Rose no paraba de regañar a Ed, el por su parte seguía callado, no estaba escuchando nada de lo que la peli-rosa le decía, la miraba agitar las manos y fruncir el seño pero en su mente aun vagaba la imagen de Owen. – ¿Me estas escuchando?- Era obvio que no, el castaño miraba a la nada suspirando, Rose entendió entonces por que llego tan tarde. –Ed, tu…- Una sonrisa picara se dibujo en su rostro, fue tanta su felicidad que lo saco de su mundo. –Rose deja de deducir cosas sola. -¿Acaso me equivoco en mis deducciones? Eres muy obvio, anda cuéntame todo- Ed dio unos pasos atrás, a veces Rose le asustaba más cuando estaba feliz que cuando estaba molestas.
-No diré nada, saca tus propias conclusiones- Era obvio que Rose ya lo había hecho. –Como sea, no tiene caso que te quedes a trabajar hoy, el turno casi termina, vete a casa- Ed le hizo caso, se fue a su departamento, no dejaba de pensar en Owen, apenas tenía unas horas sin verlo y lo extrañaba como si fueran días, cada vez se volvía más necesario el tenerlo a su lado.
Apenas subió las escaleras para llegar a su departamento se encontraron con Helen, estaba arto, siempre se aparecía por todos lados, ¿Por qué no lo dejaba en paz?
-Llegaste antes, ¿Cómo te fue en tu trabajo?- Su sonrisa sínica molestaba tanto a Ed, ya no quedaba nada de la Helen de la cual se enamoro hace dos años, había cambiado tanto en tan poco.
-Creo que deje las cosas en claro antes, estoy saliendo con Owen, así que deja de molestarnos, ¿Qué no tenias tu un novio mejor que yo? Harás que se ponga celoso- Intento pasarla de largo pero ella lo siguió por el pasillo. –En serio no entiendo que le vez a ese niño, bueno tal vez si, se ve tan frágil como una chica- Ed se giro molesto, la vio directo a los ojos. –Vasta, dime que es lo que quieres para dejarnos en paz- Helen sonrío de oreja a oreja. –Es más que obvio que no podemos volver ya que tú me odias, pero lo que quiero es que dejes de humillarme saliendo con ese mocoso, ¿No podías salir con una chica? Tu no eras gay, de eso estoy segura- Dijo esto haciendo referencia a que ellos ya habían estado juntos antes.
-Primero, el que sea gay o no, no es asunto tuyo. Segundo, jamás te he humillado, es solo que eres muy superficial y no te gusta que hablen de ti. Y tercero, no dejare a Owen solo porque tú lo dices, no lo dejare nunca.
Helen vio decidida a Ed, se acerco mucho a su rostro tomándolo de los hombros. - ¿En serio te gusta más el que yo?- El castaño la hizo a un lado y le vio firmemente. –Sí, ahora que lo entiendes déjanos en paz. -¿Eso crees? ¿Qué me quedare de brazos cruzados? Escúchame bien, ese pequeño me las va a pagar- Se dio media vuelta y se fue de allí, Ed entendía menos a la pelirroja, no sabía qué hacer para que los dejara de molestar, más importante, eso ultimo lo preocupo bastante ¿Qué Owen se las pagaría?
Los días pasaron bastante tranquilos pero muy felices para la pareja, Rose no dejaba de acosar a Owen para que le diera detalles de su primera vez, claro que este no decía nada, se moría de pena cuando le preguntaba e incluso se ponía rojo hasta las orejas. Un día por la tarde Owen como siempre fue a ver a Ed a su trabajo, estaban charlando tranquilos dentro de la tienda hasta que entro alguien a quien ya conocíamos.
-Muy buenos días ¿Me extrañaron? Yo se que sí- Se respondió a si mismo muy seguro de sí. –Hola Víctor, tiempo sin saber de ti ¿Ya te levantaron el castigo tus padres?- Rose saludo al rubio ya que Owen se oculto entre la rueda de ropa y Ed lo miraba confuso.
-Algo así, pero ya me conoces este sábado habrá fiesta una vez más- Víctor era así, muy despreocupado de las consecuencias, su lema era algo como ¨Solo se vive una vez¨. –Obvio tus estas invitado Ed, y también tu novio- El castaño se sorprendió, no es que lo ocultara pero no sabía como Víctor se había enterado.
-¿Cómo sabes que salgo con alguien?
-Bueno, Rose me mantiene al tanto y acabo de verlo esconderse sospechosamente allí entre la ropa- Owen lo escucho y se asomo tímidamente, no estaba acostumbrado a ver a los amigos de Ed, y según como los describió el mismo eran algo alocados, cosa que él no era, temía no agradarles. –Anda niño, sal de allí, no muerdo… a veces- Sonrió pícaramente mientras Ed le lanzaba una mirada fría. El albino salió de su escondite y le extendió la mano a Víctor. –Lo siento, es un gusto conocerte. –El gusto es mío, valla, si que eres tan lindo como dijo Rose, ten cuidado Ed, puede que ¨Alguien¨ te lo robe si te descuidad- Ed se rio serio veía a Víctor con una mirada que se traduce como ¨Aléjate de mi Owen¨
-Bueno ya lo saben, fiesta, sábado, en mi casa, y si Rose, Mark estará allí- Le dijo el rubio guiñándole el ojo, la peli-rosa solo se sonrojo y frunció el seño. – ¿Cuántas veces tengo que decirte que no hay nada entre Mark y yo?
-Claro, como digas Rose- Dijo Víctor sarcásticamente. –Bueno, ya lo sabes pequeño, te esperare en la fiesta- Sonreía burlón ante Ed que ponía una cara de celos, se fue de allí tan alegre y seguro como siempre, así era él.
-¿Por qué los dos se pusieron raros cuando llego su amigo?- Dijo Owen al ver a Rose y Ed algo molestos. –Es normal, Víctor es de los que les gusta molestar un poco a sus amigos, pero a veces exagera con sus bromas- Ed dijo esto mientras abrazaba a su pequeño de ojos azules por la espalda. –A mi no me dan gracia sus bromas- La peli-rosa se cruzo de brazos asiendo una mueca.
-¿Eso significa que no iremos a su fiesta?- Pregunto el albino. -¿Tú quieres ir?- Ed se sorprendió de que quisiera ir, Owen no parecía ser muy de fiestas. –Me gustaría conocer a tus otros amigos. –No es mala idea Ed, ya es hora de que lo presentes a los demás- Dijo Rose algo más animada.
-Tienes razón pero ¿Llevarlo a una fiesta de Víctor? No quiero que se sienta incomodo- Owen se soltó de su abrazo y volteo a verlo. –Si voy contigo no me sentiré así, anda di que sí- La mirada insistente de Owen hizo que Ed no tuviera opción. –Está bien, pero no te separaras de mi ¿ok? Esas fiestas pueden salirse de control- Owen asintió feliz, lo emocionaba el conocer a los otros amigos de Ed, después de todo era su novio y quería saberlo todo sobre él.
Mientras en otro lugar de la plaza Helen tomaba un café con su nuevo novio, este hablaba y hablaba mientras ella fingía escucharlo, no podía, pues su cabeza estaba perdida en cómo Ed la rechazaba y como defendía a Owen. En eso escucho a unos chicos charlando en otra mesa de algo que si le interesaba.
-¿Ese mocoso de Owen no piensa volver a la escuela?- Dijo el primero. –Después de la paliza que le dimos no creo que se atreva ni a salir de casa solo- Respondió con burla el segundo. Helen se levanto de su mesa dejando a su novio algo confundido mientras se dirigía a la mesa donde estaban los otros chicos. –Disculpen, ¿Conocen a Owen? -Si hablas de ese debilucho pelo teñido, si, era nuestro compañero de clases, ¿Por qué la pregunta lindura?- Respondió el primero de ellos sonriéndole. –Necesito un favor- Dijo Helen devolviendo la sonrisa.
Pasaron los días y por fin llego el sábado por la noche, Ed esperaba a Owen afuera de su casa, se sentía algo nervioso, no estaba tan de acuerdo con llevarlo a una fiesta donde casi todos son mayores de edad y donde hay bebidas alcohólicas, sobre todo una fiesta donde el pervertido de Víctor estaría rondando por doquier. Al poco rato Owen salió de su casa más que animado.
-Listo, vámonos- El albino vestía con el suéter de nebulosas que le quedaba grande, se miraba tan adorable, y eso mismo hizo que Ed se molestara un poco. -¿Pasa algo Ed?- Pregunto Owen al ver como lo miraba tan serio. –Nada, vámonos ya- Lo tomo de la mano algo posesivo y lo llevo consigo. No podía evitar preocuparse, sabía muy bien que Víctor diría algo que le molestara tan pronto viera a su albino vestido así, de nuevo lo vio, estaba tan animado, sus ojos brillaban tanto que no puedo evitar soltar una sonrisa, se calmo ya que no valía la pena el preocuparse tanto, después de todo sabía que Owen solo lo amaba a él.
Llegaron a la fiesta la cual como todas estaba con la música a todo lo que daba y hasta el tope de gente. – ¡Wau! Cuanta gente- Owen estaba sorprendido. –Sí, así son las fiestas de Víctor, si no te sientes cómodo podemos… - ¡HOLA CHICOS!- Les saludo el rubio de cabello rizado mientras se acercaba a abrazar a Owen. –Qué bueno que pudieron venir, por cierto, me gusta tu suéter- Le dijo al albino mientras le giñaba un ojo. -¿En serio? Me queda algo grande, pero Ed dijo que se ve bien así.
-Y no se equivoca- Dijo mientras le sonreía burlón a Ed que estaba a punto de maldecirlo. -Anden pasen, Rose y los chicos los esperan dentro- Ed no estaba tan a gusto con la situación, aun así no pudo imaginarse lo que les pasaría más tarde en la fiesta.