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Nuestro primer beso por Samantha0507

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Notas del fanfic:

Los Personajes de KNB no me pertenecen, simplemente son usados por diversion y sin ningun animo de lucro.

Notas del capitulo:

Yo no iba a participar, dado que no tenía nada escrito, pero una linda persona me tendió una mano maravillosa y me dio la inspiración, la fuerza, la trama y parte del fic.

Mi querida hermana Star, NATALY ALONSO, GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!! ESTE FIC ES PARA TI, SOLO PARA TI.

 

En cursiva estan los pensamientos tanto de Aka-chin, como los de Mukkun, gracias por leer y bueno es la primera ve que redacto en primera persona, espero les agrade.

 

Espero les guste !!1

 

AKASHI

Estoy nervioso y es gracioso por ser quien soy. Pero seamos sinceros todos los que nos casamos pasamos por esto.

 

Se miró al espejo nuevamente, parecía que nunca estaría listo, pero como estarlo, le sudaban las manos y se notaba que no había dormido esa noche.

 

Es un día especial, en que todo mundo sabe que te unirás para toda tu vida con la persona amada, vivaras con él diferentes experiencias, aprenderán a convivir todos los días donde no todo será miel sobre hojuelas, habrá días en que sus diferentes carácter se lleven la contraria... Pero no es así un matrimonio mientras exista la conversación y respeto todo se arregla pero el ingrediente más importante es su amor, esa llama que ha hecho tomar esta decisión, ya era tanto que estaban juntos, no podría llevar su vida sin él.


—Tranquilo Akashicchi — hablo Kise tocando el hombro de su amigo, sacándolo de sus pensamientos, el pelirrojo observo a todos sus amigos que lo estaban apoyando —te ves hermoso, veras que Murasakibaracchi se quedara sin aire, solo al verte— el modelo lo había calmado bastante con sus palabras, lo miró para luego volver la vista al espejo. Kuroko junto a Takao arreglaban su kimono, mientras que la pareja del mejor amigo de su gigante lo peinara dejándole un broche de cabello en su rojiza cabellera, unas pequeñas gemas color violeta y rojo destellaron en el broche.

 

—Creo que queda perfecto contigo y Murasakibara. — el ojos de águila sonrió, la verdad es que el moreno se había esforzado bastante.

 

—Muchas gracias Izuki—contesto Akashi volviendo su vista al espejo, sintiendo el loco palpitar de su corazón, pero realmente estaba nervioso, necesitaba unos minutos, algo en su rostro les dio a entender que necesitaba unos minutos, sus amigos solo asintieron para darle privacidad además que necesitaban ir con sus respectivas parejas.

 

Aomine, Kagami, Midorima y Himuro estaban ayudando arreglarse al novio. El salón estaba adornado elegantemente con detalles delicados como flores exóticas dando un toque hermoso como distintivo en el altar esta un nervioso pelimorado con su esmoquin negro siendo sostenido por Daiki y Tatsuya para que no fuera a ver al novio

 

 

El padre del emperador abrazaba a su hijo. ¿Quién padre está preparado para dejar ir a su hijo del seguro nido?, mi padre se ve asustado, pero feliz, había olvidado como se veía el rostro de mi padre, como se podían ver sus emociones, como era antes que mamá nos dejara.

 

—tu madre, estaría feliz de verte tan radiante en tu boda, mi pequeño Sei. Ahora vamos al altar porque conociendo a mi yerno, estará a punto de venirte a buscarte personalmente. — parecía que le habían leído la memoria ante el recuerdo de su madre, cuanto la necesitaba.

 

Mamá, te extraño tanto, me encantaría verte, me encantaría saber que estabas a mi lado en este minuto, sé que habrías amado a Atsushi al igual que mi padre y yo, espero te sientas orgullosa de mi.

 

La marcha nupcial, se escuchó en toda la iglesia, los invitados con una enorme sonrisa, aquellas personas que eran muy sensibles con pañuelo en mano se limpiaban las lágrimas traviesas de emoción que salían sin su permiso, pero todos concordaban que la felicidad se sentía en el ambiente, sus amigos estaban a su alrededor sonrientes, sus conocidos, la familia del gigante, en sus rostros se veía el amor.

 

No quiero levantar mi vista Atsushi, sé que debo caminar, sé que debo llegar a tú lado, pero tengo miedo, ¿Y si él otro Akashi sale nuevamente, me amaras? Quiero levantar la vista, quiero mirar tus ojos, quiero mirarte y qué me mires, quiero sentirte Atsushi, pero a la vez quiero correr tan lejos ahora, siento a mi padre apretando mi mano y miró a mi pequeño gigante..

 

 

 

 

 

 

 

Murasakibara

¿No te arrepentirás verdad? ¿Es eso, por eso demoras? ¿Ya no quieres ser mi esposo, ya no quieres estar conmigo? ¿Será que acaso te diste cuenta de que no soy suficiente para ti? Necesito para de temblar, necesito verte entrar por esa puerta, mejor te voy a buscar, no, no puedo, no debo ver al novio antes de la boda, pero si la boda es ahora y yo solo quiero ver a mi Aka-chin, lo traeré conmigo y nos casaremos, así no será antes de la boda o no mucho antes.

 

Tienes que cruzar esa puerta, tienes que hacerlo, después de todo tú me lo dijiste Aka-chin, me dijiste que querías estar el resto de mi vida a mi lado, me dijiste que si no eras tú quien iba a evitar que yo enfermara, quien me cuidaría, quien se podría si quiera preocupar de que yo no coma tantos dulces, que solo tú podías hacerte cargo de mi Aka-chin, tú lo dijiste, por eso tienes que cruzan esa puerta, por eso tienes que entrar para acercarte a mí.

 

No, no puedo dudar de mi Aka-chin, después de todo Aka-chin siempre ha sido Aka-chin, realmente él siempre ha sido así, sereno, capaz de mover montañas si lo deseaba, absoluto… SI mi Aka-chin era absoluto.

 

Aka-chin siempre ha tenido poder, siempre ha sido fuerte, incluso cuando el otro Aka-chin no está, incluso cuando el emperador no ha salido se bien que mi Aka-chin lograra su cometido.

 

Debo dejar de suspirar, ya me duele el pecho.

 

Atsushi tomó aire nuevamente, de verdad el nervio era demasiado, parecía que el mundo estaba detenido a su alrededor, cuanto deseaba que Aka-chin llegará, pero nada, el pequeño pelirrojo no llegaba, no daba ni una señal de presencia en el lugar.

 

El salón era majestuoso, digno de alguien como Akashi, las flores casi parecían brillar ante los ojos del gigante, debía agradecerle a Midorima y Himuro por la ayuda con la decoración, toda la decoración era rojo y morado, pero no se veía vulgar, era todo tan pulcro, tan obviamente planeado por Midorima e Himuro.

 

Nuevamente se concentró en la puerta de la Iglesia

¿Y si se arrepintió? ¿Si decidió escapar con alguien más? Aplastaré a quien se atreva a tocar a mi Aka-chin

 

Tenía que ver, tenía que saber que realmente Aka-chin no se había marchado, solo quería correr al salón donde se supone su pelirrojo lo esperaba

 

—Muro-chin.- el gigante lo llamó, era uno de sus padrinos. — quiero ver a Aka-chin, quiero ver a mi Aka-chin

Himuro sonrió tocando suavemente el brazo de Atsushi. — vamos Atsushi, no puedes, debes estar tranquilo. — el moreno era realmente sereno, hasta cierto punto agradecía tener una persona así a su lado, pero quizá si fuera otro de sus amigos, uno más impulsivo podría ir a buscar a su Aka-chin

 

—Pero y si…— pero no quiso continuar, no quería dejar ver su miedo, quería callarse, no quería decirlo, sentía que si lo decía era probable que se hiciera real.

                                                                                                                                                                             

Quiero saber que aun estas aquí, quiero saber que no te has arrepentido mi Aka-chin, solo necesito verte mi Aka-chin, con un segundo a tú lado yo soy feliz.

 

—Murasakibara, debes calmarte.- —Daiki y Kagami se habían acercado, buscando calmar al pequeño gigante, quien iba de mal en peor.

 

Calmarme, yo no quiero calmarme, quiero a mi Aka-chin, quiero tenerlo cerca una vez más, quiero que al fin Aka-chin y yo seamos uno, quiero llenar su vida de amor, quiero llenar su mundo de vida, quiero poder decirle cuanto lo amo cada día.

 

Suspiro pesadamente, sabía bien que si el novio ya hubiera escapado, Takao, Kise, Kuroko o Izuki se lo habrían avisado, al menos habrían tratado de contenerlo, o de avisarle.

 

—…Atsushi…— el pelinegro se acercó, lo miro y agregó. — él vendrá. — dejando al gigante sorprendido, pero con una extraña seguridad en su pecho, estaba realmente agradecido de que fuera Muro-chin quien se encontrara junto a él.

 

—Gracias Muro-chin…— para Atsushi  Himuro era todo un misterio, pero estaba tan agradecido de que fuera su amigo, aunque a veces le leyera el pensamiento, pero siempre sabía que tenía que hacer para calmarlo, solo él y su Aka-chin lograban eso.

 

Una pequeña sonrisa se formó en los labios del gigante.

 

Aún recuerdo cuando Aka-chin y Muro-chin se conocieron, Aka-chin creía que Muro-chin era mi pareja y yo solo podía pensar en Aka-chin, Muro-chin ha sido un buen amigo, si no fuera por él nunca me hubiera declarado, si no fuera por Muro-chin habría dejado que mi Aka-chin se fuera con otro, sé que aún me falta mucho para ser digno de mi Aka-chin, pero lo haré, les demostraré que por mi amor por Aka-chin soy capaz de todo.

 

Una extraña sensación de seguridad lo embargo, si Aka-chin huía, él lo buscaría, esa era la verdad, no volvería a renunciar a su Aka-chin.

 

Aún recuerdo cuando el otro Aka-chin llegó, aún me siento un poco perdido con él cerca, pero es mi Aka-chin y sé que tampoco es malo, que el daño y los malos ratos que provoco solo lo hizo por querer lo mejor, pero no era malo.

 

Se giró mirando de frente a Kagami, este conversaba con Midorima, de algo del banquete, ya quería ver entrar a su Aka-chin, cuanto faltaría para por fin tenerlo cerca.

 

Miró el lugar donde su suegro tomaría posición junto a su amado, le estaba tan agradecido, sabía que no solo le estaba entregando a su hijo, le estaba entregando parte de su vida.

 

Mi Aka-chin, no dejaré que te alejes de tú padre, él te ama mucho y si te perdiera se moriría, aún recuerdo cuando pedí tú mano, sabía que para tú papi-chin sería difícil, el recuerdo de tú madre vive para tu padre en ti, es tan difícil para él dejarte ir, pero le juré que te amaría, le juré que serás la más valiosa de las joyas mi Aka-chin y se lo cumpliré, aplastaré a cualquiera que te haga daño mi Aka-chin, por ti, por mí y por tú padre, por nuestra familia.

 

—Parece que ya es momento Atsushi. — mi padre se acercó, pude ver sus ojos, las lágrimas amenazaban en salir, mi madre y mis hermanos estaban sentados cerca de donde se encontraba el altar, la verdad es que recién comprendo lo que está pasando, me estoy casando, Aka-chin estaremos juntos para siempre, Aka-chin y yo.

 

—Papá… ¿y si no llega? ¿Si no lo puedo hacer feliz?- —por primera vez Atsushi dejaba salir sus miedos, por primera vez miraba a su padre y se daba cuenta del paso que estaba dando.

 

—Mi pequeño…tranquilo, ese muchacho te ama tanto como tú a él, no hay secretos para ser feliz, solo esfuérzate al máximo y amalo el resto de tu vida, amalo como nunca has amado nada en tú vida Atsushi y serás sumamente feliz. — su padre había dicho tan poco, pero era lo que necesitaba.

La suave música lleno el ambiente, todos se acomodaron para dar la bienvenida

 

Masaomi solo apretó el brazo de su hijo, ambos caminaban lentamente al altar, ambos levantaron la vista, sus ojos se cruzaron, no hubo palabras, todo era silencio entre ellos, solo se podía oír loss sollozos de la gente, pero nada importaba, para Atsushi solo existía su Aka-chin y para Akashi, Atsushi era el regalo que jamás había pedido, no dejaron de mirarse hasta que sus cuerpo estaban tan cerca que podían notar el calor que irradiaban, ninguno supo cuento tardo o que había pasado mientras Akashi llegaba al altar, pues para cada uno solo existía el otro.

 

—Cuídalo como el niño de tus ojos, Atsushi porque te estoy entregando mi mayor tesoro —hablo Masaomi dándole un beso en la frente a su hijo, miró las manos de sus hijos depositando un suave beso sobre ellas, en días como hoy no le importaba que todos vieran como amaba a su hijo, hoy era el día de su tesoro y se lo demostraría, se lo entrego a su futuro esposo para tomar asiento y  escuchar la ceremonia.

 

—Estamos aquí reunidos para unir a dos maravillosas personas en el sagrado matrimonio­. — el gigante y el emperador solo podían sonreír, ese paso estaba listo solo un poco más, la ceremonia continuo tranquilamente hasta que llegaron a los votos. Iniciando el emperador.

 

—  Te tomó a ti Atsushi, como esposo, en salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza,  son muchas las razones que han hecho que este locamente enamorado de ti y me siento honrado que me ames como yo lo hago mi gigante, aunque muchas veces aparentes ser un niño; solo yo sé que eres un hombre apasionado, sensible, que te gusta ser paciente, miras el mundo con tus propios ojos llenos de un amor a la vida tu alma como corazón son iguales que tus dulces por eso y más te amo y deseo estar junto a ti toda la vida, que criemos con amor, paciencia a nuestros futuros hijos, les enseñaremos con el amor que nos tenemos —hablo Akashi liberando una lágrimas de emoción siendo retirados por los dedos de su gigante que le dio un beso en su mano.

 

—Ahora le toca a Atsushi decir sus votos —dijo el reverendo observando que muchos suspiraron por las bellas palabras del joven.

 

—Te tomó a ti Aka-chin, como esposo, en salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza,  te tomó a ti mi Aka-chin pues te amo, desde que estas en vida ya nada ha sido más importante, nada más que tú mi Aka-chin, tú eres mi dulce preferido Aka-chin, tú eres todo lo que deseo mi Aka-chin y quiero estar contigo y formar una linda familia, quiero mostrarle al mundo lo mucho que te amo mi Aka-chin y si algo te hace algo juro que lo aplastaré, te amo Aka-chin. — una pequeña risa salió de los labios del pelirrojo.

 

Finalmente llegó la frase final, ambos se miraron y acortaron la distancia, para sentir los suaves labios y su primer beso, ese primer ansiado beso como esposos.

 

FIN

Notas finales:

Gracias por leer 

 

Saludos 


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