Kenai se colocó frente a Ethan ,gruñendo con fiereza. Aquel hombre no le gustaba. Su joven pareja tenía varios cardenales por el cuerpo y no habían sido de la caída. Sentía que aquel hombre era el causante. Ethan lo sujetó del brazo, intentando que se pusiera algo para taparse,pero él estaba más concentrado en su padre.
_¿Quién cojones es ese? ¡Ethan! ¡Ven aquí ahora mismo!
El hombre se adelantó, pero Kenai hizo lo mismo.
_Él es mío
_¡Kenai! No digas más
_¿Qué es? ¿Tu novio,mocoso? ¿Encima de debilucho eres mariposón? Como se nota que saliste a la familia de tu mad...
No pudo terminar la frase. El puño de Kenai lo golpeó bruscamente, haciendo que se estampara contra una de las paredes. Cayó inmóvil al suelo. Ethan dio un grito y se echó a correr hacia su padre,pero Kenai lo enganchó de la camiseta,estrechándolo contra su cuerpo.
_¡Estás loco!
_No. No lo estoy. Y tu no eres el sustituto de esa madre que os abandonó. No tienes que cuidar de él. Ya no. Tu me perteneces y yo te pertenezco. Solo nosotros.
Por algún extraño motivo aquellas palabras lo tranquilizaron e hicieron que la angustia que sentía en el pecho se disipara. El hombre recogió la bolsa del suelo y la caja que Ethan había llenado con platos,vasos y diferentes objetos culinarios mientras el chico ayudaba a su padre a tumbarse en el sofá. Después de hacer aquello los dos se dirigieron nuevamente hacia la cueva que se había convertido en su nuevo hogar tomados de la mano.
***
El anciano se detuvo al ver llegar aquel extraño camión seguido de un par de jeeps de color negro de los que bajaron unos hombres cuya apariencia no le daba buena espina. La avenida principal solía estar bastante llena a aquella hora y no solo aquel hombre se había quedado observando a los extraños recién llegados. La mayoría de las personas lo habían hecho. La puerta del camión se abrió y de él bajó una despampanante mujer de cabello rubio y fríos ojos azules, vestida con un ajustado traje que se le pegaba al cuerpo como si de una segunda piel se tratara. Los tacones repiquetearon sobre la acera cuando ella comenzó a caminar, mirando concentrada un aparato que llevaba en la mano.
_Está por esta zona. El aparato se ha vuelto loco.
Los mercenarios de los jeeps,volvieron a subirse y se pusieron en marcha,desapareciendo al internarse en el bosque. Ella alzó la vista y observó a todos los transeúntes con una sonrisa.
_Me llamo Svetlana Romanov y soy científica. De nuestras instalaciones se ha escapado un animal y creemos que está en esta zona.Por ello les pedimos a todos que no vayan al bosque ni salgan de noche. Podría ser peligroso.
***
_¿Por qué me pegas Ethan?
Kenai se sacudió la mano,observando como el joven despedazaba al conejo que acababa de cazar.
_Estás desperdiciando lo mejor.
_Calla
Ethan probó la sopa,echando los pedazos de carne poco después en el interior de la olla.
_Los restos se cuecen también. Eso hacíamos cuando teníamos a...
_¿Qué tenías, Ethan?
_Era un perro muy bonito. Pero murió hace un tiempo.
_Lo siento. Los perros me gustan
El chico aguantó una carcajada. Normal que le gustaran. Al fin y al cabo,era uno de ellos. Kenai le observó sin comprender,esbozando una confusa sonrisa.
_No es nada. Tranquilo. ¿Puedes traerme los platos...?
***
_Señorita Romanov
La mujer clavó la vista en el hombre musculoso que acababa de entrar en la habitación del pequeño hotel. Se cubrió con la bata,frunciendo el ceño ante el examen a la que la sometían sus ojos ambarinos.
_¿Qué quieres? ¿Le habéis encontrado?
_No estaba en el cuadrante que hemos revisado hoy.
_¿Entonces que haces aquí?
_Lo que buscamos no es un animal ¿verdad? Al menos no completamente
_¿Has leído los informes de mi padre?
_Siempre es bueno estar prevenido.
_No leyendo papeles que no son de tu incumbencia
El hombre la sujetó del brazo,haciendo que a la mujer se le erizara el vello de los brazos.
_Sueltame. No...no voy a repetirlo.
_Me gustaría que lo repitiera,señorita
Ella sacudió la cabeza con brusquedad ante el leve aturdimiento que la había invadido ante su proximidad. No le gustaba lo que causaba aquel hombre en ella. O quizá el problema era que le gustaba demasiado. Se soltó de su agarre,alejándose lo máximo que pudo.
_Tu y tus hombres estáis a mis órdenes. Así que obedeceme ahora,Nikolai.
_Por supuesto,señorita Romanov.
***
_Kenai ¿pasa algo?
Se aproximó al enorme lobo,mirando al exterior. Era de noche,pero podían verse varios focos de luz entre las ramas. Ethan pensó que se trataba de algún grupo de excursionistas a los que les gustaba el riesgo,pero cuando oyó los disparos esa idea se esfumó de su mente. Se aferró a una de las sólidas patas de Kenai,pasando los dedos entre el pelaje.
_No vayas.
El animal frotó el hocico sobre la mejilla del chico.
_Kenai...debe...
_¿Por qué...? No quiero que vayas
_Deber...proteger...tú
_Pero...
_Solo...mirar
_Está bien... Pero ten cuidado
***
Kenai se acercó sigilosamente al grupo de hombres armados. Recordaba que hombres vestidos de aquella forma le habían hecho daño hacía tiempo. Pero no recordaba cuando ni porqué. Su mirada se fijó instantáneamente en el hombre de cabello casi gris y ojos ámbar. Le resultaba familiar. Tan familiar que... le vio sacar un rifle y disparar. La bala le rozó la oreja.
***
_Niko ¿has visto algo?
Nikolai negó con la cabeza,revolviéndole el pelo al muchacho pelirrojo.
_No. No he visto nada,Sacha
_No hagas eso...
_¿Qué cosa?
_¡Lo del pelo! Ya tengo dieciocho años, ya no soy un bebé.
_A mi sigues pareciéndomelo
_¡Niko!
_Está bien,está bien...
***
El hombre volvió a clavar la mirada directamente en Kenai. El lobo retrocedió un poco. No podía ser que le viera a aquella distancia ¿o sí? Sin darse tiempo a saber la respuesta se alejó corriendo hacia Ethan. "Solo mirar" era lo que se repetía una y otra vez. Cuando llegó,el joven dormitaba apoyado en una de las paredes con una sarten en las manos. ¿Pensaba que aquello le serviría ante las balas? Intentó quitársela,pero él la tenía bien sujeta. Kenai lo tomó en brazos,llevándoselo al final de la gruta y lo dejó sobre la suave colcha que ,al final, el joven había decidido traerse. Luego,se echó a su lado y le observó dormir. A pesar de aquella conexión mental se daba cuenta de que no sabía muchas cosas de su pareja. Al igual que Ethan tampoco sabía gran cosa de él. Aunque lo cierto es que Kenai tampoco recordaba muchas cosas de su pasado. Solo un complejo donde todo era de color blanco, tanto los objetos como las personas. Un idioma extraño para él y dolor. Recordaba también haberse despertado sobre un montón de nieve. Había pensado que era hermosa. Entonces se había levantado y se había echado a correr hasta llegar allí. Repasó con el dedo los labios del chico,haciendo que este los frunciera levemente.
_Kenai...para...
_¿Es molesto...?
_No...
_¿Entonces...?
_Porque tienes ganas de follar y yo tengo mucho sueño
_Será divertido ¿no lo crees?
_No...
El joven abrió las piernas al sentir deslizar la mano de Kenai sobre su abdomen.
_Parece que eres tu quien más ganas tiene.
Ethan abrió los ojos, clavándolos en los amarillos de él.
_Quizá la próxima vez deba dejar más clara la invitación
El joven se levantó del suelo,deshaciéndose de la ropa ante la atenta mirada de su amante y volvió a tumbarse en el mismo lugar. Deslizó el dedo sobre su erección ,dando un tenue suspiro.
_¿Por qué siempre me la pones tan dura? No es justo. Yo no te la...
Kenai lo acalló con un brusco beso,colocándose sobre él y comenzó a mover las caderas,rozando su miembro contra el de Ethan.
_Es la primera vez que se tocan ¿estás avergonzado?
Ethan negó con la cabeza comenzando a jadear. Sus mejillas se habían tornado rojas,al igual que una manzana. Quiso morderlo.
_Mentiroso
Elevó sus caderas y lo penetró de golpe causando que el joven diese un agudo chillido.
_Deberías sentir como aprietas a mi alrededor. Tienes un cuerpo lascivo
_Tu lo has hecho así
Lo besó repetidas veces entre embestida y embestida mientras Ethan clavaba las uñas sobre su espalda. Necesitaba más y más de él. Hasta que no pudiera quitarse su olor de la piel. Hasta que se fundieran completamente en uno.