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Stag Party [JongKey] por ShawoLove

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Notas del fanfic:

Este es como mi "debut" aquí... Así que vengo a probar suerte xD

- Te dije que no quería una despedida de soltero. Eres un pesado.

La queja del rubio, Key, se escuchó por toda la avenida principal de la pequeña ciudad de Daegu. Era medio día y estaba en plena organización de los detalles para su boda, la cual se celebraría al día siguiente. Taemin, su amigo, lo seguía con una sonrisa en el rostro; cada vez que le tocaba perseguir a su apresurado amigo significaba que estaba muy enojado.

No le importaba correr detrás del otro, eso era casi normal para él, además que estaba a puntito de convencerlo para que asistiera a la despedida de soltero que amablemente había organizado a sus espaldas.

- ¡Pero será la última vez que tendrás una oportunidad así! Después del matricidio tendrás que acostumbrarte a comer un solo tipo de carne. ¿No te apetece tener una aventura antes de amarrarte así para siempre?

Key soltó una carcajada sin importarle cuán escandaloso era. Las ocurrencias de Taemin siempre le sacaban una sonrisa, él, era mejor que tener a una asociación de payasos junta. Su castaño amigo nunca dejó de sonreír ante las dificultades y era de carácter muy fuerte, algo que compartían en personalidades y también una de las razones por las que se hicieron buenos amigos. Lo único en que no coincidían era en que Kibum era un fiel creyente del matrimonio y Taemin era un "alérgico" a lo que ese tema refería.

Y debido a esa ideología de su amigo, Taemin siempre hacía estrategias para desilusionar (del matrimonio) a Key.

- No Tae, ya sabes lo que pienso acerca de esos rollos de una noche... Además yo-

-... le seré fiel a Minho... bla bla bla

El rubio puso los ojos en blanco y siguió caminando. No era obligación suya estar escuchando los planes de promiscuidad, propios de Lee Taemin.

Se detuvo frente a una tienda de disfraces (al menos eso creía) y vió a un chico que de alguna manera extraña, le resultó familiar.

Taemin apareció a su lado y fijó su mirada en el objetivo de Key. Soltó un silbido bajo y examinó al hombre. - ¿No me digas que ya te animaste? Debo aceptar que el tipo está bien bu-

- No es eso, Tae... …l se me hace conocido. Creo haberlo visto en otra ocasión, pero no recuerdo...

- No importa, si quieres voy, y le pido el número... Está bastante guapo, debo decir que está mejor que el imbécil con el que piensas casarte.

Key le lanzó una mirada dura -. Deja de insultar a mi novio.

- ¿Qué? ¿Por qué? Si insultarlo es mi mejor número.

-¿Por qué? Porque después, él, será prácticamente tu cuñado.

Taemin hizo un sonido obsceno -. ¿Cuñado? Cuñado mi c-

- ¡Shhhht! ¡Basta! No sé cómo te aguanto.

Dejó de mirar al hombre de la tienda de disfraces y siguió su camino. Taemin lo siguió, como un cachorro a su dueño.

- ¡Oye! ¡Camina más despacio, yo no tengo piernas de avestruz como tú! - el rubio caminó más rápido y Taemin dejó de seguirlo; sin darle importancia a las personas que concurrían el lugar, gritó -: ¡Te estaré esperando en mi casa esta noche a las ocho pm! ¡Asistirás a tu despedida de soltería quieras o no!

Y así fue, eran exactamente las 8pm y Kibum se encontraba afuera del departamento de su amigo, listo para tocar el timbre.

Negó con la cabeza por lo que estaba a punto de hacer y tocó el diminuto botoncito negro que estaba a un lado de la puerta.

El timbre sonó una sola vez y un radiante Taemin abrió la puerta, sonrió mostrando sus adorables hoyuelos y se hizo a un lado, para dejar pasar a Key.

- Sabía que no me fallarías. Que bueno que hayas venido, te tengo una sopresita. - dijo Taemin cuando el rubio hubo entrado a su casa.

- Conociéndote, seguramente es algo que voy a rechazar en el momento que lo vea.

Key se sentó en el sofá que había en la sala, observó la decoración de la fiesta y sólo vio globos en las paredes, serpentinas enredados entre los globos y posters de los idols mas buenos (como los denominaba Taemin) y guapos del momento.

Poco a poco la gente invitada comenzó a llegar y el lugar se convirtió en la cosa más ruidosa del planeta. Debía aceptar que la fiesta iba de maravilla: buena música, juegos entre los invitados y excelente comida y bebida. Key no era de las personas que gustaban el beber alcohol, pero como Taemin decía"es su fiesta y será la última que celebrará como soltero" y ya se encontraba risueño y extrovertido (mas de lo normal).

Ya pasaba de la una de la mañana, los invitados, uno a uno se iban retirando y un ebrio Key estaba tirado en el sofá, con un vaso con un líquido en él y riéndose de cualquier cosa que sucediera ante sus ojos. Taemin se acercó a él con una taza entre sus manos y la dejó en la mesita que había frente al sofá. Le quitó de las manos el vaso con licor y le palmeó la mejilla intentando atraer la atención de su rubio amigo, algo que después de algunos segundos consiguió.

- Creo que te has pasado con el alcohol, Key. - dijo Taemin pasandole la taza con café que tenía en la mesita frente a ellos.

Key soltó una risita, cogió la taza entre sus manos, pero no bebió su contenido -. ¿Y mi regalo? - preguntó el rubio haciendo un puchero, con firma Kim Kibum.

Taemin sonrió -. Cuando termines tu café, te daré tu regalo.

Los ojos del mas alto brillaron y obedeció. Bebió el líquido color negro (algo que fue un poco efectivo para su estado) y sus muecas de desagrado no pasaron desapercibidos para Taemin, sí, había hecho el café bien cargado. Pero para darle el regalo a su amigo, éste debía estar sobrio y consiente de sus actos.

- Mi regalo. A h o r a.

Taemin reprimió sus impetuosas ganas de burlarse de la forma en cómo hablaba Key. Así que se levantó del asiento y fue hasta la puerta, la cual abrió para dejar pasar a un chico vestido, no, disfrazado de policía.

Kibum se levantó de un salto y miró al chico con los ojos abiertos a tope. A pesar que aún tenía un porcentaje de licor haciendo fiesta en su organismo, estaba consiente de lo que Taemin quería hacer.

- Que lo disfrutes... - canturreó Taemin saliendo del departamento, dejándolos solos.

- ¡Nononononono! ¡Taemin!

El rubio intentó ir tras Taemin, pero no pudo debido a que unos fuertes brazos lo tomaron por la cintura. El cuerpo de Kibum se tensó por completo ante el toque, su corazón se aceleró tanto, que pensó que se saldría de su lugar; y cualquier método de autodefensa, se esfumó de su cerebro. Había quedado paralizado por el "policía" y no pudo evitar sentir aquel cuerpo tan musculado que se ceñía contra el suyo.

- ¿Por qué huyes? ¿Tan feo soy? - susurró el stripper contra la oreja del rubio. Key sintió sus vellos erizarse.

Giró un poco la cabeza y sin descaro alguno observó el cuerpo ajeno; entonces se ruborizó al tener una respuesta concreta. No.

El hombre no era nada feo, su escultural cuerpo parecía tallado por los mismísimos dioses y aunque no podía verle el rostro, a juzgar por su exquisita voz grave, estaba casi seguro que sería otra belleza cincelada a la perfección.

Sintió que el agarre en su cintura perdía fuerza, pero no se movió del lugar; escuchó los pasos del tipo alejarse para volver enseguida y un extraño tipo de música típico de esas ocasiones, comenzó a sonar.

- Siéntate, ponte cómodo... Key.

El mencionado se estremeció; no por el hecho de que el desconocido supiera su apodo, sino por la forma en la que lo dijo. Una voz tan rica, grave y seductora; diseñada para el pecado. Debía ser ilegal en su ciudad.

Al ritmo de la música, el stripper comenzó a bailar, con cada movimiento sincronizado una distinta prenda de vestir desaparecía de su cuerpo, para mostrar un leonado e increíble torso... Key, quien ya estaba acomodado en el sofá, veía cada acción hecha por el "dios griego" (como lo había denominado) y por poco se le caía la baba.

Recordó las palabras que Taemin le había dicho esa mañana y casi ríe por el recuerdo. Tal vez si se dejaba llevar, finalmente tendría aquel rollo de una noche que Taemin tanto le recomendaba antes de su matricidio. Comenzó a moverse al ritmo de la música y su stripper ex - policía (ex, porque ahora no tenía su traje) sonrió y se acercó más y más al rubio.

- ¿Puedo ver el rostro de este sexy poli? - preguntó Key, tocando con su dedo índice el perfil del rostro de su bailarín.

La sonrisa del otro se ensanchó más y asintió despacio, con cautela. Luego susurró-: Claro, pero si lo haces, se acabará el juego...

No sabía porqué lo hacía, pero le encantaba esa sensación de estar en terreno prohibido y lo cierto era que quería más, mucho más. En sus tres años de relación con su novio Minho, nunca quiso que éste lo tocara de la forma en que anhelaba que ese stripper lo hiciera, siempre decía que quería llegar virgen al matrimonio y debido a eso, nunca se aventuró a hacerlo...

Con su novio siempre soñó con esperar el momento adecuado. Con el bailarín, lo quería todo. Y no estaba seguro si todo sería suficiente.

- Entonces... juguemos.

En un ávido movimiento, juntaron sus labios para fundirse en un beso necesitado y apasionado, una lucha de lenguas estalló en sus bocas y una oleada de adrenalina invadió al rubio, haciéndolo sentirse maravillado.

Esa noche lo quería todo.

***

- ¿Ahora puedo ver tu rostro? - preguntó Key, mirando con ojos brillosos al castaño que estaba a su lado.

- Claro.

El rubio esperaba que el otro iniciara cualquier acción, pero no hizo nada. Así que él tuvo que acercarse al rostro del castaño y sacarle el antifaz que cubrió su rostro en todo momento. Cuando retiró el antifaz de cuero, casi emite un grito al reconocer aquel rostro.

Era el chico que había visto aquella mañana, en la tienda de disfraces.

- T-tu... ¿Eres el de la tienda de disfraces?

El hombre que había reconocido como un vendedor de la tienda de disfraces, se sentó en la cama y lo miró con expresión divertida. - ¿Tienda de disfraces?

Key asintió -. Sí, yo te vi en una tienda de disfraces...

- No era una tienda de disfraces, claramente puedes deducir lo que era.

El sonrojo del rubio fue notorio. El castaño acarició las mejillas sonrosadas de Key. - Veo que no me recuerdas... - murmuró con una sonrisa que lucía triste.

-¿Qué? ¿Recordarte? ¡Ni siquiera sé tu nombre!

- Soy Jonghyun... prometiste que jamás me olvidarías. Veo que mentiste.

Algo hizo "clic" en los recuerdos de Key, y entonces muchos flashes llegaron a él con imágenes de él y Jonghyun: de niños jugando, de niños riendo juntos, de él y Jonghyun siendo separados. A penas tenían diez años y sin darse cuenta se habían enamorado, eran mejores amigos desde que tenían memoria y de esa forma, fácilmente cada uno, entró en el corazón del otro.

Semanas después los padres de Jonghyun tuvieron que mudarse a otro país, llevándose consigo a Jonghyun. Esa tarde, cuando se vieron por última vez, Key prometió esperar a su regreso y que nunca lo olvidaría. Pero no cumplió su promesa.

Miró a Jonghyun con la culpa marcada en sus ojos y se abrazó a él, enterró su rostro en el cuello del castaño y sollozó, sintiéndose culpable. En unas cuantas horas, iba a casarse con otra persona que no era Jonghyun.

- Yo... yo... Jonggie... cachorrito... no fue mi intención. En unas horas yo-

- Sé que te casaras... Lo sé, Taemin me lo dijo todo - dijo Jonghyun interrumpiendo a Key, dando suaves caricias en la espalda de éste - . En realidad yo sabía todo, y antes que tu matrimonio se efectuara quise sentirte... Ahora, lo único que importa es tu felicidad.

- No...

- Si, no puedes hacerle eso a tu prometido, ya fue suficiente con lo que acabamos de hacer...

El rubio sonó su nariz, lágrimas deslizándose por sus blancas mejillas y la expresión más dolida que podía haber visto una persona en el mundo. Key sentía que el pequeño mundo que había construído a lo largo de esos años se desmoronaba poco a poco y aquella destrucción daba paso a la persona que desde la infancia fue todo su mundo. Ya no quería casarse, ahora que su cachorrito había regresado a él, ya no quería estar con nadie que no sea él... Jonghyun.

Una suave melodía de un grupo de pop sonó al otro lado de la habitación y Key lo reconoció como su móvil. Tenía una llamada entrante.

Se alejó del cuerpo de Jonghyun y salió a buscar su celular, fue fácil encontrarlo, cuando lo cogió observó el Id y sintió su sangre congelarse. Decía: Minhob25;

Contestó dispuesto a enfrentarse a su realidad. - "Eh... hola, Minho".

***

Cuando Key volvió a la habitación, Jonghyun estaba casi vestido, tenía unos pantalones de color azul marino y nada más que cubriera au cuerpo. Se sintió un poco mal al ver el rostro iluminado y alegre del rubio.

- Era Minho. - dijo.

Jonghyun intentó forzar una sonrisa, al ver cuán feliz se había puesto Kibum al hablar con él, pero no pudo. Lo intentó, pero no pudo.

- Eh... seguro que t-

El rubio se acercó hasta Jonghyun para abrazarlo. El otro intentó alejarse, pero los brazos de Key se lo impidieron.

-Terminó conmigo. Y es la mejor noticia que he recibido. - respondió a las preguntas no dichas por su tierno cachorro. - Creí que me dolería, pero me he dado cuenta que no lo quería...

Lo único que sintió fue unos fuertes brazos rodearon su frágil cuerpo y lo acercaron más al otro. Estar así era la mejor sensación de todas y se sentía feliz de tener el camino libre para poder estar con Jonghyun.

Si el día anterior le hubieran dicho que se arrepentiría de casarse a unas cuantas horas de su boda, no lo hubiera creído y habría mandado a la fregada a esa persona. Pero ahora ésa era su realidad y no se arrepentía de ello.

Sólo quería ser feliz con su primer y único amor, su mejor amigo de la infancia...
Notas finales: ¿Qué tal?
¿Merezco tomates? XD

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