hasta que llego al borde de los pantalones de cuero que usaba. Lamio el límite de estos y los bajo con sus manos. Los saco completo con la ayuda de Saga y Saga aprovecho para quitarle los suyos  a Adriel.  Ambos estaban desnudos en la cama. Saga invirtió los papeles. Ahora era él quien está arriba. Beso el cuello del moreno mientras este delineaba las curvas de su cuerpo. Saga se sentó sobre él, moviendo su trasero sobre el miembro erecto de Adriel simulando el acto sexual. Adriel le tomo de las caderas dispuesto a darle vuelta para quedar sobre él cuándo fue detenido por los brillantes ojos del pelinegro. Saga paro el movimiento de sus caderas  y se reacomodo sobre  Adriel quedando con su cara frente al miembro del chico y con el trasero en la cara del otro. Una pose muy vergonzosa para Saga, pero por lo investigado sabía que también era placentera. Adriel no perdió el tiempo, lamio entremedio de las nalgas de Saga logrando que este arquease su cuerpo. Saga tomo con su boca el falo del moreno, lamiéndolo con gula. Estaban más allá de cualquier placer imaginable.  Jugueteo con los testículos de este mientras le hacía un oral. Adriel comenzó a mover las caderas para follarle la boca.

¿Quién iba a pensar que un simple humano estaría a punto de follarse al juez del séptimo infierno?. Saga gimió alto cuando fue penetrado por los dedos de Adriel. Tantas sensaciones le estaban mareando. Sintió el miembro de Adriel que se agrandaba más en su boca. Él sabía lo que venía, no era tonto. Estaba dispuesto a tragar todo lo que el moreno descargara en el.  Adriel gimió con fuerza llenándole de seme la boca. Ambos jadearon por el reciente ejercicio.

Saga se desplomo de espaldas regulando su respiración. Adriel no quiso esperar a recuperar el aliento y se posiciono entre las piernas del chico. Le beso desgastando en la cavidad de Saga el amargo sabor de su seme. Con sus manos masajeo la cintura del menor, relajándole un poco. Con sus labios endureció los pezones de Saga, mordiéndolos y chupándolos.

Saga dio un respingón al sentir la punta del pene de Adriel en su entrada, cerro sus ojos con fuerza, contuvo su respiración y de forma inconsciente apretó las sabanas. Adriel rio ante la inocente reacción de  Saga. Se tomó unos segundos para visualizar la lujuriosa imagen que le ofrecía el chico. Sus ojos estaban nublados, sus pezones erectos, las piernas separadas y su miembro erecto; su boca estaba adornada de un hilo caliente de saliva que llegaba hasta la barbilla. Llevo sus dedos a su propia boca, los lamio hasta dejarlos bien húmedos. Beso a Saga al mismo tiempo que le introducía  los dedos simulando penetraciones. Saga estaba tenso. Adriel lo sabía por eso debía ir con calma, primero los metió lento, luego los abrió como tijeras sacándole varios gemidos ahogados.

-Saga- susurro en su oído- Si quieres que me detenga...solo debes decirlo- Saga negó con su cabeza, atrajo el rostro del moreno al suyo y le beso con sus ansiosos labios.

Adriel capto el mensaje, retiro sus dedos para ocupar su propio pene. El interior de Saga estaba caliente, húmedo y  ¡Rayos! Su interior estaba muy caliente. Se aferró al cuerpo bajo suyo, masajeo las piernas de Saga para relajarlo. Cuando los anillos en el interior del chico se relajaron comenzó a moverse de forma lenta. Adriel besaba las pequeñas lágrimas de Saga mientras se movía, esta vez, de forma más rápida. Saga pronto comenzó a sentir que las estocadas eran placenteras. Detuvo los movimientos de Adriel quien le miro preocupado. Saga le sostuvo la mirada y Adriel entendió.

Las envestidas comenzaron nuevamente pero esta vez con Saga sobre él. Para el demonio auto penetrarse era de locos. El mismo llevaba el ritmo del acto; además que en esa pose podía sentir más adentro suyo  el pene de Adriel. Adriel ayudaba a las embestidas con un rápido movimiento de caderas. Ambos cuerpos chocaban con frenesí. El sudor los cubría ambos, los gemidos llenaban el cuarto y el seme de Adriel llenaba a Saga.

Adriel se corrió sujetando con fuerza las caderas de Saga. El al sentir el caliente seme también exploto sobre el moreno apretando con sus piernas las caderas del contrario. Ambos se miraron, solo eso, pues no tenían nada que decir sus actos en ese momento dejaron expuestos los sentimientos que se tenían. Adriel se sentó en la cama aun enterrado en Saga. Le abrazo de la cintura besando su cuello con delicadeza. Por su parte el abrazo con sus piernas la cintura del moreno. Con sus manos le acaricio el rostro, delineando sus facciones.

-Te amo - susurro Adriel en su oído " lo sé...yo también" respondió Saga besando su nariz.

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Miguel le estaba leyendo un libro sobre historia a Rachel quien no prestaba atención a las palabras que este decía y no es porque el libro fuera demasiado aburrido si no que no podía concentrase debido a las hermosas expresiones que hacia SU arcángel. Miguel arrugaba la nariz cuando leía algo que no le gustaba, abría la boca y levantaba las cejas cuando leía algo que no conocía. Rachel sabía muchas cosas de Miguel pero había otras que  sabía y no le gustaban por lo que pretendía que no tenía idea de ellas.  Rachel respetaba el espacio de Miguel, entendía que no podía pasar pegado al arcángel aunque quisiese, entendía que a Miguel le embriagaba un sentimiento de culpa del cual prefería no mencionar nada, pues solo una palabra del tema lograba que Miguel o se pusiera muy triste o desapareciese unos días. Lo que menos quería Rachel era que su amado arcángel le alejara, por lo que mejor acumulaba las preguntas para más adelante.

De forma inconsciente llevo una de sus manos al terso rostro de su novio. Delineo la mejilla de este con sus dedos. Miguel dejo de leer para poder sentir mejor la cálida caricia. Poco a poco Rachel se acercó al ángel tomando sus labios con los propios. El beso solo duro unos segundos pero logro su objetivo. Desviar la atención del libro hacia Rachel.

-Sabes- las dulce voz del arcángel le llego a los oídos- si me besas no puedo leer.

-O es cierto- Rachel tomó con su mano el libro de Miguel dejándolo en el suelo - creo...mi querido Miguel que no leerás por un buen rato.

Recostados en el pasto ambos chicos se besaban de forma erótica, Rachel con cada beso se calentaba mas y Miguel no estaba en mejores condiciones. La lengua del ángel jugueteaba con la de Miguel. Mientras se besaban las prendas iba desapareciendo, hasta que ambos quedaron semidesnudos, solo con el pecho al aire.

Miguel miro a Rachel, lo amaba era cierto, pero habían cosas que no podía olvidar lo que le hacían dudar de sus sentimientos. Hace días que quería hacer el amor con el chico pero nunca se daba la oportunidad. Ahora ambos estaban solos pues era de noche y los demás debían de estar en sus hogares. Rachel beso la frente de Miguel y Miguel pudo ver con claridad el talismán partido a la mitad. Talismán que pertenecía a Dantalión, una de las razones por las cual aun sentía temor, lo tomo con sus manos llamando la atención del menor.

-¿qué paso?...- acaricio el cabello negro del arcángel-¿ quieres que me lo quite.? - Miguel  busco los ojos de Rachel y sosteniéndole la mirada arranco de un tirón el collar de su cuello. Rachel no dijo nada, solo esperaba atento una explicación.

-No me gusta...deshazte de el- pidió con timidez. No sabía si Rachel le aria caso después de todo era una reliquia que le recordaba a su antiguo yo.

A Rachel no le importaba un estúpido pedazo de plata. Si a Miguel no le gustaba su medallón pues lo  haría desaparecer. Rachel tomo el medallón y para sorpresa del arcángel lo tiro con tanta fuerza que este cayó del cielo.

Rachel tomo posición entre las piernas de Miguel.

-Amor mío...tu y yo estábamos en algo- ambos rieron por lo bajo.

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Saga se despertó cuando aún la luna estaba presente  en el cielo, a su lado estaba Adriel durmiendo de forma tranquila.

Le miro con tristeza. Saga había escapado del infierno,  sabía que tenía que volver pues de no ser así Rumiel iría en búsqueda.

 "Saga"

El nombrado dio un respingón, quizá aún estaba adormilado pues juraba haber escuchado su nombre.

"saga"

Quito las mantas que le cubrían, colocando los pies en el frio suelo se dio impulso para levantarse, alcanzo a dar dos pasos cuando de accidente piso algo.

-eh?- recogió ese algo percatándose   de lo que era. La mitad de un talismán. ¿Su talismán?, llevo una mano a su cuello notando que llevaba puesto el suyo, eso quería decir que ese le pertenecía a su hermano.

 

Saga parpadeo varias veces. Puso la otra mitad en su cuello. Lo sentía mucho por Adriel pero había algo que tenía que hacer. Se sacó el brazalete, se vistió y miro al chico por última vez.

-ja...amor...yo no siento eso. - y sin más destruyo el brazalete.

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Pandora estaba contando las manchas invisibles del techo, de momento llevaba más de cien. Estaba estirado de espalda, el largo cabello estaba desparramado en el frio suelo. Vestía nuevas prendas de color blanco. Rumiel se había encargado de vestirlo como correspondía. En su piel los moretones iban desapareciendo y las heridas sanando. A lo lejos escucho pasos, descarto la idea de que fuera Rumiel pues el demonio se había marchado hace no mucho. Temió que fuera el guardián de su puerta pues no quería que su ropa se manchase de sangre.

Los pasos se detuvieron en su celda,  giro su cabeza hacia la puerta, delante de él estaba el actual juez del infierno. Iba vestido con pantalones rojos de cuero, bototos y un polerón negro; además de un medallón en su cuello.

-Pandora...tiempo sin verte.- la voz de saga sonó burlesca- la prisión te sienta de maravilla.

“-Ese cuerpo no te favorece para nada demonio Dantalión.”

 Dantalión rio . Había pasado mucho tiempo pero al fin había vuelto.

Notas finales:

NE...Cualquier duda, reclamo sugeriencia o si tegusto hazmelo saber en un comentario :)


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