Ritsu…- Cierra los ojos mientras sonríe –Realmente que sabes hacer sentir bien a la gente, me uesta admitirlo pero, Takano tiene una enorme suerte…-
-Tú también la tienes con Mizaki…-
-¿Cómo supiste?- Akihiko se sorprende.
-Soy Ritsu Onodera, ¿cómo no saberlo? además a ambos se les notaba, espero y sean felices- El menor le da la mano de manera amistosa, Akihiko aceptó.
Para cuando Takano llegó a Ritsu ya lo habían dado de alta y ya se podía ir, por alguna razón el doctor diagnosticó que ya todo estaba bien. Saliendo del hospital Takano empezó a interrogar a Ritsu en una calle completamente vacía.
-Y dime ¿qué te dijo Akihiko?-
-Solo me deseo lo mejor…-
-Entiendo…-
-Yo corte con él- Dijo Ritsu con una sonrisa en su rostro.
-¿Qué? ¿Cómo fue capaz? ¡Ah, a ese tipo lo voy a matar…!-
-Takano, yo lo corté, yo… pensé que es lo mejor para él y para mí…-
-¿Por qué?-
-Porque yo tengo a otra persona especial, una persona que siempre estuvo allí en las buenas y malas, por eso…- Ritsu toma a Takano de la camisa y lo acerca rosando sus labios sin ninguna discreción. Takano al principio se sorprende pero luego de un rato empieza a corresponder el beso, tomando a Ritsu de las caderas.
Dentro de la habitación…
-Ahh… Takano…- Gemía Ritsu al empezar a sentir como Takano bajaba lentamente cerca de su abdomen completamente descubierto.
-Ritsu- Takano empezó a desabrochar su pantalón y cuando terminó lamió esa parte que tanto enloquecía a Ritsu, lo engulló completo, haciendo sentir al menor unas cuantas embestidas. -Takano… detente corro…-
-Hazlo- Después Takano sintió un líquido caliente saliendo del miembro de Ritsu y lo tragó sin queja –Delicioso- Después le mostró 3 dedos a Ritsu, éste lamió esos 3 dedos provocando una embestidas leves sin siquiera saberlo, Takano sacó los dedos de la boca del menor y metió uno en la entrada del menor.
-Ah… Takano-san duele…- Takano esperó hasta que se dilatara y metió el segundo, haciendo movimientos tijeras dentro de éste, al final metió el último dedo, y para cuando terminó entró en él.
-Takano-san, es muy grande… no…- Esperó hasta que el menor se acostumbrara y moviera sus caderas como símbolo de que deseaba más, tan pronto como éste se movió Takano empezó a embestir levemente –Más,, más…- Takano siguió y siguió hasta correrse dentro de él al mismo tiempo en que Ritsu se corrió en sus abdómenes. Ambos cayeron a la cama llenos d sudor.
–Te amo-
-Yo también-
A la mañana siguiente Ritsu y Takano fueron a la escuela como si nada hubiera pasado, sólo por una cosa, cuando llegaron al aula.
-Bueno entonces más al rato paso por ti, para almorzar juntos- Dijo Takano.
-Vale- Dice Ritsu, pero cuando se volteó para entrar al aula Takano lo giró y le dio un beso en la boca –Takano-san ¿qué haces?
-Nos vemos- Dijo Takano despidiéndose y alejándose.
-Oh así que si terminaron siendo más que simples amigos- Dijo la presidenta con un tono burlón.
-No se burle, yo lo amo…-
-Espero y duren- Le sonríe la presidenta -… pero cuando ya no lo quieras no olvides que yo estoy disponible, tal vez si me pasas su teléfono- Lo dice casi riéndose.
-Ni de chiste, él es MÍO- Dice Ritsu sonrojado.
-Jaja, sólo bromeo en serio ustedes hacen bonita pareja-
-Gracias…-
-Oye Ritsu, ¿no crees que Angélica-san y yo haríamos una hermosa pareja?- Sale Meithan de la nada.
-Meithan…- Lo mira la presidenta con un aura negra –Deja esas bromitas, no es divertido… me voy, adiós- Se va enojada la presidenta.
-Ah-
-¿Qué pasa, Meithan-san?-
-Sé que es muy lista, pero es una idiota cuándo se trata del romance...-
-¿Eh? No me digas que te gusta…-
-Claro que sí, he estado enamorado de ella por más de 3 años-
-Pero bueno, no creo que tengas oportunidad-
-¿Y por qué no? Tu sales con Takano-san, uno de los chicos más guapos de toda la maldita secundaria-
-Es sólo que… a la presidenta se nota que no le interesa el romance-
-¿Eh, qué quieres decir?-
-Si te das cuenta se la pasa la mayoría del día enfocada en los trabajos y en el estudio, y cuando no hace eso está en juntas del consejo o con su hermana menor Hiromi-san, además tiene muchos seguidores, ella no está para que la elijan, ella está para elegir-
-Entiendo, pero aunque me digas eso, yo no la voy a dejar de amar-