Los pensamientos de Killua eran un desastre tuvo que volver a mentirle a Gon y ahora también a Biscuit aunque no es que le importara mucho mentirle, se revolvía en la cama no le gustaba como se siente por alguna razón la cabeza le da vueltas y siente el cuerpo arderle ¿Qué diablos tengo? Es como si mi sangre fluyera más de prisa, calentando mi cuerpo pero duele la forma brusca en la que lo hace como si ¿vibrará? Se cuestionó incorporándose en la cama mirando por la ventana arrugó el entre cejo tengo un mal presentimiento de tu llegada, si lo que dijo la vieja esa es cierto de una u otra forma vendrás por mí, luego de ese pensamiento se dejó caer de mueva cuanta a la cama tardando en dormir no fue hasta las 3 de la madrugada que lo pudo conciliar el sueño.
En la mañana 7 am.
Gon preparo el desayuno para sus dos amigos hospedados en su casa, pero al pasar de los minutos en el desayuno solo eran 2 personas las sentadas en la mesa dispuestas a desayunar en ese momento no le dieron importancia a la ausencia del menor, más a finalizar su comida el moreno fue a ver si todo estaba en orden con su amigo al pasar a su cuarto pudo ver el cuerpo del chico reposar sobre ella, cuando se cerco pudo notar que traía la piyama abierto (KK-la piyama de Killua es una manga larga con botones y un short de tela de color celeste que Gon le presto-) mostrando su torso y uno de sus hombros de paso que no tenía cobijas encima, con las mejillas ligeramente sonrojadas por el extraño sentir de anoche. El solo ver al albino recostado ene ese estado tan vulnerable decide abrir la ventana del cuarto para que pase la fresca brisa de la mañana, sentándose aun lado de su amigo sus ojos tiemblan avisando que su extancia en el mundo de los sueños esta por acabar abriendo sus ojos diviso una siluetta mirando hacia la ventana, al parpadear un par de veces logro divisar que esa silueta era Gon quien ahora le sonreía con ternura.
Gon – Buenos días dormilon – dijo con un tono de gracia contagiando su sonreír al quien observaba.
Killua – se sienta en la cama con algo de pesadez, ahora una de las mangas bajaba por su brazo dejándolo expuesto mientras se frota los ojos – buenos días – dijo para soltar un bostezo.
Gon – veo que no tuviste buena noche – ante esto el albino se encogió de hombros dándole la razón – lo bueno es que estas despierto – la vista de Gon viajo hasta posarse en un lugar específico de la pelvis del menor – Killua, ¿puedo ver? – pregunto refiriéndose a la herida de un costado del albino el cual con algo de pena asintió.
Las manos de Gon se posaron en la venda para poco a poco quitarla dejando al descubierto la zona afecta, se sorprendió de ver como en parte ya había sanado, ya no sangraba y la piel dejaba de ser roja a pasar a un tono rosado sana rápido pensó Gon quien toco el borde de la herida y una imagen se hiso presente en su mente.
FB.
¿? – Sabes en parte ya no me aguantaba más – dijo un hombre una voz que no reconocía por la estática que se escuchaba o era que nunca la escucho antes.
… - por favor deja… AAHHHH! – escucho el grito desgarrador, lo más claro que vio fue como aquella extraña silueta mordía su hombro provocando que brotara sangre de este.
FFB.
Sus ojos rápidamente se movieron al hombro izquierdo de Killua el cual aún cubría su piyama, poso sus mano en la mejilla del chico que por inercia se quiso alejar pero no lo hiso, lentamente la mano de Gon bajo para ir destapando su brazo, grande fue la sorpresa del albino al ver que su amigo lo dejaba de esa forma hasta ahora se daba cuenta de que traía la piyama abierta, el moreno se acercó a él para ser especifico al hombro que descubrió para olerlo parece que se bañó hace poco pensó al notar la fragancia a fresas del jabón del baño de ese cuarto.
Killua – Gon ¿Qué haces? – pregunto algo asustado por el comportamiento extraño del otro este poso su vista en sus ojos y le sonrió.
Gon – no es nada, solo es que… - volvió a ver su piel y deposito un suave beso sombre ella, el albino sin dudas cambio su rostro a uno lleno de confusión y vergüenza ¿Qué diablos le pasa a Gon? Se cuestionó mentalmente el sonrojado de los dos – sabes no importa, cámbiate y te espero abajo para comer – dijo para terminar de colocar la venda que hasta ahora se dio cuenta Killua que se la colocaba de nueva cuenta, al terminar se fue dejando confundido a Killua.
El albino decidió dejar de darle vueltas al asunto para disponerse a bajar a desayunar. En la sala Biscuit ve bajar a Gon con una cara angustiada, preocupada le hace señas para que se le acerque y poder preguntarle por su estado.
Biscuit – ¿Qué pasa Gon? ¿Le paso algo a Killua? – pregunto sonando preocupada por el estado del albino puede que lo odio por decirme vieja bruja pero no puedo evitar preocuparme por ese mocoso pensó en sus adentros.
Gon – tenía fiebre pero creo que se le bajo ya, además no durmió bien anoche – dijo en un tono tranquilo – lo bueno es que ya está mejor – sonrió dejando claro que no serviría si se altera y se preocupa de mas solo lograre que me golpee y luego se moleste conmigo como suele hacerlo pensó.
Killua – buenos días – dijo con un sonrisilla a los presentes, quienes respondieron al saludo.
Biscuit – tu desayuno está en la mesa – dijo señalando el lugar.
Killua – gracias – se dispuso a comer bajo la mirada de Gon que se había sentado en la mesa – esta delicioso, Gon – dijo saboreando las tostadas con chocolate.
Gon – no es la gran cosa – dijo por la expresión de deseo en sus ojos le gusta mucho el chocolate pensó con una gotita cayendo de su frente.
Biscuit – no me digas que Killua es choco-adicto – más que pregunta fue afirmación el nombrado solo desvió la mirada de ella – que ternura – dijo entre una risillas, el ofendido quiso contestar pero el ruido del timbre se hiso presente – yo atiendo – dijo para levantarse pero grande fue su sorpresa cuando un tipo amenazó con cortarle el cuello cuando quiso caminar a la puerta.
¿? – no se muevan o la mato – dijo a los dos chicos que lo miraban molestos.
Biscuit – no te preocupes son de confianza, Hisoka – dijo para ver como el susodicho retiraba la carta afilada de su cuello.
Gon – Biscuit, ¿Quién es él? – pregunto desconfiado.
Hisoka – no te culpo por tu desconfianza, yo también desconfiaría de quien viene de repente y amenaza a tu maestra de muerte – viajo su mirada por los presentes notando la mirada de Killua, no escondió su sorpresa – ¿Quién es él? Creí que solo estarías con Gon – dijo ahora desconfiado ese chico me resulta familiar pero ¿de dónde? pensó mirando al albino.
Biscuit – al parecer Gon tenía hospedado aquí un amigo, no lo sabía hasta ayer – dijo convenciendo al mago.
Gon – ya recuerdo quien eres – el más alto lo miro – eres un espía que se infiltro con Omokage – dijo mirándolo fijamente y este sonrió con malicia.
Hisoka – eres muy listo Ringo-cha – ante el apodo Killua no pudo evitar partir en carcajadas, molestando al moreno.
Gon – no seas malo y deja de reírte Killua – le dijo en un puchero.
Killua – claro, Ringo-cha jajaja – se rio de una forma divertida, pero sintió el aura de Hisoka dirigida a su persona – ¿Qué miras? – dijo sosteniendo la mirada del mago como si supieran como eran sus máscaras.
Hisoka – esa risa, ese nombre… ¿Dónde los oí antes? pensaba sosteniendo la mirada del contrario, tenía algo que le hiso entender – ya veo así que eres como yo – le dijo con una sonrisa maliciosa y una mirada fría.
Killua – ¿a qué te refieres, payaso? – dijo sin un deje de emoción con la misma mirada fría del contrario.
Hisoka – tu sabes a que me refiero – ríe por lo bajo – Kill – pronuncio y el albino se podía ver claramente molesto.
Killua – no me digas de esa forma – dijo en forma de advertencia.
Hisoka – no te molestes, solo te digo lo que eres – dijo los presentes miraban confundidos la escena de los que se sostenían la mirada.
Killua – odio que me digan así – le dijo con molestia evidente.
Hisoka – ya veo solo te pueden decir así los que te… – no termino de decir ya que un cuchillo le paso por un lado de la cara cortando su mejilla.
Killua – ni te atrevas a recordármelo – dijo de forma vacía sin un gramo de sentimientos.
Biscuit – Killua compórtate – le ordeno al notar el cuchillo en la pared – Hisoka ¿estás bien? – pregunto al ver la sangre en su mejilla pero el payaso se rio de forma sádica mirando al menor.
Hisoka – tienes un amigo interesante Ringo-cha – dijo de forma lasciva no puede ser tanta coincidencia debes de ser el, me dan ganas de volver a probarte – aun recuerdas esa noche – dijo como si nada dejando helado al menor que oculto su mirada y apretó los dientes – eres tierno, Kill – dijo entre risillas.
Killua – púdrete – dijo para desviar la mirada desearía olvidar eso pensó molesto.
Gon – ¿acaso se conocen? – pregunto confundido por el comportamiento del otro.
Hisoka – algo así, una vez conocí a sus hermanos y por ende a el – expreso mirando al moreno con tranquilidad – aunque solo un poco, no necesitaba hablar mucho para lo que necesitaba – dijo mirando ahora al chico que lo ignoraba.
Biscuit – bien dejemos de lado eso ¿Qué tienes que informarme? – le dijo de forma seria, aunque preocupado por la relación de el con el albino.
Hisoka – anoche llegamos y por lo que parece la división de ciencia ha creado algo de lo cual tengo poco información, solo sé que lo usaran para encontrar la VBB – dijo como si nada sentándose en el sillón – también vine a ver se les sobraba desayuno – dijo sonriendo de forma divertida.
Gon – creo que quedo un poco de pan – dijo pensativo con un dedo en la barbilla para irse a la cocina para regresar con un pan con chocolate – aquí tienes – dijo con amabilidad.
Mientras en otro lugar…
Los 4 hermanos Zoldyck desayunaban junto a su madre, era un silencio incómodo para algunos en especial a Alluka y la mujer fue la primera en romperlo.
Kikyo – ahora quiero saber dónde está esa cosa – ordeno a los presente, Illumi la miro con su cara de siempre.
Illumi – no ha vuelto desde que Alluka lo ayudo a escapar – dijo refiriéndose a Killua.
Kikyo – esto es malo, Omokage viene y si no está aquí como pretende que hagamos negocios, maldigo el día en que nació ese mal agradecido – dijo molesta, pero más molesta estaba Alluka por la forma en la que se referían a su one-cha.
Milluki – no te preocupes madre, hoy mismo hemos mandado a revisar el bosque a fondo, no se va a poder esconder por siempre – dijo seguro de sus palabras.
Kikyo – espero así sea, los trabajos no se pueden hacer sin esa herramienta – dijo claramente para proseguir con la comida.
Ya cuando terminaron de comer, el 2 hijo fue al bosque para buscar a su “querido” hermano menor, sin saber lo cerca que este estaba.
De regreso a la casa de los amigos…
Hisoka gracias a Dios se fue después de acompañar a los presentes en el almuerzo, para alivio del albino quien en lo que resto de su visita no le volvió a dirigir la palabra a nadie, preocupando a Gon. El moreno se acercó y con calma poso su mano en su hombro recibiendo la mirada intranquila del albino.
Gon – ¿Qué tienes? Te noto muy preocupado – dijo con preocupación sentándose a su lado.
Biscuit – voy a salir no me esperen despiertos – dijo mirando al albino ¿Quién eres en verdad? Pensó bajo la mirada de Gon ya que Killua ni se molestó en verla.
Killua – Gon, yo… – miro los ojos avellanas de su compañero no puedo decirle algo así pensó deprimido lo cual no exteriorizo – nada, mejor olvídalo… solo estoy cansado – dijo desviando la mirada dispuesto a irse pero la mano del moreno lo detuvo.
Gon – no me ignores, somos amigos tenme más confianza – dijo firme de sus palabras.
Killua – Gon – de repente como otras veces su cabeza le dio vueltas sujetándosela con ambas manos – ite – expreso antes de caer de la silla por suerte Gon lo atajo.
Gon – aguanta, Killua – le zangoteaba al chico en sus brazos – ¿Por qué otra vez? – dijo recordando que hace tiempo que el albino no se desmayaba.
Loloolololoololoolololoololoolololoololoololololoololololooloololololololoololool
Era de mañana y yo me encontraba con la espalda recostada en aquel árbol de cerezo que florecía con esta primavera, aunque de verdad no me importa mucho ver las flores mecerse con el viento o ver cómo estas caían al agua con delicadeza moviéndose de forma suave al ver esto me pregunto ¿es esto a lo que la personas llaman algo hermoso? Si es así, para mí es muy simple puede que las cosas simples sean hermosas, sigo sin estar seguro creo que me perdí un rato de lo que me “pidió” mi hermano. Justo detrás de este árbol, a mis espaldas están mis hermanos y una persona que no conozco, pero mi “poder” por así decirlo dice que voy a sufrir con esto, mi mirada cae al piso ¿acaso un día dejare de sufrir o de odiarme al menos? Era como si mis deseos se los llevara el viento al igual que mis lamentos, al escuchar unos pasos acercándose a mi me prepare para atacar, pero la voz de mi hermano me detuvo.
Illumi – Killu, sal hay alguien que quiero presentarte – me dijo de esa forma sin emoción alguna que distinguieran mis oídos.
Milluki – luego de un par de segundos salgo lo primero que siento es un golpe con una rama en mi pierna por parte del cerdo – has caso de una cuando te ordenen algo – expreso con molestia y algo de felicidad, él es sádico de seguro disfruta el haberme hecho sangrar.
Miro mi pierna, llevo puesto una manga larga negra con capucha, unos short grises y unas sandalias de sierre mágico, puedo apreciar como de mi pálida piel baja ese líquido carmesí aun cuando esta bola de grasa me lastimo no soy capaz de mostrar dolor en el rostro, por simple que parezca perdí mi mirada en aquel líquido que pronto mancho mi pie ¿Por qué baja tanta sangre?
Milluki – oye atiende a lo que te digo – me reclamaba dándome golpes en mi piel lastimada, apenas me doy cuenta que me estaba hablando y golpeando.
Killua – lo mire con una mirada que dé más apagada dejándolo estático – ¿Qué quieres? – pregunte como si nada me pasara, escucho una risa divertida y me encuentro con un payaso escapado del circo.
Illumi – Killu, él es Hisoka va a ser tu compañero por un tiempo – me informa se notaba algo molesto por eso, el tal Hisoka se me acerca y se agacha a mi altura la cual es bajo tengo unos 5 años y el parece de unos 23.
Hisoka – hola copito de nieve, estaré contigo un tiempo – me dijo con una sonrisa que de por demás me pareció nada confiable.
Killua – está bien, soy Killua – le dijo viéndolo de esa forma tan vacía que pude ver sorpresa en su cara.
Hisoka – con esa mirada te pareces a Illumi – dijo mirando a mi hermano, esas palabras las odie no sé por qué exactamente pero las odie.
Illumi – no digas ridiculeces, Killu sabe que hacer hoy – le dijo mirando a mí, para luego dirigir su mirada al cerdo – ven tenemos cosas que hacer – luego ambos se retiraron dejándome solo con al payaso.
El extraño payaso sujeto mi mano y me llevo al rio, hay me indico sentarme lo vi sacar un pañuelo, luego me quiso quitar las sandalias pero me aleje y el sonrió.
Hisoka – solo quiero curar esa herida – me dijo y solo me deje hacer me quito las sandalias, mojo el paño y limpio con delicadeza mi pierna – ¿siempre te tratan como un objeto? – pregunto de repente para mi sorpresa solo asentí – me sorprendes que no estés marcado de cicatrices, porque el parece golpearte seguido –me informo su punto de vista y miro sorprendido como la herida cerraba sin dejar rastro de que estuvo hay.
Killua – por eso no tengo marcas en la piel – dije mirando al piso aun sentado bajo esa mirada de sorpresa.
Hisoka – ¿Qué eres? – me pregunto pero todo se distorsiono.
Estaba en una jaula, por alguna razón.
– ¿Qué eres? – se repitió la pregunta pero era un tono diferente.
– ¿Qué eres? –
– ¿Qué eres? –
– ¿Qué eres? –
– ¿Qué eres? – se repitió una y otra vez mi cabeza se llena de dudas me siento sofocado por la pregunta.
– Sabes porque no respondes – escuche una voz entre todas – es fácil porque tú no eres nada que merezca un nombre, los objetos lo merecen más que tu – sus palabras eran frías pero en el fondo eran tan…
Killua – ciertas – dije con pesadez y todo pareció enmudecer, me siento el ser más diminuto.
¿Acaso está mal querer ser alguien?
La gente solo te mira por debajo
Mi mente es un caos, yo solo tengo un deseo
¿Puedes cumplirlo? Es raro que yo te lo diga cuando
Soy yo el que debe escucharte y cumplir tus caprichos
Odio el día en que me encadene a ti
Pero a precio el día en que lo hice por el
Hay 2 formas para mi d ver las cosas
Mi luz eres tú y yo tu oscuridad
Si, hablo de “el” no de ti comprende que lo quiero
Una canción sin melodía
Una melodía sin canción soy sin tu armonía
Algún dia yo sere libre y tu tambien
Pero esta liberta sé que corta será
No te preocupes aun si muero no llores
Sigue que hare todo por estar a tu lado
Aun si debo volver a nacer y buscarte
Entre las memorias, eso es lo que piensas
Yo hare tu deseo realidad
Killua – aun si me odio por toda una eternidad – dije con lágrimas en mis ojos, bien no tengo la razón pero me siento muy impotente y nostálgico – solo ven a buscarme después, por favor… - otra vez intente decir su nombre mas no salió de mis labios – me importas… aun si no puedo decir tu nombre… - mis ojos se cerraron lentamente podía escuchar la melodía de una caja de música, ya no veía nada solo podía sentirme flotando escuchado la melodía que me calmaba el ser, si es que puedo llamarme como un “algo” – creo que si me parezco a ti, Nanika – solo suspire me sentía relajado, como si esa melodía le salvara de su sufrimiento y preocupación.
Ollololloolollololollollolollollollololollolololollolololollolololollolollolololollololololo
Miraba a Killua descansar con la cabeza apoyada en mi regazo, parecía un ángel con esa cara tranquila, sus mejillas ligeramente sonrojadas por la fiebre la cual me tiene un poco preocupado para ser honesto, su respiración ligeramente agitada, me gustaría que esos ojos brillantes me miraran con esa inocencia, busco en un cajo y sacó una caja de música en forma de oval con una perillita arriba la giro para abrirla, es como si se pelara como una papa, deja ver una esfera de cristal en el centro, mientras gira un angelito de plata, una luna de plata blanca y un sol de oro, la esfera parece una tormenta por dentro y la melodía suena, es melancólica, relajante y tranquila. Siento una mirada puesta en mí, bajo mi vista y es cuando mi vista choca con esa mirada azulina que apenas se deja ver entre ambos parpados entre cerrados, él se levanta con cuidado mirándome.
Killua – ¿Qué es eso? – pregunto mirando la caja extendiendo mi mano se la di, él la miraba con ternura.
Gon – no recuerdo muy bien, pero es un regalo de alguien creo – le respondí, el me la devolvió y la deje en la mesa aun podía escuchar la música la quise cerrar pero Killua no quiso.
Killua – Gon acuéstate – me pidió yo lo mire confundió, pero al final lo hice el se acostó a mi lado eso si me sorprendió, nunca he dormido con alguien – ¿puedes quedarte? Solo por esta vez quédate a mi lado – me pido aferrándose a mi pecho como un niño perdido que busca calor, pase mi mano por su cuerpo para abrazarlo – gracias, Gon – me dijo antes de sentir como caía rendido por el sueño.
Gon – sonreí con amabilidad – no hay de que, eres mi preciado amigo – dije sin saber por qué creo que simplemente me nació un aprecio por él, me deje descansar sintiendo el calor de su cuerpo.
Muchas horas después, los chicos durmieron lo que resto de ese día y la madrugada, a las 2 de la madrugada un chica rubia entro a ese casa…
Escuche una melodía muy linda y la seguí para encontrarme con una imagen de por si infartan te, Gon abrazaba a Killua y el ultimo se acurrucaba en su pecho más la música de fondo, la leve iluminación, ya comienzo a sentir la sangre bajar por mi nariz al pensar cosas que no son, me decidí por ir me a dormir y dejarlos solos, ya termine con mi investigación mañana les dire lo que encontré a los amiguitos, no pude evitar que s eme saliera una risilla.
Biscuit no se dio cuenta que desde que entro alguien se había percatado de su presencia dentro de la casa, pero eso no importa ya que a fin de cuentas era Biscuit