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Strawhat corporation por sunshinebunny

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Notas del capitulo:

¡Hola! Parece que voy agarrando ritmo de nuevo, aquí les dejo la tercera parte de esta historia que a como la voy viendo puede que crezca un poco más allá de mis expectativas… y bueno, con amor para el gato y para los demás con mucho aprecio, nos vemos abajo. 

Tres

 

 

 

Sabo nunca se había sentido más humillado en toda su vida como la noche anterior, primero el menor le llevaba a aquel lugar de alquiler y después le dejaba solo en este como a una simple sexoservidora, bien, ya sabía que las cosas no iba a ser precisamente bonitas pero tampoco se había esperado aquello. No era el simple hecho de que nunca hubiera hecho esas cosas con nadie más antes, había algo en la forma como la situación se habían desenvuelto que no acababa de gustarle y ahora que tenia al menor ahí en su oficina hablándole del presupuesto que necesitaba para su próximo proyecto (Algo acerca de una línea de ropa infantil con un chico cuyo nombre resultaba bastante pegajoso, Tony-tony  Chopper si recordaba bien) no le molestaba que el azabache actuara como si no pasara nada, le molestaba que él mismo no podía hacer lo mismo, verle a la cara sin sonrojarse resultaba casi imposible.

 

Lo peor del caso es que aquello no iba precisamente desapercibido, Luffy de vez en vez levantaba la vista del presupuesto operativo que había preparado y estaban discutiendo y le dedicaba una de esas miradas que a veces tenia que no hacía más que ponerle más nervioso solo de sentirla encima de él, cosa que hacia normalmente cuando se le caía el lapicero con el que se encontraba haciendo las correcciones o cuando cometía cualquier otro error, al final le había escuchado soltar un suspiro un poco pesado y echarse hacia atrás en la silla de manera cansada mientras le dedicaba una sonrisa un tanto socarrona.- Y por eso no me acuesto nunca con nadie del trabajo.-  aquel comentario había hecho que el rubio se sonrojase aun mas tanto por la vergüenza como por el descaro mientras miraba de manera un poco acusadora al idiota que había dicho aquello. 

 

- Un alivio saber que tu libertinaje no vendrás a restregármelo en la cara.-

 

Contra toda expectativa aquella respuesta había hecho al menor reír un poco, el rubio se alegraba de tener una oficina con puerta para el solo (aunque esta no midiera mas de 3x3) por que no le hubiera gustado que nadie viera su cara en aquel momento.- Ya, supongo que eh sido algo injusto, tomando en cuenta que realmente ni siquiera nos hemos acostado.- aquella acusación había hecho al mayor fruncir ligeramente los labios mientras desviaba la mirada visiblemente incomodo por aquel tema que no quería discutir. El menor obviamente se divertía  haciéndole sufrir de aquella manera.

 

-No es que no quiera hacerlo.- murmuro Sabo lo más bajo que le era posible, acomodándose un mechón de cabello detrás de la oreja izquierda mientras intentaba concentrar toda su atención en lo enormemente interesante que resultaba el cesto de basura en el extremo contrario de la habitación, solo mencionar aquellas cosas en su mente se cruzaban las imágenes de la noche anterior, la habitación rentada en penumbra, el pelinegro besándole fervientemente, guiándole a la cama, acariciando su cuello y su cabello para distraerle, bajando a su camisa antes de que pudiera reaccionar y colando sus manos para acariciarle la piel de la cintura y la espalda directamente, haciéndole estremecer y desear mas con cada rose, suspiros, gemidos, miradas furtivas. No quería admitir que realmente deseaba aquello, apenas si había tenido fuerza de voluntad para decirle al pelinegro que se detuviera.

 

-¿Que es lo que te detiene entonces?- la voz un poco fastidiada del más joven le había traído de regreso, incluso se había atrevido a sostenerle la mirada, no es que fuera ningún cobarde, odiaba comportarse como una idiota damisela cuando hablaban de aquel estúpido tema, si fuera cualquier otra cosa no se habría puesto así. Quizá si cuando más joven se hubiera atrevido a experimentar igual que el otro ahora no tendría tanto recelo con aquello, pero no la había hecho y ahora se escudaba en aquella absurda resolución que casi podría haber parecido un invento de no ser el.

 

-Ya te eh dicho que me gustaría esperar hasta el matrimonio.-  murmuro algo reticente por la respuesta que ya esperaba, había podido ver al otro girar los ojos, poniendo una expresión en el rostro como si aquello fuera lo más estúpido que hubiera escuchado alguna vez y quizá lo era pero no podía evitarlo.

 

-Si de cualquier forma vamos a casarnos ¿Cual es la diferencia?-

 

-¿Que si te arrepientes?-

 

-No lo hare.- La determinación en las palabras y la mirada de el chico le habían hecho sonrojar de nuevo pero por motivo diferente, cualquier protesta que tuviera había tenido que tragársela, se notaba que aquello iba enserio y sabia que al otro no le gustaba que lo cuestionaran cuando había tomado una determinación.

 

-Aun así me gustaría que respetaras mi decisión.- la mirada del azabache se había suavizado un poco y soltando un nuevo suspiro, el rubio había podido ver una sonrisa un tanto más amena formarse en aquellos finos labios.

 

-¿No lo eh hecho hasta ahora?-

 

-Supongo…- contesto Sabo tras una breve pausa, le costaba un poco admitir que el chico tenía razón.

 

La suave sonrisa en el joven rostro del azabache le hacía ver bastante atractivo pero aquella pronto se había torcido en una que aunque igual de atractiva era un poco más sugerente y Sabo no había tardado mucho en descubrir el motivo de aquella, los labios del otro chico sobre los suyos a través del escritorio mientras el otro le jalaba de la camisa levemente para que se inclinara al frente se lo habían hecho saber, como si solo tenerle ahí enfrente no fuera ya suficientemente malo.

 

Había sido instinto puro el que llevara a Luffy a besar al rubio ahí y en ese momento, el chico lucia tan adorable desde que le viera que apenas si había podido contenerse durante todo aquel tiempo, casi al instante se había recordado por que no le hacía con nadie del trabajo en realidad, no era la incomodidad de verles, aquello podía ignorarlo fácilmente, era el hecho de que apenas ver al rubio actuar de manera tan nerviosa y casi sumisa le había hecho comenzar a ponerse caliente y aquel beso no ayudaba en nada.

 

la noche anterior apenas si a regañadientes había logrado contenerse para no violarle y la imagen mental del rubio entre sus piernas de rodillas en el suelo mientras él se sentaba al borde de la cama aun estaba fresca en su mente, sentir los labios suaves y carnosos del mayor en los suyos habían acabado por recordarle la sensación de aquellos en otra parte de su cuerpo, el más alto había dicho que jamás había hecho aquello y aunque su inexperiencia había sido más que obvia la sensación cálida y apretada de aquella boquita succionándole de manera pausada y serena le había hecho correrse mucho antes de lo que cualquier otra puta había logrado, entre la obvia inocencia del rubio que no sabía lo que hacía y la dedicación y cuidado con la que había llevado a cabo la tarea habían probado ser casi demasiado para él, si así era dejarse atender por el otro ya podía imaginarse hacerle el amor, pero para eso faltaba tanto que dudaba poder soportarlo... aunque para eso también estaba su nuevo juguete.

 

Definitivamente iría a hacerle una visita a su querido Ace aquella noche después del trabajo, no importaba que el día anterior apenas si hubiera dormido.

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Daba lo mismo estar encadenado en un sótano obscuro o en aquel apartamento de poca monta con cosas que no eran suyas y que probablemente nunca lo serian, si incluso la ropa que usaba no era suya, no que le molestara la sencillez de la camisa sin mangas roja y los pantalones cortos negros, hubiera preferido sus camisas de póker pero tampoco le incomodaban estas ropas, solo que no podía evitar sentirse como un chiquillo en ellas, hubiera preferido andar sin camisa quizá de no ser por el bonito tapiz morado y verde que cubría gran parte de su estomago y pecho y que prefería no ver, había otras marcas por su cuerpo pero aquellas eran un poco mas fáciles de ignorar, el dolor en la zona baja de su cuerpo sin embargo apenas si había permitido a Ace moverse de la cama en todo el día y de no ser por la inminente hambre que había podido aplacar únicamente tras vaciar casi por completo el contenido de la nevera probablemente no se habría puesto en pie siquiera.

 

Casi todo el día se había hallado solo, en algún punto había entrado esta chica pelinegra de cabello largo que había ido a limpiar un poco y prepararle un tanto de comida al medio día, pero tras eso a nada, se alegraba en cierta forma de no tener que ver más al alto rubio que le había engañado para ser vendido como una vil mascota mas o a su guardaespaldas con la barba sucia, también se alegraba que el pequeño que le había comprado no se hubiera aparecido aun, de no haber sido por sus deudas y el estúpido contrato que no se molestara en leer no estaría ahí... no tenía a nadie a quien culpar que no fuera el mismo pero tampoco la agradaba la situación y solo esperaba que los encuentros sucesivos con su "amo" no fueran tan malos como había sido el primero, quizá si no se le hubiera ocurrido escupirle en la cara al probable comprador aquel no le hubiera dado un revés que le partiera el labio, aunque por la sonrisa algo divertida del chico tras eso tampoco estaba tan seguro.

 

Era un cautivo aunque no había grilletes en sus muñecas o pies, la puerta estaba cerrada con llave, el apartamento en un séptimo piso y un dispositivo rastreador en el collar de su cuello no le dejaría ir a más de 40 metros del lugar sin que alguien le atrapara, además de que aquel edificio pertenecía a la familia Donquixote y estaba custodiado por sus empleados, obviamente no podría escapar y en el raro caso de que lograse escapar eh ir a la policía o cualquier otra autoridad entonces Doflamingo seguramente tomaría represalias contra la poca familia que le quedaba y eso definitivamente no se lo perdonaría, el solo se había metido en aquel embrollo y el solo saldría de aquel.

 

Estaba seguro que Rouge se estaría comiendo la cabeza de preocupación en aquel momento, pero al menos se le había permitido hablar con ella lo suficiente para inventar que se había embarcado en un viaje por el país, el siempre había querido salir y conocer el mundo y ahora lo haría, eso le había dicho, claro que la chica había puesto el grito en el cielo "La chica" era gracioso llamarle así pero aquella mujer era tan joven que nunca se había acostumbrado a decirle madre, casi podría haber sido su hermana, a Dadan por el contrario perfectamente podía llamarla abuela, les amaba con todo su corazón, eran su única familia, pero con lo idiota que era seguramente estarían mejor sin él. Y si no tampoco podrían estar tan mal como si se le ocurría intentar huir de aquel lugar y avisar a las autoridades.

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Cuando la puerta del apartamento se abrió de nuevo ya muy entrada la tarde al momento que él hacia su quinto viaje de regreso a la habitación desde la cocina, la persona en el umbral había sido la última que deseara ver en aquel momento, al cruzar sus miradas un escalofrió le había recorrido todo el cuerpo, haciendo que cada una de las heridas que le había causado aquel chico cosquillaran como si reconocieran a su dueño, la sonrisa ladina que le dedicase aquel muchacho no le hacía sentir en nada seguro, mucho menos tras lo sucedido en su primer encuentro.

 

-Veo que estas lo suficientemente bien para andar por la casa, me alegra.- Le escucho decir en tono conversacional mientras cerraba la puerta tras de él y se acercaba hasta estar a su alcance, cuando el azabache de la cicatriz bajo el ojo alzara su mano para acariciar la mejilla ajena por instinto Ace se había tensado y preparado para atacar en caso de ser necesario, sabía que probablemente solo estaba causando más problemas para sí mismo con aquella actitud, pero el hecho de que lo supiera no ayudaba en nada a cambiar su mal temperamento, el no era un objeto y aun así se esperaba que lo fuera, era realmente frustrante pero con todo el autocontrol que tenia se mantuvo firme y lo mas inexpresivo que había podido.- ¿Estas molesto? Supongo que es normal.- la suave risa del chiquillo lleno el apartamento mientras sentía aquella mano trazar con un poco de presión el moretón de su mejilla, haciéndole alejar su rostro un poco involuntariamente por el dolor.- pero estoy seguro que entiendes que esto era necesario, no podía dejar que me faltaras al respeto de esa manera frente a un socio de negocios ¿Cómo crees que se hubiera visto aquello?-  Ace no había dado respuesta y el menor tampoco la esperaba, aun así podía sentir los delgados dedos trazándole le mejilla con mayor suavidad que antes, al sentir al chico inclinarse hasta rosarle la herida en la zona inferior de su labio con los propios había cerrado los ojos.- Espero que seas un mejor chico esta noche, realmente te eh estado extrañando todo el día Ace.- 

 

Por el tono de aquellas palabras el aludido había sabido de inmediato que el infierno de la noche anterior no haría mas que repetirse, y si bien lo había estado esperando no pensaba que aquello fuera a llegar tan pronto, sabía que lo mejor que podía hacer era resignarse, en otra situación el chico frente a él quizá no le habría parecido tan mal para hacer aquello, pero ahí en contra de su propia voluntad no importaba mucho si le gustaba el chiquillo o no, él no era más que una cosa que el menor podía usar a su completo antojo para satisfacer cualquier baja pasión o enfermo fetiche que se le ocurriera, y aun si hubiera podido pelear y resistirse como el día anterior dudaba que eso fuera a servir de algo, apretando sus puños hasta que sus uñas se clavaran en el interior de sus palmas dolorosamente simplemente cerró los ojos  mientras esperaba a que lo peor pasase, esperaba que el otro le empujase al suelo o le diera alguna orden degradante, no esperaba sentir el suave beso que el chiquillo colocase en su nariz, menos aun las subsecuentes caricias a su cabello y sus orejas, mierda ¿A que se suponía que estaba jugando el chico? al entreabrir los ojos y encontrarse con el rostro sonriente y casi feliz del muchacho no había podido evitar un leve sonrojo que le había hecho molestarse aun mas consigo mismo, no podía creer que en cierto punto se hallase disfrutando de aquello y pensando en lo atractivo que era el más bajo.

 

-Realmente eres hermoso, ¿Te lo habían dicho?- 

 

Aquel comentario había hecho a Ace apretar los labios hasta convertirlos en una línea recta mientras su rostro se volvía mucho mas rojo de lo que hasta ahora y el menor comenzaba a reír de nuevo, no se esperaba aquel comentario y mucho menos se esperaba que el chico le tomara en brazos y que cargándole hasta la cama como si no pesara más que un saco de papas le dejase en ella casi sin esfuerzo alguno, ya había comprobado la noche anterior que a pesar de su apariencia aquel niño no era ningún debilucho pero la fuerza de aquel menudo cuerpo no dejaba de sorprenderle.

 

Colocando al pecoso en la cama Luffy se aflojo la corbata un poco antes de quitarse el saco y los zapatos, entendía que el otro moreno probablemente estuviera adolorido por la forma algo brusca como le había tratado en su primera vez pero había tenido el suficiente tacto para no hacerle sangrar así que como menos no debería estar tan lastimado como para no poder hacerlo y si el chico podía andar por la casa no veía caso a esperar por lo que quería.- si te portas bien hoy puede que te de un premio Portgas.- susurro sobre el oído del aludido antes de mordisquear aquel, comenzando a desabrochar su propia camisa.- Mingo me ah contado un poco de tu situación.- la tensión del cuerpo ajeno había sido bastante notoria y aquello no había hecho más que hacerle sonreír, sabía que era chantaje pero sinceramente no estaba de ánimos para pelear por lo que quería en aquel momento, mas aun cuando estaba acostumbrado a que se le entregasen en la cama sin reproches y ahora tenía que liderar con dos chicos problemáticos en su habitación, bueno, si jugaba bien sus cartas quizá solo con uno.- quizá podríamos ver a conseguirte un celular nuevo.-  había podido sentir el leve empujón del otro en su cuerpo, la mirada incrédula en el rostro del pecoso le había hecho torcer su sonrisa ligeramente, parecía que estaba evaluando si creerle o no, el menor se inclino lo suficiente para tocar los labios del contrario en un suave rose con los propios.- Soy un hombre de palabra Ace, solo tienes que complacerme y verás que las cosas serán mucho mas fáciles para todos...- comenzando a colar sus manos bajo la camisa ajena pronto se había deshecho de ella, evaluando de manera fugas los moretones y heridas en el torso del más alto, algunos era recientes, otros bastante viejos.- Si te entregas a mí y me complaces...- con sus hábiles manos termino por deshacerse de las bermudas y la ropa interior de el mayor prontamente, dejando aquel apetecible cuerpo desnudo y dispuesto para él en la cama.- podría darte cualquier cosa que tu desees.-

 

El pecoso mordió sus labios dejándose hacer por completo, las palabra de aquel idiota iban poco a poco envenenando sus oídos, al sentirse desnudo no había hecho más que recostarse en la cama con las piernas ligeramente flexionadas y las rodillas juntas, quizá todo aquello era una mentira pero era una tan dulce que le habría gustado creer en ella, una sonrisa algo amarga se había cruzado sus labios.- ¿Y si lo que quisiera fuera mi libertad?-  viendo como el más joven se iba deshaciendo ahora de su propia ropa observo aquella sonrisa un poco picara dibujarse en el rostro ajeno y no pudo evitar que su corazón saltase un poco mas fuerte sin que él se lo permitiera.

 

-Ya lo veremos.- Escucho a Luffy murmurar antes de sentirle echársele encima para atacar sus labios de manera un tanto menos dulce y mucho más exigente, parecía que el tiempo de las charlas y las promesase se había agotado, era el momento de "pagar" sus deudas y quizá, solo quizá, ganarse el derecho de volver a hablar con su familia.

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El dolor no era tan malo como en la primera ocasión, Ace estaba seguro que ayudaba bastante el que no se estuviera resistiendo, pero también entre la saliva del otro y aquella cosa espesa y resbalosa que ahora el chico frotaba entre sus piernas hacían mucho más sencilla la tarea de los dedos ajenos mancillándole de manera rítmica y profunda, no recordaba si el chico la había usado la primera ocasión, entre los forcejeos por liberar sus manos y cuerpo no había puesto demasiada atención pero ahora que entre nervioso y excitado sentía cada rose de la piel ajena sobre la suya no podía dejar de notar lo bien que se sentía cada que el chiquillo los curvaba en su interior y acariciaba lo que solo podía adivinar como los puntos eróganos de su intimidad, haciéndole suspirar y gemir por motivos muy diferentes a los del dolor.-haaa... Lu... Luffy... Ahh... ahí...- el aludido había sonreído, poniendo especial atención en aplicar mayor fricción al punto que el pecoso había mencionado para hacerle gemir con mayor fuerza, sacando sus dedos del interior ajeno cuando sintiera que aquel estaba lo suficientemente dilatado.

 

-Date la vuelta Ace...- murmuro el menor un excitado jadeo al alejarse del cuerpo ajeno su orden le había tomado unos segundos en llegar al cerebro del pecoso, lo cual le había dado tiempo suficiente de admirarle antes de que aquel hiciera justo lo que le había pedido, la piel ligeramente perlado de sudor del otro azabache casi resplandecía obscenamente, se notaba este se encontraba bastante a tono, con las piernas bien abiertas y el rostro descompuesto entre el dolor y el placer, todo era sublime, observole colocarse en 4 sobre la cama y dejar su trasero bien en alto, demasiado, no pudo evitar sonreír ante aquello y relamerse los labios con la morbosa idea de que aquella era apenas la segunda vez del muchacho, le había robado su virginidad y ahora le tenia ahí para complacerlo y le enseñaría justamente como era que le gustaba que le complacieran.

 

Tomando las nalgas del pecoso con cada mano empujo ligeramente para poder acomodarle a la altura de su falo, comenzando a penetrarle en un suave y lento movimiento, tan lento como la desesperación por poseer ese apretado interior que apenas si le estaba abriendo paso le dejaba.-joder.... estas más estrecho que la primera vez...- había podido susurrar con algo de dificultad al encontrarse por completo dentro del más alto, dejando que aquellas paredes se reacomodasen un poco antes de comenzar a moverse de manera suave y ligera, sacando apenas si un poco su miembro del interior ajeno antes de volver a meterle, creando un delicioso vaivén que le había hecho relamerse los labios y echar la cabeza hacia atrás mientras sus manos se encajaban en los glúteos ajenos asegurándose de mover el cuerpo del pecoso contra el suyo para aumentar la fricción y el ritmo progresivamente. Si bien estaba siendo considerado aquello no duraría mucho tiempo.

 

-mhhh....- el dolor de aquel intruso era bastante, apretando sus manos en las sabanas Ace había tenido que morder sus labios para evitar gritar, por mucho que intentara relajar su cuerpo no le era completamente posible, primero por aquella extraña incomodidad  que todo aquello le hacía sentir y después por la sensación cada vez más intensa de un curioso hormigueo demasiado diferente a cuando era él quien hacia aquello con alguna mujer, porque si bien aquella era su primera (técnicamente segunda) experiencia con un hombre el concepto del sexo tampoco le era completamente desconocido, simplemente nunca se había imaginado anteriormente con otro hombre y mucho menos como pasivo.

 

Y aun así no podía decir que le desagradase por completo aquella sensación de ser poseído por el otro de aquella manera, por que en aquel breve y carnal momento no podía pensar en otra cosa que en las sensaciones de su cuerpo, el comentario del más joven acerca de lo apretado que estaba le había hecho sonrojar algo, no sabía exactamente que pensar de la situación así que simplemente se olvido de hacerlo, la fricción cada vez más intensa en su interior contra cada zona que le hacía sentir la temperatura elevarse cada vez más hacía aun más fácil aquella tarea de tener su mente en blanco, el ritmo cada vez más acelerado haciendo que los gemidos con los que se llenaba la habitación se mezclaran con el sonido de la piel chocando contra la piel y el suave chapoteo de sus cuerpos cada vez mas embriagados de pasión.

 

En cada envestida el interior del pecoso parecía succionarle, realmente no había comparación con sus experiencias anteriores, la manera dispuesta que conservaba cierto grado de inocencia no creía haberla experimentado antes, era algo mas allá de la experiencia o la novedad, deseaba realmente poder ver aquel rostro que seguramente tendría una expresión mas que excitante pero no quería sea demasiado brusco con el chico en aquella ocasión... aun.

 

Deslizando una de sus manos por las caderas del mayor había bajado hasta comenzar a rosar con su mano el sexo ajeno, acariciado el saco colgante y suave antes de subir al miembro viril de su compañero, recorriéndole de la base a la punta, notando con deleite lo duro y húmedo que aquel se encontraba.-Parece que lo estas disfrutando bastante.-  murmuro comenzando a incrementar aquella caricia al tiempo que volvía las estocadas un tanto más fuertes y violentas, jadeando un poco al sentir el cuerpo ajeno palpitando contra el suyo y los gemidos del otro aumentar en fuerza y volumen.- ¿Debería hacerte correr antes que yo o al mismo tiempo?- murmuro algo pesado inclinándose sobre el cuerpo bien tonificado debajo de él, sintiendo la manera como el otro se estremecía y arqueaba ligeramente, inconscientemente haciendo que profundizara las estocadas un poco mas.- Dímelo querido o no te dejare venirte...- murmuro de forma un tanto cruel apretando con más fuerza la hombría ajena hasta causarle un ligero dolor en aquella.

 

-Ahhh...- el escalofrió que recorría el cuerpo del mayor cada que escuchaba las palabras del otro arrojar su cálido aliento sobre la piel de su cuerpo humedecida con el sudor era indescriptible, para cuando el chico comenzara a atenderle su mente ya era un cahos de ideas calientes eh incoherentes, la amenaza del otro a que no le dejaría correrse haciéndole negar de manera vehemente, no sabía bien lo que quería así que tampoco le era muy posible responder en verdad.- ah... antes...- murmuro apenas conscientemente al ser la primera palabra que había escuchado en los labios del otro.

 

Sonriendo de manera maliciosa el menor comenzó a atender el miembro ajeno con mayor velocidad, quedándose casi quieto en el interior del otro moreno mientras sentía a aquel moverse ahora en busca de aquellas envestidas que antes le diera.- mmm... no pensé que fueras tan... egoísta...- murmuro mordiendo suavemente el hombro ajeno mientras le atendía de manera brusca y desenfrenada, apretando la excitación ajena hasta hacerla estallar, al sentir el apretón del cuerpo del pecoso en su propia hombría mientras aquel se derramaba en su mano manchando las cobijas casi le había tomado todo su autocontrol no correrse con aquello.

 

Ese interior tan caliente y húmedo con toda la mezcla de fluidos resultaba demasiado, tan apretado y mojado ahora también con la pequeña cantidad de semilla que no había podido evitar soltar era delicioso, era una lástima tener que salir de aquel aun si solo había sido para darle la vuelta al pecoso. La expresión de aquel rostro agitado y desubicado al ver que aquello no terminaba aun había sido realmente sublime.

 

Tomando las piernas del más alto con cada uno de sus brazos había empujado aquellas para alzar el trasero del mayor lo suficiente como para penetrarle de vuelta con una violenta estocada que le había hecho jadear mientras el chico bajo el soltaba un lastimero gemido por el ímpetu de las nuevas penetraciones, si bien era verdad que no había querido lastimarle en un inicio las reacciones de aquel joven le excitaban tanto que no había podido evitar dejarse llevar, mierda ya quería probar mil y un cosas con él.

 

Ace no había podido evitar los leves quejidos y menos aun las idiotas lagrimas que se le comenzaban a resbalar por las mejillas de manera involuntaria, su ya de por si abusado cuerpo seguía reaccionando de formas que él no quería, no sabía por qué había pensado que sería diferente a la primera vez, joder que si se notaba que aquel tipo disfrutaba de lo lindo causándole aquel dolor que por algún motivo su cuerpo transformaba en ligero placer, en deliciosa lujuria, porque entre todo aquel dolor que la fricción del grueso miembro ajeno en su lastimada entrada le causaba había un masoquista deleite de la piel sensibilizada por el maltrato y el reciente orgasmo siendo mancillada de manera inclemente y el disfrute que podía ver al otro obtener de su cuerpo, cerrando los ojos no había podido prever cuando el menor inclinándose sobre su cuerpo comenzara a besarle de la misma manera dominante y violenta con la que lo poseía, haciendo que su miembro que comenzaba a despertar con las embestidas en aquel punto sensible de su interior se frotase contra el plano abdomen contrario, estimulándole aun mas.

 

No había tardado en correrse una segunda ocasión, manchando ambos vientres mientras sentía sus paredes contraerse de manera bastante dolorosa contra el intruso en su interior, un leve ardor haciéndole sentir la nueva incomodidad del semen ajeno en las pequeñas heridas que pronto descubriría tener al ver la sangre cubriendo levemente el falo ajeno cuando este saliera de su interior al fin al separarse del hambriento beso.

 

-Mierda, me deje llevar demasiado.- había escuchado al otro decir de manera casi fastidiada al ver la sangre manchando las cobijas, el dolor no lo sentía muy bien ahora, aunque quizá en unas horas fuera diferente, de momento solo quería que el otro se marchase para poder sumirse en su miseria y vergüenza, ¿Cómo era posible que se atreviera a disfrutar una cosa como aquella? si por un segundo había pensado que las cosas irían a mejor ahora estaba seguro que no.- Supongo que debería llamar a alguien para que se haga cargo de ti,- había escuchado al otro y casi esperaba que se pusiera en pie y fuera a hacer aquello, pero en lugar de eso le había escuchado bostezar y echarse en la cama a su lado. ¿Qué jodidos? No podía ser que el muchacho planeara dormir ahí... – quizá mañana, ah… tengo hambre ahora, joder no debí dejarme llevar… no quiero ir a la cocina, estoy cansado...- aquello le había hecho fruncir el entrecejo ¿Cómo podía ser alguien tan egoísta?

 

Los quejidos del chiquillo casi habían hecho al pecoso salir de quicio, eso hasta que escuchase su propio estomago rugir, bueno, parecía que la actividad física le había llevado además del nuevo dolor hambre renovada.- no hay comida en la cocina.- se aventuro a decir y por la cara del menor bien podría haberle estado diciendo que alguien acababa de morir, por la forma como el chico se tumbara a la cama completamente derrotado no había podido evitar soltar un sonido burlesco, al menos hasta notar que aquel no se movía, al ir a removerle había podido notar que se había quedado dormido. Con un pesado suspiro el pecoso se había girado un poco hasta la posición mas cómoda posible, quizá el también debía dormir un poco... lo último que había sentido antes de caer rendido habían sido los brazos del menor al rededor de su cuerpo. Con el dolor y todo no estaba tan mal y si el otro cumplía con su promesa quizá podría acostumbrarse a aquello.

Notas finales:

Y bueno, de nuevo muchas gracias por leer y comentar.

Creo que cada día amo mas a mi gatito y sus ideas obscenas <3


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