Los agudos gritos le despertaron de una forma para nada agradable. Gruñó y presionó sus ojos, para luego suspirar y abrirlos. Su primera visión fue el techo blanco, para luego fijarse en la ventana. Había un leve sol cruzando hacia su cama a través de las ventanas. Las cortinas habían sido descubiertas, probablemente por el malvado moreno chillón que le acosaba en este momento.
—¡Ya levántate! ¡Tenemos que ensayar! ¡En media hora salimos y no has desayunado!— le exclamó su líder, irritándole el humor.—¡Estás muy flaco, debes alimentarte! ¡Si no lo haces-
—Ya entendí, mamá—se levantó un tanto molesto de su cama, para pasar frente a HakYeon e ignorarle olímpicamente. Sacó de su closet un par de toallas y se aventuró al pasillo del segundo de la casa en la cual vivía el grupo para llegar y encerrarse en el baño, dispuesto a darse una ducha.
N se quedó estático ante la repentina actitud del vocalista. En la cocina se encontraban los 4 miembros restantes sentados en una mesa de forma ovalada hecha de una brillante madera, la cual era cubierta por un mantel tono azul marino.
—Parece que N noona está irritada—comentó HongBin entre burlas, causando la risa de sus compañeros. Mas, luego Ravi le observó con severidad.
—Oye, no le molestes—reprochó en defensa del mayor. —No es gracioso.
Incluso el mismo se contradijo aquello. Los 4 soltaron otras sonoras carcajadas, perdiendo la compostura un momento. Instantes después parecían ya más calmados.
—Ay, si lo defiendes—respondió el visual, en un tono burlesco. Quiso ver algún sonrojo o vergüenza por parte del rapero, pero este solo asintió con una boba sonrisa.
—Le amo—murmuró, casi para el mismo pero fue audible para el resto de los integrantes, los cuales exclamaron un llamativo “Aw”.
Entonces el tema de conversación apareció ante los 4. Le miraron y un silencio nació. Este buscó alguna respuesta en los ojos de sus compañeros, finalmente llegando al de su pareja.
—Ravi acaba de admitir que te ama—dijo Hyuk, casi de forma traviesa. El más moreno observó al rapero, para luego acercarse a este y darle un rápido beso que causó conmoción en los menores expectantes.
—Voy a volverme diabético, deténganse—habló Ken, mientras le sonreía al par de tórtolos. Estos como respuesta le mandaron un beso en juego. N se sentó en el regazo del rapero y coló su mano alrededor de la nuca del contrario. Ravi le atrajo aún más pasando su brazo por la cintura del mayor.
En ese instante el callado vocalista apareció frente a los miembros, completando el grupo. Llevaba el cabello un tanto mojado, una camiseta blanca y unos pantalones cafés claros que le acentuaban las piernas.
—Buenos días—dijo, en un tono serio y cordial. El resto le respondió en un tono casi igual, a excepción de Ken quien le dedicó una cálida sonrisa y mostró su alegría y entusiasmo. Aunque no lo demostró en lo absoluto, Leo murió de ternura. El menor le encantaba. Su alegría, lo carismático y bonito, su capacidad de hacer brillar y alegrar el ambiente. Era definitivamente único y especial para él. Se sentó en la mesa y sirvió su comida, que constaba de un café un tanto amargo y unas tostadas de pan. Se dispuso a comer, observando los diálogos románticos que compartía la pareja a su lado y las reacciones de sus compañeros y amigos. Hyuk les miraba con una tímida sonrisa y a tiempos se concentraba en comer, HongBin estaba un tanto indiferente y soltaba bromas de vez en cuando, y finalmente Ken les sonreía y conversaba animosamente. Sus ojos le brillaban, su cabello estaba bien peinado y reluciente. Sus facciones definidas y bellas, sus labios abultados en forma de corazón. No pudo evitar considerarle hermoso, una vez más. Al el nombrado notar la mirada de Leo, le dedicó una sonrisa suficiente para hacer sentir incómodo al otro y hacer que se concentrara en comer.
Tiempo después se dispusieron a ir a la empresa, ensayar y luego volver al apartamento. Hoy tenían presentación en el M! Countdown.
El tiempo pasó “volando” cuando ya estaban ahí, practicando en presencia de miles de trabajadores y encargados juntos a otros grupos.
N y Ravi se habían escapado para pasar tiempo a solas, y los 4 se encontraban en la sala de maquillaje y vestuario junto a otros grupos y encargados. Leo se distraía en su celular mientras los 3 realizaban tonterías que causaban gracia a los testigos. Entonces fue consciente de cuando un chico se le acercó a hablar a Ken. Pudo reconocer que era de EXO, pero nada más.
—Leo—le llamaron, y vio a un viejo y agradable conocido.
—Yixing—murmuró, mirándole a la cara. Su amigo.
—¿Qué tal? —el otro le dedicó una comercial sonrisa, casi igual a la que le dedicaba a sus fans.
—Bien, ¿y tú? —respondió de forma automática. La conversación siguió un flojo ritmo, y Leo fue llamado a maquillarse. Lay siguió conversando junto a él, sentándose a su lado.
—Oye, a mi compañero le gusta Ken—señaló el par, y notó que Ken se veía distinto. Pudo incluso detectar un rubor en las mejillas del menor. —Jongdae—supo finalmente el nombre del chico. —Le admiraba bastante, y al saber que estaríamos junto a VIXX quiso aprovechar la oportunidad.
—Ya veo.
El comportamiento en Ken se veía distinto. Más tímido, incluso un tanto cohibido. Ken generalmente movía bastante la boca al hablar, estaba casi con los labios sellados. También era de gran expresión corporal, y estaba quieto. Casi totalmente quieto.
Sintió una extraña sensación, quiso llevarse al chico y que volviese a ser el mismo de antes. Quería desviar la mirada e imaginar que estaba aún realizando bromas bobas junto a HongBin y Hyuk. Y no entendió el porqué de su pensamiento.
Y luego se encontraba saliendo del escenario junto a sus compañeros, haciendo reverencias al público y a sus fans. Arreglaban sus cosas y estaban ya por volver a casa. N y Ravi lideraban el camino de salida, luego HongBin y Hyuk y estos dos iban al final. Ken hablaba emocionado de lo genial que había sido la presentación y el mayor solo asentía. Entonces Ken fue sujetado por un brazo, impidiéndole avanzar.
—Hey—se trataba del ya nombrado Jongdae.
—Oh, hola—ese tono no era tan alegre y emocionado. De nuevo se veía así. Corrompido.
—Estuviste fantástico—el otro estaba calmado, y sonriente. Parecía sentir mucha admiración pero confianza, y eso era una combinación extraña.
—G-Gracias—respondió Jaehwan. Había tartamudeado, y Leo aún no lo podía creer. —Estaba yéndome…
—Oh, te venía a pedir el número—Jongdae parecía haber ido directo al grano. Las mejillas de Ken enrojecieron, haciéndole ver mucho más lindo y adorable a los ojos de Leo. Pero no le agradó que la causa fuese ese chico.
—C-Claro—y así, intercambiaron celulares y se despidieron. Y en Leo un extraño sentimiento le llenó de amargura. Pero, ¿por qué se sentía así?.