Capítulo 10: Mucho suspenso…
…¿Qué hice?...
Se preguntó el de cabellos en punta apenas pudo llegar a su casa y pensar con claridad… Ahora que analizaba la situación se arrepentía un poco por su decisión… ¿Por qué tenía que aceptar esa propuesta, sabiendo cómo era Goku? ¿Por qué pensó que podía hacerle pagar, si ni siquiera sabía cómo? ¿Para qué se enredó en ese asunto, si no tenía experiencia con los hombres?
-Soy un idiota…. –Suspiró pesadamente al mismo tiempo que se dejaba caer sobre su cama -¿Ahora qué? ¿Tengo que seducirlo, aunque no sé cómo se hace eso? ¿Cómo haré que se interese solamente en mí? – Ante esta última pregunta, se ruborizó levemente – Eso quiero… que me mire solo a mí… - Cerró sus ojos y volvió a suspirar con algo de frustración, en un intento de calmarse
¿Ahora qué haría? No sabía por qué se metió en ese asunto. No quiso desperdiciar la oportunidad de tener el interés de Goku sobre él, pero ahora que lo pensaba mejor… ¿Ese interés, solo se limitaría al sexo? No quería pensar en eso, pero sabía que era lo más probable…
-¿Será que cuando se acueste conmigo se olvidará de mi? ¿Luego de quitarme mi virginidad me convertirá en su amante casual, al igual que todos esos con los que se acuesta? – Esa sola idea lo molestó y a la vez lo preocupó un poco, ¿Acaso Son Goku no tenía sentimientos?
Negó con la cabeza a la vez que se pasaba las manos con algo de brusquedad en su rostro, como intentando borrar de él ese dejo de tristeza y decepción. Se llevó las manos a su cabellera y enredó sus dedos en ella, sin saber qué hacer ni qué pensar. Su decisión había sido precipitada, ¿debería continuar, o decirle que se arrepentía? No quería perder la oportunidad pero tampoco quería arriesgarse a salir lastimado. Y si seguía, ¿cómo lo haría, si nunca tuvo pareja ni se había relacionado de esa forma con un hombre? Se mantuvo muy pensativo, enredándose completamente, hasta que se levantó desganado.
-Tendré que llamarla… - Se dijo desanimado, la verdad no quería recurrir a ella para contarle una cosa así, pero no quería estresarse más pensando en ese tema sin solución… Tomó su celular de la mesita, y marcó un número…
-¡Hola Vegeta! No puedo creer que me llames – Habló con tono divertido una mujer al otro lado de la línea.
-Necesito tu ayuda –Le dijo directamente, sin siquiera devolverle el saludo.
-¿Ayuda? ¡Eres un interesado!
-Es importante Lazuli… Por favor… Tú eres inteligente, y tienes experiencia en esto… -Pidió de la única forma en la que la mujer accedería: alagándola.
-¿A quién quieres conquistar, eh? – Preguntó con tono insinuador la rubia, ya entendiendo sus intenciones.
Vegeta dudó un poco en responder, pero ya había llegado muy lejos, por lo que apenas en un murmullo se confesó -A un mujeriego de lo peor…
-¿¡Qué!?
**
Al día siguiente…
-Voy a hacerlo… No debo demostrarle interés… - Se repitió mentalmente como por vigésima vez, intentando mentalizarse para llevar a cabo su plan… -Pero ya se lo demostré desde que lo conocí… -Susurró con frustración, dándose una palmada en la frente.
Vegeta había hablado mucho con Lazuli el día anterior, le había dado varios consejos que podrían serle útiles, aunque aún no se sentía tan seguro como para llevarlos a cabo… ¿Cómo hacerse el interesante cuando nunca en su vida tuvo pareja? ¿Cómo iba a disimular cuando no podía controlar sus nervios? ¿Cómo iba a seguir impidiéndole que lo bese, si le costaba resistirse?
-Éste día tengo que hacerlo… Solo debo fingir un poco… Pero casi nunca he mentido, ¿cómo voy a hacerlo? – Suspiró con cansancio, toda la noche había estado pensando en lo mismo, y parecía que no llegaba a ninguna conclusión.
Se levantó resignado del sofá, tomó lo que necesitaba para el trabajo, y se encaminó hacia la puerta. Tomó el pomo, y se quedó unos segundos estático en su posición–Será un día pesado… -Murmuró, para después abrir la puerta y salir de su casa… Pero apenas salió, un auto se estacionó en la entrada… -Ay, no…
-¡Vegeta! ¡Qué bien, llegué a tiempo! –Saludó alegremente el más alto, saliendo de su auto para acercarse a él. Vegeta tragó grueso, viéndolo acercarse igual de guapo que siempre, luchando para que su rostro no lo delatara… Goku se paró frente a él -¿Qué pasó, has visto algo excitante esta mañana? – Preguntó con tono insinuador, haciendo esos gestos tan sensuales que desorientaban a Vegeta…
Vegeta salió de su trance para mirar rápidamente hacia otro lado, arrugó el entrecejo algo molesto aunque en su rostro había un leve rubor que lo hacía ver más avergonzado -¡Idiota! – Exclamó indignado por la broma tan tonta de Goku, dándose la vuelta para caminar hacia otro lado.
-Recuerda que soy tu jefe, Vegeta. No puedes tratarme así de mal. – Habló con algo de seriedad Goku a sus espaldas, Vegeta frenó su caminar, maldiciendo internamente ese pequeño detalle… El más alto sonrió complacido - Sube al auto, te llevaré. –Dijo nuevamente con ese tono despreocupado, Vegeta se mordió el labio, mientras pensaba algo para evadirlo
-No es necesario que lo hagas, Goku- Respondió en voz baja, aún dándole la espalda. No quería ir con él, sentía que sería algo incómodo… Goku se acercó a él y se paró delante mientras lo tomaba por los hombros, se inclinó a su altura para mirarlo con una expresión lastimera
-Oh, vamos, ¿Me dejarás aquí, solo, luego de que me gasté en venir a buscarte aunque tu casa quedara tan lejos de la mía? –Preguntó mirándolo con un leve puchero en su rostro. Vegeta solo se quedó en su lugar, observándolo -No creo que seas tan cruel, Veggie – Agregó con tono malicioso, Vegeta reaccionó y retrocedió con rapidez
-¡Qué no me llames así! –Ésta vez los nervios lo traicionaron, y su rostro se ruborizó notablemente. Odia ese apodo, y Goku lo sabía muy bien.
Entraron al auto, y sin ningún otro roce, se dirigieron hacia la empresa.
-No le demuestres interés… Finge que ya no te interesa… ignora sus insinuaciones… En conclusión hazte el difícil, y lo más importante… ¡Que no te bese ni te lleve a la cama! ¡Para empezar, que no te bese, por nada del mundo dejes que te bese! – Recordaba la voz de Lazuli en su mente, mientras miraba por la ventanilla del auto. Debía hacerle caso en todo, o su reputación, trabajo e incluso su corazón terminarían hechos pedazos.
-Vegeta… -Llamó de repente el otro, Vegeta giró la cabeza para verlo -Ayer fuiste muy cruel conmigo, ¿por qué me engañaste así? –Reclamó arrugando el entrecejo, le había molestado esa “falta de respeto” según él. Vegeta entendió al instante a lo que se refería, por lo que volvió a mirar la ventana
-Nunca dije que fuera a besarte en la boca –Se defendió mostrando una expresión igual de molesta que la del más alto.
-Embustero. ¿Y cuándo me besarás como se debe? –Preguntó con sumo interés, mirándolo de reojo. Vegeta se sonrojó levemente, mientras pensaba cómo responderle…
-Cuando te lo merezcas. –Soltó con simpleza, sonando interesante, tal como le había dicho su amiga. Goku giró la cabeza unos momentos para verlo, mostrando una sonrisa burlona en su rostro
-Ya sé, cuando arme una cena romántica bajo la luz de la luna, con una vista al mar, donde estemos completamente solos y cuando te diga unas hermosas palabras que te cautiven, ¿verdad? –Dedujo bastante divertido, Vegeta no pudo controlar sus nervios esta vez, su rostro se coloró rápidamente.
-¡Ya no digas nada! –Exclamó avergonzado, sin dejar de ver hacia afuera. La verdad, es que algo parecido a eso es lo que había querido siempre para su primera vez… De solo pensarlo la sangre subía aun más a su rostro. Goku sonrió victorioso, volviendo a mirar el camino
-¿Con que eso es lo que debo hacer, eh? Será muy fácil.
**
Luego de unos minutos en silencio, ambos llegaron a la empresa. Goku estacionó en su sitio reservado, para después mirar a Vegeta con una de sus sonrisas coquetas. El menor se veía venir lo que le pediría, por lo que volvió a mirar a la ventana.
-Ni creas que voy a besarte – Murmuró con cierta molestia, intentó abrir la puerta del auto pero se encontró con que estaba asegurada. Se quedó callado, estaba atrapado…
Goku agrandó su sonrisa ante su comentario y ese intento de escape fallido, dejó escapar una risa burlona –No saldrás de aquí sin darme mi beso –Advirtió juguetón, acercándose lentamente a él con una sonrisa victoriosa.
Vegeta permaneció quieto en su sitio, sin saber qué hacer. -¿¡Cómo me escapo de ésta!?... –Pensó desesperadamente, no quería que su primer beso fuera así de apresurado, no tendría sentido. Goku cerró sus ojos estando a apenas 10 centímetros de él, el menor creyó que no tendría salida… hasta que hábilmente juntó los dedos índice y pulgar de su mano como intentando imitar unos “labios” y lo alzó a la altura de su rostro justo cuando Goku iba a posar sus labios sobre los de él…
Al principio Goku se sintió victorioso de haber probado sus labios finalmente, pero al segundo se percató de algo, ¿acaso los labios de Vegeta no se veían suaves y húmedos? ¿Por qué ahora se sentía duro y algo seco? Iba a abrir los ojos y verificar, pero rápidamente Vegeta se alejó, como si en verdad lo hubiera besado…
-¡Listo! Tuviste tu beso, ahora déjame bajar – Pidió nervioso mirando hacia abajo, con un leve sonrojo en sus mejillas. Goku seguía dudando, ¿qué había pasado? Al final suspiró resignado y abrió las puertas del auto.
-Bien… -Susurró mientras ambos bajaban del auto, mirando muy extrañado a su acompañante. -…aunque fue algo extraño, ¿no me habrás engañado, verdad? –Le preguntó arrugando levemente el entrecejo, Vegeta le dio la espalda, bastante nervioso, pero lo supo disimular
-¡Claro que no! ¡Me robaste mi primer beso, deberías estar feliz! –Se aseguró de reclamar fingiendo estar molesto como siempre, aunque por dentro temía que no le haya creído y nuevamente quisiera besarlo… al parecer Goku no iba a responderle ya que se quedó callado, por lo que comenzó a caminar… Pero solo llegó a dar dos pasos cuando siente que lo abrazan por detrás.
-¿Seguro? Siento que hay algo extraño aquí… -Susurró cerca de su oído, riendo bastante divertido en sus adentros al sentir un leve temblor en el cuerpo del menor. Llevó una de sus manos al rostro de Vegeta, donde pasó uno de sus dedos sobre los labios de Vegeta. -¿Hiciste que besara tu mano, verdad? No me creas tonto, me debes un beso.
Vegeta se sintió helado, ya lo había descubierto. No entendía por qué su maldito cuerpo no se movía para empujar a Goku –Recuerda… debes manejar la situación, finge que no te interesa. Sé indiferente, que para eso tienes muuucha experiencia. – Recordó la voz de Lazuli en su mente, lo que lo hizo reaccionar.
-Ya te lo dije, lo tendrás cuando yo crea que lo mereces. –Respondió con ese tono indiferente que solía usar, al mismo tiempo que se zafaba del agarre del más alto. Lo volteó a ver, encontrándolo con una expresión de molestia mezclada con sorpresa, no se lo esperaba. -¿Por qué tienes esa cara? ¿Me considerabas tan fácil? –Preguntó con socarronería, cruzándose de brazos tal como lo haría si se burlara de alguien…
Goku, al verlo con esa actitud, sonrió divertido, olvidando toda su molestia. Vegeta solo quería jugar con él, y eso no dejaba de parecerle entretenido y ciertamente excitante…
-Me gustan los desafíos.
**
-Miren, otra vez el jefe con ese…
-Seguro es el nuevo objetivo del señor Son…
-Qué afortunado ese chiquillo…
Comentarios que eran susurrados entre los empleados que veían al nuevo ser acompañado por el apuesto señor Son. Algo cerca de ahí, Goten y Trunks oyeron los comentarios y miraron hacia donde todos miraban “discretamente”, encontrándose con Vegeta y Goku juntos, subiendo al ascensor.
-Aghh, como lo detesto. –Murmuró con mucho odio Trunks, cruzándose de brazos y pegándose a la pared con una mueca de disgusto. Goten lo miró desconcertado -Ese tonto, quiere conquistar al jefe para ascender – Agregó molesto, Goten quedó muy sorprendido ante la noticia
-¿Eso es cierto?
-Por supuesto, ¿acaso no lo notaste? Siempre pegado al jefe, buscándolo, haciéndose el inocente y avergonzado, al igual que con el jefe Broly. Es irritante – Explicó en voz baja, llena de rencor. Goten asimiló las sus palabras, hasta que llegó a una conclusión
-Oye, ¿y tú cómo sabes que en verdad planea eso? –Preguntó con un imperceptible tono de molestia que el menor no logró captar.
-¡Es obvio! Desde que llegó ha sido así, los jefes buscándolos y él dejándose. –Respondió algo asqueado de solo imaginarse las cosas que Vegeta planearía con ellos… Goten suspiró, aún mostrando su rostro sereno
-Hmm, ¿Sabes? Yo también los he mirado, y me parece que son los jefes los que lo buscan a él, ¿No crees? – Comentó en voz baja, por lo que Trunks levantó la cabeza para verlo sorprendido por su deducción, pero se sorprendió más al ver cierta decepción en su expresión. –Creo que estás malinterpretando las cosas – Concluyó Goten, mirando hacia otro lado.
-Goten… -Susurró Trunks algo preocupado, tal vez había dicho algo que no debía… - E-es que tú no lo conoces… -Titubeó, sin saber qué más decir, Goten volvió su mirada hacia él, notándose molesto por primera vez.
-¿Y tú sí? –Preguntó con rudeza, dejando petrificado al menor. Trunks no supo responder, no tenía fundamentos como para responderle algo coherente. -Trunks, no quiero pelear contigo por un tema que no nos concierne a ninguno de los dos, pero quiero decirte que estás haciendo lo mismo que los demás me hacen a mí. –Habló más calmado, mientras el pelilila lo miraba sin saber qué decirle. –Iré a mi puesto antes de que me fastidien por tardar, espero verte en el almuerzo. –Sonrió despreocupado, y se dio la vuelta para dirigirse a su puesto de trabajo…
Trunks se quedó en su posición, pensativo… ¿Acaso… Goten tenía razón? En eso se quedó pensando… Bastante confuso, hasta que de repente una mujer se acercó a él…
-¿A ti también te molesta la relación que tiene ese con Goku? –Le preguntó la mujer con mucho interés, Trunks la reconoció al instante, por lo que asintió levemente con la cabeza.
-¿Y qué te parece si nos aliamos para destruirlo? –Ofreció la mujer con una gran sonrisa llena de maldad, el peli-lila casi quedó en shock ante tan repentino ofrecimiento por parte de esa mujer… No supo qué decirle…
**
-Bien Vegeta, nos vemos más tarde. – Se despidió Goku una vez acompañó al joven hasta su sección, para mostrarle nuevamente uno de esos gestos seductores que derretían a cualquiera… Vegeta tragó grueso, usando toda su capacidad y auto control para evitar que ese sonrojo delator se mostrara ante Goku…
-Hm, tal vez. –Respondió de forma rápida y desinteresada, dándose la vuelta para alejarse de él. El más alto casi quedó con la boca abierta ante esa respuesta tan fría
-¿Cómo que tal vez? –Preguntó algo indignado, pero antes de que obtuviera una contestación, Broly salió del interior de su oficina, para mostrarle una amplia sonrisa a Vegeta que molestó a Goku.
-Buenos días, joven Vegeta. –Saludó a su aprendiz con una mirada indescifrable para el menor, pero Goku la comprendió perfectamente. El rubio miró a su jefe e hizo una leve reverencia. -Señor Son, que gusto tenerlo por aquí. – Goku solo se le quedó viendo, como queriendo descifrar el significado de su actitud con Vegeta… -¿Sucede algo? –Agregó con cierto tono cínico, riendo en sus adentros al darse cuenta de que el otro estaba algo molesto…
-No, nada que deba preocuparle Uchia. – Dijo a modo de disculpa, usando su tono amable y cortés. –Adiós, Vegeta – Se despidió solo de Vegeta, guiñándole un ojo aún frente la mirada de un inexpresivo Broly… Vegeta solo bajó la vista avergonzado, en verdad esos gestos eran muy atrayentes… pero debía resistir si quería ganarle…
-Vegeta- como siempre el primero en llegar, eso te ayudará a ganar puntos. –Comentó divertido el más alto, le guiñó rápidamente un ojo y miró hacia una dirección desconocida. Vegeta sonrió, creyendo que ese gesto tan solo era de complicidad.
-Lo sé, me estoy esforzando. –Respondió con el mismo tono, ambos se dirigieron a la oficina…
Mientras a lo lejos, cierto pelinegro miraba con disgusto aquella escena… Y para nada le había gustado que Broly le haya guiñado un ojo a Vegeta, sabía perfectamente lo que significaba eso…
-Ese Broly cree que me va a quitar a Vegeta… Pero no, yo me quedaré con su virginidad primero…
**
Cerca de ahí, en una oficina desde la que se podía ver la escena, una mujer de cabellos verdes miraba todo con una expresión entre la decepción y la aflicción -Era verdad… ese hombre tan guapo es de lo peor… ¿C-cómo pu-pude ser tan estúpida? –Se preguntó destrozada, mientras lágrimas caían de sus ojos.
-Suele pasar, no te preocupes, Bulma. –Comentó despreocupadamente otra mujer que se encontraba con ella, sin importarle siquiera los sentimientos de la peli-verde.- A veces nos enamoramos de la persona equivocada. Aunque nunca nos preguntamos, ¿en verdad es culpa nuestra? –Dijo con cierta malicia
-¿Eh? –Bulma se volteó para verla con mucha confusión, en verdad no había entendido a qué se refería. La otra sonrió aún más al tener su atención
-Es culpa de las personas que rodean a esa persona que amamos, si no fuera por ellas nosotras tendríamos más oportunidades. Eso es lo que nos dificulta. En este caso, Vegeta. –Concluyó mostrando en su expresión cierto odio, Bulma la miró con cierta incredulidad
-Pe-pero él no tiene la culpa de que el Señor Son sea un libertino. –La otra rió levemente con burla, acercándose lentamente hacia la peli-verde
-No, pero él está captando toda la atención de Goku, por lo que nosotras no podemos acercarnos siquiera. Para que podamos cambiar a ese hombre, debemos ponernos de acuerdo para eliminar a la competencia –Sentenció sonriendo de forma macabra, cosa que asustó a Bulma
-¿¡De qué hablas!?
-¿Te gustaría unirte a mí para deshacernos de ese chico tan molesto? –Ofreció, mirando divertida la expresión de terror que mostraba la otra…
**
Algunas semanas más tarde….
-¡Vegeta! ¡Me haces reír, niño! – Reía a carcajadas una mujer de cabello rubio, burlándose enteramente de la declaración que acababa de hacerle su mejor amigo. El pelinegro gruñó en voz baja, bastante molesto por las risas imparables de la mujer
-¡Ya deja de reírte, no es mi culpa! – Se quejó fastidiado y cansado, hace rato que no paraba de burlarse y ya no sabía cómo callarla. La mujer se limpió unas lágrimas, aún riendo.
-¡Claro que lo es! –Exclamó divertida, pero comenzó a calmarse al ver la expresión algo decaída de Vegeta. -Ay, aún no puedo creer que te hayas metido en ese juego tan complicado, ¡y lo peor es que tú hayas salido enamorado! –Comentó risueña, Vegeta rechinó los dientes mostrándose en desacuerdo con sus comentarios. - Bueno, ya no me reiré, es un tema serio. –Rápidamente lo miró con seriedad -Pero tampoco pongas esa cara tan triste, ni siquiera van dos meses, y por lo que me cuentas está interesado en ti aunque sea un poco –Intentó animarlo con una sonrisa despreocupada, pero Vegeta seguía dudando
-Ash… No quiero esperar tanto… -Susurró algo melancólico, tirándose en su cama para mirar el techo… Ya no sabía ni quién era él mismo, más de todo un mes siguiendo el juego de Goku, y al parecer el marcador iba a favor del señor Son…
-Mañana en la noche será la fiestecita entre empleados en ese bar tan conocido, ¿irás? –Preguntó de repente la rubia, con una gran idea en mente. Vegeta lo pensó unos momentos, ¿debería ir a esa fiesta?
-Si él va no me conviene ir… -Dijo a penas en un murmullo, no queriendo pensar en los momentos incómodos que pasaría si Goku estaba con él en esa fiesta. Además, tal vez Goku podría emborracharlo y tomar su virginidad de una vez por todas…
-¿¡Qué estás diciendo!? –Gritó exaltada la mujer, asustando a Vegeta -Sí que eres tonto… Si vas, puedes darle celos, ¡es justo lo que necesitas! Debe creer que ya tienes a muchos otros atrás, así avivarás su interés en ti –Concluyó como toda una experta, con una gran sonrisa en los labios. Vegeta la miró algo confuso, para después ver el techo nuevamente
-Me das miedo… ¿ahora quieres que coquetee con un montón de borrachos?
-Bueno, no dije eso, pero si quieres, eres libre –Insinuó con tono divertido con claras intenciones de molestarlo. Vegeta arrugó el entrecejo, sin dejar de ver el techo
-Tonta… -Apenas susurró, pero aún así fue escuchado por una molesta Lazuli
-Tonto tú que no quieres aprovechar la oportunidad… ¡Vamos Veggie! –Se acercó a él y lo tomó de un brazo para zarandearlo un poco -¡Será divertido! ¡Tomaremos y bailaremos! Además, soy una dama muy bonita, debes cuidarme de los pervertidos, ¿o acaso quieres dejarme sola entre un montón de hombres ebrios? –Dejó de moverlo para mirarlo con una expresión suplicante… Vegeta dio un largo suspiro…
-… Iré…
**
Mientras tanto, un joven pelilila miraba con cierto desespero su reloj, y luego hacia todos lados en esa pequeña plaza en busca de cierto pelinegro. -¿Cuándo llegará? – Se preguntaba con cierta desesperación, ya llevaba varios minutos esperándolo y él aún no había llegado…. Aunque a la vez se sentía aliviado de que aún no llegase…
Su relación había avanzado mucho, Trunks evitaba el tema de su odio hacia Vegeta con el solo propósito de seguir acercándose a Goten… Ese día lo había invitado al parque para conversar con él, debía decirle algo muy importante, y no sabía cómo se lo tomaría…
-Seguro que bien… No creo que me odie… ¿O sí? – Pensaba poniéndose cada vez más nervioso. Respiró hondo en un intento de calmarse, pero esa horrible sensación seguía ahí… -Ash, no me odiará. –Se dijo en voz baja, solo para convencerse…
-¡Trunks! ¡Al fin llegué! –Gritó a unos metros de Trunks, con ese típico tono tan infantil que en verdad enloquecía al menor. Goten se acercó a él, respirando agitadamente, como si hubiera corrido mucho para llegar –Lo siento… Tuve… un contratiempo… -Se disculpó entre jadeos, bastante cansado.
-Está bien, siéntate aquí. –Le dijo amablemente, señalándole una banca que estaba cerca de ellos. Goten asintió y se sentó allí para recuperar el aliento, mientras Trunks permanecía parado frente a él. –Te llamé porque necesitaba decirte algo importante –Informó bajando el tono de voz, mientras miraba hacia otra parte.
Goten permaneció en silencio unos segundos más, hasta que se recuperó lo suficiente y se puso de pie. -¿Qué querías decirme, Trunks? –Preguntó bastante curioso, ya queriendo saber qué pasaba. El pelilia levantó la mirada y le sonrió, para después girarse hacia otra dirección.
-Te lo diré en el camino, sígueme. –Pidió, comenzando a caminar sin esperar la respuesta del mayor. Goten lo siguió impaciente, mirándolo fijamente esperando su respuesta… -Verás… yo… tengo que decirte que… -Calló de inmediato, bajando la cabeza para que el pelinegro no vea su rostro…
Goten se puso delante de él y se inclinó para levantar su rostro, pero Trunks no se dejaba. –Trunks tú… -Iba a decir, pero escuchó repentinamente unas bocinas y unos gritos. Ambos voltearon…
Trunks vio una bicicleta a toda velocidad yendo en su dirección, a tan solo un metro tal vez… Cerró los ojos con fuerza esperando el impacto, pero nunca sintió el golpe de la bicicleta, si no que sintió su cuerpo chocar contra algo más suave… Abrió los ojos completamente sorprendido… Goten se había lanzado de espaldas al suelo con él en brazos, haciéndolo quedar sobre el pelinegro…
-Go-goten…- Levantó solo un poco la cabeza, sus rostros se encontraban a apenas unos centímetros de distancia, sus narices casi se rozaban… Por alguna extraña razón no podían separarse, tanto él como Goten estaban petrificados, con un notable rubor en las mejillas, sin dejar de mirarse…
-Trunks… Y-yo… -Su rubor era más fuerte que el del menor, esa distancia a la que se encontraban era muy reducida, y se sentía muy nervioso… Pero extrañamente no quería alejarse de él, es más, sentía unas incontenibles ganas de acercarlo… -N-no, no puedo pensar eso…
El peli-lila no podía soportar la distancia, se estaba perdiendo en lo bello que veía su rostro, con sus labios entre abiertos y su mirada, esos ojos negros tan profundos que parecían pedirle inmediatamente un beso… El rostro del pelilila no podía estar más sonrojado, pero aguantando la vergüenza acercó su rostro lentamente al del mayor…
Hasta que ambos unieron sus labios en un beso…
**
En un lugar alejado de allí, con más precisión en un parque bastante conocido de aquella cuidad, se encontraban dos azabaches conversando animadamente a la vez que recorrían el lugar.
-… ¡Y entonces mi hermano se espantó tanto que salió corriendo de la habitación! –Terminó de contar bastante risueño el más joven de ellos, el otro no pudo evitar comenzar a reír a carcajadas por tal anécdota.
-¡Qué divertido Tarble, tu hermano sí que se asustó por una simple araña! –Comentó risueño el más alto, sin poder parar de reír al imaginarse ese relato… Tarble paró de reír solo un poco
-Bueno, no era taaan simple Gohan, la verdad es que cabía en la palma de mi mano. –Aclaró, mostrándole a su maestro el tamaño de la araña con sus manos. Gohan lo miró algo sorprendido
-¿Y tú qué hiciste? –Preguntó curioso, el menor bajó la cabeza apenado. No quería decirle la verdad… pero tampoco quería mentirle a su profesor
-Yo… También salí corriendo… -Respondió avergonzado, en un hilo de voz. Gohan rió levemente ante su respuesta
-Yo habría hecho lo mismo. –Dijo despreocupadamente, mirando al menor con una sonrisa sincera. Tarble no pudo evitar que su rostro se ruborizara levemente al verlo… -¿Comenzaste con el informe que pedí para el lunes? –Habló de repente el pelinegro, solo para cambiar el tema.
-¿Informe? –Murmuró sin entender, pero rápidamente lo recordó - ¡Ah, s-sí! N-no lo terminé… ni lo empecé, creo que se me olvidó. ¡Y ya es viernes! –Se recordó casi con el rostro pálido, pero Gohan colocó una mano en su hombro amistosamente
-Tienes tiempo, no te preocupes. –Le dijo con su típica sonrisa, Tarble sonrió un poco, mostrándose notablemente nervioso.
Siguieron su camino sin más, mientras Tarble se mantenía muy pensativo… -En este tiempo… Gohan ha pasado más tiempo conmigo, y eso hace que me guste cada vez más… - Pensaba como todo un enamorado, pero al pensar en la palabra “amor”, inexplicablemente la imagen de Raditz apareció en su mente. –Raditz se ha acercado a mí también, y parece muy agradable… y guapo… - Se sonrojó inevitablemente al pensar eso -¡No! Yo amo a Gohan, solo a él… o ¿no? – Sacudió la cabeza para sacar esos pensamientos tan extraños…
-Tarble, vamos a la tienda a comprar chocolate, ¿qué te parece? –Sugirió el mayor, Tarble salió de su trance y miró a su maestro con los ojos brillosos de solo pensar en los chocolates
-¡Claro que sí! –Ambos se sonrieron, en especial Gohan, en verdad le agradaba mucho ver feliz a su joven alumno…
-Debe ser porque me gustas, Tarble…
**
-Raaaaditz ~~ -Llamó con un tono dulce y divertido una mujer de cabellos azabaches. El mencionado llegó rápidamente a donde ella estaba, mostrándose igual de serio que siempre
-¿Sí, Fasha? –Preguntó sin mucho interés, ya sabiendo lo que su esposa iba a pedirle…
-¿Puedes comprarme unos chocolates? Tengo antojo –Pidió suplicante, abrazando uno de los brazos de su pareja para acariciar su mejilla contra él. –Por favor, amor
-¿Cuáles quieres, cariño? –Interrogó, ocultando el cansancio que sentía por tener que salir todos los días a complacer los antojos de su mujer. La miró con esa sonrisa que fingía desde hace poco más de un mes…
-Esos tan finos que me conseguiste la última vez… ¡Ah! Y También una botella de champagne de los más caros, así brindamos por nuestra felicidad –Pidió con una gran sonrisa y mucha ilusión, separándose de Raditz para verlo a los ojos
-Es malo para el bebé que tomes. –Advirtió seriamente el más alto. Pero la mujer solo rió un poco ante su advertencia
-Solo un poco no le hará daño, anda ve, quiero todo rápido o tal vez le quede una mancha a mi bebé en la piel, y eso no sería bonito Rad… -Comentó con un aura de tristeza, temiendo que su bebé tuviera una marca en su piel, cosa que sería “horrible” según ella.
-Te lo conseguiré tan rápido como pueda. – Contestó con una sonrisa. Se alejó de ella y tomó su billetera, para después salir de la casa desganado - Qué ganas de malgastar dinero – Pensó fastidiado una vez estuvo fuera…
No podía creer que su mujer siempre le pidiera cosas caras, seguramente planeaba dejarlo en bancarrota. Todos los días tenía que salir a comprar algo, y siempre era algo costoso. Pero no le importaba demasiado el dinero, lo que más lo molestaba es que ella no era capaz de levantarse e ir a buscar lo que quería por su cuenta. Raditz trabajaba, y además de eso debía volver a salir para buscar alimentos innecesarios.
-¿Será que ella me está usando? –Se venía preguntando desde hace tiempo. Al principio no quiso creer eso, ya que amaba a su mujer y no podía imaginarse que lo usaba… Suspiró pesadamente –Cuando termine el embarazo volverá a ser la dulce, humilde y amable mujer con la que me casé
…
Siguió su camino hasta la tienda, pero apenas la puerta automática se abrió… vio algo, o mejor dicho alguien, que hizo que se quedara petrificado en su sitio…
-Raditz… -Murmuró Gohan, con los labios temblorosos, sin quitar la vista de ese hombre que hace tanto tiempo no veía…
-Gohan… -
Mientras ambos adultos se miraban casi en shock, Tarble los miraba desconcertado, sin entender qué pasaba entre ellos...