Las paredes se cimbraban debido al alto volumen de la música, el lugar estaba repleto de cuerpos sudorosos de adolescentes con las hormonas por los cielos, y el alcohol y drogas corriendo por sus venas, bailando por grupos friccionándose uno contra otro o bien tratando de entablar una conversación por sobre de la música, alejado de todo esto se puede vislumbrar a un pelinegro el cual parece buscar algo con la mirada, mostrando una clara mueca de fastidio al no encontrarlo, sin percatarse de que por detrás se aproxima hacia él una cabellera rubia.
-¿Por qué la cara de estreñido Tucker?- lo saca de sus pensamientos una voz con cierto tinte burlón, se gira hacia el dueño de aquella voz y responsable de su actual molestia.
-¿Por qué la cara de imbécil McCormick?- así es, la persona que está frente a Craig es el rubio idiota del team contrario, el cual no encontró nada mejor que hacer ese día que joderle la existencia y por ello ser el causante de que ahora quiera moler a golpes a la primer pobre alma que tenga la mala suerte de cruzarse en su camino, afortunadamente (o tal vez no) esa persona no será Kenny.
-¡Oh, vamos Craig!, si dejarás de ser tan cortante y amargado por unos momentos de seguro obtendrías un buen polvo- le dijo con tono juguetón.
-Y si tú dejarás de ser una puta que va tras cualquier par de tetas que le pasan por enfrente no tendrías un puto circo de enfermedades de las cuales algunas se desconocía su existencia- respondió el azabache bastante encabronado.
El ojiazul se llevo una mano al pecho y la coloco sobre su corazón, fingiendo sufrimiento -Eso dolió.
-Me importa una mierda- espetó rodando los ojos y empezando a encender un cigarrillo.
El menor hizo un puchero y cruzo los brazos -Si tanto odias estar aquí ¿entonces por que viniste?
Craig frunció el ceño, y le dio una calada al cigarro sintiendo como el tabaco inundaba sus pulmones para finalmente expulsar intencionalmente el humo en la cara del rubio, el cual empezó a toser un poco por lo recién inhalado -Oh no lo sé McCormick, ¿no será acaso porque un idiota me estuvo jodiendo todo el puto día para que aceptara venir, y para colmo apenas llegamos el muy subnormal se larga a coquetear dejándome solo en una estúpida fiesta a la cual no quería asistir?- contestó fulminándolo con la mirada.
Kenneth se llevó ambas manos a las mejillas con fingida sorpresa -No me lo creó- exclamó.
-¿Qué?- cuestionó dándole una nueva calada a su cigarrillo.
-¿Acaso el gran Craig váyanse-todos-a-la-mierda Tucker está celoso?- preguntó el chico pobre con diversión.
El pelinegro abrió grande los ojos por unos instantes, a la vez que un imperceptible sonrojo invadía sus mejillas, aunque esto no duro mucho ya que enseguida lo ocultó frunciendo el entrecejo -¡Vete a tomar por culo McCormick!- exclamó levantando el dedo corazón.
Kenny sonrío felinamente al oír estas palabras -Esa es una propuesta muy interesante Tucker- dijo mientras se apegaba a él.
El ojiámbar arqueó una ceja -¿Qué planeas Kenneth?
-Bueno tú lo has dicho-
-¿Te irás a tomar por culo?- le interrumpió el pelinegro haciendo una mueca de molestia no agradándole la idea
El de parka negó con la cabeza -Yo te obligue a venir, así que ahora me encargaré de que te diviertas- pronunció estas palabras haciendo unos suaves movimientos de cadera.
El más alto relajó su rostro aliviado, pero enseguida volvió a adoptar la expresión de antes -¿Quieres follar conmigo?- ¿qué se cree Kenny, que todo se puede solucionar con sexo?
-No, solo quiero bailar un rato contigo, y ya deja de hacer gestos que te saldrán arrugas- soltó una pequeña risita reforzando sus palabras tocando la frente del mayor.
-La música es horrible- contestó ignorando la última acción del rubio.
-Lo sé, pero no lo tomes en cuenta, solo déjate llevar- dijo pegándose un poco más contra su cuerpo.
-No quiero unirme a esta gilipolles- negó mientras lo empujaba con sus manos para separarle de sí.
-Oh, vamos Craig por favor, solo esta vez ¿si?- rogó el más bajo haciendo ojos de perrito.
Craig lo observó durante unos segundos que a Kenny le parecieron horas, hasta que finalmente el pelinegro se rindió soltando un suspiro, con Kenneth no se podía lidiar (además de que era difícil para el chico problemático resistirse a la cara que acababa de hacer el ojiazul), así que accedió -Bien Kenneth tu ganas, bailaré contigo a pesar de que muy probablemente pareceremos putos animales en celo como los imbéciles de allá-señalo con un leve movimiento de cabeza hacia el centro del salón donde estaba un grupo de jóvenes restregándose unos contra otros.
La sonrisa de Kenny al darle una respuesta afirmativa no tuvo precio para Craig, así que simplemente pensó ¿qué tan malo podría ser bailar con Kenny esa noche?
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