Mi celular vibró en mi bolsillo.
Maniobre con Tao encima de mi brazo derecho (prácticamente) para cogerlo con mi mano izquierda en el bolsillo derecho.
Pinche el icono de whatsapp y sonreí, era JongIn.
Innie:
Mirame ;* 11:38
Para cuando levante la vista hacia él, estaba mirándome con la boca abierta.
Extrañado fruncí el ceño y mire a mi espalda, pero no había nada raro... Hasta que vi el pizarrón.
La profesora EunAh estaba escribiendo en la pizarra sin escribir.
A medida que iba pasando mi vista por el salón me fui encontrando con bostezos a medias, las chicas arreglando su maquillaje, cabezas de ojos cerrados suspendidas (algunas en un angulo no muy sano) a punto de tocar la fría mesa, pero al fin y a cabo sin tocarla, pero mas que todo eso lo único que mas pesaba sobre esa habitación era el silencio
Miré hacia la ventana y vi a un pequeño pájaro a punto de chocarse con la ventana.
Todo esto solo puede significar una cosa...
Tao lo había vuelto a hacer,
Cogí su mano derecha y la giré, allí en su muñeca su marca brillaba tenuemente, no era la primera vez que pasaba pero sí que hace tiempo no tenia un episodio de estos.
Me levante poco a poco liberando mi brazo y desplazándome hasta la ventana del pajarillo abriéndola, su súbita entrada traería un gran alboroto pero prefiero eso a que el pobre terminara su vida contra un gran pedazo de cristal y yo de testigo para oír su cuello hacerse pedazos contra el vidrio.
Por último fui hacia JongIn.
Su boca abierta me daba a entender que había estado a punto de decirme algo cuando me giré, lo conozco tan bien que sin hablar ya se lo que estaba a punto de decir.
“Te amo Pororo”
Otra sonrisa
Estúpidamente encantador.
Adoraba que fuera tan empalagoso, eso compensaba muy bien nuestra relación, por algo llevábamos ya tres años juntos, esta de mas aclarar que yo nunca diría eso en voz alta.
Tal vez se lo diría al oído.
Me incliné y bese su mejilla seguí acariciándole el pelo cuando mire a mi alrededor. Y me la encontré.
Krystal de nuevo mirando a JongIn desde su sitio como una víbora a su presa, a JongIn, a mi hombre.
Tch tch, alejate babosa, me lo vas a gastar.
Siempre que JongIn no estaba delante me “intimidaba” exhibiendo ante mi su inflado pecho de silicona, su barbilla arriba, un kilo de maquillaje y cara inexpresiva a causa del botox, gritándome (o eso creo yo cada vez que habla, su voz es irritante) que me alejara de Innie y le dejara ser feliz con ella ya que, según dice, tiene algo que yo no.
Seguroque tiene algo que yo no.
Y no me refiero a solo su anatomía, me refiero a su chillona voz, lo egocéntrico ,al IQ 50(alcancé a ver la hoja de su resultado antes de que la arrugara y se la tirara a la cabeza al pobre profesor de matemáticas para después llamar a su padre, el director, para que despidiera a EungKwang)... Sí, hay muchas cosas que ella tiene que yo no tengo.
Una idea se paso por mi cabeza.
Y estoy seguro de que la sonrisa que llevaba en la cara le daría escalofríos a todo el que me viese.
Fui hasta la mesa de Krystal y cogí la BBcream, abrí el bote del rimel y lo mezcle en el bote de la BBcream, no fue tan difícil como pensé. Cogí un pañuelo de mi bolsillo y lo unte en desmaquillante, no mucho, y se lo pase a lo largo de los ojos como creando un antifaz, cuando terminé cogí el borrador del pizarrón, lo llené de tiza y se lo pase por la cara y el pelo. Le eché un vistazo
Oh Krystal nunca has estado mas hermosa te lo aseguro.
Parecía un cosplay de la niña del grito versión colegiala.
Tomé lo que quedaba del desmaquillante y los demás botes de sus amigas y los vacié en la basura tirando los botes, sabía que su maquillaje era a prueba de agua.
Ahh, soy feliz.
Solofalta una cosa.
Y tenia poco tiempo, aunque suene irónico.
Llevo en brazos a Kris, el compañero de mesa de JongIn y lo llevo a la suya junto con Tao.
De nada amigo
3...
Comencé a correr a la mesa de JongIn
2...
Me senté y mire una ultima vez para ver si todo esta como el lo había dejado.
1...
Suspiró mientras el tiempo volvía a correr.
La profesora siguió hablando, Innie termino de decir lo que debería haberme dicho a mi pero ahora estaba diciéndoselo a Kris, Tao despertó y casi grita del susto al ver Kris (pero el susto le duró poco, al segundo ya estaba sonriendo), Kris no era la excepción, pero igual le regaló una bonita sonrisa al panda cuando adivinó que había pasado y lo acomodó entre sus brazos besando su cabeza.
Mi buena acción del día.
El pequeño pájaro entró y para mi suerte pero no para la de él se estrelló y enredó en el pelo de Krystal.
Krystal pegó el grito en el cielo aunque no se si fue por lo que vio en el espejo de su mano o por el pajarillo que luchaba por salir de ese enredo de pelo y extensiones.
Krystal empezó a gritar a un más (si era posible) jalando su cabello lloriqueando y retorciéndose.
Su cara era digna de una foto, le dejaría esa labor a los del club de fotografía, luego pediría un par de copias.
El pajarito se liberó al fin y voló lejos por la misma ventana por la que entró y todos pudimos apreciar la cara de mi querida enemiga.
Todo fue risas y cámaras por doquier (más de uno se calló de la silla por la risa)
Ni siquiera la profe se salvaba, parecía que pronto tendría que ir al excusado.
Entonces JongIn me notó, me miró de reojo, con esos intensos ojos chocolate que tanto amo y me sonrió con esa boca a la que me volví adicto hace mucho tiempo. Estaba sacudiendo lentamente su cabeza sin quitar esa sonrisa que me ponía a mil, haciendo alborotar esos cabellos tan chocolatosos como sus ojos.
Oh por dios, me muero
-¿Le he dado ya las gracias a tu madre y a tu padre por echar aquel polvazo que engendro el adonis que tengo en frente? Kim JongIn creo que eres la mezcla de masculinidad, perfección y una pizca de adorable.
Él rió.
Creo que acabo de morir un poco más.
-No, no lo has hecho, pero sé que si hay algo que as hecho -estrechó los ojos.
Él sabia que todo el asunto de Krystal había sido culpa mía, yo solo pude reírme y besarle esos abultados belfos.
Todo esto pasaba mientras Krystal había huido fuera del salón.
-¿Cómo llegaste hasta aquí?
-Estoy seguro que lo sabes -no podía borrar mi sonrisa, parecía pegada con pegamento, como siempre que estaba con Innie.
-Ah! Tao, ¿no?
-Exacto -le volví a besar.
Como había predicho, la profe EunAh tuvo que ir al baño dejándonos a todos solos, aprovechando Kris y Tao se acercaron a nosotros.
-Buena esa Dodo- dijo Tao tomando mi cabeza y besándome allí, uno de esos besos tronados.
-Claro, mi pequeña arpía llevaba un buen rato buscándoselo, por una vez me han servido tus siestas.
-Aún estoy intentando controlar eso, Kris ge me está ayudando -soltó mi cabeza para volver a abrazar el brazo de su novio y sonreír, Tao también tiene una muy bonita sonrisa.
-Seguro que lo logras TaoZi -dijo JongIn.
-Es obvio que lo logrará, mi Panda es muy inteligente -habló orgulloso Kris, Tao era el primero en todo el colegio, no era el único que pensaba eso.
En eso sonó la campana.
-Vamos a comer, bye bye tortolitos -dije jalando a JongIn para levantarlo, coger nuestros portafolio y salir del colegio despidiéndome de paso de los chicos, ese día ya no teníamos mas clases a causa de falta de profesores. Todo sea por la huelga.
-Innie
-Mmm?
-¿Sabias que la venganza es dulce y se sirve en frío?
-... Quieres un helado?
-Ajá.
JongIn rió y dijo:
-Vamos, pues.
Él empezó a caminar.
-¡Innie!
-Dime -se dió la vuelta.
De un salto me prendí de su boca cogiendo el cuello de su camisa, besándole hasta quedarnos sin aliento.
Lo solté y le sonreí, regalándole mi corazón, como él dice que hago cada vez que sonrío.
-Yo también te amo.
Innie sonrió grande y agarró mi mano, creí verlo brillar, de verdad que estoy perdido en él, ya hasta me imagino cosas.
-Ven Pororo, vamos a por ese helado.
Y así caminamos hacia la heladería.
Aunque parecía que solo íbamos a la heladería me pareció que no era solo eso.
Estábamos emprendiendo el camino de nuestra vida juntos, una vida al lado del otro...
Para siempre.