Improvisando mi corazón
Prologo
-entonces saldremos esta tarde a surfear- comento Axel, un apuesto y alto pelirrojo
-oh, es cierto, se me había olvidado decirte- comento Riku, su amigo peliplata, mientras rascaba su nuca
-vamos, de nuevo me dejaras plantado- hablo el pelirrojo con un notorio enojo en su voz
-lo siento, pero es el único día que venden los peluches atrapasueños edición limitada, de verdad que quiero regalarle uno a Sora como aniversario- se disculpó el ojiazul mientras tomaba su chaleco
-no hay problema, diviértete- se despidió con la mano mientras caminaba de salida de aquel local
-eres grande, veras como te llegara tu persona especial- rio Riku mirándole –así podrás estar tan acaramelado como yo con Sora-
-por favor no empieces a darme detalles de cómo le das amor, no de nuevo- Axel se cubrió los oídos
-sí, claro, ya te veré hablando así cuando te enamores- el peliplata se despidió y salió corriendo hacia la tienda donde se vendían esos peluches tan adorados por su novio –estarás peor que yo- grito a la distancia
-ja, no quiero ponerme estúpido, ¿lo captas?- toco con la yema de sus dedos su cien, luego salió del local y observo a varios lados, no tenía animo de ir a surfear ahora –diablos, mejor regresare a beber algo y dormiré- camino con dirección hacia su casa
Axel era, junto con Riku, dos maestros de la llave espada, defendían los mundos de la amenaza de los sincorazon, seres nacidos de la oscuridad en los corazones de la gente. Les habían dado un severo receso, días que estaban aprovechando a su manera. Riku se la pasaba la mayor parte del tiempo con Sora, su novio y portador de la llave espada. Y Axel, bueno, era Axel.
No creía realmente en el amor y ya le había molestado que su amigo siempre le estuviera presumiendo lo que hacía con Sora, hasta le había contado en partes cuando “había hecho suyo a Sora”, claro que Axel le estrello en la cara la pizza que estaba comiendo antes de que continuara.
Él no estaba interesado en conseguir una pareja, su única ocupación en mente era volverse más fuerte y poder proteger más a la gente que habitaba los diferentes mundos. Por eso aunque estuviera de descanso, entrenaba haciendo actividades cotidianas, como el surf y las caminatas por la playa.
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Camino a paso aburrido hacia la playa principal de las Islas del Destino, observo la isla donde Riku y sus amigos se sentaban a observar el atardecer del mar. Desvió la mirada hacia el otro lado pero la regreso al notar de reojo que había una persona ahí. Ladeo la cabeza y enfoco mejor, a lo lejos no podía distinguirle, se acercó por mera curiosidad.
Quedo embelesado.
El sol hacia brillar como oro aquel cabello corto, cuando aquel ser de piel pálida se volvió a verle quedo aún más atontado, sus ojos azules destellaban como el mismo mar, ¿Qué significaba esa sensación?
-hermoso…- musito mirando a aquel bello joven
-¿eh?- el rubio delante suyo le miro extrañado
Oh no, por un momento, una de las tantas palabras de Riku acerca del amor pasó por su cabeza.