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I dare you. por InfinityTruth

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Notas del fanfic:

Hola! Sinceramente es la primera vez que estoy decida a publicar uno de mis fanfics, solía ser autora anónima y dejaba reviews pero me dije a mi misma ¿Por qué no publicas algo? Y lo hice. Espero le puedan dar todo el amor que tengan a este fanfic en un futuro espero vengan más. 

Notas del capitulo:

Diooos! La verdad estoy muy emocionada por está primera publicación espero que puedan darle todo su amor a esta hermosa OTP Enjoy~

Prólogo

 

 

Las personas tenemos tendencia a depender de otras personas.

No importa si ese alguien nos ha causado daño.

No importa si no nos quiere en su vida. No importa nuestra propia felicidad.

No importa nada”.

 

 

 

Los seres humanos por naturaleza tenemos sentimientos egoístas; una vez que iniciamos con algo queremos más y más de esa cosa, nos volvemos posesivos y dispuestos a entregar hasta la vida por conseguir solo un poco más, para poder sentirse completamente satisfecho, para saciar la sed que raspa en la garganta.

 

 

Eso es exactamente lo que pasa cuando se tiene y se trabaja con cantidades exorbitantes de dinero, solo obtienes avaricia al ver como se encuentra en tus manos, al sentir como el poder va llenando tu ser y sin darte cuenta te vas perdiendo en él, vas cambiando, vas olvidando lo que realmente importa, vas ignorando personas y finalmente pierdes todo sentido común en ti; te centras únicamente en acrecentar más tu fortuna, solo trabajas y olvidas que tienes un hogar, una familia, una esposa a la cual darle todo el amor que tienes, no solo riquezas, la fortuna algún día se acabará y no nutrirá de amor y cariño el hogar; ese es el momento donde reaccionas, pero ya es demasiado tarde.

 

 

Siempre creíste que trabajas arduo para tener en buenas condiciones tu hogar, tener de la mejor forma a tu familia, poner orgullosos a tus padres, recibir el respeto de las personas al ver tu alta presencia pasar frente a ellas, su admiración al observar en el buen hombre que te has convertido, siendo un claro ejemplo a seguir para muchas personas que estuvieron en una situación similar a la tuya, pero nunca pensaste en cómo se sentirían tus seres queridos, o al menos no de la forma en la que te fuiste alejando de ellos, en el momento donde empezaste a preferir el trabajo antes de pasar un poco de tiempo de caridad con ellos.

 

 

Es en ese momento donde te das cuenta que las cosas no van nada bien en casa, y no hago referencia a los bienes. Cuando tienes una casa gigante con un patio completamente majestuoso, pulcramente amueblada con las cosas más elegantes uno no pensaría que las cosas van mal, es más, ¿Por qué tendrían que estar mal?, ¿Qué sucede para que todo estén llorando?

 

 

No puedes comprender la situación hasta que la razón se cruza con tus ojos. Te mira. Te acusa. Te humilla. Te pisotea. Te hace llorar.

 

 

—Recuerdas aquella vez que fui al doctor por aquella horrible migraña…—Te dice con un tono de voz cansino pero tú aún logras notar esa dulzura en su hablar y con las lágrimas recorriendo tus mejillas y tus manos temblorosas alrededor de una de las suyas asientes efusivamente. —Parece ser que no era una simple migraña amor…—Suspira fuertemente como si la vida se le fuera en ello. —Cariño… estoy muriendo… lo estoy haciendo de la forma que menos lo esperaba…—Suelta un quejido seguido de un mar de lágrimas. Tus jadeos son imparables, tratas de tomar aire para poder dar la cara y decirle algo. Decir que todo era por ella. Decir que la amas.

 

 

—…No sabes cuánto lo siento… porque soy tan estúpido, maldición no te vayas… no me dejes por favor… quédate conmigo amor…—La voz quebrada dificulta el que puedas hablar claro. Tus ojos y los de ella se cruzan una vez más, como aquella primera vez en que la viste y quedaste prendado de ella, y aún siendo un gran tonto te atreviste a dirigirle la palabra con la voz un poco baja y un tono rojizo cubriendo tus mejillas, la ves con una sonrisa hermosa que solo ella posee, pero tu cerebro hace que veas la realidad.

 

 

La miras con claridad, con su tez pálida, sus ojos sin brillo, sus labios secos y de tonalidad azulada pero con una sonrisa que solo ella sabe mostrarte. Toma una de tus manos con su poca fuerza y la aprieta de manera que puedas sentir su calor.

 

 

—Debes seguir… hasta aquí llegó mi camino, pero tú tienes un mundo de posibilidades y vida allá afuera que te está esperando, debes seguir sin mí—Aprieta sus labios fuertemente para evitar soltar más de sus lágrimas, quiere que tengas un buen recuerdo de ella, no puede evitar esa pequeña risita que escapa de tus labios, ella aún estando en sus malos momentos hace que te vuelvas fuerte. La miras una vez más y ella lo nota, ve la culpabilidad en tus ojos. —No es tu culpa… no tienes porque poner esa cara… tu siempre quisiste lo mejor para la familia… ¿lo recuerdas?... tus deseos eran para bien—Dijo de una manera dulce, cerró sus ojos y lentamente fue apoyando su mano de nueva cuenta en el colchón sin soltar la tuya. Suspiro con cansancio, tomó aire una vez más y apretó tu mano de nueva cuenta.

 

—Prométeme que te cuidarás…—Fue entonces que notaste un temblor recorriendo tu brazo hasta llegar a tu pecho.

 

 

—Lo haré mi vida, te lo prometo—Te acercaste a su rostro y besaste sus mejillas, su barbilla, su frente, su nariz y finalmente presionaste dulcemente tus labios contra los de ella, uniéndolos en un casto beso que te transmitió más de un millón de hermosas memorias que paste a su lado.

 

 

—…Recuerda que hay que arriesgar para ganar Seung Hyun…recuérdalo siempre…—Pudiste sentir su último aliento salir de sus labios entreabiertos y volviste a soltar tu llanto desconsolado.

 

 

—Lo siento tanto… espero me puedas perdonar Jenny… te amo tanto…—Murmuraste de forma queda, queriendo que nadie en la habitación te escuchará. Tomaste una fuerte bocanada de aire, limpiaste tus lágrimas y te erguiste sin titubear en tus acciones, llamando la atención de los presentes, que aún te veían con miradas inyectadas de odio y tristeza ante la pérdida de tan preciosa persona.

 

 

Saliste a paso firme y elegante de la habitación, caminando por los pasillos de la elegante morada y recordando las palabras de tu amada: “…Lo haré aunque me cueste mi propia vida”. Tomaste el barandal de las perfectas escaleras de madera y diste una última mirada llena de melancolía al cuadro gigante de ella que colgaba de la pared dando vista a la entrada.

 

 

Tu muerte no será en vano Jenny”

Notas finales:

Espero que se hayan entusiasmado un poco con mis extrañas divagaciones por favor si les gustó aunque sea un poquito dejen un Review, juro que contestaré a todos. Lo prometo<3 Si quieren estar en contacto conmigo no duden en buscarme en Twitter @ElyContre ;) siempre ando por esos lares 

 

Amor para todos<3


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