El rubio estaba tan concentrado en limpiar con su lengua el desastre que causó ChanYeol en la comisura de sus labios con en el miembro ya flácido entre sus manos; que no fue capaz de sentir el timbre seguido de tres fuertes golpes en la puerta anunciando la llegada de su ansiada comida, si no fuera por el castaño que le halo del cabello suavemente haciéndole levantar la mirada, aun seguiría arrodillado en el suelo y entre las piernas ajenas.
“¿Qué?” se quejó el menor mientras regresaba a su labor, limpiando ahora restos de la corrida contraria que se hallaban en el glande del mismo y de paso, saboreándolo. Anteriormente no sería capaz de hacer esa clase de cosas pero, estaba aburrido y sinceramente le entraron las ganas. Por ello no se hizo del rogar y obligó a su pareja a que se excitara con el fin de satisfacer sus caprichos minutos antes.
“La comida llego”
Rápidamente introdujo el pene de ChanYeol en sus pantalones para luego arreglarse el cabello mientras se levantaba del suelo e iba hacia la puerta. Si fuera por él, se hubiera quedado un rato más así en lo que su pareja se volvía a excitar y SeHun, como buen novio, liberaría a ChanYeol de la tortura en la que una vez más se ha metido.
Pero la comida, es comida. Y SeHun estaba hambriento.
Cuando abrió la puerta se encontró con un lindo chico que lucía mucho menor con ojos grandes y penetrantes esbozando una grandiosa sonrisa, presentándose ante él con el cabello y camiseta desarreglada. >>Los guardias se pasaron de nuevo<< fue lo que dedujo SeHun.
Sin embargo salió de sus pensamientos cuando la dulce voz del chico fue a dar directo en sus atentos oídos.
“Eh, usted no es MinSeok-Hyung”
No sabía si reírse u ofenderse ante el comentario del pequeño repartidor frente a él. Si bien sabía que MinSeok se alimentaba a cada hora, no estaba al tanto de que el dulce niño fuera un casi amigo de su Hámster-Hyung. Y mucho menos que lo llamase con el Hyung, ¿Tan cercanos eran?
“¿Disculpa?” le hubiera gustado no sonar indignado, pero así salió su tono voz.
“Ah, lo siento. Es que, he hecho varias entregas a esta dirección y siempre me recibe un chico bajo con mejillas regordetas. Además de que el pedido es el mismo” esta vez el pelinegro desvió la mirada del alto chico en la puerta mientras trataba con todas sus fuerzas de no gritarle diciéndole que el pedido era pesado y que además le estaba quemando la piel. Estaba seguro que sus brazos estaban enrojecidos.
“Ahora que lo mencionas tienes razón. Pero esta vez yo soy el hambriento” Sonrió dulcemente mientras se acariciaba la nuca con nerviosismo al pensar que quizás fue muy severo con el chico delante de sí. Sin embargo sus dudas se despejaron cuando una hermosa sonrisa fue recibida.
“No se preocupe señor”
“Por favor, dime SeHun” sonrió. “Por cierto peque, ¿Qué edad tienes?” Bien, lo de Peque se le salió sin pensarlo, y de hecho estaba dispuesto a pedir disculpas, pero apenas notó el ligero sonrojo que en las mejillas del opuesto se hicieron presente, sintió la enorme necesidad de lanzársele y abrazarlo hasta matarlo. El jodido era malditamente adorable, y esa cabellera azabache con flequillo solo ayudaba a su imagen.
“Tengo 18 años SeHun” pronuncio quedamente mientras su rostro se afligía por el dolor. Ahí fue cuando SeHun se dio cuenta y extendió sus manos para sujetar el pesado paquete que llevaba el chico en mano con la comida de ambos.
“Cariño, ¿Por qué tardas tanto?” gritó ChanYeol desde el sofá.
Ambos chicos se crisparon de una vez y fueron directo al punto
“Peque, seguramente los guardias te han pagado” el mencionado asintió. “¿Qué necesitas?” susurró dulcemente mientras le dedicaba una mirada con la misma intensidad a pesar de que no estuviera acostumbrado a mostrar ese tipo de afecto con completos desconocidos.
¡Dios! Si ese niño no se iba, acabaría adoptándolo como hijo suyo y del duende.
“Ah, que me firmes aquí, por favor”
El pequeño le extendió un tablero en la cual estaba una hoja blanca con el precio impreso y otras cosas más que realmente no interesaban, junto a un bolígrafo. SeHun le hizo un ademan con la cabeza de que esperara un poco en lo que se desocupaba las manos. Rápidamente llevó el paquete hasta la mesa y volvió a la puerta para dejar su firma en la casilla que le correspondía segundos después.
Una vez hecho, le devolvió el tablero.
“Un gusto verte peque. ¿Cómo te llamas?” preguntó dulcemente.
“JaeJoong”
“Lindo nombre. Te queda bien” De nueva cuenta volvió al interior de la casa sin retirar la mirada llena de dulzura que le dedicaba al chico frente de sí. Seguro y los orbes del mismo sufrirán de diabetes de ahora en más.
“¿Por qué lo dices?” susurró un tanto apenado mientras se acomodaba el cabello y camiseta que hasta ahora se ha dado cuenta de su estado.
“Eres lindo” dejó fluir una pequeña risita que hasta ahora estaba tratando de contener. JaeJoong se veía tan inocente que le provocaba ternura.
“Gracias, supongo”
Ya. Definitivo. Lo quería como hijo.
Una vez finalizada la conversación, ambos se despidieron con la mano y SeHun se quedo un rato más contemplando como desaparecía su autentico hijo de su vista al cruzar la esquina.
Como si de inercia se tratase cerró la puerta estrellándola contra el marco, y con una grandiosa sonrisa estampada permanentemente en su rostro fue a dar con el paquete antes dejado, despedazándolo en menos de 5 segundos y llevándolo de nuevo al sofá donde su gran amor (que cursi) lo estaba esperando viendo un programa de comedia que a ojos del menor, no le encontraba ni la más mínima gracia. Al mismo tiempo, éste le miro y sonrió igual de estúpido.
“¿Por qué te tardaste tanto?” suspiró en medio de ello al tiempo que le hacía espacio a SeHun en el sofá.
Sin embargo el susodicho simplemente se desplomó en el asiento apoyando la comida en sus piernas.
“Acabo de ver a nuestro hijo Yeol.” Chilló emocionado mientras agarraba el primer pedazo de pollo frito y se lo llevaba a la boca mordiéndolo bruscamente segundos después.
“Adivino, JaeJoong” dijo con normalidad tomando de igual manera su trozo de pollo que le corresponde, después todo, había mucho que compartir e incluso pensaba en dejarle un poco a MinSeok-Hyung que de seguro le regañaría si no lo hiciera.
“¿Cómo sabes de él?” preguntó con un notable tono de curiosidad mientras se llevaba otro pedazo, esta vez más grande, de pollo a la boca junto a un trago de su bebida, de las cuales vino con el pedido.
“MinSeok-Hyung. Él-”
“No hace falta que expliques más” interrumpió el menor con un ligero tono de sorna.
Escuchándose una discreta risa entre ambos; instantáneamente la sala se vio sumergida en silencio total a excepción del televisor que ahora transmitía un drama. SeHun odiaba ese tipo de programas puesto que, como anunciaba el nombre, desbordaba drama puro semejante a las novelas mexicanas que unas vez LuHan le enseño, con subtítulos claro. La drama existía, si. Pero en ese tipo de emisión televisiva la explotaban sin pudor alguno.
Al contrario de SeHun; ChanYeol era gran fanático de ello junto a su igual de estúpido amigo JongIn. De hecho, una vez en esa misma casa cuando…
//Flashback//
SeHun se levantó a las 3 de la madrugada por algo de beber ya que se había quedado despierto hablando con LuHan por teléfono, dado que ninguno quería ir a la habitación del otro por la mera flojera de bajar/subir un piso.
Una vez en la cocina y cuando se llevaba el vaso de agua directo a su cavidad bucal teniendo los ojos entrecerrados por el sueño, pudo ser irrevocable testigo de los chillidos más ensordecedores de toda corea terminando por escuchar un piii~ en sus oídos.
Resulta que el gigante orejón había hecho un chillido tan de nena junto a JongIn valiéndoles poco que su orgullo como macho estuviera en riesgo.
Con el corazón en la garganta se acercó a la fuente de sonido encontrándose con la patética imagen de un ChanYeol agarrado de manos con JongIn entrelazando dedos, arrodillados uno frente al otro en el sofá con sus pechos juntos, la vista fija en el televisor y una sonrisa demasiado graciosas en sus labios a ojos del menor de los tres. Había que mencionar que ambas nenas, al sentir rápidamente la presencia de SeHun observándolos con mirada endemoniada se separaron y dieron directo al suelo por la velocidad y fuerza que ejecutaron. Y todo eso por un simple beso que se dieron los protagonistas en el programa que al parecer se odiaban… o eso le explicó Yoda desde el suelo.
Luego de que SeHun encontrara esa escenita -a la cual le tomó una foto y termino por enviársela a LuHan sintiendo su estruendosa risa segundos después- le hizo Bullyng a su compañero de cuarto (aun no eran pareja) durante un mes entero y frente a las fans, ya que también subió la foto en su twitter.
//Fin del Flashback//
Ante esa divagación soltó una ligera risita una vez dejada la comida en la pequeña mesa frente a ellos y recostado en el hombro del alto, observándolo con una sonrisa triunfal en el momento que éste cambió rápidamente de canal.
***
Luego del delicioso festín se fueron a lavar las manos, no sin antes repartirse pequeños besos en el sillón a petición del mayor.
En todo el transcurso de la sala al baño de la casa, SeHun le estuvo preguntando a ChanYeol sobre que tenía planeado en esos cuatro días que ambos tenían de dulce descanso, recibiendo un levantamiento de hombros como respuesta y seguidamente propinándole al poste de luz un fuerte golpe en el hombro por despreocupado. No obstante, luego de la “pelea”, fueron a dar al sillón una vez más dándose cuenta que eran las 2 de la tarde y ninguno de sus amigos aparecían, pero para suerte de SeHun había recibido minutos antes un mensaje de SuHo avisándole a ambos del paradero de cada uno.
Dejando eso de lado, el castaño le propuso al rubio ver una película -ahí en la casa- que hace días compró por internet y que ayer llegó. SeHun no se opuso, pues no tenían más nada interesante que hacer, y así aprovecharía la soledad en la casa para hacer unas palomitas de acompañamiento solo para él y su exótico novio (por lo raro), luego se las arreglaría para que salieran o algo por el estilo, estar encerrado en casa no es completamente un “descanso”. En parte, pero no del todo.
Cuando las palomitas estuvieron en su recipiente, SeHun optó por agregarle sal, bastante sal, las palomitas saladas acompañadas de refresco eran lo suyo, y, no es como si estuviera cierto KyungSoo o SuHo impidiéndole que lo haga, pues estaban solos. ¡Yeah!
Por otro lado, ChanYeol ya estaba tirado en el sofá con el control en mano esperando a que su principesco cara de Póker apareciera con la bandeja llena de sal. Ugh, odiaba la sal pero bueno, no se podía hacer nada.
“Bebé, No le agregues mucha sal” gritó el más alto mientras dirigía su mirada a todos lados buscando alguna clase de distracción.
“Estamos solos, obvio que lo haré” Con las cosas en mano se sentó una vez más al lado de su novio colocando el tazón de palomitas en medio de sus largas piernas apoyando la mayor parte de su cuerpo en el hombro del mismo. No estaba tan entusiasmado con la película pero bueno, ¿Qué más se podía hacer? “Adivino, ¿Una película de tu familia?”
“¿Mi familia?” preguntó el mayor mientras seleccionaba el idioma de la peli.
“Los duendes” no pudo reprimir una leve carcajada al notar como la cara de Yeol se deformaba a una mueca llena de indignación y un deje de ternura.
“¡Amas mis orejas!” se quejó una vez que inició la película “Además, las muerdes cada vez que puedes”
“Sí, porque son graciosas” se acurrucó más en su pecho mientras se llevaba un par de palomitas a la boca olvidándose completamente que hace menos de 30 minutos se atragantó con la comida favorita de JongIn. Será mejor deshacerse de la evidencia antes de que llegue y se dé cuenta que no le dejaron ni una migaja.
“No, la peli no es de duendes. Es de personas con cara de póker”
Park: 1
Oh: 0
“Prefiero mi cara inexpresiva que una voz de ogro y rostro de niña”
Oh: 1
Park: 1
“¿Cómo está el clima allá abajo, enano?”
Park: 2
Oh: 1
“Mejor que allá arriba, Palo de golf”
Oh: 2
Park: 2.
“Pero no te quejas cuando este palo de golf…” señala su propio pene “…Te da bien dur-”
“Abstinencia”
Park: 2
Oh: 263544328756.
“Me las pagarás…” se quejó mientras dirigía su atención a la película que hasta ahora se olvidaron.
“Ajá” sonrió pícaramente.
***
El tiempo que se llevó la película transcurrió con normalidad y total conformidad. SeHun amaba los momentos como esos en los que solo eran su novio y él, encerrados en la burbuja tan hermosa que crearon a base de amor, cariño y comprensión mutua. A veces le daba coraje que no pudiera expresar abiertamente sus sentimientos hacia el mayor sin que recibiera críticas por parte de algunas personas y agentes de la SM, además del desprecio que prontamente se sumaría a las demás consecuencias de sus actos. Es por ello que hace todo lo posible por disfrutar esos pequeños momentos en los que solo son ellos dos y nadie más. Sin disturbios, preocupaciones, peleas con significado y demás.
Oh SeHun ama infinitamente a Park ChanYeol, y es hermoso que éste último se sienta de la misma forma.
***
Exactamente en el minuto 73 con 45 segundos de la película; el teléfono del alto sonó escuchándose un tono característico que ambos conocían perfectamente.
La señora Park.
“¿Crees que sea algo malo?” preguntó el menor mientras extendía su mano y agarraba el teléfono ajeno que descansaba en la mesita de café frente a ellos.
“Nope, es mi madre. Todo está bien” Le arrebató el teléfono de las manos y plantó un pequeño beso en sus labios para luego contestar “¡ChanYeol al teléfono!”
SeHun no hizo más que detener la película y observar a su hermoso novio hablar por teléfono.
Tenía que afeitarse la barba que amenazaba con salir, pensó el menor.
“Si mamá estoy en días de descanso…… no mamá, estoy con Hunnie…… si mamá ya comi- pero déjame hablar mujer”
Se le hacía tan graciosa la situación que no pudo evitar acercar su odio al celular para escuchar un poco mejor.
“Escucha bien ChanYeol que para eso tienes las enormes orejas de Dumbo” SeHun rió bajito “Necesito decirte algo, solo a ti”
“¿Solo a mí?”
“No ChanYeol, le digo a medio mundo si quieres” De nuevo la risita por parte del menor.
“El sarcasmo y tals, mamu” Con esto, Yeol se levantó del sofá y fue a la cocina dejando al maknae con cierta duda que se reflejaba en su rostro. Uy, ¿Algo andaba mal?
Al cabo de unos diez minutos, el gigante apareció y se sentó en el lugar apropiado, junto a su pareja.
“¿Sucedió algo?” preguntó el menor dejando besos fugaces en la quijada del opuesto mientras se acomodaba nuevamente en su pecho.
“Mañana tienes que levantarte temprano” soltó sin recelo.
“Ñooo, estamos de vacaciones” ronroneó cual gatito mientras se reía bajito y realizaba graciosos pucheros a ojos del mayor.
“Es importante, Cariño” dijo seriamente.
“¿Por qué?” detuvo sus movimientos para encararlo y resolver de una vez por todas, el estúpido misterio.
No obstante, ChanYeol le miró dulcemente a las joyas que tenía por ojos acariciando a su vez la mejilla del mismo, mientras sonreía como un mismísimo idiota.
“Iremos a casa de mis padres”
“¿Qué?”