-Buenas noches, Takano-
-Buenas noches, señor Onodera-
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-¿Has cuidado bien de mi Ritsu?-
-Ja, muchas palabras para tan poca cosa como usted-
-Realmente no entiendo las nuevas modas de los jóvenes de contestarle a sus mayores, y más a los proletariados que no saben más que estar ensuciando los bellos paisajes de la ciudad de los nobles-
-Ja, ¿no cree que eso de nobles no le corresponde decirlo usted? Señor que se hace llamar “padre de Ritsu”-
-Como sea, en fin, si no te importa quisiera hablar con mi hijo, me lo permitirías-
-Justo ahora está dormido, si no le importa, no vuelva a venir, por favor-
-Vamos pero qué pasa, ¿qué un padre no puede ver a su hijo?-
-Sí, sin embargo a “eso” no se le puede llamar padre-
-Takano-san ¿qué pa…?- Se abre la puerta y Ritsu se queda en shock al ver a la persona que estaba frente a él.
-Ritsu, hijo mío cuanto tiempo, ¿cómo has estado?- Le toma el cabello pero Ritsu se quita y corre al lado de Takano.
-No, no puede estar pasando, mi padre…-
-No pasa nada Ritsu, sólo metete a la casa…-
-Sí-
-Entonces no me dejaras pedir tu perdón, Ritsu…-
-¿Qué?-
-Yo no salí de la cárcel para lastimarte ni nada por el estilo, yo venía a disculparme contigo, por todas esas cosas horribles que te hice-
-¿Qué…?-
-Muy tarde viejo, si quieres su perdón tendrás que ponerte de rodillas-
-Entonces…- El señor se pone de rodillas enfrente de Ritsu meintra que éste se queda atónito –Hijo mío, podrías perdonarme, sé bien que te lastimé profundamente y que tal vez no quieras ni escucharme ni volverme a ver, pero como tú sabes, mi padre hacía lo mismo conmigo cuando era más joven, creí que si seguía sus pasos, tal vez pudieras ser tan exitoso como yo, pero luego paso lo de tu madre, hijo…- Comienza a llorar –Entiendo que no quisieras nunca haberme conocido, pero yo… realmente nunca quise lastimarte, así que… solo necesito que me des tu perdón, y si no es así, pues ya no me queda nada, qué más da otro suicida aquí en Japón- Entonces Ritsu se abalanzó sobre su padre llorando y abrazándolo fuertemente.
-Perdón padre, perdón, te abandoné cuando más me necesitabas, perdón…-
-No Ritsu, él que se tiene que disculpar soy yo, te lastimé muchísimo, perdóname hijo, te adoro-
-Descuida te perdono padre, yo también te quiero…- Mientras ellos se abrazaban Takano se sentía derrotado completamente.
-Ritsu yo…-
-Takano-san, hoy dormiré con mi padre, perdóname…-
-Sí, aun así te estaré llamando y si no contestas sospecharé ¿ok?-
-No le veo el caso, si tu aún desconfías de mí, puedes venir con él-
-Me devolvieron las propiedades y todas mis cosas, ya sabes por ser de la nobleza-
-¡Es genial padre!-
-Entonces iré, no lo dejaré solo-
-Al fin, mi querido hijo, volverás a ver tu hogar-
-Sí-
Y así los tres se fueron en el auto lujoso del padre de Ritsu a su casa, cuando llegaron el padre de Ritsu los llevó a su habitación, para que bajaran su equipaje, y pidió a las sirvientas que les dieran todo lo que ordenaran. Terminaron de desempacar y se echaron a dormir.
-Ritsu…-
-¿Sí, Takano-san?-
-Seguro que tu padre no trama nada…-
-No lo sé, pero me dio tanta alegría verlo-
-Ritsu…- Lo tomó de las mejillas y le dio un beso apasionado en los labios, dejándole una pequeña marquita en la comisura de la boca –Te amo-
-Yo a ti, anda debemos dormir- Y Ritsu se acurrucó junto a él.