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Sensitive Pornograph por Paramnesia10

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Notas del capitulo:

Esto fue un pedido de mis nenas y mi adaptadora favorita Adhary, siento si no quedo bien, soy escritora principiante, pero lo hice con mucha dedicación, por que yo respeto muchisimo a Sensitive Pornograph.

Nadie de EXO me pertenece. 

La historia le pertence a la creadora de Sensitive Pornograpg(nunca me quedo con el nombre). 

Sin mas, les dejo.

nos leemoas abajo.

POV. JongIn


Hace un buen día, perfecto para jugar con mis amigos animalitos iba saliendo de la universidad cuando...

-¡Eh!¡Kai!

Me gire a ver a ChanYeol venir hacia mi.

-Me alegro de verte. Tenemos un encuentro con la Seoul University pero nos falta gente.

-Lo siento, hoy tengo trabajo -sonreí a modo de disculpa

ChanYeol bufó.

-¿Trabajar? No me digas que no puedes faltar un día... -dijo con voz persistente.

-No,no... -y me perdí en mi mundo lleno de cachorritos mimosos, gatitos lindos, hamster gorditos, y pajaritos de lindo plumaje- los perritos y gatitos me esperan.

Seguro para ese entonces ya tendría cara de tonto y sonrisa estúpida, pude ver a ChanYeol mirándome raro, pero que puedo hacer no puedo evitarlo, mi corazón le pertenece a esas preciosidades.

-Ahhh... ¿Trabajas... cuidando mascotas?

-Y me encanta, encuentro cada monada a veces... -repuse con voz soñadora, casi se me escapa un suspiro.

ChanYeol aumento el grado de su mirada.

-¿Sí? Pues también habrá monadas en el encuentro. ¡Luego no me vengas llorando con habértelo perdido!

Sonreí aun en mi mundo lleno de pequeñas y a adorables mascotitas y empecé a andar de nuevo.

-Lo siento, preguntame a la próxima -dije moviendo mi mano despidiéndome.

-Joder, ¿de verdad prefiere animales antes de chicas? -alcancé a oír murmurar a ChanYeol con un poco de molestia.


Caminaba admirando el paisaje hasta que mi celular sonó, me detuve, lo tome de mi bolsillo y vi el identificador.

Numero desconocido.

-¿Sí?... Si... Confirme la dirección por e-mail... El dueño esta afuera hasta mañana... Entonces voy ahora mismo.

Colgué y sonreí grande dejando que la visión de un lindo conejito llenara mi mente.

-¡Hoy es un lindo conejito!¡Que ilusión! -me dije a mi mismo.

Volví a emprender mi camino hacia la dirección que había recibido en mi correo.


-Debería de estar por aquí -dije viendo los diferentes apartamentos enfrente de mi. Un auto completamente negro estaba estacionado en la entrada de uno pero no le tome importancia. Leí el letrero de identificación de ese bloque.

-¿Aquí? -mire el bloque de apartamentos blanco ante mis ojos.

Entré y subí a la puerta 1903 como me habían especificado.

Éste es el sitio, sí...

Dijeron que la llave estaría debajo de una maceta.

Abrí y cerré la puerta, mirando a mi alrededor.

El conejito se llama KyungSoo, así que debe ser un chico. El dueño dijo que se siente muy solo.


Abrí la puerta de lo que al parecer era el salón y empecé a llamarlo.

-¡KyungSoo!

Esperé a que el lindo conejito apareciera, mirando los rincones.

-...¿KyungSoo?¿Donde estás? -me desplacé por el salón buscando.

-¿Eh?¿No está aquí? -me rasqué el cuello preocupado y confuso.


Entonces oí un ruido, paré de buscar un momento y me concentre en aquel sonido. Sonaba amortiguado

Mi respiración se cortó.

¿E-en el armario? Pensé mientras sentí como la sangre abandonaba mi cuerpo. Caminé hacia las puertas de aquel mueble.

No puede ser que... ¡Encerrara a su conejito ahí!

Y abrí el armario.


Lo que vi no me lo esperaba para nada.

Un chico de piel blanca lleno de cortadas, esposado de muñecas y tobillos atado por sus piernas y con una mordaza en la boca acurrucado, ahí, en el armario.

Santo dios

Me estaba mirando fijamente bajo ese despeinado cabello negro.

¡Mamaaaaa!

Lo siguiente que sentí fue el duro suelo bajo mi trasero, sentía que toda chispa de vida había abandonado mi cuerpo.

Y grité.

-¡¡U-un cadáver!!

Salí del shock cuando note dio un ligero respingo.

-¡Está vivo!

Tragué forzosamente y la sangre volvió a su cauce por todo mi cuerpo.

-¿Estás bien? -me incorporé de un salto y cogí el nudo de la cuerda entre mis manos- ¡Te desataré!

Y así lo hice, quitando también la mordaza de su boca. Un hilo de saliva bajo hasta su barbilla.

-¿D-donde esta la llave de las esposas?

Él se incorporó lentamente, sentándose, evitando mirarme y habló con voz cansada pero profunda.

-Si vas a hacerlo, hazlo sin mas y acabamos esto de una vez.


¿Eh?

-¿Qué?

El chico de llevo la mano a la cabeza haciendo sonar las esposas y se giro hacia mi, pero aún no me miraba.

-Te llamo él, ¿no es cierto?

-¿É-el?

-Estabas llamándome por mi nombre, ¿te lo dijo él?

-¡No!¡Es solo el nombre de un con...!¡Yo sólo cuido mascotas! -dije agitando mis manos, no tenia idea de que me hablaba ese chico, solo me ponía nervioso.

Él al fin pareció entenderme, me miró y después volvió a apartar la mirada.

-Es eso entonces -parecía hablar consigo mismo- a ese tipo le encantan este tipo de jueguecitos. Lo siento, pero creo que te han engañado.

Me lleve las manos a la cabeza traumatizado, seguro mi cara era un poema.

-¿Eh?¿Éste tío es KyungSoo?... Entonces... ¿Donde está el conejo?¿Y el conejito?


Y de repente sin pensarlo, ese chico, ese que dice ser KyungSoo, estaba encima de mi, justamente en mi entrepierna.

WTF

-Mira, cuando las cosas no salen como planea, se vuelve loco -dijo siendo amortiguado por la cercanía de su boca con la pretina de mi cinturón- y si eso pasara, también tu tendrías problemas.

Sus ágiles manos desabrocharon mi pantalón.

El sonido de la cremallera al bajarse me estremeció.

-No te preocupes, no tengo ninguna enfermedad y no te lo haré pasar mal -hablaba mientras sacaba mi miembro de mis bóxer.

Yo aún no me movía, sentía el calor en mi cara a causa de mi sonrojo, pero mi cuerpo no parecía reaccionar. Algo que si parecía despertar era mi miembro que parecía saludar a KyungSoo entre mis piernas.

-Si los chicos no te van, cierra los ojos.

¡Ni aunque digas eso...!


Y lo hizo.

Paso su lengua por la punta de mi pene empezando a ir más abajo, lamiendo desde la base hasta las punta repetitivas veces por todas partes. Ahora con los ojos cerrado podía apreciar cuan largas eran sus pestañas.

¡Joder!¡Me estoy poniendo cachondo!

-La tienes enorme... - eso me dejo boquiabierto, le vi observar mi miembro para luego llevárselo a la boca y mamármela.

Veía su cabeza subir y bajar y yo solo pensé que me estaban dando posiblemente la mejor mamada de mi vida. A este paso ya tenia mi miembro duro clamando por otra calidez que no fuera su boca.

-Va a costar un poco más, no tengo vaselina.


Y en un segundo estaba encima de mi de cuclillas separando sus nalgas con sus propias manos dejándome a la vista la entrada de mi pene en ese apretado anillo de musculo.

Nunca se ira esa imagen de mi cabeza.

KyungSoo empezó a moverse lentamente sobre mi.

Con la respiración entrecortada observe su cuerpo, la blancura de su piel se podría comparar con la del papel, sus leves gemidos mientras hacia mi miembro entrar y salir de el tan leves pero tan eróticos, sus tetillas erectas y su miembro palpitante,con esas mejillas sonrosadas, eran una magnifica vista, KyungSoo encima de él se veía hermoso.

L-la verdad es... que me está gustando.

¡Esto es... Peligroso!

Lleve mi mano a su miembro que clamaba atención y empecé a masajearlo en círculos en la punta. Quería que él también tuviera placer.

Un suave jadeo un poco mas alto salio de su boca y noté sus piernas temblar ante el movimiento de mi mano. Detuvo sus movimientos y se acerco a mi apoyándose en mi pecho.

-No tienes por que... Hacer eso...

Sin hacer caso a sus palabras seguí masturbándole apretando mi mano en su eje moviendola de arriba a abajo.

Sus gemidos se hicieron mas constantes y un poco mas elevados. Él se alejo haciendo que mi miembro saliera de su interior y se arrodilló en el suelo apoyando su cabeza contra el mismo y me miro.

-Métemela... Métemela, por favor... -dijo jadeante.

Esto es muy, muy peligroso.

Éste tío es... ¡Demasiado sexy!

Y me levante del suelo tan rápido como pude, como movido por un imán junté nuestras caderas, le agarre las nalgas y me volví ha enterrar en él hasta lo mas profundo de sus entrañas. Seguí embistiendole en fuertes empujes con un ritmo constante.

Su espalda frente a mi era todo lo que podía ver pero confiaba en que realmente lo estaba haciendo bien, podía oír sus leves gemidos más el choque de nuestras carnes y el ruido de las esposas hacia que un estremecimiento recorriera toda mi espina dorsal.

Cogí sus caderas y lo levante sentándolo en uno de los sillones del salón y abriendo sus piernas.

-Eres... Eres bueno -habló mientras yo le penetraba de nuevo. Oír su voz me excitaba aun más.

Cuando estuvimos unidos otra vez lo vi a los ojos sin hacer ningún movimiento de mis caderas, sus ojos eran preciosos solo ahora había tenido la oportunidad de darme cuenta de que tan grandes eran, aunque ahora los tenia un poco cerrados por la excitación, sus pupilas estában dilatadas. KyungSoo alargó sus brazos unidos hacia mi cuello acercándome y llevando a nuestros labios a encontrase, nuestras lenguas se rozaron al segundo haciéndonos gemir enredándolas y explorándonos mutuamente, sus labios eran gruesos, me había dado cuenta de la forma tan sexy que tenían cuando estuvo encima de mi la primera vez.

Agarré de nuevo su cadera llevándonos al suelo sin deshacer la unión.

Estábamos perdidos en éxtasis, pronto empecé acelerar el ritmo de mis embestidas, pronto llegaría y quería disfrutar de esa apretada entrada todo lo que pudiera, aun si mis rodillas empezaban a doler. Sus gemidos y los míos llenaban la habitación junto con el choque de nuestras caderas y el ruido de mi pene al ser succionado una y otra vez por él con cada embiste, tenia la ropa pegada al cuerpo por el sudor.

En ningún momento perdimos el contacto visual.

Abracé su torso y lo hice sentarse, él me cabalgaba como al principio, pero esta vez nuestras caras estaban más cerca, chocando aliento contra aliento, robándonos el oxigeno el uno al otro.

Pero nunca apartábamos la mirada del otro.

¿Que debería hacer?

-Dentro... correte dentro -dijo con voz ahogada y tono suplicante.

Y me dejé ir.

Enterré la cabeza en su pecho llenando su interior de mi semen arrancándome un gran gemido al sentir sus paredes sofocarme gracias a su orgasmo que no tardo en venir también, haciéndole abrazar mi cabeza buscando apoyo gimiendo desde lo mas profundo de su garganta.


KyungSoo soltó mi cabeza tumbándose y jadeando en busca de aire.

-E-esto...

Él se fue incorporando poco a poco.

-Será mejor que te vayas... Él no estará muy lejos.

Yo fruncí el ceño.

-¿Ése hombre te obliga a estar aquí?

Tardó, pero lentamente KyungSoo asintió.

Y a mi no me quedaba más que resignarme e irme. Cogí mi cinturón arreglé mi ropa y tomé mi mochila.

-B-bueno... Yo... -estaba de pie frente a la puerta, giré a ver su blanca espalda, el ceño fruncido aún no abandonaba mi cara- sé que va a sonar raro que yo te diga esto... Pero... ¿Seguro que vas a estar... Bien?

Ladeó un poco la cabeza, pero tan pronto lo hice volvió la vista al frente.

-No estuvo nada mal. Gracias.

Ouch. No se por que pero eso me ha dolido. Suspiré y apreté mis puños controlándome y finalmente me fui a grandes zancadas. Cuando llegue a la puerta eche a correr todo lo rápido que pude.

En el ascensor pensé si algún día podría volverlo a ver.


Fin POV. JongIn



Narrador


KyungSoo estaba en posición fetal en el suelo pensando en su reciente visita y esperando por esa persona.

-Ya estoy en casa -avisó una voz áspera.

Ahí está.

-¿Se ocupó bien de ti? -pregunto aquel acercándose.

Como siempre KyungSoo notó la presión que ejercía el pie de su amo en su espalda baja haciendo que mas de la semilla de su visitante saliera de él. Observó como salia de su interior y se dio cuenta de algo.

Ya no podía seguir así.

-Me gustabas mucho, y siempre me consideré el tipo de persona capaz de hacer cualquier cosa, pero... Creo que estaba equivocado -su voz calmada- ¿Quieres una mascota sumisa? Búscala en otro lado -se sentó cruzado de piernas y levanto la mirada hacia el otro- ¿Te queda claro, mi retorcido amo?


JongIn suspiró sentado en aquella mesa del comedor agachando la cabeza.

Después de aquello acabé consiguiendo que me despidieran.

De todas formas, estaba pensando en dejarlo durante un tiempo.

Los perritos y los gatitos tendrán que esperar.

Hablando de eso. Me pregunto qué le pasaría a aquel chico.

El ruido de una silla moverse le hizo despertar de sus lamentaciones y mirar al frente.

No se esperaba ver a quien ocupaba su mente estos últimos días frente a el. La mandíbula de JongIn se cayó.

La diferencia es que ahora KyungSoo no estaba desnudo, tenia ropa y ademas tenia unos vendajes adicionales en su cabeza, su brazo derecho escayolado, un parche en su ojo derecho y dos curitas, una el la mejilla y otra en la comisura izquierda.

Tampoco paso desapercibida la leve sonrisa que adornaba su rostro.

JongIn no cabía en su impresión casi subiéndose a la mesa para cerciorarse de que lo que estuviera viendo no era una alucinación.

-¿Q-que..?

-¿Como que qué? Estudio aquí, igual que tu, por lo que veo -la voz de KyungSoo era más suave que la última vez, y eso JongIn lo notó- Vámonos – movió su cabeza en un ademán de que le siga.

Llegaron al Hall.

-Es que no me esperaba encontrarte... ¡Espera!

JongIn al fin parecía que se daba cuenta de los vendajes.

-¿Esas heridas son...?¿No serán por...?

KyungSoo sonrió un poco más.

-Sí, desobedecí a mi amo. Esto fue su regalo de despedida antes de echarme -empezó a andar en su dirección- ¿Entonces qué?¿Te apetece invitar a comer a este pobre conejito? -dijo con un aire de diversión- Incluso la comida de la cafetería estaría bien.

JongIn le siguió a su lado.

-Sí, ya... ¡Pues te informo de que perdí mi trabajo! -le reprocho JongIn.

KyungSoo pareció pensar.

-Te dejaré hacerlo otra vez –hablo el pelinegro con voz seductora.

JongIn casi se atraganta con su propia saliva.

-Y yo tomaré el “plato especial para chicos” -siguió el ojón.

-Joder, supongo que no tengo elección -suspiro con frustración el moreno.

-Si, eres tan bueno... -se mordió el labio sin quitar su vista de él.


Y era un bonito día soleado en la Korean University. Un nuevo día en las vidas de JongIn y KyungSoo.


-No... ¡Eh!¡No puedes hacer eso aqu-! -repuso el moreno.


El comienzo de lo que parece ser una linda y alocada historia de amor, llena de orgasmos.


-¡P-para ya, idiota!


Fuera de la universidad en la fachada se podía apreciar el siguiente letrero:

JUGUETES DEL AMOR DENTRO DEL EDIFICIO.
























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