Capítulo I: Positivo.
●Xi Luhan.
Un chico de 17 años, delgado, de altura promedio, cabello marrón claro y ojos oscuros.
Líder del equipo de natación en su escuela.
Tras algunos síntomas extraños se da cuenta de que está embarazado. Su novio, Sehun. Quien es 8 años mayor que él le apoya, en cambio sus padres y hermano mayor van en contra de todas sus decisiones a partir de ese momento.
«''Ellos son mi familia'' ''Y él será parte de nuestra familia, Luhan''»
●Byun Baekhyun.
Un chico que de 21 años, delgado, cabello castaños y ojos del mismo color.
A punto de terminar sus estudios universitarios.
Luego de ir al médico la noticia de su embarazo lo toma por sorpresa. Él no quiere un bebé ahora, él no quiere un bebé nunca. Decide mantenerlo en secreto, evitando por completo a Chanyeol, su actual pareja. Al menos hasta que encuentre una solución a aquel problema.
«Un embarazo no puede arruinar mi vida».
●Do Kyungsoo.
Un chico de 26 años, bajo en estatura, cabello negro al igual que sus ojos y piel pálida.
Actualmente traba como abogado.
Después de intentar junto a su esposo quedar embarazado 2 años seguidos, al fin da resultado. Pero JongIn decide que es hora de dar fin a su matrimonio en el momento menos indicado.
●●●
—Buenos días Luhan. —La suave voz de mi madre mientras servía café en dos tazas sobre la mesa.
—Buenos días mamá, buenos días papá. —Saludé, tomando asiento en una de las sillas. Mi padre dejó de lado lo que hacía en el portátil para levantar su mano y hacer un ademan en forma de saludo.
—Oh, ¿Qué tal la escuela, hijo? —Preguntó mamá, dando un sorbo a la taza color rojo.
—Bien. —No tenía mucho que decir el año escolar apenas comenzaba, por lo cual no había muchas cosas que contar.
—¿Irás al campeonato de natación? —Mi hermano, acercándose con unos jeans desgastados y una camisa polo a color blanco.
—Oh, sí. Soy el capitán. —Contesté, como si alardeara sobre ello.
Sin duda la natación era casi todo para mí, una forma de pasar mi tiempo libre en algo me que gustaba hacer. Los campeonatos locales comenzarían, yendo todos los equipos de las diferentes escuelas y de ellos solo los dos mejores irían al siguiente campeonato y así hasta llegar al nacional. El año pasado pudimos obtener un par de medallas, pero nunca llegamos a las nacionales. Era un sueño que esperábamos se cumpliera en el último año.
El resto del desayuno transcurrió en charlas acerca de lo grandes que estábamos Xiumin y yo, haciendo que mamá terminara un poco sentimental.
—Me tengo que ir y hoy llegaré tarde. —Poniéndome de pie para dejar los trastos sucios en el fregador.
— ¿Irás con tu novio? —Preguntó mi padre, quitando la vista de la comida que aún había en su plato para mirarme. Asentí, dejando un beso en la mejilla de mamá en forma de despedida mientras me susurraba que tuviera cuidado. — ¿Vendrás a cenar?
—No, los martes tengo entrenamientos hasta las 6.
—De acuerdo, mándale saludos a Sehun de nuestra parte. No más de las 12 AM.
—Está bien. Adiós papá, adiós Xiumin. —Salí de la cocina para tomar mi mochila que la mayoría del tiempo se la pasaba tirada junto a los sofás.
— ¡Luhan! —Escuché la voz de papá en un tono alto.
—No más de las 12 AM. —Repetí sus últimas palabras, cerrando la puerta al salir.
Mi camino comenzó al estar fuera de casa, saludé con mi diestra a la vecina. Siguiendo mí camino por la acera a un ritmo bastante rápido. Tenía suerte de vivir a solo 7 cuadras de la escuela, no tenía que preocuparme por subir al autobús y podía disfrutar de caminar solo por un rato.
Tomé mi celular, cuando sentí como este vibraba en uno de mis bolsillos. Lo desbloquee y entré a los mensajes.
«Cariño, ¿Has dormido bien? ¿Le dijiste a tus padres?» El mensaje era claramente de Sehun y no tarde mucho en comenzar a teclear.
«Hola, dormí bien ¿Qué tal tú? Se los dije, debo estar en casa antes de las 12.» Enviar.
Guardé mi móvil, tendría una respuesta al menos una hora después. También tenía suerte de que mis padres aceptaran que estuviera saliendo con un chico de mi escuela. Bueno, eso era lo que ellos creían. Había sido difícil contarles acerca de que me gustaban los hombres y al decirles que tenía novio opte por decir que era un chico de la escuela, al menos así estarían un poco tranquilos. Aunque la hora de decirles que Sehun tenía ocho años más que yo y claramente no era un estudiante se acercaba casa vez más.
«Oh, demonios.» Sentí como si mi interior diera un vuelco de repente, llevé una de mis manos hasta mi estómago. El pollo de la cena nunca antes me había pesto mal del estómago, y no creía que el pan y el jugo que desayune hubieran provocado eso tan rápido. Y de pronto, nauseas. Noté como algunas chicas me miraban de forma extraña, «Luhan, no vomites. No ahora, no ahora que todos están viendo» Caminé lo más rápido posible a dentro de la escuela, prácticamente corriendo por entre los salones para llegar al fin al baño. Y justo cuando había entrado…
—¡Luhan! Adivina quien tendrá una cita con Liz. —Justo ahora aparecía Jongdaefrente a mí para interrumpir mi camino. Negué tratando de moverme hacia un lado y él se movió de igual manera obstruyendo nuevamente mi paso. —Luhan, ¿Qué tienes parece como si fueras a… —«Lo siento, Jongdae» Pensé. Al no poder detenerme mi boca se abrió por sí sola, dejando salir aquel desagradable líquido de mi boca. «Ahí está la cena de anoche y el desayuno de esta mañana»
—¡Iugh! ¡Diablos, chico! Mis zapatos. —Jongdae se quejó y era cierto, sus zapatos ahora estaban llenos de vomito.
—Lo siento. —Murmuré, yendo hasta los lavabos para enjuagar mi boca. Definitivamente vomitar era una de las cosas más asquerosas y desagradables que conocía. La mano de mi amigo me ofreció algo de papel, el cual sin dudarlo tomé. Eché algo de agua en mi rostro y me miré al espejo, estaba demasiado pálido.
—¿Qué te pasa? —Preguntó en un tono preocupado mientras él mismo tomaba el trapeador para limpiar el desastre en el piso.
—Creo que la cena me hizo daño. —Dije, volviendo a llenar mi boca de agua. El sabor acido seguía ahí.
—Igual que las últimas dos semanas, algo anda mal. Deberías ir al médico o algo. —Asentí, era cierto. Desde hace dos o tres semanas en más de una ocasión había corrido al baño para vomitar. — Además, puedes llamarme loco pero te ves mucho más delgado.
—Supongo que iré al médico mañana.
…
Las clases estaban a punto de terminar y faltaba solo media hora para que pudiéramos irnos. Todo transcurrió normal exceptuando que mi apetito a la hora del almuerzo desapareció y siendo casi las 2 PM, todavía no me sentía hambriento.
Jongdae se mantenía hablando de la cita que tendría con Liz, una chica universitaria que había conocido en un parque. De pronto escuché las voces de mis compañeras detrás de mí, por supuesto, no podrían dejar de lado hablar de las demás personas en su tiempo libre.
—Han dicho que está embarazada y por eso no vendrá.
—¿En serio? Oh, sí. Yo escuché que se había sentido mareada y con nauseas desde hace tiempo.
—Sin contar que subió de peso, pensé que solo era una ‘’etapa’’. No un bebé lo que la había hecho subir.
—Pobres de sus padres.
—Lo sé, mis papás me matarían si llegara a ocurrirme algo como eso.
«Un embarazo» Pensé. No, no puede ser. Él usa protección, bueno, supongo que alguien de 25 años debe usar protección. Pero, aquella vez en que. «De acuerdo, Luhan. Deja de pensar en eso, claramente no es un embarazo».
…
—¿En verdad no estás hambriento? —Me preguntó Sehun, mientras manejaba en dirección a su departamento.
—No.
—¿Sucede algo? —«¿Debería decírselo?» Bien, suéltalo. Sutilmente.
—Tú, ¿Usas protección? Quiero decir, nunca he prestado atención en si usas condón o no. —Vi su ceño fruncirse.
—Sí, he usado condón. ¿Te preocupa algo?
—Pero, ¿Recuerdas aquel viernes en que te acompañé a una fiesta? —Asintió. — Creo que puedo estar embarazado.
Pude haber jurado ver su boca abrirse un poco, él lo sabía y yo lo sabía. Aquella vez estábamos un poco ebrios. Giró el volante hacía la izquierda, perdiendo el camino a su departamento. Él no dijo nada y yo no dije nada. Detuvo el auto, justo frente a una farmacia y sin decir nada bajó del auto. No parecía molesto, ni triste, mucho menos feliz. Su expresión no decía nada.
Poco después regresó y subió al auto. Con una bolsa que contenía lo que había comprado.
—Luhan, compré pruebas de embarazo. Iremos a mi departamento y las harás. —Asentí. —No quiero que estés triste y cualquier resultado, positivo o negativo. Estaré contigo. —Asentí.
Ambos entramos a su departamento y a diferencia de las demás veces esta vez podía percibirse un ambiente un poco incómodo. Sin decir nada tomé ambas cajas y me dirigí al baño.
Estuve más de veinte minutos dentro, sostenía ambas pruebas de embarazo en mi mano, pero aun no tenía el valor de verlas. Escuché la puerta ser tocada, recordando que estaba en casa de Sehun y recordando que él tendría que ver el resultado junto a mí. Giré la perilla de la puerta y lo vi, su camisa estaba desacomodada y su cabello también. Su rostro decía que estaba ansioso y preocupado.
—¿Las viste? —Negué. — Ven acá. —Extendió sus brazos y me envolvió entre ellos. Él era apenas un poco más alto que yo. Su piel, podría jurar que era mucho más pálida que la mía.
Buscó mi mano, la cual sostenía las pruebas siendo ahora él quien las tomaba. Escondí mi rostro en su pecho, no estaba listo. Escuché un suspiro, por un momento creí que era un suspiro de alivio, que habían dado negativo.
—Cuidaremos juntos de él. —Susurró, dejando un beso sobre mi coronilla. Sus manos acariciaban mi espalda mientras mis lágrimas salían una tras otra.
●●●
—Chanyeol, quería preguntarte si vendrás este viernes. —Dije, una vez respondió el teléfono.
—¿Este viernes?
—Sí.
—Cariño, sé que cumpliremos un mes más. Pero no podré.
—Oh, no hay problema.
—Baekhyun, estaré algo ocupado esta semana. Nos vemos el fin de semana. —Sus palabras salieron rápidamente, como si justo en ese momento también se encontrara ocupado.
—Está bien, Chanyeol. Cuídate nos vemos el fin de semana. —Dije.
—Hasta luego, amor.
Colgué el teléfono, dejándome caer sobre la cama. Últimamente no salíamos mucho y solo de vez en cuando podíamos vernos en la universidad. Pero era igual que casa dos meses, él se ocupaba y yo solo esperaba a que pronto pudiéramos volver a vernos. Tras un año y medio de estar juntos eso me resultaba normal. El teléfono volvió a sonar y no tarde en responder a este.
—¿Baekhyun Byun? —Escuché la voz de la mujer detrás de la bocina.
—Sí, soy yo.
—Hablo del hospital, para decirle que sus los resultados de su examen médico están listos.
—¿Los están? ¿Tengo algo grave?
—Temo que desconozco los resultados de su examen.
—Oh, bueno. Entonces iré para allá.
—De acuerdo, tenga un buen día.
—Gracias. —Colgué.
Me puse de pie aún era temprano y por suerte no tenía clases hasta las 11 AM. Recogí todo lo necesario y me coloqué los zapatos, para luego salir del departamento. Me subí en el primer taxi que vi, indicando que me llevara al hospital.
…
—¿Es algo grave? Bueno, no creo que sea grave tan solo he tenido unos cuantos malestares. —Dije, estando sentado frente al escritorio del doctor mientras trataba de descifrar su expresión.
—No lo es.
—Entonces ¿Por qué pidió que entrara para darme los resultados?
—Por qué hago eso con todos los pacientes, Baekhyun. —Sonrió, dejando que su dentadura blanquecina reluciera.
El doctor Kris era casi un conocido para mí, era a quien recurría cuando sentía que algo no andaba bien y en los últimos años él parecía haber dejado su faceta de doctor serio a la faceta de doctor amigable.
—No tienes ninguna enfermedad, a excepción de que sigues sin alimentarte correctamente todo va bien. Pero insisto, debes llevar una dieta balanceada, nada de comer sopas instantáneas todo el tiempo. Sé que eres un chico ocupado con la universidad y el trabajo, pero no hace falta ser nutriólogo para saber qué haces de todo excepto alimentarte bien.
—Si me alimento bien, bueno últimamente mi dieta va mejor. Tal vez aun no da resultados pero estoy comiendo bien.
—Aproveché para hacerte un examen de embarazo, las molestias y los síntomas se inclinaban hacia eso. —Guardé silencio.
Estaba muy seguro de que no estaba embarazado, tanto Chanyeol como yo nos cuidábamos. Y las veces en que no lo hacíamos, al menos tomaba la pastilla del día siguiente. Era consciente de que debía tomar todas las precauciones posibles, así que me repetí a mí mismo «Tranquilo, no estás embarazado».
—Y tienes que seguir alimentándote, además te daré algunas vitaminas.
—¿Vitaminas?
—Felicidades Baekhyun, estás embarazado.
En el momento en que escuché aquellas palabras sentí como si mi corazón se hubiera detenido «¿Embarazado?» No, no podía estar embarazado, mucho menos ahora. Estoy a punto de terminar mi carrera. Necesito trabajar para seguir estudiando y con un embarazo no podré hacerlo. Las molestias, mi cuerpo, mi vida. No puedo estar embarazado.
Por un momento mi vida se pausó, necesitaba resolver esto. «Chanyeol, Chanyeol tiene que saberlo».
—¿Baekhyun? —La voz del doctor interrumpió mis pensamientos, haciéndome voltear hacia él. Tenía cientos de preguntas, pero solo un par perdían ser respondidas en ese momento.
—¿Cuánto tiempo tiene?
—De tres a cuatro semanas. Deberías darle aviso al padre, seguro estará muy feliz con ello.
No, Chanyeol no quería un bebé. Estaba seguro, ni él, ni yo queríamos un bebé, nunca hablamos de eso, ni siquiera hablamos acerca de casarnos. En nuestros planeas estaba seguir en un noviazgo mientras terminábamos nuestros estudios.
…
«Chanyeol, responde» Repetía mientras escuchaba el tono de marcado. Una vez más respondía el buzón y no él. Me rendí, había intentado llamarlo más de diez veces y en ninguna había obtenido una respuesta.
Escuché toques en la puerta y caminé rápidamente hasta ahí. Una vez la abrí me encontré con Lay, parecía preocupado, tal vez no debí decirle que era una emergencia y tal vez no debía estar llorando. Le dije que entrara y cuando estuvo dentro ambos fuimos hasta el pequeño comedor para tomar asiento.
—Estoy embarazado. —Solté.
—¿Cómo? ¿Estás embarazado? —Lay parecía tan sorprendido como yo en un principio. —Bueno, cuando me llamaste y me dijiste que era una emergencia imaginé todo menos esto. —Tomé uno de los pañuelos y limpie aquellas lágrimas que seguían cayendo.
—No sé qué hacer.
—Debes hablar con Chanyeol, eso está claro.
—No quiero que me deje.
— Baekhyun, debes pensar lo que estás diciendo. ¿Crees que Chanyeol te dejará por estar embarazado? No creo que sea esa clase de persona.
—Estuve pensando y tal vez sea bueno abortar.
— Baekhyun, alto. No estás pensando con claridad. No puedes abortar, eso no es bueno. —«Tal vez si es bueno»
—Conozco un lugar, acompañé ahí a mi hermana. No hubo consecuencias. Quiero seguir divirtiéndome, quiero vivir para mí, no quiero vivir para hacerme cargo de un hijo.
Sentí su mano golpear contra una de mis mejillas. Estuve a punto de reaccionar, saltar sobre él y devolverle el golpe a pesar de que fuera prácticamente mi mejor amigo. Pero entonces reaccioné, ¿Estaba dispuesto a abortar? ¿Estaba dispuesto a matar la vida de un pequeño ser humano? No quería hacer eso, pero, era lo único que podía hacer.
—Necesitamos ir a la universidad, arréglate e iremos juntos y por favor. No pienses en cosas estúpidas, ¿de acuerdo? —Preguntó, vi sus ojos llenarse de lágrimas.
Tal vez eran pensamientos egoístas pero mi mente me repetía una y otra vez que no quería un hijo.
●●●
Rebusqué entre las cosas de uno de mis cajones, sacando aquella caja color azul pastel que en letras grandes decía ‘’Prueba de embarazo’’. Jongin se encontraba aún recostado en la cama, seguía durmiendo y parecía tan tranquilo que no quise molestarlo. Caminé a paso lento hasta el baño, no quería hacerme esperanzas. Tal vez la prueba daría negativo y era solo una falsa alarma, como todas aquellas en los últimos dos años.
Había sido tanto tiempo intentando tener un bebé que ya nos habíamos dado por vencidos, yendo con tantos doctores que ni siquiera podría contarlos con los dedos de mis manos.
Me recargué en el lavabo, «Solo dos minutos, Kyungsoo». Dos minutos y sabría el resultado.
—Amor, tengo que entrar, lo siento. —Tan pronto escuché su voz, traté de esconder la prueba de embarazo, no quería que se enterara y mucho menos si esta daba negativo. Entró, y besó mi mejilla antes de darse la vuelta y comenzar a orinar.
Reí, no me resultaba incómodo y tampoco me resultaba de mal gusto. Después de todo vivíamos juntos y estábamos casados desde hace ya tres años y si había algo entre nosotros era confianza. Cuando terminó se dio la vuelta y estuvo a punto de tocar mi mejilla. Cosa que evite moviéndome hacia un lado. No me tocaría después de orinar, al menos debía lavar sus manos. Y eso hizo, lavó sus manos para luego llevarla hasta mi mejilla y acariciar.
—¿Hacías algo?
—Estaba a punto e meterme a bañar.
—Oh, bueno. Entonces te dejo. Yo iré a cambiarme, tengo que llegar pronto al trabajo.
—Espera… —Lo detuve, sosteniendo una de sus manos para que dejara de avanzar. ¿No te bañarás conmigo?
—No, en serio voy tarde.
—Tu trabajo comienza a las 10.
—Tengo una junta, adiós. —Y sin siquiera un beso salió, lo vi tomar rápidamente una camisa y un pantalón negro de vestir.
Suspiré, avanzando a la ducha. Tan solo deje caer la única prenda que vestía en el piso para dedicarme a sentir el agua fría sobre mi cuerpo. Antes de salir de la ducha escuché la puerta cerrarse. Volví a recordar la prueba de embarazo.
Miré el lavabo, la dejé ahí antes de entrar en la ducha. Ya habían pasado dos minutos, incluso tal vez veinte o treinta. La tomé con una de mis manos y pude presenciar, por primera vez en dos años las dos líneas que me decían que estaba embarazado. Mis ojos reaccionaron al instante, llenándose de lágrimas. Parecía como si al fin un sueño se hiciera realidad.
Camine a paso rápido a la habitación y busqué en el mismo cajón de antes. Sacando otra caja color azul. Fui al baño e hice una segunda prueba, debía estar al menos seguro. A veces las pruebas podían fallar, era una entre muchas pero podían fallar. Y pude presenciar nuevamente las dos líneas en los pequeños recuadros.
Mi sonrisa se extendió, como nunca antes. «Debo decírselo a Jongin» Pero no se lo diría por teléfono, esperaría a que regresara del trabajo para contárselo.
…
Caminé a la puerta tan pronto escuché la llave entrar en la cerradura, había estado esperándolo todo el día y al fin, a las 11 PM regresaba. No solía regresar tan tarde, pero yo también trabajaba y entendía que en el trabajo debías quedarse más tiempo algunas veces.
Pero cualquier excusa desapareció en el momento en que percibí el olor a alcohol en su ropa. De pronto me encontré a mí mismo irritado, no tenía problema con que fuera a beber con sus amigos, pero al menos debía enviarme un mensaje o algo para dar aviso.
—Hey. —Dije, en un tono bastante serio apenas cruzamos miradas.
—Lo siento, Kyung. Tuve que ir con… —Hizo una pausa. —Mis compañeros de trabajo.
Era demasiado malo mintiendo, en especial si apenas y se podía sostener sobre sus propios pies.
—¿Compañeros de trabajo? —Me hice a un lado y el caminó hasta la sala. Cerré la puerta, yendo tras de él. Procurando estar ahí en caso de que cayera.
—Sí, ya sabes el proyecto fue aceptado. —Ayer me había dicho que todavía no entregaban aquel proyecto.
—Dijiste que lo enviarían hasta dentro de tres días.
—Bueno, no fue así.
—Quería hablar contigo sobre algo.
—Dilo. —Negué, no le diría sobre el embarazo mientras apestaba a alcohol y me daba la espalda.
—No, ahora vete a duchar y hablaremos mañana.
—También quiero hablar contigo sobre algo. —Arrojó el saco al sofá al igual que la corbata.
—¿Sobre qué?
—Iré a ducharme y hablaremos mañana.
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