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Gugure! Kokkuri-san. por SayumiNya

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Notas del fanfic:

El anime "Gugure! Kokkuri-san" consta de 12 episodios, de los cuales solo adapte el primero>///<

Planeaba hacer el fic adaptando los 12 episodios pero no estaba segura de si el fic iba a ser bien recibido, si gustan leer los demás capítulos pueden decirme y actualizarse lo mas pronto que pueda(・o・) y pues eso seria todo<3

Ahora...¡a leer! (^0^)/<3

¿Has jugado “Kokkuri-san” con alguien más? ¿Se trata de un simple juego de niños?  ¿O realmente permite que te comuniques con los espíritus? Nadie lo sabe, sin embargo, nunca debes jugarlo sin compañía.

Kokkuri-san, Kokkuri-san, ven por favor.

Decía el pequeño Kouyou mientras sostenía la moneda de diez yenes con su dedo índice al mismo tiempo que esta comenzaba a temblar como si una fuerza extraña estuviera meciéndola de un lado a otro. Una fuerte ventisca se sintio por un momento lo que sorprendió al pequeño, mientras escuchaba una voz masculina la cual le hizo voltear a la ventana de esa antigua casa en el que vivía el pequeño que en ese momento permanecía sin seguro.

Me invoco solo.- dijo la voz- ¿Querrá que lo atormente un fantasma?

La ventana se abrió dejando ver a un hombre de cabello largo, un cascabel en el cuello, con uñas larga y orejas de animal que respiraba agitado por el aparentemente largo viaje desde el otro lado hasta nuestro mundo.

¿Me llamabas?-dijo-

El pequeño Shima al ver la figura de ese hombre a través de la ventana abierta, se puso de pie con la mayor tranquilidad del mundo, acercándose a la ventana y cerrándola con seguro para luego de eso volver a su lugar en donde yacía jugando al juego que supuestamente le daría la facilidad de comunicarse con los espíritus.

Kokkuri-san, Kokkuri-san, ¿Quién es ese hombre sospechoso?-  dijo el pequeño

¡Oye! ¿Qué te pasa? -dijo el hombre- No cierres la ventana- decía mientras trataba inútilmente de abrir la puerta que ahora se encontraba con seguro-

El pequeño volteo su mirada hacia la ventana que ahora estaba siendo quebrada desde el lado en el que se encontraba el seguro, cuando el trozo de vidrio cayo pudo observar como una pálida mano con uñas larga se introducía y giraba el seguro para poder quitarlo.

Tú me llamaste en primer lugar, no cierres la ventana.- dijo el que ahora suponemos es Kokkuri-san-

No entres a mi casa rompiendo las ventanas, señor fantasma.-dijo el pequeño- solo dije que vinieras como una formalidad. Nunca quise que entraras. Vete, por favor.

Kokkuri-san ahora veía al pequeño con cierta molestia.

¿Me hiciste venir y ahora me echas?-decía el tipo-

Págame la ventana antes de irte, por favor.- decía el pequeño tratando de cerrar la ventana-

¡No creas que me iré! ¡Me quedo!-decía Kokkuri-san mientras abría la ventana con fuerza entrando a la casa del pequeño-

Vete, por favor.- decía el pequeño mientras tiraba del kimono que traía puesto el supuesto espíritu-

¡Olvídalo! ¿Debería lanzarte una maldición?

Si no te vas, te exorcizare con sal.-decida el pequeño sosteniendo un pequeño tazón de sal mientras tomaba un puño-

Pequeño, no puedes exorcizarme con un simple condimento de…

Apártate, espectro.- dijo el pequeño lanzando el puño de sal al rostro del espíritu-

Kokkuri-san lanzo un grito llevando sus manos a su cara.

Este es el poder de la sal.- dijo el niño-

El ataque de Kouyou fue súper efectivo.

¿¡Cómo te atreves, mocoso!?-grito tomando ambas mejillas del pequeño estirándolas-

No me maltrates, por favor.-dijo Kouyou- La violencia solo trae tristeza.

¡Mira quién habla!

Kokkuri-san cargo al pequeño dejándolo frente a él.

Dime, ¿acaso no entiendes que soy Kokkuri-san? –Dijo- Cualquier persona normal se asustaría. No sabes cuánto me duele tu indiferencia.-estira las mejillas del pequeño- ¿No puedes fingir estar mas sorprendido?

Ya que soy un muñeco sin corazón, no puedo sentir temor.- dijo Kouyou- Nada me afecta. Yo, Takashima Kouyou, soy un muñeco. Un muñeco, un muñeco, un muñeco…muñeco, muñeco…

Kokkuri-san soltó al pequeño.

¡No tiene emociones!- pensó Kokkuri-san-

A los muñecos no nos afecta cuando otros nos encuentran extraños.-dijo Kouyou-

¡Se toma su papel muy enserio!-pensó de nuevo-

Soy un muñeco viviente fabricado con los últimos avances de la biotecnología. No desperdicio mis energías en emociones como la felicidad o la tristeza. – dijo el niño- Las funciones de un muñeco siempre cuidan del medio ambiente. Siempre, siempre, siempre…

No tienes amigos, ¿cierto? –dijo el mayor-

¿Cómo lo supiste? –Pregunto Kouyou- Sin embargo, a los muñecos no nos molesta no tener amigos.

No se rinde.-pensó nuevamente el mayor-

Un ruidito extraño parecido a un “Grr” saco a ambos de un silencio que se había formado solo hace unos segundos haciéndolos voltear hacia la puerta de la habitación en la estaban. El pequeño salió de la habitación para dirigirse a la cocina de donde provenía ese ruido, resulto ser un alarma que le avisaba al pequeño que su ramen ya estaba listo así que la apago.

Paso el tiempo suficiente. –hablo Kouyou-  Mi cena esta lista.- dijo levantando sobre su cabeza el plato de ramen instantáneo-

En un rincón de la cocina podía observarse una pila de envases vacíos de ramen. Kokkuri-san se había dirigido a abrir el refrigerador en donde solo podía apreciarse montones de tazones de ramen.

¿Es lo único que comes?-pregunto-

Los fideos instantáneos son el sustento de todo muñeco.-dijo-

Es imperdonable.-dijo Kokkuri-san al pequeño mientras atrapaba con sus dedos el fideo que sorbía el pequeño- Un niño en desarrollo no debería comer…¡esta basura!- dijo lanzando el tazón hasta el otro lado de la habitación- ¡Te daré tres comidas al día con 50 ingredientes!-dijo- ¡Un adulto responsable debería encargarse de ti!

Vete, por favor.-volvió al repetir el pequeño al ver como su amado ramen le era arrebatado por el espíritu-

¡Espérame aquí!-dijo el mayor-

Este salió de la casa corriendo hasta la tienda más cercana para así poder comprar todos los ingredientes para prepararle una comida saludable al pequeño que lo había invocado por “formalidad”.

Kokkuri-san no pudo abandonar al chico que se hacía llamar muñeco.

¡Regrese!- grito Kokkuri-san entrando con velocidad a la casa  y dirigiéndose a la cocina de la misma, tirando sobre la mesa todas las compras que había hecho. El pequeño se quedó sorprendido al ver todo el contenido de cada una de las bolsas, todos eran vegetales y algunos otros alimentos.

Kokkuri-san tiro el cobertor de su Kimono quitándole algo de formalidad y tomando su cabello negro y largo para así atarlo con un lazo color rojo seguido de ponerse un delantal para comenzar a cocinar.

¡Tres comidas al día con 50 ingredientes!-decía el mayor mientras picaba vegetales a toda velocidad- ¡Repítelo!

Prefiero mis fideos…-no pudo terminar ya que fue interrumpido por el mayor-

¡Tres comidas al día con 50 ingredientes!

¿Tres comidas al día con 50 ingredientes?-pregunto Kouyou algo confundido-

¡No te escucho!-dijo el mayor-¡Tres comidas al día con 50 ingredientes!, ¡Tres comidas al día con 50 ingredientes!, ¡Tres comidas al día con 50 ingredientes!

El pequeño se quedó confundido durante un rato y fue sacado de sus pensamientos gracias a la voz del mayor.

¿Qué tal?- le preguntaba al menor orgulloso de lo que había preparado- delicioso, ¿no?

Prefiero la comida chatarra.-dijo Kouyou-

Calla y come.

Kouyou se volteo y comenzó a comer.

Prepare mucha.-Dijo el mayor- ¿Aun no regresa el resto de tu familia?

Ya que vivo solo, no hay nadie que regrese.-le explico Kouyou-

¿Qué?

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que comí con alguien.-dijo Kouyou-

Kokkuri-san se entristeció.

¿No te sientes solo?-pregunto el mayor-

Los muñecos no sentimos nada.-decía mientras sostenía su tazón de sopa para poder tomar un sorbo-Ya que esos ruidos me hacen pensar que hay alguien en casa, nunca me he sentido solo.

Ruidos extraños como risas, pasos y así comenzaron a escucharse del otro lado de la pared.

¡Eso es incluso peor!-dijo el mayor- ¡Oigan ustedes! ¡Cállense! ¡Ya váyanse!

De esta manera, Kokkuri-san comenzó a atormentar al niño-muñeco.

A la mañana siguiente…

Kokkuri-san, Kokkuri-san, ven por favor.

Se escuchó el ruido de algunas gotas de agua caer…

Kouyou se sorprendio al girar su mirada hasta la puerta de la habitación la cual se había abierto dejando ver la figura del hombre-espíritu que había llegado a su casa hace un día. Kokkuri-san se encontraba con únicamente una toalla amarrada a la cintura.

¿Podrías evitar invocarme cuando estoy en la ducha?-dijo Kokkuri-san-

Kouyou se levantó de donde estaba sentado con los ojos abiertos como platos comenzando a dar pasos hacía atrás alejándose del hombre con orejas y cola de gato, o más bien zorro, que se acercaba a él.

¿Qué pasa? ¿Tienes hambre?-le pregunto el mayor- ¿tienes una pregunta? ¿Por qué no dices nada? ¿Es una pregunta difícil? – seguía haciendo preguntas el zorro- Vaya, ¿no será que… quieres bañarte conmigo?- pregunto el mayor posando una de sus manos en la cabecita de Kouyou mientras este se sobresaltaba- Mi respuesta es yes.

No sabemos como pero el pequeño Kouyou saco un teléfono fijo y llamo…

¿Si? ¿Hablo con la policía?-dijo-

¿Eh? Espere…-decía el mayor mientras, aun con la toalla en la cintura, era escoltado fuera de la casa de Kouyou por dos oficiales que lo dirigían a una patrulla- ¿Qué? ¿Qué ocurre? Oye. Oigan, Oigan…

Kouyou solo se encontraba de pie lanzando sal para que así Kokkuri-san no volviera…

Kokkuri-san fue exorcizado a la fuerza.

¡Regrese!-dijo el mayor que apareció por la puerta-

Ya hiciste más que suficiente.-dijo el pequeño haciendo una reverencia con la cabeza- Regresa al otro mundo, por favor.-dijo mientras nuevamente le lanzaba sal-

¡Jamás! ¡Debo atormentarte!-le respondió el mayor- ¡Y no me sazones! ¡Ten un poco de corazón y no me eches!-decía el mayor mientras abrazaba a Kouyou-

No tengo corazón. Soy un muñeco.-dijo el niño- Ya que soy un muñeco, no tengo corazón. No me afecta cuando otros se alejan de mí. No me afecta comer solo, tampoco me afecta que los maestros me hagan trabajar con el chico que me gusta. Tampoco me afectan los hombres semidesnudos con orejas de animal y un cascabel.-refiriéndose, con esta última, al mayor.-

¿Sigues enfadado por eso?

Debo preguntarte algo importante, toma asiento.-dijo el mayor-

Ya estoy sentado.

Un silencio inundo la habitación, hasta que Kokkuri-san lo rompió.

¡Maldición! ¡Soy un Kokkuri-san! ¿Por qué no me preguntas nada?

¿Ah?-Dijo el pequeño, acercando a él su laptop- Google es mucho mas rapido.

¡Cuánto te odio, Internet!- dijo el mayor- Veo que me subestimas. A diferencia de internet, puedo responder con lujo de detalles.

Kokkuri-san, Kokkuri-san…¿Cuál es el significado de la vida?-decía el pequeño mientras sostenía la moneda de diez yenes contra el papel nuevamente-¿Es un pecado la eutanasia? ¿Qué significa “Crambon”? ¿Cuáles son tus tres medidas? ¿De qué color es tu ropa interior?

¡Las preguntas sin respuestas y el acoso sexual no cuentan!- grito el mayor-

Entonces dame las respuestas de mi próximo examen.

No hagas trampa.

“No preguntes esto, no hagas aquello”. Eres un inútil.-decía el pequeño decepcionado-

¡Preguntas mal!

Tengo una pregunta sobre el aumento de los impuestos…

Nada de actualidad.

¿El tiempo para mañana? -pregunto el menor-

Eso sí lo puedo responder.

Kokkuri-san se dirigió a la laptop y comenzó a escribir con dificultad.

Un momento.-dijo el mayor- Agencia…meteorológica…-escribía-

¿Lo buscaras en Google?-pregunto Kouyou- Esta claro que eres peor que un motor de búsqueda.

Kouyou, esto se estropeo de la nada.-decía el mayor- No entiendo la tecnología.

Parece que no es lo tuyo…¿Qué le hiciste?

Kokkuri-san bajo sus orejitas.

No le hice nada.-dijo sollozando-

Descuida.-Kouyou palmeaba su hombro- Todos tenemos fortalezas y debilidades. Que no te afecte, Kokkuri-san.-dijo intentando no reír-

¡No te rías!-grito el mayor- Ya se, Puedo contestar preguntas básicas sobre mi.-dijo con una sonrisa-

¿Y eso de que me sirve?-pregunto Kouyou- Muy bien, Kokkuri-san, Kokkuri-san ¿Cuántos años tienes?

25.-respondio con una gran sonrisa-

De algún lugar, Kouyou saco un detector de mentiras.

Es un detector de mentiras.-dijo el menor- Detecta las mentiras con un 99% de efectividad. Kokkuri-san Kokkuri-san  ¿Cuántos años tienes?

No tengo que responder.

¿Mentiste sobre tu edad?

¡TENGO DERECHO A GUARDAR SILENCIO!-dijo Kokkuri-san- ¿Por qué no lo dejamos en que tengo 25? Los niños preguntones se quedan sin amigos.

Los muñecos no necesitan amigos.

No digas cosas tan tristes. Los amigos son los tesoros de la vida. Creemos y aprendemos al interactuar con otros.-dijo el mayor-

Ya veo, tú debes tener un montón de amigos.

El aura encantadora de Kokkuri-san cambio a una mas…depresiva.

¿Eh?

Kokkuri-san, ¿tienes amigos?-pregunto Kouyou mientras jalaba el kimono del mayor-

S-si, si tengo.

No me consideres, por favor.

¡Rayos! -se dijo a si mismo el mayor-

Nuestro dramático Kokkuri-san estaba dispuesto a acabar con su tormentosa vida tomando un lazo y estando a punto de colocarlo en su cuello, pregunto:

Somos amigos, ¿Verdad?

¿Es una amenaza?-pregunto Kouyou-

//

No quiero morir solo, no quiero morir solo, no quiero morir solo…-se repetía Kokkuri-san-

Al final, era Kokkuri-san quien se sentía triste y solo.

A los muñecos no nos afecta la soledad-dijo Kouyou acariciando las orejitas de Kokkuri-san-

Mi juventud era perfecta..-dijo el mayor-

¿Ya no eres Joven?-pregunto Kouyou-

Solía ser adorado como la deidad de un templo. Las personas me necesitaban.

¿Ya no eres joven?-volvió a preguntar Kouyou-

Con el tiempo, estas dejaron de creer en mí. Cuando demolieron el templo, mi hogar también..

¿Ya no eres joven?-volvió a preguntar Kouyou-

Cállate.-respondió finalmente Kokkuri-san-

¿Mi nombre real?

No te llamabas “Kokkuri-san” cuando eras una deidad, ¿cierto?

Claro que no, En el pasado solían llamarme muchas formas. Así que aunque me lo preguntes mi nombre es algo que…

¿Al Goque? Vaya nombre más extraño.-dijo Kouyou mientras comía ramen instantáneo-

¡No!

¿”Algoque”?

¡Que no!

¿”Al”?

¡Llámame Kokkuri-san!

Ahora que lo pienso, solías jugar en mi templo cuando eras más pequeño.-dijo Kokkuri-

¿De verdad?

||Flashback||

Kouyou clavando un muñeco Vudú en un árbol mientras decía: “te maldigo”.

||Flashback end||

Eras el único que jugaba en mi templo deteriorado, me hiciste muy feliz. A veces te veía desde lejos. Cuando jugaste “Kokkuri-san”, pensé que quería verme por eso aparecí.- sonrió-

Las personas como tú se llaman acosadores ¿verdad?-pregunto Kouyou-

Ángel guardián, querrás decir..

Kokkuri-san es un espíritu muy peligroso.

Creo que hoy limpiare el patio.-decía Kokkuri-

Kokkuri-san entro en pánico cuando al entrar se encontró a Kouyou tendido el patio, así que comenzó a correr hacia él.

¡Kouyou!

Oye, ¿Qué te pasa?¿Estas bien?

¡Bip!-Kouyou hizo ese ruidito- Batería baja, Activando modo de activación suspendida.-dijo- Reponga mis energías, por favor.

El estómago Kouyou sonó anunciando que este tenía hambre.

¿Tenías hambre?-se preguntó el mayor-

Reponga mis energías, por favor.

Kouyou preparo su amado ramen y comenzó a comerlo.

Podría prepararte ramen si así lo quisieras.-dijo el mayor-

La exquisitez común del ramen no basta.-dijo el niño-Lo barato y poco nutritivo de mis fideos es algo irresistible. Vivan los aditivos.

¿Comes bien cuando no estoy?-pregunto Kokkuri-

Si, para mantener una dieta balanceada, como muchos tipos de fideos instantáneos.

¡Eso no tiene nada de balanceado!-dijo el mayor arrebatándole el plato-¡No estas comiendo como deberías! ¡Lo confiscare! ¡Le hacen mal a tu cuerpo!

Kokkuri-san saco todo el ramen instantáneo que encontró.

¡Me llevare los que ocultas en tu habitación también!

Kouyou lo perseguía.

Mientras Kokkuri-san vaciaba el armario lleno de ramen de Kouyou a este se le cayó uno el cual Kouyou escondió detrás de él.

¿Eh? Dame los que estas escondiendo.

No tengo nada.

¡Kouyou!

No estoy haciendo nada.

¡Kouyou!

Kouyou movía su cabeza de un lado a otro y en eso se le cayó su ramen que escondía.

¡No los mates, perdónales la vida!-decía Kouyou refiriéndose a todo su ramen-

Maldito Adicto.-dijo Kokkuri-san tratando de quitarse a Kouyou de encima-

Se deshizo de ellos devolviéndolos a la tienda.

Nuestro pequeño se encontraba en Shock.

Mi colección…-decía- mis reservas…Incluso los de edición limitada y los descontinuados…

Esta alterado.-pensó Kokkuri- El mismísimo Shima…¿Eh?

-Kouyou se tiro al suelo- Eres un demonio.- decía- Ese fue un acto demoniaco.-refiriéndose a la devolución de todo su ramen-

Perdón, no sabía que significaban tanto…

De alguna manera, Kouyou ahora tiene un sable laser.

Te odio, Kokkuri-san- dijo mientras con su sable cortaba una mecha del largo cabello de Kokkuri-

¿¡Que es eso!?

Estaba en el cobertizo.-dijo mostrándole el sable laser- es “la espada del héroe caído”. ¿Quieres morir ahora o pagar por tu pecado con tus orejas y cola?...Me quedare con tus orejas.

¡Hasta nunca!-dijo Kokkuri-san saltando por la ventana-

No pude cortarle las orejas y la cola.

Kokkuri-san se fue de verdad.

Kokkuri-san, Kokkuri-san, ven por favor.

Aunque intento invocarlo muchas veces, nunca volvió a aparecer.

Sé que regresara pronto.-decía Kouyou sentándose en su pupitre- La ausencia de Kokkuri-san no es un problema.

Kokkuri-san era el único que le dirigía la palabra a Takashima.

Ahora que Kokkuri-san no está comeré todos los fideos que quiera…

Kokkuri-san sigue sin regresar.

La ausencia de Kokkuri-san no es un problema-decía Kouyou- o al menos no debería serlo.

Nuevamente saco el papel con todos los escritos en el y tomo la moneda de diez yenes volviendo a posicionarla y diciendo:

Kokkuri-san Kokkuri-san – Kouyou comenzó a derramar lágrimas- ¿Por qué estoy llorando? ¿Por qué mis fideos dejaron de saber bien?, Kokkuri-san, Kokkuri-san, parece que este muñeco se rompió.-dijo Kouyou- ¿Jamás volveré a probar tú comida?

Una segunda mano se posó sobre la moneda moviéndola hacia el lado del papel en donde se veía escrito “no”.

Kouyou levanto la mirada para encontrarse con Kokkuri-san.

Regrese.- dijo Kokkuri-san dedicándole una sonrisa al pequeño-

Kouyou se levantó y camino hacia Kokkuri-san, este abrazo a Kouyou.

No pensé que me extrañarías tanto como para llorar.-le dijo el mayor- Me conmueves. Parece que hacerse el difícil si funciona. Fui a recuperar tus fideos, supuse que si me iba, comprenderías cuanto te importo y dejarías de pedirme que me marchara.

Kouyou comenzó a tener algo así como un tic en sus peculiares labios.

¿Qué pasa?-pregunto el mayor- luces como si un zorro te hubiese jugado una broma-rio- ¿Te engañe? ¿Te engañe? preguntaba Kokkuri- Para compensarlo puedes abusar de mi amabilidad.-dijo extendiendosus brazos en forma de abrazo-¡Ven! ¡Corre a mis brazos!

Y así Kouyou, le dio una patada a Kokkuri-san.

Y así, Kouyou me golpeo toda la anoche hasta el amane… ¡No! ¡Esperen!, y así decidí atormentar a Kouyou.

La vida inusual de Kouyou y del espíritu del zorro acaba de comenzar.

Desde mi punto de vista, es algo pasajero, hasta que nuestros caminos se separen. Mientras eso no suceda, me mantendré al lado de Kouyou.

Notas finales:

Gracias por leer*-*

DEJEN REVIEW._.


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