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Odio mi empleo... pero lo necesito (En proceso de edición) por Princesa de los Saiyajin

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Notas del capitulo:

¿Me extrañaron? ¿No? Bueno, de todos modos les traje otro capítulo.

6

Pareja oficial

 

—Vegeta, ¿por qué no quieres que te bese? Si es por lo de tu empleo, déjame decirte que no me interesa que hayas trabajado ahí, conozco las razones que tuviste y...

     —No es por eso—lo interrumpió.

     —Entonces, ¿por qué? —preguntó confundido.

     —Porque tengo que ir a cumplir con mi trabajo, me será difícil serte fiel—lo miró seriamente—. No te mentiré, también me gustas, pero no podré darte el lugar que mereces porque tendría que hacer…

     —¡Pero a mí no me importa eso!

     —¡Pero a mí sí! —se hizo un enorme silencio entre ambos hombres. Hasta que el Son decidió volver a hablar.

     —Vegeta, ¿a qué hora abren en ese lugar?

     —A las ocho... ¿por qué preguntas? —respondió sin comprender.

     —Porque quiero ir a hablar con tu jefe—le dijo con un plan en mente.

 

***

 

Se dieron las ocho, y Vegeta ya había explicado cuánto debía, lo que recibía de ganancia, el tiempo casi exacto que llevaba trabajando, entre otras cosas. Aún no comprendía por qué el Son quería saber todo eso, ni tampoco por qué quería acompañarlo.

     Goku había ahorrado la discusión con su hermano, puesto que cuando regresaron a su oficina el mayor ya se había retirado. El Son acomodó unas últimas cosas, hizo unas cuantas llamadas, y finalmente tomaron un taxi. Al llegar, entraron al establecimiento.

     —Así que éste es “El Guerrero Legendaro”—murmuró.

     Había mesas, una especie de escenario sobre el que bailaban varios chicos. También, por la pared, había cortinas que tapaban pequeñas habitaciones donde había camas. Se sorprendió del intenso olor a tabaco y a licor, así como a perfumes tanto femenino como masculino.

     Veía que había un gran público de hombres y unas cuantas mujeres ahí. Se sintió increíblemente incómodo, de cómo se sentía entre un nido de animales lujuriosos que buscaban saciar sus “instintos” tocando a los diferentes empleados que servían bebidas.

     Al fondo había una puerta, vigilada por dos hombres grandes y fuertes. Caminaron hacia allí, Goku siguiendo a Vegeta, sintiendo cada vez más molestia en su ser al ver que la única razón por la que lo dejaron entrar es porque acompañaba al de cabellera en forma de flama, a quien ya tenían perfectamente identificado. Broly estaba sentado en una silla, detrás de un escritorio con dos hombres de grandes músculos, uno a cada lado. Este, al ver a Vegeta, sonrió con cinismo.

     —¿No deberías estar trabajando, Veggie?

     —No, él debería estar estudiando ahora mismo—se metió en la conversación Goku, lo miraba con gran seriedad.

     —Disculpa, ¿quién eres tú? —preguntó ofendido y a la vez molesto.

     —Eso no es importante...—se apoyó contra el escritorio, mirando seriamente a aquel hombre. Los dos guardaespaldas que iban con él se pusieron a la defensiva.

     —¡¿Cómo te atreves a…?!

     —¡Cállense! —Broly hizo un ademán para que ambos se retiraran. A regañadientes se alejaron, amenazando con la mirada a Goku, quien ni se inmutó.

     —Disculpe, señor Broly, un sujeto dice que necesita hablar con usted. Dice llamarse Gohan—interrumpió entrando, ya que era un empleado de seguridad de los que vigilaban la puerta por fuera.

     —Hágalo pasar—respondió Goku.

      Broly, con una seña, le dijo al hombre que así lo hiciera. Un pelinegro entró, vestía un traje gris, y llevaba un maletín.

     —¿Quién demonios es él? —preguntó el dueño de ese lugar.

     —Es mi abogado, él arreglará todo lo que tenga que ver para que Vegeta ya no trabaje aquí...

     —Él tiene que pagarme una cantidad muy fuerte, no creo que la tenga...

     —La tiene.

      Un poco molesto, se puso a pensar unos minutos. El pelinegro era una mina de oro, no podía dejarlo ir tan fácil. Un empleado que había ganado gran popularidad entre sus clientes mas

     —Aceptaré el dinero, pero tendrá que hacerme un último trabajito. Vegeta, puedes ir pasando a la habitación de al lado...

     —¡Déjate de juegos! —Goku golpeó el escritorio con fuerza, comenzando a fastidiar al otro—. Creí que sólo lo tenía aquí por el dinero que le debía... —intentó confrontarlo. Goku tenía una brillante idea en mente.

     —Así es...

     —Entonces pagaré y se irá—dijo como afirmación.

     —Ni siquiera sabe cuánto le falta para saldar por completo la deuda, ¿o sí?

     —Sí, me falta una cuarta parte—dijo al fin Vegeta. Había hecho cálculos en la oficina con ayuda de Goku. Todavía tenía un ligero nudo en la garganta, se sentía bastante acorralado ante la mirada de aquel hombre.

     —Veggie, Veggie, Veggie... Una cuarta parte es lo que me has pagado.

     —No es posible, llevo dos años y...

     —Le pagará el precio inicial, pero esto acabar ya—dictó el menor de los Son.

     Gohan sacó unos papeles de su portafolio, y los colocó sobre el escritorio. Les entregó una pluma, y empezó a hablar.

     —Firme aquí—le señaló un lugar específico.

     Luego de leer, firmó resignado, y sus guardaespaldas también, pero ellos lo hicieron como testigos. Goku y Vegeta firmaron esas cuatro hojas, y después el abogado las guardó.

     —¿No te falta entregarme algo? —preguntó intentando ocultar el gran enojo que tenía.

     —Toma...—le dijo y firmó un cheque

     Los tres salieron de ese lugar, aunque Gohan estaba nervioso y sonrojado, ya que un chico de cabellos lilas hasta los hombros le agarró el trasero. Una vez afuera, y de haber caminado unas calles, se detuvieron a conversar.

     —Gohan, te agradezco que hayas venido...—le decía el de cabellera alborotada.

     —Descuida, primo, ese es mi trabajo. Y, Vegeta, espero que ahora puedas sentirte tranquilo, ya no cargas ese peso—colocó su mano en su hombro—. Cuida de Goku, es bastante distraído a veces—le susurró, Vegeta soltó una risita. El Son menor se acercó a ellos.

     —Quería pedirte que me des las hojas... —le pidió amablemente. El otro pelinegro, que era de su estatura, le entregó las cuatro hojas. Goku las miró, pero le regresó una—. Consérvala—dijo—.Yo guardaré en la oficina. Nadie podrá encontrarlas entre tanta papelería que tenemos.

     Así, después de ese reparto, Gohan se despidió de su primo y su nuevo amigo. Los dos comenzaron a caminar por la acera, tratando de alejarse de aquel lugar horrible.

    —¿Por qué, Kakarotto? —el más alto lo miró confundido. Pareciera como si todo aquel enojo se esfumara y ahora quedaba el mismo Goku sereno y animado de siempre—. Te pagaré cuando…

     —No es el dinero, Vegeta. No quiero nada a cambio—bajó la mirada—. Verte pasándola mal, ver a mi propio hermano tratándote de esa manera…—miró al más bajo—. Merecías ser libre, Vegeta. Quisiera que esta vez puedas cumplir tus sueños—le sonrió—. Además, Tarble te necesita. Lo he notado cuando me quedo hasta tarde, te va a buscar casi siempre en las noches. Deben estar juntos.

     —Pero…

     —Sólo quise hacerlo—le sonrió—. ¿Te llevo a casa, Vegeta?

     —¿Eh? Claro, está bien.

     Siguieron despacio, tomaron otro taxi de vuelta a la empresa, y ahí esperaron un poco en el estacionamiento, encontrándolo ya vacío.

     —Vegeta—llamó, el Saiyan lo miró—. Ahora que eres libre… ¿aceptas ser mi pareja?

     —¿Eh? —sonrió de medio lado—. Yo… Acepto.

     La mirada del Son se iluminó, se colocó frente a él y le tomó las manos—. Gracias, Vegeta—susurró. Se acercó más a él, sus ojos brillantes y emocionados no pasaron desapercibidos para el menor, que se perdió un poco en ellos.

      —En serio me gustas, Vegeta…—susurró.

     Acercaron sus rostros, uniendo sus labios en un dulce beso. En la soledad de ese lugar, ahora siendo correspondidos, podrían estar juntos. Ya nada le impedía a Vegeta ser feliz junto a su chico de cabello alborotado...

Notas finales:

Y.... ¿qué les pareció?

Sinceramente, siento que ya no sirvo para escritora :/

Dejen sus críticas y comentarios...

¡Hasta la próxima!

~~~Insectos~~~

 

Notas extra:

Primera edición: 2015

Segunda edición: (08/06/2021) By Near


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