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Strawhat corporation por sunshinebunny

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Notas del fanfic:

Lo típico, todo pertenece a Oda excepto la idea de la historia XD

Notas del capitulo:

Un día terminare de escribir todas las retorcidas ideas de mi cabecita y entonces se secara mi cerebro y tardare como un mes en actualizar como la gente normal… pero hasta entonces espero que alguien lea esto y le guste, gracias por leer y los comentarios son bienvenidos.

Capitulo 1

 

 

-Strawhat corporation, una de las más reconocidas industrias en su ramo tanto por su participación en el mundo de la moda como por sus constantes contribuciones a las causas nobles y de beneficencia tiene un nuevo rostro que presentarnos, el súper modelo noruego Cutty Flam ah venido a revolucionar el mundo de la moda deportiva, ya se puede esperar un alza en la venta de trajes speedo este verano.- La voz de la comentarista podía escucharse claramente desde el pequeño monitor en la sala de aquella habitación. -Monkey D. Luffy lo ah hecho de nuevo.- continuaba la entrenada voz mientras aparecía una fotografía del mencionado.

-Hey Sabo ¿No es ese tu novio?-

Sabo levanto la cabeza, quitándose un mechon del rostro, su rubia cabellera caía un poco sobre sus ojos cuando estaba inmerso en una buena lectura, sus ojos azules buscaron el rostro de Koala, la chica castaña con la que compartía piso, viendo como esta subía un poco el volumen del televisor.- El joven heredero de Strawhat corp., reconocido por su agradable personalidad y su despiadada habilidad para los negocios, ah sacado del anonimato a otra bella alma que seguramente se convertirá en un icono prontamente, nadie se atrevería a decir que no se ah ganado su puesto de C.E.O. junior dentro de la empresa, después de todo sus "descubrimientos" siempre se convierten en ídolos de la moda con más velocidad de lo que ellos mismos pueden imaginar, el célebre caso de los eternos rivales Zoro y Sanji - El video que en aquel momento mostraba imágenes de una sesión fotográfica en donde un chico rubio y un moreno peliverde posaban en diferentes maneras sobre la escenografía construida por el equipo de producciones había hecho suspirar notoriamente a su amiga con un "valla suerte la tuya" Sabo solo pudo sonreír amablemente, no era como si hubiera conocido a aquellos chicos por su prometido.

Sabo había trabajado en Strawhat Corp mucho antes de conocer a Luffy y aún antes de su compromiso con el muchacho, encima de eso no era como si el mono que tenía como prometido realmente se molestase demasiado en que Sabo convivieran con sus amigos, razón por la que el comentario de Koala estaba completamente fuera de lugar pero el rubio era demasiado amable para decir aquello claro. Se suponía que tuviera una buena relación con Luffy después de todo, aun si solo era para complacer a Dragón.

Las imágenes en la T.V.  se sucedían con fluidez por las tomas ya editadas de aquellos chicos estrella, Las sesiones de Zoro y Sanji siempre estaban indudablemente cargadas de una tensión emocional que te hacía no poder separar la vista de ellos, eran buenos modelos no podía negarse y entendía por que Koala babeaba por ellos, muchas chicas lo hacían. - Este dúo podría ser una de las mejores ejemplificaciones del genio innato que posee el joven CEO ¿Quien otro que él habría pensado en unir a dos personalidades tan explosivas en un solo set? los resultados sin embargo han sido más que abrumadores para la carrera de ambos y el contrato de exclusividad que mantienen con Strawhat corp...-

A pesar del volumen algo alto de la televisión el rubio había dejado de prestarle atención tanto a su compañera de piso como a aquel aparatejo después de unos segundos, intentó regresar su atención al libro que tenia en las manos aunque aquello ya le resultaba casi imposible.

Era fin de semana y estando "comprometido" con una figura pública cualquiera esperaría que Sabo se encontrase en alguno de los eventos por los que la compañia era famosa por organizar, pero no, de alguna manera seguía manteniendo su vida más o menos normal y es que aquel compromiso no era más que una formalidad, de poco o nada conocía al dichoso Monkey D. Luffy fuera de las fotografías y si había aceptado el compromiso era por que había sido una petición del mismo Dragón, respetaba tanto a aquel hombre que no había podido negarse. Nunca podía negarse a nada que ese hombre pidiera, Sabo era consciente de que sus sentimientos por aquel sujeto lo hacian un blanco fácil pero estaba seguro que el señor Monkey nunca se aprovecharía de ellos, y como no sentir nada por ese hombretón de cabello obscuro y ojos penetrantes, a sus cuarentaitantos estaba en perfecta forma fisica y solo verlo en traje era... en todo caso dudaba que el mayor estuviera consciente de sus sentimientos, si, le gustaba aquel hombre, más de lo que quería admitir pero era su jefe y estaba casado así que obviamente quedaba completamente fuera de su alcance.

 ¿Como había acabado comprometido entonces? Era gracioso, casi podía decirse una mala broma, "Si te cazaras con mi hijo todos mis problemas se solucionarían"  Era una broma obviamente, tenia que serlo ¿Que clase de padre querria ver a su hijo casado con otro hombre? Al parecer la clase de hombre que era Dragón. Sabo acepto por que pensó que era una broma y cuando se dio cuenta que no lo era siguió adelante por miedo a decepcionar a la persona a la que tanto admiraba, tampoco esperaba que Luffy de este le aceptara de manera tan pronta (dejar que el otro le rechazara le había parecido en aquel entonces la salida mas fácil), era casi como si aquello se tratara solo de un juego para Luffy quien solo había sonreído y aceptado encantado de la vida, aparentemente al menos.

La diferencia de edades no era mucha, Luffy era apenas un año o dos más joven que él y tan agradable en público como cabía esperar, el problema surgía al estar a solas... había algo en aquel muchacho que no le acababa de gustar, o que temía admitir que le gustase quizá. Sabo aún no acababa de decidirse.

No podía decir que las sonrisas de Luffy fueran falsas pero sus sonrisas publicas solían ser completamente distintas a las privadas, y aunque por lo general era agradable su personalidad dejaba bastante que desear, todo un mocoso mimado, Luffy no solo podía llegar a ser un poco cruel con sus comentarios si algo no le interesaba, también solía ser en exceso demandante con sus caprichos lo cual no auguraba nada bueno. Físicamente no había de que quejarse, al menos de lo que Sabo había visto, y si la manzana no cae muy lejos del arból el chico seguramente solo se pondría más bueno con los años, pero el hecho de estar comprometido con alguien que no se molestaba en tomar la opinión de los demás en cuenta era problema seguro. No se sentía cómodo con ello, ni mucho menos con que todos se pensaran que era un ángel solo por tener cara de crio.

El que todo aquel que les conocía se dedicase a recordarle a Sabo la suerte que tenia al haber conseguido un compromiso así tampoco ayudaba en mucho, solo hacia mas difícil el poder zafarse de aquel, no es que Luffy le pareciera una mala persona, al menos en las ocasiones que le había tocado trabajar con él para algún proyecto le parecía una sujeto razonable, quizá algo raro en su proceder pero ya que siempre parecía poner a buen uso el presupuesto solicitado Sabo no podía decir que le hubiera dado ningún dolor de cabeza en su departamento al menos, si en algo había atinado la comentarista era que el chico sabía manejarse y hacer rendir sus negocios, no por nada a pesar de la reñida competencia en aquel mundo el chico siempre hablaba de convertir a la compañía en la número 1 y no estaba lejos de lograrlo realmente, incluso corporaciones importantes como la de Whitebeard&Redhead co. o la shichibukai S.A. de C.V. la consideraban un rival imponente, pero aquello eran negocios, en la vida personal apenas si se conocían, pero sabía lo suficiente para no cometer demasiados errores con el chico, si se confiaba a su alrededor acabaría mal, estaba seguro.

El tono del celular lo había sacado de sus cavilaciones, como si  con pensar en todo eso del compromiso hubiera invocado a el pequeño pelinegro, ahí estaba su numero brillando desde el identificador de llamadas cuando tomara el móvil, por un segundo incluso había dudado en contestar, si pretendía que no había escuchado no tendría que salir con él, evitarlo siempre era una solución, temporal pero una solución.

Pero tampoco era buena idea enfadar a Luffy y si era algo de trabajo habría sido desastroso, el plan era pésimo por donde lo viera, sabiendo que si tardaba demasiado en contestar aquello enfadaría al menor había cogido la llamada al tercer tono, haciéndole señales a Koala para que bajase el volumen de la televisión, a lo que aquella no solo había obedecido de inmediato si no que miraba expectante al rubio pues era la primera vez que le veía poner esa cara ligeramente sonrojada eh incomoda.

No era que a Sabo le incomodaran aquellas cosas normalmente, pero hacerlo frente a su amiga no le agradaba mucho.- ¿Aló?- había contestado lo más normal posible, intentando que su voz no temblase demasiado.

-Hola amor, Pasare por ti en 15.- la voz alegre pero firme al otro lado del auricular no extendía ni pregunta ni invitación, aquello era más bien una orden, Sabo dudo por un segundo como responder pero no queriendo hacer una escena simplemente miro la forma como estaba vestido, la sudadera azul rey y los jeans deslavados dudaba fueran adecuados para cualquier cosa que aquel chico tuviera en mente, además siendo domingo ni siquiera se había molestado en asearse adecuadamente, era su día de descanso después de todo.

-No eh tomado un baño aun...- murmuro el rubio un poco apenado, se puso en pie y le lanzó una mirada algo acusadora a la castaña que le miraba con una enorme sonrisa boba en el rostro, lo que le faltaba, Intentó centrarse en la llamada, casi había podido ver a Luffy al otro lado de la línea sonreír, solo con el sonido de su aliento sobre el auricular podía adivinar la cara que tendría, aquel moreno era tan expresivo que aun por teléfono no le costaba adivinar sus gestos.

-Bien, tienes 20 minutos, no me hagas esperar.- Escucho a Luffy decir y soltó un suspiro, eso apenas si le daba tiempo, se dirigió a su habitación, lo mejor era apresurarse, el otro aun estaba en la línea y Sabo estaba seguro que no escucharía quejas.

-¿Que se supone que debo usar?- preguntó al final, abriendo su armario y fisgoneando entre sus ropas, lo más formal que tenia era lo que usaba para ir a trabajar y desde que salía con Luffy había tenido que empezar a usar esa ropa más frecuentemente, era una pesadilla.

-Un vestido estaría bien.-

-Ja, Ja, que gracioso.- dijo seleccionando una camiseta de mangas largas con estampado simple en blanco y negro y pantalones de mezclilla obscuros ¿Irían a un lugar formal o a jugar? con aquel chico nunca se sabía realmente. Una semana podían estar en una gala y la siguiente asistiendo a una demostración de autos de carreras.

- te veras bien con lo que sea, no es importante.- 

No sabía cómo interpretar aquello, para ese chico el 90% de las cosas no era importante y el otro 10% eran la compañía y el sexo... bueno, planteándolo bien quizá en verdad no importaba lo que se pusiera.

-Bien, te veré en un rato.- dijo tomando un cardigán gris que le llegaría por mitad de los muslos y la bufanda rojo vino que su prometido había tomado "prestada" de uno de los sets y le había obsequiado, era cómoda, calientita y se veía bien con casi toda su ropa, aunque considerando que casi toda su ropa era en tonos de gris a negro aquello no era muy difícil de lograr de cualquier forma.

Cuando trabajas en una compañía relacionada a la moda (aun si tu área es finanzas) aprendes que si no sabes combinar a la perfección es mejor no meterte con los colores, Sabo había perdido la predilección por estos hacía varios años, volviendo su closet una película en blanco y negro, con algunos tonos de gris y sepia por aquí y allá, un azul perdido muy a veces, todos sus zapatos eran cafés o negros, aunque en realidad solo tenía 3 pares y unos tenis que usaba solo los domingos, pero ahora parecía que ni ese día podría relajarse, a veces se preguntaba si realmente merecía el esfuerzo de aquella "relación".

Había estado listo a los 18 minutos, y aunque su cabello no se había secado del todo bajo a prisa los escalones del apartamento, no le gustaban los elevadores así que siempre se tomaba unos minutos extra para poder bajar y subir por las escaleras de ser posible, para cuando saliera por la puerta frontal del edificio el joven de las noticias ya estaba esperándole sobre su automóvil blanco, Cuando Luffy bajara la ventana para darle una mirada Sabo había visto como su prometido usaba una camisa amarilla, pantalones negros y saco a juego, estaba seguro que nadie podría lucir aquel conjunto y hacerle ver bien si no fuera aquel chico, después de la inspección visual el menor le había hecho una seña para que subiera al auto.

-Dragón anunciara nuestro compromiso de manera oficial por la mañana- había escuchado a Luffy decirle en cuanto cerrase la puertecilla y casi se le había salido el corazón por la garganta, estaba bien que él hubiera permitido las cosas llegar tan lejos pero ¿no se suponía que consultasen con él para ese tipo de cosas?- pensé que debías saberlo.- el menor no le miraba, solo conducía quien sabe a dónde, la tarde era agradable y fresca, teñida de los colores del ocaso, desagradablemente tranquila.

-Gracias, supongo.- el menor había reído ante su comentario, Sabo no estaba seguro si se burlaba de él o de la situación, no pensaba que Luffy fuera a hacer algo con lo que no estuviera de acuerdo, pero tampoco creía que su padre le hubiera dado mucha opción, por lo que había escuchado (o lo que le habían dejado saber) una de las condiciones para que Luffy heredase aquella compañía era que se casara con alguien de quien su padre aprobase, y parecía que al menor no le interesaba buscar prospectos, probablemente pensaba que de aquella manera podría seguir haciendo cualquier cosa que le placiera mientras mantuvieran las apariencias, las infidelidades del chico no le eran desconocidas, aquel no se molestaba en ocultárselas y él nunca le había reclamado en forma, era mas cómodo no lidiar con "ese" aspecto aun.

-No pareces muy feliz.-

-¿Lo estás tú?-

El moreno se encogió de hombros, girando el volante a la derecha y después continuando en línea recta unos cuantos metros antes de tomar una desviación, por el camino parecía que estaban yendo al apartamento de Luffy pero no estaba muy seguro.- Podría haberme ido peor, no eres precisamente mi estilo, pero el viejo te adora y no estás tan mal, bueno- el menor le lanzo una mirada un poco recriminante antes de regresar la vista al camino.- al menos no lo que eh visto.- y ahí estaba el tema de nuevo, mientras aquel chiquillo llevaba años siendo sexualmente activo (y valla que lo era) el rubio era algo conservador e inexperto, con los nervios que le causaba la situación, había insistido en esperar al matrimonio antes de hacer cualquier cosa, y esto le había ganado tiempo pero seguro que no el suficiente, si seguía con esa charada tarde o temprano debía de ceder o resignarse a ser un cornudo de por vida.

Por el rumbo de la situación ya podía olvidarse de deshacer esa farsa de compromiso, ¿Tenia que ser una esposa sumisa y dejar que Luffy se complaciera con su cuerpo? Nada lo obligaba a ello y mientras siguiera haciéndose el desentendido no tendría que hacerlo. de ahí que no le reclamara en forma sus deslices a Luffy, bueno, si hasta le había tocado pagar una que otra cuenta que el chiquillo hacia pasar como "viáticos" en la oficina.

Eran una sociedad "liberal" técnicamente hablando, estaba en su educación que la "esposa" dejase al marido satisfacer sus necesidades si esta no quería satisfacerlas, al menos hasta donde Sabo tenia entendido Luffy solo lo hacía con prostitutas, de manera que estrictamente hablando no debería ponerse celoso, pero el pensar que el chiquillo prefiriera pagarle a alguien antes que insistirle a él le hería ligeramente el orgullo.

No debía sentirse mal por ello pero lo hacia, no era el "estilo"  de Luffy pedir las cosas y tampoco era que Sabo fuera a insistir en algo que no le convenía, porque de las pocas veces que habían salido aquel siempre era tema de discusión.

-Tan halagador como siempre Luffy.- la peculiar risa que llenase de nuevo el auto a veces sacaba de quicio a Sabo, no le molestaba la franqueza o el cinismo de aquel muchacho, en realidad no sabía bien lo que le molestaba de él específicamente. ¿era que le daba demasiada importancia al tema? Hasta el momento había respetado sus decisiones pero dudaba que fuera así por siempre y con el compromiso cada vez más cerca se le acababan tanto las excusas como el tiempo. Acabarían acostándose un día de estos, al menos si no cancelaba aquel acuerdo, esperaba que Luffy fuera quien se hartase primero y cancelara el compromiso pero no había sido así, ahora toda la responsabilidad de acabar con esa relación o seguir en ella era de Sabo.

No quería hacerlo con aquel chico no por que le desagradara o fuera contra su moral, si simplificaba las cosas al punto más extremo se encontraba a si mismo pensando que simplemente no quería que su primera vez fuera a ser una nota más de pago por servicios sexuales en la billetera del chico.

Cuando el pelinegro aparcase frente a un edificio desconocido al principio el rubio no le había tomado importancia pero al sentir el agarre del azabache en su brazo jalándole hacia el antes de rosarle los labios de manera lenta y seductora  podía mas o menos adivinar a donde iba el rumbo de aquello, si ya se lo esperaba antes ahora estaba seguro.- Creo que es hora de que sepas en lo que en verdad te estás metiendo amor, No quiero que vayas a arrepentirte después...- el tenue susurro sobre sus labios había hecho a Sabo estremecer, mas aun al sentir los dientes de Luffy morder con suavidad su piel, atrapándole en un beso mucho más profundo y húmedo que le había hecho olvidar por un instante porque era exactamente que aquello estaba mal si se sentía así de bien.

Para el momento que recuperara un poco de conciencia ya se encontraba siguiendo a Luffy por un largo pasillo lleno de puertas exactamente iguales salvo por el numero colgado de estas, sabía que probablemente no le gustase a donde iba todo aquello pero no hacía nada para detenerlo. ¿Por qué? Bueno, la respuesta simplificada de nuevo seria que le gustaba aquel chico y que quizá en el fondo no le molestaba tanto ser un recibo más si se trataba de él.

 

Notas finales:

Sé que ya había tratado antes un tema similar, pero será diferente, lo prometo (?) bueno no sé, pero tenía ganas de escribir a Luffy de seme, aunque eso se demostrara un poco más en los capítulos sucesivos… no creo que esta valla a ser una historia muy larga, al principio la había pensado de 3 capítulos aunque ahora que la veo bien quizá sean unos 4 o 5. Ya veremos u.u

P.D. amo a el gatoso gordo y rechoncho en mi cama, con locura y pasión ogetosa.


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