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OJOS DE NEBULOSA por Alphonse Zero

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Notas del capitulo:

Quien quiere Hard? 

Lo quieren?

busquenlo!! 

Era temprano por la mañana, el día estaba despejado y todo se sentía tranquilo en aquella plaza…hasta que…

-¡¿QUÉ DIJISTE?! ¿USTEDES ESTAN SALIENDO?- Rose estaba más que emocionada, tomaba a Ed de los hombros y lo agitaba sin piedad. –Por favor, Rose tranquilízate- Rose soltó a su amigo, no podía evitarlo, estaba feliz por él.

-Lo siento, es solo que eso es genial, es decir ¡Tú y Owen están saliendo!

-Lo sé, también estoy feliz, no sabes cuánto- Ed sonrió tan sinceramente que Rose se conmovió y lo abrazo amistosamente. –Cuida bien de ese chico- Dijo Rose.  –Lo hare, te prometo que no cometeré errores esta vez- Al decir esto la peli-rosa se separo con expresión molesta. –Ed, entiende que tu no hiciste nada malo con Helen, ella es una idiota y además…

-No quiero hablar más de eso. Escucha, ahora lo importante es que estoy con Owen, olvide a Helen así que no importa lo que ocurrió en el pasado- Rose sonrió, a pesar de que Ed no aceptaba que él no tenía ninguna culpa había dejado de querer a Helen, las cosas seguro irían bien de ahora en adelante.

Llego la tarde y el final de su turno, ambos chicos salieron de la tienda y caminaron fuera de la plaza. –Dime ¿Lo veras hoy?- Pregunto curiosa Rose. –Sí, nos veremos en mi casa, dijo que llevaría algo así que debo apresurarme- Rose lo miro con esa mirada que Ed conocía perfectamente. –No lo haremos Rose, no aun- La peli-rosa solo se rio bajo mientras le daba una palmada en la espalda.

Ed estaba más que feliz, sentía su corazón completamente curado, ya no le dolía ni sentía pesar, volvió a experimentar el enamorarse de alguien, pero era diferente, más intenso, más fuerte. Puso una mano en su pecho, su corazón latía impacientemente porque sabía que su niño lo esperaba en casa. Estaba ansioso de verlo, pues ahora era su amante.

Al llegar a casa Owen lo estaba esperando en la puerta con unas bolsas de mandado. –Hola, ¿Cómo te fue?- Su voz se escuchaba animada y feliz. –Me fue bien, perdona hacerte esperar- Se acerco y beso sus labios tiernamente lo que provoco que el albino se sonrojara. –N-no te preocupes, no tengo mucho esperando- Era tan lindo, Ed no pudo evitar reír un poco.

-No debería ponerte nervioso un beso, somos pareja después de todo. Ven, hay que entrar de una vez- Ed ayudo con las bolsas de mandado y entraron al departamento, era la segunda vez que Owen estaba allí pero debía admitirlo, nunca estuvo más nervioso por ello, aun así no quería demostrárselo.

-Bien ¿Qué fue lo que trajiste?- Ed echo un vistazo  a las bolsas encontrando comida e ingredientes para cocinar. –Bueno, yo quería prepararte la cena, ya que me invitaste- El pequeño estaba algo nervioso, sabía que era algo cursi pero también era algo que quería hacer para Ed. Por su parte el castaño estaba feliz, sabía que Owen lo hacía porque lo quería, no podía estar más contento. 

-Entonces mi pequeño chef, ¿Qué hay para cenar?

-Espagueti, no se cocinar muchas cosas, pero espero que te guste- Ed se acerco y beso su mejilla. –Seguro que si- Owen fue a la cocina para empezar a cocinar, le pidió a Ed que lo dejase hacerlo solo pero de vez en cuando lo espiaba. Miraba como batallaba un poco para sacar las ollas y cacerolas de la alacena, el chico era algo bajito pero eso no tenía nada de malo, él creía que era lindo. Sin darse cuanta dejo de verlo cocinar para observarlo solo a él, miraba su cabello recogido en una coleta, su rostro y piel blanca y suave, su espalda, su cintura, su… “Un segundo” ¿En que estaba pensando? Hace nada tuvo problemas justo por verlo de esa manera, no quería cometer el mismo error, tenía que contenerse hasta que Owen quisiera hacerlo.

Cuando por fin termino Ed le ayudo a poner la mesa y servirse la comida. –Todo listo, ¡Wau! Hace mucho la mesa no lucía así, casi nunca invito a nadie y cuando lo hago comemos comida chatarra- El comentario de Ed hizo que Owen riera. Se sentaron a la mesa y comenzaron a comer. –Está delicioso- Decía Ed mientras comía con una sonrisa en el rostro. –Gracias, me alegra mucho saber que te gusta lo que cocino- En eso Owen se metió un bocado a la boca y se mancho el labio inferior con salsa de tomate. –Haha, tienes algo aquí- El castaño no pudo evitar el lamer su dedo y limpiarlo como a un niño. Owen hizo una mueca como de enojado. –No soy un niño pequeño Ed, puedo limpiar mi boca yo solo. 

-Seguro que sí, pero me provocas el mimarte como a uno- Ambos se sentían felices, las cosas estaban saliendo muy bien. Cuando terminaron de comer recogieron y limpiaron la meza, Ed dijo que lavaría los trastes luego pero Owen insistió en lavarlos él mismo, ni siquiera quería que lo ayudara. –Por favor Owen, déjame algo a mí- Ed lo miraba desde la esquina de la cocina mientras Owen lavaba. –No, yo puedo solo, tú vete a descansar al sofá o algo.

Ed se le acerco por la espalda y lo abrazo de la cintura. –Que malo, no quiero estar allá solo, déjame ayudarte- Ed no lo miraba pero supo que el albino estaba rojo como un tomate, sabía que dijo que no le haría nada aun, pero no podía evitar el abrazarlo y consentirlo, tenía muchas ganas de hacerlo. Olfateo cuidadosamente su cabello para que no lo descubriera, olía dulce, como a menta dulce. –Ed, d-déjame lavar en paz- La voz de Owen temblaba como su cuerpo al sentir el tacto de Ed. –Tranquilo, solo es un abrazo, si no quieres que te ayude déjame quedarme así- Owen no respondió, solo soltó un suspiro y siguió con su labor, Ed aprovecho para sentirlo y mirarlo, noto que su cabello se estaba destiñendo un poco de la raíz. – ¿De qué color es tu cabello realmente?-Pregunto curioso. –Castaño obscuro- respondió sin darle mucha importancia. -¿Te dejan ir así a la escuela?

-No estoy yendo a la escuela- La respuesta intrigo a Ed. -¿Cómo está eso?- Owen se quedo callado, aun no quería hablar de eso, no quería que se preocupara por él. –Me di de baja temporal porque reprobé algunas materias, necesitaba pensar las cosas un poco.

-Ya veo, bueno no sé si te sirva pero puedo ayudarte a estudiar cuando quieras- Owen sonrío un poco serio. –Gracias, lo tendré en cuanta- Ed lo apretó un poquito fuerte pegándolo a él, lo quería tanto, si necesitaba ayuda el sería el primero en ofrecérsela.

-Bien, ya todo está limpio, puedes soltarme ahora- Owen volteo a verlo mientras Ed negaba con la cabeza. –No quiero, es más, me quedare así por siempre. –No bromees Ed vamos, suelta… ¡Ahh!- Ed lo cargo y lo llevo consigo. -Ed, vasta me vas a tirar- El pequeño primero se asusto pero de inmediato se puso a reír. – ¿Te estás divirtiendo eh?-  luego Ed se tiro al sofá con Owen encima, cuando por fin terminaron de reír se miraron a los ojos del otro en silencio, Owen recostó su cabeza en el pecho de Ed mientras tímida y lentamente lo abrazaba, acción a la que Ed respondió de la misma forma. –Ya es un poco tarde- Dijo Owen sin mirar a Ed. –Puedes quedarte a dormir si quieres, claro tu en la cama y yo en el sofá- Acaricio su cabello tiernamente. –No te presionare para hacer nada ¿ok? Puedes dormirte tranquilo- Owen acepto quedarse, aunque no estaba tan de acuerdo con las condiciones.

-Tomare una cobija y almohada y te dejo descansar- Ed buscaba en su armario, mientras Owen lo observaba con una mirada insistente, quería decirle algo pero no se atrevía. –Aquí están- Ed volteo y se encontró con el albino quitándose el suéter y la liga del cabello, sin darse cuanta se le quedo viendo, miro sus brazos desnudos y parte de su pecho, recordó cuando lo mordió en el cuello, tenía tantas ganas de llenarlo de mordidas pero sabía que eso lo asustaría.  – ¿Por qué siempre me miras tanto? Me pones nervioso - Owen noto la insistente mirada de Ed, el más grande solo desvió su vista e intento disimular. –Ni me di cuenta, bueno te dejo para que descanses- Owen estuvo a punto de decirle lo que quería pero no pudo.  

Ed se acomodo en su sofá mientras pensaba en el albino acurrucado en su cama, era obvio que quería estar con é pero tampoco quería asustarlo. Pasaron unas horas, se despertó por qué sintió como que algo pasaba, estaba algo obscuro pero reconoció de inmediato a Owen que estaba sentado en el suelo junto al sofá. -¿Owen, pasa algo?- el niño no dijo nada. - ¿Qué pasa? ¿La cama no es cómoda?- Sin voltear a verlo le respondió en un susurro. –Hace frio, q-quiero… dormir contigo- Ed se sorprendió bastante por lo que le dijo, Owen quería dormir con él, no sabía que responderle es decir, era una gran tentación. –Owen no es que no quiera pero, no quiero que pase lo de la última vez ¿Entiendes?      –T-tomare el riesgo, confió en ti.

No pudo soportarlo más, se levanto del sofá mientras Owen lo tomaba del brazo y lo llevaba consigo a la cama. Owen fue el primero en meterse entre las cobijas, evitaba la mirada de Ed y aunque estaba obscuro era obvio que sus mejillas estaban encendidas en un tono rojizo. Ed se acostó a su lado, al inicio un poco separado pero luego tomo al pequeño en brazos por la espalda, podía sentir sus corazones latiendo rápido.  –Buenas noches- Mientras cerraba los ojos Owen se dio la vuelta y lo beso, un poco torpe pero muy dulce. Ed estaba sorprendido, le costó tiempo asimilarlo pero de inmediato se puso sobre él y comenzó a besarlo apasionadamente. Owen lo abrazo del cuello mientras le seguía el ritmo en aquel delicioso beso, cuando el aire les falto ambos se separaron agitados, Ed podía ver los ojos de Owen en la obscuridad, lo absorbían, lo hacían perderse. No tardo en besar su cuello lentamente y lamerlo, metió su mano bajo su camisa y con la otra acariciaba su rostro. –Solo llegare a donde desees, así que dime cuando quieras que me detenga- Owen asintió, cerro sus ojos y se dejo llevar por sus caricias. Mordió despacio su cuello y acaricio su abdomen hasta llegar a su pecho, con la punta de los dedos toco uno de sus pezones a lo que el albino soltaba suspiros y gemidos. –E-Ed- decía su nombre como si suplicara por más, Ed no podía soportarlo por mucho tiempo, subió la camisa del más joven y con la lengua lamio del ombligo al pecho y luego a sus pezones mordisqueándolos despacio. –Ahh~

El albino disfrutaba cada caricia soltando gemidos de placer, estaban llegando algo lejos, por lo menos para Owen, pero no quería parar le gustaba demasiado. Aun así cuando las manos de Ed fueron bajando más allá de su cintura sintió el peligro y como en un reflejo reacciono. -¡ALTO!- De forma rápida e inconsciente lo pateo en la cara. – ¡Auch! Mi nariz- Ed se sobaba la nariz no tan sorprendido por el golpe. -¡LO SIENTO! De verdad yo, es que bueno… -Esta bien, yo dije que me detendría cuando quisieras, por ahora ese es tu limite- La sonrisa de Ed hizo que se calmara. –Perdón, te patee muy fuerte- Se acerco y beso su nariz, no importaba que aun no lo dejase llegar más lejos, estaba feliz de que hiciera cosas por su cuenta. –Tranquilo, no me duele tanto, vamos a dormir- Se dieron un beso de buenas noches y se quedaron profundamente dormidos, sin separarse uno del otro.

Notas finales:

Yyyyy, no había hard XD 

pero descuiden, lo habra e////e

gracias por seguir leyendo!!


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