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Mi demonio particular por YunaYami

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Arrojé la libreta a un lado,levantándome de la silla poco después. Aquel día era a mi a quien no le salía nada bien. No era solo porque mi demonio pelirrojo había salido con otro de sus ligues con más pecho que cerebro si no que también habíamos tenido nuestra primera discusión. Pensar que una mínima estupidez como elegir la canción que tocaríamos al principio y al final había acabado con los restos de mi ya gastada paciencia me reconcomía por dentro. Le había arrojado las partituras a la cara,gritado cuatro cosas y salido del local dando un portazo. Cuando recobré la compostura decidí ir a disculparme con el dueño del lugar mientras él salí con una despampanante chica del brazo. Ni siquiera se volvió a mirarme. 
Suspiré hondo y recogí la libreta. Las cosas no tenían la culpa de que Castiel fuera tan corto,estúpido e insensible.
_Sí. Insensible,eso es lo que es... A veces juro que le estrangularía mientras duerme.

Alcé la vista. Él estaba allí de pie,mirándome boquiabierto y con una caja de pizza en las manos.
_No te he oído entrar
_Ya veo,ya. Venía...a disculparme. Es tu preferida.
_¿Con anchoas...?
_Eso creo
Abrió la caja para comprobarlo. El olor hizo que mi estómago rugiera.
_Veo que tienes hambre.
_Algo
_Entonces será mejor que nos sentemos a cenar ¿no crees?

***

Durante la semana previa al siguiente concierto todo parecía haber regresado a la normalidad. ¿Cuan equivocada puede estar una persona?

***

_Pues vete

Aquellas palabras cayeron sobre mi como una jarra de agua fría. Castiel se volvió a hablar de nuevo con la muchacha rubia. La sensación de quedarme sin aire fue aumentando por momentos hasta que solté el micrófono haciendo que medio antro se volviera hacia el escenario. Me llevé la mano al pecho y luego alcé la mirada. Estaba realmente furioso,tan furioso que...

_Bien. Esto se acabo,Castiel. Lo dejo. Búscate otro cantante.

Bajé del escenario tras recoger mis cosas. Vi su cara de sorpresa mientras me dirigía a la salida. Iba a hacer las maletas. Debía salir de su casa aquella noche,sin falta. Ya todo me daba igual. No recuerdo mucho del camino de vuelta a casa. Mis lágrimas nublaban las imágenes. Estuvieron a punto de atropellarme antes de llegar. Crucé la calle a todo correr a pesar de los gritos del conductor y subí al apartamento. Abrí la maleta y comencé a echar mi ropa y objetos personales en un desorden impropio en mi. Oí un portazo a mi espalda. Los ojos de mi pelirrojo demonio echaban chispas.
_¡¿De que vas?! ¿Quien te crees para irte así?
_Tengo derecho a hacer lo que me plazca. 
_¿Ah si? ¿Tu también vas a abandonarme?
_¡No te atrevas a hacerte la víctima conmigo! ¡Tu no sabes nada de nada! ¡No tienes ni la más remota idea de lo que es verte irte con una mujer diferente cada día mientras yo espero a que vuelvas a casa muerto de preocupación! ¡No sabes lo que es tener los sentimientos retenidos durante tanto tiempo que comienzan a carcomerte por dentro! ¡No tienes ni idea de lo que he tenido que contener aquí dentro...! -le grité ,golpeándome el pecho mientras la vista volvía a nublárseme por las lágrimas- ¡...para no decirte lo que de verdad siento por ti porque sabía que si lo hacía no volvería verte el pelo! Ya no más,Castiel. Ya no puedo más con esto

Él ni siquiera hizo un movimiento cuando yo me marché. Caminé sin rumbo durante un tiempo,arrastrando tras de mi la enorme maleta, hasta encontrar un banco solitario. No sabía que hora era,donde estaba ni tampoco donde me quedaría aquella noche.

_Bien,Lysandro ¿podrías ser más inteligente...?

***

La intensa vibración del teléfono me despertó. Ignoraba en que momento me había quedado dormido sobre el banco. Todo me dolía. Revisé las notificaciones. Ninguna era de Castiel. Esperar que él se acercara a mi después de todo aquello era como esperar juntar dos imanes por la parte del mismo polo. Aún así seguía esperando como un iluso que él me llamara aunque solo fuera una vez. Quizá ni siquiera estaba preocupado por mi. Quizá ya se habría llevado a una chica a casa para pasar el mal trago. Quizá...yo no era tan importante para él como quería creer. El teléfono volvió a sonar,pero esta vez llegue a tiempo a contestar.
_¿Diga?
_Soy Nathaniel ¿recuerdas lo de la reunión?
_Sí ¿por qué?
_¿Estás libre esta noche?


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