Capítulo 13: Noche de pasión
-¿Estás segura de que esto va a resultar?
-Por supuesto que sí, tú tienes más inmunidad que yo en la empresa, podrás conseguirlo.
-Haré lo imposible por separarlos, no te quepa la menor duda.
Goku se encontraba extasiado en ese momento, todo le estaba saliendo mejor de lo que pensaba. Vegeta había cedido ante sus encantos, estaba correspondiendo sus besos, reaccionando a sus caricias sin objeción alguna. Luego de tanto trabajo, por fin obtendría aquello que tanto buscaba…
Vegeta se dejaba llevar por los cálidos y suaves labios de Goku, era una sensación muy placentera y nueva para él. Sentía la lengua del mayor recorrer su boca, sus salivas mezclándose y el aire escapándose de sus pulmones. Un cosquilleo lo invadió a la vez que comenzaba a envolverlo un calor diferente, producto de esas fuertes manos recorriendo todo su cuerpo…
Su rostro ardía, y no era solo por el alcohol, se sentía algo avergonzado, sí, pero aún así no podía detener aquel contacto con el mayor. Comenzaba a recuperar la cabeza, y sabía que estaba mal dejarse llevar, pero no podía evitar sucumbir ante esas sensaciones tan únicas que le provocaba el señor Son…
Joder, sí que sabía besar.
Quería detenerse, dejar de responderle, alejarlo y seguir siendo indiferente como siempre. Pero no podía, estaba disfrutando mucho, se sentía muy débil, su cuerpo quería reaccionar a las perversas intenciones de Goku… y su corazón también…
El calor subía en el más alto, ya no quería seguir jugando. Alejó su rostro lentamente del de Vegeta, para mirarlo con una sonrisa traviesa.
-Esa es la verdadera diversión Vegeta, y puede ponerse aún mejor. -Volvió a susurrar sensualmente a su oído, para comenzar a depositar rápidos besos a su alrededor.
-Fue divertido, pero ya está. No creas que por estar borracho me podrás tomar -Respondió algo chistoso Vegeta, claramente intentando hacerse el difícil. Goku se sonrió, comenzando a bajar lentamente…
-Vamos, es más placentero que esto…-Murmuró, llevando sus labios hasta el cuello del menor para comenzar a devorarlo sin piedad.
-N-no, ya…- Vegeta quiso negarse, pero le era imposible, ese contacto se sentía muy bien, le producía cosquillas e incluso lo hacía reír del gusto. -B-basta… - Por mucho que se negara, no apartaba a Goku de su lado, su cuerpo no le hacía caso…
Pedía a todos los santos que Goku se detuviera, no quería deshonrar a sus padres, la educación que le habían dado, le habían enseñado a respetar y a hacerse respetar, pero no podía detenerse, había perdido el juicio por culpa del alcohol y el placer.
Goku no se detenía, seguía besando y dejando su huella sobre la dulce piel del menor, no planeaba dejarlo ir tan fácilmente ahora que había logrado doblegar su orgullo.
Pero por desgracia para del señor Goku, como si el cielo hubiese oído las plegarias de Vegeta, un baldazo de agua fría cayó sobre Goku para aliviar su calentura. Literalmente.
-¿¡Qué demonios estás haciendo, imbécil!? -Goku se levantó furioso del sillón para encarar a aquel infeliz que había derramado su alcohol sobre su cabeza, empapándolo.
-L-lo siento mucho Señor Son, le aseguro que me empujaron. -Se disculpó claramente arrepentido aquel hombre alto de cabellos rubios. Broly Uchia…. Goku lo empujó molesto, sin importarle que muchos empleados los estaban viendo.
-¡Fue apropósito! -Le gritó, para después tomarlo del cuello de la camisa y acercarlo a sí. Poco le importaba que Broly fuese más alto que él. -¿No aguantaste que tuviera la ventaja, verdad? -Murmuró mirándolo amenazante, el otro se mostró algo ofendido.
-Le digo que no, esos tontos me empujaron. -Se excusó, apuntando con su vista a unos jóvenes cerca de ellos. Goku lo miraba con desconfianza. -Yo solo quería sentarme allá. ¿Acaso va a despedirme por un simple accidente? -Preguntó con mucha seriedad, sin dejarse intimidar por su joven jefe.
Goku no dejaba de amenazarlo con su mirada fría y celosa, creyendo que algo ocultaba ese hombre… no lo había soltado aún, hasta que Vegeta se levantó y tomó de las muñecas a su jefe para que suelte a Broly
-Ya cálmate Goku, él no lo haría apropósito. Déjalo. -Le exigió con su típico tono autoritario, el de cabellos alborotados dudó, pero a regañadientes lo dejó ir para no armar un escándalo.
Broly le sonríe a Vegeta, y luego se va. Acto que no pasó desapercibido por un fastidiado Goku…
Vegeta sacudió un poco la cabeza para sacarse el mareo, poco a poco recobró la lucidez, por lo que miró por última vez a Goku y luego desvío la mirada entre apenado y enojado…
-Iré a buscar a mi amiga. – Sentenció Vegeta, alejándose rápidamente del joven Son. Goku no pudo detenerlo, por lo que rechinó nos dientes y presionó los puños lleno de frustración.
-Estúpido Broly.
**
Vegeta le mintió a Goku, para dirigirse al baño sin que este lo siga. Una vez allí se acercó al lavamanos para lavarse bien la cara, tratando de apagar ese calor que cubría sus mejillas. También tomó agua del grifo, sin asco, para tratar de apaciguar el efecto del alcohol. Unos segundos después se miró al espejo, sin despegar la mirada de sí mismo.
No se reconocía, no podía creer que acababa de ceder a aquello que juró resistir hasta la muerte. Se había dejado utilizar por Goku, y ahora se sentía sucio.
-No puedo creer que me dejé, no puedo seguir así… - Se llevó una mano hasta sus labios, estos se veían hinchados, aún cálidos por lo que acababan de pasar. Vegeta se sonrojó al pensar en ello. -Fue mi primer beso… y me encantó – Pensó avergonzado, frustrado… e ilusionado. Le había encantado ese contacto, y lo hacía pensar que tal vez Goku podría sentir algo por él…
Suspiró y quitó esas ideas tontas de su mente. No caería en las trampas del señor Son, no debía dejarse llevar por sus mentiras.
Se secó el rostro y salió, recuperado de las copas que había tomado, decidido a encontrar a Lazuli para pedirle ayuda.
**
Goku, solo, seguía sentado y molesto, tragándose las ganas de despedir a ese metido del señor Uchia.
-Si no tuviese tanta antigüedad ni utilidad lo echaría a patadas de mi empresa. -Pensaba con mucha furia, recordando que casi hacía caer en sus redes al ingenuo de Vegeta… -No debería molestarme tanto, a fin de cuentas puedo lograr que ocurra de nuevo, ese tonto no se resistirá a mis besos luego de esto. – Suspiró largamente, y se relajó, nuevamente confiado en su poder de seducción…
Pero la paz no le duró mucho…
-Vaya, Goku, que sorpresa encontrarte solo. -Goku alzó la vista al oír esa voz femenina tan seductora. Sonrió de lado al ver a su querida secretaria, con la cual tanto se había divertido hace años.
-Señorita Milk, que atractiva se ve esta noche. -Comentó con cierta lascivia, mirando atentamente a la mujer. Esta llevaba puesto un vestido rojo, muy corto y escotado, tan ajustado que resaltaba esa fina figura. Goku no pudo evitar relamerse los labios ante esa vista.
La pelinegra sonrió orgullosa, para luego sentarse junto al pelinegro, muy cerca de él, asegurándose de inclinarse para que el joven pudiera apreciar muy bien sus pechos…
-¿Usted cree? Podría verme mucho mejor con menos ropa. -Le susurró divertida, obviamente insinuándole algo. Goku río pícaramente y no desaprovechó la oportunidad de apreciar ese buen busto…
-Eso no lo dudo. También me extraña verte sola Milk, tú con esa figura que puede volver loco a cualquier hombre. -Dijo con ese tono seductor típico de él, la pelinegra rió, acercándose aun más a Goku para pegar su cuerpo al suyo
-Solo me interesa enloquecer a uno, señor Son. -Pasó uno de sus brazos sobre los hombros del más alto, y se cruzó de piernas lentamente para que el otro pudiera ver mejor sus piernas…
Goku sonrió gustoso ante esa acción, pero fingió desinterés, girando la cabeza hacia otra parte. -Tal vez en otra ocasión, hoy no tengo muchas ganas. -Soltó aburrido, para ver qué más podía hacer esa mujer.
Milk no se desánimo en ningún momento. Acercó su rostro al de Goku, para comenzar a depositar suaves besos en él. -Puedo hacer que cambies de opinión, cariño…- Con su otra mano tomó el rostro del otro para obligarlo a verla - Huele mi perfume, es tu favorito.
Estiró su cuello para que el otro pudiera sentir su aroma, sabiendo que con eso lo haría caer. Goku, ni lento ni perezoso, captó la indirecta de la mujer, y endulzado por su perfume y frustrado por la huida de Vegeta, se decidió a aprovechar el ofrecimiento de la mujer.
A fin de cuentas, hace tiempo no disfrutaba y todo por culpa del juego de Vegeta.
Mientras, Milk sonreía ladinamente, haciendo unas señas a unos amigos suyos…
**
-¿Cómo pudiste dejarte Vegeta? -Recriminaba la enrabietada rubia a su amigo, quien solo miraba apenado el piso. Lazuli se palmeó la frente al notar que ni siquiera tenía el valor de reconocer lo que había hecho. -Sigue culpando al alcohol, pero yo sé que te dejaste con toda tu voluntad.
-Ya, lo siento, no sé qué me pasó. No debí pero me gustó…-Se disculpó bajando la mirada, completamente arrepentido y avergonzado por lo que había hecho. Lazuli llevaba un rato discutiendo con el otro, pero no lograba nada.
-Te molería a golpes, pero eso no soluciona nada. – Se cruzó de brazos, pensando bien qué decir, pero al notar la aflicción de Vegeta, suspiró -Ya, está bien, algún día pasaría, de otro modo no podrías enamorarlo. -El de cabellos en flama la miró ilusionado -Al menos ya sabe cómo son tus labios, si le gustó, seguro lo tendrás buscando una segunda oportunidad para besarte. Y así lo irás amarrando poco a poco -Sentenció con una sonrisa altanera y victoriosa.
Pero Vegeta se quedó con la boca abierta, atónito -¿¡Qué!? ¿¡Acaso quieres que lo siga besando!? -Casi gritó, con la cara de mil colores. Rápidamente se cubrió la boca con ambas manos, recordando que no estaban solos. Lazuli solo río ante su reacción tan infantil.
-Pues claro, bobo. Ya no sirve de nada que te hagas el difícil, si ya cediste, qué más da. Pero ahora debes hacerlo rogar antes de volver a besarlo, hazlo desear tus labios y así lo tendrás atado.-Le explicó con mucha determinación. Vegeta tragó grueso
-Sí, claro, como si fuera tan fácil. -Susurró tristemente, recordando las sensaciones que recorrieron su cuerpo en ese momento. Suspiró, sin querer seguir recordando. Lazuli puso una mano sobre su hombro, llamando su atención.
-Vamos no seas niña, aguanta. Hazlo desearte, acércate a sus labios y luego voltea para que sufra. -Lo alentó con esa típica sencillez que solo ella poseía. Vegeta no supo que responder, la rubia miró hacia otro lado y luego golpeó uno de los brazos de su amigo -Vuelve con él, sigue con el juego. Y ya cálmate, diviértete como tu rival, él no se preocupa por nada.
-¿Quién? -Preguntó dudoso, sin entender de quién hablaba, hasta que dirigió su mirada hacia donde la rubia miraba..
-Trunks, estás demente. Ya bebimos mucho – Comentaba muy divertido el pelinegro, sujetando de una mano a un embriagado y efusivo pelilila.
Ambos se encontraban muy divertidos, bailando en mitad de la pista, riendo a carcajadas por cosas sin sentido. Vaya que se llevaban muy bien.
-¡Es tan delicioso! -Reía Trunks, tomando de una copa aún sin dejar de bailar, mojándose la cara con la bebida. Eso no le importó, ni tampoco al otro que lo miraba detenidamente.
-Me encanta bailar contigo, eres encantador, Trunks. -Le dijo sin pena alguna, sin desviar la vista del menor. Trunks no se quedó atrás, le puso su copa en manos a otro empleado a la fuerza y se lanzó sobre su querido pelinegro…
-Y tú muy guapo…- Envolvió el cuello del otro con sus brazos, acercándose mucho a él. Goten lo abrazó por la cintura para atraerlo aún más.
-¿No te avergüenza que nos vean así? Tan cerca… de esta forma tan comprometedora…- Preguntó con su rostro cada vez más próximo al del pelilila. Trunks sonrió pícaramente, con una buena idea en mente…
-Puede volverse aun más comprometedor…
Sin darle tiempo a reaccionar, unió sus labios con los de Goten, en un beso muy apasionado. Al mayor no le importó que hubiese tantas personas a su alrededor, ni lo que pudieran decir, simplemente correspondió al beso que el joven le daba.
Esta vez no fue como en aquel parque, éste beso no era suave ni tierno. Sus lenguas se movían frenéticamente, se rozaban, se buscaban con desespero. Tal vez era la borrachera que ambos llevaban encima, pero se sentían muy inhibidos esa noche, tan libres de demostrarse el interés mutuo que sentían…
El beso era salvaje, lleno de un deseo insaciable, descontrolado. Trunks quería provocar al más alto, quería sentirlo de otra manera. El calor de la pasión los envolvía, pero Goten no estaba seguro de aquello que estaban haciendo, por lo que se separó de Trunks.
-De verdad me gustas, Goten… Y no sé si sea el alcohol pero hoy te ves extremadamente deseable…- Sonrió con malicia, mirando al pelinegro con segundas intenciones.
-Estás borracho, niño. No quisiera aprovecharme de ti así -Respondió con una sonrisa divertida, creyendo que solo estaba así por tanto tomar. Trunks lo miró con un tierno puchero…
-Anda, nunca estuve tan seguro de mis acciones como ahora. -Le suplicó, separándose de él para tomarlo de las manos. -Salgamos de aquí…-Dijo, y sin más arrastró al pelinegro fuera del edificio, sabiendo que no podrían volver a entrar.
-¡Trunks, estás loco! -Reía el pelinegro, pensando que todo era un juego, mientras el pelilila lo llevaba hasta el oscuro estacionamiento junto al bar.
En ese estacionamiento no había nadie, todo era oscuridad. Un lugar solitario y secreto donde cualquier pareja de adolescente podría cometer sus fechorías sin temor alguno a ser descubiertos… Eso pensaba el joven pelilila.
Se detuvo en un lugar donde no llegaba la luz, junto a un auto bien aparcado lejos del edificio.
-¿Qué hacemos en este lugar, Trunks? ¿Quieres abusar de mí sobre el capó de un auto? -Preguntó sarcásticamente Goten, mientras ambos jugaban con sus manos. El pelilila empujó a Goten hasta hacer que chocara con el capó de ese auto.
-¿Acaso eres brujo? -Susurró borrando su sonrisa, para luego juntar sus labios nuevamente con los de Goten, esta vez de una forma más demandante y seria.
Goten correspondió ese beso, animado, olvidando por un momento el hecho de que estaban algo ebrios y que solo se habían besado dos veces antes de llegar a ese momento.
**
Volviendo a aquel edificio, más precisamente en los baños de hombres, cierta parejita de apasionados utilizaba uno de los cubículos para realizar sus fechorías, aprovechando que no había nadie allí.
O eso pensaban…
-Goku… n-no te detengas… -Pedía pérdida por el enorme placer esa mujer pelinegra, cabalgando sobre aquel hombre que tanto la atraía… Goku no paraba de manosear aquel cuerpo, dejándose llevar por sus fantasías.
Estaban tan concentrados en su acto, que no notaron cierta presencia masculina allí dentro. Y mucho menos notaron que alguien extendía un teléfono celular por encima de la puerta, para sacarles un par de fotos a esos dos…
**
Vegeta decidió volver con Goku, pero no pudo encontrarlo en aquel sillón que había sido testigo de su debilidad. Suspiró y siguió buscando por el lugar, sin dar con él.
Pero luego de dar un par de vueltas, una mano se posó sobre su hombro. Vegeta se dio la vuelta, encontrándose con un buen amigo.
-¡Vegeta! Qué gusto verte otra vez. -Sonrió Broly, a lo que Vegeta le correspondió de la misma forma. -Lamento haber aparecido así antes, no quise interrumpir. -Se disculpó mostrando una mueca de arrepentimiento. Vegeta se sonrojó al recordar aquel momento en que Broly los descubrió en medio de la acción…
-E-Esta bi-bien, Broly. -Apenas pudo responder avergonzado, desviando la vista. Broly volvió a sonreír cálidamente.
-Tranquilo, ¿Buscas a Son? -Preguntó curioso, Vegeta asintió y siguió mirando a su alrededor.
-Sí… es que quiero volver a mi casa, y como él me invitó creo que debería despedirme de él… pedirle que me lleve o… o no sé… -Respondió algo dubitativo, no sabía si estaba siendo tonto o educado, al querer despedirse de quien lo invitó… Broly rio levemente
-Entiendo. No lo he visto, pero te acompaño hasta que aparezca. -Propuso, Vegeta no se negó a su compañía. -Sabes, la fiesta es muy divertida, buena música, buena bebida.
-Estoy de acuerdo, nunca había venido a un lugar así, y me llevo una buena impresión.
-A ver si la próxima vez yo te invito, Vegeta. Como jefe no estaría mal que te conozca bien, fuera del ámbito laboral. -Dijo amistosamente, con normalidad, aunque Vegeta notó algo extraño en aquel tono de voz, como si ocultara algo más….
-Sí, puede ser… -Respondió sonriente, más por educación que por propio interés.
Un silencio algo incómodo se formó entre ellos, hasta que, de la nada, apareció un muy relajado y sonriente Goku.
-Vegeta, discúlpame, creo que el alcohol me descompuso un poco. Pero ya estoy mejor. – Se disculpó cínicamente, sonriendo como si estuviese apenado. Vegeta al verlo, desvío la vista, sin embargo, Broly arrugó el entrecejo.
-Vaya señor Son, se ve algo cansado. La fiesta ha sido muy apasionante para usted, ¿no es así? -Comentó con cierta sospecha, mirando de arriba abajo al menor. Goku lo miró extrañado, pero rápidamente volvió a sonreír.
-Pues sí, lo ha sido. Me divertí muchísimo con mi invitado. – Respondió con mucha tranquilidad, pasando un brazo sobre los hombros de Vegeta para atraerlo. El menor se iba a quejar, pero notó algo en el pelinegro que lo dejó confundido…
-¿Y estaba tan alegre que fue a ponerse algo de perfume para conmoverlo, verdad? -Inquirió directamente Broly, también notando la fragancia que emanaba de Goku. El pelinegro borró su sonrisa, pero como era buen actor, mantuvo la seriedad.
-Está siendo usted muy indiscreto, señor Uchia. ¿Acaso siente celos de mi relación con Vegeta? -Replicó el jefe con la misma soberbia que el mayor, ambos se miraron amenazantes.
-No me malinterprete, jamás podría envidiarle algo a alguien, mucho menos a usted señor Son. -Respondió con un tono irónico, sin dejar de mirarlo con desconfianza. Goku sonrió ladinamente.
-Entonces no se preocupe tanto por lo que yo haga. Cuide su propia espalda. -Broly entendió la amenaza de su jefe, por lo que simplemente desvío la mirada con una sonrisa traviesa
-Buenas noches, Vegeta. Espero verte el lunes en la oficina. -Se despidió de Vegeta, ignorando olímpicamente a Goku.
-Claro que sí Broly, nos vemos. – Luego de esto, Broly dedicó una última mirada sería a Goku, quien no dudo en responderla, para después marcharse de allí.
-¿Qué tal la estás pasando, Veggie? -Preguntó el de cabellos alborotados, más animado, sonriéndole al menor. Vegeta sonrió, tratando de controlar sus nervios al tener tan de cerca a Goku.
-Bien, es divertido estar aquí. Pero ya quiero irme. -Avisó alejándose un poco de él. Se sentía extraño cerca de Goku, algo que el más alto notó.
-Entonces vámonos de aquí. Ya no queda nada más por hacer. -Tomo a Vegeta de la mano, y comenzaron a caminar fuera del lugar. Goku iba muy sonriente y relajado, aún luego de la pelea que había tenido con el mayor, por lo que Vegeta dudaba.
-Goku… ¿Y ese perfume que traes? -Se ánimo a preguntar una vez que estuvieron fuera del lugar. Goku solo lo miró fingiendo extrañeza
-¿Tiene algo de malo que use perfume? ¿Acaso no te gusta mi aroma, Veggie? -Preguntó ésta vez fingiendo tristeza, aunque por dentro se reía de la expresión avergonzada del menor…
-Es que… no lo tenías antes. -Susurró nervioso, Goku sonrió con picardía
-Entonces te has fijado bien en mí hoy, hasta en mi aroma. -Murmuró otra vez intentando seducir al más bajo, Vegeta se sonrojó y se soltó de la mano de Goku.
-Torpe, no te desvíes del tema. -Se cruzó de brazos, decidido a escuchar una respuesta. Goku suspiró, metiendo sus manos en sus bolsillos.
-Pues sí, cuando fui al baño vi a uno de mis empleados utilizando una colonia. Y como me gustó, le dije que me dejara utilizarla. -Respondió con mucha simpleza, tanta que Vegeta le creyó al instante.
-Tú obtienes todo lo que quieres con mucha facilidad, que injusticia.
-Qué puedo decirte, soy muy convincente… -Sonrió nuevamente, para colocarse junto al menor y tomarlo de ambas manos. - Y me ha encantado el sabor de tus labios, Veggie.. -Comenzó a inclinarse hacia el otro, pero Vegeta se soltó de su agarre y se alejó.
-Pues no los volverás a probar hasta que seas más decente. -Sentenció, y se volteó, mostrando así su determinación. Goku no se sorprendió para nada, esperaba ese comportamiento de su parte.
-Eso es injusto. Te invité y me aseguré de alegrarte la noche, ¿no crees que merezco otro besito? -Cuestionó en medio de un puchero, Vegeta volteó nuevamente, para verlo con algo de molestia. -Vamos, Vegeta. Un beso no cambia en nada nuestra relación, no hará que seas más fácil ni tampoco hará que pierda el interés en ti. Al contrario…- Goku tomó de los hombros a Vegeta y lo empujó hasta hacerlo chocar con una pared, acorralándolo.
Vegeta sentía su cuerpo temblar otra vez, no quería volver a caer en lo mismo. Pero allí estaba Goku mirándolo fijamente a los ojos, hipnotizándolo, haciendo que se pierda en esa mirada tan profunda y penetrante.
Goku volvió a inclinarse hacia él, queriendo unir sus labios. Vegeta no quería fallar, pero las palabras de Lazuli no sonaban tan fuertes como las de Goku… No podía creer lo que le estaba pasando, pero volvió a ceder ante esa sensación tan placentera… dejó que el mayor encontrara sus labios, otra vez.
**
Lejos de ellos, pero en el mismo lugar, se encontraban Goten y Trunks, en medio de una ola de pasión desenfrenada, no dejaban de besarse y acariciarse, dejándose llevar por ese deseo tan fuerte que sentían desde la primera vez que se vieron…
Parecía que Trunks dominaba la situación, Goten estaba apoyado sobre el capó del auto, mientras el pelilila le sacaba la camisa con algo de prisas, para seguir recorriendo todo su cuerpo. El calor azotaba sus cuerpos, sus miembros ya alzados palpitaban pidiendo algo de atención.
Trunks no se alejaba de los labios del pelinegro, necesitaba mucho de él, quería todo del mayor. Descendió con una de sus manos por el abdomen del otro, hasta llegar a esa parte que tanto esperaba ver. Sin esperar, bajó el cierre del pantalón y comenzó a acariciar ese miembro, arrancándole un sonoro gemido a Goten.
El mayor se apartó de sus labios, un hilillo de saliva aún los mantenía conectados. Su boca entreabierta dejaba escapar roncos jadeos por esa mano que recorría toda la extensión de su miembro. Goten no quiso quedarse atrás, por lo que llevó una de sus manos a la boca del pelilila. Trunks comprendió su mensaje, así que empezó a lamer animadamente sus dedos…
Goten apreciaba esa vista tan excitante que tenía en frente, Trunks lamiendo sus dedos de esa forma tan sugerente, y su mano subiendo y bajando por su hombría de esa forma tan hábil. ¡Mierda! Hace tiempo no tenía una oportunidad como esa, y no la iba a desaprovechar. Sacó su mano de la boca del pelilila y rápidamente bajó por su espalda hasta meter la mano bajo el pantalón del menor, buscando aquella entrada que tanto ansiaba penetrar…
Trunks no se quejó, aceptó gustoso esa intromisión, quería mucho más que eso. Mientras Goten se encargaba de lubricarlo, él seguía jugando con ese miembro palpitante y húmedo, lleno de líquido pre seminal. Ambos estaban ansiosos por ya comenzar, ¿Para qué seguir perdiendo el tiempo?
Goten empujó suavemente al pelilila para luego invertir la situación: Él quedó sobre el menor, quien se recostó sobre el auto. Se acomodó y se preparó para lo siguiente. Miró a Trunks, como pidiéndole su aprobación, algo que estaba de más, ya que el menor lo atrajo hacia sí para volver a besarlo apasionadamente.
El pelinegro entendió que estaba listo, por lo que lentamente introdujo su miembro en esa cavidad tan estrecha y cálida. Trunks sintió dolor, pero sus quejidos fueron acallados por la boca de Goten. El mayor se mantenía quieto, no quería hacerle daño a su compañero.
-¿Sabes Trunks? No creí que llegaría a verte así -Comentó de repente Goten, con una tierna sonrisa, depositando suaves besos en el rostro del pelilila. Éste se sonrojó bastante ante su actitud.
-No lo arruines con tus cursilerías. -Murmuró más que avergonzado, consiguiendo una carcajada por parte del otro. Trunks quería ocultar la vergüenza que sentía, los nervios que Goten provocaba en él, por ello prefería evitar ese tipo de comentarios.
Goten era transparente, borracho o no, se le notaba de todos modos eso que sentía hacia el pelilila. Algo que alegraba mucho a Trunks, aunque no lo quisiera demostrar…
El pelilila se tragó parte del dolor y comenzó a mover sus caderas, dando la señal a Goten. Así, el pelinegro comenzó sus movimientos, entrando y saliendo con cuidado de esa pequeña entrada, sintiendo cómo esas paredes ejercían una placentera presión sobre su miembro.
Trunks aumentaba el ritmo, dejando de lado la incomodidad para disfrutar al máximo de esas embestidas cada vez más intensas que Goten le proporcionaba. El pelinegro llevó una de sus manos al miembro del otro para darle aún más placer, Trunks gemía incansablemente.
Esa situación le recordó aquella vez en la oficina del señor Son, cuando éste le hizo exactamente lo mismo que Goten. Solo que ésta vez era muy diferente, Goten lo hacía sentirse diferente…
El vaivén se volvía más intenso, mas demandante, Goten había alcanzado ese punto en el interior del pelilila que lo hacía perderse aún más, ambos estaban al límite, unas cuantas embestidas más y pronto llegarían a la cima.
Goten lo notó, y abrazó con fuerza a Trunks, quien se aferró a su espalda de la misma forma. En ese instante, ambos soltaron un último gemido antes de liberar sus semillas, concretando aquella primera unión bajo la luz de la luna, en ese oscuro estacionamiento, sobre la fría y dura capa metálica del pobre auto que los sostenía.
Nada romántico, pero sin duda una grata experiencia para esos dos...
Se mantuvieron estáticos sobre ese auto, recuperando el aliento luego de toda la acción. Sus pechos subían y bajaban, Goten se quedó recostado sobre el menor, sonriendo ampliamente, mientras Trunks se esforzaba para normalizar su respiración…
-Menos mal que éste cacharro no tenía alarma, ¿no crees? -Comentó muy divertido Goten, incorporándose un poco para ver a su compañero a la cara. Trunis solo le respondió con una sonrisa
-Eso fue increíble, ya no siento las piernas. -Le dijo en el mismo tono, causando un leve sonrojo y una risa nerviosa en el pelinegro
-Tonto, vámonos de aquí, antes de que un guardia nos vea. -Se separó de Trunks, y se acomodó toda su ropa. El pelilila hizo lo mismo, ambos se limpiaron y se alejaron del auto. Entonces Goten tomó de la cintura al menor -Siento que te amo. -Volvió a sonar chistoso, para después besar a su adorado compañero.
Trunks se separó rápidamente de ese beso, y con un fingido puchero miró a Goten. -¿Qué no me amabas? -Preguntó fingiendo tristeza, bajando la cabeza con una burlona sonrisa.
-Al parecer, sí te amaba. -Respondió ésta vez más serio que antes, y cuando Trunks alzó la cabeza, Goten unió sus labios para darle un beso más lento y dulce que cualquiera de los anteriores… Pero solo duró unos segundos, ya que luego el mayor tomó de las manos al otro y le sonrió ampliamente. - Ya, huyamos de aquí.
Entre carcajadas, el pelinegro se llevó corriendo a Trunks de allí, quien no objetó nada y simplemente se dejó llevar por la alegría del mayor.
-Sí que eres infantil, Goten… y por eso me gustas…