Hola a todos, mi nombre es Eduardo, tengo 15 años y tengo una vida genial como un típico chico de preparatoria aunque no vivo con muchos lujos disfruto mi vida, hasta que recibí una llamada que cambiaría todo mi estilo de vida. Agarre mi celular y conteste:
-¿Hola?-
-Hola Eduardo- Respondió un chico desconocido
-¿Cómo sabes mi nombre?- Pregunté con un poco de miedo
-Haces demasiadas preguntas pero, yo te puedo dar las respuestas que buscas solamente dirígete a la siguiente localización que te diré- Dijo el chico
Me explico que tenía que ir a cierta estación de metro.
-OK entiendo pero, tengo una...
-Adiós- Colgó rápidamente antes de que pudiera terminar la oración
-Maldición colgó no logre preguntarle muchas cosas principalmente ¿Quién era?... Esa voz siento que la escuche antes en algún lugar pero, ¿En dónde?
Así fue como obedecí a esa persona dirigiéndome a esa estación de metro, sabía que tenía que tomar el metro para llegar ahí, sin embargo tenía un problema
-Soy un tonto ya me perdí ¡Ahh! ¡¿Ahora qué hago?! ¡Ya se! Debería preguntarle a alguien pero, me da mucha pena
Entonces me senté en el piso y me deprimí un poco, hasta que un chico alto, de ojos azules y que vestía con unos pantalones negros con una chamarra azul con camisa blanca llego a mi rescate:
-Hola ¿Estás perdido?- Preguntó con una cálida sonrisa
-Pues veras yo...
-Tengo razón ¿Verdad?- Dice confiado
-Si… y ¿Cómo sabias que estaba perdido?- Pregunté confundido
-Por tus gritos y que no dejabas de decir cosas en voz alta- Me respondió riendo un poco
Entonces me sonroje, me tape la cara y dije muy avergonzado:
-¡Qué vergüenza!
-No te preocupes, no pasa nada, bien dime en qué dirección te diriges
Así que le explique a qué lugar tenía que ir, al terminar de explicarle el me agarro de la mano y me llevo de la mano a un tren.
-¿Dónde estamos?- Pregunté
-Nos estamos dirigiendo a tu destino
-¿Eh?
-Tienes suerte que tu bajas una estación antes que yo
-¿Por qué?- Pregunté
-No es obvio nos dirigimos casi al mismo lugar
-Ah… Ya entendí
Así me quede callado y pensé “Que vergüenza, acaso soy retrasado”. Entonces llegamos a la estación donde tenía que estar.
-Bueno aquí bajas hasta luego...
-¿Qué pasa?- Le pregunté mientras bajaba del tren
-¿Cuál es tu nombre?
-Mi nombre es Eduardo ¿Y el tuyo?
-Mi nombre es…
Se cierra la puerta del tren y se va.
-Bueno creo que ya no lo veré, aunque quisiera saber mínimo como se llamaba
Subí las escaleras y salí de la estación de metro, ahora tenía otro problema esa persona que me llamo no me dijo donde era exactamente solo me dijo en que estación tenía que estar así que me quede vagando como tonto hasta que me encontré a un gato.
-¡Qué lindo un gato! ¡Ven gatito!
Volteo a mirarme y se fue el gato, entonces lo seguí por muchas calles hasta que lo perdí de vista.
-¡Ahh! De nuevo me perdí no se vale, le pediré a mi mamá que me compre un GPS en mi cumpleaños
De repente escuche una voz que me llamaba, me di media vuelta y vi una casa parecía normal pero, tenía algo que me hizo dirigirme a ella. Toque la puerta y nadie respondía así que decidí entrar.
-Disculpen las molestias ¿Hay alguien?... Parece que no
Entonces recorrí la casa hasta que me encontré con la estatua de un gato gigante
-¡Genial! Quiero una estatua como esta en mi casa
Así que me acerque a ella y la toque sin embargo la cabeza se rompió y empezó a rodar entonces yo me fui corriendo, cuando casi alcanzaba la puerta; la cabeza me alcanzo a mí. De repente mi visión se tornó borrosa cuando me desperté. Era de día y estaba en un callejón.
-Me duele la cabeza, porque siento algo frio en mi…
En ese momento mire mi cuerpo y estaba desnudo y como un adulto actué con serenidad
-¡Ahhhhhh! ¡Esto ya parece una película porno de una persona!
O tal vez no con tanta serenidad.
-Apenas que pienso ¿Cómo son las películas porno de una sola persona?... ¡Ahh! No es momento de hablar de eso. Muy bien, es hora de pensar…
En ese momento llega un policía y dice gritando:
-¡Oye tú! ¿Qué haces ha…- Me mira bien y se queda callado
Eduardo:-…
Sonó su silbato y grito:
-¡Exhibicionista!
Así que cambie de plan y me fui corriendo.
-¡Lo siento!- Grite mientras corría
-¡Raro! ¡Pervertido! ¡Degenerado! ¡Exhibicionista! ¡Asqueroso!- Decía la gente que me veía pasar
Eduardo:-Por favor, dejen de mirarme
Así que seguí corriendo cuando llegue a una zona donde no había gente por el momento.
-Al fin logre librarme de la gente, ahora necesito ropa mmm…
Así que mire alrededor y me encontré con mi salvación.
-Objetivo localizado, bien solo tengo que subir ese edificio y ponerme algo de ropa de ese tendedero