Pareciera natural que lloviera la primera vez que Daehyun realizara un solo, sin los otros chico a su lado. Natural, sí, pero también irónico y un poco cruel; como sí alguien de allá arriba dijera: "Ha, ha, mírate, de pie tú solo delante de esta gran multitud. Ya que es así, ten un poco de lluvia para que te sientas aún peor. Booyah".
Honestamente, que se joda, quienquiera que fuese.
Después de casi tres años de estar en el escenario con otro los otros cinco chicos, los cuáles sabían exactamente qué pasó para llegar ahí, y lo asustado que estaba antes de cada concierto, estar solo ahora era abrumador. Daehyun sostiene el micrófono un poco más fuerte, tensando sus hombros defensivamente a cada pocos minutos, quiere darse una palmada a si mismo mentalmente por querer correr y esconderse detrás de alguien más alto que él, tal vez Junhong. Ni qué decir, si daba la vuelta descubriría que Junhong no está ahí y sería como si le arrancaran el corazón otra vez.
Está a punto de romper a llorar al final de su actuación, logrando encontrar una onza de fuerza que dura el tiempo suficiente para agradecerle a los fans y bajar del escenario, y entonces está -literal y mentalmente- solo.
-Nunca voy a hacer esto otra vez -, se dice a sí mismo mientras se arranca el auricular, dejándolo enredado en su hombro inútilmente. Simplemente no vale la pena, no voy a hacer esto sin ellos.
Su madre lo está esperando en casa, gracias a Dios, con su cálida sonrisa y su plato favorito preparado sobre la mesa. Ella no le preguntó sobre el concierto, no hace otra cosa más que hacerle compañía mientras se come tres tazones de humeante guiso y se excusa antes de irse a su habitacion.
Daehyun está solo. Se hace literalmente para él cuando se inclina contra la puerta cerrada y mira alrededor de su habitación a oscuras; aquí estaba su viejo cartel de 4MEN, aquí estaba su cama familiar, y esa era su estantería justo ahí, llena de libros de historietas que ha tenido desde sexto grado. El encuentra familiar todo y a todos, está bien, muy bien, pero de alguna manera no se siente como si estuviera en casa; es demasiado tranquilo y sin los ronquidos de HimChan o un Yongguk constantemente escribiendo. No está JongUp para sonreirle y ofrecerle un juego de Final Fantasy, no está JunHong para animarlo, no está YoungJae para abrazarlo antes de dormirse.
Ese último hecho golpea sobre todos sus pensamientos, mientras se sienta en su cama, envolviendo las mantas alrededor de él hasta que queda atrapado en un enorme burrito de tristeza. Él solía quejarse de que en la residencia no se sentía como en casa; primero, una casa no olía como si alguien hubiera tirado quinientos calcetines sucios en la sala de estar, y en segundo lugar, un hogar sin duda no tiene ruido todo el tiempo, con JongUp y YoungJae jugando videojuegos todo el tiempo y la práctica de HimChan con su mandarín a cada segundo. Daehyun hizo una gran cantidad de quejas en ese entonces, pero ahora tendría el gusto de tener todo de vuelta -sí, hasta el olor a calcetín.
¿Sabes qué? Él estaría perfectamente bien sin eso sino fuera por la clara ausencia de YoungJae. La cama se sentía vacía sin su calor apretado contra el cuerpo de Daehyun, y su nariz se sentía fría ya que no tenía la opción de enterrarla en la nuca de YoungJae mientras inhalaba su perfumado y fresco olor con un toque de mango.
Es ese tipo de ausencia que se podía sentir por todas partes; en sus brazos, donde se suponía que YoungJae estaría apretado. Sus piernas, donde se suponía que las enredaría con las de YoungJae. Sus ojos, se suponía que deberían estar viendo a YoungJae pero no lo hacen. Sus labios, que deberían estar presionados contra los de YoungJae. Sus oídos, las yemas de sus dedos, sus mejillas, su corazón.
Daehyun está solo.
(Y prefería estar muerto.)
*-*-*-*-*-*-*
Tiene siete mensajes de texto a la mañana siguiente. Uno de ellos es de su padre, que le pregunta si le gustaría unirse a él en su aventura de pesca esta semana, a la que Daehyun responde con un cortés: "Quizás la próxima vez, papá." Él realmente no se sentía con ganas de ir a ninguna parte, por el momento se acurrucó en posición fetal sobre su lado y tiró las mantas sobre su cabeza.
El siguiente es de Yongguk, quien le ha enviado dos mensajes de texto.
De: Bang!
Daehyunnie, buen trabajo! Lo hiciste muy bien!
De: Bang!
Estabas bien haciéndolo solo? :/
Uno de JongUp.
De: Mjup
Hyung, estuviste increíble~
Uno de HimChan.
De: Himujjang
¿Te divertiste? Parecías muy solo...
Uno de Junhong.
De: Jun-hulk
Hyung!!!! Bien hecho!!!!!!!!!!!!! (Seguido por una serie de emojis que Daehyun ni siquiera sabía que existían.)
Y uno de YoungJae.
De: JaeJae
¡¡La vuelta del poder vocal de Daehyun!! ¡¡¡Buen trabajo!!!
Por primera vez en dos días, una sonrisa sincera se hizo presente en el rostro de Daehyun. Un poco del vacío en su corazón se llenó por algo cálido y dorado.
Para: JaeJae
No era realmente divertido sin ti.
*-*-*-*-*-*
-Tienes un invitado -, su madre le dice tan pronto como entra en la cocina cerca de una hora más tarde, con el pelo alborotado y el cepillo de dientes colgando a un lado de la boca.- Está sentado en el jardín. Trate de que entrara pero él insistió en quedarse afuera.
Automáticamente, Daehyun frunció el ceño.- ¿Un invitado? ¿Para mi?
-Es posible que desees terminar de lavarte los dientes antes de salir a la calle -, dijo su madre, con tono de broma, y él se apresuró al cuarto de baño.
Es un día soleado y las aves están chirriando a la ligera mientras Daehyun daba pasos hacia afuera, con la boca limpia y el pelo ligeramente alisado. El invitado está sentado en la hierva con las piernas cruzadas, con un gorro negro en la cabeza y con el ojo derecho presionado contra una cámara. La segunda sonrisa del día se propaga por los labios de Daehyun mientras cierra la puerta y sale a la hierva, con las hojas crujiendo bajo sus pies descalzos.
-Ya sabes, algunas personas llaman antes de hacer una visita -, él reprende mientras se sienta junto a YoungJae, imitando su posición. El más joven ni siquiera mira para reconocer su presencia. Su pelo negro y la correa de la cámara se destaca crudamente contra su piel pálida.
Obtiene una toma y YoungJae chasquea la lengua y juega con el foco de su cámara, acercándose a la flor que estaba tratando de capturar.
Daehyun ríe, en realidad se ríe por primera vez en mucho tiempo. Algo dentro de él se descongela.- Algunas personas también saludan a los que están visitando.
-¿Me veo como una persona para ti? -YoungJae murmura, obteniendo un clic un par de veces más antes de que él aleja la cámara de su cara y finalmente mira a Daehyun.- Hola.
Daehyun resopla.- Impresionante, un saludo bien articulado. Enseñame tus caminos, sempai.
-¿Quieres que te ignore? Porque yo puedo y lo haré. -La voz de YoungJae es grave y llena de advertencia, pero sus ojos están sonriendo y sus dientes se están mostrando, dos filas perfectamente blancas, y Daehyun sabe que en realidad no quiso decir eso. Tiró del más joven dejando su espalda a su pecho y envolvió sus brazos alrededor del torso de YoungJae.
-Me quieres.
-Triste, pero cierto. -YoungJae confirmó con un suspiro. Sus dedos dejaron la cámara para hacerlos correr por el cabello de Daehyun.
Se sientan así durante bastante tiempo, simplemente volviendo a estar en sincronía con el otro después de un mes de separación. Daehyun puede sentir como su ser se descongela mientras una sensación más cálida recorre su cuerpo, esa sensación que sólo lo siente con YoungJae presente. La sonrisa nunca deja su rostro mientras presiona la nariz junto al cuello de YoungJae y respira su olor, limpio y fresco y con un toque de mango, igual que lo hacía antes de que todo se jodiera. Temblores leves le recorrieron cuando las uñas del menor raspaban su cuero cabelludo.
Él realmente extrañaba esto, estar en paz.
En algún momento YoungJae cogió su cámara y comenzó a tomar fotos de nuevo, buscando a tientas la configuración de su cámara y canturreando en japonés -una canción sobre un chico que quería confesarle a un chica llamada Vivi que la amaba, o eso era lo que le permitía entender el poco japonés qué Daehyun tenía. Sin embargo, él nunca dejó los brazos de Daehyun y permanecieron así hasta que las estuvieron lo suficiente bajo las sombras como para comenzar a tener frío.
-Entonces, ¿qué te hizo querer venir a visitarme de repente? -Daehyun preguntó, apoyando la barbilla en el hombro de YoungJae y tomando el calor familiar que éste transmitía. YoungJae se quedó en silencio durante unos minutos, ajustando el enfoque y el zoom antes de tomar una imagen de una oruga.
-Estás solo -, es todo lo que dijo al final, poniendo la cámara hacia abajo para poder ver las fotos que tomó.- Estás solo, y yo también. La soledad sólo puede ser relajante durante un tiempo.
Un pequeño sonido de burla dejó a Daehyun.- Amén a eso. Se siente un poco... Sofocante después de un tiempo.
YoungJae colocó la tapa en su lente de la cámara, poniéndola en su regazo con decisión.
-Exactamente. Realmente ya no sé lo que se siente como en casa, después de tanto tiempo. Es difícil acostumbrarse, ¿sabes? -Él se rió, una pequeña risa amarga, sus dedos jugaban con los de Daehyun.- Después de todo el volar al extranjero y alojarse e en hoteles y aprender nuevas lenguas, el estar sólo en un lugar se siente extraño.
El mayor asintió, presionando sus labios contra el costado del cuello de YoungJae por un segundo.- Es tan extraño, no tener todo eso a tu alrededor.
-En cierto modo lo extraño. -YoungJae estuvo de acuerdo rápidamente.- Solían volverme loco, pero ahora no tener a HimChan hyung cantando todo el tiempo se siente raro. Se siente como si algo faltara.
-Y no olvidemos el rap de Junhong -, Daehyun señaló divertido.
-O de Yongguk en el medio de la noche -, añadió YoungJae.
-Y los videojuegos de Jongup, por supuesto.
-Claro.
Luego está el silencio. El sol se hundió detrás de un árbol, filtrándose a través de las hojas con timidez. Daehyun suspiró, sintiendo a YoungJae hacer lo mismo contra su pecho, y se sintió extrañamente tranquilo; como si la sensación de la respiración del menor le tranquilizara y le dijera que todo estaba bien, que él estaba bien.
Él apretó sus brazos alrededor de YoungJae y suspiró.
-Sin embargo los extraño. -Murmuró en voz baja, apoyando su mejilla en la parte superior de la cabeza del menor, con aquel cabello suave contra su piel.
-Yo también.
*-*-*-*-*-*-*
YoungJae se queda la noche, prometiendo estar tranquilo y después limpiar (sin necesidad, Daehyun le había dicho una infinidad de veces; su madre admira a YoungJae). Él se queda en la habitación de invitados, agradeciendo a los padres de Daehyun una y otra vez antes de dar las buenas noches a todos y cerrar la puerta.
-Él es un joven tan agradable -, la madre de Daehyun murmuró mientras lavaba los platos, completamente ajena al hecho de que nadie los está escuchando.- Muy agradable y tan guapo. Eres muy afortunado de tener un amigo como él, Daehyun-ah.
-Sí. -Daehyun estuvo de acuerdo con una leve sonrisa. No tienes idea de lo buen 'amigo' que es.- Sí, soy afortunado.
Él no durmió en su propia cama esa noche, en lugar optó por escabullirse a la habitación de YoungJae después de que todo el mundo se quedó dormido. YoungJae estaba adorablemente confundido cuando Daehyun envolvió sus brazos alrededor de él, haciéndole tensarse para luego relajarse con un suspiro, fundiéndose en Daehyun con soltura.
-Me preguntaba si finalmente vendrías.
-Lo siento -, susurró el mayor, besando su frente.- Tuve que esperar que mis padres se fueran a la cama.
YoungJae tarareó y picoteó los labios del mayor antes de enterrar su rostro en el pecho de Daehyun y quedarse dormilón una vez más.
Daehyun se quedó ahí por una cantidad bastante razonable de tiempo, tratando de conciliar el sueño a pesar de la emoción de tener finalmente a YoungJae en sus brazos, de finalmente sentirse completo otra vez.
Entonces cae en él, y la conclusión le hace sonreír y cerrar sus ojos, sintiéndose en paz con el mundo.
YoungJae es su hogar.