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Eterno por dark_amassones

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Notas del capitulo:

Fanfic participante en "La edad de oro SasuNaru" liderada por Takaita Hiwatari, démosle una nueva oportunidad a los fics de esta hermosa pareja y apoyemos el fandom. ¡Larga vida al SasuNaru!

¡Disfruten el leer como yo el escribir!

ETERNO
By Dark

Capítulo 3

— »†« —

La primera vez que se conocieron, Naruto pensó que Sasuke era un idiota.

Fue una semana antes de navidad, cuando tenía 10 años que tuvo su primer encuentro con él; en aquel diciembre había estado de vacaciones con sus padres en Hong Kong, era la primera vez que salían del país por un asunto que no fueran los negocios de Minato, su padre. También era la primera vez que se enfrentaría a una enfermedad que lo llevaría al borde la muerte.

Por su condición al ser portador del VIH, Naruto no asistía a la escuela, desde que tenía edad para ir al preescolar siempre fueron tutores lo más cercano que tuvo a la educación. Rindiendo las evaluaciones a final de año para poder acreditar sus estudios fue como pasó sus primero años escolares, siempre manteniendo sus notas altas para ser el orgullo de sus padres, pero eso no era suficiente, entre las clases de natación, las prácticas de esgrima y los cursos de inglés, apenas y contaba con tiempo suficiente para pasarse todas las tardes estudiando, y por ende, casi no convivía con sus padres.

Minato siendo gerente de una empresa inmobiliaria, se encuentra realizando viajes la mayor parte del año y es sólo en diciembre que se da su tiempo para estar con la familia, ese año, como Naruto le entregó excelente calificaciones, decidieron viajar a China.

Había sido un gran viaje, Naruto estaba extasiado con todos lo lugares que habían visitado; desde la Gran Muralla China hasta la Ciudad Prohibida, y tomando un descanso en la ciudad de Hong Kong, partirían a Las grutas de Mogao en Dunhuang (1); el sitio que más anhelaba visitar por la gran colección de arte budista del mundo, sería un desperdicio no visitar las cuevas cuando ya tenía en mente ser un artista.

Pero la visita tuvo que posponerse porque Naruto enfermó, a principios de semana habían estado cenando en un restaurante tradicional y después de haber jugando con niños del lugar, comenzó a sentirse cansado, muy cansado, por un momento creyó que era por los recorridos del día pero presentía que no era la verdadera razón cuando sintió los primeros escalofríos y una extraña resequedad en la garganta. Sabía que estaba enfermándose, pero no les dijo nada a sus padres, el viaje a Dunhuang sería en dos días y por nada se lo perdería.

Lamentablemente, el haberse callado su malestar fue un error que jamás volvería a repetir.

Al día siguiente no podía disimular la tos, que siempre atribuía al cambio de temperaturas, sus padres no muy convencidos no le cuestionaban el sonrojo que cubría su carita, siempre se coloraba cuando hacía algún esfuerzo físico y el calor ese día parecía alcanzar algún record, por lo que según su calendario, continuarían el viaje hacia el Puerto Victoria, donde tomarían el paseo marítimo Tsim Sha Tsui. Sin embargo, cuando estaban a mitad del recorrido la tos se volvió más insistente provocando que sus ojos lagrimearan y se le hincharan los párpados, para cuando acabó el paseo ya no pudo disfrazar la fiebre que se había intensificado.

Kushina reaccionó rápido cuando las piernas de Naruto se debilitaron y casi cae de cara al piso, no fue hasta ese instante que prestó atención al cuerpo tiritante de su hijo; con sus manos frías y su rostro bañándose con pequeñas gotas de sudor que se sintió el verdadero pánico subir desde su estómago hasta su pecho. No supo en qué momento Minato había tomado en brazos al niño y jalándola del brazo, habían corrido hasta el hotel donde se estaban hospedando.

Fueron los días más angustiantes de su vida. De tener un recorrido de ensueño planeado para disfrutarlo en familia, pasaron a observar como su hijo iba desmejorando a pasos agigantados, en menos de 24 horas temió por la vida de su niño, la fiebre alta y los ojos enrojecidos parecían indicios de un resfriado, uno muy fuerte que lo estaba orillando a la inconsciencia, por lo que sin dudar un minuto más, regresaron a Japón para que su hijo fuera tratado en el mejor hospital del país; el de la Hoja.

— x — x — x —

En aquel entonces Sasuke tenía apenas un año trabajando, a pesar de tener un padre con una gran influencia dentro del hospital, no quiso ser colocado como médico en jefe; el puesto que su Fugaku ya le tenía reservado, y en cambio prefirió comenzar como los demás médicos de su edad, en emergencias.

Nunca olvidaría ese día, fue el viernes 17 de diciembre cuando atendió el caso más importante se su carrera hasta ese momento.

Había llegado furioso al trabajo, siempre le habían parecido ridículos los celos de su pareja por insignificancias, y es día había sido el colmo, después de más de dos horas tratando de hacerle entrar en razón no parecieron suficiente ante los reclamos por estar trabajando tantas horas en el hospital, siempre rodeado de médicos y enfermeras. Todo el razonamiento de Sasuke quedó opacado por reclamos y acusaciones sin sentido que al final los había llevado a la separación que, internamente, agradecía. Nunca le había gustado que le controlaran hasta la comida y definitivamente pensaba que había sido la mejor opción, aún así llegó rumiando al trabajo, pensando que sería una noche muy larga.

Su enojo se esfumó casi al instante que lo llamaron por los altavoces, pidiendo que se trasladara lo más pronto posible a las salas cercanas al helipuerto. Eso le extrañó, puesto que sólo podría tratarse de alguna celebridad, un político o una persona con mucho, mucho dinero como para recurrir a utilizar un helicóptero."A trabajar", se dijo poniéndose en marcha hacia el patio trasero donde varios enfermeros bajaban a un chico rubio en camilla.

— x — x — x —

El viaje hasta Japón se les hizo eterno, no les importó tener que pagar grandes cantidades de dinero con tal de apresurar el jet en el que se encontraban. Mirando con preocupación a su hijo en brazos de su mujer, se sintió repentinamente cansado, muy cansado, la respiración de Naruto era errática debido a la tos, sus mejillas furiosamente rojas cubrían las pequeñas pecas que salpican su nariz, y los párpados cerrados ligeramente hinchados le daban el cuadro más angustiante que jamás había visto, su niño podría morir si no lo atendían rápido.

– Perdón- escuchó susurrar a su esposa mientras le acariciaba el cabello. – Perdónanos Naruto…- y enjugándose las lágrimas lo miró. Jamás olvidaría la tristeza que ensombrecía el hermoso rostro de la pelirroja.

– Tranquila cariño- en dos pasos ya estaba abrazándola. – Estará bien.

Y con promesas en sus labios, sintieron que el jet descendía, significando una sola cosa, que ya estaban en Japón. Ahora lo que tenían que hacer era abordar el helicóptero que ya los estaba esperando para trasladarlos al hospital.

— x — x — x —

– ¿Cuál es el cuadro del paciente?- preguntó Sasuke cuando dos enfermeros empujaban la camilla, seguidos de lo que parecían ser, los angustiados padres.

– Fiebre alta, conjuntivitis ligeramente avanzada y principios de salpullido- respondió Hinata caminando a prisa al lado del rubio mientras hacía anotaciones en sus hojas de diagnóstico. – Claros síntomas de sarampión.

– ¿Sarampión aquí en Japón?- preguntó extrañado, no era una enfermedad común en los últimos años.

– Estábamos de vacaciones en China- respondió el rubio con voz tensa, a su lado vio a la pelirroja secándose las lágrimas con el puño de su suéter.

– Correcto, necesitamos un análisis de sangre y un hisopado viral de nariz para confirmar que sea sarampión y no algún caso de influenza- ordenó cuando entraron a la sala donde lo tratarían. – Y un encefalograma- se mordió el labio al ver el miedo en el rostro de los padres. – Es únicamente para descartar la posibilidad de encefalitis; que es la inflamación del cerebro. No se preocupen, yo me encargó de él.

Y con esa promesa, Minato y Kushina tuvieron que esperar a que el joven médico ayudara a su hijo.

Mientras los asistentes ayudaban a obtener una muestra de sangre y otra de mucosa nasal, un chico le conectaba la bolsa con suero en la maño izquierda. Hinata le ayudaba a preparar al niño para el encefalograma y por primera vez lo miró detenidamente; pequeño, de cuerpo delgado, cabellos rubios como los de su padre, manos delgadas y suaves al tacto, no supo cuanto tiempo estuvo observándolo con su mano libre de agujas entre las suyas hasta que Hinata le golpeó en el brazo, con su mirada gris sobre él, sintiéndola acusadora le soltó y se dispuso a atenderle, debían bajarle la temperatura inmediatamente o algo muy grave podría suceder con el niño.

Fue un alivio que tras suministrarle una inyección de ibuprofeno en menos de 10 minutos la temperatura ya hubiese descendido y ahora el pequeño respiraba con más tranquilidad.

Sasuke recibió los resultados del análisis de sangre y esperaba que pronto le entregaran los del hisopado, comenzó a leerlos mientras se acercaba a la morena que estudiaba los análisis del encefalograma, notó que los hombros de la chica descansaron de alivio y descartó la inflamación cerebral.

– Ese niño tiene VIH- estaba distraído cuando vio a Hinata dar un bote en su silla y señalaba los papeles en su mano.

Continuó su lectura y encontró lo que le indicaba la chica, frunció el ceño mirando al pequeño que ahora parecía dormir tranquilamente, según los datos que habían recibido del niño, con 10 años de edad y ser positivo del VIH es algo que tendrían que hablar seriamente con sus padres.

– Y aún hay más- dijo ella leyendo el análisis del hisopado que una joven enfermera le entregaba. – Características, síntomas… sí, es sarampión. Creo que tendremos a este jovencito con nosotros unos cuantos días más.

— x — x — x —

Cuando Naruto abrió los ojos lo único que pudo distinguir fue las paredes blancas características del hospital, algo en su interior se agitó al recordar que estaban en el crucero cuando se sintió mareado y… no había más. Se quitó los mechones de la frente y en ese momento notó el catéter en mu mano, vio el suero colocado sobre su cabeza y suspiró cerrando los ojos. Genial, simplemente genial.

No quiso hacer más memoria para no reprocharse el haberse enfermado "Justo cuando podía pasar tiempo con sus padres" le recriminó una vocecita en su cabeza. Gruño tratando de acomodarse en la cama ¿dónde estarían sus padres? Quizá estarían fuera del cuarto esperando ansiosos a que despertara, o en casa, alejados del ajetreo de médicos y enfermeras. Volvió a gruñir sintiéndose molesto consigo mismo, había echado a perder todo una vez más.

Intentó dormir de nuevo para no ponerse a llorar, era frustrante estar ahí, el pitido de las máquinas le da mucho miedo, no le gusta admitirlo pero teme que el día que deje de oírlas sea cuando no vuelva a abrir los ojos. "Tranquilo Naruto", escucha una voz en su memoria, "Haré lo posible por que te encuentres bien".

"Yo te cuidaré"

"Naruto…"

– Naruto…- sintió el vértigo recorrer su cuerpo por haberse sentado tan a prisa, estaba seguro que era la misma voz llamándole, su mirada desenfocó, pero pudo distinguir al médico de pie frente a su cama, uno muy simpático. – Te he estado llamando y no me haces caso- dijo molesto mientras hacía anotaciones.

– Estaba durmiendo- reprochó también con molestia.

Ya no le parecía tan simpático.

Pero o no lo escuchó o lo ignoró muy bien porque se dedicó a tomar registros de las máquinas. Naruto resopló fastidiado, siempre tenía que atenderle el médico más huraño de todo el bendito hospital.

– Abre la boca- le ordenó acercando la lengüeta de madera, obedeció reticente, con dos minutos en la misma habitación sentía que lo odiaba. – Inhala y exhala lentamente- dijo tanteando su pecho con el estetoscopio- no hubo más remedio que hacerlo, quizá si obedecía, el sujeto se marcharía más rápido.

Lo qué hizo el tipo lo descolocó completamente, sintió arder sus mejillas cuando levantó la vista y se descubrió observado, fue ahí que lo miró detenidamente y aceptó que era muy atractivo; de piel pálida, con cabello y ojos negros. Pero ni así se amedrentó y le sostuvo la mirada el tiempo suficiente como que el médico también se mostrara fastidiado.

– Eres un tonto, Naruto- le dijo mientras se alejaba un paso, terminando con el infantil reto de miradas.

– ¿Por qué dice eso de mí?- replicó lo más educado que pudo.

– ¿Por qué no le dijiste a tus padres que te sentías mal?- agachó la mirada, no le gustaba que lo riñeran. – Mírate las manos- ordenó y al prestarles atención pudo ver las manchas rojas salpicando su piel. – Eso que tienes se llama sarampión, es una enfermedad que normalmente se adquiere cuando no tienes las vacunas correspondientes, aunque por tu situación no me sorprende que te hayas contagiado con el simple contacto con algún pequeño enfermo.

"Claro, mi VIH" pensó rodando los ojos.

– Pudiste haber muerto- dijo serio, cerrando un puño dentro de su bata blanca. – Logramos controlar la temperatura y evitamos que algo más grave sucediera- suavizó el tono y le acarició los mechones rubios. – No vuelvas a asustarnos así de nuevo ¿está bien?

¿Era su imaginación o realmente parecía preocupado por él?

Quiso reprocharle pero no pudo decir nada, el tipo se había inclinado y le había besado la frente. Una vez más sintió calientes sus mejillas y cerró los ojos al sentir el roce. Cuando se alejó decidió que no bajaría la mirada, enfrentaría lo que tuviera que decir.

– Descansa pequeño, tu padres no tardarán en llegar- recomendó abriendo la puerta para salir. – Y Naruto…- por primera vez lo vio sonreír. – Eres un bobo.

Y no se enojó, también sonrió con él.

— »†« —

"Este día que tanto temes por ser el último, es la aurora del día eterno."
Lucio Anneo Séneca.

Continuará…
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Notas finales:

(1): Las grutas Mogao, también conocidas como las cuevas de los mil Budas, alberga la mayor y mejor conservada colección de arte budista, en el 366 aC el monje budista Yue Seng cinceló la primer cueva y su trabajo se siguió desarrollando a lo largo de varias dinastías dando como resultado una fantástica colección de arte devocional que todavía hoy es admirada.

Notas: Admito que me gusta "oírlos" decirse dobe y baka, pero esto es un AU así que no habrá japañol, lo siento. Estuvo un poco más largo ¿cierto? Lamento la demora pero tuve que hacer muchos cambios para que quedara decente :/ espero haber compensado un poco la ausencia, el siguiente capítulo estará de nuevo en el presente (lo prometo) además de que aparecerá un personaje muy importante para la historia ¿ya notaron quien falta? Una pista; es una chica :P muchísimas gracias a:Izumi de Uchiha y marian por los comentarios, me siento feliz y halagada por eso n.n sin más me despido, nos leemos pronto (espero) cuídense mucho.

Recomendación: Harry Potter y el Fabricante de Pociones de Zafy. Una de las mejores historias que he leído, si les gustan los fic largos de drama, suspenso y romance deben leer esta historia (65 capítulos, 757K+ palabras y 2.8K+ páginas). No se arrepentirán.

Cariños~

Leona Dark
1958 - 191115


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