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Gracias por amarme |x| Yoonmin por AngieStone

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Notas del fanfic:

¡Annyeong! Sé que debería estar actualizando Mi Bello Genio pero tuve unos inconvenientes y como no quería dejar pasar el cumple de Chiminie sin subir nada entonces escribí esto rápido ://3

Espero que sea de su agrado, :')

Dejen review de que les pareció, y ese fue mi primer lemon. So... Dejenme saber si fue muy rápido, me quedo muy apresurado, aburrido, etc. Ustedes sabránjuzgar

Si tienen alguna idea de algún Yoonmin que quieran que escriba no duden en comentar =P

Bueno ya, las dejo que lean:

Notas del capitulo:

Ya saben, dejen review~ <3

Dejen review por el amor que le tenemos a Jimin plz :'3 Se nos crece el wacho :'(

En ése escenario lleno de adrenalina, parecía que sólo había dos grupos exponiendo sus talentos como cantantes, bailarines y raperos; que todo lo que importaba era demostrar su talento, y de paso divertirse allí arriba.

Pero sólo parecía; Min Yoongi estaba teniendo una jaqueca de las peores, intentando concentrarse en participar un poco en la presentación, y así no mirar a su compañero, ahora sin el buzo negro que antes traía puesto, o al menos esa remera blanca que aunque la usó sólo unos segundos, Yoongi pudo notar lo transparente que era. No era sólo el hecho de que no llevaba remera, sino que ése saco blanco, acentuaba su bronceada piel, llena de sudor por sus sensuales movimientos de baile por el escenario, con ese desordenado cabello que lo volvía loco, con esa atractiva figura. Sin olvidar, ésa sonrisa qué sólo él sabía tener, esa que tenía el objetivo de enloquecer a todas sus fans, pero que él no sabía todo lo que hacía en Yoongi.

Realmente Jimin, no tenía ni una mínima idea de todo lo que causaba en el pelirrojo.

Intentó, una vez más, participar en la presentación, mientras sonreía y cantaba algo de la letra de “I Got A Feeling”, mirando a sus fans, como gritaban y los apoyaban tanto, no sólo a él, sino a todo el grupo, también a Block B; y Yoongi sintió una punzada en su pecho. Más que dolorosa, fue alegre y cálida, fue como una corriente eléctrica que rápidamente instaló una sonrisa en su cara; el saber que las fans eran tan adorables y apasionadas con la música, en general, le producía alegría.

Él también adoraba la música, y sabía que la pasión que uno realmente siente por la música, es imposible de expresar con palabras.

Para su buena suerte, logró distraerse y no hacer el ridículo, como suele hacerlo cuando se trata de Jimin. Algunas fans, a veces se percataban de las miradas que Yoongi le da a Jimin, cuándo él sólo lo ve al morocho, cuándo no puede ver nada más que él y olvida las cámaras por unos segundos que parecen eternos. Por suerte, nadie más que ellas se han dado cuenta de esos momentos.

Cuando las luces se apagan, ése es el momento en el que el corazón de Yoongi vuelve bombear más despacio, comienza a tranquilizarse, para volver a ser la persona floja que es por naturaleza, mientras camina hacia la habitación detrás del escenario, seguido de sus compañeros.

Allí dentro, los felicitaron por la asombrosa y exitosa presentación. “Fue perfecto”, fue la crítica de la mayoría, y las demás no estaban alejadas a esa misma. Todos estaban de acuerdo en que todo había salido sin ningún error, y realmente fue un éxito para ambas bandas.

Yoongi no pudo esperar un minuto más para devolverle a sus ojos el placer de ver la perfección. Jimin lucía perfecto y hermoso a sus ojos, sin olvidar que estaba aún más sexy que antes, aún sin tapar ese torso sudado que subía y bajaba gracias a su descontrolada respiración. Fue cuando sus ojos se posaron en los de Jimin, cuando visualizó ésa mirada que tanto odiaba en los ojos del menor; ¿Decepción? ¿Fracaso? Jimin nunca le dijo exactamente qué era esa mirada, pero sí recurría a él cada vez que la tenía en sus hermosas facciones. Yoongi solía escucharlo hablar sobre lo inseguro que se sentía con algo, o él mismo a veces, para luego abrazarlo y dejarlo dormir a su lado, susurrando algunas palabras reconfortantes. Sólo algunas, ya que él no era una persona propensa a expresarse tanto con palabras, si no era con la música. De todas formas el pelirrojo siempre hizo la excepción con Jimin, siempre intentando sacar esa sonrisa que tanto amaba.

Por otro lado, Jimin no sabía si debía molestar a su hyung por sus “imperfecciones”, o cómo Yoongi solía decirles: inseguridades. Pero realmente necesitaba a su hyung en ése momento, pensar tantas cosas negativas por su propia cuenta era su fuerte; si esperaba unos minutos más probablemente rompa en llanto en medio de toda la sala. Se limitó a seguir mirando sus pies, pensando qué hacer, seguramente Yoongi tenía cosas mejores que hacer, que ayudarlo a él todas las veces que él lo molestaba.

El pelirrojo observó algo indignado, como el menor bajaba la cabeza aún más, opacando toda su hermosura. Lucía bien, sí, pero ¿De qué le servía a Yoongi ver el cuerpo de un dios, si no veía esa preciosa sonrisa alegre, que sabía irradiar felicidad por todos lados? Se apresuró a tomarlo del brazo, sintiendo un leve escalofrío cuando su mano tomo los fuertes músculos por los que el menor estuvo trabajando tan duro para conseguir. El menor levantó su mirada con los ojos algo rojos y el corazón de Yoongi sintió una cortada filosa y dolorosa al ver la tristeza en ellos.

-          Sólo sígueme, Jiminie – Dijo con la voz algo cortante, es sólo que toda su atención estaba centrada en encontrar un lugar privado en que conversar con el menor con tranquilidad.  - ¿Conoces algún lugar para hablar tranquilos? – Se dio vuelta para preguntarle al menor quién había vuelto a bajar la cabeza, y ahora la movía de lado a lado murmurando un silencioso “no”. Yoongi suspiró ¿Qué pudo haber salido mal? Pensó Yoongi confundido.

El mayor agradeció a todo lo bendito en éste mundo por haber encontrado una sala vacía, que para su suerte se encontraba una llave en la cerradura, la cual Yoongi tomo. Sería aún mejor, estar seguros de no tener interrupciones. Yoongi abrió por completo la puerta y se hizo hacía atrás para dejar pasar al menor primero, el cual ahora sentía sus mejillas arder por ésa acción. Cuando Yoongi entró, cerró la puerta con llave, y aunque Jimin se sorprendió, no levantó la mirada ni siquiera un centímetro.

La pequeña habitación sólo tenía unos almohadones en el piso y un espejo colgando en la pared. Parecía que aún estaba en remodelación o algo parecido, ya que eso era todo lo que había allí dentro, más a Yoongi le pareció mucho más confortable. Tomó la mano del morocho, haciendo que se siente en frente suyo, mientras él recargaba la espalda en la pared.

-          Hyung, por favor ve a disfrutar con los otros, no quiero molestarte hoy… - La voz de Jimin se oía segura, cómo si hubiese estado practicando esa respuesta por años. A Yoongi le dolió saber que Jimin, su pequeño rayo de luz, pensara que lo molestaba, cuando estar con él, en cualquier contexto, lo hacía más feliz que nada en el mundo.

-          Minnie, por favor no me hables con la cabeza abajo. Sabes que me molesta que me ocultes tu cara… - Dijo serio Yoongi, pero Jimin siempre sentía que su voz se suavizaba cuando se trataba de él. Mientras levantaba la cabeza, Yoongi pudo divisar una pequeña lágrima cayendo lentamente por su esponjosa mejilla, sin arruinar su perfecto maquillaje. – No llores, por favor Minnie, ¿Quieres contarme que pasó? – Yoongi lo miraba con unos ojos llenos de cariño, de sentimientos que nunca pudo ocultar o detener cada vez que lo miraba. Jimin hipó, se sobó la nariz y se lanzó a los brazos del pálido, aferrando sus pequeñas y tiernas manos en la remera de Yoongi. – Y claro que no me molestas, estar contigo me hace más feliz que hasta la música, tonto. – Dijo riendo Yoongi, sin darse cuenta de lo que había confesado, pero de todas formas abrazo al menor, aferrándolo más a su pecho, queriendo gritarlo a todo el mundo, que Jimin le pertenecía. El menor, quién se sintió con el coraje ahora de hablar gracias a las palabras de Yoongi, se acomodó sentándose en las piernas del mayor y soltó su remera para poder mirarlo a los ojos.

-          Gracias. – Dijo simplemente, volviendo a mirar hacía el piso, mientras buscaba las palabras para explicarle a Yoongi algo que ahora parecía muy tonto como para exagerar tanto.

-          Haber, dame esas lindas manos Minnie – Dijo con una voz juguetona Yoongi, mientras entrelazaba una de sus manos, y con la otra le acariciaba la mejilla, la cual ahora se encontraba roja. – No mires más el piso Park, a ver, yo te espero ¿Vale? Y no, además de que no me molestas para nada, no creo que sea algo tonto, porque no lo es si te pone así. ¿Sí? – Le regaló una tranquilizante, amorosa, sonrisa al menor, la cual el menor correspondió con otra algo débil aún. Asintiendo, Jimin aclaró su garganta para comenzar a hablar.

-          Y-yo… Él dijo que todo salió perfecto… Pero, no… Siempre tengo que… Mis errores… - Jimin comenzó a balbucear cosas rápido pero sin terminar sus oraciones; Yoongi rió.

-          Tranquilo. – Simplemente le acarició la espalda, para que el menor tranquilice su respiración, quién después de un suspiro se atrevió a volver a hablar.

-          Nos felicitaron y dijeron que todos lo hicimos perfecto, pero estoy seguro de que todos vieron… mi estúpido error de todas formas – Dijo con la voz más alta y más seguridad; la mano de Yoongi seguía un patrón tranquilizante en su espalda. Jimin pudo entender la pregunta silenciosa de Yoongi al interpretar con total fluidez sus expresiones, rió amargamente un poco antes de continuar. – Vamos, hyung. Sé que todos notaron cómo se me atasco el buzo la primera vez que intenté sacármelo… hice el ridículo frente a miles de personas… - Su mirada volvió a caer abajo, pero esta vez se concentro en mirar su mano entrelazada junto a la de Yoongi y de repente esa sensación que siempre siente cuando Yoongi está con él se intensifica. Yoongi suspira y piensa las mejores palabras; esto siempre le pareció lo más difícil.

-          Minnie… Estoy seguro de que sólo tú – Juntó sus frentes – has notado ése supuesto error… Deberías dejar de ser tan perfeccionista, ¿sabes? Es malo, no me gusta cuando piensas que arruinaste tanto trabajo duro por simples… ¿fallas? No me gusta llamarlo así… - Todo lo que decía, lo hacía sentir más avergonzado estando tan cerca de su cara, pero sabía que ésa era la única forma de que Jimin le crea. Y también le gustaba ver los distintos brillos en los ojos del menor con cada palabra, Jimin era una persona muy expresiva con Yoongi, y eso al pelirrojo le encantaba.  – Estuviste perfecto, fuiste mi favorito, el mejor de todos. ¿Entendido?

Estuvieron unos minutos más mirándose a los ojos, admirándose mutuamente mientras pensaban que tal vez, su amistad, su supuesto bromance se les estaba yendo de las manos. Pero ambos sospechaban lo que sentían el uno por el otro. Era algo que estaba ahí, pero no sabían que hacer al respecto, después de todo ser homosexual no era tan extraño estos días, pero un ídolo homosexual sí lo era. Y desgraciadamente, ellos se conocieron entrenándose para ser ídolos, y ahora lo eran. No podían darse el lujo de posiblemente arruinar la vida por la que tanto lucharon, no sólo ellos, sino también sus queridos amigos.

Luego de unos minutos, la espalda de Jimin comenzó a doler por mantenerse encorvado manteniendo sus frentes juntas. Se separó de Yoongi riendo y luego gimiendo de dolor que causó su espalda. Yoongi lo notó y enseguida lo tomó de la cintura para sentarlo entre sus piernas, separándolas para hacerle espacio al menor. La espalda de Jimin descansaba cómoda en el pecho del mayor, mientras sus respiraciones se acompasaban, ambos hundidos en el mismo pensamiento, el mismo tema. Las manos de Yoongi abrazaron con algo de firmeza el abdomen de Jimin nuevamente; realmente no quería soltarlo nunca. Mientras que el morocho descansaba su cabeza en el cómodo hombro de Yoongi.

Yoongi pensaba que una persona tan alegre, divertida y llena de vida como Jimin, jamás se fijaría en él de ésa forma, pero también sabía que estaba la posibilidad de que sí. No es como que si Yoongi era tan tonto como para no notar el gran cariño, respeto y adoración que Jimin sentía por él. A veces pensaba en la posibilidad de que no lo acepte por ser ambos hombres, pero después de pensarlo mejor, no cabía en su cabeza que una persona tan comprensiva y adorable como Jimin tenga, siquiera, un solo gramo de homofobia. Si no lo aceptaba, era porque Yoongi no era lo suficientemente bueno para él. O al menos eso era lo que él creía.

Jimin, pensaba que Yoongi jamás lo aceptaría como algo más que amigos, ya que se creía una persona muy molesta. Y él sabía muy bien, que Yoongi odiaba a ése tipo de personas. Además de que él no se creía tan atractivo, lo poco que veía lindo de él, era gracias a la ayuda del mismo Yoongi, quién siempre le recordaba lo perfecto que era. Y aunque no lo parezca, para el exagerado de Jimin, el ser molesto era una razón muy grande para no poder tener nada más que amistad con el mayor. Porque, siempre obvió que eran hombres, ya que sabía lo abierto e indiferente que era Yoongi con respecto a la homosexualidad. Lo que el menor no aprendió del pelirrojo, fue a tener esperanza. Eso ultimo lo aprendió gracias a su muy querido amigo Hoseok, quién siempre se encarga de mantener la fe y esperanza en todo el grupo de una admirable manera.

-          Sugar… Gracias – Dijo con voz firme después de unos 10 minutos de estar en un agradable silencio.

-          No necesitas agradecerme, Jiminie, lo sabes. – Comentó Yoongi mientras soltaba su agarre en el abdomen del menor para acariciar su cabello. Sonrió cuando el menor ladeó la cabeza ante sus caricias. – Me gusta pasar tiempo contigo… - Dijo sinceramente el pelirrojo, con una sonrisa igual de sincera.

Y de un momento a otro, como si hubieran pasado a la página siguiente de un libro, se encontraban acercando sus caras cada vez más cerca, el menor buscando algún rastro en los ojos de Yoongi que le diga que no quería besarlo, y Yoongi mirando esos deliciosos labios que parecían por fin querer cumplir sus plegarias. Cuando la poca distancia entre ellos logró que sus labios se rozaran, ambos se detuvieron para observarse mejor. Yoongi pudo ver todas las palabras que Jimin tenía para decirle en sus ojos; Yoongi conocía todos los brillos de sus ojos. Jimin pudo entender los sentimientos de Yoongi en esos ojos que muchas veces no sabía descifrar, pero que ahora lo estaba haciendo. Jimin fue quien se acercó y beso rápidamente los labios de su hyung, sin poder contener la sonrisa que se formo en su boca, gracias a la felicidad que sentía en ese mismo instante. Yoongi sonrió separándose también.

-          Me gustas tanto… - Confesó, inútilmente ya que era obvio, Yoongi. Seguían igual de cerca ya que no se habían separado ni siquiera un centímetro y ninguno de los dos podía borrar esas resplandecientes sonrisas de sus caras.

-          Bésame otra vez… - Pidió Jimin extendiendo sus labios para que otra vez rosen los de Yoongi, quién ésta vez tomó el labio inferior de Jimin con los suyos. Jimin suspiró, con un poco de sorpresa ya que no se esperaba eso. Pero también terminó muy rápido, Yoongi soltó su labio inferior para darle otro pico y separarse. – Yoongi, bésame más – Pidió de nuevo con los ojos cerrados. Yoongi, claro que no iba a negarse hacer algo que le encantaba. Siguieron dándose vergonzosos besos cortos, hasta que Jimin tomó el cabello de Yoongi, jugando con las trenzas. – Me encanta como saben tus labios… - Yoongi se encontraba demasiado cautivado por la increíble sensación de besar a la persona que más ama en éste mundo, que él sólo ver los labios del menor moverse y sentir la mano de Jimin en su cabello lo volvió loco. Necesitaba sentir esos labios en los suyos otra vez.

Esta vez Yoongi se inclinó hacia adelante para atrapar sus labios, tomando los labios de Jimin con algo más de fuerza que antes, cosa que a Jimin le encantó. El menor no pudo resistir un suspiro cuando sus labios se acompasaban tan correctamente. Como si sus labios hubieran sido creados para encajar perfectamente. Su ritmo siguió, hasta que Yoongi no resistió la urgencia de morder ése labio inferior de Jimin, ése que siempre sobresalía deliciosamente cuando el menor hacía su aegyo. Mientras lo mordía abrió los ojos para mirar la cara de satisfacción que tenía Jimin, sus ojos seguían cerrados mientras que de su boca se escapó un gimoteo que Yoongi catalogó como lo más erótico que jamás había escuchado en su vida. Mientras soltaba su labio, colocó ambas manos en la cintura de Jimin para sentarlo sobre sus piernas, mientras el menor abría más las suyas acomodándose arriba de Yoongi.

Sin perder más tiempo, Jimin colocó sus brazos en el cuello de Yoongi atrayéndolo para volver a juntar sus labios bruscamente. Sus labios se movían rápidamente mientras que las manos de Yoongi masajeaban ahora las piernas de Jimin. El pelirrojo quería volver a escuchar otro de esos excitantes sonidos salir de esos deliciosos labios, así que mordió su labio inferior, de nuevo, antes de separarse para tomar aire.

Jimin no tuvo mucho tiempo para dejar que mucho aire entre a sus pulmones cuando Yoongi había comenzado a repartir besos en su piel. Eso lo hizo temblar de lo bien que se sentía. Yoongi comenzó repartiendo besos húmedos por su mandíbula, hasta llegar a su cuello recorriendo con su lengua hasta su hombro, ganando un gemido un poco más alto al primero. Yoongi sonrió y besó su hombro, para ahora dirigir su boca al cuello del menor, sólo para repartir más besos en ése hermoso lugar que él siempre fantaseo con probar. Jimin ya no podía controlar su respiración, las acciones de Yoongi estaban haciéndole sentir un calor que realmente le encantaba sentir.

-          S-Suga – Jimin gimió sin pudor su nombre cuando Yoongi comenzó a morder su cuello, justo dónde empezaba su clavícula. Quería marcarlo, después de todo era suyo. Ése pensamiento le encantó, como sonaba en su cabeza, era verdad.

-          Eres mío… - Afirmó en voz alta mientras pasaba la lengua por la marca que recientemente había hecho. La cabeza de Yoongi golpeó contra la pared cuando un apasionado Jimin comenzó a besarlo desenfrenadamente mientras juntaba aún más sus cuerpos. Esta vez Jimin se separó para lamer los labios de Yoongi mientras el otro sólo podía sentir escalofríos por las acciones del menor. Sentía que su cuerpo emanaba mucho calor, pero Jimin estaba de la misma manera que él. Ambos estaban ya algo excitados y que Jimin haya acercado más sus cuerpos confirmaba que ambos estaban igual. Yoongi maldijo por lo bajo cuando Jimin rodó, con clara intención, sus caderas, haciendo que ambas erecciones se rosen sobre la ropa. El increíble placer que los recorrió a ambos fue tanto que ninguno pudo reprimir a sus gargantas de demostrarlo. Jimin se acercó al oído de Yoongi para gemir en su oído mientras Yoongi gruñía en el suyo.

-           Hazlo de nuevo. – Habló Yoongi con la voz más ronca que Jimin jamás había escuchado, lo cual lo excitó más. Claro que obedeció, comenzando un gustoso vaivén de talentosas caderas. – Dios, que bien que mueves la cintura bebé – Dijo en medio de un gruñido Yoongi, haciendo gemir a Jimin más fuerte. La verdad es que a Jimin le había excitado que Yoongi lo haya elogiado, y más con el término bebé. Yoongi se percató de eso enseguida, y queriendo oír más gemidos salir de esos deliciosos labios comenzó a lamer el lóbulo de la oreja del menor, ganando un jadeo de Jimin. – Me encanta como gimes, bebé – Dijo Yoongi con una voz firme que solo logró otro gemido en el menor, uno que Yoongi respondió con un gruñido. Jimin comenzó a desesperarse, podía sentir su erección crecer y la de Yoongi también, pero necesitaba más.

-          M-mas Yoongi, quiero más… - Pidió Jimin, aún sin dejar de moverse arriba suyo, con unos ojos que irradiaban lujuria y pegando sus labios de nuevo. Esta vez abriendo la boca para dejar que la lengua de Yoongi entre a su boca y explore. La sensación se sentía increíble, y sin poder reprimir sus gemidos,  Jimin movió una de sus manos, hacia el pantalón de Yoongi, luchando contra el primer botón de su pantalón negro. Yoongi no perdió el tiempo y posó sus manos en el trasero de Jimin, apretándolo gustosamente con sus manos. Jimin se separó del beso para gemir ante la sensación que recorrió su espalda. – S-sácatelos Yoongi – Dijo dificultosamente Jimin, recobrando su respiración y apuntando a los pantalones de Yoongi, quién rió pero comenzó a desabrocharlos. Jimin le quitó la bufanda rosa que llevaba con desesperación, atacando su blanco cuello. Yoongi gimió ronco al sentir los carnosos y húmedos labios de Jimin hacer contacto con su cuello. Comenzó a apurarse en su tarea y cuando desabrochó el pantalón, aún con tanta distracción, los bajo un poco. Jimin cesó su movimiento de caderas para levantar la cintura dejando que Yoongi baje sus pantalones. Jimin mordió su labio inferior al ver los negros y abultados bóxers de Yoongi contrastar con su pálida y blanca piel, todo esto le estaba pareciendo demasiado excitante y ver que Yoongi estaba igual de caliente que él sólo lograba ponerlo más. Pero dejó sus pensamientos de lado cuando otra ola de placer bajó hasta su erección, cuando Yoongi metió una de sus traviesas manos por debajo del ajustado pantalón blanco que traía, para masajear de nuevo.

-          Minnie… - Dijo con la voz áspera, mientras no podía controlar sus manos, las cuales seguían tocando el glorioso trasero del menor. – tú también, sácatelos. – Dijo con la voz más demandante, tomando el labio inferior del menor, ganando un jadeo ahogado. Jimin obedeció y manteniendo la mirada, con esos ojos desafiantes y excitantes, se puso de pie mordiendo sensualmente su labio inferior. Ya estando parado, comenzó a pasar lentamente sus manos por todo su abdomen trabajado. La vista de Yoongi pasó de sus ojos a esas pícaras manos que se movían lentamente, tentándolo aún más, por esos perfectos abdominales. – Sedúceme bebé. – Jimin simplemente subió una de sus manos hacia su boca para comenzar a jugar con su dedo índice y su labio inferior. Lo mojaba un poco con su lengua, teniendo toda la atención de Yoongi, para después pasarlo sensualmente por su labio inferior. Yoongi lo miraba y por su mente pasaban tantas imágenes sucias entre él y Jimin, que sintió una punzada placentera de excitación en su erección. Su otra mano estaba ocupada desabrochando lentamente su pantalón blanco, mientras comenzaba un nuevo movimiento de caderas, como siguiendo el ritmo de alguna música imaginaria. Yoongi se sentía crecer cada vez más, y se maldecía a sí mismo por decirle a Jimin que hago eso, ya que lo necesitaba ahora. Pero al mismo tiempo que Jimin le haga un espectáculo como ese siempre fue su fantasía.  – Te ves tan bien Minnie… - Ni siquiera se escuchó a sí mismo diciendo eso, lo único que tenía en su mente eran los gemidos de Jimin, y el maravilloso cuerpo que poseía. El mismo que él estaba viendo en ese mismo instante. Jimin pareció alegrarse al escuchar eso de Yoongi, y más aún al ver que el tamaño del bulto de Yoongi había aumentado considerablemente. El saber que él había causado eso lo excito tanto que se apresuró a sacarse inmediatamente los pantalones, dejando al descubierto sus musculosas piernas, y su ya manchado con pre-semen bóxer negro. Los ojos de Yoongi se abrieron al igual que su boca, sin quererse perder nada de todo lo que estaba viendo. Jimin se puso de rodillas, y humedeciendo sus labios sensualmente con su lengua, comenzó a acercarse a Yoongi gateando y exagerando su movimiento de caderas para que su trasero suba y baje eróticamente. Yoongi seguía aún embobado por la sensualidad del menor, cuando éste llego en frente suyo. Pero reaccionó cuando Jimin se sentó encima suyo, restregando su trasero en su dolorosa erección. Un gruñido fuerte se escapó de su boca y su cabeza cayó hacia atrás, sin importarle que esté la pared. Jimin soltó un alarido un poco más agudo que los demás y comenzó a moverse rápidamente arriba del mayor. Esa maldita fricción lo estaba volviendo loco. – Ah, me tienes muy duro Jiminie –Jimin gimió aún más fuerte al oír eso, quiso contestar pero todo lo que salía de su boca eran más gemidos. Si sólo eso se sentía así, ¿Cómo sería si seguían? Yoongi seguía con su remera blanca, y ya ambos habían comenzado a transpirar por el calor, así que con la ayuda de Jimin se la quito. Jimin se deleitó viendo esa hermosa piel que parecía porcelana de la más fina retorcerse gracias a sus movimientos. Yoongi no perdió tiempo y besó a Jimin, esta vez entrelazando sus lenguas, en un beso más obsceno. Jimin seguía gimiendo en su boca y eso a Yoongi le parecía la cosa más excitante del mundo. Ambos sentían que el dolor de sus erecciones ya era algo molesto, así que Jimin comenzó a restregarse sin ningún pudor en la erección de Yoongi, ahora en un ritmo desordenado el cual tenía el único objetivo de liberarse. Yoongi recordó que aún o había tocado nada de el abdomen del menor, así que comenzó a masajear sus abdominales. Jimin soltó un quejido llevando su cabeza hacia atrás al haber restregado más fuerte esa vez.

-          Y-Yoongi – Gimió su nombre fuerte y Yoongi pudo sentir su pene palpitar al escucharlo. Decidió llevar su boca a la sensible oreja del menor para morderla y comenzar a deslizar sus manos por los erectos pezones del menor. Ante tal acción Jimin arqueó su espalda del placer, gimiendo alto y dejando que unas lágrimas caigan por sus ojos. Yoongi se sorprendió y le pareció tan lascivo ver a su Jiminie en ése estado, así que optó por masajear ambos pezones con sus pulgares, viendo como Jimin se retorcía del placer, y el sólo placer de verlo ya lo tenía cerca de venirse.

-          Dios, te ves tan erótico Jimin… - Yoongi a esta altura, ya sabía lo que provocaba en Jimin sus comentarios, así que decidió usarlos de nuevo.

-          Y-Yoon… - Jimin no podía controlar su respiración, además de que cada cosa que salía de su boca no eran más que gemidos y lloriqueos - Y-Yoongi… Más… - Eso fue todo lo que pudo articular mientras seguía con su tarea de volver loco al pelirrojo con ese perfecto movimiento de caderas sobre su erección. El placer cegaba a Yoongi y lo obligaba a querer cerrar los ojos, como los tenía cerrados Jimin, pero no quería perderse nada del menor en esos momentos.  Siguió estimulando sus pezones, los cuales parecían ser muy sensibles ya que Jimin era un caos de gemidos. Esta vez probó rascar con la uña el pezón derecho de Jimin y éste se arqueó tanto que la fricción que creó sobre Yoongi lo hizo gemir alto a él también. - ¡Ahh! – Jimin tiró su cabeza hacia el costado gimiendo ya casi sin voz, mientras que Yoongi se deleitaba, ahora con los ojos cerrados de la deliciosa sensación.  – Yoongi – pronunció entre un sollozo, haciendo que Yoongi vuelva a abrir sus ojos – estoy cerca, estoy cerca – repetía sin parar el menor, excitando más a Yoongi.

-          Yo… ¡mmmh! – Jimin sabía cómo mover tan placenteramente sus caderas que Yoongi no pudo reprimir el gemido que se escapó de sus labios – también bebé – Dijo gruñendo y acercando su boca al pecho del menor, dejando besos húmedos y colocando sus manos en ambas caderas del menor, ayudándolo a moverse. Ambos gemían desesperados por poder terminar. El pelirrojo llegó a los pezones del menor y no dudó ni un segundo en pasar su lengua rudamente sobre ellos, enloqueciendo aún más a Jimin.

-          Hyung… - Gimió sin poder evitarlo al sentir ahora los labios del mayor absorbiendo – Se siente tan bien… - Su voz ya sonaba afónica de tantos gemidos y soltó un gritó cuando Yoongi dejó su pezón para morder el otro – Si… Yoongi, me vengo, me vengo Yoongi, Yoongi… - Jimin repetía las mismas oraciones una y otra vez mientras Yoongi reemplazaba su boca con sus dedos para susurrar sensualmente en su oído; él también estaba cerca.

-          Córrete Jiminie, córrete fuerte y mucho para mí. Hazlo por hyung, vamos, corrámonos juntos bebé – Dijo con la voz ronca mientras comenzaba lamer su oreja, gruñendo fuerte por las increíbles sensaciones. Jimin sintió un calor muy fuerte en su parte baja y rápidamente llevo su mano a la erección de Yoongi, mientras éste gemía su nombre en su oído. Todas las palabras de Yoongi lo habían llevado al límite, y con un fuerte grito del nombre de Yoongi, repitiendo seguidamente su nombre una y otra vez, mancho sus bóxers con su propio semen. Y Yoongi se vino al segundo después de ver a Jimin arquearse, con todo su pecho brillante de la transpiración, sus pezones abusados por su propia boca, la cara de Jimin, con su boca abierta y sus labios rojos, gritando su nombre una y otra vez, recordándole el placer que le está dando. Yoongi se vino levantando sus caderas y gruñendo  roncamente el nombre de Jimin, cerrando sus cansados ojos, los cuales había obligado a mantener abiertos hasta ése momento.

Debido a tanto esfuerzo, el cansancio venció a Jimin y cayó arriba del mayor como peso muerto. Yoongi, con la respiración aún agitada como la de Jimin, sólo tuvo fuerzas para apresarlo a su pecho y dejar un beso en su cabeza.  

Mientras sus respiraciones se calmaban, todo lo que tenían en la cabeza consistía en lo que acababa de suceder. ¿Había que aclarar algunas cosas? ¿O ya era obvio? En realidad ambos entendieron que se quieren, que se aman demasiado, que se necesitan el uno al otro para poder vivir. Pero había que aclarar las cosas, porque ambos querían confirmar, con palabras, que se pertenecían.

-          Hyung…  - Comenzó Jimin, luego de que sus respiraciones volvieran a la normalidad. – Te amo. – Fue directo al grano, y Yoongi no pudo detener su corazón de latir como loco al escuchar esas palabras del menor. Sentía que su cuerpo tenía la fuerza de un superhéroe, que podía con todo en la vida si tenía el amor del menor. Jimin le sonrió al notar en los ojos del mayor, sus emociones.

-          Yo también te amo, Minnie. – Le devolvió la sonrisa uniendo sus labios en un largo, suave y amoroso beso. El cual fue interrumpido por el celular de Yoongi. El cual estaba en los bolcillos de su pantalón, que seguían en sus rodillas. Jimin hizo un intento de ir a buscarlo pero Yoongi lo detuvo – Vuelve aquí, no contestes. – Lo atrajo a sus labios de nuevo para seguir besándolo, sus labios se habían vuelto una adicción bastante rápido. Pero ahora sonó el celular de Jimin, el cual lo hizo asustarse ya que se encontraba dentro de su saco blanco, y al vibrar le dio algo de cosquillas.

-          ¿Yo nunca me saque esto? – Preguntó confundido Jimin mientras buscaba el celular en los bolsillos interiores.

-          Si, no te dije que te lo saques porque me parecía más sexy así – Dijo sonriendo pícaro Yoongi, acercándose a sus labios para morder su labio superior. – ¿Ya te he dicho cuanto amo tus carnosos labios bebé? – Yoongi detuvo su seducción al ver la cara de Jimin ponerse pálida mirando el celular. - ¿Qué pasa? – Preguntó confundido.

-          ¡Hyung! ¡Estuvimos un montón de tiempo acá! ¡Namjoon nos está buscando enojado por todos lados y dicen que si no vamos en 2 minutos nos dejan! – Exageró Jimin mientras se levantaba de golpe, casi cayéndose al piso del arrebato, y yendo hacia la puerta mientras miraba a Yoongi con una impaciente mirada para que abra la puerta cerrada con llave.

-          Yah, no me apures, que tú eras quien pedía más – Comentó Yoongi dirigiéndose a la puerta y sonriendo cuando vio el tierno sonrojo del menor en sus esponjosas mejillas - ¿Y piensas salir sólo en bóxers y saco? Por favor quiero a mis fans vivas, no muertas Minnie – Dijo bromeando Yoongi, Jimin se sonrojó más y estaba por ir a buscar rápidamente su ropa cuando Yoongi lo tomó del brazo para detenerlo. – Minnie, ahora eres mío ¿entendiste? De nadie más… - Dijo serio y mirándolo a los ojos, Jimin sólo sonrió grande mientras asentía y lo abrazaba.

-          Tú también Suga hyung – Dijo cuando lo soltó.

Ambos se cambiaron rápido y salieron de la habitación apurados, intentando no ser descubiertos, pero las sospechosas miradas de algunas personas del stuff les decían lo contrario.

-          ¿Fuimos muy ruidosos? – Preguntó apenado Jimin en el oído de Yoongi, quién rió con una sonrisa orgullosa.

-          La verdad es que te hice gritar como gata en ce… - Un sonrojado Jimin le tapó la boca antes de que pueda seguir hablando, ya que las miradas sólo lograban ponerlo más nervioso.

Cuando llegaron a la camioneta dónde se encontraba el resto de BTS, tuvieron una larga charla sobre dónde estaban y qué estaban haciendo. Desde luego que todo el grupo siempre fue como un grupo de abuelas chismosas, pero todas las preguntas que les hizo Jin parecían de una madre con menopausia.

Aunque sólo sonrieron cómplices y le explicaron que Jimin necesitaba hablar con Yoongi y nada más. Lo demás, quedaría entre ellos.

Esos eran los primeros recuerdos, de miles que estaban por empezar a vivir juntos, y de tan solo pensar en eso no podían ocultar sus felices sonrisas. Las cuales contagiaron a todo Bangtan, y aunque estaban todos cansados de la presentación, en especial ellos dos, fueron animadamente hablando sobre puras tonterías para reír y disfrutar entre amigos el sueño de ser ídolos.

 

 

-          Jimin… - Yoongi golpeó despacio la espalda de su novio, quien se encontraba intentando dormir arriba suyo en la misma cama, para preguntarle algo. Jimin murmuró un “¿Qué?” casi inaudible y Yoongi continuó. – Mi amor, no quiero que nunca más te sientas mal por esas cosas como hoy… ¿De acuerdo? – Preguntó algo consternado Yoongi, sabiendo que el amor de su vida normalmente se preocupaba por esas simples cosas, las cuales siempre estaban torturando su pobre cabeza.

-          Mi bello, sabes que no puedo dejar de hacerlo. Lo siento. – Dijo con un tono de voz que hizo a Yoongi sentirse culpable por haber dicho algo malo. Sin embargo lo atrajo más a sí, besando su cabeza.

-          -Pabo, no tienes que disculparte. Entonces tú tienes que saber que siempre me vas a tener a mí, y quiero que siempre me cuentes todos tus problemas o cosas que pasen por esa linda cabecita tuya, ¿De acuerdo? – Preguntó el mayor emanando grandiosas cantidades de cariño en su voz. El morocho, muy cansado ya, sólo murmuro un “Te lo prometo”, dejando dormir ahora más tranquilo al pelirrojo. Y así, ambos se durmieron con una sonrisa cómplice, tranquilos, sabiendo que se tenían el uno al otro y eso era todo lo que importaba.

You pick me up when I fall down
You ring the bell before they count me out
If I was drowning you would part the sea
And risk your own life to rescue me

When I couldn't fly
Oh, you gave me wings
You parted my lips
When I couldn't breathe
Thank you for loving me”

Notas finales:

Lo siento si esta muy pendejo, es que lo escribí rápido. 

Dejen reviews, saranghae~

*yo voy a envenenar a jimin y a jungkook para que no crezcan más y punto* *we*


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