“Lazo”
Obito se removió incomodo de un lado a otro, no dejaba de dar vueltas como si tuviera algo entre los pantalones. Se despeinó el cabello con fuerza y se dejó caer con pesadez sobre su cama, escondió su rostro entre sus manos y suspiró levemente. Miró por el rabillo del ojo el hilo rojo que pendía de su dedo meñique, movió levemente el dedo y el hilo se movió conforme el movimiento que hacía en pequeñas hondas.
-Pero que mala suerte tengo-soltó un sonido de inconformidad, eso era horrible. ¡Tenía que ser un malentendido! Se negaba a aceptar que Kakashi fuera su alma gemela. La sola idea era completamente ridícula y absurda, además eran hombres... ¡Hombres! Algo debía de haber mal con ese hilo, tal vez tenía otro significado y él lo había malinterpretado.
Obito se dio unas palmaditas en la cabeza para quitarse la vergüenza que le había surgido al recordar como había, prácticamente, huido dando una excusa totalmente patética a sus compañeros y sensei.
Kakashi se puso de pie con rapidez después de darle una mirada enojada al Uchiha, el pelinegro apenas y pudo sentarse en el suelo intentando asimilar la situación. Obito sintió como su rostro enrojeció más si fuera posible, su corazón no dejaba de palpitar con demasiada rapidez, era una sensación completamente incomoda que lo hacía sentir raro-¡Aléjate, pervertido!-el pelinegro señaló con su dedo a Hatake. Se sentía ultrajado.
-¿A quién demonios llamas pervertido?-Kakashi lo observó con un semblante completamente enojado.
Obito estaba demasiado nervioso e irritado como para analizar lo que decía-. ¡Te me acercaste demasiado!-siguió objetando.
La ceja izquierda de Kakashi se alzó en un tic, realmente se estaba enojando-. Eso fue un accidente ocasionado por tu estupidez, además deja de actuar como una mujer, idiota-el sarcasmo en la voz del peligris era realmente palpable, cada palabra era dicha con una acidez impresionante.
Obito normalmente le hubiera contestado de regreso, pero Kakashi tenía razón, se estaba comportando como una mujer, observó el hilo rojo que colgaba de su meñique. Necesitaba encontrar a esa anciana-.Lo lamento, pero me siento mal del estómago, debo haber comido algo en mal estado- el Uchiha salió corriendo a su máxima velocidad inyectando chakra a sus pies. De alguna forma sentía que estaba huyendo. Negó con la cabeza mientras seguía corriendo. Necesitaba encontrar a la anciana, pero primero tenía que calmarse, con ese pensamiento tomo rumbo a su casa.
El pelinegro dejo que su cuerpo reposará por completo en la cama, por lo menos, Minato-sensei no lo había ido a buscar y ya había superado su ataque de pánico, ya era el momento de ir a buscar a esa mujer. Cerró los ojos por un momento, abrió la boca para dejar salir una exhalación. Se sentía algo abrumado y cansado mentalmente; sin embargo, debía empezar su búsqueda. Se enderezo y camino en dirección de la puerta que daba a la calle. Se puso sus sandalias ninja antes de salir, despeinó de nuevo su cabello y abandonó su silenciosa casa.
“¿Dónde se supone que estará?” se preguntó mentalmente con una mueca pensativa en el rostro. Se mordió el labio “debería ir al último lugar donde la vi ayer” asintió ante su conclusión mental y caminó en dirección del cruce donde había dejado a la anciana. Cuando llegó inspeccionó el lugar con la mirada-. Ni una seña-murmuró frustrado, pero no importaba, ¡no iba a rendirse!
Inició una caminata en la misma dirección por donde se había retirado la anciana la noche anterior.
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Obito se dejó caer en el banco del parque, había buscado por horas y no había encontrado ni un solo rastro. Era como si la mujer hubiera desaparecido, además se estaba muriendo de hambre, el atardecer reinaba el cielo y él no había comido absolutamente nada en todo el día. Su estómago rugió recordando el paquete de dangos que le había regalado el pequeño Itachi, su estómago soltó otro sonido penoso-. Que hambre-murmuró en un sonido lastimero.
-¿Tienes hambre, niño?-Obito alzó la mirada con el ceño fruncido.
-¡Yo no soy un niño! Soy un ninja-el Uchiha se encontró con unos ojos verdes y una sonrisa amable.
El extraño soltó una risa débil-. Lo lamento, no había visto tu bandana ninja-se disculpó el hombre con una sonrisa leve en el rostro.
El Uchiha asintió-. Sí, soy un ninja y además uno del clan Uchiha y…-su perorata fue detenida por el rugido de su estómago.
El hombre aumentó su sonrisa en una mueca completamente amable-. Bueno, por más ninja del clan Uchiha debes comer, te invito a comer a mi casa, me llamo Makoto, Nakamura Makoto-Obito estrechó sus ojos en una mueca desconfiada-. Lo sé, es muy raro, ¿verdad?-el extraño removió sus cabellos de un castaño oscuro que llegaba a negro-. Pero lo hago sin ninguna mala intención, te doy mi palabra como ninja-Makoto le dio una sonrisa tranquilizadora al ver el semblante inquieto del pelinegro-. Además creo que debes estar buscando a mi abuela.
Los ojos de Obito se abrieron en una mueca de sorpresa-¡¿Abuela?!
Makoto asintió con una sonrisa-. Creo que debes estar inquieto por lo del hilo, cuando abuela hizo lo mismo conmigo fue… muy revelador-mencionó con ojos nostálgicos.
-¡Lléveme con usted, por favor, Makoto-san!-Obito hizo una reverencia mientras Makoto negaba con la mano.
-No te preocupes, vamos, que la abuela nos está esperando con la cena-Obito y Makoto empezaron a caminar uno al lado del otro.
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El pelinegro se sentó en la silla observando la mesa que se encontraba completamente llena de comida, su estómago rugió mientras sentía como la saliva se acumulaba en su boca-. Come todo lo que quieras, es lo menos que puedo hacer por cómo me ayudaste ayer-Obito observó a la misma anciana del día anterior sentada en frente de él.
-No se preocupe, eso lo hice con gusto, pero, ¡gracias por la comida!-el Uchiha empezó a comer al mismo tiempo que las otras dos personas que se encontraban en la mesa. El ambiente era agradable.
Después de un rato de agradable silencio y cuando se sintió totalmente satisfecho Obito se decidió a preguntar-. Oba-san, ¿qué significa este hilo?-el pelinegro alzó su mano izquierda.
La anciana asintió mientras le daba un trago a su bebida de té-. Me sorprende que aguantaras tanto tiempo, pensé que me preguntarías apenas pasaras por la puerta de la entrada-la mujer dejó salir una risita-. Es tu guía para llegar a tu alma gemela, me comentaste acerca de tu mal de amores y pensé en ayudarte-la mujer finalizó dándole un sorbo a su té, Makoto permanecía en silencio.
-¡Entonces debe haber un error!-Obito no quería sonar tan alterado como sonó, pero no lo pudo evitar.
La anciana alzó una ceja-. Yo no veo un error, ¿a qué te refieres?-cuestionó la mujer mientras depositaba con delicadeza su taza de té en la mesa.
Obito se sonrojo y reprimió un escalofrío-. Es que… encontré a la otra persona que está conectada y-y-Obito hizo un gesto vago con la mano mientras balbuceaba cosas sin sentido.
-¿Y qué más, Obito-chan?-Makoto sabía el nombre de Obito porque este se lo había dicho cuando iban de camino a su casa.
El pelinegro apretó los puños sintiéndose completamente frustrado-. ¡Era Kakashi! Kakashi tenía el hilo en su meñique derecho y él… ¡Precisamente es un él!-Obito expuso la situación con amargura, se sentía confundido, eso debía ser un error, era la única explicación que había.
La mujer le dio una sonrisa amable-. Eso no evita que ese compañero tuyo sea tu alma gemela, tu alma gemela no mira el sexo ni nada de esa basura-la mujer hizo un gesto desdeñoso con la mano-. Ustedes tienen un nexo inexplicable, maravilloso y difícil de encontrar.
Obito se puso de pie-. ¡Pero, es un hombre! Además yo no siento que lo ame, acepte que lo veo como un amigo, pero no lo amo, yo no…-se calló al sentir la mano en su hombro derecho, era Makoto quien lo veía comprensivamente.
-Por favor, toma asiento de nuevo, Obito-chan-el ojinegro se sentó de nuevo.
-El que mejor puede explicarte que eso no importa es, Makoto-chan-dijo anciana con una sonrisa leve-. Podrían salir a la terraza para hablar más cómodamente, yo recogeré esto.
-No te preocupes abuela yo me encargo-Makoto hizo unas señas y un puff se escuchó-. Limpia esto-le dijo a su clon.
Obito normalmente se hubiera sorprendido, pero se sentía demasiado angustiado para eso, por lo que solo se dedicó a seguir a Makoto escaleras arriba hasta llegar a la terraza de la pequeña casa-.Usted puede ver su hilo, ¿verdad?, Makoto-san-preguntó el Uchiha tomando asiento en el piso junto al ojiverde.
-Ciertamente-murmuró el hombre-. Pero a diferencia del tuyo, el mío está hundido en la tierra.
-¿Qué quiere decir?-preguntó al escuchar el tono débil.
-Mi alma gemela murió y no pude hacer nada para evitarlo-anunció con un tono de voz triste-. Pude estar con esa persona mucho antes de que muriera, años de saberlo, pero no hice nada porque era un hombre. Cuando me di cuenta tenía como tu edad, yo rehusaba la idea por ese pensamiento, me dije que nunca me enamoraría y simplemente sucedió, no lo pude controlar. Abuela dice que el vínculo es tan grande que pasa por todas las etapas: desconocidos, amigos, mejores amigos, confidentes, amor y algo más, tan fuerte que no se puede romper por nada. Simplemente es cuestión de tiempo.
El pelinegro apretó sus manos y vio de reojo el hilo rojo en su meñique, no sabía muy bien como sentirse al respecto, tenía sentimientos encontrados, sentía algo de alivio al saber que no era la única persona que tenía una persona destinada hombre, pero sentía impotencia al saber que Makoto-san parecía sufrir. El nudo en su garganta le recordó que era una persona increíblemente sentimental.
-¿Cómo… murió?-preguntó en un susurro.
El ojiverde suspiró observando las estrellas-. Estábamos en una misión, apenas había sido promovido a jonin en ese tiempo, Yukki-chan ya era uno, él me apoyo mucho para lograr serlo. Era una misión clase A, algunos rumores acerca de una organización que planeaba algo contra Konoha- Nakamura ocultó su mirada entre algunos mechones de cabello-. Él me protegió cuando un tipo iba a matarme, murió justo enfrente de mí. Todo por no ser lo suficiente fuerte -terminó de contar amargamente.
-¡Yo creo que él debe estar muy orgulloso de usted!-se apresuró a decir Obito ignorando las lágrimas que se estaban escapando de sus ojos, se quitó sus goggles para limpiárselas con su antebrazo.
-Obito-chan…-susurró el de ojos verdes para después sonreír-. Eres realmente amable-el mayor le acarició el cabello.
-Usted es el amable, Makoto-san-Obito suspiró-. Yo no, bueno, todavía no amo a Kakashi, pero aun así, cuando pienso acerca de ello, creo que me sentiría horrible si no pudiera salvarlo cuando este en problemas y a como están las cosas voy por ese camino-admitió el Uchiha- hace tres días fue promovido a jonin y yo apenas soy chunnin-el menor soltó un suspiro.
-En ese caso, si quieres, puedo ayudarte a entrenar un poco-ofreció con una sonrisa el de ojos verdes.
-¡Muchas gracias, Makoto-sensei!-el Uchiha se lanzó a abrazarlo a la vez que Makoto soltaba una pequeña risa. Nakamura, de alguna forma, sentía que el que lo estaba ayudando era Obito y no él.
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Obito iba a una velocidad impresionante, ¡lo iban a matar! Pego otro salto para después caer en un claro. Comenzó a respirar agitadamente-. ¿Lo logre?- preguntó cansado mientras se dejaba caer en el suelo.
-No, llegas tarde, Obito- Kakashi tenía el ceño fruncido.
El Uchiha frunció el ceño y observo de reojo el hilo rojo en el dedo meñique de Kakashi, solo para constatar que ese idiota en verdad era su persona destinada-. ¡Estaba ayudando a Kagome-san con sus bolsas!-el pelinegro hizo una mueca.
-Ya, basta los dos, por favor-Rin estaba intentando calmarlos.
-No seas indulgente, Rin-Kakashi tenía el ceño fruncido.
Obito se desconectó por un momento, reviso el hilo rojo en su dedo y suspiró, esa sí que había sido una semana realmente agitada, incluso para él. Por lo menos, era capaz de disimular mejor que los primeros días. Soltó un suspiro cansado.
-¿Obito?-escuchó el llamado de su sensei y se puso de pie de un salto.
-Lo lamento, sensei, estaba distraído-Obito rasco su cabello.
-Procura no distraerte de ahora en adelante en la misión, es hora de comenzar-Minato comenzó a caminar al frente liderando el equipo. Después de un rato de caminar Namikaze volvió a hablar-. Para asegurar el éxito de la misión nos dividiremos en dos grupos, Kakashi ha sido promovido como jonin por lo que él será el líder del otro escuadrón conformado por Obito y Rin, yo iré solo.
-Es cierto-Rin sonrió alegre para después sacar de su bolso un paquete que le entregó a Kakashi-. Es un botiquín médico, está acomodado especialmente para que sea más fácil de utilizar.
-Gracias-dijo escuetamente el peligris.
-Está es un kunai especial, tiene diferente medida pero te acostumbrarás-Minato le lanzó el kunai y Kakashi lo atrapo.
-Gracias-murmuró de nuevo para después extender la mano en dirección de Obito. El pelinegro alzó una ceja irritado por la actitud del otro, se mordió el labio. Makoto-sensei le había dado algo para que se lo diera, pero le daba vergüenza y era irritante. Vergonzoso-. Si no tienes nada solo dilo-Kakashi bajó la mano y Obito en un arranque saco de su bolsillo un collar y se lo lanzó-. ¿Un collar?-preguntó con un tono de voz algo sarcástico.
Obito desvió la mirada de las tres personas que lo observaban-. No es un collar cualquiera, Bakakashi, te lo pones y te da una descarga muy leve cuando un enemigo está a punto de herirte, para activarlo solo le mandas un poco de chakra tuyo-Obito estaba levemente sonrojado, con el ceño fruncido y de brazos cruzados. Estaba empezando a incomodarse por no obtener respuesta ni siquiera Rin o Minato-sensei habían dicho algo, se giró molesto-. Si no lo quieres solo regrésamelo, es importante-Obito se sorprendió al ver la mirada curiosa de Minato-sensei, la algo extraña de Rin y Kakashi parecía algo desubicado.
-Eso realmente suena muy valioso, Obito-terminó por decir Minato con una sonrisa.
Obito asintió-. Es muy valioso-dijo sin pretensión alguna, era cierto, el valor era bastante alto, tanto monetaria como sentimentalmente. Makoto se lo había dado y le había dicho que pertenecía a Yukkimura cuando estaba con vida y este se lo había entregado a él antes de morir para que estuviera protegido. Obito no lo había querido aceptar, ¡era muy importante!, pero Nakamura no había aceptado un no y le había dicho que se sentiría insultado si no lo tomaba.
Kakashi se dio la vuelta mientras metía el collar en su bolsillo derecho-. Gracias-terminó diciendo antes de empezar a caminar de nuevo. Obito solo suspiro sintiéndose extrañamente complacido.
Se detuvieron en un pequeño claro junto a una gran roca para empezar con la explicación detallada de la misión, debían sabotear el paso de los refuerzos de Iwagakure destruyendo el puente Kannabi, Minato iría a pelear al frente y ellos seguirían por otra ruta. Después de explicada la misión siguieron caminando para adentrarse en el territorio enemigo. Kakashi iba al frente del escuadrón hasta que se detuvo. Obito inspeccionó a su alrededor.
-Por favor, cúbreme, sensei-dijo Kakashi mientras empezaba a hacer unos sellos. El sonido de chirridos se extendió por todo el bosque. Hatake empezó a correr.
Obito no creía que esa fuera la decisión más sabia pero debía admitir que el chakra que emanaba esa técnica era realmente impresionante. O por lo menos eso pudo pensar hasta que un clon del tipo ese que estaba escondido, sus ojos se llenaron de lágrimas esperando el golpe que fue detenido por Minato-. Concéntrate, Obito- su jonin-sensei lanzo un kunai y se teletransporto en el momento justo para salvar a Kakashi.
Obito sintió una punzada de preocupación al ver la herida en el brazo de Kakashi, se veía realmente dolorosa, aunque él se lo había buscado al no hacerle caso a su sensei. Sonrió levemente al ver como Minato regañaba a Kakashi, aunque después lo regañaron a él por lo de sus lágrimas. Era frustrante no poder contener las lágrimas cuando en verdad quería hacerlo. Tenía que ver que podía hacer respecto a eso, por el momento debía regresar a un lugar seguro hasta que Kakashi estuviera mejor.
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Obito dejó escapar un suspiro mientras observaba el hilo que se mecía en la mano derecha de Kakashi, estaba brillando con intensidad bajo la luz del sol. Recordó la conversación que tuvo con su sensei la noche pasada acerca del comportamiento de Kakashi, era triste saber cómo había terminado Sakumo Hatake, aunque Obito pensaba muy fervientemente que ese hombre había sido un héroe. Una persona que no buscaba la gloria sino el bien de las personas era completamente admirable, le hubiera gustado conocerlo.
-Bueno, nos separaremos aquí, tengan cuidado, esto es territorio hostil-el rubio les dio una mirada seria.
-En marcha, señor capitán-Obito giro el rostro al lado derecho para no ver la mirada de los demás, Minato sonrió levemente.
Uchiha emprendió la marcha junto a sus dos compañeros de equipo, estaba realmente atento a toda la situación. No permitiría que nada malo le pasará a nadie, los dos eran sus amigos. Reaccionó a tiempo para hacer una bola de fuego al ver todas esas varas de bambu contra ellos. Giró el rostro angustiado al escuchar un grito femenino-. ¡Rin!-gritó al ver como los ninjas enemigos se estaban llevando a Nohara-. Hay que ir tras ella-exclamó preocupado.
-No podemos, tenemos que completar la misión. Iremos por ella después, no la matarán, intentarán sacarle algo de información acerca de nuestra misión por lo que la mantendrán con vida, además ella es una ninja médico por lo que será útil para que cure sus heridas.
-¿Hablas en serio?-preguntó el pelinegro atónito-. ¡Hay una posibilidad que los ninjas que la secuestraron solo sean unos subordinados idiotas! Rin puede morir.
-La misión…-Obito dejó de escuchar por un momento, no podía creer que Kakashi pensará así. Se sentía algo decepcionado y enojado por lo que simplemente estalló.
-Estoy harto, desde un principio nos hemos llevado como el agua y el aceite, ¡voy a rescatar a Rin!-Obito se dio cuenta que en algún momento había tomado a Kakashi del cuello de su uniforme por lo que lo soltó con claras intenciones de marcharse.
-Tú no lo entiendes-Kakashi habló-¿Qué les pasa a los que se saltan las normas?-cuestionó el peligris.
Obito se detuvó-. Creo que el Colmillo Blanco fue un gran héroe. Es cierto que los que se saltan las normas en el mundo ninja son considerados escoria, pero los que abandonas a sus amigos son peor que la escoria. Sí, soy ese tipo de escoria, romperé las reglas y si eso no es ser un ninja, ese será mi ideal-le dio una última mirada a Kakashi y siguió con su camino. En un acto reflejó observó su dedo meñique y vio como el hilo rojo era dejado atrás al igual que Kakashi.
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Observó la cueva con algo de ansiedad instalada en la boca de su estómago. Suspiró levemente y se dio unas palmaditas en las mejillas para darse ánimos mentales. Apenas y tuvo tiempo de reaccionar cuando un tipo se le lanzó, pero lo que más lo sorprendió fue que Kakashi había aparecido.
-Ten cuidado, ese tipo desaparece toda su esencia-Kakashi permanecía en posición de ataque.
-Kakashi…- murmuró Obito sintiéndose levemente feliz, sin un peso menos.
-¡Cuidado!-Kakashi lo movió justo cuando un kunai iba a atravesarlo, Obito observó la sangre que descendía por el rostro del más pequeño-. ¿Se te ha vuelto a meter algo dentro de los ojos? Los ninjas no lloran, además fue algo superficial-el peligris se puso de pie abriendo el ojo izquierdo de nuevo, Obito se sintió aliviado al solo ver una herida por encima de la ceja-. No bajes la guardia-el pelinegro se alzó los goggles y se limpió las lágrimas.
Obito recordó las palabras de su sensei acera de lo de llorar, que si seguía llorando iba a tener un espíritu débil, él quería demostrar que valía, que había mejorado y que lo que le había dicho a Kakashi acerca de su ideal no era una farsa-¡Muere!-gritó empuñando su kunai que atravesó al ninja enemigo.
-¿Por qué? Es imposible que me veas-balbuceó el hombre-¿Qué son esos ojos?-murmuró antes de caer completamente muerto.
-¡Ahora yo protegeré a mis compañeros!-exclamó decidido.
-Obito, esos ojos…-Kakashi estaba sorprendido.
Uchiha pestañeó -. Creo que es el sharingan, puedo ver mi flujo de chakra, ¿te encuentras bien, Kakashi?- preguntó al ver como se incorporaba el otro.
-Estoy bien, ya te dije que es algo superficial-Kakashi se irguió sin ninguna complicación-. Además tu collar me ayudó-murmuró levemente y Obito se sintió algo avergonzado y alegre al saber que lo estaba usando-. Es hora de ir por Rin-Obito asintió mientras ambos se movían en dirección de la cueva.
Ambos jóvenes entraron a la cueva con rapidez-. Su chakra está fluyendo de forma irregular-el pelinegro pareció preocupado.
-Debe estar en un tipo de genjutsu para que confiese más rápido-Kakashi observó al tipo con el que se había enfrentado antes-. Ten cuidado, él es bastante rápido-el poseedor del sharingan asintió.
Los dos se lanzaron contra el tipo y pudieron hacerlo caer, Obito estaba impresionado de lo fabuloso que era el sharingan. Ambos se dirigieron donde Rin y la sacaron del genjutsu en el que estaba-. Tranquila, Rin, hemos venido a rescatarte.
-Vaya, no hacen mala pareja, pero son solo unos mocosos-ese no era el condenado momento para sonrojarse pero Obito lo hizo, normalmente lo hubiera tomado como una pareja de equipo pero tomando en cuenta el hilo rojo que los unía todo tomaba otro contexto-. Ahora los tengo donde quería-dijo el tipo mientras se ponía cerca de la puerta de la entrada-. Doton: Iwayado Kuzushi- y puso una mano en el suelo y la cueva empezó a caer en pedazos.
Los tres empezaron a correr rumbo la salida, pero el corazón de Obito se detuvo por un instante al ver como una piedra caía sobre Kakashi haciéndolo caer en el piso, el pelinegro se giró-¡Kakashi!- tomó al más pequeño por la cintura y lo lanzó con todas sus fuerzas al ver como una enorme piedra estaba a punto de caer sobre él. Pronto todo se volvió oscuridad.
-Makoto-sensei, ¿por qué se ofreció a ayudarme a entrenar?-preguntó Obito mientras se dejaba caer en el pasto con cansancio. Apenas y llevaba dos días practicando con Makoto pero se sentía a punto de morir, el ojiverde era un espartano en el entrenamiento, además que dependiendo de lo tarde que llegará lo hacía sufrir más al entrenar. Por el momento estaban en un breve descanso.
El ojiverde se pasó una mano por el cabello-. Es aterrador, Obito, levantarte y ver como tu hilo simplemente está hundido en el suelo, saber que aunque haya muerto seguirá conectado a ti y que nunca lo olvidarás y seguirás amándolo durante el resto de tu vida-Makoto suspiró-. No quiero que termines como yo, odiándote por desaprovechar la oportunidad.
-Sensei… ¡Le prometo que me haré más fuerte para honrar la memoria de Yukkimura-san! Además así seré capaz de proteger a los que quiero, incluido Bakakashi-Obito sintió como todas las energías volvían a él.
Makoto le sonrió-. En ese caso, sigue practicando el jutsu hasta que te salga.
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Kakashi se puso de pie con dificultad, giró su vista encontrando a Rin a su lado izquierdo. Se puso de pie lo más rápido que pudo al no encontrar rastros de Obito a su derecha. Sintió como si le hubieran dado un golpe en el estómago al ver la enorme piedra detrás de él, la piedra que estuvo a punto de aplastarlo si no lo hubiera salvado Obito-. Obito…-susurró quedamente, con pasos vacilantes se acercó a la enorme piedra, apenas era consciente que Rin estaba caminando un poco atrás suyo.
Se dejó caer de rodillas cuando vio los goggles del Uchiha prensados entre las enormes piedras-. ¡Mierda!-bramó sintiéndose enfermoso consigo mismo, un puñetazo suyo se estrelló contra el suelo, el escuchar los sollozos provenientes por parte de Rin tampoco lo ayudaban mucho-¡Mierda! ¡Mierda!- su voz tembló un poco-. Esto no hubiera pasado si yo le hubiera hecho caso, ¿De qué sirve ser capitán? ¡¿De qué me sirve ser jonin?!-apretó entre su mano el collar que le había dado Obito, estaba seguro que sin eso lo más probables es que hubiera perdido el ojo.
-Kakashi…-la voz de Rin era un susurro lamentable.
-Rin, quédate aquí-Kakashi se puso de pie, un nudo en su garganta le recordaba lo cerca que estaba de quebrantar la regla de no permitir que tus emociones se mostraran, pero no le importaba.
-¡Pero!
-Obito fue el que quería que viniéramos por ti, yo me negué en un principio, si yo hubiera aceptado desde el comienzo nada de esto hubiera pasado, él te quería muchísimo, Rin y por eso voy a protegerte. No le voy a fallar a él-Kakashi empezó a alejarse de la muchacha de cabellos castaños.
-¡Entonces, tú deberías saber acerca de mis sentimientos, yo te…!-Nohara intentó explicarse pero Hatake la interrumpió.
-Lo siento-fue lo último que dijo antes de salir por un agujero que hizo en el techo de la cueva. No se explicó muy bien por qué una lágrima descendía por su ojo izquierdo.
-Pero que testarudo, aún seguía con vida-soltó el hombre poniéndose de pie para empezar a pelear de nuevo.
Kakashi se lanzó contra el ninja empuñando la espada de su padre, no mostró alguna sorpresa cuando está se quebró en miles de pedazos. Sabía que era un riesgo pero no tenía de otra, el chidori era su mayor posibilidad y si lograba asesinar a ese tipo aun a costa de su vida no importaba, protegería a Rin por Obito. Junto el chakra y realizó la técnica, se lanzó contra el tipo que dejo sus armas caer justo antes que el chidori lo impactará.
-¡Joder, Kakashi, sensei dijo que esa era una técnica incompleta! Es muy peligroso que la uses…-Obito se detuvo al sentir los brazos de Kakashi rodeándolo, esperaba que Hatake no notará como su corazón había empezado a latir irregularmente y de manera algo apresurada.
Kakashi se separó casi al instante-.Lo lamento, pero… ¿cómo?
-Hay que ir por Rin, ahora les explico mejor, pero en resumen todo fue gracias a Makoto-sensei y mucha suerte porque todavía no tenía dominado la técnica de elemento tierra-Obito sonrió feliz-. Pero, hay que movernos, los refuerzos deben venir de camino.
Uchiha jaló la mano de una impactada Rin y la empezó a arrastrar-. Después las explicaciones-soltó Kakashi mientras corría junto a ellos.
Los tres saltaron a las ramas de los árboles pero rápidamente fueron rodeados por todos los enemigos. Kakashi sacó una kunai, Obito y él estaban espalda contra espalda, ambos en posición defensiva para resguardar a Rin.
Kakashi había usado mucho chakra por lo que no le sorprendió perder la consciencia. Lo último que vio fue a Obito quemando a unos ninjas con su jutsu de fuego mientras lo sostenía entre sus brazos.
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“¿Estoy muerto?” pestañeó confundido mientras se incorporaba lentamente. Los recuerdos lo golpearon de repente-Obito-abrió los ojos con rapidez.
-Tómalo con calma, kakashi, estás débil-Minato le dio una sonrisa tranquilizadora-. Y no te preocupes Obito está bien, igual que Rin, ambos están por allá-Hatake observó como Rin y Obito estaban de pie observando las estrellas. Algo de esa visión lo incómodo pero al mismo tiempo se sintió aliviado.
-¡Kakashi!-Obito salió corriendo en su dirección dejando muy por detrás a Rin, el pelinegro se lanzó sobre él a abrazarlo. Kakashi se sintió bien de manera inexplicable, era como si ellos se hubieran vuelto muy cercanos.
-Obito, me aplastas-soltó en un susurro aunque tenía una sonrisa leve en el rostro.
-Ya, ya…-el pelinegro hizo un gesto con la mano quitándole importancia-. Deberías descansar mañana tenemos una misión que completar-Obito suspiró levemente observando el hilo rojo que seguía atado a ellos dos. Se había sentido aterrado en aquel momento, no quería terminar como Makoto, quería, tal vez dejar que las cosas fluyeran con normalidad. Él cuidaría a Kakashi y estaría para él porque por el momento sentía como si su relación hubiera avanzado. Su lazo se había vuelto más fuerte.
Por lo menos, Obito ya no podía negar que Kakashi lo hacía sentir cálido. El hilo rojo atados en sus meñiques resplandeció un poco.