Jimin no siempre era el último en quedarse dormido. Solían ser Yoongi o Namjoon quienes regresaban tarde de producir y reunirse con productores de otras compañías, constantemente ajustando y arreglando canciones que podrían salir en su próximo álbum. Luego estaba Hoseok, que se quedaba hasta tarde en la sala de práctica, practicando la coreografía e inventando sus propios movimientos, algunas veces incluso esperando hasta que Yoongi terminara su trabajo. Seguido de Seokjin que se quedaba hasta tarde trabajando en la coreografía también, a veces con la ayuda de Hoseok o Jimin, o algunas veces practicando canto, manteniendo al entrenador vocal hasta altas horas de la noche. Otras veces sólo era un inquieto Jungkook o Taehyung quienes se sentaban en el sofá viendo repeticiones nocturnas de dramas hasta quedarse dormidos. Algunas veces era Jimin quien estaba demasiado ansioso sobre la agenda del próximo día lo que lo tenía dando vueltas por el salón hasta que finalmente se cansara. Otras veces era Seokjin quien limpiaba la casa, sin tiempo para hacerlo durante el día y también lo ayudaba con su propia inquietud.
Pero últimamente todo el mundo había ido a dormir a horas razonables. Seokjin había convencido a Namjoon y Yoongi para que dejaran de quedarse hasta tarde en el estudio para que así tuvieran buenas noches de descanso mientras estaban promoviendo. Estuvieron de acuerdo a regañadientes por lo que ahora todo el mundo estaba en la cama.
Pero Jimin permanecía despertó, mucho más allá de su deseada 1 a.m que era su hora de dormir, los pensamientos corriendo dentro y fuera de su mente, algunos sin ser plenamente pensamientos reales. ¿Era lo suficientemente bueno? ¿Cantó correctamente el último acorde durante la presentación? Estaba bastante seguro que arruino el pasó al final. Sus hyungs no parecían contentos, ¿hizo algo malo?
La habitación estaba muy caliente, su mente demasiado llena y honestamente, sólo quería a alguien a su lado para acurrucarse. Necesitaba consuelo en estos momentos en los que sentía que no era lo suficientemente bueno. Que no estaba en el grupo sólo porque tenía un buen cuerpo.
Giró su cabeza alrededor de la habitación mirando para ver si alguien estaba despierto al igual que él, pero a juzgar por los ronquidos de Namjoon y la forma en que Hoseok tenía la boca abierta, pensó que nadie lo estaba.
A nadie le importó cuando Jimin comenzó a meterse en sus camas en diferentes puntos de la noche. Algunos incluso le daban la bienvenida. Taehyung, dependiendo de qué tan consiente estaba, se giraba hacia él y enterraba su nariz en su cuello y envolvía sus largas piernas alrededor del bajito. Incluso Jimin había encontrado consuelo en Seokjin que le había hecho señas hacia su cama una noche cuando Jimin estuvo a punto de llorar, y dejó que el menor se acurrucara a su lado y utilizara su pecho como almohada mientras dejaba que las lágrimas rodaran por sus mejillas. Seokjin había pasado sus dedos por el cabello del bailarín y le susurró palabras de consuelo hasta que ambos se quedaron dormidos.
A medida que se levantaba lentamente de la cama, listo para deslizarse a través de la habitación hacia la cama de Taehyung, vio a Yoongi darse la vuelta entre sueños y detuvo sus movimientos, preocupado de haber despertado al mayor. En su lugar, murmuró un rasposo “ven aquí”. Jimin hizo lo que le dijo y Yoongi alzó sus sábanas, una invitación para que se metiera en la cama junto a él.
Jimin estaba sorprendido, sólo se había dormido con Yoongi una vez antes y eso fue porque se quedaron dormidos mientras veían una película en el sofá. Se había despertado con los brazos de Yoongi envueltos alrededor de él protectoramente y no podía levantarse sin despertar al mayor, por lo que tuvo que permanecer ahí hasta que el otro se despertó media hora más tarde.
Jimin no iba a rechazar la oferta, por lo que se metió en la cama junto a su hyung, su espalda apoyada en el pecho del mayor. Yoongi tenía una pierna en medio de las del menor, y su brazo estaba envuelto con fuerza alrededor de su cintura, una cálida respiración abanicando contra la nuca de Jimin.
Podría haberlo imaginado, pero Jimin juró que sintió que el mayor le daba un beso en la parte posterior de su cuello antes de murmurar,- Estas bien, Jimin. Duerme-
Jimin se sonrojó, no estaba acostumbrado a oír esas palabras del mayor, y asintió levemente, recostándose en su cálido pecho y quedándose dormido casi instantáneamente. Esa noche de descanso fue la mejor que había tenido en semanas.