“Me dijeron que la felicidad brindada por el amor es finita. También que nadie es indispensable para nadie, que la felicidad depende de uno mismo, que el amor no es más que una ilusión efímera del apego excesivo a una persona, que no es conveniente que le entregues tu vida a esa persona amada porque todo lo que comienza tiene su final... Muchas de ellas son ciertas, pero gracias a ti, puedo contrariarlas absolutamente todas.”
- ¡¿Qué diablos haces?! ¡No lo toques! -Gritó con todas sus fuerzas aquel joven alto de cabellos rubios teñidos por el tinte. La desesperación corría por todo su cuerpo al ver como el amor de su vida era torturado de aquella forma, los golpes propinados por el Moreno de cabellos negros eran despiadados los cuales de forma inmediata dejaban terribles marcas en su blanquecina piel.
- ¡Cállate maldito idiota! Esta perrita es mía. - Afirmo el moreno devolviendo el grito al joven de veinte años, quien lo veía desde aquella silla, amarrado de manos y pies.
- Gikwang no tiene culpa de nada, todos me quieren a mi, ven aquí, ven... Devorame, toma mi cuerpo y déjenlo ir, no lo golpees más por favor... - Continuaba con sus gritos desesperados, no podía soportar como lo herían de tal forma, su rostro por completo ensangrentado, su nariz y labios rostros, sus ojos cerrados a punto de perder el conocimiento a causa de tanto dolor, podía notar que ya su cuerpo se había quedado sin fuerzas para siquiera hablar.
El de cabellos rubios, lloraba a mares sin consuelo alguno, todo, absolutamente todo era su culpa, él había guiado a Gikwang hasta ese punto, pero, ¿Podría justificar aquello, con todo el amor que sentían el uno por el otro? Tal vez, no, con toda la seguridad del mundo, el amor entre los dos jóvenes, era el amor más grande que alguien haya sentido jamás sobre la faz de la tierra, su pureza, honestidad y calidez, jamás se podría igualar, jamás.
- Pronto llegarán los demás, no quiero que me maten por probarte primero que Joker. - Admitió entre risas irónicas, más bien, desquiciadas. Si bien era cierto, el líder de la pandilla, jamás permitiría que nadie tocara a su “presa” más que él. Era ahí, donde su hermano HyunSeung entraba en juego, tal vez él con un poco de suerte divina, podría controlar la furia de su hermano mayor contra el joven alto de cabellos rubios.
- Yo . . . Yo me iré con ustedes, para siempre. - Insistió quebrando su voz por completo, era aterrador de sólo pensarlo, pero nada se podría comparar con el pánico causado por abandonar a su novio.
- Eso lo harás, con o sin tu consentimiento lo harás. - Por un momento el Moreno detuvo los golpes propiciados al musculoso chico que yacia sobre una mesa, al igual que el de cabellos rubios, atado de manos y pies. Camino unos cuantos metros, hasta quedar enfrente del chico que rogaba por la libertad del otro y reírse en su cara viéndole de manera demoniaca a sus ojos. - Esa perrita de allá, te “desvirgo” idiota . . . ¡Tu eras nuestro! ¡Maldita sea! Tu culo era de nosotros. - Aquel término, a pesar de salir de contexto, era la forma más fácil de que el moreno explicará la forma en que, Gikwang les había arrebatado algo más que preciado a la pandilla, había sido el primer hombre en la vida del joven alto de cabellos rubios. - Tu, tu cambiaste. . . Te alejaste de nosotros con estúpidas mentiras, malditas palabras falsas. - Continuaba gritándole, obligándolo a recordar aquellos amargos días en los que escapó de casa buscando una “buena vida”
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- ¡Que no! Mierda. No voy a matar a DongWoon - Anunciaba el mayor de los hermanos, el tatuado, jefe de la banda, reconocido en el bajó mundo por el alias de “Joker”
- Primero debe pasar por mano de todos nosotros. . - Con su mirada llena de frialdad, hablo el menor de los hermanos dejando escapar una sonrisa picara muy distintiva de HyunSeung. - Después de todo, es nuestro premio.
- Bien, nos vamos. - Ordeno el mayor de ambos a los ocupantes de su camioneta los cuales no dudaron en sonreír ampliamente llenos de satisfacción. Joker, era el más interesado en llegar lo más pronto posible y finalmente ver cara a cara al hijo de puta, que le había arrebatado a su tesoro.
- No puedo creer que finalmente lo encontramos, hay que admitir que DooJoon, hizo un excelente trabajo. - Hablo el joven de baja estatura y de cabellos castaños mientras encendía uno de sus cigarrillos.
- Cierto Seob, sólo por traerlo de nuevo a nosotros, les permitiré una deliciosa noche de pasión a ti y a DooJoon. - Rio de manera fuerte y escandalosa, sabía lo que esos dos escondían, el deseo entre ambos era más que explícito y Joker no iba a ser el aguafiestas para privarlos de ello. Por su parte Yoseob no se inmuto o emocionó ante su comentario, sólo le dio un par de soplos más a su cigarro con calma. - Se que mueres porque el, te parta el culo, porque bese todo tu cuerpo y te haga gemir como puta.
- Cállate Joker, si bien sabemos todos, quien gemía como puta era la perra del que haces llamar “tu tesoro” a cada que Gikwang le abría sus piernas y se lo clavaba hasta el fondo. - Rebatió con fuerza el joven de cabellos castaños desde la parte trasera del auto con seriedad, se le conocía a Yoseob por lo certero que era en cuanto a las evasivas se trataba.
- Claro ya que eres el único que no se comería a DongWoon porque amas más a el pito de DooJoon que te folla con fervor, utilizas esas palabras ahora. - Recalco sus primeras palabras soltando una de sus risas irónicas. Mientras el silencioso HyunSeung se preparaba para agregar algo más.
- Se callan los dos, estoy algo estresado primero es lo primero, dejen de pelear como mariconsitas. - Elevo por completo su tono de voz consiguiendo así, la calma que deseaba en ese momento, el mayor de los hermanos, encendió el auto para luego, acelerar emprendiendo su camino hasta la bodega donde los amantes y su amigo se encontraban.
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Varias horas habían pasado ya desde que llegamos a este asqueroso lugar, mi corazón latía a mil por hora, si continuaba así, posiblemente, mi corazón dejaría de funcionar. ¿Cómo fue que llegamos a este lugar? Si bien estábamos en el hotel, mi cabello ya había teñido. ¿Como. . . Como fue que me encontraron? Hasta habíamos salido de Seúl. Ya habían pasado más de seis meses, jamás pensé que ellos me seguirían el rastro y que finalmente me encontraran cuando ya sentía que mi felicidad era completa, ese chico, ese musculoso y de labios sexys, me había salvado . . . A los pocos minutos de mi corta charla con DooJoon, ellos llegaron y mi corazón se paralizo por completo, mire fijamente el cuerpo inconsciente de Gikwang aún no reaccionaba, lo cual era bueno, no deseaba que el escuchara todo lo que ellos venían a gritarme o hacerme.
La puerta de la bodega se abrió con lentitud permitiéndole la "gran entrada" a Los chicos. No los había visto en un tiempo, el ver a HyunSeung con su cabello rubio fue algo novedoso, aunque su rostro serio, su mirada fría y distante era algo que jamás perdería. Luego Yoseob, su cabello ahora castaño y cuerpo marcado, su ternura había desaparecido para darle paso a la sensualidad, tampoco sabía que había comenzado a fumar. Por último JunHyung tenía dos nuevos tatuajes, algo raros a decir verdad, su rostro también había cambiado, a pesar de ser el mismo ser despreciable su apariencia había cambiado ¿Con qué fin? Si de gusto se trataba Joker siempre fue el más apuesto, sus fuertes brazos, su voz ronca, su mirada acusante...
- Por fin te volvemos a ver putica - Su voz se hizo presente, esa ronca y varonil voz. Admito que volver a verlo más que terror me produce tranquilidad, no ha perdido peso, eso me agrada - ¡Deja de mirarme a los putos ojos! - Fue lo que alcance a escuchar justo antes de sentir un fuerte ardor en mi mejilla, seguramente me había golpeado pero fue tan rápido que no pude hacer más que agachar la cabeza sin pronunciar palabra alguna - Mierda, eres un idiota DongWoon ¿Cómo es que, pudiste hacer esto? Miserable desagradecido. - Dijo entre gritos tomándome por el cabello obligándome a ver sus ojos. Se contradecía, si, pero era normal en él.
- ¿Qué haremos con él? - Cuestiono alguno de los tres, a juzgar por su tono de voz fue HyunSeung quien se encontraba al lado del cuerpo de Gikwang o eso fue lo que pude ver.
- Yo me encargare de desaparecerlo - Respondió DooJoon inmediatamente después de la pregunta de su compañero - Me la debe...
- Cállate idiota a todos nos la debe - Refuto Yoseob con enojo, era la primera vez que lo escuchaba reaccionar de aquella forma, ¿Por qué lo había hecho? Me pregunte.
- Quien toma las decisiones aquí soy yo trío de maricas - Les recordó JunHyung con uno de sus imponentes gritos, ¿Ya tenía algún plan? ¿Deseaba ser el quien asesinara a Gikwang? ¿Nos mataría a ambos? Comencé a bombardearme con preguntas a las cuales sólo Joker poseía la respuesta.
- ¿Finalmente harás “eso”? - Inquirió HyunSeung como si supiese cual era el paso a seguir, lo cual no me sorprendía, Joker no ejercía alguna movida sin antes consultarla con su hermano menor por sólo unos meses. Aleje la mirada de JunHyung posandola en Gikwang, deseando poder haberle dicho cuando lo amaba una vez más.
- Bien putica, ha llegado tu hora. . . - Dijo con voz firme sintiendo otro de sus rápidos golpes en mi estómago, mierda... Olvidaba la fuerza que Joker empleaba en sus golpes. ¿Mi hora? Seguramente hace referencia a mi muerte, no pensé que mi muerte llegaría a los veinte, pero, no me arrepiento de haberlo conocido, de haberme escapado y haberme entregado a el por amor.
- DooJoon desamarralo, nos vamos.
- ¿Liberarlo? Viejo, ¿Estas seguro? - Pregunto por completo atónito DooJoon, lo supe por su tono de voz. Joker se alejó por completo mi riendo a carcajadas. ¿Qué planeaba? ¿Por qué demonios me liberaría? ¿Que deseaba hacer conmigo?. - ¡Que lo hagas puta vida! ¡Haz lo que te ordeno! - Reafirmo sus palabras alejándose cada vez más de mi, realmente no sabía que sucedía, sentía miedo si, pero no podía hacer más que dejarme hacer todo lo que ellos desearán, así dejarían en paz a Gikwang o eso pensé.
A los pocos segundos, DooJoon me libero pero mi cuerpo estaba tan agotado que no logre levantarme y caminar por si sólo. El me tomo en brazos, me sacaron de aquel oscuro lugar, no pregunte o dije nada, posiblemente de hacerlo se arrepentirían y regresarían a matarlo por lo que guarde silencio todo el camino. Me llevaron todo el camino con los ojos vendados, fueron varias horas de viaje estoy seguro, los sonidos fuertes de la ciudad se iban silenciando poco a poco, sabía que donde iba era en la camioneta de Joker tenía impregnado su olor ¿íbamos solos? No escuche una sola voz en todo el trayecto lo cual me pareció extraño, ninguno de los chicos de la pandilla permanecía en silencio tanto tiempo. . . La camioneta se detuvo, avisándome que posiblemente aquí era el lugar donde mi existencia desaparecería por completo. Adiós vida, adiós amor, adiós amigos, adiós familia, adiós mundo.