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Entre un Kilómetro y un Milímetro por AndyStrangeMc

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-No, no y no.- agarró una buena cantidad de aire llenando sus pulmones para exhalar de manera lenta, la paciencia no era uno de sus dotes. -Por favor Kouki, concéntrate y levanta el rostro. Detesto ver cómo bajas la mirada cual perro asustado. Incluso siendo un chihuahua puedes ser feroz.

 

-Pero Akashi-san... En serio no puedo, no merezco verlo a los ojos, usted es tan grandioso que...-

 

-Detente de una vez. Sé cuán magnífico puedo ser pero verte así, con la cola entre las patas es algo que no me permito. Siendo quien soy, me gusta que la gente me vea a los ojos, solo para que confirmen que siempre tengo la razón- pero con el castaño eso estaba lejos.

 

-Akashi-san. En serio, paremos... No quiero seguir con esto- ya temblaba cual gelatina. -Además de que Nijimura-san me regañará de nuevo por desaparecer- ya había ocurrido dos veces la semana pasada.

 

-Ese...- se tragó la palabra que iría a decir. -Está ocupado con un caso ajeno, no te preocupes mucho por ello. Él tampoco quiere conocer su lugar, jugando al buen amigo y complaciente médico. Sólo demuestra su egoísmo de la peor manera-

 

-¿Egoísmo Akashi-san? ¿A qué se refiere?- ya que a su parecer, Nijimura podía ser cualquier cosa, menos egoísta. Siempre fue condescendiente con él además de tolerante y amable.

 

-Digamos que yo quiero algo con todas mis fuerzas. ¿Qué crees que haría en ese caso Kouki?-

 

Analizó las palabras, pensando en qué decisión tomaría el pelirrojo, no era difícil responderlo. -Tomarlo.

 

-Así es... Shuuzou se quiere hacer la buena persona. Pero puedes engañar a todos menos a tu propia mente- 

 

El castaño sin confundido y sin entender mucho sólo atinó a asentir lo dicho. -Tiene razón Akashi-san.

 

-Jamás dudes de ello Kouki, yo nunca me equivoco-

 

~o~

 

-¿De qué té es el que quieres? - preguntó a su acompañante antes de ir al dispensador, había variedad por lo cual era mejor cerciorarse de que fuera el de su agrado.

 

-El de jazmín esta bien Shintarou.- recargaba el codo en la mesa, con esa misma mano se sostenía la mejilla derecha. -Con un sobre de azúcar- 

 

De inmediato fue por el vaso de té, él por igual tomaría uno porque tanto café seguramente le haría daño. Decidió hacerse uno igual, a excepción del azúcar ya que no disfrutaba mucho de los tés dulces, prefería una sopa de judías así pero por el momento se limitaría a la anterior mencionada.

 

-Aquí tienes, traje otro sobre por si acaso quieres más azúcar, en América es muy frecuente que tomen bebidas dulces ¿no?- esperaría hasta que el vapor que salía del vaso desechable se hiciera menos visible, indicándole que ya no estaba tan caliente.

 

-Sí... Aunque con el tiempo que llevo viviendo aquí también me he acostumbrado a beberlo sin azúcar, digamos que es solo un pequeño capricho que me da a veces- sorbió, era curioso como cerraba los ojos lentamente al hacerlo.

 

-Ya veo- ¿Qué más podía decir? No era un parlanchín que digamos, aparte que tampoco forzaría una plática sin sentido, no le gustaban.

 

-Shintarou ¿cómo es que terminaste estudiando psiquiatría? Sabes... No eres del tipo que parezca que quiso ser esto todo el tiempo, incluso luces más como un cardiólogo o un traumatólogo.- indagó en la mirada de Midorima, era como un análisis rápido.

 

Alzó una ceja, pasándose rápido el trago que tenía en la boca. -Mi primera opción era cardiología. Un par de eventos desafortunados me hicieron decidirme por psiquiatría como especialidad-

 

-Veamos... Como sabes, sirvo como apoyo a nuestros demás compañeros, por lo cual he leído sus expedientes y currículum. Y en el tuyo venía una especificación muy clara "No casos donde haya intento de suicidio", por lo cual deduzco que un suicidio es el que te tiene aquí ¿me equivoco?-

 

Abrió los ojos a su máximo por un par de segundos para después relajar la mirada y concentrarse en el único ojo visible de Himuro. -Sí... Un amigo mío fue el que lo hizo. A pesar de que nos conocíamos de varios años, jamás me di cuenta de lo que le pasaba. Era una persona muy alegre-

 

-Perfecto. Tendrás que venir conmigo, no hoy pero tienes que tener una consulta. Aunque ya hayan pasado varios años, hay cosas que debes tratar en ti, recuerda que así funciona esto- que los psiquiatras también tomaban terapia, era una cadena sin fin pero eran humanos, llenos de imperfecciones.

 

Carraspeó la garganta pero no le quedaba de otra. -De acuerdo. Cuando tenga horas libres te avisaré para acordar una cita- bebió lo último del té. -Sabe mucho de esto, con una simple frase supo descifrar las cosas-

 

-No se necesitan muchos estudios. Solo la lógica y abrir bien los ojos- vio de reojo a un moreno peculiar, sonrío de medio lado. Era bueno haberse dado cuenta -Creo que alguien te está buscando- le indicó solo con la mirada que volteara a su lado izquierdo.

 

-Takao...- el chico estaba en una esquina, apenas asomándose, pero no era como Kuroko, era imposible no verlo. -Sí me disculpas. Iré a ver qué es lo que necesita- de llevó consigo el vaso para tirarlo en el bote, mientras que Himuro le sonreía a Kazunari. 

 

-'Suerte'-delineó con los labios. A él no se le pasaba casi ningún detalle, y sabía qué tipo de sentimientos rondaban entre ambos jóvenes. Pero no interferiría, no era uno de sus placeres hacerlo.

 

Midorima se dio prisa y fue hasta él para ver si quería hablar o porque su insistente mirada. -¿Pasa algo?... Vamos al jardín si gustas, tengo tu Lucky ítem- lo traía en el bolsillo de hecho.

 

-Shin-Chan...- levantó la mano, a la altura de la contraria queriéndola tocar, en su mente se desató una lucha de qué era lo correcto hacer, si tocarlo o alejarse como lo hacía últimamente, sin embargo solo le tomó de la manga rápidamente. -Sí, vamos- apretó fuerte la Tela entre los dedos, suspirando, ya que Shintarou no parecía molesto ni nada, veía natural que lo quisiera tomar de la prenda.

 

-¿Te sientes bien?... - ya que tenía el ceño ligeramente fruncido y eso no era habitual en Takao. Mientras que a él corazón le palpitaba como si fueran un montón de aleteos de aves traviesas. Tragó saliva, pensó que Takao podía escucharlos si seguía de esa forma, debía calmarse.

 

-Sí... Solo quiero ir al jardín, ya casi es hora de que nos viéramos y no estabas ahí.- No, por favor Kazunari para con tu diálogo sin sentido, a menos que quieras que te descubran.

 

-Lo sé, estaba a punto de irme. No iba a quedarte mal, no lo he hecho nunca ¿verdad? Confía en mí, seguiré estando ahí hasta cuando tú lo quieras- Se sintió mal, seguro que el otro había pensado que no le importaban sus encuentros diarios.

 

-¿Y si te digo que quiero que estés siempre ahí? ¿No crees que es egoísta?- se sentó primero en la banca, dejando un lado más corto que otro, esperando ver cual lugar escogería Midorima.

 

-No... Porque yo con gusto iría siempre que quisieras.- tomó el lugar más corto, el que los dejaba más cerca. -La mayoría deseamos que alguien esté a nuestro lado cuando queramos-

 

Takao giró la vista al lado contrario, la amabilidad de Shintarou era embriagante. -Ah... Entonces esta bien- ni indagaría más en el tema, era peligroso ya que estaba particularmente sincero.

 

-Creo que esto te va a gustar.- sacó un paquete de una paleta dulce. -Es tu Lucky ítem... Así que podrás comértelo, será un secreto-

 

-Pero todos los Lucky ítems han sido un secreto- tomó la envoltura, era de Mora azul, seguramente se le pintaría la lengua del mismo color que el fruto. 

 

-Ojalá que un día no lo sean. Que pueda dártelos libremente sin esconderlo de nadie- tenía otro igual así que, no dudó en abrirla y meterla en la boca, años que no probaba algo así.

 

-Sí. Yo también quiero eso Shin-Chan.- se sonrojó, muy poco y lastimosamente el otro no se dio cuenta de ello. -Eso quiere decir que saliendo de aquí seguiremos viéndonos-

 

-Sí me lo permites estaré encantado- Si saldría ya se imaginaba cuando le pediría salir, como una cita. El teatro o un paseo por el museo eran sus ideas principales. -Quiero estar presente en tu vida todo el tiempo posible-

 

¿Acaso ese tonto médico se daba cuenta de lo que decía? No debía seguir, mataría al pobre corazón que cargaba en el pecho, por el cielo era más que perfecto. Si la vida le tenía Una recompensa era haberlo conocido justo antes de lanzar la toalla. -Más te vale Shin-Chan 

 

-Ya te dije- le volteó a ver, clavando la mirada sobre los ojos grisáceos de Kazunari. -No me alejaré a menos que tú lo quieras- era chistoso como la Paleta hacia una pronunciada bola en la mejilla, pero a Shintarou el mismo gesto en Takao se le hacía adorable, como un niño pequeño.

 

-Cuida de mí entonces- los labios ya se le veían azules, como aquellas tintas coreanas que estaban muy de moda y que su hermana solía usar últimamente.

 

-Por supuesto. Lo haré- ambos se dieron cuenta que Takao le tomaba de una parte de la bata, pero eso no era incomodo, al menos no por eso. Sino que ambos deseaban que no fuera la tela lo que estuviese agarrando.

 

~o~

 

Parecía una doncella enamorada, suspiraba a cada diez minutos y su corazón parecería locomotora el resto del día al parecer. ¿Fue su imaginación o pareció que él y Takao habían progresado? Hasta quiso tomarle de la mano... ¿Por qué él no lo había hecho? Bueno, fue como un reflejo, a lo mejor el moreno realmente no quería hacerlo, y no estaba en posición de presionarlo.

 

De nuevo hizo un manchón de tinta sobre la hoja por estar en las nubes, esa noche se dignaría a tocar el piano, hacía mucho que el instrumento estaba en su casa, acumulando polvo por falta de uso, ese día podría tocar un par de piezas de Yann Tiersen que le alegraban en demasía.

 

El teléfono de la habitación avisándole que el hermano mayor de Atsushi ya estaba esperando en la sala especial de reuniones. Dio un gran respiro antes de salir en su encuentro, todo iba bien para que Murasakibara estuviera dado de alta cuanto antes.

 

Dejo de lado sus vacilaciones e ilusiones llenas de fantasía. Primero hablaría un poco con el hermano mayor de Atsushi. Más que nada para advertirle que podría ser contraproducente que se vieran o que actuara de forma diferente a como solía ser el joven antes de ser intervenido. Aunque sabiendo cómo era el gigantón, dudaba mucho que hubiese un retroceso, aseguraba el éxito del encuentro.

 

Al abrir la puerta de la sala de reuniones llevó la vista hacia el señor que yacía esperando en una silla, con los pies temblorosos y las manos sudadas.

 

-¿Murasakibara-san?...- nombró para que el otro volteara, asintiendo suavemente. -Tranquilo. Todo saldrá bien, Atsushi ha progresado bastante y pronto regresará con su familia-

 

-Mi madre ya es algo vieja... La pobre no sabe cuántas ganas tiene de verlo- y dado a que la señora tenía un problema de columna, era imposible que fuera hasta el psiquiátrico. -Me encantaría que estuviéramos todos juntos y por fin tuviéramos algo de paz Midorima-san-

 

-No puedo asegurarle a un 100 que esto funcionará, pero como le comenté anteriormente Atsushi ha estado reclamando por usted, ya que es lo más semejante que tiene a una figura paterna-  

 

El otro soltó la mayor parte de aire que guardaba en los pulmones. -Sí... Mi madre tuvo que trabajar para mantenernos, aunque yo también comencé a trabajar a medio tiempo. Atsushi es más como un hijo que como un hermano.- pausó un momento. -Pero todo ha valido la pena, lo volvería a hacer para que estuviera bien-

 

-Pocos familiares son tan comprometidos como usted. Su bondad será recompensada, había dicho que era Aries ¿no? Hoy es un día de suerte para los Aries- comentó antes de escuchar por el interfaz que ya tenían al paciente del otro lado de la puerta. -Relájese- comentó antes de abrir, ni siquiera pasaron dos segundos cuando el más alto salió corriendo en dirección a su hermano, que aún sentado casi caía por el brusco abrazo.

 

-Nhg...- era un mar de lágrimas. -Nii-san...- refregaba el rostro en el pecho de Murasakibara-san, repitiendo su nombre mientras apretaba más el abrazo. -Lo siento...-

 

-Ya, Atsushi...- enredó los dedos en los largos cabellos, acariciando la cabeza como a un niño. -No te disculpes, fue nuestra culpa por descuidarte tanto- 

 

Negó rápidamente. -No, Nii-san nunca me ignoró...- levantó la mirada, encontrándose ambas miradas violetas. -Los extraño mucho, quiero a mamá y a Shou-chin- pidió a su hermana mayor, la cual también solía cuidarlo.

 

-Si te curas pronto, nos iremos de aquí. Podrás regresar a la escuela y hacer amigos- que fueran de su edad. No juzgaba a sus amigos 'enfermos' pero también necesitaba convivir con gente un poco más cuerda.

 

-Sí. Prometo portarme bien ahora. Mido-chin también me curó, él ha sido bueno conmigo aunque no me quiera dar dulces todo el tiempo- asentía como dándole la razón a sus pensamientos. -Me ayudó a entender que estaba mal-

 

-Solo necesitabas ayuda- limpiaba las enormes lágrimas. -Deja de llorar, sabes que soy débil a tus lágrimas Atsushi. Procura estar bien para que vayas a casa, te haremos toda tu comida favorita.-

 

-¿No me vas a dejar aquí?

 

-Lo que más deseo es que estés con nosotros, no dudes de eso- le hacía los cabellos hacia atrás, después de todo era su pequeño hermano consentido. 

 

-Me quiero ir ahora...- se aferraba, extrañaba tanto ese sentimiento cálido que solo le transmitía la familia. -Por favor- suplicaba entre más llanto.

 

-Atsushi- interrumpió Midorima. -Sé que quieres irte, pero aún tenemos estudios que hacerte para ver si ya eres apto para regresar a la sociedad y que una recaída sea difícil.- palmeó el hombro. -Pero si todo va bien, podrás irte en unas semanas con tu hermano, así que pórtate bien y no te desesperes como siempre ¿Sí?

 

-Si es así le haré caso a Mido-chin- por lo pronto disfrutaría de su hermano de otra hora más, contándole sobre Akashi y Himuro. Ya que eran con quienes se llevaba mejor en el psiquiátrico. También le contó cómo a veces se peleaba con Shintarou por negarse a darle más raciones de dulce, pero últimamente solo comía uno al día sin necesidad de más, su deseo de regresar era más fuerte que el que le provocaba tener un caramelo en la boca.

 

Los mayores hablaron acerca del comportamiento del joven, y tal como pensó el doctor Atsushi había reaccionado muy bien. No había entrado en pánico ni en un estado de ansiedad, estaba seguro que los tornillos que se habían aflojado en su mente poco a poco se iban aferrando a su lugar y permitiendo que fuera una persona más sana.

 

La promesa de hablarle en cuatro semanas para ver si podía llevarse al paciente fue propuesta. Ese día Midorima estaba muy sonriente, tener el segundo lugar en el ranking de Oha-Asa servía mucho, también el haber comido esa paleta que le manchó los labios, pero lo mejor fue la compañía.

 

Sí, Akashi le advirtió sobre jugar con fuego, pero por dentro sabía que quien le puso el reto fue el Akashi amable y calmo, que esa era una manera de hacer que Midorima se pusiera en marcha y lograra los objetivos que se habla implantado desde los inicios del verano. Aun faltaban más de diez meses y tenía que darse prisa para no atrasarse, confiarse no era opción.

 

Tal como quiso en la tarde, llegó directo al piano y quitarle la sabana que lo cubría para seguir las partituras que se sabía de memoria de Comptine d'un Autre été, jamás se sintió tan vivo después de descubrir que la cara de Takao iba en compás con la melodía de Tiersen.

Notas finales:

¡Hola mis hermosas personas! -se esconde antes de que le avienten piedras- En serio lamento haber vuelto a tardar, tengo mis razones pero traté de que fuera ligeramente más largo, por lo mismo quiero tener el próximo cuanto antes. ¿No les ha pasado que tienen muchas ideas a la vez? Porque escribí varios OS de KNB y Haikyuu, ya que se vienen las vacaciones quiero tener material~ en fin. Muchísimas gracias por seguir aquí y dedicarle tiempo a esta historia lenta, los amo muchísimo.

También aproveché para mencionar a Yann Tiersen (canción ahí), que si tienen oportunidad escuchen algunas de sus piezas, la que puse en esta ocasión ya la había mencionado en un One Shot que tengo, también de MidoTaka, por si alguien gusta leerla.

No me entretengo más, siempre me extiendo demasiado. De nuevo muchas gracias por leer, favoritos, seguidores y comentarios. Todos son valorados en demasía <3

Ya saben que cualquier duda, comentario, sugerencia, crítica, pregunta o semejante es bien recibida. Si quieren mejor atención(?) Les dejo mi perfil de fb -que realmente no publico casi nada pero estoy activa- y una página donde comparto algunas cosas y memes x3 ¿Les gustaría que avisara por ahí que he publicado algo nuevo?~

Nos seguimos leyendo corazones :DD


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