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¿Tu dolor o el mío? por only_hope

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Notas del capitulo:

Dejaré esto por aquí y voy salir huyendo *se esconde detrás de un bote de basura*

Su padre le ofreció la taza de café, asintió, tomándola y sentándose a su lado en la mesa.
-Es bueno que nos visites de vez en cuando – Dijo – Tu mamá se fue a una clase de Pilates o… una cosa así, pero yo estoy aquí, si gustas esperarla.

Logan se encogió de hombros, se acomodó mejor en la silla. – Da igual, tengo tiempo. – Le dio un sorbo a su café, viendo distraídamente los cuadros que siempre habían estado en la pared. –Papá, tú… ¿cómo conociste a mamá?

El hombre rio por lo bajo, esa era la típica pregunta que le respondías a tu hijo en su niñez o adolescencia… ahora, ¿con veinticinco años? – Pues… no sé, sus padres y los míos lo acordaron de siempre… me extrañaría incluso si no hubiésemos dado los primeros pasos juntos. – El menor asintió, dándole otro sorbo al café, él recargó ambos brazos en la mesa. – Derek me dijo que tenías pareja…

Logan estuvo a punto de atragantarse con la declaración. Se limpió los labios con una servilleta, pensando en qué podría decirle –Bueno… se podría decir que sí.

-¿Por qué no nos lo presentas? Dijo que era un doncel y que incluso ya…

-No es la gran cosa – Dijo Logan con los puestos en la taza. – Él y yo tenemos una relación muy casual, ¿sabes?, está en cinta, pero dudo siquiera que sea mío – Indagó. –Yo lo ayudo por los encuentros que tenemos, no hay nada más allá.

-Ya veo – Asintió su padre. – Es una pena, tu madre ya se hacía a la ilusión de tener nietos.

La cara del castaño podría ser un poema entre más se iba enterando. - ¿Cómo, ella ya sabe?

-Derek es nuestro amigo, lo comentó sin saber que nosotros no estábamos conscientes de eso – Se justificó el mayor entonces. – Aunque tú sí deberías pensar en formalizar una relación,  a tu edad nosotros ya estábamos esperándote a ti.

-No conozco a nadie que sea lo suficiente – Admitió él, viendo entonces la fotografía de la boda de sus padres colgada en la pared. – Y por ende no me veo con nadie a futuro.

-Pues no se diga más – Expresó su padre, con una sonrisa – Tengo unos conocidos que presentarán a su hija menor la próxima semana, no digo que te emparejes exactamente con ella, podemos asistir y conoces a unas cuantas señoritas o donceles que te interesen… a menos que esa “relación casual” que tienes con ese chico misterioso dé para más.

-No, no lo hará – Negó simplemente. - ¿La próxima semana, dices?

El padre asintió, él seguía sin imaginarse en una relación formal, pero debía admitir que quizá tenía razón… no podía pasar toda su vida desahogando su lívido con un triste esclavo.
Mucho menos si llegaban a creer que él y eso tenían una relación.

Su madre llegó varios minutos más tarde, escuchando las “nuevas noticias” con suma atención mientras Logan hacía casi lo mismo.

La mujer de cabello igual de castaño le regaló una gran sonrisa -   Vas a conseguirte a la doncella o doncel más lindos de esa fiesta, cariño. Con lo guapo que eres.

-Pero debes mejorar tu carácter – Añadió su padre. – Derek ya me dijo también cómo te pones con él y con ese doncel en las consultas.

-Su carácter está bien, Louis – Negó su madre. – Es su parte de su encanto, ya sabes que Derek tiende a exagerar mucho.

-Exacto – Soltó él. – Y es un entrometido en lo que no le importa. Yo no me comporto de ninguna manera en las consultas… no es a mí a quién me atienden de cualquier manera.

Detestaba tener que tocar ese tema con sus padres, aunque debía de haberlo intuido. Veía venir las preguntas de la mujer con respecto a las consultas y se lamentó haber dicho que no tenía nada mejor que hacer.

-¿Es un chico apuesto, al menos? – Preguntó ella.

-Yo no lo llamaría apuesto… - Respondió, pensando de pronto en el momento en que le había tomado de la mano… cuando sus mejillas se enrojecieron y sus ojos verdes lo miraron sorprendidos… - Es más bien… apetecible, no pasamos de lo carnal así que eso no importa mucho. – Decidió decir de todos modos.

-¿Cómo? – Preguntó ella escandalizada. – Logan, cariño, alguien como tú no debería estar teniendo “relaciones carnales” así como así, ¿qué tal si te llegan a transmitir una infección o peor?

-Es por eso que buscará pareja en esa fiesta, Sofía – Le acalló su padre.

Logan suspiró – Sí, así será. Por ese otro tema ni se preocupen, que ya les dije que no es nada. – Fingió ver su reloj con impaciencia - ¿Saben qué? Acabo de recordar que tengo que hacer unos pagos… así que, si me disculpan… - Se levantó, terminándose el café. – Nos vemos después.

-Procura venir más, mi amor – Pidió ella. – Y dile a Jimmy que lo haga también, ni siquiera se ha dignado en llamar.

-Sí, haré lo que pueda. – Besó la mejilla de su madre y recibió el abrazo de su padre antes de salir por la puerta principal.

Ahora que lo pensaba… no había tenido una relación desde que tenía veinte años.

-¡Esclavo! – Le llamó al entrar en la casa, sin obtener respuesta.
Entró a la cocina, encontrándoselo ahí recostado en la mesa. Lo escrutó con la mirada unos segundos, le estaba dando la espalda, pero sus hombros se movían acompasados y la cabeza estaba recargada en sus brazos, simulando una almohada, el muchacho estaba dormido.

-¿Qué haces? – Le dijo en un quejido, picándole con el dedo.

El rubio no pareció despertar, pero como una reacción ante el toque su cuerpo se erizó. Logan frunció el ceño, acercándosele más. - ¿No me oíste? Despierta – Tomó su hombro, agitándolo.

-No… - Suplicó el menor en medio de sus sueños. – No… ¡No!

-¿Qué? – Su mascota se encogió sin abrir los ojos, murmurando cosas que no entendía,  pensó en joderlo mientras dormía para que así despertara, pero apenas la idea se hacía más fuerte en su cabeza, el rubio comenzó a sollozar.

-No se lo lleven, por favor… - Suplicaba. – Por favor no…  - ¿Estaba hablando del engendro? – Dan… ¡Dan no me dejes, corre!

-¿Dan? – Repitió, frunciendo el ceño. Tomó del brazo al somnoliento y lloroso muchacho y lo levantó con brusquedad.

El esclavo despertó de golpe con la respiración acelerada y un fuerte dolor en el brazo izquierdo. Tardó varios segundos en comprender que lo que había sucedido en sus sueños no estaba pasando… y que su dueño lo veía enojado.

-¿Quién te dio permiso para dormirte? – Ni siquiera supo de dónde había salido un tono tan fúnebre de su boca. Abrió la mano que sostenía a su esclavo, tumbándolo en el piso. - ¿Siquiera preparaste la comida?

Se sobó el área golpeada por el piso, asintiendo sin atreverse a ver a ese hombre que tanto le intimidaba. –Eh… estaba…

Logan se sacó el cinturón, golpeando la mesa. – Que sea la última vez que te veo tan cómodo en mis muebles, ¿estamos? – Lanzó otro golpe con el objeto sin ningún miramiento, golpeando al otro en el hombro. –Mírame – Le ordenó casi en un grito.

El rubio comenzó a temblar, levantó la cara con miedo, recibiendo en esa zona un golpe con la dura  hebilla del cinturón. Chilló de dolor, cubriéndose de inmediato.

-¡¡Mírame!! – Repitió Logan, aún molesto. La marca roja que se había formado en el ojo del esclavo no era suficiente castigo, levantó de nuevo el cinturón, pegándole de lleno en la cara por segunda vez.

No importaba cuantos gritos de dolor diera el esclavo, o cuantas veces intentara taparse, Logan repetía la orden y él tenía que obedecerla. Su amo no paró hasta que la cara del menor estuviese completamente hinchada.

-Levántate – Escupió.

Con mucha dificultad el esclavo obedeció, estaba tan asustado que no pudo evitar rehuir de las manos de su dueño cuando estas estaban por tocarle las nuevas heridas. Se echó para atrás, llorando de dolor y pánico, pero el mayor lo tomó de la barbilla.

-¿Quién se fijaría en una cosa tan repugnante como tú? – Dijo Logan con ira apretando la piel enrojecida. - ¿Estabas soñando con uno de tus amantes, putita? – Levantó el cinturón sin soltarle riéndose del modo en que su mascota intentaba cubrirse. - ¡¿Estabas soñando con amos anteriores?! ¡¿O con alguien más?!

-Q… - Sus labios temblaban, ardían. Gimoteó de dolor sin tener idea de lo que hablaba su amo, quien apretó más su barbilla.

-No intentes mentirme, esclavo malnacido –Negó – Te escuché, zorra. “Dan, no me dejes” “No se lo lleven” “corre” – Los ojos amoratados del otro se abrieron más a pesar de estar inflamados, estaba sorprendido. Y eso molestó más a Logan.

-Yo… - El menor tembló con más fuerza. No había tenido ese sueño en años… ¿por qué ahora? ¿Por qué en ese momento? ¿Y cómo lo había escuchado su amo? – A-amo, no es lo que usted piensa, Dan no es… - Una bofetada lo acalló.

-Dan no es nadie aquí. - Lo jaloneó, llevándolo hasta un espejo, para que pudiera ver el desastre que era ahora esa bonita cara pálida que tenía. – Y si lo fuera, ¿qué crees que pensaría de ti ahora? ¡Mírate! – El esclavo sollozó con fuerza al sentir las lágrimas quemando en los raspones que tenía en las mejillas. – Seguramente vomitaría con sólo verte a la cara… ¡Correría, pero para alejarse de ti!

-B…basta… por favor… - Emett no podía más, los recuerdos dolían… pero escuchar la voz potente e intimidante del mayor, diciéndole cosas que sin saber podrían ser ciertas… era terrible…
“Dan… de estar vivo… ¿te asquearías de mí?” El pensamiento le provocó otro sollozo. – Lo siento, lo siento, lo siento – Las palabras eran las de un chiquillo arrepentido, eso hasta Logan pudo percibirlo en el tono aniñado y deprimido con el que salieron. – Por favor, discúlpame…

Logan sintió algo moverse dentro de sí al verlo de esa manera. Herido, destruido… pensando en un hombre que Logan ni siquiera conocía.
-Termina de limpiar la casa – Ordenó simplemente, yendo a su habitación.

El esclavo asintió con la cabeza agachada; ese maldito sueño había abierto heridas que creía  que nunca se abrirían de nuevo. Sollozó, al comprender que su amo ya no estaba con él cerró los ojos, la imagen que el espejo le daba era espantosa, y se permitió por un segundo dejar de pensar como el esclavo que era… para recordar lo que no había podido llegar a ser siendo Emett.

Ya ni siquiera podía invocar la cara de ese niño sonriente, pero sabía que era hermosa, que era delicada e infantil, tal y como lo era por dentro. Mucho menos podía recordar su voz, pero en sus sueños era dulce y aguda… siempre angustiada y desesperada a pesar de que su subconsciente le decía que Dan no era de esa manera.

“Basta” se suplicó, y abrió los ojos de nuevo.  Sus manos acariciaron su vientre. Ahora iba a ser diferente… tenía que ser diferente.
Se alejó de espejo, obedeciendo la orden que su dueño le había dado.


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