Capítulo 9: Acepto… Vamos a conocernos…
Ese día continuó normal, Vegeta ya no sintió aquella mirada tan penetrante de Goku encima, ni tampoco aquella mirada desconocida, ni tampoco la de Broly. Parecía que ese día, todos se pusieron de acuerdo para comportarse de forma decente. Trunks y él se ignoraron lo más que pudieron, ya ninguno de los dos se aguantaba, y eso que ni cumplían 3 días trabajando juntos.
Broly se daba cuenta de la situación, pero intentaba no prestarle importancia: tal vez era una simple rivalidad laboral…
El reloj marcó las 13 pm, momento de descanso de los empleados para almorzar…
Trunks, quien debía quedarse un poco más que Vegeta, fue a reunirse con los demás empleados para tomar un descanso y comer algo, y tal vez conocer a alguien que le enseñara algo más de la empresa. Buscó con la mirada alguna persona solitaria con la que hablar, hasta que vio a un hombre que robó toda su atención…
Goten estaba solo, sentado en una mesa al fondo. A Trunks le pareció un poco raro, ¿por qué estaba tan solo, cuando había asientos vacíos en otras mesas? Comenzó a acercarse a él, sintiéndose extrañamente nervioso, como nunca antes
-Hola, ¿puedo sentarme aquí? – Pidió ocultando sus nervios, el pelinegro levantó la vista y lo miró algo intrigado, pero pronto dibujó una leve sonrisa en su rostro.
-Claro, siéntate. –Trunks se sentó frente a él -¿Eres nuevo aquí? –Preguntó demostrando interés. Los demás trabajadores los miraban de forma rara, casi con desprecio. –Ignóralos. –Dijo en voz baja Goten, Trunks volvió a mirarlo
-Sí, entré hace unos días a la sección contable de la empresa.
-Oh sí, bajo el cargo de Broly… -Goten sonrió de forma burlona -Hm, debes estar agobiado, ese hombre es bastante exigente y serio a la hora de pedir el trabajo. –Comentó divertido y con naturalidad, parecía que ya tenía mucha confianza como para referirse a ese hombre así…
Trunks no pudo evitar reír, era totalmente cierto -Lo sé, pero me agrada. – Dijo bajando el tono de voz, recordando que en ese mismo instante Broly debía estar acompañando a Vegeta a la salida… Una mueca de disgusto se mostró en su rostro, Goten lo miró intrigado -¿Llevas tiempo en este lugar? –Se apresuró a preguntar el pelilila, mostrando nuevamente una sonrisa.
Goten dejó pasar aquello…-11 años. Podría decirse que soy de los más conocidos –Murmuró algo decaído, mirando a su alrededor de reojo. Trunks lo miró detenidamente
-¿Y eso es malo? –Preguntó también en voz baja. Se oyó algo preocupado, cosa que incluso a él mismo le sorprendió.
-Hm, no, no lo es… Siempre y cuando no te metas con el jefe… -Respondió encogiéndose de hombros mirando al joven haciéndole unas señas insinuadores -¿Entiendes a lo que me refiero? –Agregó casi en un susurro, Trunks comprendió a lo que se refería, por lo que arrugó levemente el entrecejo.
-Ah, sí… ¿Por eso no se acercan a ti? –Indagó con interés, Goten suspiró pesadamente, mientras miraba hacia otro lado.
-Sí. Cuando solo te interesa competir, no te agrada que haya alguien mejor que tú. A nadie le gusta que el jefe me de aumentos a cambio de “servicios”, pero no entienden que lo necesito. –Explicó angustiado, en verdad necesitaba ese dinero, aunque a sus compañeros les parecía deshonesto la manera en que lo conseguía.
-Oye, yo puedo entenderte. –Dijo con una media sonrisa, Goten lo miró completamente sorprendido -Yo también necesito dinero para asuntos importantes. –Agregó, alegre de encontrar a una persona como él.
-Vaya, tan joven y ya hablas como adulto. –Sonrió radiante el pelinegro, a lo que Trunks se sonrojó levemente…
**
Y una vez más, Raditz se adentró en su casa, sabiendo que a esas horas la mujer detestable estaría tomando una siesta en el segundo piso. La noche anterior no se había quedado en la casa, si no con su hermano, para no tener que lidiar con aquella mujer… Pero apenas puso un pie en su casa, fue recibido de la peor manera…
-¡Eres un estúpido Raditz! –Exclamó colérica la mujer, quedándose parada de forma amenazante justo delante de él. Raditz cerró la puerta con brusquedad.
-¿¡Y ahora qué hice!? –Preguntó más que molesto, con un tono de voz que podría intimidar a cualquiera, pero Fasha ni se inmutó.
-¡Te fuiste, quedaste horrible frente a mi madre! –Le reprochó bastante indignada, había ofendido a su madre y eso no se lo iba a permitir. Raditz gruñó completamente fastidiado
-¿¡Sabes algo!? ¡Me cansé de esa vieja fastidiosa! ¡Yo te elegí a ti, no a ella! –Respondió muy molesto, pero a la vez algo angustiado. Estaba cansado de esa situación, y esa mujer lo sabía muy bien…
-¡Pero ella viene conmigo, si no la quieres, entonces a mí tampoco! –Sentenció finalmente, con la voz quebrada, dándose la vuelta para no mostrar sus ojos llorosos…
Raditz suspiró cansado -Ya, amor, cálmate. Está bien, fingiré la próxima, ya no te pongas mal, hazlo por el niño. –Pidió con tranquilidad, tomándola por los hombros. La mujer se dio vuelta y lo abrazó con fuerza
-Rad, hace mucho que no salimos a ningún lado, no me has llevado a comer afuera ni me has regalado nada desde navidad. –Comentó con tono suave y dulce, ya con la voz normal y sin ni una lágrima en sus ojos. Raditz correspondió el abrazo levemente
-Lo sé, estuve algo ocupado con el trabajo, en la noche saldremos a cenar. –Invitó, con un tono aburrido, que la rubia no pudo notar.
-¡Qué emoción, cariño! ¡Te amo! –Se separó solo un poco, para unir sus labios con los de su pareja en un fugaz beso, que Raditz correspondió a medias.
-También yo… -Respondió, aunque se oía notablemente distante. La mujer lo soltó, y lo miró con sospecha. Raditz miraba hacia un lado, pensativo, recordando lo que vio en la plaza…
-¿¡Acaso me estás engañando, Raditz Son!? –Preguntó de repente, nuevamente exaltada, Raditz se sobresaltó al escuchar el grito, y arrugó el entrecejo indignado
-¡No! ¡Claro que no! Cálmate, no me pasa nada, estoy cansado –Se explicó, para después suspirar pesadamente. –Tranquila, no te estoy engañando, quiero dormir un rato.
Subió las escaleras para dirigirse a la habitación, sin importarle los reclamos de su mujer. En verdad necesitaba descansar un poco, aunque, por lo que vio el día anterior…ese recuerdo no lo dejaría dormir en paz…
-Gohan…
**
En una de las oficinas de aquel enorme edificio, Goku y Milk Lins se encontraban sentados uno al lado del otro en un escritorio, la pelinegra se acercaba lo más que podía al señor Son, quien solo se concentraba en terminar el papeleo.
Goku terminó de revisar el último papel y suspiró aliviado -Muy bien señorita Lins, creo que ya terminamos por ahora. – Se levantó de la silla, para esperar a que la pelinegra se levantara con los papeles.
-Claro que sí, Goku… -Se levantó, y en lugar de tomar los papeles, tomó de la corbata al más alto y la tironeó suavemente para acercarlo a su rostro. -Pero, ¿No tienes un ratito? – Susurró seductoramente cerca de sus labios, sus respiraciones se juntaron. Ella sabía que eso lo volvía loco, pero en ese momento no funcionó…
-Me encantaría, pero tengo asuntos más importantes. –Dijo con serenidad, se soltó del agarre y comenzó a caminar hacia la puerta sin más. Milk estaba asombrada, ¿¡Acaso se había resistido a sus encantos!? Suspiró, y se acercó rápidamente para abrazarlo por la espalda.
-Señor Son, ¿No piensa darme mi recompensa? –Preguntó con tono juguetón la pelinegra, bajando suavemente con las manos hasta los pantalones del más alto, pero Goku se soltó nuevamente.
-Mañana Milk, mañana. –Dijo sin siquiera mirarla, para después salir de la oficina. No era que no tuviese ganas, pero tenía que salir rápido si quería encontrarse a Vegeta, después de todo podría acostarse con esa secretaria cuando se le diera la gana…
Pero Milk no lo vio del mismo modo, ella sabía por qué estaba tan apurado el señor Son, y eso la molestaba y mucho -Seguro va a buscar a ese niño nuevo – Pensó con mucho odio, presionando los puños… -Maldito Vegeta
**
Vegeta acababa de salir de la empresa, y comenzó a caminar por las calles siguiendo su camino habitual. Salió muy tranquilo, ese día no había sido tan traumatizante como otros, Broly se comportaba con un buen amigo, y Goku tan solo se le había acercado por unos minutos…
O por lo menos hasta ahora…
Un auto bastante lujoso se estacionó a su lado, Vegeta lo reconoció al instante, y tragó seco. La ventanilla del asiento del conductor se bajó, dejando ver a su “peor pesadilla”
-¡Vegeta! Qué coincidencia – Comentó cínicamente, con una sonrisa algo ladina en su rostro. Vegeta no se acercó a su auto, se quedó a unos cuantos centímetros y giró la cabeza para verlo.
-Eh, sí, mucha. – Susurró algo avergonzado, otra vez ese hombre posaba toda su mirada sobre él… Goku subió la ventanilla del auto, Vegeta suspiró aliviado, creyendo que ya se iba, pero Goku abrió la puerta de su coche y salió. Vegeta intentó disimular sus nervios lo más que pudo
-Imagino que vas a tu casa, ¿verdad? –Preguntó amigablemente, Vegeta asintió -¿Y no prefieres almorzar conmigo? Yo invito –Propuso con una gran sonrisa, Vegeta se sorprendió completamente, ¿Su jefe lo estaba invitando a comer?
-… N-no quiero molestarte –Se negó apenado, mirando hacia otro lado. En verdad, no podía aceptar esa invitación… aunque, por dentro, no podía negar que quería aceptar su invitación…
-No sería molestia, te estuve buscando exactamente para eso. –Vegeta se sonrojó levemente ante eso -Además, seguro tienes hambre, y el camino a tu casa podría ser largo, ven a almorzar conmigo. – Insistió Goku, mirando directamente a Vegeta.
El menor no sabía ni qué pensar, en parte no quería aceptar esa propuesta porque ese hombre le ponía los nervios de “punta”, pero por otro lado se sintió estúpidamente halagado al pensar que ese hombre tan apuesto estaba interesado en él…
-Yo… Está bien. –Terminó aceptando, con una leve sonrisa. Goku sonrió victorioso, mientras Vegeta se acercaba a la puerta de los asientos traseros.
-No Vegeta, esto no es un Taxi, ve adelante. – Vegeta solo asintió, y pasó por delante del auto siendo seguido por Goku. Cuando estuvo a punto de abrir la puerta, Goku también la tomó, haciendo que sus manos se juntaran. Pero Vegeta quitó la mano inmediatamente, a lo que Goku rió “disimuladamente” mientras la abría –Entra
-Gracias – Agradeció con algo de normalidad, subiendo al auto. Goku cerró la puerta, como todo un caballero, y se subió al volante para comenzar a manejar.
Vegeta observaba el interior de ese lujoso auto con algo de asombro, nunca había visto un auto así de amplio y decorado, lucía digno de un millonario excéntrico como Goku…-¿Por qué me invitaste? –Preguntó con mucha curiosidad.
Goku lo pensó solo un poco -Mmm… Quise hacerlo simplemente. Me interesas, Vegeta. –Confesó sin más vueltas, sin despegar la vista del camino.
Vegeta sintió sus mejillas arder, mientras miraba entre desconcertado y avergonzado al otro. -¿Interesarte? –Casi susurró, solo para aclarar que había oído bien, Goku lo miró por unos segundos dedicándole una seductora sonrisa. -¿Qué pudo haberme visto un hombre tan codiciado como tú, que puede tener a cualquiera que quiera a sus pies? –Se atrevió a preguntar
Goku no pudo evitar reír ante su pregunta -Creo que el hecho de que me rechazaras te hace interesante. Estoy acostumbrado a que me busquen, por eso me llamas mucho la atención, Vegeta. –Explicó inocentemente, Vegeta arrugó el entrecejo, para mirarlo seriamente
-¿Y yo que podría ver en un hombre tan… mujeriego como tú? –Preguntó con cierto tono de desprecio e indiferencia. Aunque, por dentro, sabía que en verdad le interesaba Goku, y que se sentía bien al saber que él sentía lo mismo… Goku lo miró de reojo y sonrió de lado
-Mi encanto te tiene atrapado, no puedes ocultarlo, Vegeta –Comentó con algo de socarronería, el menor se avergonzó por completo, ¿tan obvio era? -Comenzamos con el pie izquierdo, pero se puede mejorar. –Agregó con mucha seguridad
Vegeta desvió la vista, para mirar por la ventana. No sabía qué decir, ya lo había descubierto y lo peor era que quería intentar algo con él, cuando apenas se conocían hace 3 días. -Eres muy confiado. –Murmuró aún sin mirarlo
-Tengo experiencia. Creo que puedo caerte bien si obtengo tu confianza, ¿verdad? – Dijo con una amplia sonrisa y mucho más seguro, si es que eso era posible.
Vegeta dudó un poco, ¿Acaso estaría bien enredarse con un tipo así, sin sentimientos, tan egocéntrico, orgulloso y lo peor de todo, libertino? Aún no entendía lo que sentía, ¿Solo se sentía atraído sexualmente a Goku? ¿O había algo más?... Meterse con ese hombre sería algo malo, pues él solo quería diversión…
Pero por otro lado, no dudaba que estaba interesado en Goku, y que le encantaría estar con él. Le habían enseñado que solo debía aceptar a la persona que amaba, pero… ¿Una relación, aunque sea de unas semanas, estaría mal? –No puedo pensar en eso –Se reprochó, no podía pensar en una aventura así, sin sentido… ¿O sí?
-Sé que parezco el peor hombre que hay, pero míralo por este lado: tú eres un joven inexperto y puro, que de seguro no ha tenido pareja en toda su vida, y apuesto que te han enseñado a entregarte a la persona correcta y blablablá… Pero somos jóvenes, tenemos que experimentar cosas nuevas. La vida es como un trabajo, si no consigues experiencia, pierdes
-Qué profundo.
-A lo que voy es que no puedes vivir toda tu vida encerrado, entre trabajo y estudio, sin saber cómo es la vida, sin saber qué es el placer. No busco que te me entregues esta misma noche, solo dame unos días para demostrarte que valgo la pena en verdad. Una aventura no significa hacer algo malo, ¿Qué dices?
Vegeta lo pensó por última vez… ¿Una aventura sería bueno para su edad, o no? Después de todo, no tenía por qué enamorarse de Goku-…Tal vez… -Respondió luego de un rato, volviendo a mirar a Goku con un leve sonrojo y una sonrisa. Tal vez no podía esperar nada serio de él por ahora, pero quizá con el tiempo podría cambiar… -Solo no me presiones –Agregó cruzándose de brazos.
-Lo tomaré como una oportunidad. –Sonrió triunfante el pelinegro, creyendo que ya lo tenía completamente a sus pies… Pero Vegeta no se iba a entregar a él tan rápido como él quería…
-Y si estás interesado en mí no quiero enterarme de que te revuelcas con otros – Advirtió con rudeza, Goku tragó grueso
-Mierda – Pensó con cierta molestia, pero lo disimuló - Bien, bien, tú ganas. –Respondió con normalidad, pero… - ¿En serio cree que dejaré de divertirme solo por esperarlo? – Pensó risueño, no iba a dejarse controlar por Vegeta, él iba a seguir haciendo lo que quisiera…
Mientras, Vegeta miraba por la ventana con una sonrisa de lado -Se cree que me creí su mentira. No, Son Goku, no vas a tenerme fácil… - Pensó divertido, iba a seguir el juego del más alto, después de todo ¿Qué hay de malo con una aventura así? Era joven, no tenía nada qué perder. No iba a dejarse llevar por él, iba a intentar darle un poco de su merecido…
Pero por dentro, muy adentro, sentía que iba a arrepentirse por su elección…
**
Pasaron unos pocos minutos, Goku llevó a Vegeta a un restaurante, y ahora se encontraban en una de las mesas…
-No creí que en verdad aceptaras mi propuesta, Vegeta. Creí que ibas a seguir torturándote fingiendo indiferencia– Comentó de repente Goku, bastante divertido. Vegeta se sonrojó levemente, sabiendo que había sido descubierto.
-Vanidoso. Si sigues así me arrepentiré –Respondió fingiendo molestia, mirando hacia otro lado. Goku no pudo evitar reír ante su comentario tan orgulloso
-Está bien. ¿Nunca has tenido pareja, verdad? –Preguntó con mucho interés, Vegeta negó con la cabeza -¿Seré el primero? –Mencionó con cierto entusiasmo, ya que pensaba que por ser su primera pareja podría llevarse su virginidad… -Eso será fantástico… - Se relamió los labios inconscientemente de solo pensarlo, por suerte Vegeta miraba hacia otro lado.
-Si te esfuerzas… sí –Contestó casi en un susurro, con cierta sonrisilla maliciosa.
-Bien, tendré mucha paciencia. – Dijo con cierto tono cínico, ya que por dentro pensaba en no cumplir con la advertencia de Vegeta. El de cabellos en forma de flama, arqueó una ceja
-Cada mirada que le eche a cualquiera le costará cara
En ese momento, llegó la camarera para entregarles la carta. Goku le guiñó un ojo de forma coqueta aprovechando que Vegeta estaba “distraído”, pero el menor lo había visto y se lo haría pagar más adelante.
-Elige lo que quieras, yo pago – Dijo Goku con una sonrisa. Vegeta tomó la carta, pero no miró la comida, primero verificó los precios…
-¡Pero esto es muy costoso! –Susurró horrorizado, Goku solo rió ante su comentario tan esperado.
-No lo es para mí, Veggie – Respondió suavemente, pronunciando ese nombre de forma lenta y coqueta. Vegeta sintió su rostro arder por completo, nunca le habían dicho así
-No me digas así –Murmuró molesto, cubriendo parte de su rostro con la carta. Goku se acercó un poco más al centro de la mesa, mirando fijamente al menor.
-Me gusta hacerte sonrojar –Comentó sin más, Vegeta más avergonzado se cubrió completamente con la carta para que no lo viera…
**
Unos cuantos minutos después de aquello, en una universidad lejos de ahí…
-¡Adiós chicos, nos vemos! –Se despidió un alegre joven de cabellos azabaches, comenzando a caminar en una dirección diferente a la de sus amigos. Iba caminando abstraído en sus pensamientos, pensando en su atractivo maestro…
-Gohan es tan lindo… - Pensaba como enamorado, abrazando el libro que traía en sus manos. –Ojala pudiera tener algo con él… - Pensó algo desilusionado, pues creía que sería imposible tener un romance con su atareado profesor…
-¡Tarble! –Lo llamó una voz, sacándolo de sus pensamientos. Volteó, y se encontró justo con ese hombre que ocupaba casi todos sus pensamientos… - Qué sorpresa encontrarte por este camino –Agregó sonriendo, Tarble casi quedó pasmado
-Gohan… -Inmediatamente sonrió al poder ver de nuevo a su maestro preferido… -Sucede que perdí el autobús así que iré caminando. ¿No tienes que trabajar?
-No, ya terminé aquí, ahora tengo que ir a otra escuela que queda más al norte. –Explicó tranquilamente, señalando justamente el camino por el que tenía que ir el pelinegro…
-¡Entonces puedes acompañarme! –Exclamó entusiasmado, sin darse cuenta demostró mucha emoción. Gohan, sonrió con ternura al verlo, Tarble sintió la sangre subirá su rostro -Eh, qui-quiero decir… Yo también voy hacia allá – Agregó titubeante, siguiendo el camino para que no lo viera.
-Claro que te acompañaré. –Comenzó a caminar a la par del menor, quien andaba muy alegre por tener a su amado profesor a su lado - ¿Vives muy lejos de aquí? –Preguntó de repente Gohan
-No, solo a unas 15 manzanas, creo
-No es mucho, creo que podré ir contigo todo el camino. –Sonrió ampliamente, Tarble no podía sentirse más emocionado.
Caminaron un poco más, en silencio, hasta que Tarble no pudo contenerse -Gohan, ¿Vives muy lejos de aquí? –Preguntó demostrando inconscientemente mucho interés, cosa que Gohan notó.
-Vivo en un vecindario bastante alejado de aquí. ¿Por qué preguntabas? –Cuestionó curioso, Tarble nuevamente se avergonzó y miró hacia delante.
-N-no, por nada, solo curiosidad. –Respondió en voz baja, tragando saliva. –Idiota, no demuestres interés – Se regañó, no debía ser tan obvio o podría arruinar su amistad… -¿Y vives solo? –Volvió a indagar, ésta vez con más disimulo.
-Sí, aunque mis padres quieren que consiga pareja, pero la verdad no encuentro a nadie interesante. –Contestó con simpleza, aunque por dentro sabía que mentía, sí había una personita que le llamaba la atención…
-No tiene pareja –Pensó ilusionado Tarble, con una gran sonrisa iluminando su rostro - Seguro pronto conocerás a alguien que te guste, Gohan. –Comentó amablemente, mientras por dentro esperaba que su profesor se fije en él…
Gohan lo miró detenidamente unos segundos, se sonrojó levemente ante un pensamiento… -No lo dudo, Tarble… -Dijo con serenidad, sin quitar sus ojos del menor…
Tarble miraba hacia delante, por lo que no notó la mirada del mayor… Siguieron caminando en silencio unos metros, hasta que de repente, Gohan vio algo que lo dejó sin aliento…
-Debo irme Tarble, recordé otro camino más corto. Adiós, nos vemos mañana. –Se despidió rápidamente y se fue tomando otro camino, Tarble se quedó desconcertado, ¿por qué se había ido tan rápido?
-Adiós Gohan… -Susurró desilusionado, mirando la espalda de su maestro. Suspiró pesadamente y siguió su camino sin más, mirando el suelo… Hasta que de repente, chocó con alguien. –Eh, perdón –Levantó la cabeza rápidamente, sorprendiéndose…
-¿Tú de nuevo? –Preguntó algo asombrado ese hombre de cabellos largos y desarreglados. -Creo que estamos destinados a chocarnos todo el tiempo. –Agregó chistoso, mostrando una leve sonrisa, aunque se lo veía algo decaído…
-Así parece. –Correspondió a su sonrisa, y se quedaron mirando unos segundos sin saber qué decir. - No me ha dicho su nombre, ¿verdad?
-Raditz, ¿Y tú?
-Tarble. –Respondió aún con su sonrisa, Raditz lo observó un poco, hasta que recordó algo
-Sí, ahora que recuerdo… Tu hermano trabaja en la empresa de mí hermano –Dijo aún pensativo, recordando aquel día en el restaurante… Tarble pareció sorprenderse, pero rápidamente recordó
-Es cierto… Vegeta me lo dijo… -Ambos se quedaron en profundo silencio, Raditz miraba al menor inexpresivamente, Tarble se incomodó demasiado -Disculpe señor, pero tengo que regresar a mi casa o mi hermano me regañará.
-¿Es por allá? –Preguntó arqueando una ceja y señalando un camino, Tarble asintió -Oí que ese vecindario es algo inseguro, deja que te acompañe –Se ofreció, aun con su rostro inexpresivo. Tarble abrió los ojos sorprendido
-No es necesario, seguro tiene cosas que hacer – Intentó persuadirlo, no quería molestarlo, pero Raditz negó con la cabeza.
-La verdad no, y no quiero regresar a mi casa por ahora. No me cuesta nada. –Argumentó con tono aburrido, frunciendo levemente el ceño al recordar por qué se había ido.
-B-bien, está bien…Se lo agradezco mucho –Agradeció algo resignado, comenzando a caminar. Aunque, en parte, le agradaba que lo acompañare y, también, le venía bien por ese barrio tan peligroso…
-No me trates de señor, debo llevarte algo más de 5 años. –Pidió, Tarble asintió sin más… Caminaron un poco, hasta que Raditz pensó algo que lo molestó -Sabes chico, ese hombre con el que estabas… Ten cuidado con él, no creo que sea lo que tú crees… -Advirtió con mucha seriedad
Tarble se sorprendió y a la vez se ofendió, ¿acaso se refería a Gohan? -¿De qué hablas, acaso lo conoces? –Preguntó sin poder ocultar su molestia, no le había gustado que hablara mal de su amado profesor.
-Sí, solo quiero advertirte, no te lo tomes a mal. –Explicó tranquilamente, quitándole importancia al asunto. Tarble lo miró extrañado por unos momentos, hasta que desvió la vista, pensando en lo que acababa de decirle… -Y, no sé, me gustaría… conocerte un poco… -Comentó Raditz de repente, Tarble se exaltó un poco
-¿Conocerme? –Preguntó algo desorientado, Raditz asintió firmemente, para mirarlo con una leve sonrisa.
-Tengo experiencia con la gente, Tarble. Me parece que eres de confianza y, no sé, una amistad más no te hará daño… -Intentó convencerlo, en verdad se había interesado en ese chico, no cómo pareja o aventura, si no que tenía otros planes en mente…
-Claro, está bien. –Aceptó sin pensarlo, después de todo, ese sujeto le parecía agradable…
**
-Fue un gusto conocerte, joven Trunks. –Comentó Goten, sonriendo alegremente al pelilila. Extendió su mano para saludarlo, Trunks tímidamente acercó su mano, para estrecharla.
-Igualmente, Goten. –Respondió devolviéndole una media sonrisa -Espero podamos vernos nuevamente –Dijo con suavidad, presionando un poco más su mano. Goten se sonrojó inconscientemente
-Por supuesto, cuando quieras –Susurró, soltó lentamente su mano y se dio la vuelta –Adiós, Trunks – Se miraron por última vez, antes de ir por caminos separados…
-Goten… - Pensó Trunks con una sonrisa traviesa en sus labios, se había interesado en ese joven tan apuesto, y no pararía hasta tenerlo a su lado… …
**
Más tarde…
Goku estacionó su lujoso auto frente a una casa de mediano tamaño, justo donde Vegeta le había indicado…
-Gracias por traerme –Agradeció Vegeta, Goku lo miró con una de sus sonrisas coquetas, por lo que Vegeta giró la cabeza para no verlo
-No es nada, me divertí mucho contigo, Veggie –Comentó divertido, sabiendo que le molestaba. Vegeta lo miró enojado
-¡Oye! –Reclamó, a lo que Goku comenzó a reír a carcajadas. Vegeta bufó fastidiado, y acercó la mano a la puerta. - Nos vemos mañana –Se despidió, pero apenas abrió la puerta y puso un pie fuera, Goku lo tomó del brazo captando su atención.
-Espera un poco… ¿No vas a darme un beso de despedida? –Pidió con un leve puchero en su rostro, Vegeta se sorprendió y avergonzó ante ese pedido, pero frunció el ceño para mirarlo con seriedad
-Nunca accedí a eso, Goku. –Se negó, cruzándose de brazos. Intentó salir de nuevo, pero Goku lo sujetó de la mano con cierta fuerza para obligarlo a sentarse otra vez. –Dije que no. –Volvió a negarse con firmeza, aunque por dentro deseaba otra cosa…
-Anda, te invité a comer y te traje a tu casa. Creo que merezco una recompensa. –Insistió con un rostro inocente, casi tierno, mirándolo algo de cerca.
Vegeta dudaba, ¿debería hacerlo? ¿O eso le daría muchas esperanzas a Goku? No quería demostrarle lo mucho que lo deseaba, si planeaba darle su merecido debía ser firme y no cumplir con sus caprichos… Y por otro lado, ese sería su primer beso y le daba mucha vergüenza hacerlo…
-¿Por qué dudas tanto? ¿Acaso será tu primer beso? –Preguntó divertido, como leyendo sus pensamientos. Vegeta se sonrojó, sintiéndose descubierto, pero supo disimular sus nervios.
-Cierra los ojos. –Pidió en voz baja. Goku obedeció, creyendo que lo había logrado. Vegeta comenzó a acercarse a él, el más alto sentía cómo sus respiraciones se juntaban, ya no podía esperar a probar esos labios... Pero, Vegeta ni siquiera rozó sus labios, cambió de dirección y le dio un rápido beso en la mejilla - ¡Hasta mañana!
Salió del auto rápido, sin darle oportunidad de detenerlo. Goku gruñó molesto
-Embustero. – Pensó por último, viendo cómo entraba a su casa sin siquiera mirar hacia atrás. –Bueno, pronto serás mío Veggie… - Arrancó y se fue, dirigiéndose a su empresa…