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Dulce tentacion por GideonBlack

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Notas del fanfic:

Bueno..! Volvi (?)

¿Me extrañaron? Ok.. Yo se que no.... T.T

 

Notas del capitulo:

Esta historia nacio, de un rol que hice hace poco...

Y me gustaba mucho, la pareja.!!

Creo que tengo que aclarar que me gusta hacer parejas raras!

Bueno.. a leer!

Era un día muy caluroso y Yang Yoseob se encontraba junto a la laguna natural que se formaba en sus tierras, un lugar precioso que atesoraba por la paz que le traía cada vez que venía, el lugar era todo verdor y el agua cristalina, y con cuarenta grados de calor el agua llamaba a un baño. Hasta hacía poco había estado encerrado en su despacho revisando la lista de suministros que requerirían sus trabajadores para reparar las vallas de la zona norte de su propiedad. Su estancia era su orgullo, ya que había pasado de generación en generación durante más de quinientos años. Hasta él por supuesto, ya que era gay y no tenía planes de casarse solo por tener un hijo.

Últimamente se había sentido realmente solo, nunca se había atrevido a vivir con otro hombre en su vivienda, cuando sentía la necesidad de un cuerpo caliente, se iba por unos días a una ciudad que tuviese todo lo que un hombre gay necesitara. No se le hacía difícil encontrar hombres ya que era bastante atractivo, con un tono de piel bronceada, cabello rubio, ojos morenos y con una estatura de un metro ochenta. Pero acá en su tierra era otra cosa, tenía que guardar las apariencias para no perder el respeto de sus trabajadores. –Uff… este calor esta agobiante. -se acercó bajo la sombra de un árbol, se quitó la camisa junto con su sombrero y se recostó apoyado en el tronco del árbol. El silencio lo adormeció, durante unos minutos. Por lo que despertó sobresaltado cuando sintió un fuerte chapoteo proveniente del agua, se sentó y despejo su mente antes de ver qué lo había sobresaltado.

En el lago había alguien bañándose, desde donde estaba no podía ver quién era, por lo que se levantó un poco molesto por la interrupción, todos los trabajadores sabían que a ese lugar solo tenía acceso la familia. A la persona en el agua no la conocía, estaba de espaldas a él, por lo que no veía si era hombre o mujer, la piel le llamó la atención ya que la tenía blanquísima, cosa muy extraña por esos lugares y cuando se tiró a nadar pudo ver un precioso culo.

Por lo que guardó silencio y observó detenidamente su cuerpo mientras esta persona se bañaba. Sonrió y soltó un suspiro de satisfacción ya que el invasor era un hombre, un hombre divino. Éste estaba flotando sobre su espalda por lo que pudo ver claramente su pene y retuvo la respiración cuando se dio cuenta que estaba depilado, no tenía ni un pelo alrededor de su miembro, lo que trajo a su mente imágenes calientes.

El hombre, mejor dicho "el chico", ya que no representaba más de veinte era lindo, de rasgos delicados, cabello pelirrojo, delgado y mucho más bajo que él. Se empezó a sentir incómodo ya que tenía una erección durísima, que pedía alivio a gritos. Sonrió al ver que el chico se deleitaba con el agua, totalmente ajeno a que había alguien observándolo. Decidió arriesgarse, soltó su cinturón, se agachó para sacarse las botas antes de quitarse el pantalón, a este le siguió el bóxer y los calcetines. Una vez desnudo trato de entrar en el agua lo más en silencio posible. Donde estaba el chico no era tan profundo, por lo que llegó junto a este.

-No sabía que el lago era mágico- le susurro al chico con voz profunda.

Éste al sentir la voz se asustó y empezó a hundirse y tragar agua, por lo que Yoseob lo tomó junto a su cuerpo, le costó un minuto al chico dejar de toser y mirarlo asustado.

-¿Te sientes bien?- pregunto mientras sus manos recorrieron la espalda de éste hasta llegar a su glúteo, el cual agarró firmemente. El chico soltó un respingo, lo que lo hizo quedar más pegado a él, sus penes tocándose.

El menor lo miró con la boca abierta al sentir su erección, no quería que hubiese dudas en el pelirrojo con respecto a su intención por lo que se restregó contra su ingle, lo que hizo que el más delgado gimiera y se ruborizara. Por un momento el rubio creyó que estaba cometiendo un error, pero al sentir como él se ponía duro, sonrió y se inclinó sobre su oído. -¿Dónde te escondías que no te había visto antes? ¿O eres la ninfa varón de este lago?- al escucharlo el chico sonrió suave y se pegó más a él.

-¿No será al revés? Usted está… - se detuvo de golpe y se sonrojo.

-Hey, dime… no hay de qué avergonzarse. Te siento muy bien contra mi cuerpo, eres precioso. Y tus ojos son los más lindos que he visto nunca, ¿De qué color son?-pregunto mientras acariciaba la espalda baja del pelirrojo.

- Son de color miel… iba a decir que usted está caliente… -se sonrojó más al sentir que el hombre soltó una carcajada.

-Pues yo diría que tú me tienes caliente- susurro el rubio, dando una leve lamida en la oreja del menor.

-Oh…  ¿En serio?- coqueteó el de delgada figura, con un adorable sonrojo en sus mejillas.

-¿Tienes alguna duda?- Yoseob sonrió de lado y  restregó su erección contra el pene del menor.

Se inclinó y tomó la boca del pelirrojo por asalto, éste lo acepto gustoso, por lo que en menos de dos minutos ambos estaban muy excitados, Yoseob levantó al chico y lo hizo colocar sus piernas por sus caderas, por lo que acarició libremente esos dos globos perfectos, y con su dedo trató de invadir el agujero, éste no se alejó cuando lo penetró, por lo que continuó tocándolo íntimamente. El chico gemía de placer.

-Sigue, me encanta- le pidió el pelirrojo al sentir que él retiraba los dedos.

-¿Estás seguro?- pregunto mirando directamente a sus ojos.

-Sí, lo estoy. Este lugar es mágico, hace que sienta bien lo que está sucediendo. Por favor sigue, nunca me había sentido así antes- se sonrojo ampliamente al proferir esas palabras.

-¿Cómo así?- susurró, mientras lamia el cuello del muchacho, degustando un picante pero delicioso sabor.

-Nunca me he sentido tan bien con alguien, contigo lo siento bien. ¿Entiendes?- preguntó indeciso el pelirrojo.

-Sí, pequeño te entiendo, para mi es igual. ¿Me dejarás hacerte el amor?- pregunto el rubio, besando la nuez de Adán del pelirrojo.

-Eh… Ni siquiera sé cómo te llamas- dijo el chico sonrojándose ante las palabras dichas.

Yoseop sonrió y besó los labios del menor. -Ya tendremos mucho tiempo para conocernos, no te dejaré ir de mi lado, no ahora que te he encontrado- susurro mirando al más pequeño con cariño.

-¿Por qué me quieres junto a ti? Apenas me conoces- dijo el muchacho con una mueca extrañada en su rostro.

-Dime algo… ¿te gusto?-pregunto el más alto mirando los hermosos ojos del pelirrojo.

-Sí, me gustas mucho- susurro el menor con las mejillas sonrosadas.

-Eso es todo lo que necesitaba saber-susurro el mayor. Luego tomó firmemente al chico en sus brazos y lo llevó hasta la orilla del agua, lo tendió sobre el pasto, junto a la ropa de ambos. Se tendió cubriendo todo el cuerpo del pelirrojo con el suyo teniendo cuidado de no aplastarlo, tomó su rostro y besó sus labios. Lentamente éste se relajó y abrió la boca, por lo que él introdujo su lengua, y tocó sensualmente la del más delgado. Con sus manos tocó el pecho del hermoso hombre que tenía bajo su cuerpo, y al sentirlo gemir de deseo, soltó sus labios y se inclinó para besar su pezón, éste al sentir su boca jadeó y sujetó firmemente su cabeza sobre su tetilla, antes de guiarlo hacia la otra. Sonrió con sorna al ver las acciones del menor- ¿Te gusta?- su voz se escuchó entre jadeos y sonidos de succión.

-Ohh… sí… me encanta, sigue… -El pelirrojo se retorcía de deseo entre sus brazos, por lo que el rubio buscó entre sus nalgas hasta encontrar su premio, se llevó los dedos a su boca y los mojo con su saliva. Luego se arrodilló entre las piernas del muchacho para verlo mientras introducía sus dedos en su agujero, era caliente ver como sus dedos eran absorbidos avariciosamente por el chico-Me tienes caliente…-susurro mientras lamia el lóbulo del menor, sintiendo los estremecimientos y los cortos gemido de parte del menor- ¿Quieres mi pene aquí?- preguntó, moviendo los dedos en el interior, éste retuvo el aliento cuando tocó algo dentro de él.

-¡Sí! por favor, hazlo ya… Te deseo… -se movía libremente tratando de buscar más placer.

-Hey… tranquilo o me correré. Mira que con solo mirarte me tienes caliente.-susurro el mayor dedicándole una mirada cargada de deseo, sintiendo su miembro totalmente duro.

-¡Hazlo! –susurro el menor exponiendo mejor su entrada y pasando la lengua por su labio inferior.

Yoseob observo que el menor estaba preparado, por lo que tomó su pantalón y buscó su cartera, dentro había un condón. El pelirrojo observaba cada uno de sus movimientos.

-¿Me dejas ponértelo?- pregunto el más chico suavemente. Yoseob sonrió de lado y  le tendió el paquetito, lo vio llevárselo a la boca y romperlo con sus dientes, sacó cuidadosamente el preservativo y se acercó al rubio, éste jadeo cuando el chico tomo su erección y la chupó antes de colocar la protección- Tienes un sabor muy rico…-susurro eróticamente el pelirrojo.

-Hey… ven aquí ya no aguanto más- ordeno el rubio, sus ganas de enterrarse completamente en ese apretado agujero lo estaban matando.

Atrajo al pelirrojo a sus brazos y lo besó. Con sus manos recorrió cada centímetro de su cuerpo, cuando sintió que este jadeaba, lo recostó y busco su agujero, tomó su propia erección con la mano y la guió hasta donde el joven deseaba. Se introdujo lentamente, el muchacho decía incoherencias por la excitación. Una vez que estuvo totalmente dentro de él se detuvo para no correrse, ya que el placer que estaba sintiendo al sentirse apretado por los músculos internos del chico era realmente exquisito. Nunca se había sentido tan bien con otro hombre. Una vez que se calmo un poco, empezó a moverse lentamente al principio.

-Hazlo más fuerte, duro!-decía el menor con la cara sonrojada debido a la excitación y al sentirse tan lleno.

-Despacio… puedo hacerte daño- Yoseob no sabía porque carajo estaba diciendo eso, si se moría por poseerlo.

-No lo haces, ya me acostumbré a tu tamaño… Mmm… Vamos hombre sexi ¡jódeme!-susurro el pelirrojo tratando de mover su cuerpo contra el pene del mayor.

-¿Hombre sexi?- Pregunto el mayor con un deje de diversión en su voz, sonrió y besó al chico antes de envestirlo enérgicamente, lo sintió jadear y eso supo a la gloria.

Mientras lo penetraba su cabeza se vació de todo pensamiento y se concentró en el placer que estaba sintiendo. Tomó las piernas del joven y las subió sobre sus hombros para llegar más profundamente dentro de éste –Dios… No aguanto, voy a correrme ya. Tócate bebé, para que acabemos juntos-susurro acelerando los movimientos de su pelvis.

El pelirrojo tomó su propia erección y empezó un movimiento de arriba y abajo con ésta. Luego de unos minutos, de su pene salieron chorros de semen que cubrieron su pecho, al verlo Yoseob se inclinó y pasó su lengua sobre las manchas de semen y luego besó al chico llevándole su propio sabor. Éste lo acepto gustoso. El rubio cortó del beso y agarró firmemente las caderas del menor antes de envestirlo mas duro.

Éste gemía y le rogaba que lo hiciera más fuerte. Sentía que ya no podía aguantar más, por lo que se dejó ir y se corrió como nunca antes lo hizo.

Cuando terminaron ambos jadeaban en busca de aire con que llenar sus pulmones. Se salió suavemente del pelirrojo y se tendió junto a éste, atrayéndolo a su pecho.

-Gracias…-susurro el de piel blanca. Dejando un suave beso en el amplio torso del mayor

Yoseob lo miró extrañado, y sonrio el sentir el beso, acariciado el cabello del menor- ¿Por qué me das las gracias?- preguntó besando la frente del chico y dedicándole una amplia sonrisa.

-N- Nunca nadie se había preocupado de que yo sintiese placer-susurro escondiendo su colorado rostro en el torso contrario.

-Entonces, has estado con gente muy egoísta entonces-el mayor hizo una mueca, acariciando la delicada espalda del pelirrojo.

-Mmm… sí… nunca esperé encontrar a alguien acá.-dijo un poco más calmada y con un deje de sorpresa en su voz.

El mayor sonrió al escuchar aquellas palabras- Sabes… ahora que te tuve no dejaré que te alejes de mi lado- sonrió y beso la cabeza del menor.

-¿E-En serio me quieres junto a ti?- preguntó el pelirrojo esperanzado, apareciendo un lindo sonrojo en sus mejillas.

-¿Por qué no querría?- pregunto extrañado el rubio- Ya sé que eres fogoso, te deseo… y quiero llegar conocerte- mientras decía aquello le acariciaba la blanca piel.

-Y-Yo también quiero conocerte. Solo espero que no haya problemas con el jefe y sus empleados.-susurro con un cierto desconcierto en la voz, dejándose acariciar-

-¿A quién te refieres?-pregunto el rubio, observando el lindo contraste de ambas pieles juntas.

-Me refiero al señor Yang Yoseob, ehm… no sé si me correrá si se entera de que soy gay.-susurro el más pequeño, dejando escapar un sonoro suspiro.

El pelirrojo se  quedó asombrado al ver que el hombre rubio y sexy explotó en una sonora carcajada -No creo que haya problemas, cariño. Es más, creo que te tendrá muy junto a él- Al ver que el de piel blanca lo miraba confuso le susurro suavemente en el oído- Yo soy Yang Yoseob- Por un momento el pelirrojo se puso pálido y luego se sonrojó furiosamente, incorporándose un poco y mirar a otro lado.

-Oh dios, Hyuna-noona va a matarme- dijo cómicamente el pelirrojo, con una mueca en su cara…

-¿Hyuna, ella que es tuyo?- le preguntó sonriendo el rubio. Incorporándose y atrayendo nuevamente al pelirrojo a sus brazos.

-Ella es hermana de mi papá. Ósea mi tía. Me invitó a venir acá cuando mi papá me echó de casa.-susurro el pelirrojo, dejando escapar un sonoro suspiro de lastima al recordar los desagradables acontecimientos.

-Oh… ¡Tú eres Jinyoung!-dejo escapar una leve risa- Yo ya sabía que venias… -dijo, acariciando los hombros del menor y sonrió recordando algo- Esa mujer es maquiavélica, me dijo que me tenía un regalo que sería de mi profundo agrado y que me encantaría..

-No entiendo- profirió el pelirrojo, trazando pequeños círculos con sus dedos en el moreno torso del mayor.

-Creo que se refería a ti y no se equivocó. Me conoce muy bien, tal vez más que yo mismo. Ella era mi nana, desde los dos años. Así que, te puedo decir, que ahora que se quién eres no te dejare ir nunca, te atesoraré junto a mí -sonrió el mayor, apretando su cuerpo contra el del pelirrojo, y aspirando su delicioso aroma.

-Pero… si no sabes nada de mí…-susurro el menor un poco indeciso, pro correspondiendo el abrazo.

 El mayor sonrió- Se todo sobre ti, Hyuna siempre me hablaba de ti y te elogiaba mucho-susurro el rubio.

-No lo puedo creer… sabes, creo que tienes razón, ella planeó todo esto-susurro el menor, con una lindo sonrisa en sus labios.

-¿Por qué lo dices?- preguntó el rubio sonriendo.

-Ella habló de la laguna, me dijo que me bañara, que por este lugar nunca anda nadie. Por lo que al ver la belleza de éste lugar, no lo dudé-sonrió dejando que su vista viajara por el hermoso lugar.

-Es una diabla- se carcajeó Yoseob- yo le había dicho que venía para acá y sabe perfectamente que me baño aquí desnudo.

-¿Hyuna-noona sabe que eres gay?-indagó curioso el pelirrojo.

-Lo sabe, ella siempre me decía que tuviese paciencia que el día que menos esperaba encontraría sin tener que buscar a mi alma gemela. Y tenía razón, solo al verte junto a mi tuve un sentimiento extraño en mi pecho- el mayor sonrió ampliamente y lo abrazó fuertemente y luego lo besó tiernamente sobre su pelo ya seco debido al calor que hacía- ¿Me darás el tiempo para conocerte y amarte?

Jinyoung lo miró con los ojos llenos de lágrimas, y se abrazó más a su cuerpo. Se subió sobre él y pasó los brazos por su cuello- Yo estaré feliz de tenerte junto a mí, nunca espere encontrar a un hombre que me quisiera junto a él.

-Pues lo estarás, desde esta misma noche te quiero en mi cama, de donde nunca saldrás. Y al que no le guste, mala suerte para ellos, pueden tomar sus cosas e irse-dicho el mayor, abrazando al pelirrojo contra su cuerpo, y dejando varios besos a lo largo de su rostro

¿En serió no te preocupa lo que digan?-susurro el menor, dejándose hacer, para mirarlo  a los ojos

-¿Por qué habría de importarme?, Yo soy el dueño de todo esto, yo tomo las decisiones, por lo que al que no le gusta puede irse.-dijo con firmeza.

-Creo que ya estoy enamorándome perdidamente de ti, nunca nadie hizo algo así por mí-susurro el pelirrojo, con sus mejillas completamente sonrosadas- Gracias Yoseob

-No me des las gracias, ambos nos tendremos, y ya me siento muy feliz de tenerte solo para mí-comento el rubio con una amplia sonrisa en sus sensuales labios.

-¿Qué tan feliz?-preguntó Jinyoung con picardía y una muy sensual sonrisa ladina.

-¿Ya quieres más?- pregunto divertido el mayor y sonrió al sentir la erección del chico sobre su estomago- Creo que alguien está pidiendo atención a gritos…

-¿Qué esperabas?, eres demasiado excitante, solo de sentirte junto a mi me pongo duro.-susurro el menor, dejando el pudor bien guardado.

-Me alegro por que tú me produces lo mismo- dijo besando al chico, gimió de placer al sentir que su lindo pelirrojo restregaba su erección contra la suya- Creo que éste verano tendremos muchas escapadas a la laguna-comento divertido

-Oh… no solo a la laguna, vi que tenías un escritorio muy firme, mientras mi tía me mostraba tu casa.-susurro el pelirrojo con picardía

-Y una bañera, un mesón, un sofá gigante, una cama, el suelo junto a la chimenea. Diablos, solo de pensarlo me pongo caliente- comento el mayor. Al sentir su propio miembro llenarse al imaginar las cosas que harían en la casa.

-Pobrecito, ¿Quieres que haga algo con esto?- preguntó el pelirrojo, envolviendo firmemente la erección de Yoseob en su puño.

-Haz lo que quieras, soy todo tuyo-gimió y lo dejó hacer, disfrutó con los ojos cerrados todo lo que su pequeño hombre le hacía- Creo que nunca me he sentido tan completo- Jinyoung sonrió y le guiño un ojo mientras chupaba su miembro palpitante.

 

Notas finales:

Si lesgusto Dejen Rw

Si no les gusto Dejen Rw

Ahahaha..

Estaba pensando en adaptar "Manada Brac" de Lynn Hagen...

¿Les gustaria?


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