Su mirada era fría, distante, casi pérdida. Siempre estaba parado al lado izquierdo del jefe, su traje tan pulcro como el del mayor, su cabello rubio cuidadosamente peinado, aquellos ojos azules de poco brillo y su piel blanca siendo resaltada sobre todo.
Chanyeol lo vio tan solo un par de veces al lado del jefe. Las otras, no sabía dónde estaría aquel chico. En un principio pensó que sería un vampiro más, quizás el hijo del jefe. ¿Los vampiros pueden tener hijos? Se preguntó en ese entonces. Pregunta que luego fue recibida por Harry, quien respondió afirmativamente.
Luego supo que el chico era tan humano como él, que era un huérfano y al parecer también era especial. Aún más especial que Chanyeol. Ya que era algo así como el consentido del jefe.
Las veces que vio al chico, este le dirigía una extraña mirada, una juzgadora. Poco le importaba que pensara aquel chico de él, Chanyeol tan solo quería que toda esa pesadilla se acabara lo más pronto posible.
Cuando escuchó por boca del jefe y Harry, que el tal Luhan había escapado, no lo pudo creer. ¿Cómo aquel chico pudo escapar estando siempre al lado del jefe?
Eso no se respondía de muchas maneras, y luego Chanyeol se vio pensando en que aquel chico podría saber algo sobre los vampiros que él no sabía; algo importante.
Fingió desinterés cuando tuvo que pegar cartel tras cartel con el rostro del chico, pero lo tenía grabado en su cabeza, por si tenía la suerte de encontrárselo alguna vez. Ya que Harry era el encargado de su búsqueda, no creía tener muchas esperanzas de poder encontrar a aquel chico antes que el mayor, y mucho menos sin que este se enterase.
Estar en la situación actual era lo mejor que le pudo haber pasado. Posicionando a Baekhyun en el primer puesto, el encontrar a Luhan era lo segundo mejor que le había pasado desde que se involucró con los vampiros. Ahora tan solo debían de ser cuidadosos, dar bien los siguientes pasos, y tener un plan B, sobre todo con Harry vigilándolo.
Le fue algo difícil el salir por la parte de atrás, un guardia casi lo había descubierto, pero logró escabullirse y salir de aquel recinto. No entendía como una persona podía tener tanto músculo en el cuerpo y seguir moviéndose.
Las horas que se avecinaban pasarían demasiado lentas, esperaba que a Baekhyun no le ocurriera nada en lo que le restaba de trabajo, mucho más estando con Luhan cerca. Esperar, era lo único que quedaba para él.
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El tiempo no le daría para conversar con Luhan, pero al menos podrían intercambiar un par de palabras. Quizás el chico fuera razonable y no habría que usar la fuerza bruta, pensaba el bajito. Los tres querían lo mismo; escapar de las redes de aquellos chupasangres, suponía.
No logro divisar por la barra al chico rubio. Tampoco por las mesas cercanas, ni bailando. ¿Dónde se había metido aquel chico? Se preocupó mucho por la desaparición de Luhan, ¿Qué si había huido? ¿A dónde? No podían volver a empezar de cero, no ahora que llevaban mucha ventaja.
Las horas de trabajo pasaron demasiado lentas y duras, siempre observaba a todos lados por si veía al rubio chico. Pero no encontró nada.
Xiumin aparecía para ver el rendimiento de sus empleados de vez en cuando, y para hablar con el barman que poco caso le hacía. Pareciera que el encargado estuviera empecinado en hablar con el moreno, no era como si estuviera tratando de ligar, no, era diferente, como si quisiera ganarse su amistad.
Dejo de lado la rara relación del encargado y el barman, dedicándose por completo a cumplir bien su trabajo y vigilar si Luhan aparecía otra vez.
Faltaba media hora para que el local cerrara, pocas personas estaban en el recinto, unas cuantas tiradas en las mesas durmiendo, y una que otra en el suelo con una botella en la mano. Baekhyun se preguntó si él tendría que encargase de esas personas, pero luego los guardias comenzaron a sacarlos y se quedó tranquilo en la barra. No tenía nada que hacer y el barman le dijo que podía sentarse y tomar algo tranquilo. Los demás camareros estaban en las mesas cercanas, ya con un vaso en mano y hablando animadamente.
No sabía que le diría a Chanyeol cuando saliera del trabajo.
¿Lo siento? Lo he perdido de vista.
No, eso sería terrible. El alto había depositado su confianza y esperanzas en él, se suponía que todo saldría bien ¿Dónde se había metido Luhan?
Antes que comenzara a maldecir por lo bajo al rubio, un toquecito en su hombro lo hiso detenerse y doblar la mirada hacia atrás.
Luhan había aparecido en todo su esplendor, y no pudo evitar el sonreír en alivio, cosa que no pasó desapercibida por el rubio.
—¿Tan contento te pone el verme? ¿Debería sentirme alagado? —río, sentándose al lado de Baekhyun.
—Creí que estarías aquí antes.
—Te había dicho que quería dormir, así que busque un lugar limpio en el cual hacerlo ¿Ves estas ojeras? —Se apuntó las nombradas— Son horribles, necesito que se vayan rápidamente de mi rostro, y por muy tentador que sea compartir una copa contigo, antepondré mi persona por sobre todo. —sonrió.
Baekhyun tan solo pudo reír por lo bajo. Luhan no pareciera ser un chico que estuviera huyendo de vampiros, tan solo parecía un chico normal, que se ama mucho, pero normal.
Antes de volver a hablar, Luhan se volvió al barman, quien limpiaba algunos vasos de vidrio.
—¡He! Guapo, un whisky en las rocas por aquí. —chasqueo un tanto los dedos y le guiño al moreno. Jongin tan solo levanto una ceja por un segundo y se movió para preparar la orden. Luhan se volvió a Baekhyun pasándose la mano por el cabello, acomodándolo— Llevo aquí unos buenos días, y no he logrado que me dirija una sola palabra. —un puchero demasiado infantil se mostró en los labios del rubio— Parece un robot, no es justo.
—¿Tú quieres…? —inquirió la pregunta, dirigiendo la mirada al moreno.
—¿No es obvio? ¿Quién no querría? Hace falta ser ciego para no ver lo caliente que es. —Luhan se mordió el labio, aguantando un suspiro.
El bajito no entendía en realidad como podía ser aquel chico el fugitivo que estaban buscando ¿No tendría algún hermano gemelo perdido?
Sacudió sus pensamientos, carraspeando la garganta para llamar la atención de Luhan, quien se había quedado mirando a Jongin.
—Bueno, entonces ¿Trabajas aquí? —pregunto simpático.
—Algo así, digamos que me dedico a tan solo hacer horas extra de vez en cuando. —dijo encogiéndose de hombros. Un bostezo salió de su boca, el cual tapo descuidadamente con su mano, sus ojos se veían cansados ahora que el chico parecía más relajado.
—¿Aún tienes sueño?
—Un poco, me hubiera gustado dormir más ¿Han dejado las sábanas muy sucias? La limpieza no llega hasta las ocho, y tendría que esperar. —hablo ahora más adormilado, como si el sueño le hubiera llegado en un instante.
A Baekhyun comenzaron a temblarle las manos y su rostro le ardió. Hablar de sexo con alguien más siempre fue algo incómodo para él. Y que ahora le pregunten por el estado en el que Chanyeol y él dejaron la cama, aunque pareciera ser simple, a Baekhyun lo incomodaba mucho.
Tan solo pudo negar con la cabeza mientras agachaba la cabeza, realmente era incómodo, pero no mentiría, él mismo no dormiría en aquellas sábanas si otros la hubieran ocupado aunque sea unos cuantos minutos.
—Vaya, que mal. Ya veré como me las arreglo. —hizo ademan de pensar, cerrando los ojos. Pero a Baekhyun le pareció que el chico estaba a punto de caer dormido.
Jongin apareció golpeando levemente el vaso de vidrio en la barra, despertando de una vez a Luhan, quien se recuperó rápidamente, y sonrió coqueto al barman.
—Gracias, guapo. —le dijo con tono seductor— ¿Por qué no te quedas a beber algo con nosotros?
—Lo siento, mi tiempo se acaba en un par de minutos y debo terminar de ordenar. ¿Dejarías el vaso limpio en su lugar?
Luhan estaba estupefacto en su lugar, su boca semi abierta, y Baekhyun vio como asentía estúpidamente a la pregunta del moreno. Jongin esbozo un mínimo de sonrisa, que no podría llamarse sonrisa como tal, pero hizo un movimiento de labios, y luego se fue.
—Dios… su voz es demasiado. —susurro Luhan— Necesito tirármelo.
Baekhyun río por lo bajo, pensando en que si de verdad el rubio había dicho eso enserio. Estaba comenzando a dudar seriamente que aquel chico al lado suyo fuera el que estaban buscando. Luhan se veía, en aquel local, como un simple empleado más —con su par de cosas demás—, no como alguien que vivió la mayor parte de su vida bajo el yugo del líder de los vampiros de la ciudad.
El pelinegro volvió a carraspear la garganta, porque Luhan otra vez estaba comenzando a quedarse dormido, esta vez con una estúpida sonrisa en el rostro.
—Maldición, necesito una cama. —Gimió en reproche, para luego mirar acusadoramente a Baekhyun— Te dejare pasar tu falta por ser nuevo, pero espero reconozcas mi habitación cuando quieras ganar dinero extra. —Baekhyun asintió— Por cierto ¿Cuál es tu nombre? Me gustaría saber tu nombre cuando lo comente con el encargado.
A Baekhyun se le atraganto saliva en la garganta. ¿Acaso Luhan se quejaría de él con Xiumin? Su primer día y tendría una queja, no esperaba que eso pasara—nunca le había pasado—, aunque dejara el trabajo una vez se llevara a Luhan.
—No pongas esa expresión —se burló Luhan— Tan solo me gusta charlar un poco después de la acción, y con el encargado poco tengo que hablar después de eso, y créeme, la incomodidad es horrible.
—¿Con el encargado? —pregunto algo consternado.
—No tengo donde dormir, y Xiumin se va a dormir luego de cerrar, bueno, lo mantendré despierto al menos una media hora más. —el rubio río al seguir viendo la expresión de consternación del otro chico, en cierto modo le parecía divertido— ¿Qué tan nuevo eres por estos lares? Me acuesto con el encargado de vez en cuando, digamos que es mi manera de pagar la mitad del arriendo de mi habitación y cosas como este whisky. —dijo como si nada, bebiendo a pequeños sorbos el contenido— Aunque este lo paga tu bolsillo. —acotó con un leve meneo de cabeza.
—B-bueno, se podría decir que algo nuevo, hum. —Baekhyun trato lo más que pudo de quitarse el pudor de encima, debería de hacerlo si quería simpatizar con Luhan.
—Se te nota. Aunque con ese culo, vas por buen camino amigo mío. —levanto ambas cejas pícaramente, haciendo sonrojar al bajito— Jongin tendría una fila esperando por él, y yo estaría de los primeros. Que desperdicio, de verdad. —Luhan hizo remembranza de la voz del moreno, soltando otro suspiro, parecía una colegiala enamorada del líder del equipo de fútbol.
Estuvieron hablando lo que duro el whisky de Luhan. Baekhyun se pudo presentar como es debido, y el pelinegro supo el nombre que ya sabía. Muchas veces Luhan casi caía dormido en la barra y otras veces divagaba mucho, aunque siempre sobre Jongin. La mano del chico a veces comenzaba a temblar de la nada, y tosía de vez en cuando de una manera que no sonaba nada bien.
A Baekhyun le fue casi claro ver el estado del chico, tan solo unos minutos y se había dado cuenta ¿Cómo nadie más en aquel lugar se había percatado de ello?
Luhan estaba enfermo, quizás fuera demasiado cansancio. Baekhyun suponía que no habría dormido mucho ¿Quién dormiría cuando es perseguido por vampiros? No había visto a Luhan antes, pero podía asegurar que debía de estar más delgado de lo normal. Tan solo esperaba que no fuera nada grave ¿Cómo podrían hacer algún tipo de trato si el chico caía enfermo?
El pelinegro estaba a punto de ofrecerse a darle algo de comer, quizás ese whisky fuera su única “comida” del día. Pero el rubio a penas diviso al encargado, se apresuró a su lado, perdiéndose luego de la primera puerta junto a Xiumin.
Baekhyun suspiro, aunque no sabía de qué era ¿Alivio? ¿Preocupación?
Miro la barra y vio el vaso de vidrio de Luhan. Se había ido sin lavarlo. Se obligó a levantarse y lavarlo antes de irse. También estaba cansado y esperaba que el asiento trasero del auto fuera cómodo para dormir.
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La alarma lo despertó media hora antes de que Baekhyun llegara. Unos minutos después, un vagabundo borracho casi completamente vestido de negro, golpeaba su ventana pidiendo limosna. Muy pocas veces le sucedía algo así, pero el alto no hacia vista gorda cuando aquellos momentos pasaban. Chanyeol busco en su chaqueta y saco unos pocos billetes, saliendo del auto para entregárselos al vagabundo. Le golpeo quedamente la espalda mientras le entregaba el dinero, diciéndole que comprara algo de comer y no alcohol. El hombre se fue tan solo diciendo palabras enredadas que Chanyeol no entendió.
Cuando vio que el hombre se perdía en la calle, Baekhyun apareció en su vista. Aun traía esos pantalones del trabajo, pero tenía una chaqueta negra encima.
Lo recibió con un beso y un Buenos días, cariño. Baekhyun tan solo le sonrió algo cansado y le respondió de la misma manera.
A pesar de que Baekhyun le dijo que durmieran en el auto unas horas. Chanyeol se negó y se encaminaron a la guarida. El rostro cansado de Baekhyun fue todo lo que necesito para que su libido se transformara en preocupación. No dejaría que su novio durmiera en el asiento trasero del auto. Quizás en otra ocasión luego de tomarlo, dormirían los dos juntos en el asiento trasero, pero eso sería otro día.
Se encargó de cambiar de ropa a un Baekhyun que apenas toco la cama se quedó dormido. Tuvo que controlarse para no tocar más de lo debido. Pero esos pantalones otra vez lo molestaban.
Desviando sus pensamientos a cualquier cosa que no fuera el caliente cuerpo de su novio, pudo lograr ponerle el pijama, y dormir junto a él. Se consoló con ello, porque Baekhyun se enredó a su torso y hundió el rostro en su pecho, soltando suaves quejidos antes de caer completamente dormido.
Chanyeol ya había dormido mucho, así que se quedó observando al bajito durante unos minutos más. Peinando con sus dedos el sedoso cabello negro de su novio.
Su novio.
Sonrió estúpidamente al recordarlo. Bajo toda esa maraña de cosas horribles y raras que le estaba pasando, bajo toda la preocupación y miedo. Había obtenido un novio. Su primer novio oficial, y muy lindo por cierto. Se preguntaba cómo se tomaría esto su madre, estaba medianamente seguro de que no armaría un escándalo, ya sabe que su madre sospecha de su sexualidad desde hace tiempo, al menos antes de que cayeran en lo de los vampiros. Yoora lo sabe, ella siempre se entera de todo.
¿Cómo lo tomaría Sehun? De verdad esperaba que para su mejor amigo, él solo fuera algún capricho, algo pasajero. No quería dejar a Baekhyun, y esperaba no hacerlo en un largo tiempo.
Por otro lado ¿Cómo lo tomarían los padres de Baekhyun? Se suponía que el chico era heterosexual cuando abandono a su familia. Pasará lo que pasara, Chanyeol apoyaría a Baekhyun.
Se durmió un poco después, bien aferrado al cuerpo de su bajito novio.
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Estaba comenzando a desvestirse cuando la voz del encargado lo hiso saltar un poco al lado de la cama.
—Hoy estoy más cansado que de costumbre ¿Por qué no vas a tu habitación? —dijo monótonamente el encargado, mientras se estaba desvistiendo y colocando aquel pantalón de dormir que siempre usaba.
—Digamos que el nuevo la ha ocupado sin saber que era mía. Así que…
—Hablare con él cuando vuelva. —respondió rápidamente algo severo. A Xiumin no le gustaba que sus empleados cometieran errores, por eso que siempre hubiera un cartel de necesitar personal. Los meseros más antiguos sabían de ello y siempre apostaban por cuanto duraría la carne nueva.
—No te preocupes, lo he solucionado. Aunque ahora que no quieres jugar, no sé a dónde debería ir a dormir. No creo que el caliente barman me acepte en su habitación. —cambio su semblante a uno herido, casi pareciendo un cachorro desamparado.
—Solo por esta noche, y deberás hacer el doble de horas extra. No pasare esto por alto. —sentencio con un fuerte suspiro de leve irritación, acomodándose en cabello.
—Yes~ —arrastro la palabra contento y se hundió en las suaves sábanas.
A Luhan le gustaba más que nada la cama del encargado. El colchón era suave, por no hablar de las sábanas, que también tenían un olor a lavanda que le encantaba. Se acostaría con Xiumin las veces que fueran necesarias tan solo para dormir cómodamente ahí. También estaba el detalle de que la habitación de Xiumin, junto a la de Jongin, eran las que tenían guardias de seguridad las veinticuatro horas. De verdad valía la pena.
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Casi parecía un ensueño despertar con un beso en los labios, y otros regados por el rostro. Eso, junto a lindas palabras, era lo mejor que Baekhyun algún día pudo pedir de su futura pareja.
El bajito atesoraría todos esos recuerdos. Porque luego tendría que seguir con lo otro, con aquel plan de escapar de los vampiros.
Informaba de todo a su novio mientras seguían abrazados en la cama, aún era temprano y tenían un par de horas más para planear todo desde aquel cómodo lugar.
—Noté algo extraño en Luhan. —mencionó Baekhyun, recordando el estado del rubio— Pareciera estar algo enfermo, aunque no puedo asegurarlo ¿Deberíamos llevarlo a un hospital?
—Sería difícil, no sé si tiene documentos que lo avalen como ciudadano, o afiliación. No sé si el jefe lo habrá hecho, ni si lo habrá adoptado como su hijo. Si es así, la policía se nos tirara encima.
—¿Algo clandestino? No será muy bueno el tenerlo enfermo si queremos seguir con el resto del plan, Chanyeol. —el alto lo pensó por unos momentos, el bajito tenía razón, si el estado de Luhan no era bueno, sería un poco difícil en el futuro.
—Creo que podríamos encontrar algo. Una vez acompañe a mi hermana a una clínica privada, parecía ser buena, podríamos intentarlo. Siempre podemos pasar un poco de dinero debajo de la mesa para silenciar cualquier cosa.
—Está bien. —sintió cierto alivio, que se fue tan rápido como llego— Suenas como un mafioso o alguien que no va por buenos pasos. —entrecerró los ojos, alegándose levemente— ¿Hay algo que no me has dicho?
—No te he dicho muchas cosas. —sonrió burlón, volviendo a acercar a Baekhyun. Sabía que el chico tan solo quería amenizar el ambiente— Pero cuando pases noches en mi nueva habitación, podremos hablar mucho sobre mí. —Baekhyun hundió levemente un dedo en el estómago del alto, haciendo que se doblara— Y de ti, claro está. —añadió con una suave risa, sabiendo que el pequeño se había molestado por su falta.
El plan correría cuando hicieran contacto visual en la discoteca. Todo debería salir sobre ruedas si lo hacían bien, y según Baekhyun, nada se le estaba escapando, todo estaba cubierto y tan solo era seguir los pasos al pie de la letra.
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La noche estaba fría cuando Baekhyun caminaba hacia la puerta de Two Moons, sintiendo desde unos metros más atrás la mirada de su novio, quien estaba oculto en el auto. Metió las manos en los bolsillos de su larga chaqueta negra —la cual fue elegida por Chanyeol, ya que, según el alto, no lo haría llamar la atención con su uniforme por la calle—. Al llegar, el guardia le dio una leve mirada desde su alta posición y lo dejo entrar.
Lo primero que Baekhyun hizo al entrar fue sonreír a todo el mundo, saludando educadamente, mientras en ello buscaba al rubio chico. Esperaba encontrarlo rápidamente, así podría cruzar unas cuantas palabras y seguirle mejor la pista.
Aun después de haber terminado de maquillarse y haber saludado a todo el personal que se le cruzaba por el frente, no había señales de Luhan. Incluso espero que Xiumin le llamara la atención por haber ocupado una habitación que no se debía y así saber algo de Luhan, pero nada, el encargado solamente lo saludo y se dedicó a caminar de aquí para allá, y hablar con el barman. No podría dejar su puesto tan solo para buscar en las habitaciones. Quizás Luhan ya estaba en su habitación y dormía. Era su suposición más segura, y si quería refutarla, debía de ingresar a la habitación, pero para siquiera acercarse a ese pasillo, debía de esperar a Chanyeol, definitivamente no llevaría a nadie más por esos lugares.
Alrededor de las una de la mañana, Chanyeol debería de llegar. Aún quedaban dos horas y estaba atorado sirviendo bebidas de aquí para allá. A las personas les daba más sed cuando asistía a las discotecas.
Sin embargo, aquel tiempo de espera le dio la posibilidad de aprenderse la fluidez con la cual el personal iba de un lado para otro, a que lugares ingresaban, cada cuanto debían de buscar más reservas a la bodega, incluso cada cuanto tiempo uno que otro camarero se perdía en la habitaciones para hacer horas extra.
De verdad se preguntaba en donde se había metido Luhan, porque si no estaba en aquella habitación no sabía dónde podía haberse metido. ¿La habitación del encargado? Luhan le había dicho que se acostaba un par de veces con el hombre, pero ¿Xiumin lo dejaría dormir hasta tan tarde en su habitación? Si es así, eso ya sería más difícil. Sabía que había guardias las veinticuatro horas en aquel corto pasillo. Algunos de ellos se rotaban en dos turnos, pero no daba el tiempo suficiente como para entrar sin ser visto.
Esperaba de verdad que el chico estuviera durmiendo en su habitación. Si no, tendrían que volver a planear algo más elaborado. El plan B aún tenía algunos agujeros que Baekhyun no había sabido llenar con lo que había visto durante la noche, necesitaría quizás un par de días más para ello.
La hora prevista había llegado, y Baekhyun se mordía el labio fuertemente. Aun no encontraba a Luhan, y eso lo orillaba a una sola cosa, que esperaba estuviera en lo correcto.
Mientras dejaba la bandeja plateada en la barra con una mueca de leve molestia, busco con su mirada a quien debería de estar ahí para preparar su siguiente orden. No encontró nada y levanto una ceja ante la nula presencia de Jongin. Dio vuelta su cabeza por todos lados, buscando al chico, preguntándole a uno de sus compañeros donde estaba, el chico se encogió de hombros y se adentró en la barra, tomando lo que al parecer le habían pedido y salió si más.
—A veces pasa.
Le había dicho y se fue a servir su orden. Baekhyun se apresuró a adentrarse por aquella parte de la barra donde tan solo tenía que levantar una tabla para entrar. Se extrañó de la ausencia del moreno, pero si su compañero lo veía como algo normal, lo era. Afortunadamente para él, su pedido también era algo simple, botellas de cerveza y ya.
Al volver de haber dejado su orden. Pudo ver cerca de él al encargado hablando con un grupo de jóvenes que estaban en la barra. Xiumin sonreía simpático e hizo una leve reverencia antes de caminar hacia donde estaba él.
Un ceño fruncido se posó en su rostro cuando estuvo lo suficientemente cerca, y antes de que Baekhyun pudiera preguntar o decir cualquier cosa, el encargado chasqueo la lengua molesto y enterró una de sus manos en su cabello con frustración, como si estuviera tratando de calmarse. Lo miro fijamente y hablo:
—Baekhyun, ve a la bodega y trae aquí el trasero de Jongin. Rápido. —mascullo molesto, y se adentró en la barra. Cambio su molesta expresión por la simpática anterior y camino hacia la dirección del grupo de jóvenes. Al parecer, atendería la barra.
Fueron unos pobres dos segundos en los que Baekhyun quedó pasmado en el lugar, shockeado por la repentina y demandante orden. Y más que nada, por lo ¿Profesional? Del encargado.
No sabía que podría estar haciendo el moreno en la bodega, pero Baekhyun apresuro el paso, pronto Chanyeol llegaría y debía de estar en su campo de visión.
La bodega era un lugar alegado, su puerta siempre era vigilada por uno de los grandes guardias del lugar. Baekhyun creía que Xiumin tenía guardias en cada lugar del local, menos en las habitaciones de horas extra.
Pasando el guardia, se internó en el tenue iluminado pasillo de la bodega por primera vez. Había tres habitaciones distintas. Una era de los alimentos, otra de los utensilios de limpieza y otros materiales, y la última del licor. Como Jongin era el barman, lo más lógico era la última puerta, pensó el bajito y se encamino sin demora. Pero a pocos pasos de llegar a su destino, el sonido de leves golpes contra la pared llamo su atención y lo paralizo de inmediato. Era un golpeteo rítmico.
Unos lentos pasos más y llego a la puerta. Quizás Jongin estaba moviendo cajas o algo así, pensó.
Sacudió su cabeza y retomo su velocidad, debía de apresurarse. Pero antes de tocar la puerta, al golpeteo se le sumo unas tenues voces. No podía entender muy bien lo que decían. De pura curiosidad, poso su mano en la puerta y acerco su oído, concentrándose en el sonido del otro lado.
Se separó de la puerta como si esta estuviera hecha de fuego, y su rostro se ruborizo ante su descubrimiento. En esos momentos no sabía qué hacer. Le habían ordenado traer el trasero de Jongin a la barra, pero al parecer el chico estaba usando su anatomía en otras cosas, que poco tenían que ver con el licor.
Los segundos pasaban, y Baekhyun no tomaba una decisión, porque si volvía a la barra sin Jongin, seria regañado por Xiumin, y por su anterior actitud, eso no sería nada bueno.
También estaba el inconveniente de que Chanyeol llegaría, si es que ya no estaba en aquel lugar. Su mente comenzó a correr con las consecuencias de su pequeña desaparición. Si Luhan aparecía y buscaba con quien hacer horas extra, podría encontrarse con Chanyeol, y huiría sin dudar.
Tomando valor, golpeo la puerta y llamo a Jongin. No hubo respuesta, golpeo un poco más fuerte, y aun no hubo respuesta. Estaba comenzando a impacientarse con la nula respuesta del moreno.
Golpeo un par de veces más, ya con más fuerza, y casi grito el nombre de Jongin. Obtuvo una respuesta, pero no era una muy alentadora.
—¡Mierda, estoy ocupado!
La voz ronca del chico como nunca la había escuchado, hizo que abriera los ojos, y la boca en sorpresa. No sabía que hacer ahora. Al parecer el moreno no dejaría de lado lo que estaba haciendo. Pero no podía volver sin él, y definitivamente no esperaría a que Jongin terminara con sus asuntos.
Iba a volver a golpear y explicarse, al menos decir que había venido de parte de Xiumin, pero antes de ello, la puerta por donde había ingresado se abrió de golpe, mostrando a un más que enojado Xiumin. Quien parecía tener el ceño demasiado fruncido como para ser saludable. Camino a zancadas fuertes al lado de Baekhyun. Quien solo negó con la cabeza y trato de explicarse, pero tan solo tartamudeos inentendibles salían de su boca, el pequeño encargado daba mucho miedo en esos momentos.
—¡Jongin! ¡O sales de ahí ahora mismo, o entrare y te sacare a patadas de ahí! ¡Y que sepas que me importara una mierda que digan tus padres de ello! ¡Cinco!
Grito furioso el encargado, pateando la puerta al decir la última palabra. Baekhyun no sabía qué hacer en su lugar, así que tan solo esperaría a ver qué pasaba, porque no sabía que haría Xiumin si hacia algún movimiento brusco.
—¡Cuatro!
El encargado siguió la cuenta regresiva, y Baekhyun no sabía que podría esperar ¿Esto era común?
Podría inferir por lo que su compañero le había dicho que sí.
Se escucharon maldiciones desde el otro lado y un gemido bien profundo de quien pareciera fuera Jongin.
Baekhyun había pensado que el barman no hacia ese tipo de cosas, al menos no en el trabajo, más que nada por la fría personalidad que había mostrado.
Por un momento se le paso por la cabeza si es que Luhan había logrado su cometido, y si aquel con quien Jongin estaba al otro lado era el rubio.
A pesar de lo vergonzoso que se le hacia la situación, no sería malo el que aquello sucediera, después de todo, sabría donde se encontraría Luhan.
Pocos momentos antes de que Xiumin tomara aire para decir —gritar— el último número. La puerta se abrió, mostrando a un Jongin con la camisa abierta, el cabello desordenado y su pantalón colocado de manera torpe y rápida. Aún tenía cierto brillo en la piel que se mostraba, y su expresión era la de siempre, como si no hubiera estado teniendo sexo en aquella habitación.
—¿Sabías que eres un grano en el culo? —dijo con cierta molestia, pero sin cambiar su expresión.
—Tú no eres muy diferente. Tengo personas que necesitan ser atendidas, si quieres dejar el puesto, ya sabes con quien hablar. —respondió aun molesto el encargado.
El moreno solo bufo y salió del marco de la puerta, cerrando tras de sí, mientras se arreglaba la ropa con total maestría.
El sonido de la puerta de entrada siendo cerrada lo saco de su mundo paralizado. Había sentido que solo era un espectador frente a una escena de telenovela. Pero no, ahora estaba solo en el pasillo. Xiumin se había ido dos pasos detrás de Jongin, reclamando por lo bajo.
Baekhyun quiso seguirles el paso y continuar, pero se detuvo al pensar que había una posibilidad de que quien estuviera dentro de la habitación fuera Luhan.
Se mordió levemente el labio antes de tomar la perilla y abrir un poco, la poca luz no mostro a quien debería de estar ahí, por lo que debería de estar en la zona oscura. Iba a hablar, pero una vez más fue interrumpido, pero no por una voz, si no por dos ojos que pudo ver en la oscuridad, los cuales claramente no podrían ser de Luhan. La penetrante mirada le helo la sangre e impidió que pudiera vocalizar algún tipo de disculpa o siquiera alguna palabra al azar. Cerró rápidamente la puerta por inercia, y se apresuró a salir del lugar. Definitivamente aquellos ojos le habían causado mucho miedo.
Pasando por el lado del guardia de la bodega, tomo un fuerte respiro. Sentía la piel de gallina al recordar aquel par de ojos blancos en medio de toda la oscuridad. Pudo ver tan solo un esbozo de perfil, que no pudo distinguir del todo. Al parecer con quien haya estado Jongin, no quedo muy complacido con la interrupción.
Dejando aquel suceso de lado, Baekhyun se encamino a la barra, mirando alrededor, por si Chanyeol se encontraba cerca, pero no pudo verlo. Busco ahora al encargado, recordando que el tipo no debía de ver a Chanyeol cerca de él. Verificando que todo estaba como antes; con Jongin en la barra —con su neutral expresión—, y Xiumin seguramente perdido en su oficina. Prosiguió con su trabajo, esperando ahora por la aparición del alto chico.
Casi dio un salto cuando sintió la presencia de Chanyeol al lado suyo en la barra. Se había perdido en la anterior orden, preguntándose qué sabor tendrían ciertos tragos que parecían ser los favoritos aquel día.
Ya que no podían ser demasiado demostrativos, tan solo se dieron una mirada y Chanyeol se levantó para estar demasiado cerca del camarero, quién seguía muy bien su papel como tal.
La conversación había sido planeada, y eso casi causo en ambos risa, pero pudieron resistirla y seguir como si nada. El más bajo no negaría que el coqueteo, aunque fuera planeado, le haya gustado. Pronto Baekhyun se fue rumbo a las habitaciones con su alto cliente, los ojos de Jongin siguiendo el camino de ambos antes de perderlos en la puerta.
Se fueron susurrando cosas antes de llegar al pasillo, donde había una puerta marcada como ocupada. Hablando con una mirada, ambos se adentraron en la habitación que planearon hace pocos segundos.
El par sonrió al ver a quién buscaban.
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Baekhyun había acertado en el que Luhan se encontraría en su habitación, y durmiendo. Eso fue una gran noticia para aquel par que estaba más que feliz de que todo sucediera mejor de lo que tenían planeado.
Pero cuando el muchacho no quería despertar fue cuando se dieron cuenta de que las cosas no iban a salir de la mejor manera.
Lo estuvo sacudiendo suavemente por un par de minutos, y el rubio tan solo gimoteaba y se apartaba, diciendo de vez en cuando “Dejen dormir.”, “Mañana trabajare el doble, lo juro.” Y otras oraciones cortas que no se pudieron entender del todo.
Chanyeol se había posicionado siempre desde un Angulo en el cual Luhan no lo viera inmediatamente, pero ya se estaba cansando de tener que seguir con ese juego que no terminaría.
Su mano fue golpeada por la fina de Baekhyun cuando quiso tocar al rubio. Vio la reprimenda en la expresión de Baekhyun, se suponía que Chanyeol debían de pasar desapercibido lo mejor posible. Despertar a Luhan con el rostro de Chanyeol como primer cosa que ver, no era el mejor movimiento que podían hacer.
Le pregunto mudamente que harían al más bajo. Baekhyun respondió con total seguridad que dejara las cosas en sus manos.
Volvió a sacudir de nuevo el cuerpo del chico, que estaba hundiéndose cada vez más en la cama. Se aclaró la garganta y lo llamo suavemente por su nombre. El rubio abrió de a poco los ojos, viendo algo borrosa la figura de quien estaba al lado de él. Gimió en molestia y tapo su rostro con la sábana.
—Vete chico nuevo, quiero dormir. —pudo decir de forma baja.
El bajito pelinegro tramo un plan rápidamente, esto debía de solucionarse rápido.
—He, Luhan. —llamo, haciendo que el otro se removiera debajo de las sábanas— Debemos salir unas horas, vamos, levántate.
Las palabras llamaron la atención del rubio, quien de a poco bajo las sábanas, mostrando la mitad de su rostro, con un ceño fruncido en confusión.
—¿Qué dices, Baekhyun?
—Se han dado cuenta de que estás algo enfermo. Lo estás ¿Cierto? —decía con total calma, como si fuera una madre— El encargado me ha mandado para que te lleve a una clínica, así que debes de cooperar y acompañarme ¿Bien?
—¿Qué Xiumin, Qué? —eso llamo demasiado la atención de Luhan, haciendo que se sentara en la cama, aun con los ojos cansados, y dirigiendo su mirada y atención solamente a Baekhyun.
—Vamos, levántate, nos tomara un par de horas hacerte la revisión. —sonrío amable.
El cansancio en su cuerpo hacia que sus pensamientos no fluyeran del todo bien. Tan solo encontraba raro que Xiumin mandara a Baekhyun para que vieran su salud. De por si llevaba unos cuantos días en el lugar, alrededor de una semana si no calculaba mal los días, los cuales siempre se le hacían confusos por su continua huida.
Y hace un par de días que su cuerpo estaba muy cansado, prefería estar durmiendo a hacer cualquier otra cosa, y los objetos se hacían cada vez más pesados de lo normal. No había pensado el que tuviera que ver con alguna enfermedad, tan solo lo había atribuido a que su cuerpo por fin había dejado de soportar la continua huida, las noches sin dormir y comer, y luego el trabajo en aquella discoteca. Así que su cuerpo estaría en un estado de reposo barra hibernación, que no le desagradaba del todo. Aunque como todo, tenía su punto débil, el de él, era que no estaría tan atento como antes a su alrededor. El continuo pensamiento de ser encontrado lo atormentaba, más de una vez despertó a Xiumin cuando tuvo alguna pesadilla al dormir, y este lo sacaba de la habitación por ruidoso.
Se mostraba siempre alegre y despreocupado para no levantar sospechas. A los ojos de los demás, era un chico rebelde que huyo de la casa de sus padres y no tenía donde quedarse. Era mejor eso, a que sepan que era un fugitivo de una asociación de vampiros.
Y volviendo a su estado actual ¿Por qué Xiumin lo ayudaba? El encargado fue muy amable en aceptarlo, pero cuando se trataba de trabajo, el hombre más pequeño era demasiado estricto. Pero Luhan supo cómo hacerse con el “cariño” del encargado, después de todo, entregar su cuerpo por estar seguro no era un mal trato para él.
Baekhyun siguió insistiendo, notando como Luhan estaba algo perdido en sus pensamientos, cosa que lo asusto. Si Luhan pensaba mucho, podría hallar agujeros en su argumento y eso no sería bueno.
Para alivio de Baekhyun, Luhan sacudió un poco su cabeza y comenzó a salir de la cama. Sus ojos se cerraban continuamente y bostezaba. Dirigió una mirada a Chanyeol, quien estaba quieto y callado en una esquina oscura, diciéndole que lo siguiera.
Verifico la hora en su reloj, y asintió con la cabeza al alto. Luhan se apoyó en sus hombros y comenzaron a caminar una vez el rubio pudo atarse los cordones. Saliendo de la habitación, Baekhyun le dijo a Luhan que deberían de ir al baño para que el rubio pudiera asearse un poco. Luhan tan solo asintió y se dejó guiar, tratando de recuperar las fuerzas en su cuerpo, pero tan solo podía con el mínimo que tenía en aquellos momentos, si hubiera dormido un poco más, quizás estaría algo mejor, suponía.
Chanyeol siguió el plan, y se dirigió a la salida trasera. Hizo una buena demostración de sus dotes de actor con el guardia, quién se creyó tras unos segundos de dudar, que una pelea se estaba formando en las habitaciones de las horas extra. El gran hombre le había dicho que se quedara ahí unos minutos, que volvería en breve. Pero Chanyeol no pensaba quedarse ahí.
Baekhyun y Luhan aparecieron poco después por la ahora salida libre de guardia. Baekhyun se movió rápidamente, aun con Luhan medio dormido siguiéndolo.
Rápidamente salieron. Por petición de un algo irritable Luhan por su falta de sueño, Baekhyun tuvo que cargar en su espalda al rubio. Luhan no se sentía tan cómodo en la espalda del bajito, porque sentía que el lugar era muy chico y simplemente no le gustaba, pero si ya no tenía que caminar se mantendría callado y trataría de descansar.
Baekhyun por su lado, no sentía al chico tan pensado como pensó, aunque si se cansó a los pocos metros de traerlo en la espalda. Tan solo mantenía en mente que mientras más rápido caminara, más pronto terminaría todo eso.
Para su suerte, Luhan llego dormido al auto, así que Chanyeol fue quien lo coloco en el asiento trasero, donde Luhan inconscientemente se acomodó lo mejor que pudo. Se adentraron en el auto y partieron en poco segundos. Luego de unas cuantas calles lejos, pudieron respirar mejor y darse sonrisas cómplices.
—Es un alivio que haya salido todo bien. —hablo bajito Baekhyun, mirando siempre hacia atrás por si Luhan se despertaba.
—Somos un gran equipo ¿Cierto? —dijo bajito pero alegre, dirigiendo una rápida mirada a Baekhyun antes de seguir mirando la carretera.
—Lo somos.
Tenían planeada la próxima parada. Sabían que el lugar los atendería por su horario de veinticuatro horas. Aunque Baekhyun no estaba muy contento con el local que parecía completamente clandestino, no pudo objetar demasiado, no sabía de otros lugares que no fueran los públicos y seguros problemas, así que espero que la decisión de Chanyeol fuera la adecuada.
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El lugar no se veía tan mal del todo por dentro, pensó Baekhyun. No estaba sucio y eso era un buen inicio. No había concurrencia de demasiada gente, un par por aquí y por allá.
Luhan iba en la espalda de Chanyeol, quien se había ofrecido a llevar al hombre dormido, esperando que no decidiera despertarse a mitad del camino, cosa que no hizo. Lo sentaron en una de las sillas de espera, y Chanyeol fue a ver el papeleo. Una vez el alto dio el visto bueno y tenían la atención pronto, se retiró del lugar. Esperaría en el auto por Baekhyun.
El bajo comenzó a despertar a Luhan, siendo saludado por un gran bostezo y gemidos de molestia.
—¿Cómo llegamos aquí? —pregunto, mirando de a poco el lugar, acostumbrándose a la fuerte luz.
—Tengo auto, y te traje yo mismo. Nos llamaran en un par de minutos, así que mantente despierto ¿Si?
—Claro. —dijo, pero sus ojos se cerraron inmediatamente.
Baekhyun bufo, esperando que no fuera nada grave lo que tuviera el chico. También esperaba que los resultados que les dieran fueran auténticos y no cosas para tan solo cobrar más dinero.
Cuando fueron llamados, una intermedia habitación los recibió. Luhan estaba ahora más despierto, mirando con recelo el lugar. Baekhyun podría decir que incluso estaba algo asustado.
—Bien, señor… ¿Xiao? —Hablo el doctor luego de los saludos— Dígame, ¿Qué es lo que lo aqueja?
El doctor los veía con expectación. Luhan estaba más concentrado en mirar cada rincón de la habitación que en el hombre frente a ellos. Así que Baekhyun se encargó de hablar.
—Vera Doctor… —el pelinegro achino un poco los ojos para ver el gafete del doctor. Cho Kyunhyun, dictaba— Cho, mi amigo aquí, se ha sentido muy cansado los últimos días, duerme demasiado, y ahora es más concurrente, como vera. —el doctor dirigió su mirada al paciente, aunque el chico estuviera mirando a todos lados, era obvio el cansancio en su rostro y cuerpo.
—¿Ha estado comiendo bien? —pregunto al paciente, quien al fin lo miro.
—Algo así. —pudo decir Luhan.
—¿Ha dormido las horas que son correspondidas? ¿Su trabajo lo estresa mucho? —siguió preguntando, viendo lo poco del expediente del paciente en sus manos.
—Algo así. —volvió a responder el chico.
—Siéntese en la camilla por favor, quiero revisarlo un momento.
Baekhyun estuvo al lado de Luhan todo el momento, más que nada porque el rubio no soltaba su brazo. Cuando Luhan estuvo en la camilla y el doctor hacia la revisión, el pelinegro pudo notar como Luhan tensaba más su agarre y temblaba de vez en cuando. Mantuvo los ojos cerrados todo el tiempo que el Doctor Cho lo reviso, abriéndolos de a poco una vez sintió la lejanía del hombre mayor.
—Bien. Creo saber de qué podría tratarse. —hablo el Doctor mientras caminaba a su escritorio y escribía rápidamente en una hoja— Deberá hacerse un análisis de sangre, puede que la hemoglobina este bajando, y si es así, podría tener anemia a futuro. Pero descuiden, aun no es nada grave.
—¿Sangre? —balbuceo débilmente Luhan, pero Baekhyun lo escucho. Creyó notar que el rubio se volvía algo pálido— ¿Me sacaran sangre? —pregunto algo asustado al Doctor.
—Así es. —respondió, aun escribiendo cosas en una hoja— Ya que no tenemos muchos pacientes, tomara unas dos horas saber el resultado, así que podrían esperar aquí, o volver en dos horas.
—Lo haremos de inmediato. —hablo Baekhyun, sin dejar espacio a Luhan.
—Bien. —el Doctor levanto la mirada, sonriéndoles amablemente— Pasen a la habitación de al lado, y muéstrenles este papel. —el Doctor extendió un papel con algunas cosas escritas, una letra que Baekhyun no entendía de nada— El análisis me llegara a mí y los mandare llamar dentro de dos horas.
—Está bien. —Baekhyun guio a Luhan con él hacia la salida, dando una leve venia en gratitud al Doctor.
Al cerrar la puerta, Luhan se soltó del agarre de Baekhyun, mirándolo con los ojos bien abiertos.
—¿Podemos irnos? —pregunto, su expresión casi de ruego.
—Debemos hacer los exámenes, no sabremos que tienes si nos vamos ahora.
—El Doctor lo dijo, debo dormir y comer bien y listo. —sonrió algo nervioso— Vámonos de aquí.
—Solo será un pinchazo. —Trato de tranquilizar, pensando que quizás el chico le tuviera miedo a las ajugas— No pasara nada ¿Bien? Dormirás las dos horas que nos queda esperar ¿Estás bien con eso?
Luhan pareció pensárselo, pero accedió luego de un poco más de insistencia por parte de Baekhyun.
No le tomo mucha importancia, pero ya estaba siendo muy raro el comportamiento del rubio en aquella clínica. Pareciera tenerle miedo a todo, y no hallaba hora para poder salir de ahí.
Luego de que le sacaran sangre, esperaron en la sala. Para el alivio de Luhan, los asientos eran cómodos, y simplemente se acostó en ellos, usando de almohada las piernas de Baekhyun, quien no quiso reclamar por la acción. Pronto sabrían que tenía el rubio, y verían que harían con él.
La mente de Baekhyun estaba planeando lo que vendría. En esos instantes quiso estar con Chanyeol, planear las cosas el uno al lado del otro, preferentemente abrazados y muy cómodos. Pero ante la situación, se obligó a seguir.
Las horas pasaron lentas, curiosamente, más para Luhan que para Baekhyun, pero al fin los llamaron y pudieron ver otra vez al Doctor.
—Bien, señor Xiao. —se acomodó el doctor una vez los chicos estuvieron sentados frente a él, entrelazando sus manos al frente— Afortunadamente sus exámenes muestran que no tiene Anemia, ni ninguna enfermedad demasiado grave. —sonrió, y tanto a Baekhyun como a Luhan se les quito un peso de encima— Pero, su hemoglobina esta baja, si hubiera dejado estar su condición, es muy probable que hubiera empeorado, pero aún está a tiempo. Deberá seguir una dieta a base de Hierro. —Extendió un papel, el cual Baekhyun tomo, mirándolo de reojo— Podrá encontrar ahí las comidas que le ayudaran, como la carne blanca y roja, legumbres, frutas y verduras, y varias más que debe ingresar a su dieta. —el Doctor sonrió una vez más, satisfecho— Sobre su trabajo, le aconsejo se tome un par de días de descanso, podría escribirle una licencia ahora mismo, si es lo…
—No. —Contesto Baekhyun— No es necesario, estamos bien con esto. —Indico el papel— Muchas gracias Doctor. —Baekhyun se levantó y arrastro a Luhan con él.
—Que les vaya bien. —dijo el Doctor, viendo como los chicos salían rápidamente de su oficina, negando con la cabeza ante la nula respuesta.
Baekhyun no podía aguantar la sonrisa. Luhan no estaba enfermo, eso era un gran alivio, aunque debía de alimentarse bien y tener un par de días de reposo. En su mente se activó rápidamente lo siguiente que debían de hacer.
—He, Baekhyun, detente. —lo llamo Luhan, haciendo que se detuviera. No se había percatado y ya estaban a una cuadra del recinto. La noche rodeándolos— ¿Dónde está tu auto? —el rubio miraba a todos lados con miedo, retrocediendo pocos pasos.
—Cierto, el auto. Vamos. —lo empujo de nuevo, Chanyeol debería estar en el auto a unos cuantos metros más, en un callejón.
Al llegar, abrió la puerta trasera del auto e ingreso a Luhan, quien se adentró rápidamente. Al mismo tiempo, Chanyeol salió del lugar del piloto, encontrándose con la mirada de Baekhyun por un momento, para luego ingresar ambos a la parte trasera del auto.
Luhan abrió los ojos al sentir a alguien más a su lado, girando el rostro rápidamente al hombre. Aquellos ojos. Soltó un grito ahogado al reconocer aquel rostro familiar.
—Tú. —pudo salir de su boca algo ahogado.
Inmediatamente giro su cabeza al lado de Baekhyun, queriendo escapar por encima de este, pero fue retenido tanto por el pelinegro como por Chanyeol.
—¡Suéltenme! ¿De qué se trata esto? ¡Déjenme! —los esfuerzos de Luhan por liberarse eran débiles, no siendo ningún problema para los otros dos.
—Tranquilo Luhan, debes escucharnos ¿Entendido?
—¡No! Déjame ir ¿Quién eres en realidad? Traidor. —escupió con ira, dirigiéndole una mala mirada a Baekhyun.
—No te haremos nada, tan solo tranquilízate y escúchanos. —volvió a insistir Baekhyun, pero el rubio no dejaba de moverse, débilmente, pero aun trataba de zafarse.
—¡Déjenme ir, no quiero volver ahí, suéltenme de una vez!
—Que te quedes quieto. —hablo Chanyeol algo severo, haciendo que el forcejeo fuera menos, y recibiendo toda la atención de Luhan— No te llevare con Harry, ni con nadie, así que tan solo escucha ¿Si?
Sentía como su corazón le latía rápidamente, como su respiración se le dificultaba con rapidez, y su cabeza comenzaba a revolverse y dolerle. Sentirse atrapado como una rata otra vez, no quería volver a sentir aquello, le había tomado mucho esfuerzo el salir de aquel nido de monstruos. Con su último esfuerzo intento zafarse de nuevo, pero su mente se fue a negro.
Luhan se desmayó, cayendo hacia el lado de Chanyeol, quien trato de despertarlo y enderezarlo.
—Se ha desmayado. —aviso Baekhyun, tratando de posicionarlo de una manera cómoda en el asiento— De alguna forma esto es bueno.
—¿Qué tan bueno?
—Al menos nos da tiempo de hacer más movimientos. Está muy débil, y si sigue así, podría enfermarse de verdad. —sacó la hoja que el Doctor Cho le había entregado anteriormente— El Doctor nos ha dado esto, debemos de alimentarlo bien y… —la mirada de Baekhyun dirigió al durmiente chico— Tratar de hacer que entre en razón.
—¿Alimentarlo? —Chanyeol tomo el papel de las manos de su novio, y comenzó a leer el papel atentamente— Esto tomará unos días, quizás debamos modificar un poco las cosas. —Levantó la mirada, también dirigiéndola al rubio— ¿Esto cuenta cómo cuidar a una mascota o un hijo? —preguntó, media sonrisa en su rostro.
—Supongo. —río suavemente ante la pregunta. Chanyeol sabía cómo hacer que riera en cualquier tipo de situación.
El chico que podía ayudarlos ya estaba en sus manos, ahora podrían obtener información valiosa, y quizás, un muy buen aliado. Tan solo esperaban que las cosas salieran tan bien como iban hasta el momento.