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TE COMERÍA EL CORAZÓN. por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Loki ha entrado en labor de parto. Thor está feliz.

Einar y Anthony ven sus sueños romperse en mil pedazos, el orgullo los domina.

Loki duda en revelar a Thor el secreto del error mas grande que ha cometido.

-“Loki ha entrado en labor de parto”- fue el anuncio feliz de la Reina Madre, Frigga... quien puso sobreaviso a los habitantes del penthouse en la Torre Stark.

 

A Thor se le enfrió la sangre en las venas... no era ese su primer hijo con Loki, pero los recuerdos de las dificultades en el nacimiento de los anteriores le preocupaba. Además, gracias a la terquedad de su consorte, ese hijo nacería absoluta y totalmente al estilo midgardiano ¿Por qué así cuando los sanadores y madre Frigga podían facilitarlo todo en un completo cuarto de sanación en Bilskirnir? Pues porque Loki quiso y punto. Nunca hubo opción de discutir o de oponerse, lo decidió y ya. No se movería de Midgard hasta conocer los resultados finales de las apelaciones legales sobre la custodia de Tayté y si eso incluía ver nacer a su hijo en la tierra, pues eso sucedería... y estaba sucediendo.

 

-¿Qué pasa, cariño? ¿Piensas quedarte ahí, petrificado mientras tu hijo asoma a este mundo?

 

La voz de Loki lo sacó de su sorpresa. El de ojos verdes bajaba la escalera lentamente, sonriente, tocándose el vientre mientras hablaba animadamente con su madre adoptiva. Tony apuraba al piloto del helicóptero para que echase a andar el aparato, mientras hablaba por teléfono para avisar al hospital que estaban en camino y que necesitaba toda la seguridad y todos los recursos para atender a su distinguido paciente.

 

Los mismos médicos que vieron el nacimiento de Einar y Elynn estarían presentes, junto a varios sanadores. En el hospital, hacía más de un mes que todo un piso se había convertido en la más grandiosa mezcla entre medicina mortal y magia midgardiana... todo fue planeado cuidadosamente para que Loki estuviese atendido con todo lo mejor de los nueve mundos.

 

Y no era poca cosa atender el nacimiento del hijo de dos dioses. Pero Loki quería vivir todo al estilo mortal y eso incluía, por supuesto, hacer que su esposo pegara todas las carreras necesarias para ayudarlo.

 

-¿Ya va a nacer?- cuestionó el rubio, subiendo de dos zancadas hasta donde Loki bajaba, dándole la mano y colocando la otra con gesto de preocupación en la mejilla de alabastro- ¿Estás seguro?

 

-¿Cómo no voy a estar seguro?- respondió el otro, reclinando suavemente el rostro en la enorme mano de Thor- Es mi cuarto hijo... estoy completamente seguro que nacerá. Ahora, corre por la maleta y alcánzame en el helipuerto.

 

-¿La maleta? ¿Cuál maleta? ¿Vamos de viaje acaso? ¿No es más sencillo abrir el portal y regresar a Asgard?

 

-Eres un despistado, mi adorado esposo...- rió Loki, entrecerrando un poco los ojos ante el inicio de una fuerte contracción- La maleta que tenemos a los pies de nuestra cama... con todo lo necesario para ir al Hospital... ¿Ya recuerdas?

 

-¡Sí, claro… la maleta!- exclamó el rubio, corriendo hasta la alcoba destinada para la pareja. Entró a toda prisa, abrió los clósets de par en par y no vió nada parecido a una maleta... movió la ropa con desesperación y luego, recordó que estaba ciertamente a los pies de la cama, tal y como Loki dijera. La habían colocado ahí para que rubio despistado pudiese localizarla de prisa... Sonrió al recordar que días atrás, mientras intentaba distraer un poco al pelinegro después de los eventos del juicio, encontraron en un centro comercial el cambio de ropa para recién nacido mas hermoso que habían visto. Era todo el color verde menta, suave al tacto y abrigador. Digno de un pequeño príncipe o princesa. Compraron todo lo que se le ocurrió al futuro padre y de regreso en su alojamiento, se dieron a la tarea de preparar el pequeño equipaje que lo acompañaría al hospital.

 

Un cambio de ropa, pañales, una manta bordada y también un pijama para Loki. Su cuarto hijo... Loki había mencionado que quería que fuera el último y que si estaba de acuerdo, solicitaría a los médicos y sanadores que lo ayudasen a evitar futuros embarazos retirando el órgano receptáculo que dentro de su cuerpo funcionaba igual que un útero… Así se aseguraría de ya no gestar nuevamente en el futuro.

 

Thor arrugó la nariz ante aquella solicitud, aunque ya había pensado que no quería más hijos para no arriesgar la vida de Loki, algo en su interior se negaba. Su crianza lo hacía anhelar una descendencia tan numerosa como las estrellas en el cielo, pero le dio a su esposo la razón y firmaron la solicitud para que el procedimiento se realizara inmediatamente después del nacimiento.

 

-¡Thor, si no te apresuras te dejaremos!- exclamó Loki, alzando la voz con enfado- ¡No tengo tu tiempo!

 

El helicóptero cruzó a toda velocidad el cielo del amanecer de Nueva York, con su carga preciosa. Loki se aferraba a su consorte sintiendo dolores en el bajo vientre cada vez más intensos... Sabía lo que significaban... eran necesarios para empujar a su bebé hacia afuera y como no tenía un conducto natural, este debía ser creado a través de una incisión quirúrgica.

 

Un equipo de médicos, enfermeros, asistentes y especialistas esperaban en el helipuerto del hospital. Apenas Loki puso un pié en tierra, fue sentado en una silla de ruedas y llevado dentro con tranquilidad, pero a paso veloz. Tal parecía una ensayada coreografía, cada uno de los presentes sabía exactamente qué hacer, qué decir y por donde moverse ante la llegada del Dios.

 

-¿Cuántas veces los ha hecho ensayar todo esto ese zorro de Tony Stark?- les preguntó el de ojos verdes, sonriente ante tantas y tan cuidadas atenciones.

 

-Espero que las suficientes, Alteza- le respondió uno de los asistentes, doblando por el corredor para ir hasta el elevador y de ahí al piso reservado únicamente para Loki, Thor y el hijo por nacer.

 

***

 

-¿Podemos hablar?

 

La voz grave y varonil de Einar Thorson irrumpió en la tranquilidad de la sala de espera, donde Anthony Stark y sus padres aguardaban las felices noticias del nacimiento. El muchacho alzó el rostro con sorpresa y no respondió de inmediato, Tony por su parte, se limitó a impedir la natural reacción protectora de Pepper y dejar que los dos involucrados intentaran resolver sus asuntos sin intervención de terceros.

 

-Vamos afuera...- respondió Anthony, señalando la terraza donde a pesar del frío, podrían obtener un poco de privacidad para hablar.

 

-Déjalos- murmuró Tony, abrazando a su esposa- Hay asuntos que solo a ellos conciernen...

 

Una vez solos, Anthony se reclinó sobre la baranda, dándole la espalda al guerrero.

 

-Qué deseas decirme, Einar.

 

-Luces tranquilo a pesar del anuncio de Padre Thor y su decisión de no renovar nuestros votos de handfasting- declaró al ver al joven Stark dueño de sí, provocando que Anthony cerrara los puños con rabia, pero todavía forzándose a escuchar sin replicar nada- Yo por mi parte debo confesar que me siento devastado... Esperaba de alguna forma arreglar nuestras diferencias y no que permanecieras aparentemente conforme con el término de nuestra relación... ¡Pensé que yo te importaba, que te tomabas lo nuestro en serio! ¡Pensé que me amabas!

 

Los enormes ojos de avellana de Anthony se llenaron de lágrimas, miró al mayor con angustia ¿Cómo se atrevía a decir eso?

 

-No saques conclusiones por mí... por favor... - suplicó, con voz apagada y clavando los ojos en el piso.

 

Einar se quedó callado también. Había preparado un discurso donde pudiera hacer un recuento de los errores que a su juicio, Anthony había cometido y que finalmente los llevara a terminar con su matrimonio, pero las palabras quedaron atrapadas en su garganta... su amado estaba frente a él, con la cabeza baja, haciendo un silencio que le calaba mas dolorosamente que cualquier espada de sus enemigos en combate... temblaba visiblemente, esperaba quizá algún milagro que al parecer, no iba a ocurrir...

 

El enfado se desvaneció, y la angustia llenó su corazón.

 

-Nunca fue mi intención lastimarte...- continuó Einar entonces, usando un tono de voz diferente, exento de soberbia y quebrado por la emoción- Juro por lo más sagrado que lo último que yo deseaba era causarte algún daño... Lamento profundamente todos mis enfados, todas las palabras que la ira me hizo pronunciar... Tú eres lo mejor que me ha sucedido, niño adorado. Cuando yo era un perdido, cuando mi vida transcurría entre los vicios y las guerras, un hermoso muchacho de corazón puro me declaró su amor, me hizo pensar que tal vez yo valía la pena y que a su lado sería feliz... Y el sueño ha terminado. No esperaba esta orden de padre Thor. Pero a él no se le desobedece... ya no estamos casados, ya no somos esposos... Ya no puedo pedirte otra oportunidad, es demasiado tarde... Supe que Padre Thor te preguntó la causa de nuestras discusiones y que elegiste guardar silencio... quiero que sepas que cuando me preguntó a mí, también elegí no decir nada... Y por eso he venido a despedirme...

 

-¿Terminaste de hablar, Einar? No quiero que mis padres se pongan nerviosos por mi tardanza...

 

-Sí... terminé...- suspiró el de ojos azules, desanimado por no haber logrado nada. Anthony asintió y caminó de regreso al interior del edificio, pero apenas colocó su mano sobre el cancel de cristal que separaba la terraza del pasillo, la voz de Einar resonó fuerte y segura- ¡Te amo, Anthony! Jamás podré olvidarte... ¡Jamás!

 

Entonces un sollozo brotó del pecho del menor, ronco, doloroso y letal. Apretó las manos con fuerza contra sí mismo, halando el fino suéter que llevaba puesto. ¿Por qué tenía que decirle eso? ¿Qué se proponía confesándole amor cuando ya todo estaba roto y su matrimonio disuelto? ¿No era acaso una palabra que sonaba cruel y burlona en ese instante?

 

-¡No es justo que me digas tantas mentiras!- exclamó, intentando controlar la voz para poder hablar- No es justo que digas que me amas como si hubiera un remedio con eso... ¡Se terminó! ¡Ya no somos nada! No digas entonces mentiras... Bien pronto has encontrado consuelo y eso no te lo puedo perdonar...

 

-Anthony a qué te refieres...- preguntó Einar, con expresión de inocencia.

 

-¡Te has citado con un hombre varias veces desde que estamos en Nueva York! Vas a su casa, salen juntos... No te burles entonces de mi dolor diciéndome que me amas...

 

-¿Crees que te fui infiel? ¿Eso es lo que me quieres decir?

 

-Dime que no te has encontrado a solas con Peter Parker entonces... Dime que ha sido algo inofensivo pues, que no existe una relación entre los dos...

 

Einar exclamó con sorpresa... luego bajó el rostro. No, no podía decir que no era verdad... pero tampoco podía traicionar la confianza de Peter.

 

-He hablado con él varias veces, es cierto. Pero te juro por la vida de mis padres que no te he sido infiel. Y si te sirve de consuelo te diré que durante los dos años que te esperé, cuando con toda ilusión te deposité como la joya mas valiosa al cuidado de mi Padre Loki, y por todo este tiempo de matrimonio... no he estado con nadie en la intimidad. ¿Lo entiendes, Anthony Stark? Con nadie... te he sido absolutamente fiel...

 

-¿Con nadie?

 

-Mi cuerpo se ha quemado de amor por ti, te he deseado y hasta he intentado seducirte, convencerte, obligarte a que compartieras también tú el tesoro de tu intimidad conmigo, en vano he esperado el instante de volvernos una sola carne, de unir nuestros cuerpos como yo creí que estaban unidos nuestros corazones… y a pesar de mi rabia y mi enfado... me he detenido siempre, tan solo porque así me lo pediste.

 

-Pues considérate libre de saciar tus ganas con quien quieras ahora. Ya no tienes compromiso conmigo. Parker y tú harían una mejor pareja, ya que se entienden y se lo pasan muy bien... Y no te preocupe tu orgullo o tu fama. Confesaré a tus padres esto para que no te crean el villano de nuestra relación.

 

Anthony reanudó su camino, entró y Einar fue tras él, lo detuvo violentamente por los hombros y lo obligó a escuchar.

 

-Escucha, Anthony: Te he tenido toda la paciencia, te he abierto el corazón... si prefieres seguir creyendo cosas equivocadas sobre mí, entonces que así sea... y no te molestes en ir con mis padres, he retirado ya el hechizo que impedía leer tus pensamientos... mi Padre Loki ahora es capaz de ver en tu cabeza como un libro abierto y lo sabrá todo, hasta sus últimos detalles...

 

***

 

Jane Foster intentó no perder la compostura, el abogado escuchó su negativa para permitir que su hija estuviera acompañando a la pareja de asgardianos durante el nacimiento del nuevo bebé, la científica no estaba dispuesta a ceder un instante la recién ganada custodia…

 

-Lo siento, abogado- dijo, con voz dulce- Mi hija Helena todavía se encuentra en sesiones psicológicas para superar los horrores de vivir en un mundo al que no pertenece. Dejarla regresar con esos dos hombres sería muy irresponsable de mi parte...

 

-Entiendo, Dra. Foster... Pero recuerde que la custodia aún no es definitiva y dependerá de los resultados psicológicos y de los estudios sociales que la obtenga. En tanto, debe considerar permitir que continúe en comunicación con aquellos a quienes consideró sus verdaderos padres...

 

-No me convencerá, abogado. Olvídelo… No es normal que una niña se relacione con un dios de la guerra y un mago asesino, enemigo de la humanidad... Mientras no exista un dictamen que me obligue, puede ir y decirle a esos “señores” que sigan pariendo a sus propios hijos y que se olviden de la mía.

 

Jane cerró la puerta y dejó al profesionista fuera de su departamento. Sonrió con satisfacción... Thor solicitaba que Tayté estuviera a su lado y conociera al nuevo integrante de la familia... Y no, ella jamás les daría ese gusto. Que Loki rabiara de frustración, que el hijo naciese con mal, que nunca pudieran recuperar la felicidad... todo eso pasaba por su cabeza mientras ponía semblante alegre y regresaba al lado de la niña, quien para variar... casi no había probado alimentos.

 

-¿Puedo retirarme de la mesa, señora?

 

-Helena, querida… Debes alimentarte. Estás muy delgada, casi no has comido nada desde que estás a mi lado... ¿Prefieres que te prepare algún alimento en especial?

 

-No quiero nada. Y mi nombre es Tayté Thordöttir, no Helena...

 

-Mira cariño- suspiró Jane, armándose de tolerancia- Ese nombre no es para una niña como tú... Eres mi hija, acostúmbrate a llamarme “mamá” o “Madre” pero no me digas señora... y tu apellido es Foster-Queen, Helena Foster-Queen, porque ahora tienes una verdadera familia. Tu padre Richard y yo, somos tu única y verdadera familia.

 

-Mis padres son los Reyes de Asgard... Ustedes no. Y esta casa es pequeña y horrenda... no quiero estar aquí, no quiero comer este inmundo alimento y no quiero tener una madre. Yo tengo dos padres y ninguna madre... Una madre no hace daño a su hija y es por eso que yo no la tengo, ya no quiero tenerla...

 

Tayté comenzó a llorar y Jane prefirió retirarse. Ya antes sabía que una vez que la niña comenzaba una rabieta, era prácticamente imposible contenerla. Además, un trabajador social estaba casi por llegar para hacer una entrevista y evaluar la integración de la niña a su nuevo hogar. No le convenía encontrarla enojada o discutiendo con su madre...

 

Jane había aleccionado a su hija acerca de como responder a las preguntas del trabajador social, específicamente en las que concernían a su relación con sus padres. Richard era un hombre comprensivo y había logrado hablar un poco más con Tayté, pero igual que con ella, se negaba a llamarlo o considerarlo siquiera, su verdadero padre.

 

-Espero que recuerdes lo que responderás, Helena.

 

-¿Debo mentir y decir que mi “padre” vive con nosotras cuando no es verdad?- respondió la pequeña, limpiándose las lágrimas con rabia, escuchando la voz de Jane desde la cocina y echando la comida al suelo, con ademán de coraje.

 

-¡No hagas eso!- exclamó la castaña, respirando hondo para no gritarle más- Si no deseas comer, no hagas destrozos, por favor… y sí, ya te conté. Papá trabaja fuera y debe permanecer días enteros de viaje, pero está con nosotras cuando vuelve... ese es su trabajo, ir y venir, viajar... pero somos una familia.

 

-El no vive aquí, y no hay ropa en los guardarropas, ni guarda sus cosas en el cuarto de baño... en Bilskirnir, Padre Thor sale con frecuencia de viaje, pero sus habitaciones están llenas de sus ropas, sus armas, y el baño tiene sus perfumes y los de papá Loki, porque a veces se bañan juntos y usan los mismos perfumes...

 

-Helena, eso que dices es espantoso... ¡Gracias al cielo ya te has liberado de esos anormales!

 

-Mis padres se aman, se demuestran su cariño todos los días y nos aman a nosotros... Cuando Richard viene solo discute contigo. No se ven felices... En Asgard mis padres son felices y mis hermanos mayores siempre están pendientes de mí... ¡Y tú me pides que diga mentiras!

 

-¡No son mentiras, es la verdad! No nos conoces, por eso debo informarte cual es nuestra vida para que te acostumbres a ella… ¡Esta será tu casa y esta es tu comida, tu habitación es donde duermes y pronto irás a la escuela! ¡Serás una niña normal, Helena… no eres ninguna princesa asgardiana! ¡No llevas la sangre de Thor!

 

Aquella frase siempre paralizaba a Tayté: “No llevas la sangre de Thor” ella, que había sido criada entre mimos, considerada por Thor y Por Loki como una hija, sin distingos del resto de sus hijos... enterarse de golpe que no era hija de Loki y que Thor podía o no ser su padre biológico le ocasionó un golpe emocional que no lograba superar. Jane no tuvo piedad para informarle que tampoco Thor era su padre, que ella no era hija de ningún dios y que solo era una niña mortal, común y corriente, que debía abandonar su casa y todo lo que la rodeaba para ir a vivir con ella, eso la había lastimado aún más.

 

Su vida continuaba cambiando totalmente.

 

Volvió a arrojar el plato que Jane recién levantara del suelo y corrió para encerrarse en su habitación: cuatro paredes minúsculas, una cama dura y áspera, juguetes absurdos y la absoluta certeza que no existía forma alguna de hablar con sus amados padres... Tayté se sentía sola, abandonada y llena de temor. Sollozó por horas antes de quedarse dormida, lamentando ser una simple midgardiana, sin poderes y sin amor.

 

***

 

-Déjale entrar, madre...- pidió Loki en voz baja, permitiendo que Frigga besara su frente antes de retirarse y permitirle descansar- Deja entrar a mi inquieto hijo cuando salgas.

 

-Como quieras, querido...- respondió suavemente la dama- ¿Deseas que las nodrizas entren también?

 

-No- sonrió el pelinegro, arropando la pequeña y sonrosada criatura que se acunaba entre sus brazos- Cuando solicite alimento yo mismo las llamaré... de momento estamos bien.

 

Frigga se encaminó a la salida. En la suite del hospital Loki reposaba después de tener a su bebé, una cama amplia y cómoda estuvo a su disposición. Semisentado y reclinado en grandes almohadones, arrullaba y observaba sin cesar la nueva vida que conocía el mundo de los mortales. Todos los aparatos médicos llenaban de lucecitas y ligeros bips el ambiente y le impedían dormir... también le impedía conciliar el sueño el hecho de que Thor estaba a su lado, roncando como solo él roncaba... el rubio parecía mas exhausto por la espera del nacimiento y se había negado a pasar al cuarto adjunto.

 

Cuando su esposo lo solicitó, Loki se hizo a un lado y el mayor se metió bajo sus sábanas, quedándose dormido casi de inmediato. Frigga permaneció un par de horas hablando con él y finalmente se retiraba a descansar. Pero antes, Loki percibió la cercanía de su primogénito y percibió también parte del mar embravecido que formaban sus emociones, por eso lo hizo entrar de inmediato.

 

Einar no se hizo repetir la invitación... con el corazón roto, tenía la urgente necesidad de estar cerca de sus padres. Se sentía solo, devastado y con ganas de desahogarse. Evitó visitar cualquier bar o las cavas de Tony Stark, sabía que si bebía, su pena se haría mayor.

 

Entonces entró a la habitación y a la luz tenue de las lámparas y aparatos, visualizó a Loki llevando en brazos a la nueva vida. Sonrió disipando un poco su dolor y se alegró sinceramente de que todo estaba aparentemente bien. Miró al Rey dormido a su lado... jamás se abandonaban, jamás se descuidaban y era hermoso verles juntos. El ejemplo del amor de sus progenitores era algo que llevaba grabado muy dentro de su mente y su alma.

 

-¿Es una niña?- preguntó mientras avanzaba lentamente hasta sentarse muy cerca de ellos- ¿Tengo una nueva y pequeña hermana de cabellos rubios y ojos azules? ¿Una muñeca de fina porcelana que vuelva loco de amor a Padre Thor?

 

-Es un varón- respondió Loki, con orgullo- Todas mis predicciones fallaron y nuevamente doy un varón a la casa de Thor... Tu padre, mi esposo, nuestro Rey ha recibido con mucha felicidad a este nuevo hijo...

 

Einar lo tomó brevemente en sus brazos, descubrió su rostro y encontró que el pequeño recién nacido era grande, fuerte, se movía inquieto y abría los ojos dejando ver que eran de un tono jade precioso. Su piel era muy blanca y tenía una abundante mata de cabello negro como la noche.

 

-Es igual a ti, papá Loki...

 

-Si... Te dije que todos mis pronósticos fueron equivocados. Este bebé se me parece demasiado, es como verte a ti nuevamente recién nacido. Incluso cambió por un instante, mostrando su piel azul y sus ojos de fuego y asustó a los sanadores y a los médicos, es un hijo con fuerte sangre Jötunn en sus venas. Parece que puede tomar esa apariencia con mucha facilidad... Yo quería una niña o un lindo niño rubio, y la madre tierra, Gea me ha enviado una copia mía casi al carbón...

 

-¿Y como se ha de llamar?

 

-Loke... se llama Loke y no hay forma de hacer cambiar a tu padre de opinión. Espero que no esté con ese nombre y esa apariencia, sentenciando al pobre niño a ser como era yo...

 

-O como soy yo...- sollozó Einar, sin poder contenerse más, abrazando al pequeño bebé.

 

-¡Oh, Einar cariño de mi corazón! Orgullo de la sangre del hijo de Odín- murmuró Loki, con magnífica voz suave y calmada, mientras tomaba a Loke con ternura para acostarlo en la cunita que estaba a su lado- Apenas me enteré y discutí mucho con tu padre... Te hemos juzgado duramente y nos hemos excedido en nuestra decisión... ¿Así que jamás fuiste el esposo de Anthony Stark? ¿Así que jamás visitaste su lecho y le hiciste el amor? ¿Nunca se consumó?

 

-Anthony tenía miedo- murmuró el joven príncipe, colocando su cabeza sobre el regazo de Loki, permitiendo que acariciara sus negros cabellos y secara las lágrimas que resbalaban por sus mejillas- Muchas veces lo intentamos, pero el dolor de la primera vez, cuando se quitó con violencia de mi intento por poseerlo, regresaba a su mente, se echaba a temblar y no podía seguir... Al principio pensé que solo era cuestión de esperar, pero era lo mismo... me rechazaba, me gritaba que lo lastimaba... y al fin dejé de intentarlo... una vez quise forzarlo y fue peor, comenzamos a pelear y a alejarnos...

 

-Pero estabas en tu derecho de reclamarlo en tu cama... quien te alejó fue él con sus miedos...

 

-Es un niño y quizá ese fue mi error... pensar que estaba listo...

 

-Es un hombre, Einar... joven quizá, pero un hombre con temores de un niño. Y debió confiar en ti o en nosotros o en sus padres y pedir ayuda... ahora veo claramente que si hubo un culpable, ciertamente no fuiste tú...

 

-Me siento tan mal, papá... como si fuera mi mayor fracaso, como si no mereciera ser amado...

 

Loki comprendía perfectamente a su hijo, sin dejar de acariciarlo, permitió que siguiera sollozando y desahogándose todo lo que quisiera. Thor abrió los ojos y el de ojos verdes le pidió silencio con un gesto, no quería interrumpir aquel corazón herido que mucho necesitaba apoyo y paciencia.

 

-¿Sabe esto Tony Stark?

 

-No lo creo... no importa... Anthony puede rehacer su vida. Mencionaba siempre que le hubiese gustado ir a la universidad... ahora podrá hacerlo y quizá, conocerá a un chico de su edad, y se enamorará y entonces podrá ser verdaderamente feliz... es mi deseo, que él pueda olvidarme y olvidar si yo le causé algún dolor... eso quiero...

 

-Muy noble de tu parte... ¿Pero es que no piensas aclarar las cosas ahora que la verdadera razón de su separación salió a la luz?

 

-No... deseo que el casamiento siga anulado...

 

-¿Por qué Anthony cree que eres infiel? ¿Por reencontrarte con Parker?

 

-Si...

 

-Pero eso tampoco tiene fundamentos ¿O sí? ¡Perdón mi corazón! ¿Por qué dudo de ti? Si es obvio lo que estás sufriendo por culpa de ese joven Stark...

 

-Gracias por escucharme... gracias papá... ¿Puedo quedarme en este sitio hasta que amanezca? Lo único que puedo pensar ahora es que no quiero estar solo...

 

Einar alzó la mirada y descubrió que Thor estaba ya despierto, escuchándolo en silencio. Bajó los ojos avergonzado... su actitud no era la de un duro guerrero...

 

-Ven a nuestros brazos, hijo mío- dijo Thor, recibiendo a Einar igual que si fuera un niño pequeño- Nuestro amor y nuestro amparo son todos para ti. No sientas pena por mostrar tu dolor... llora todo lo que necesites. Porque ese llanto lavará tu alma y sanará tus heridas...

 

Y esa noche, ante la felicidad inmensa de ser padres de otro varón. Thor y Loki velaron también el dolor de su primogénito. Einar lloró hasta quedarse dormido, recostado sobre el recio pecho del rubio, recibiendo los besos y caricias de su padre Loki…

 

-¿Le creíste cuando dijo que deseaba continuar con la anulación del handfasting?

 

-Una vez decretado no se puede dar vuelta atrás, Loki. Y ni siquiera están arrepentidos o solicitando continuar juntos... respetaremos eso también. Duele ver a mi hijo sufrir... por amor...

 

-Será que tu y yo cometimos los suficientes errores como para no soportar ver a Einar con el corazón roto.

 

-Si es eso... Gracias a lo eterno, entre tú y yo, mi querido amor, ya no existen secretos inconfesados que pongan en riesgo nuestra relación y nuestra familia...

 

Thor arropó a Einar para acomodarse también e intentar seguir durmiendo. Sus palabras en cambio, espantaron el sueño a Loki... Los recuerdos lo asaltaron y no pudo pegar los ojos en el resto de la noche.

Con su hijo Loke entre los brazos, recapituló en lo que ahora tenía… a su esposo, a sus hijos, una vida plena y puso en una balanza todo eso que amaba junto a las palabras de Thor: “Secretos inconfesados”

 

-Secretos inconfesados...- murmuró, viendo como su mitad joven y maliciosa se desprendía brevemente para materializarse como un espíritu translúcido y sonreírle con burla- Por eso has vuelto ¿Verdad? ¿Vienes desde mi pasado a recordarme el error mas grave de mi existencia?

 

-Siempre puedes decirle la verdad a Thor… Mi querido Dios de las Mentiras...- dijo el doble de Loki, desvaneciéndose y regresando a su interior.

Notas finales:

Gracias por su paciencia.

Les dejo el siguiente capítulo y besos por sus reviews.

Estas rosas comienzan a mostrar sus espinas...

Pd LOKE, otro de los nombres de Loki en la mitología. Se pronuncia Luque... o Luke... no Luk, sino Luke

Los quiero!


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