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¡Ja! ¡En tú cara! por sunshinebunny

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Notas del capitulo:

Y aquí vamos una vez más con este pedacito de crack ahora no tan crack, con amor para ese gato rechoncho que me inspira

Captulo 3

Se mi novio… o algo más.

 

"Se mi novio" aquellas palabras habían perseguido al pecoso todo el resto de la semana, por supuesto que no iba a aceptar una declaración como aquella, aunque quizá el reírse en la cara de aquel chiquillo había sido demasiado, bueno, al menos el menor no lo había tomado mal si no por el contrario simplemente le había sonreído y dicho que le haría cambiar de opinión antes de marcharse a donde fuera que se hubiera ido.

Por unos cuantos días no había vuelto a saber del chico cuyo nombre ni siquiera conocía, quizá por ese mismo motivo durante aquellos días el otro moreno había estado ocupando su mente de manera recurrente y sin que se diera cuenta había comenzado a buscar a aquel mismo mocoso con la mirada en los recesos, el chico era bastante fácil de identificar, con aquel sombrero de paja adornado con una franja roja que cargaba a todas partes a pesar de los estatutos escolares era casi inconfundible y por si eso no fuera poco el barullo que armaba con sus amigos en el patio o el comedor era más que notorio. Aun con el hecho de que no le había hablado de nuevo cada que sus miradas se cruzaban por accidente podía ver al menor sonreír de manera francamente brillante y si no hubiera desviado su vista un tanto apenado en cada ocasión que eso sucedía seguro que se habría dado cuenta de cómo el otro intentaba llamar su atención más, moviendo las manos y haciéndole señas que Ace en un intento por ocultar el discreto sonrojo que le nacía ante las sonrisas del otro moreno acababa ignorando por completo.

-¿Conoces a ese sujeto Luffy?- había preguntado una chica pelinaranja mientras disfrutaba de la merienda preparada para ellos por un chico rubio sentado un par de puestos mas allá.

-No precisamente, pero va a ser mi novio.- Comentó el aludido sin separar la vista de su presa, haciendo que surgieran un par de risas en la mesa aunque ninguno de los presentes dudaba en realidad de sus palabras, de haber sido cualquier otro seguramente se habrían puesto hasta de celestinos, como cuando se habían organizado para hacer que los padres de Kaya dejasen a esta salir con el moreno narigón del grupo, pero siendo el chico de la cicatriz bajo el ojo quien había decidido ahora su interés hacia aquel muchacho de las pecas la ayuda era probablemente innecesaria, mejor dejar las cosas seguir su propio curso, después de todo si aquel chico decía que quería algo regularmente lo obtenía, y aunque ninguno de los presentes había pensado alguna vez que el chico llegara a tener aquella clase de interés (romántico) en otra persona tampoco habían reaccionado de manera opuesta, después de todo la forma de funcionar de la cabeza de aquel monito era bastante peculiar y a más de uno se le había ocurrido justo en aquel momento que quizá si el moreno no había mostrado interés en aquello antes fuera precisamente porque nunca había encontrado alguien que llamase su atención de aquella manera tampoco.

-¿Y sabes lo que son los novios?- había preguntado Ussop solo por ser precavidos, no fuera a ser que al chico solo se le hubiera ocurrido llamar así a sus amigos ahora.

-Lo que son tu y Kaya ¿No?- había dicho de lo más natural, haciendo que él que había preguntado se sonrojara ligeramente. Bueno, si había habido alguna duda respecto a si el chico sabía de lo que hablaban o no esta había quedado despejada.

-Ja Ja Ja, será divertido ver a Luffy de esa manera.- había dicho una chica morena de ojos rasgados que con una mano en la mejilla y el codo apostado en la mesa sonreía de manera que pareciera estar viendo ya aquel futuro.

-Con algo de suerte puede que ya no necesite hacer le almuerzo de ese glotón.- murmuro el rubio de las cejas rizadas haciendo una mueca de desagrado pues aunque no lo hacía de manera gratuita siempre mostraba su desagrado por tener que cocinar para alguien más que sus "bellas damas" como él les llamaba.

-¿Eh? ¡Claro que no! ¡Ni pienses que te salvaras de eso Sanji!- había respondido Luffy ante el comentario del rubio, visiblemente afectado por aquella idea y haciendo a todos los presentes en la mesa comenzar a reír por su reacción.

-No seas idiota cocinerillo de mierda, si hasta puede que acabes cocinando su banquete de bodas.- había mencionado el peliverde sentado justo frente al aludido, haciendo que nuevas risas se escuchasen antes de la ya esperada pelea de insultos a pesar de que la mayoría sabían que aquello era cierto.


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-Hey, ¿Qué haces tú aquí?- Pregunto el moreno enarcando una ceja.


-Valla, pero que amable forma de saludar a un amigo al que no ves hace tiempo.- respondió el rubio recargado contra la cerca del instituto  donde estudiaba su amigo el pecoso, sonriendo ampliamente para su mejor amigo.


-Pft, seguro que tu novia te dejo botado y solo por eso vienes a visitar.-
-Oí, que Koala no es mi novia, no te pongas celoso.-
-¿Yo celoso de machorra esa? Por favor.-
-Jajajaja, no entiendo cómo se pueden llevar tan mal.-
-No entiendo como tú te puedes llevar tan bien con ella.-
-Bueno, con alguien tenía que hablar ya que cierto pecoso decidió que quería ir a escuelas diferentes.-
-No lo decidí yo, no podía costearme esa escuela y lo sabes.-
-Ofrecí a pagártela-

-Sabes que no iba a aceptar eso.-
-Sabes que hubiera podido venir contigo aquí.-
-Pero entonces habrías estado renunciando a tu sueño, es la única escuela donde dan pase directo a la carrera que tú quieres...-
-¡bleh!- mostrándole la lengua al pelinegro le había hecho saber lo que opinaba respecto a eso.-si no me hubieras engañado diciendo que habías conseguido la beca para entrar me habría venido acá contigo, solo habría tenido que esforzarme un poco más, no hubiera sido para tanto.- a pesar de las palabras aparentemente molestas Ace agradecía que su amigo de la infancia estuviera ahí, Sabo solía recogerle después de clases para acompañarle a casa casi todos los días a pesar de la distancia entre sus institutos (pues el rubio estudiaba en un instituto al otro lado de la ciudad) tomaba su tiempo en ir a verle cada que le era posible, aunque las últimas semanas no lo había hecho.

-¿Y? ¿Qué era eso tan importante para abandonar a tu mejor amigo por tanto tiempo?-

-Ah, lo lamento.- El rubio rio ligeramente mientras comenzaban a caminar en dirección a casa de su amigo.- Nada en verdad, solo tenía que ver algunas cuestiones de la emancipación, papeleo, ya sabes.- haciendo un signo de victoria el chico sonrió ampliamente.- ¡Tenemos nuevo apartamento por cierto!- el pecoso no había podido evitar reír ante aquello, si bien el rubio vivía solo prácticamente desde que se conocieran, sus padres metían pleito cada tanto para intentar recuperar su custodia, de manera irónica aquello normalmente solo resultaba en que el chico consiguiera de la corte alguna concesión nueva o de sus padres algún soborno nuevo con tal de que dejasen las cosas antes de que llegasen a mayores y es que aun con todo el dinero de la familia del rubio rara vez había visto padres mas irresponsables y abusadores, aun él que vivía con la vieja Dadan se consideraba más afortunado que su amigo en ese respecto, y el chico sabia jugar con aquello, varias veces le había invitado a vivir juntos pero realmente no quería ser una carga así que el mismo número de veces había rechazado.- Puede que el año siguiente consigamos un auto ¿De qué color te gustaría?-

-No sé, un deportivo rojo con llamas estaría bien.- 

-Jajajaja, ¿Y bien? ¿Debo preguntar o vas a decírmelo tu solo?-

Aquello había tomado al pecoso por sorpresa, el rubio parecía leerle cual libro abierto.- ¿Tan obvio soy?- 

-Llevamos más de 15 minutos hablando y no te has quejado ni una sola vez de las cosas que te ah hecho Marco en el tiempo que no te eh venido a visitar, o maravillosamente tu "novio" enmendó camino o ha pasado algo... así que sí, eres bastante obvio.-

-Me haces sonar como si fuera un bebe llorón.-


-No, solo un adolecente quejumbroso.-

La mirada asesina que le mandase al rubio por aquel comentario parecía solo haber hecho a este sonreír aun más- Ya no estoy con Marco.- dijo Ace pensando que quizá con eso pudiera zanjar el asunto, pero la mirada que recibió del rubio le decía que no sería así.- Eso es todo lo que hay que decir.- había intentado interponer poniendo aquella expresión de pocos amigos que cuando chicos utilizara en las peleas que constantemente se buscaban con chicos mayores para conseguir plata, con el rubio sin embargo al parecer aquello no iba a funcionar.

-Solo suelta su nombre de una buena vez Ace.- 

El pecoso gruño visiblemente molesto- No lo sé...-
-¿Como que no lo sabes?-
-No me lo dijo.-
-Eres un caso grave Portgas, ¿Cómo vas y te enamoras de un chico cuyo nombre ni siquiera sabes?-


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Aquella conversación con su amigo de la infancia había dejado a Ace demasiado pensativo, si bien podía ocultarse las cosas a si mismo nunca había podido hacer lo mismo con aquel chico al que conociera desde que ambos tenían 7 años, era curioso pues aunque el rubio siempre le había hablado pestes de todas y cada una de las relaciones que había tenido en el pasado en aquella ocasión no había hecho más que asentir mientras le contaba como habían pasado las cosas, puede que solo estuviera feliz de que al fin hubiera llevado a fin la relación tan destructiva que tenía con su profesor pues aunque nunca le había contado los peores detalles de aquella estaba casi seguro que de no haberle ocultado quien era el susodicho profesor su amigo largo tiempo atrás habría ido a golpearle o peor, por suerte había más de un Marco en el instituto.

 

Por que por mucho que Sabo dijera respetar sus decisiones y su vida no estaba muy seguro que este no decidiera hacerle una visita "amistosa" al profesor de haberle sido posible, pero independientemente de aquello cuando le contase acerca del pelinegro menor parecía que el Sabo que decía odiar a todo el que se le acercase con intensiones mayores a las de amistad hubiera desaparecido para ser remplazado por uno que simplemente denotaba curiosidad. No sabía si en realidad era eso lo que había acabado por sacarle más de quicio.

Una frase en especial no dejaba de darle vueltas en la cabeza y había remplazado por completo el "Se mi novio" del mocoso aquel 

-Debe tenerte bastante flechado para que hables así de el.-

Aquella maldita frase ¿Quien cojones se creía su amigo que era para decidir por él...? 

Pero no es que estuviera decidiendo, es que parecía que simplemente le estaba haciendo darse cuenta de sus verdaderos sentimientos joder.


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El no dormir casi nada las últimas noches le estaba pasando factura al pecoso, después de quedarse dormido en el salón de clases 3 veces había decidido tomar el almuerzo como hora de la siesta,  y si "por error" se saltaba la siguiente clase por ello tampoco le importaba tanto, era matemáticas y aquel día regresaría el rubio de su incapacidad tras el "accidente" de la ventana, durante los días anteriores había estado evitando encontrarse con el pelinegro cuyo nombre había investigado era Luffy, aunque había llegado a un acuerdo consigo mismo respecto a que en verdad si le gustaba el chico no creía prudente saltar de aquella manera a una nueva relación, mas aun cuando no conocía al muchacho de nada y tampoco pensaba conocerle más, el chiquillo revoltoso parecía bastante problemático y lo que menos necesitaba en aquel momento eran problemas, estaba seguro además que si le daba la oportunidad de hablar de nuevo con el acabaría cediendo, por que cuando el menor había visto que era prácticamente imposible hablar con él había comenzado a hacerle llegar notas.

La mayoría de aquellas notas no eran más que garabatos o frases tontas, pero de vez en cuando recibía cumplidos y uno que otro comentario que le hacía palpitar el corazón con mayor fuerza dentro de esas notas, no había respondido a ninguna tampoco, pero las guardaba todas dentro de una de sus carpetas escolares. Sinceramente hablando eran su tesoro.

De cualquier manera no le hablaría y en aquel empeño de no hablarle había dejado de ir a la cafetería y encontrando un buen lugar en el patio posterior de la escuela que se había convertido en su lugar preferido para pasar el rato, oculto entre los matorrales había un pequeño espacio bastante agradable para echar la siesta al que nadie nunca iba y, como en las últimas semanas, apenas sonar la campana el pecoso se había hecho para el lugar, cayendo dormido casi al instante de recostarse en el sitio.
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El rostro apacible del pelinegro al dormir había hecho al pequeño monito sonreír aun más amplio de lo que había hecho al descubrir por fin el lugar al que el pecoso escapaba en cada receso, colándose hasta estar junto a él, no había esperado el hallarle de aquella manera y se había debatido largamente entre despertarle o no, al final había decidido en contra de ello y recostándose al lado del mayor de alguna manera Luffy había acabado por quedarse dormido ahí también.
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La campana de cambio de hora había hecho que el pecoso se removiera en sus sueños, al rodar su cuerpo para buscar una posición mas cómoda para seguir durmiendo sin embargo había podido sentir algo tibio contra su cara, quejándose un poco ante la extraña sensación había comenzado a abrir los ojos lentamente para encontrarse con una persona dormida a su lado, y no cualquier persona, ESA persona... Casi saltaba 20 metros en retirada de no ser por la mano que había sentido sujetando su camisa, el chico aun estaba completamente dormido pero parecía que quizá antes de dormir o entre sueños le había tomado de la camisa y ahora no le soltaba, por algún motivo que no alcanzaba a comprender aquello le había hecho sonrojar un poco, la sensación que aquel agarre le causaba era la de un chiquillo sujetando la camisa de su hermano mayor o algo similar quizá.

Por aquel motivo más que otra cosas era que no se había alejado, un sentimiento de familiaridad más que de atracción, como si con aquel chico pudiera sentirse en casa.


Los primeros momentos Ace había pensado que el otro despertaría, quizá por ello su corazón había golpeado con bastante fuerza en su pecho, pero tras los segundos subsecuentes en los que nada parecía no suceder  nada su cuerpo se había ido calmando y por primera vez había podido observar a su antojo las facciones de aquel chiquillo; Dormido aquel parecía aun más joven, la gran sonrisa que no parecía abandonar aquel rostro le adornaba en aquella ocasión de manera mucho más serena y aunque el aire un tanto infantil de aquel rostro pudiera haber engañado a más de uno explorando un tanto más abajo la definición de su cuello y hombros mostraba tal promesa que el pecoso no había podido detenerse al ir a rosar aquellos con la yema de los dedos, conteniendo el aliento al ver al otro fruncir el entrecejo y amenazar con despertar de nuevo.

Tras el segundo sobresalto debía haberse retirado, pero no, no lo había hecho "Debe tenerte bastante flechado" había escuchado en su mente de nuevo, aquella frase le iba a volver loco, muy a regañadientes había tenido que admitir que quizá fuera verdad, de manera casi inconsciente había comenzado a subir sus dedos por el rostro del menor hasta sus labios para acariciarles suavemente, la cálida sensación del aliento ajeno sobre las yemas de sus dedos le había hecho morderse los labios ligeramente, imaginando como se sentirían aquellos sobre los propios, se había dicho que aquello de las relaciones probablemente no era para él, pero quizá robar un simple beso no lastimaría a nadie, después de todo si el otro no había despertado aun probablemente eso no le despertara.

Colocándose de rodillas a un lado del menor había puesto una de sus manos en el suelo al lado del rostro ajeno y mirando aquel de manera bastante intensa comenzó a aproximarse a este con la lentitud de quien no está muy seguro de lo que está haciendo, con su rostro cada vez mas rojo y las manos y frente comenzando a sudarle ligeramente, casi se sentía como si estuviera a punto de dar su primer beso, y ni aquello porque su primer beso técnicamente no había contado del todo al haber sido con su mejor amigo cuando apenas eran unos críos y pensaban que el mundo era color de rosa y que la amistad era lo más maravilloso que había.

De lo concentrado que estaba en no desmayarse con los nervios apenas si había reaccionado cuando sintiera la mano en su nuca y los labios sobre los suyos mucho antes de lo que había esperado, había sido el chico aparentemente dormido quien cerrase la distancia al final, rosándole la boca en un principio de manera lenta y superficial y después mordiéndole los labios suavemente, con la delicadeza de estar comiendo un manjar, lamiéndolos y succionándoles de manera torpe y glotona que de cierta forma le había robado el aliento más que cualquier experimentado beso que hubiera podido sentir con anterioridad.

-Sabes muy bien.- había podido escuchar al otro decirle cuando se separasen, con una sonrisa sincera y aquella chispa extraña en los ojos que hablaba de decisión tanto como de deseo.

-Yo...- El pecoso estaba sin palabras, más que atolondrado no solo por el beso si no porque el otro se hallase despierto.

-Oh, lo siento, tardabas demasiado y no soy muy paciente, pero ah valido la pena, supongo que ahora entiendo porque la gente hace este tipo de cosas.- había escuchado al chiquillo parlotear de aquella manera como si ese beso no hubiera sido nada, Ace con la cara aun brillándole de un intenso color escarlata y la mano contraria firmemente apostada sobre su nuca no había sabido que responder.-¿Sabes? ese ah sido mi primer beso, pero me ah gustado bastante, hagámoslo de nuevo.-

Si ya de por si había estado rojo aquella confesión dicha como si hablasen del clima le había hecho enrojecer aun mas, ¿Cómo era posible que un chiquillo inexperto le pusiera así? la alegre risa que parecía burlarse de sus expresiones se había visto interrumpida únicamente al sentir al otro rosarle los labios de nuevo aun con una sonrisa en estos, mordisqueándole y probándole con completo descaro mientras sus manos podía sentirlas comenzar a recorrerle el cuello y los hombros de manera bastante demandante para un supuesto primerizo, continuando con aquello hasta que el mayor se alejase para intentar recobrar un poco la compostura.

-No... no estaba tratando de besarte...- había soltado limpiándose la boca de manera infantil como si con aquello pudiera borrar el daño que se había hecho.

-¿Oh no?- el menor parecía estar seriamente considerando que aquella obvia mentira fuera verdad, pero al final simplemente habíase echado a reír de nuevo.

- Bueno no importa, yo si quería hacerlo, ¿Serias mi novio ahora?- le había preguntado de nuevo de manera tan casual que el pecoso no había sabido si echarse a llorar o reír de todos los sentimientos encontrados que experimentaba en aquel momento.- No es solo por que seas lindo que lo pido ¿sabes?- aquello ultimo había hecho que el mayor saliera de su debacle interno por unos momentos, poniendo toda su atención en la seriedad del menor que aun sonreía pero de manera mucho más afable.- Siento una conexión contigo que no se bien cómo explicar, es algo aquí.- tocando su pecho el menor había cerrado un poco los ojos como si se encontrase concentrado en aquella sensación.- Algo así como cuando como la carne que Sanji prepara pero 10 veces... no... mil veces más fuerte.- cuando el chico abriera los ojos y sus miradas se encontrasen a pesar de la absurdidad de sus palabras estaba seguro que había podido sentirlo también -me hace feliz el solo verte, y me gustaría que me dejases proteger tú felicidad.-

Aquello ultimo le había hecho temblar levemente el labio inferior al pecoso, no se creía lo que estaba escuchando aunque su corazón le decía que era verdad.- Eres un idiota ¿Tan siquiera sabes mi nombre?-

El menor se encogió de hombros -¿Y qué importa? Te llames como te llames igual voy a amarte.-

Sonriendo un poco el pecoso se había pasado una mano por el cabello intentando aun encarcelar todas esas emociones que sabía ya no podría contener por más tiempo, porque aquel chiquillo con aquella simpleza había plasmado todo lo que el mismo nunca se había atrevido a decir. -Ace, me llamo Ace.-

El menor sonrió ampliamente, con una complicidad que parecía haber nacido justo en aquel instante.- ¿Aceptarías ser mi novio Ace?-

Y con la sensación de estar aceptando algo todavía más grande el aludido no había podido hacer otra cosa más que asentir.- Ok.- susurro en una pequeña voz que aunque apenas audible había sido más que suficiente para ambos.

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Fin

Notas finales:

No sé si habrá un epilogo de esto, aquí sería realmente el final oficial pero bue, igual si me doy un tiempecito un día le saco un mini epilogo, pero no prometo nada, muchas gracias a quienes hallan leído esta historia hecha con amor para mi gatito gordo... con mucho amor gordo, nada de cosas light.


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